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Gerd Baumann El enigma multicultural Un replanteamiento de las identidades, nacionales, étnicas y religiosas PAIDOS Presentacion 1, «Tengo un suefio» Pero zpara quién? {Derechos civiles, derechos humanos 0 derechos ccomunitarios? 2, Del suefio al propésito: el triangulo multicultural ‘La cultura nacional, la cultura étnica, la reigién como cultura 3. El Estado-naclén k: gpostétnico o pseudotribal? Por qué los Estados-nacién no son étricamente neutrales 4. El Estado-naciin Il: znegocio 0 templo? Por qué los Estados-nacién no eon reigiosamente neutrales ‘5, La etnia: zsangre 0 vino? No es una esencia biokigica, sino un fermento culivado 6. La religion: gun equipaje o un sextante? [No os una herencia inmutable, sino una situacién en un contexto 7. La cultura: zse tiene, se crea o ambas cosas? Desde una perspectiva esencialsta y luego procesual hasta una construccién discursiva 8, La teorfa mutticultural I las rebajas y la letra pequefia Eres fo bastante igual para ser igual? © La teorfa multicultural It: los valores y lo valido {£06 es fo que el profesor Taylor deberia «reconocers? 10, Le praxis multicutturat: fo banal y to éptimo De los desfiles culturales al mutiparentesco 11. Del suefio al propéstto: resumen 1 muticuturalismo es un nuevo concepto de cultura 12, Del propésito a la puesta en préctica: sugerencias para los estudiantes ‘Los nuevos conceptos necesitan nuevos proyectos: Bibliogratia Indice anaiitico y de nombres La cultura nacional, fa cultura étnica, 1a religién como cultura Le preguntaron a un foto sobre qué se apoyaba la Tea: Sobre una tortuga, eel ibsofo. AY sobre qué 90 apoya la torte? Sobre una esa. =2¥ sabre qué 80 apoya ol elfen? No seas tan cxrogo (H. DF Kt, 1961, pig. 178). El método que adoptamo...consiste on las siguientes operaciones: 1) dori fenémene que hay que estar como una elacinenire dos 0 mis téminos,relos 0 supvestos; 2) constr una tabla do posbles pormutaciones entre esos trminos; 8) tomar esa tabla como a objeto do ands general que, sto a esto nacin entre las (Livi Strauss, 1964, pg. 16) El primer vértice del triingulo muticutural 6s el Estado, en particu lar, of lamado Estado modemo o el Estado-nacién occidental. La ite qubernamental del Estado, asi como sus hegeménicos medios de comunicacién y su dominante cultura civica, que determinan las ‘oportunidades en la vida de muchas personas, ya se consideren ‘como mayorias 0 como minorias a través de.un cfiteri u otro. Des hecho, precisamente esos poderes con frecuencia determinan a uién £0 le considera como una minoria y a causa de qué dferen- cias, ya sean étnicas 0 religiosas, civicas © sexuaes, histricas 0 rmiticas. Aunque la elaccién de este punto de partida puede parecer ‘obvia, os muy itil para echar una breve mirada detrés de la fachada. ddo esta entidad. El Estado-nacién oocidental es una amalgama ‘peculiar de dos flosoias aparentomente ireconciables: ol racionalis ‘mo, 0s decir, la bisqueda de un propéeito y una eficacia, y ol roman- ticismo, 66 decir la béequeda de sontimiontos como la base de toda accién, Por una parte, ol Estado-nacién moderno crecié a raiz de las necesidades econémicas y geopolticas de la primera Europa moderna. A partir del afio 1400 aproximadamente, los europeos. ‘afrontaron una expansién de la poblacién con una produccién tec: nolbgica no expansiva. Para alivar su presién demografica y as limi- taciones en Ia tierra pusieron en marcha una serio de guerras territoralos durante ls cien primeros afos. En ol interior de Europa ‘99 habla legado a un punto muerto: el continente no creciay todos ‘escape tuvo au final. Tanto la Primera Guerra Muncial (1014-1018) ‘como la Segunda Guerra Mundial (1939-1946) pueden interpreta. ‘90 como luchas entre una serie de potencias para dominar ol resto dol mundo. Los gobiornos norteamericanos, que tenian una vision 680 tring introducido por Livingstone y Dobrhansky (1962) para describ cémo cada uno de los distintos factores gend- ‘aspectos de eu lengusje, comportamianto y estilo e situaciones, también lo hacen o reniagan de ls atributos de su etn- cidad. En el ebdigo ciontfico social debemos hablar, por tanto, de -dentidad cambiante» 0 de eotnicdad contertuah. Las identidedes Gtricas no son, por tanto, més que actos de identificacion Sinica ccongelads en el Sempo. Cuando la tamporatura social se enttia, 0s posible que 96 congolen y endurezcan cada vez més; cuando ol lima, ‘social se callenta pueden descongolaree y derretirse adoptando ‘huevas formas. Desde ol punto de vista analtico, la etnicidad no es una. ‘dentidad dada por naturaleza, sino una identiicacién que se crea a través de la accion social. En ol capitulo 5 volveremos sobre este © punto, El teroer vétice del triéngulo multicutual es la raigién, por dos razones. La religién puede sonar absoluta y puede funcionar como una traslacién para todas las otras formas de confcto de grupo per- ‘chidas, Examinemos brevemente esas dos razones, ya quo no estén. ‘tan claras como parece. La reigién puede sonar absolut, es decir, pusde parecer como si detorminara objotivos y diferencias inmuta- bles entre las personas. A éstas a menudo 8e las considera bésicas « inamovibles por una serie de poderes que estén por encima de la voluntad del hombre y de la historia humana, Después de todo, las religiones ee ocupan de los asuntos eparentemente absolutos de la vida y de la muerte, dl bion y del mal, de los éxitos y de ls fraca- 1208. En otras palabras, del significado y de ia moralidad do la vida. 'No hay duda de que la mayoria de los creyentes piensa que 090 68 sty una ciencia social dela religién necesita reconocer este hecho. Después de todo, la religion motiva a los creyentes a realizar los ‘actos que necesitamos comprender. Al mismo iempo, sin embargo, ‘seria muy ingenuo que un cientfico social adoptara Iss exigencias bolita de una rligin, de ora religién 0 incluso de todas las rol ‘jones, La sola idea de denominar sigunas cosas como religiosas y ‘quion llegé a fa conciusién de que «70 puede eristir una defnicin Universal de roipin... ya que esa defnicén os en si misma ol pro- ducto histérico de procesos discursivos: (pig. 20) Estos procesos lacursives no 80 forjaron en l terreno politico o histrico de ninggn hombre, sito que respondian a confctos completamente tangibles ‘sobre la cistrbuciin de poder, autorided y legitmidad. incluso hoy, ‘considera Asad, la separacién de lo que cuenta como reign y 10 que cuenta como politica responde a intereses personales concre- tos. Curiosamente, 280s inlereses conectan con diferentes partes que do otro modo sara dfcl que legaran a un acuerdo: Este esfuerzo por daria reigién coincide conta exigencla Neral do russia Space de que debe permanecer completamente separada do la politica, la ley la ciancia (ospacios on los que la varidad de poder y la extn artiulan do manera muy particular nose mado de vide). Esta entre «religions y «politica poltica (dos ertractos que la sociedad modema intenta mantener ‘conceptual y précticamente separadas) estin emparejades debe ‘conduct, desde mi punto de vista, al fracaso» (Asad, 1903a, pag. 126). Lo que eeté en juego aqui es una idea necesaria de religion y volveremos a este punto en ol capitulo 6, cuando hablemos de sus limites entre la roligign y o resto del mundo social son un tanto con: fus0s y responden @ una serie de intoreses politicos, ideokigions © incluso académicos, Es més, incluso dentro de esos limites, las roi- ‘ones demuestran poseer un amplio margen de flexibilided y de ‘cambio, tal y como veremos. No obstante, la religion nos muestra una perspectiva de linoas fico reigiooo siempre es un buen recurso para justiicar cualquier ‘confrontacién en la que se encuentren los pueblos. ‘Una vez que hemos identficado las tres wirticas del triéngulo ‘multicutura, ahora ya podemos ver qué es lo que se esconde en su tH ‘contro. En 6), @ mi parecer, 20 halla ol imén dela cultura, Lo que esti los protagonistas de las culturas étnicas y los que consideran a la religion como un tipo de cultura. El primer concepto de cultura, que se podria lamar esencalista, venta vay oa peeanioos tan indviduales como colec- tivos de todos los miembros. La cultura, por tanto, aparece como un olde que configura las ditints formas de vida 0, para expresarlo do un modo més polémico, como una fotocopiadora gigante que ‘continuamente produce copias idénticas. Esta forma de ver la cult- +8 plausible en algunos aspectos yridicula en otros. En cuanto a la credibilidad del punto de vista esoncialsta de la cultura, sélo hay que proguntar a los padres 0 a los hijos, no img ‘ooncreta, decile que sasto es lo que Nosotros hacemos, asi que halo ti también; y e80 es fo que Ellos hacen, jas que no fo hagas tle. ¥ nadie podré negar que cada colectvo cultural muestra cierta ‘stabildad on ous rasgos y en sus gustos, en los estos y en los hébitos que sus participantos han aprendido a cutive. El punto de vista esoncialista de la cultura, por lo tanto, se basa en eu credibii- Weber (1930), del espirity del protestantismo. Este concepto de ‘ouitura fundamental @8 un elemento clave en la armonia de las tres partes que participan del enigma maticulural. ‘Sin embargo, la crecibidad do este punto de vista funciona s6lo hasta ahora. No tenemos més que plantear la cuestién del huevo © la gallina y preguntar:.quién os ol que cultiva la cultura? En efecto, a cultura cre6 al hombre, pero son los hombres, las mujeres y los |6venes quienes crean la cultura. Si dejaran de crearia y recroara, la cultura dejarfa do exisir y toda creaciin de cultura, por muy conser- vvadora que see, también 06 recreacién. Incuso desde su perspect- ‘va mds conservadore, a cultura sitéa viejas costumbres en nuevos Contes y, de ese modo, modifica la importancia de esos hébitos.. ‘Con mucha frecuencia, las personas cambian y 80 ajustan, se afinan 1yTehacen sus hébitos. No es necasario ir muy lejos para encontrar inrwmorables:ojemplos: on ol espacio de veinte afos, cada cultura ccambia su forma de hablar, de colebrar los cumpleafios 0 los acon- tecimiontos comunitarios, su forma de trata alos estudiantes 0 a los desompleados, do vivir los nacimientos o los funerales, de relacio- arse con la naturaleza o con el espacio @ incluso de considerar Su cultura en un aspecto abetracto. Sita cultura no es fo mismo que et ‘cambio cultural, etonces no es nada en abeoluto. La cuttura, en eu segunda acopcién, que pocriamos denominar procesua, noes tanto ura méquina de fotocopar coro un concir- to 0, en realidad, un recital hisGricamente improvisado. Sélo existe ‘mientras dure la actuacién y nunca puede quadarse fia 0 repetise sin que cambie su significado. Este punto de vista procesval ha con- ‘sequido avanzar dentro del campo de las ciencias sociales, espe- cialmente donde éstas se basan en un trabajo de campo intensivo y fon los métodos de obsorvacién de los participants (Borofsky, +1908). Resultaigualmente evidente on métodos cuantitaives tales ‘como los cuestionarios que nos hablan de, por ejemplo, cambios en manies se prestarén a ella con més faciidad. Sin embargo, no 82 representa como una verdad, sino como una de las cosas que nues- {ros informantes, ola gente a la que representamos, creen 0 encar- ran. Esto forma parte dl enigma multicultural que necesitamos resolver, poro no es la solucién a dicho enigma. Intentaremos hacer justicia con ambos puntos de vista en el capitulo 7, Por tanto, una vee que hemos trazado el triéngulo multicultural y ‘que hemos sevialado su centr, ya 08 posible examinar con més deta 441 eel primer polo de poder: ol Estado-nacién. Podemos descubrir dos problemas: 1) el Estadonaciin y la etricidad mantienen una peculiar relacién entre of debido a la herencia roméntioa del concopto de ‘nacib; y 2) ol Estado-naciény la religion mantionen una tensa relacion debido alas tradcionos racionalistas y seculares del Estado modern. En los dos préximos capitulos estudiaremos estos problemas. BRS EBB Oe e PEPEES EES Lecturas complomentarias ‘Asad, Talal, «Anthropological Conceptions of Religion: Reflections 3. ElEstado-nacién I: zpostétnico 0 pseudotribal? Por qué los Estados-nacién no son énicamente neutales La mentaidad do esta ctxad [Estado de Atanas] os tan noble y oro y tan poderosa y abit [..] porque somos helonos pures y no noe MEE: ‘amos con tos brbaros (Menexos, gin Plat faprox. 980 Cote doen Connor, 1988, pig. 996) La Provdenca nos ha honrado al dotar a esto pas undo [Estados Uni dos] do un pueblo uri: un pueblo que desciende do ls mismos ante pasads Uohn Jy, 1787, on Haiton, 1957, pig 9, ado en Conor, ‘onemos fos mismos antepasados, somos de la misma fama, todos ‘somos hermanos y hermanas (..] Nake puede dv alos nios <9 perencon a itm fami, Del mismo modo, eae puode dvi Vit: nam (Ho Chi Minh, 1967, pg, 168, tado en Connor 1998, pg. 878). Por lo tano, nvedva respuosta a la incosante progunia «eqs 68 Une nacién?s 68 que se trata de un grupo do personas que 9° slnten ele: ‘conadas por 9s antepasados (Comer, 1983, pig. 382} Bevo romee El término combinado de Estado-nacién unido por guién combina la lo que significan los dos conceptos: Defiriciones recogidas del diccionario de «Grupo dnicary

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