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ARABES Estee el libro; no hay dua en ét EL Kors, Azora I, © primeras noticias que tenemos sobre los érabes proceden de Salmanasar Ill, monarca asrio del $22,X2.C. Son muy interesantes las pocas noticias, que se encuentran en relives, de la epoca de SSathanial, en los cuales hay érabes montados en camellos huyendo de sus tiendas que eran pas See as llamas asizias. De todas estas informaciones, como de as hebreas contemporineas el ra. Festa un nomada, aunque no todos lo fueron, pues habia grandes grupos sedentarios en la pe- rea de donde procedian los informes més directos. Beers de autores clésicos también nos dan ideas sobre ellos, cuando establecen contacto a través SS * consuistao las empresas guerrras. Durante la invasin de Elio Gallo en 25-24 aC, se apor. $5 22°708 conocimientos. El méximo conocimiento lo tenemos a través de sus propias noticias, See Ia antigua civilizaciin érabe llega a su apogeo. Estan vitalmente interesadas en hacerse un (E> Pesado historico, que fuera precedente del gran Estado creado por Mahoma, pero como siem. Becks construcciones de la historia con ines tendenciosos se basaron en leyenda y en muy eas veces puede darseles crédito. a Agar, la cual re- 10 Dios hiciera brotar una fuente en el desierto pa- [Sst hijo no muriera de sed. De estas antiguas leyendas es que nace la teoria de que los érabes dden en dos grandes grupos, los Semitas y los Ismaelitas, en encontramos una nueva subdivisién de los drabes en sedentarios y némadas. Los que ha- el Yemen, o Arabia Feliz, situada muy al Sur de la peninsula ardbiga, entre el mar Rojo, Per 2 *rabia, y muy distante del Mediterréneo de la cual estaba practicamente aislado por Transjor- Palestina, Siriae Irak, eran agricultores sedentarios que no pretendian salir de su ameno rin. Eero de frondosos érboles con abundancia de aguas; el otro grupo eran némadas que habita- Bes desiertos, montados sobre camellos y haciendo esporidicas construcciones de pleles en los casi nada mds para Ilenar los cacharros de agua y que los animales calmaran su sed. YGemnasos ihe shasta hereto és fae os SBN. ve Gavan en inndmeras, ‘we si relaciones pacificas, Fe nate ba oto BB) gue nay Se “omerciales y culturales con muchos judios y. : regla general, los érabes adorab, int a ced eet aban a la Tuna yal sol ya lag ests Ie idles Ios tb in panteén monumental, en el cual ‘Buardaban todos los idolos eso ib ATED (CAN! A, cuerdan los angus histrere ean el igt ‘mantenian en idolatria imagenes de Jesucristo y la Virgen Maria, mucho antes del advenimiento Mahoma Todo este conjunto de némadas y salvajes, los beduinos, que siempre miraron con desprecio arabes sedentarios y agricultores de las “ciudades” —que no fueron siempre otra cosa que oasis ‘© menos populosos, pero amurallados—, recibieron muchas influencias civilizadoras, sobre t las grandes culturas que rodeaban la Arabia, Egipto, Siria y Palestina. Predominaron las tend, del Judafsmo y del Cristianismo, y més adelante recibieron influencias culturizantes de los gx imperios persa y bizantino, que en algo determinaron la estructura de la cultura asimiladore del arabes, Finalmente Persia sucumbio ante el empuje del Islam debido a su resquebrajamiento! rior, pero Bizancio resisti6 y los detuvo cuando gobernaba Leén III el Tsaurico (717-741), Cristianos que vi {La organizacién de los arabes de la época premahometana, tenia como sélido fundamento la {ucion familiar y os clanes, dentro de los cuales sobresalian los comerciales que dominaban dades santas, como la Meca, a su vez controlada por los Kuraischitas. La historia de estos pueblos con anterioridad al Profeta, puede resumirse en el relato de las situdes y de las guerras que sostenian entre s los grupos que se iban asentando alos largo de ja exterior del desierto. Esta franja de pequefios estados sefiala también la linea de conus tanto cultural como politica y econ6mica, por la que se van constituyendo y se sostienen dos. A lo largo de toda esa red de comercio, poco antes del Islam, van aparecienclo pequ sglomerados politicos con tendencias a la homogenizacién politica de todos los éraben todow {entos resultaron infructuosos. Entre los tres mas importantes sobresalen: Yatrib (la futura del Profeta) la Meca y Taf. La principal de ellas en ese momento era la Meca, que ala vee {70 politico y religioso, y que en momentos de feria retine a multitud de arabes, a quienes hhoma para iniciar su predicacidn, También en el interior del desierto hay tentativay de Aparece un reino, que siempre ha eludido al historiador, llamado Kinda, que durante los Vi de la era cristiana, el principal aporte que dio a la cultura isldmica fue en literatura 80, estos némadas se apartaban siempre sistematicamente de todo lo que podia ser uniée excepto la rtistica asociacién en tribus. Otro punto de unin de las antiguas tribus érabes fue latolerancia religiosa y la asimilac ses y cultos extraios, que permiteron reunir alrededor de la Kaaba multitud de gentes adorando multitud de dioses diferentes, lo que fue semilla para el futuro monotefsmo, Ee Preisidmica hay dos grupos caracteristicos muy importantes: los Yektanies y los Ismael minaban el Yemen y la regién Norte de Arabia como antes se dijo. Ambos vivian en ‘ra, y fueron sedentarios y némadas, espectivamente, Este continuo estado de beligera Pendido durante cuatro meses cada afio, cuando se celebraba la feria de Ocad, que ad ‘mercial, era un intercambio grande de ideas y sugestiones literarias, Durante esta época la familia era esencialmente patriarcal,e interesada en la sucesi6n ‘muchos lugares el padre podia ordenar que las hijas mujeres fueran eliminadas. En les das imperaba la poligamia y no asi en las sedentarias. Por regla general la situacidn mujer era muy dura m2 MAHOMA Una transformacién radical se produce en la historia drabe en el siglo VI d.C. La fragmentacién eles Estaios cede el puesto ala unidad y cohesion politicas a Pasividad de los acontecimientos Se cambia en agresiva actividad”. Para cualquier observador arabe imparcal dela vida del Imperio Romano de la época de Mahoma, debian resaltar dos hechos por su brillaniez y porno tener de ellen ni sombra en la Arabia: el mono. feismo religioso amparado por el Estado, y lao 6 romana, a una versién arabizada. De I manos, apareci6 una institucién tinica y cerrada, el destinado primordialmente 6 ginal y se desplazara con {obra emprendida por Mahoma, cuando tenia alrededor de uarenta afios, se cumple en dos eta- ee aac esiv as la primera es eminentemente religiosa y la segunda politica. Llegé el momento en FFE Ga lima fase de su obra casi aplast a la primera. La parte intel cumplié cuando regres6 ue en las provincias asiaticas de Roma, produ- 0, que les aventuras comerciales de Mahoma ya ae een tener explicaciin determinante que se sujeta a cambios de a ‘xfera, se encontraria la clave de la actividad religiosa de Mahon Esezunda parte de la obra del Prof se convirtié en Medin ® viviendo en Medina F amnistia, sino como. ya duefio de esa ciudad, sino di = Primera parte de la carrera de Mahoma, ha sostenido Toynbee “puede compararse con la de Solén, y la segunda con la carrera de César” fundado por Mahoma a su regreso de Medina, es como: el que fund6 César a su re Galias. Tiene Porque lo que hereds el sucesor de Mahoma ( barbaros tendido en una tierra de nadie. Este | constituirlo con el andar Todo es- fue el producto de la huida de Mahoma a la ciudad santa de Medina, con la que dio nacimiento a la segunda etapa de su fructifera vida, o sea onic aman te fuviron nie Kem oiicas Esa ucla no at solamente enaneaes ee sino que per. sich sin Spc y mn caramante cigarettes ance ds, no ge pr el problema desde éngulos muy generales, se nota que cada una de las iglesias ha seguido los derro- teros que le indicaron sus fundadores; en las de Cristo Se ha seguido el principio de “dar al César lo que es del César”; y en el Islam, al contrario, los elementos que unen ala Iglesia con el Estado no son attificiosos, sino que se hacen uno, en unidad Ongénica. Hay una serie de conceptos dobles en las culturas cristianas que carecen de Vigencia en el Islam, tales como “religioso y secular”, “eclesidsti; coy dvil”, “clerical y laico”, porque en esta sociedad islamica “iglesia y estado son de hecho idénti- cos”. Toynbee concluye al examinar este Problema que en “la Sociedad Islamica, iglesia y estado son de hecho idénticos; y en esta entidad social indiferenciada, el interés y el espirit La pregunta que nos hariamos ahora seria, dicar su doctrina tenia puestos los ojos en ' simplemente, si tomam © menos del 609 en la Meca, feauule recbié el primer anuncio de su misiin proftica hasta Hijra a Medina en el 622. Duran. [ese tiempo el profeta mantuvo en religioso sereto al mien de las revelaciones que habia tenido, las comunicé primero a su esposa Hadicha, Guien era una viuida rica a la que habia administrado Sus bienes y luego desposd, a su familia y a un selects ‘grupo de amigos. Cuando comenzé a difun- dirse en la Meca el secreto celosamente guardado datate trece ios, comenzé en la ciudad una per Secucion despiadada contra los seguidores de la novisims doctrina, que se tenia como una conjira dara interes vitales de la propia ciudad. Luego de ence trece afios de propaganda conven ‘un grupo insignificante de seguidores, quienes en oa Se habia araido sobre sla implacable venganza ya controlaban la ciudad de la Meca. Un profela, en eae ¢stabilidad y seguridad personales, slo podia haber no imaginaba que 0 politico en Medina. 2 confirmacion de se alos suyos Su Verdad? :Y no era desu exclusivo deber aceptar una situa co de Lr a colat a su religin de una fuerza politica que la haria, Surgir entre todo el Islam, al conte Bo dela experiencia que habia mantenido durante tree ance de que con la sola predicacién suya may S Podia llegar a una solucin, que era la ansiada Poa €l Profeta y aun por Dios? No seria rato que algo similar hubiera sido el razonamiento internode] Profeta;y fue ademas un triste engafo, pase envolver a a religion estrechamente dentro del macs de la temporalidad de ls insttuciones pox litcas, gravé a todo el Islam. Vino a quedar desde cece €Poca encerrado en una cépsula de hiersm, Ja cual nunca pudo desprenderse Historia det Derecho « Jorge E de Di 61a ten abrir un tu se fo fos Aque una nuey las inmen Rsult6 pe portunitat do de los d Cémo se de Dios sino la simple trasmisiGn del mensaje” (Corn, Sura XVI, V, 35). Esta comprensién que ha- bia tenido excelsamente de su misién tinica y profética, se apagé cuando recibié el ofrecimiento de abrir una nueva brecha en un campo que, como el politico, le era desconocido. Este cambio de acti tud se lo justificé a si mismo pensando en crear un imperio mayor que el de Roma y superior al de Jos Aqueménidas, en lugar de permanecer siempre como un honrado comerciante, que predicaba una nueva religién, en un oasis érabe, sin direccién politica estable y que se encontraba perdido en las inmensidades de un desierto, “Este tragico éxito mundano del fundador del Islam —éxito que result6 pernicioso para la institucién que él fundara— confirma la verdad segtin la cual ser felix op- Portunitate mortis es para un profeta el mas alto de los bienes, y ser capax imperii, el més desdicha- do de los dones que los dioses pueden hacerle” 2Cémo se podria explicar, entonces, ese hecho incontrovertible de que una religién, que naci6 en el siundo como las creencias de una banda guerrera de barbados érabes incultos y némadas, se haya podido convertir en una “iglesia universal”? Comenzando con tal desventaja, y viendo otros casos semejantes, ¢debi6 resultar una simple beduina, como hay tantas en el mundo? Primero hay que eliminar la creencia, que sostienen erradamente muchos criticos cristianos, de que ellslam, para imponer su teligién, hizo un uso exagerado de la fuerza, a partir de la fecha de la hé- =. La imposicion forzosa de esa nueva fe se limit6 vinicamente a los infieles que se vencian en los Ehites del desierto érabe, que era una tierra de nadie, donde se cambiaba no una religién estableci- sino un conjunto de reglas paganas muy primitivas. Ademés, se impuso por la fuerza la adhe- ssn a un conjunto muy simple de reglas externas de ritual. Al contrario, en los lugares que antigua- =ente habian sido del imperio romano o de los mismo Sasénidas, no se obligé por la fuerza a nin- =m creyente en el Libro, sean cristianos o judos, a abrazar obligatoriamente el islamismo. A todas ‘Squellas poblaciones que se vencian en la guerra fuera de la Arabia, no las ponian a escoger entre la ‘Saversion al islamismo o el sacrifico, sino entre acoger esa doctrina o el pagar impuestes. También Gs arabes musulmanes permitieron seguir practicando el crstianismo a los érabes que habitaban en Ee Mesopotamia, Siria y la estepa norte-ardbiga, quienes habian servido a los romanos y a los Sasé- $Badss como fuerzas de choque contra los érabes némadas. También tuvo que abrirse paso el islamis- Seentre los habitantes no arabes del califato, debido sobre todo a sus propios valores, sin contar con SSeziin brazo secular que lo impusiera. Asi las cosas, el avance de la religiOn islamica fuera de las [Pepiss tribus convertidas por el Profeta, fue muy lento, pero siempre camin6 con seguridad. Los {S= mayor aporte dieron a la religién érabe fueron los propios conversos no rabes, que no se con- SE esron con s6lo abrazar friamente la nueva religiGn, sino que la colocaron en nueva visién intelec- haciendo con ella lo que Origenes y otros Padres de la Iglesia cristiana habian hecho con la su- fen una época anterior. Aquellos burdos principios dados para tribus némadas y semibérbaras, on revestidos del ropaje de la teologfa cristiana y la filosofia helénica; y fue asi esa religién trans- da por los pensadores no drabes que la adoptaron, no a fuerza de mandoble y cimitarra como “constructores de imperios”, la que se convirtié en el elemento unificador y amalgamador de to- ss Estado que hasta el momento se habia sostenido en un plano politico artificial seria esa fuerza superior que permitié al islamismo sobrevivir a tanto golpe, comenzando por fe del fundador, la cafda de los fundadores érabes, la decadencia de los iranios, la revolucién == el califato abasida, ya aquellos estados barbaros que momenténeamente se superpusieron SO- isruina maltrecha del calfato? La contestacién se halla en la intensa experiencia de indole espi- de los que no siendo drabes, se convirtieron al islamismo, sobre todo en la época de los Ome- “Elislamismo, que ellos adoptaron al principio por razones exteriores (de conveniencia social) ® profundas rafces en sus corazones, de manera que terminaron por tomarlo més seriamente que epics drabes. Una religion de esta suerte que logré conquistar la fidelidad de los creyentes, en @ de sus intrinsecos méritos religiosos, no estaba condenada a permanecer 0 a caer en los re =: politicos que sucesivamente buscaron explotarla con fines no religiosos; y este triunfo espiri- elislamismo fue atin més notable, atendiendo a que semejante explotacién para fines politicos 2s, fue fatal para otras religiones superiores y a que el islamismo fue puesto en peligro no s6lo para los sucesores de su fundador, sino por el propio Mahoma, cuando, después de emigrar desde la Meca a Medina, se convirti6 en un brillante estadista, en lugar de continuar siendo un excelente profeta 5 sin éxito, En este tour de force de sobrevivir ala traicion de su propio fundador, el islamismo ates- 5 tigué, através de las edades, el valor espiritual del mensaje religioso que Mahoma habia transmiti- doa la humanidad y la generosidad y sinceridad del propio mensajero durante los trece angustio- 80s y arriesgados afios de la ingrata misiGn que cumplié Mahoma entre sus compatriotas de la Me- ca (Arnold J. Toynbee), ‘As{ que, sin haberlo imaginado, toda la organizacién politica del califato, tendiente a fundar cuarte- Adems Jes y colonias y a controlar los desplazamientos de poblacién y la mezcla de razas, preparé un cami- nas ofr. ‘no y tuvo un resultado imprevisto al abrir el sendero para el trénsito de una religion superior como adopta 1a iskimica; un caso semejante lo vemos en la historia del Imperio Romano, donde causas semejan- exclam: tes produjeron semejantes resultados. gatoria Los que continuaron la obra del Profeta se lanzaron a tomar todo el mundo vecino; en menos de diez durante afios se hacen duefios de Palestina, Siria, Egipto, Mesopotomia y Persia. Tan poco como un siglo des- coincidi pués de la muerte de Mahoma, ya Ilegan los érabes por un lado hasta la India y por el otto hasta las vez dur pplayas atlanticas de la peninsula ibérica. Es una gigantesca crisis que conmueve hondamente a aque- Profeta llas antiguas civilizaciones casi decadentes del Occidente cristiano. Pero las grandes corrientes de las a — espiri cculturas greco-romanas e irénicas también conquistan a los conquistadores érabes. Los proveyeron de un nuevo y fuerte esqueleto con que construir todo lo nuevo de tipo oriental que se levantaba. LA GUERRA SANTA Mas que un derecho, es un deber religioso-militar que tiene todo creyente musulmén. No era una institucién proselitista, pues el mismo Corén sostiene que el creer en tna religién o en otra no es un azar del ser humano, sino que se debe al fatalismo de Dios: “En cuanto a los incrédulos, es igual pa~ 1a ellos que les prediques 0 que no les prediques. Ellos no creeran nunca, Ha puesto Dios un sello sobre su corazén y sobre sus oidos y hay un velo delante de sus ojos” Pero pesar de todo, siempre en el fondo de esta institucién aparece un fuerte cardcter religioso, por- que se considera a esta Guerra Santa organismo superior que se ciemne sobre todo el universo, para castigar a los no creyentes e infieles, de acuerdo con la férrea mano de Allah. Fue el sucesor del Profeta, Abu-Bekr, quien Ilamdndose Jalifa 0 sucesor,inicié la era de expansiones que hemos visto atrés, usando como medio el proclamar periodos de Guerra Santa. Los subsiguien- tes sucesores, que forman la familia de los Omeyas, reinan desde Damasco del 661 al 750. Cuando otra familia noble, la de los Abasidas, los derrocan del poder, un fugitivo de los Omeyas huye a Cér- doba,y ali, empleando las mismas técticas y declarando la Guerra Santa, logra funda el califato que con el advenimiento de Abd-Al- Rahman Iii (912-961), lleg6 a un esplendor inusitado. Esto los llevé a separarse completamente de los antiguos reinos de Arabia y declararse independientes, con los t= tulos de Califa y Principe de los Creyentes. ‘Allos que cafan en la Guerra Santa el Coran les ofrecia el més alto puesto en el paraiso musulmén, hedonista y completamente opuesto a la concepcién cristiana. El Corén (Suras 18, 25,28 y 56), hace una relacién del mismo que merece extractarse: “Habits, oh creyentes, anchos y hermosisimos vergeles,plantados en el suelo de plata y perl y varias con > linas de mbar y esmeralda, El tron del Alsimo cobja aquella mansién de deicias en ia cua sréis amigos de os Aangele yconvetsarés con el Profeta mismo. El aire que aise respira es una especie de bilsamo formado con el a> sma del arayin, del jazmin y del azahary con la esencia de otras flores... Cada uno de ls reyentes seré due de aleizares de oro, y poseer eas doncellas de ojos negos rasgados y tezalabasrina: su miradas, mas agradables Historia del Derecho « Jorge B. Gulee {que el itis nose fijarén sino en vosotros; aquellas huries nunca se marchitadn y sen tales sus encantos, tan aromé- tico su alento y tan dulce el fuego de sus labios, que si Dios permitiera que apareiese la menos hermosa, en la te ‘gn de las estrellas durante la noche su resplandor ms agradable que el de la aurora, inundaria el mundo entero. El menor de los creyentes tendré una morada aparte, con setenta y dos mujeres yochenta mil servidores..” —— te —— Ademés del deber religioso de intervenir en la Guerra Santa, la religion le exigia al musulmén algu- ras otras practicas, que en el fondo se resumen en cuatro: a) recitar una oracién varias veces al dia adoptando posturas rituales, guiados por la voz de los muezines, que desde lo alto de los minaretes exclamaban: “Sélo Allah es Allah, y Mahoma es su profetal”;b) obligacién de dar una limosna obli- gatoria (Sekat), y otra voluntaria (Sedakat), en el mes del Ramahdan; c) el ayuno obligatorio diario, urante un mes, desde la salida hasta la puesta del sol, durante ciertas ceremonias religiosas que coincidfan con la celebracién del Ramahadsin; y d) por tiltimo, la visita obligada, por lo menos una vez durante la vida de cada musulmén, a la Meca y a otros lugares santificados por la presencia del Profeta. Es hacia este lugar donde todos deben ditigir sus oraciones, volviendo el rostro y alzando Jos brazos, segtin las adoraciones rituales de Allah, que debian hacerse como precepto fisico, junto alespiritual de la recitacién de las férmulas sagradas. PRINCIPIO DE APLICACION DEL DERECHO MUSULMAN ‘Como se puede desprender de lo dicho hasta aqui, el derecho musulman es el derecho de Allah, To- ddos los hombres se consideran iguales, nadie tiene derecho a ser superior sobre los demés, salvo el propio Califa, como sucesor del Profeta y representante indirecto de Dios sobre la tierra. Es el dere- cho en esta concepcién musulmana divino y revelado, lo cual lo hace superior, segtin los érabes, a todo otro sistema juridico conocido, Esta situacién les da poder para aplicarlo donde les plazca. Por ‘as superiores razones del no proselitismo de la religidn musulmana, no se aplicé en todos los pue- Blos conquistados, al seguir ellos la teoria de que si Allah hubiera deseado que todos fueran musul- manes, no habria permitido las distintas religiones. Esta tolerancia teérica esencial y muchas veces también prictica, se referia a crstianos y jucios que crefan en la Biblia, que fue fuente comin de ins- piracién monoteista. Elmedio que usaron los musulmanes para la aplicacién de su derecho no fue territorial, como el ssado en la mayoria de los sistemas juridicos modernos; ni personal politico, como el de los anti- u0s Quirites de Roma; ni personal racista como el de las tribus germédnicas; sino fundamental- ‘mente religioso: se aplicaba el derecho a quien fuera creyente musulmén, Si acaso una persona se sonvirtiera al islamismo, supongamos durante la época del Califato en Cérdoba, inmediatamente Es normas juridicas arabes se le aplicarian al espafol recién convertido, aunque, repitiendo, dada Eecarencia de espiritu proselitista de esta religién, el derecho, como consecuencia, tampoco se im- eso a los vencidos. Eel derecho musulmén se consideraba al infel, tanto en las ramas del derecho piiblico como del Bsvado, en una situacion de inferioridad juridica. Todo vencido debe pagar fuertes impuestos al S=xcedor, quien no pagaba impuestos a su propio Estado; la propiedad absoluta sobre los territorios sles nega a los vencicios, los cuales tinicamente son dueiios de un derecho de posesién y usufruc- ©. que puede ser transmitido por herencia y venta, pero sujeto a gravamenes. En las ofras ramas |S derecho, como en el criminal, procesal, etc, diversas normas juridicas rigen a los creyentes ¥ a Ss inficles, aplicindoles penas mas graves o diferentes por delitos iguales cometidos, y negéndoles ‘S=tos derechos en la tramitacién de los procesos y en el oftecimiento de pruebas. Paso y Gomanos FUENTES DEL DERECHO 2) E1Corén. Apegindose estricfamente a lateoria juridica musulmana, la tinica fuente de derecho es el Cordn, por ser de origen divino revelado por Dios para uso de los musulmanes, por interme ddio del Profeta. Aqui se siente la misma corriente que entre los hebrecs, en relacién con las leyes re- vveladas por Dios en el Pentateuco. Al Corén, lo mismo que La Biblia, significa “El Libro”. Este l- ‘bro es considerado por los érabes como el libro por excelencia. Para los mahomnetanos contiene to- da la sabiduria del universo, no sélo en el aspecto juridico, sino en todo otro, pues fue directamente dictado por Dios al Profeta por medio de su Enviado, el Arcéngel Gabriel, el que siempre ha sido es- cogido por Dios para traer los grandes mensajes a la humanidad. La forma que tiene actualmente el libro es una division en ciento catorce Suras, Azoras, 0 capitulos, muchos de los cuales tratan titue Jos extravagantes que no guardan la menor relacién con el texto del mismo capitulo. Por ejemplo, la Sura o Capitulo I, se intitula “La Vaca” y trata de cosas bien diferentes. Por regla general comien- an los capitulos con el estribillo “En el nombre de Dios Clemente y Misericordioso”, como para sen- tar con diafanidad que el contenido del mismo proviene de la voluntad divina. Se puede parango- rar esta sentencia con aquella frase que se repite en el Pentateuco, luego de dar una disposicion y que se subraya "Yo, el Sefior’. Viene a encontrarse el fundamento de unas disposiciones legales en un incuestionable origen divino para los creyentes. Se han dado muchas explicaciones para aclarar el nombre de esos capitulos. Se puede intentar una, comparandolos con la misma Biblia en el Libro de los Salmos. Los titulos de éstos muchas veces no tienen relacién al texto del propio Salmo, pero indican el nombre del autor, o de los cantores, para la voz que se habia escrito (Al Alamoth, para soprano), 0 para salmodiarse con flauta (Annehiloth), 0 bien indicando alguna melodia popular que sirviera de base para la letra del salmo, como en las ven= dimias (Al Haghithih),o, finalmente, de acuerdo con algtin cAntico popular, por ejemplo, los lrios (Al Shoshanin). De acuerdo con lo anterior el nombre misterioso de cada una de las Suras probable- ‘mente sea el nombre de alguin cdntico popular de aquella época, que se ocupaba como base para can- tar cada Sura, y asf ejercer una presién nemotécnica en el aprendiz. En su forma interna el Cordn se encuentra escrito en versos dobles o disticos, al modo conocido por Jos orientales, que generalmente terminan con un estrbillo repetido muchas veces. Entre estos tro- 7205 pequefios, hay unos de gran calidad poética, que echan frecuente mano a la parébola. Cuando tuno de estos pequefios versills es de gran belleza recibe el nombre de Aleya, o pequefio milagro, Ni por un momento se piense que en las pares juridicas el Cordn es un cédigo ordenado y sistem tico; todo lo contrario, como todo libro revelado que interpreta las ensofiaciones misticas de un Pro- feta, contiene en ese lenguaje misterioso y a veces casi inasequible, salvo para los estudiosos ¢inicia- dos los preceptos mas desordenados y aun muchas veces las normas més contradictorias. Por ejem- plo, se pretende en uno de los primeros titulos como un dogma, que por ser los hombres creados por Dios y descendientes todos del mismo padre comin, sea Adan, no deberia haber diferencias y que Ia ley se les debe aplicar a todos por igual; pero, més adelante, crea una comunidad exclusiva y pri vilegiada, el Islam, que tiene derecho, dado a ellos por Dios, ee exterminar a los infieles. Ademas acepta, aunque en forma muy benigna, la institucién de la esclavitud. De todos modos, considera Ja manumisién de los esclavos como un acto de elevado indice moral, muy agradable a los ojos de Dios, pero en ninggin momento obliga a esa manumisién, sino que la deja ala voluntad del propie~ tario del esclavo. Dentro de este tema, por otra parte, trata a la mujer en una de las formas mas des- preciativas si se compara con otras culturas estudiadas, dejéndola casi como un instrumento de pla- pe al servicio exclusivo del hombre. Asi el Corén deroga, en otra parte considerable de la humani- dad, el principio de la igualdad ante la ley que poco antes habia proclamado. Cada musulmén esté directamente unido a Dios, y se le inculca que Allah tiene una presencia viva siempre constante a su lado, aunque no existe dentro deeste sistema una iglesia constituida, con un cuerpo sacerdotal organizado que sirva de intermediario entre Dios y los hombres. Como atras se 2s Historia det Derecho « Jorge E. Gui

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