You are on page 1of 20
Algunos derechos: propiedad, educacién, expresion Tradicionalmente, el derecho individual clasico es el de propiedad, con el que se até Ja idea de dominio a la volun- tad del individuo; el derecho a la educacién ha sido conce- bido predominantemente, en cambio, como un derecho social. En fin, el derecho a la libertad de expresion pertene- cea la esfera protegida de la individualidad; pero al mismo tiempo es indispensable para participar de la formacién de una voluntad colectiva. En ese orden los examinaremos brevemente en lo que sigue. Y luego de eso nos ocupare- mos de dos problemas que son previos a la asignacién de derechos. Se trata de fenémenos sociales o histéricos que, sino se los remueve, transforman a los derechos para al- gunos individuos en una promesa incumplida. La propiedad: :quién debe tener qué?, sy cudnto? De todos los derechos que hemos denominado libera- les, el de propiedad es sin ninguna duda el mas relevan- te e incluso hoy que el capitalismo se ha expandido por todos los rincones sigue siendo el mas controversial, Al- unos ven en él Ja fuente de la libertad y otros la semi- lla de Ja explotacién. En qué consiste exactamente ese 69 Escaneado con CamScanner a | El desafio constitucional derecho? La respuesta es aparentemente sen siste en la posibilidad de emplear de manera y excluyente un cierto bien a discrecién de Ig del titular. Para comprender su alcance hay q un breve rodeo histérico. El derecho de propiedad —en el sentido moderng 4 Ja expresion— se habria consolidado, aunque suene 5 creible, en la disputa entre el papa y los franciscanos acer. ca de la pobreza de Cristo. En 1323, en la bula Cum inter nonnullos («Entre los pocos»), Juan XXII condend como herética la afirmaci6n franciscana acerca de la pobreza Para Juan XXII, la perfeccién de Ja vida cristiana con. siste no en la pobreza, sino en la caridad. Para probarlo, el pontifice constata que los franciscanos tienen cosas y disfrutan de ellas, al igual que hicieron los apéstoles. Los franciscanos responden que, sin embargo, ellos solo tienen el simple uso de algunas cosas (como lo tenia Cristo con su manto) pero que la propiedad la retenia el papa. Bste ultimo, que era un jurista de nota, advierte que entre las cosas que los franciscanos emplean hay al- gunas consumibles (como el vino que Cristo bebié en la Ultima cena) y entonces responde del modo siguiente: cilla: ¢ exclusiva Voluntag We hacer L...] esto muestra claramente que no son solo usuarios en las cosas que son consumidas por el uso: resulta opuesto a la ley y a la razon decir que tratandose de estas cosas (las consumibles) el uso de hecho puede ser establecido separadamente del sefiorio.*" 4" Juan XXII, Ad conditorem canonum. En: Jonathan Robinson, William of Ockham’s Early Theory of Property. Rights in Context. Leiden-Boston: 70 Escaneado con CamScanner Algunos derechos: propiedad, educacidn, expresién Se opuso asi a lo que haba dicho el papa Nicolas III en Bxiit qui seminat: en las cosas temporales es posible dis- tinguir entre el dominio y el simple uso factual. De este ultimo, habia ensefiado Nicolas, la naturaleza humana no podia prescindir y se asemejaba al estado de necesi- dad. Juan XXII niega que exista un derecho de uso pura- mente factual sobre las cosas consumibles desde que en ellas no puede salvarse la substancia. Tiempo mas tarde, y en defensa de los franciscanos, tercia en este debate Guillermo de Ockham. Es verdad, dice, que Dios entreg6 el dominio de la creacién al hom- bre; pero dominio en este caso si ica gobierno, no pro- piedad. La propiedad privada, explica, es una institucion puramente humana. Ahora bien, concluye triunfante, siendo la propiedad de las cosas una institucién humana, si el duefio lo permite cualquiera puede usarlas de mane- ta precaria.* Tal era el caso de los franciscanos que usa- ban las cosas sin tener la voluntad de hacerlas suyas. Por €so a pesar de emplear cosas y consumirlas eran pobres. A contar de ese momento la propiedad quedé atada a la voluntad, es decir, fue erigida del modo en que la conocemos hasta hoy: como un derecho que consiste en que las cosas estén a merced de la voluntad del Brill, 2013, p. 37. Ad conditorem tiene dos versiones. En la segunda, el Papa insiste en que el sefiorio que se le atribuye sobre los bienes de los franciscanos que los usan es solo formal o aparente. Lo otro se- Mia sostener que los franciscanos son que el derecho no reconocia. © William of Ockham, The Work of Ninety Days Dierum). En: A Letter to the Friars Minor and Other Wri Cambridge University Press, 1995, pp. 55, 56. usufructuarios perpetuos, algo (Opus Nonaginta tings. Cambridge: 7 Escaneado con CamScanner El desafio constitucional propietario quien, como dice el Cédigo Ci usar de ellas «arbitrariamente no siendo con, le el derecho ajeno». Y en la medida que la Propie ad ge pende de la voluntad, forma parte del AUtOBCbIetng individuo y de ahi que se la reconozca Unénimem, ‘ como un derecho fundamental de una Sociedad abierta Dar autonomia al individuo sin permitirle Ja Soberanig sobre las cosas es simplemente absurdo. Sobre esto in. sistira, mas adelante, Kant. Si hubiera alguna Cosa que fuera res nullius en si misma —es decir, si hubiera una cosa que no fuera en absoluto susceptible de apropia. cién—, entonces la libertad se privaria de ejercer su ar. bitrio con respecto a ese tipo de cosas; Pero eso, sugiere Kant, violaria la condicion formal que debe satisfacer la ley de la libertad, conforme a la cual ella se determina por la forma y nunca por la materia. Es propio de una so. ciedad abierta, piensa Kant, que la libertad se limite por el procedimiento y no por los fines 0 por la materialidad de las cosas. Si hubiere cosas inapropiables, argumenta, se violaria esa ley de la libertad. Cosa distinta ocurre con la Pregunta de cudnta pro- piedad es razonable admitir 0 qué forma de distribuirla es la correcta, Robert Nozicks Sugiere que usted puede tener cuan- to haya legitimamente adquirido, es decir, cuanto haya legado a sus mano: i © Immanuel Kant, Metafisca de At Véase: Robert Nozick, Ana sic Books, 2013, pp. 149 y ss. las Costumbres, Op. cit., p, 246, » State, and Ut, fopia. Nueva York: Ba- Escaneado con CamScanner Algunos derechos: propiedad, educacién, expresién para tener lo que tiene, entonces no hay problema con que tenga una porcidn que a los demas le pueda parecer demasiada. No necesitamos saber, sugiere Nozick, cudn- to llegamos a tener, sino cémo fue que lo tuvimos. Otra es la opinién de John Rawls. Para este autor cualquier distribucién es correcta si satisface el principio de diferencia. Este principio indi- ca que a menos que exista algun arreglo alternativo que mejore la situacién de las personas en su conjunto, debe preferirse una distribucién igual.® :Y cual seria aque- lla situacién alternativa superior a la igualdad? Seria una situacién desigual que satisficiera dos condiciones: que los puestos mas favorecidos estuvieran abiertos en principio a todos bajo una equitativa igualdad de opor- tunidades y que redundaran en beneficio de los menos aventajados. Por menos aventajados Rawls entiende tres clases de personas: las que poseen desventajas de cuna, las que poseen menos dotes naturales y aquellas a las que la suerte les resulté adversa.*° Para este autor, las ventajas que no son producto del desempefio perso- nal son inmerecidas;” pero ello, a diferencia de lo que pensaba Kant, para quien el mérito no se hereda,* no lo conduce a rechazar el Principio hereditario (é1 pien- sa que hay cosas que aun siendo extrafias al mérito no pueden removerse sin lesionar la identidad personal), *® John Rawls, A Theory ty Press, 1971, p. 76. “© Ibidem, p. 98, # Ibidem, pp. 103-104, # Immanuel Kant, Metafisica de las costumbres, of Justice, Massachusetts: Harvard Universi- op. cit, VI, 329. Escaneado con CamScanner El desafio constitucional El resultado es un sistema donde la tierra Yel cap; Pita] «son amplia pero no igualmente poseidos»,” Este te tado —una distribucién amplia pero no igual de J, Sul. piedad— se alcanzaria mediante la distribucién nae de algunos bienes a través del proceso politico (de Ios llamados bienes primarios) y luego mediante la redistyi. bucién, a través de impuestos, de la renta que cada ung hubiera obtenido en el mercado. {Qué formas institucionales adoptaria la economia a partir de ese principio si se conviniera?? No seria muy distinto, como se ha repetido una y otra vez en la literatura, a una socialdemocracia. En primer lugar, habria un mercado asignando bie- nes y recursos mediante un sistema de precios. Este sistema puede ser defendido por obvias razones de efi- ademas, por razones morales. Un mecanismo ciencia y, tros arreglos alternati- de mercado permite, mas que 0! vos, que la vida sea producto de las propias elecciones, que sea una vida electiva y no impuesta (es mas proba- ble que usted pueda elegir qué tipo de vida quiere llevar si cuenta con un pufiado de cosas respecto de las cua- les usted es soberano). En segundo lugar, al gobierno le corresponderia asegurar oportunidades iguales a las personas en materia de educacion y cultura, mediante tun sistema de distribucién de bienes primarios, es decit, bienes imprescindibles para imaginar y perseguir planes 49 John Rawls, op. cit., p. 280. 5° Cfr. Thad Williamson, «Who Owns What? An Egalitarian Inter- pretation of John Rawls’s Idea of a Property-Owning Democracy», Journal of Social Philosophy, vol. 40, n°. 3, 2009, pp. 434-453. 74 Escaneado con CamScanner

You might also like