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Jorce Luts BORG ES FICCIONES Mocxsa, 2017 YAK 82, BBK 34 Jorge Luis Borges Ficciones / J. L. Borges. — M.: TSRLIGRAM, 2017. — 17 Zc. ISBN 978-5-521405985-0 Jorge Luis Borges es un legendario prosista, poeta v publicista argentino, La prosa de Borges se desta- ca ante todo por sus fantasias laconicas, reflexiones sobre problemas filosoficas de fondo que adoptan la forma de historias de aventuras o detectivescas, De Ficciones forman parte narraciones tan famosas como «Tres versiones de Judas», «La biblioteca de Ba- bel», «Pierre Menard, autor del Quijote», «Funes el memorioso® y otras. YAK B2 BRK 84 BIC FC BISAC FICOOOO00 ISBN 978-5-521-NS 985-0 © TSRUGRAM, obopmacrine, 2017 INDICE Prologa .. EL JARDIN DE SEN DEROS QLIE SE BIFLIRCAN Thin, ghar, Orbis Tertin: Elacercamientoa Almotasim. 22.2 0.00000000.. Pierre Menard, autor del Quifofe. 00... Las ruinas cireulares. 2. .2002000200. La loteria en Babilonia ...... . Examen de la obra de Herbert Ouain. . La Biblioteca de babel . . El jardin de los senderos g que se bifurcan. . ARTIFICIOS (1941). Prologa cee eee Funes el memorioso. 26.22.2226 La forma de la espada . beeen Tema del traidor y del héroe La muerte y la brojula. . El milagro secreto oo. Tres versiones de Judas 13 4 16 36 36 63 71 78 88 103 104 106 - 115 - 122 127 1 149 JORGE LUIS BORGES Elfin... La secta del Fenix... 0.0.05 El Sur .. Hijo de una familia acomodada, Jorge Luis Borges nacio en Buenos Aires el 24 de agosto de 1899-9 murid en Ginebra, una de sus ciudades amadas, en 1986, Vivio, desde pequeiio, rodea- do de libros; y, entre 1914 y 1921, y mas tarde en 1923, viajo a Europa, lo que le puso en contacto con las vanguardias del momento, a cuya estética se adhiria, especialmente al ultrais- mo. En la primera mitad de esa década dirigié las revistas Pris- nay Prog. Poeta, narrador y autor de ensayos personalisimos, gano cl premio Cervantes cn 1980 y fie un eterno candidato al Nobel, ingresando en la ilustre nomina de quienes, como Proust, Kafka o Joyce, no lo consiguieron, Pero, come ellos, Borges pertenece por derecho propio al patrimonio cultaral de la humanidad, y asi esta reconocido internacionalmente. Ficciones, libre aparecido en 1944, con el que gano el Gran Premsin de Honor de Ia Sociedad Argentina de Escritores, es uno de los mas representativos de su estilo, En el estan algunos de sus relatos mas famosos, como ¢T16n, Ugbar, Orbis Tertius»; «Pierre Menard, autor del Quijotes; «La biblioteca de Babel» o +E] jardin de senderos que se bifurcane, En su caso, hablar de relatos es solo un modo de entendernos, y a falta de um ter- mino mas adecuado para designar esta magistral y sugestiva mezcla de erudicion, imaginacion, ingenio, profundidad inte- lectual ¢ inquietud metafisica. Metaforas como la del laberinte, JORGE LUIS BORGES la biblioteca que coincide con el universo o la de la minucio- sa reescritura del Quijote, pertenecen al centro del universo borgiano y, a traves de sus millones de lectores en todas las Jenguas, a la cultura universal. 6 PRYLOGO José Luis Rodriguez Zapatero Ellector gue tiene en sus manos Ficciones es una persona en la frontera, unser bumeno que esté a punto de abandonar el mtindo seguro y conjfortatle del gue estd becha la vida cotidiana para adentrarse en wn territorio absolutamente nuevo. Borges descubre en st obra, o quigds inventa, otra dimension de lo real. Con seguridad el titulo, que nos sugiere ta idea de mundos fima- ginados y puramente ilusorios, es sélo una sutil ironia del cuter, und neds, gree nos sefiala lo terrible y maravilosamente real de sus angumentos. Despuds de leer a Borges el mucudo real maultipli- ca sus dimensiones y elector, como un viajero romedntico, veelve mds sabio, mas pleno, o lo que es lo mismo, ya nunca vuelve del todo. Ficciones es una de las mis esenciales ¢ inolvidables obras de Borges. Ent ella se resuntien las principales terres, los intereses in- telectuales mds queridos det avetor. En todas las historias de este fibro el tiempo es, de tn modo u otro, un personaje central. Tam- bien fo es la literatura, los libros. Libros en los gue estd escrito el destino de los hombres y que por ese son ala par tan necesarios come insitiles. También el destino es una preocupaciin borgiana, un destine gue no es mas que el reconocimienta de gue nuestros afanes ¢ ingietusdes, gue aguello gue nos parece incierfo, gue JORGE LUIS BORGES sdlo es it deseo o un temor, tiene otra cara, una cara clerta, cerrada, Lo gute en el anverso es azar, en el reverso es necesidad, Quizds, entre las cosas admirables de Borges, la que muds me impresiona es su extrafia mezcla de pasion y escepticisma, esa mezele de la que en distinta proporcion y cantidad estarnos be- chos los seres hwmanos, pero gue en el caso de nuestro actor se dan en un equilitrio y abundancia cupa mejor prueba es su obra. Durante wr fempo, cummado era mds joven, estteve enfermo de Borges, todavia no estoy seguro de baberme curado, Cuando uno enferma de Borges se presenta por qué la gente sigue, segta- mos, escritiendo. Todo estd en Borges y él lo sabe. Cuando leer- nos La biblioteca de Babel no podemos evitar lea sensactin de que en esas pocas pdginas estin contenidos todos los libros que los hombres han escrito y escribirdn, adeids de todos los restantes, que son la inginita mayoria. Las rvinas circulares son otre efer- cicio de lt mds esplindida metafisice, y uno no sitbe cémo salir del sueite gue nos propone, realmente el lector ya nunca sale de ese suefio, salvo a través del olvido, pero el olvide no estd en las manos del lector, no forma parte de su poder. Es posible que Rorges me fulminara con sna de esas bellisiimas y mortales criticas que podemes leer en sus libros, pero dire que ent algtin momento Tlegud a pensar que cada pdgina suya contie- ne toda su obra, como uno de esos objetos fractales gue repiten sn estructura creando geometrias tan hermosas como extraiias. Pere este parecida conchuye ent la forma, Borges nos da mes, los textes de Borges no son amorales, sus bévoes son béroes morales, que se someten, a-veces hasta la locira, hasta la mds hicida locu- ra, ad los cédigos de su cultura, de su tiempo y lugar. Es, otra vez, da multiplicided de esos cédiges, las variadas dimensiones de los FICCIONES inismos la que Borges utilize con extraerdinaria maestria para dejarnos atrapadas en una libertad irfinita, Prolagar a Borges resulta muy dificil cuando Borges es el prologo de uno mismo, y es eso exactamente lo que le ocurre a este prolaguista. Quizes Ia tarea que se propuso Pierre Menard al tratar de escribir cl Quijote ne sea tan extraiia, wno se ve mu- thas veces haciendo cosas parecidas ala gue intentd Menard, come ocurre ahora. El lector debe estar tranguilo, porque él es el verdadero héroe de la obra de Borges, una obra que es wea aventura que debe vivir como guiere el autor cuando dice: +Asi combatieron los héroes, tranguilo el admirable coragén, violenta ia espeda, resignetdos a mater y a morire. A Esther Zemborain de Terres EL JARDAN DE SENDEROS QUE SE BIFURCAN (1941) PRYLOGO Las ocho piezas de este libro no requieren mayor elucida- cion. La octava (E? jardin de senderos que se biftercan) es pali- cial; sus lectores asistiran a la ejecucion y a todos los prelimi- nares de un crimen, cuyo propasite no igneran pero que no comprenderan, me parece, hasta el ultimo parrafo, Las otras son fantasticas; una -La foteria en Balifonia- no es del todo ino- cente de simbolismo.No soy el primer autor de la narracion La hikliotece de Babel; los curioses de su historia y de su prehisto- ria pueden interrogar cierta pagina del numero 59 cie Sur, que registra los nombres heterogeneos de Leucipo y de Lasswitz, de Lewis Carroll y de Aristoteles. En Las runes circulares todo es irteal; en Prerre Menard atetor del «Quijote» lo es el destino que su protaganista se impone. La nomina de escrites que le atribuyo no es demasiado divertida pero no es arbitraria; es un diagrama de su historia mental. Desvario laborioso empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas paginas una idea, cuya per- fecta exposicion oral cabe en pocos minutos, Mejor procedi- mienta es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resu- men, un comentario. Asi procedio Carlyle en Sartor Resartres; FICCIONES ast Butler en The Fair Haven; obras que tienen la imperfeccion de ser libros también, no menos tautoldgicos que los otros. Mas razonable, mas inepto, mas haragan, he preferido la escritura de notas sobre libros imaginarios. Estas son Thin, Ugbar; Orbis Tertius: el Examen de la obra de Herbert Quain: El acercamien- to a Almotesin, La ultima es de 1935; he leido hace poco The Sarred Fount (1901), cuyo argumento general es tal vez analo- go. El narrador, en la delicada novela de James, indaga sien B influyen A o C; en El acercamiento a Almotasim, presiente o adivina a través de B la remotisima existencia de la Z, quien B no conoce, JORGE LUIS BORGES Buenos Aires, 10 de noviembre de 1941 TLUN, UOBAR, ORBIS TERTIUS I Debo a la conjuncion de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Ugbar. El espejo inquietaba el fondo de un corredor en una quinta de la calle Gaona, en Ramos Mejia; Ja enciclopedia falazmente se llama The Anylo American Cy- clopaedia (Nueva York, 1917) y es una reimpresion literal, pero tambien morosa, de la Encyelapaedia Britannica de 1902, El hecho se produjo hara unos cinco afios. Bioy Casares habia cenado conmigo esa noche y nos demoro una vasta polémi- ca sobre la ejecucion de una novela en primera persona, cuyo narrador omitiera o desfigurara los hechos e incurriera en di- versas contradicciones, que permitieran a unos pocos lectares -a may pooss lectores- la adivinacién de unia realidad atroz 6 banal. Desde el fondo remoto del corredor, el espejo nos ace chaba. Descubrimos (en Ia alta noche ese descubrimiento es able} que los espejos tienen algo monstruoso. Entonces Bioy Casares recorda que uno de los heresiareas de Ugbar habia declarado que los espeios y la copula son abominables, porque multiplican el miimero de los hombres. Le pregunte el origen de esa memorable sentencia y me contesta que The Anglo American Cyclopaedia la registraba, en su articulo sobre Lighar. La quinta (que habiamos alquilado amueblada) poseia un ejemplar de esa obra, En las ultimas paginas del volumen 16 FICCIONES XLVI dimes con un articule sobre Upsala; en las primeras del XLVIL con uno sobre Ural-Altaic Languages, pero ni una pala- bra sobre Ugbar, Bioy, un poco azorado, interrogé los tomas del indice, Agoto en vano todas las lecciones imaginables: kbar, Uchar, Oogbar, Ookbar, Oukbahr.. Antes de irse, me dijo que era una region del Irak o del Asia Menor, Confieso que asenti con alguna incomodidad Conjeture que ese pais indecumen- tado y ese heresiarca anénimo eran una ficcion improvisada por la modestia de Bioy para justificar una frase, El examen estéril de uno de los atlas de Justus Perthes fortalecio mi duda Al dia siguiente, Bioy me Namo desde Buenos Aires. Me dijo que tenia a la vista el articulo sobre Liqbar, en el volu- men XLVI de la Enciclopedia. No constaba el nombre del here- siarca, pero si la noticia de su doctrina, formulada en palabras casi idénticas a las repetidas por él, aunque -tal vez- literaria- mente inferiores, El habia recordado: Copulation and mirrors are abominable, El texto de la Enciclopedia decia: «Para uno de esos gnésticos, el visible universo era una ilusion o (mas precisamente) un sofisma. Los espejos y la paternidad son abo- minables (mirrors and fetherbood are abominable) porque lo multiplican y lo divulgane. Le dije, sin faltar a la verdad, que me gustaria ver ese articulo, A los pocos dias lo trajo, Lo cual me sorprendid, porque los escrupulosos indices cartograficos de la Erdkuende de Ritter ignoraban con plenitud el nombre de Ugbar, El volumen que trajo Bioy era efectivamente el XLVI de la Anglo-American Cyclopaedia. En la falsa caratula y en el lomo, Ja indicacion alfabetica (Tor-Lps) era la de nuestro ejemplar, pero en vez de 917 paginas constaba de 921. Esas cuatro pa- JORGE LUIS BORGES ginas adicionales comprendian el articulo sobre Lghar; no previsto (como habra advertido el lector) por la indicacion alfabetica, Comprobamos después que no hay otra diferencia entre los voliimenes. Los dos (segun creo haber indicado) son reimpresiones de la décima Encyclopaedia Britannica. Bioy ha- bia adquirido su ejemplar en uno de tantos remates. Leimos con algim cuidado el articulo. El pasaje recordado por Bioy era tal vez el unico sorprendente, E] reste parecia muy verosumil, muy ajustado al tona general de la obra y (como es natural) un poco aburrido, Releyendolo, descubrimos bajo su rigurosa escritura una findamental vaguedad, De los catorce nombres que figuraban en la parte geografica, sole reconoci- mos tres -Jorasan, Armenia, Erzerum-, interpolados en el texto de un modo ambiguo. De los nombres historicos, uno solo: el impostor Esmerdis el mago, invocado mas bien como una me- tafora. La nota parecia precisar las fronteras de Lghar, pero sus nebulosos puntos de referencia eran rios y crateres y ca- denas de esa misma region, Letmos, verbigracia, que las tierras bajas de Tsai faldimn y el delta del Axa definen Ia frontera del sur y que en las islas de ese delta procrean Jos caballos salva- jes. Eso, al principio de la pagina 918. En la seccion historica (pagina 920) supimos que a raiz de las persecuciones religio- sas del siglo XIII, los ortodoxes buscaron amparo en las islas, donde perduran todavia sus obeliscos y donde no es raro ex- humar sus espejos de piedra. La seceion «ldioma y literaturas era breve, Un solo rasgo memorable: anotaba que la literatura de Ughar era de caracter fantastico y que sus epopeyas y sus leyendas no se referian jamas a la realidad, sino a las dos regio- nes imaginarias de Mlemas y de Tlén.. La bibliografia enume- 18 FICCIONES taba cuatro voltimenes que no hemos encontrada hasta ahora, aunque el tercero -Silas Haslam: Hystory of the Land Called Ugber, 1874- figura en los catalogs de libreria de Bernard Quaritch’. El primero, Leshare wid lesenswerthe Bemerkungen tiber das Land Ukkbar in Klein-Asien, data de 1641 y es obra de Johannes Valentinus Andrea. El hecho es significative; un par de afios después, di con ese nombre en Las inesperadas paginas de De Quincey (Writings, decimotercer volumen) y supe que era el de un teologo aleman que a principios del siglo XVII deseribio la imaginaria comunidad de la Rosa-Cruz -que otros luego fundaron, a imitacion de lo prefigurado por el. Esta noche visitamos la Biblioteca Nacional. En vano fati- gamos atlas, cataloges, anuarios de sociedades geograficas, me- morias de viajeros ¢ historiadores: nadie habia estado nunca en Lighar. El indice general de La enciclopedia de Bioy tampoco registraba ese nombre. Al dia siguiente, Carlos Mastromardi (a quien yo habia referido el asunto) advirtio en una libreria de Corrientes y Taleahuano los negros y dorados lomos de la Anglo American Cyclopaedia... Entrd e interrogo el volumen XLVL Naturalmente, no dio con el menor indicio de Ughbar. I Algi recuerdo limitado y mengnante de Herbert Ashe, ingeniero de los ferrocarriles del Sur, persiste en el hotel de Adrogué, entre las efusivas madreselvas y en el fondo ilusario de los espejos. En vida padecid de irrealidad, como tantos in- gleses; muerto, no es siquiera el fantasma que ya era entonces, Era alto y desganado y su cansada barba rectangular habia sido Haslam ha publicado también A-General History of Ladpnintis, 19 JORGE LUIS BORGES roja. Entiendo que era viudo, sin hijos. Cada tantos afios iha a Inglaterra: a visitar Gjuzgo por unas fotografias que nos mos- tro) un reloj de sol y unos robles. Mi padre habia estrechado con él (el verbo es excesivo) una de esas amistades inglesas que empiezan por excluir la confidencia y que muy pronto omiten el dilogo. Solan ejercer un intereambio de libros y de periodi- cos; solian batirse al ajedrez, taciturnamente... Lo recuerdo en el corredor del hotel, con un libro de matematicas en la mano, mirandoa veces los colores irrecuperables del cielo, Lina tarde, hablamos del sistema duodecimal de numeracion (en el que doce se escribe 10). Ashe dijo que precisamente estaba trasla- dando no sé que tablas duodecimales a sexagesimales (en las que sesenta se escribe 10). Agrego que ese trabajo le habia sido encargade por un noruego: en Rio Grande do Sul. Ocho aiios que lo conociamos y no habia mencionado nunca su estadia en esa region... Hablamos de vida pastoril, de capangas, de la etimologia brasilera de la palabra gaucho (que algunos vie- jos orientales todavia pronuncian gaucho} y nada mas se dijo -Dios me perdone- de fanciones dnodecimales, Bu septiembre de 1937 (no estabamos nosotros en el hotel} Herbert Ashe murid de la rotura de un aneurisma, Dias antes, habia recibi- do del Brasil un paquete sellado y certificado. Era un libro en octavo mayor. Ashe lo dejo en el bar, donde -meses después- lo encontre. Me puse a hojearlo y senti un vertigo asombrado y ligero que no deseribiré, porque esta no es la historia de mis emociones sino de Lgbar y Tlén y Orbis Tertius, En una noche del Islam que se [lama la Noche de las Noches se abren de par en par las secretas puertas del cielo y es mas dulce el agua en los cantaros; si esas puertas se abrieran, no sentinia lo que en 20 FICCIONES esa tarde senti. E] libro estaba redactado en ingles y lo integra- ban 1001 paginas. En el amarillo lomo de cuero lei estas eurio- sas palabras que la falsa caratula repetia: A First Encyclopaedia of Tlén. Vol XI. Hlaer to jangr, No habia indicacion de fecha ni de lugar. En la primera pagina y en una hoja de papel de seda que cubria una de las laminas en colores habia estampado un ovalo azul con esta inseripeion: Orbis Tertius. Hacia dos aiios que yo habia descubierto en un tomo de cierta enciclopedia piratica una somera descripcion de un falso pats; ahora me de- paraba el azar algo mas precioso y mas arduo. Ahora tema en Jas manos un vasto fragmento metodico de la historia total de un planeta desconocido, con sus arquitecturas y sus barajas, con el pavor de sus mitelogias y el rumor de sus lenguas, con sus emperadores y sus mares, con sus minerales y sus pajaros y sus peces, con su algebra y su fuego, con su controversia teo- logica y metafisica. Todo ello articulado, coherente, sin visible proposite doctrinal o tono paradico, En el oncene tomo de que hablo hay alusiones a tomes ul- teriores y precedentes, Néstor Ibarra, en un articulo ya clasico de la NRF, ha negado que existen esos alateres; Ezequiel Mar- tinez Estrada y Drieu la Rochelle han refutado, quiza vietorio- samente, esa duda, El hecho es que hasta ahora las pesquisas inds diligentes han sido estériles. En vane hemos desotdenado Jas bibliotecas de las dos Americas y de Europa. Alfonso Reyes, harto de esas fatigas subalternas de indole policial, propone que entre todos acometamos la obra de reconstruir los muchos y¥ macizos tomos que faltan: ex ungwe leonem. Calcula, entre veras y burlas, que una generacion de tdnistas puede bastar, Ese arriesgado computo nos retrae al problema fundamental: 21 JORGE LUIS BORGES 2Quiénes inventaron a Tlén? El plural es inevitable, porque la hipstesis de un solo inventor -de un infinite Leibniz obrando en la tiniebla y en Ja modestia- ha sido descartada unanime- mente, Se conjetura que este brave new world es obra de una sociedad secreta de astronomos, de biologos, de ingenieros, de mnetafisicos, de poetas, de quimicos, de algebristas, de moralis- tas, de pintores, de ge6metras.. dirigidos por un oscuro hombre de genio. Abundan individuos que dominan esas disciplinas diversas, pero no los capaces de invencién y menos los capa- ces de subordinar la invencidn a un riguroso plan sistematico, Ese plan es tan vasto que la contribucién de ¢: infinitesimal. Al principio se creyo que Tlén era un mero cans, una irresponsable licencia de la imaginacion; ahora se sabe que es un cosmos y las intimas leyes que lo rigen han sido for- muladas, siquiera en modo provisional. Basteme recordar que Jas contradicciones aparentes del onceno tomo son la piedra fundamental de la prueba de que existen los otros: tan licido y tan justo es ef orden que se ha abservado en el, Las revistas populares han divalgade, con perdonable excesa la zoologia y la topografia de Tlén; yo pienso que sus tigres transparentes y sus torres de sangre no merecen, tal vez, la continua atencion de todos los hombres. Yo me atreve a pedir unos minutes para su concepto del universo, Hume noto para siempre que los argumentos de Berkeley no admitian la menor réplica y ne causaban la menor convic- cién. Ese dictamen es del todo veridico en su aplicacion a la tierra; del todo falso en Tan. Las naciones de ese planeta son congenitamente- idealistas. Su lenguaje y las derivaciones de su lenguaje -la religion, las letras, la metafisica- presuponen el ada escritor es 22 FICCIONES idealismo. El mundo para ellos no es un concurse de objetos en el espacio; es una serie heterogénea de actos independien- tes, Es sucesivo, temporal, no espacial. No hay sustantives en la conjetural Lbsprache de Tin, de la que proceden los idiomas «actuales* y los dialectos: hay verbos impersonales, calificados por sufijos (o prefijos} monosilabicos de valor adverbial, Por ciemplo no hay palabra que corresponda a la palabra dina, pero hay un verbo que seria en espaiiol hurecer ao henar. «Sur- i6 la luna sobre el ro» se dice «hldr u fang axaxaxas mld* 0 sea en su orden: shacia arriba (upward) detras duradero-fluir Junecié». (Xul Solar traduce con brevedad: «upa tras perfluyue Jumnoe, «Upward, behind the onstreanting, it moored») Lo anterior se refiere a los idiomas del hemisferio austral, En los del hemisferio boreal (de cuya Ursprache hay muy pocos dates en el onceno tomo) la célula primordial no es el verbo, sino el adjetivo monosilabico. E] sustantivo se forma por acu- mulacion de adjetivos, No se dice lana:se dice aéreo-clara sobre oscuro-redondo a anaranjado-tenue-del cielo o cualquier otra agregacion, En el caso elegido la masa de adjetivos corresponde aun objeto real; cl hecho es puramente fortuite. En Ta lite- ratura de este hemisferio (como en el mundo subsistente de Meinong) abundan los objetos ideales, convocados y disueltos en tn momento, segiin las necesidades poéticas, Los deterini- na, a veces, la mera simultaneidad, Hay objetos compuestos de dos terminos, uno de caracter visual y otro auditivo: el color del naciente y el remoto grito de un pajaro. Los hay de mu- chos: el sol y el agua contra el pecho del nadador, el vago rosa tremulo que se ve con los ojos cerrados, la sensacion de quien se deja llevar por un rio y tambien por el suedio. Esos objets 23 JORGE LUIS BORGES de segundo grado pueden combinarse con otros; el proceso, mediante ciertas abreviaturas, es practicamente infinite, Hay poemas famosos compuestos de una sola enorme palabra. Esta palabra integra un objeto poetico creado por el autor. E] hecho de que nadie crea en la realidad de los sustantives hace, pa- radoficamente, que sea interminable su numero. Los idiomas del hemisferio boreal de Thin poseen todos los nombres de las Jenguas indoeuropeas y otros muchos mas, No es exagerado afirmar que la cultura clasica de Thin comprende una sola disciplina: la psicologia. Las otras estan subordinadss a ella, He dicho que los hombres de ese plane- ta conciben el universo come una serie de procesos mentales, que no se desenvuelven en el espacio sino de modo sucesivo en el tempo. Spinoza atribuye a su inagotable divinidad los atributos de la extension y del pensamiento; nadie compren- dena en Tlén la yuxtaposicion del primero (que solo es tipico de ciertos estados) y del segundo -que es un sindnimo perfecto del cosmos-, Dicho sea con otras palabras: no conciben que lo espacial perdure en el tiempo. La pereepcidn de una humareda en el horizonte y despues del campo incendiado y despues del cigarto a medio apagar que produjo la quemazon es considera- da un ejemplo de asociacion de ideas. Este monismo o idealismo total invalida la ciencia. Explicar (9 juzgar) un hecho es unirlo a otro; esa vinculacion, en Tlén, es un estado posterior del sujeto, que no puede afectar o ilumi- nar el estado anterior. Todo estado mental es irreductible: el mero hecho de nombrarlo -id est, de clasificarlo- importa un falseo. De ello cabria deducir que no hay ciencias en Tlén -ni siquiera razonamientos. La paradojica verdad es que existen, 24 FICCIONES en casi innumerable numero. Con las filosofias acontece lo que acontece con los sustantives en el hemisferio boreal. El hecho de que toda filosofia sea de antemano un juego dialéctico, una Philosophie des Als Ob, ha contribuide a multiplicarlas. Abun- dan los sistemas increibles, pero de arquitectura agradable o de tipo sensacional, Los metafisicos de Tlén no buscan la ver- dad ni siquiera la verosimilitud: buscan el asombro, Juzgan que Ja metafisica es una rama de la literatura fantastica, Saben que un sistema no es otra cosa que la subordinacion de todos los aspectos del universe a no cualquiera de ellos. Hasta la frase «todos los aspectos® es rechazable, porque supone la imposible -adicion del instante presente y de los pretéritos. Tampoco es licito el plural «los preteritos», porque supone otra operacion imposible. Una de las escuelas de Tlén Mega a negar el tiempo: razona que el presente es indelinido, que el future no tiene realidad sino como esperanza presente, que el pasado no tiene realidad sine como recuerdo presente! Otra escuela declara que ha transcurrido ya tode ef tempo y que nuestra vida es apenas el recuerdo o reflejo crepuscular, y sin duda falseado y mutilado, de un proceso irrecuperable. Otra, que la historia del universo -y en ellas nuestras vidas y el mas tenue detalle de nuestras vidas- es la eseritura que produce un dios subalter- no para entenderse con un demonio. Otra, que el universo es comparable a esas criptografias en las que no valen todos los simbolos y que solo es verdad lo que sucede cada trescientas noches. Otra, que mientras dormimos aqui, estamos despiertos en otro lado y que asi cada hombre es dos hombres, ' Russell (The Analysfé of Mind, 1921, pigina 159) supone gue el planeta ba sido creado have pocos minutos, provisto de una humanidad que «recuerdas un pasado ilusorio. 25 JORGE LUIS BORGES Entre las doctrinas de Tlin, ninguna ha merecide tanto es- candalo como el materialisme. Algunos pensadores lo han for- mulada, con menos claridad que fervor, come quien adelanta una paradoja. Para facilitar el entendimiento de esa tesis in- concehible, un heresiarca del undécimo siglo! ideo el sofisma de las nueve monedas de cobre, cuyo renombre escandaloso equivale en Tlén. al de las aporias eleaticas. De ese srazona- mento especioso® hay muchas versiones, que varian el mime- rode monedas y el numero de hallazgos; he aqui la mas comtin: El martes, X atraviesa wn camino desierto y pierde nueve monedas de cobre. El jueves, Y encuentraen el camine cuatro monedas, algo berrumbradas por la thavia del miércoles, El viernes, Z descubre tres monedas en el camino. El viernes de manana, X encrentra dos monedas en ef corredor de se case. El heresiarea queria deducir de esa historia la realidad -id est la continuidad- de las nueve monedas recuperadas, Es absurde (afirmaba) imaginar que cuatro de las monedas no han existido entre el martes y el jueves, tres entre el martes y la tarde del viernes, dos entre el martes y la madrugada del viernes. Es légico pensar que ban existido -siguiera de aletin modo secreto, de comprensiin vedada a los bombres- en to dos los momentos de esos tres plazas. E] lenguaje de Tlon se resistia a formular esa paradoja; los mas no la entendieron. Los defensores del sentido comun se limitaron, al principio, a negar la veracidad de la anecedota. Repitieron que era una falacia verbal, basada en el empleo te- 1 Siglo, de acuerdo con el sistema duodecimal, significa un periodo de ciento cuarenta y cuatro afins, 26 FICCIONES merario de dos voces neologicas, no auterizadas por el uso y ajenas a todo pensamiento severa: los verbos encontrar y per der, que comportaban una peticion de principio, porque pre- suponian la identidad de las nueve primeras monedas y de las ultimas. Recordaron que todo sustantivo (hombre, moneda, jueves, miercoles, lluvia) solo tiene un valor metaforico, De- nunciaron la pérfida ciramstancia algo berrumbradas por ta lluvia del miércoles, que presupone lo que se trata de demos- trar: la persistencia de las cuatro monedas, entre el jueves y el martes, Explicaron que una cosa es feialdad y otra identidad y Jonmudaron una especie de reductio ad abserdim, o sea el caso hipotctico de nueve hombres que en nueve sucesivas noches padecen un vive dolor. ‘No seria ridicule -interrogaron- pre- tender que ese dolor es el mismo? Dijeron que al heresiarca no lo movia sino el blasfematorio propésito de atribuir la di- vina categoria de ser a unas simples monedas y que a veces negaba la pluralidad y otras no, Argumentaron: si la igualdad comporta la identidad, habria que admitir asimismo que las nueve monedas son una sola. Inereiblemente, esas refirtaciones no resultaron definitivas. A los cien afios de enunciado el problema, un pensador no menos brillante que el heresiarca pero de tradician ortodoxa, formuld una hipotesis may audaz, Bsa conjetura feliz afirma que hay un solo sujeto, que ese sujeto indivisible es cada unode los seres del universo y que estos son los organos y mascaras de "Bn el dia de hoy, wv de las iglesias de Tlén, sostiene platonicamente que tal dolor, que tal maciz verdeso del amarillo, que tal temperatura, que tal sonido, son Ja tnic: idad. Todos los hombres, en el vertigincso mstante del coito, son el misma hombre. Todor los hombres que repiten una lines de Shakespeire, son William Shakespeare. 27 JORGE LUIS BORGES la divinidad. X es ¥ y es Z. * descubre tres monedas porque re- cuerda que se le perdieron aX; X encuentra dos en el corredor porque recuerda que han sido recuperadas las otras. El once- no tomo deja entender que tres razones capitales determina- ron la victoria total de ese panteismo idealista. La primera, el repudio del solipsismo; la segunda, la posibilidad de conservar la base psicologica de las ciencias; la tercera, la posibilidad de conservar el culto de los dioses. Schopenhauer (el apasionado y lucido Schopenhauer) formula una doctrina muy parecida enel primer volumen de Parerge und Paralipomenc. La geometria de Tlén comprende dos disciplinas algo dis- tintas: la visual y la tactil. La ultima corresponde a la nuestra y la subordinan a la primera. La base de la geometria visual es la superiicie, no el punto, Esta geometria desconoce las paralelas y declara que el hombre que se desplaza modifica las formas que lo circundan, La base de su aritmetica es la nocion de no- meros indefinidos. Acentuan la importancia de los conceptos de mayor y menor, que nuestros matematicos simbolizan por > y por <. Airman que la operacién de contar modifica las cantidades y las convierte de indefinidas en definidas. El he- cho de que varios individuos que cuentan una niisma cantidad Jogren un resultado igual, es para los psicologos un ejemplo de asociacion de ideas o de buen ejercicio de la memoria. Ya sa- bemos gue cn Tlén el sujeto del conocimiento es uno y eterno, En los habitos literarios tambien es todopoderasa la idea de un sujeto unico, Es raro que los libros estén firmados, No existe el concepto del plagio: se haestablecido que todas las obras son obra de un solo autor, que es intemporal y es anonimo, La eri- tica suele inventar autores: elige dos obras disimiles -el Tae Te 28 FICCIONES King y Las mil y una nockes, digamos-, las atribuye a un mismo escritor y luego de termina con probidad la psicologia de ese interesante homme de letres.. Tambien son distintos los libros. Los de ficcion abarcan un solo argumento, con todas las permutaciones imaginables. Los de naturaleza flosofica invariablemente contienen Ia tesis y la sis, el riguroso pro y el contra de-una doctrina. Un libro que no encierra su contralibro es considerado incompleto. Siglos y siglos de idealismo no han dejado de influir en la realidad. No es infrecuente, en las regiones mas antiguas de Tlon, la duplicacion de objetos perdidos. Dos personas buscan un lapiz; la primera lo encuentra y no dice nada; la segunda encuentra un segundo lapiz no menos real, pero mas-ajustado a su expectativa. Esos objetos secundarios se Iaman Ardnir y son, aunque de forma desairada, 1m poco mis largos. Hasta hace poco los brévir fueron hijos casuales de la distraccion y el olvido, Parece mentira que su metodica produccion cuen- te apenas cien afios, pero asi lo declara el onceno tomo. Los primeros intentos fueron esteriles. El modus operand, sin em- bargo, merece recordacién. El director de una de las careeles del estado comunico a los presos que en el antiguo lecho de un rio habia ciertos sepulcros y prometio la libertad a quienes trajeran un hallazgo importante. Durante los meses que prece- dieron a la excavacion les mostraron laminas fotograficas de lo que iban a hallar, Ese primer intento probs que la esperanza y Ja avidez pueden inhibir; una semana de trabajo con la pala y el pico no logré exhumar otro bréi que una rueda herrambra- da, de fecha posterior al experimento, Este s¢ mantuve seereto y se repitié después en cuatro colegios. En tres fue casi total amtit 29 JORGE LUIS BORGES el fracaso; en el cuarto (cuye director murié casualmente du- tante las primeras excavaciones) los discipulos exhumaron -o produjeron- tna méscara de oro, una espada areaiea, dos 0 tres anforas de barro y el verdinoso y mutilado torso de un rey con una inscripeidn en el pecho que nose ha logrado aun descifrar, Asi se descubrio la improcedencia de testigos que conecieran Ja naturaleza experimental de la busca.. Las investigaciones en masa producen objetos contradictorios, ahora se prefiere los trabajos individuales y casi improvisades. La metodica elabo- tacion de Ardnir (dice el onceno tomo) ha prestado servicios prodigiosos a los arquedlogos. Ha permitide interrogar y hasta modificar el pasado, que ahora no es menos plastica y menos docil que el porvenir. Hecho curiosa: los brénir de segundo y tercer grado -los brdinir derivados de otro brin, los brinir deri- vados del brdn de un Ardi- exageran las aberraciones del ini- cial; los de quinte son casi uniformes; los de noveno se-confun- den con los de segundo; en los de undécimo hay una pureza de lineas que los originales no tienen. El proceso es periddico; el iron de duodécimo grado ya empieza a decaer. Mas extrafic y mas puro que todo drénes a veces el ur. la cosa producida por sugestion, el objeto educido por la esperanza, La gran mascara de ore que he mencionado es un ilustre ejemplo. Las cosas se duplican en Tlén; propenden asimismo a bo- rrarse ya perder los detalles cuando los olvida la gente. Es cla- sico el ejemplo de un umbral que perdurd mientras lo visitaba un mendigo y que se perdié de vista a su muerte. A veces unos pajaros, un caballo, han salvade las rainas de un anfiteatro. 1940, Salto Oriental Posdata de 1947, Reproduzco el arti- culo anterior tal come aparecio en la Antologia de la Hteratera 30 FICCIONES fantdstica, 1940, sin otra escision que algunas metaforas y que una especie de resumen burlon que ahora resulta frivolo. Han ocurrido tantas cosas desde esa fecha.. Me limitaré a recordarlas, En marzo de 19417 se descubrio una carta manuscrita de Gunnar Erfjord en un libro de Hinton que habia sido de Her- bert Ashe. El sobre tenia el sello postal de Quro Preto; la carta elucidaba enteramente el misterio de Tin. Su texto corrobora Jas hipdtesis de Martinez Estrada. A principios del siglo XVII, en una noche de Lucerna o de Londres, empezo la esplendida historia. Una sociedad secreta y benévola (que entre suis afilia- dos tuve a Dalgarno y despues a George Berkeley) surgio para inventar un pais. En el vago programa inicial figuraban los 4es- tudies hermeticos*, la filantropia y la cabala, De esa primera epoca data el curioso libro de Andre’, Al cabo de unos aiios de concilidbulos y de sintesis prematuras comprendieron que una generacion no bastaba para articular un pais. Resolvieron que cada uno de los maestros que la integraban eligiera un discipulo para la continuacién de la obra. Esa disposicion he- reditaria prevalecio; después de un hiato de dos siglos la per- seguida fraternidad resurge en América. Hacia 1824, en Mem- phis (Tennessee) uno de los afiliados conversa con el ascetica millonario Ezra Buckley, Este lo deja hablar con algtin desdén -y se tie de la modestia del proyecto-. Le dice que en América es absurdo inventar un pais y le propone la invencién de un planeta, A esa gigantesca idea aiiade otra, hija de su nihilisma:! lade guardar en el silencio la empresa enorme. Circulaban entonces los veinte tomos de la Encyclopaedia Bbritannica; Buckley sugiere una enciclopedia metodica del pla- ' Buckley era librepensador, fitalista y defensor de la esclaviewd, a1 JORGE LUIS BORGES neta ilusorio. Les dejara sus cordilleras auriferas, sus rios nave- gables, sus praderas holladas por el tore y por el bisonte, sus ne- g76s, sus prostibulos y sus délares, bajo una condicién: «La obra no pactara con el impostor Jesucristo». Buckley descree de Dios, pero quiere demostrar al Dios no existente que los hombres mortales son capaces de concebir un mundo. Buckley es enve- nenado en Baton Rouge en 1828; en 1914 la sociedad remite asus colaboradores, que son trescientos, el volumen final de la Primera Enciclopedia de Tan. La edicion es secreta: los cuarenta volumenes que comprende (la obra mas vasta que han acometi- do los hombres} serian la base de otra mas minuciosa, redactada no ya en inglés, sino en alguna de las lenguas de Tln. Esa revi- sion de un mundo ilusorio se Ilama provisoriamente Orhis Ter- tius y uno de sus modestos demiurgos fue Herbert Ashe, no se si come agente de Gunnar Erford o como afiliado. Su recepcién de wit clemplar del oncene toino petreve Brvorecer lo segutido Pere éy los otros? Hacia 1942 arreciaron los hechos. Recuerdo con singular nitidez uno de los primeros y me parece que algo sent de su caracter premonitorio, Ocurrié en un departamento de la calle Laprida, frente a un claro y alto balcon que miraba el ocaso, La princesa de Faucigny Lucinge habia recibido de Poi- tiers su vajilla de plata. Del vasto fondo de un cajan rubricado de sellos internacionales iban saliendo Anas cosas inmoviles: plateria de Utrecht y de Parts con dura fauna heraldica, un sa- movar. Entre ellas -con un perceptible y tenue temblor de pa- javo dormido- latia misteriosamente una brajula. La princesa no la reconocié, La aguja azul anhelaba el norte magnético; la caja de metal era concava; las letras de la esfera correspondian auno de los alfabetos de Tlon. Tal fue la primera intrusion del 32 FICCIONES mundo fantastico en el mundo real. Ln azar que me inguicta hizo que yo tambien fuera testigo de la segunda. Qeurrié unos meses después, en la pulperia de un brasilero, en la Cuchilla Negra. Amorim y yo regresabamos de Sant’Anna, Una creciente del rio Tacuarembe nos obliga a probar (y a sobrellevar) esa tudimentaria hospitalidad, El pulpero nes acomodo unos ca- tres crujientes en una pieza grande, entorpecida de barriles y cueros, Nos acostamos, pero no nos deja dormir hasta el alba Ja borrachera de un vecino invisible, que alternaba denuestos inextricables con rachas de milongas -mas bien con rachas de una sola milonga-. Como es de suponer, atribuimos a la fogo- sa caiia del patron ese griterio insistente... A la madrugada, el hombre estaba muerto en el corredor. La aspereza de la vox nos habia engatiado: era un muchacho joven. En el delirio se le ha- bian caide del tirador unas cuantas monedas y un cono de me- tal reluciente, del diametro de wn dado. En vano un chico trate de recoger ese cono, Un hombre apenas acerto a levantarlo, Yo Jo tuve en la palma de Ja mano algunos minutos: recuerdo que su peso era intolerable y que despues de retirado el cono, la opresion perduro. Tambien recuerdo el circulo preciso que me grabd en la carne, Esa evidencia de un objeto muy chico y a la vez pesadisimo dejaba una impresion desagradable de asco y de miedo. Un p: Amorim lo adguirié mediante unos pesos. Nadie sabia nada del muerto, salvo «que venia de la frontera», Esos conos pequenios y muy pesados (hechos de un metal que no es de este mundo) son imagen de la divinidad, en ciertas religiones de Tlén. Aqui doy termine a la parte personal de mi narracion. Lo demas esta en la memoria (cuando no en la esperanza o en el no propuse que le tiraran al rio correntoso 33 JORGE LUIS BORGES temor) de todos mis lectores. Basteme recordar o mencionar los hechos subsiguientes, con una mera brevedad de palabras que el concave recuerdo general enriquecerd o ampharé. Ha- cia 1944 un investigador del diario The American (de Nash- ville, Tennessee} exhumé en una biblioteca de Memphis los euarenta volumenes de la Primera Enciclopedia de Thdn. Hasta el dia de hoy se discute si ese descubrimiento fue casual o si lo consinticron los directores del todavia nebuloso Orhis Tertines. Es verosumil lo segundo. Algunos rasgos increibles del onceno tome (verbigracia, la multiplicacion de los Ardnir) han sido climinados o atenuados en el ejemplar de Memphi ble imaginar que esas tachaduras obedecen al plan de exhibir un mundo que no sea demasiado incompatible con el mun- do real, La diseminacion de objetos de Tlén en diversos paises complementaria ese plan..' El hecho es que la prensa inter- nacional voceo infinitamente el «hallazgoe, Manuales, antolo- gias, resiimenes, versiones literales, reimpresiones autorizadas y reimpresiones piraticas de la Obra Mayor de los Hombres abarrotaron y siguen abarrotando Ja tierra, Casi inmediata- mente, la realidad cedié en mas de un punto. Lo cierto es que anhelaba ceder, Hace diez anos bastaba cualquier simetria con apariencia de orden -el materialismo dialéctico, el antisemitis- mo, el nazismo- para embelesar a los hombres. {Como no so- s TAZOMA- meterse a Tlén, a la minucioss y vaste evidencia de un planeta ordenado? Inutil responder que la realidad tambien esta orde- nada. Quiza lo este, pero de acuerdo a leyes divinas -traduzca: a leyes inhumanas- que no acabamos nunca de percibir, Tlén Queda, nateralmente, el problema de la materia de algunas objetos, a4 FICCIONES sera un laberinto, pero es un laberinto urdido por hombres, un laberinta destinado a que lo deseifren los hombres. El contacto y el habito de Tlén han desintegrado este mun- do. Encantada por su rigor, la humanidad olvida y torna a olvidar que es un rigor de ajedrecistas, no de angeles. Ya ha penetrado en las escuelas el (conjetural) « idioma primitivos de Than; ya [a ensefianza de su historia armotiosa (y Ilena de episodios conmovedores) ha obliterado a la que presidié mi nifiez; ya en las memorias un pasado ficticio ocupa el sitio de otro, del que nada sabemos con certidumbre -ni siquiera que es falso-. Han sido reformadas la numismatica, la farmacologia y la arqueologia, Entiendo que la biologia y las matematicas aguardan tambien su avatar. Una dispersa dinastia de solita- ties ha cambiado la faz del munda. Su tarea prosigue. $i nues- tras previsiones no yerran, de aqui a cien afios alguien descu- brira los cien tomos de la Segnida Enciclopedia de Thin, Entonces desapareceran del planeta el ingles y el frances y el mere espafiol. E] mundo sera Tlon. Yo no hago caso, yo sigo revisando en los guietos chas del hotel de Adrogue una inde- cisa traduccion quevediana (que no pienso dar a la imprenta) del Ure Burial de Browne. 35

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