You are on page 1of 11
CENTENARIO DE LA CATEDRA DE MEDICINA LEGAL 1855 — 7 de Abril — 1955 Pror. GuiLternMo FernAnoez- Davita Leccién Inaugura! del Curso en el Afio Universitario de 1955. El afio de 1855 marca en la Historia de la Ensefianza Médica en el Pera, una fecha que siempre debe recordarse: en el citado afio y gra- cias al talento renovador y constructivo de ese notable estadista que se lamé el Gran Mariscal don RAMON CASTILLA, se did el Decreto Dictatorial de 7 de Abril, en el que se sentaron las bases de la vida institucional universitaria, preparande, sobre todo en Jo que a la Facul- tad de Medicina se retiere, la gron etapa que al siguiente afio habria de realizarse y que se debid a lo sabia labor y al tenaz afém de esa enorme figura de nuesira medicina: el Doctor don CAYETANO HE- REDIA. Esta notable disposicién suprema, impuesta por el liberal movi- miento revolucionario que culminé con la Batalla de La Palma, y dic- tada cuando atin no se habian apagado los ecos de esa accién béli- ca, contiene en sus Considerandos, —que rubricora el Gran Mariscal y llevara la firma de su Ministro el Doctor don MANUEL TORIBIO URE- TA,— principios de alto valor que bien vale el copiarse a continuacién. CONSIDERANDO: 1).— Que sin Instruccién Publica no hay pata las naciones verda- deras, libertad, ni garantias de orden y progreso; I1).-- Que aislados los establecimientos de Instruccién Publica y abandonados a si mismos se perpettian los abusos, se introduce el de- sorden en los estudios, se esterilizan los sacrificios y sdlo llegan a un 1070 ANALES DE LA corto numero de individuos, las luces que deben extenderse a toda la Nacion; IIL).--- Que Ja reforma de la Instruccién Publica, intentada en va rias épocas, ha quedado siempre en proyecto, faltandole hasta hoy un sistema gue tienda a garantizar y a conciliar Ia libertad de ia en- sefianza con la unidad del pensamiento nacional y con los buenos es: tudios; TV).— Que Ja regeneracién de la Repiiblica facilita, al par que hace mds necesaria, la organizacién de la Instruccién Pabhea; V).-- Que si se fijan los principios liberales, que deben regir la Instruccién Publica, se conseguirén inmediatamente las ventajas de una reforma urgente y se facilitaré la formacién de un sistema comple- to por la difusién de las ideas y por lu creacion de los habitos conve- nientes; expide el siguiente "RECLAMENTO DE INSTRUCCION PU- BLICA” Dicho precepto legal contempleba en su SECCION CUARTA todo jo concerniente a la Instruccién Especial o Profesional. y especificaba, con gran lujo de detalles, la organizacién de nuesiras Universidades. Al gun dia tendré que hacerse por quien corresponda, el estudio critico, —como debe escribirse la Historia, y no de simple enumeracién de hechos,— de este notable documento, que se conserva en nuestros ana- les como de factura mds avanzada y perfecta que los mejores del mun- do moderno. En lo que a nuestra Facultad de Medicina se refiere, se enuncia- ron principios y se establecieron reglas para hacerla mds completa, mas prdclica y mas eficiente, considerondo ademas, Institulos y Es cuelas de perfeccionamiento y se sentaron normas de sistemas educa- tivos, con enunciados de Etica que bien mereceria se repitieran en nor- mas legales que se dictan en la actualidad a nuestros Instilutos d= Ensefianza Superior; su articulo 56 tiene un enunciado incomparable: “La educacién debe ser moral, intelectual, estética y fisica’’ Refiriéndose a esta disposicién suprema, emanada del genic de CASTILLA en e! afio de 1855, el inolvidable Secretario de la Fa- cultad de Medicina en esa época, Doctor don JOSE CASIMIRO ULLOA, decia el dia 1S de Mayo de 1859, en el Discurso Oficial de apertura Uni- versitaria. lo siguiente “Esta fecha, como sabéis, rnarca en la Historia del Perti lax época “de mayor trascendencia social que ha sufrido desde su Independen- “cia. Removidas desde su base todss las Instituciones nacionales, la FACULTAD DE MEDICINA 1071 “Escuela de Medicina no podia permanecer inalterable. Antes del triun- “fo de la Palma, ya se habia segregado de ella la ensefiamza de los “estudios preparatorios que daba a sus alumnos. Mas, el 7 de Abril “de 1855, se cred la Universidad de Lima, se dié carla de naturalizacién “en ella a nuestra Facultad, y un aio mds tarde, en Setiembre de 1856, “ésta orgamizacién recibié su complemento con la creacién de la Fa- “cultad” Desaracicdamenie, y a pesar de los entusiasmos que la reforma de la Instruccién Publica desperté en todo el pats, la Reglamentacién ordenada en 1855 no pudo avanzar en lo referente a la Instruccién Su- perior 0 Profesional y mucho menos en lo concerniente a la Medicina. Pero la Reforma esiaba en marcha y el Supremo Gobierno no anduvo remiso y asi en época oportune, nombré una Comisién compuesta por los Drs, MIGUEL E. de los RIOS, CAMILO SEGURA y JULIAN SANDO- VAL, para que emitieran opinién sobre e] maduro y concienzudo es- tudio que con fecha 18 de Febrero de 1856, habfa presentado el gran CAYETANO HEREDIA, teniendo en cuenta las orientaciones marca- das en el Decreio de 7 de Abril de 1855. Resultado de todo ello fué la Reforma de 1856, que dentro de un afic cumplird el siglo de su existen- cia y que nos preparamos a solemnizar como se merece. Pues bien, Sefiores, en ese Decreto de 1855 y en el Plan de este dios para le Facultad de Medicina, se incorporaba por primera: vez la Cétedra de MEDICINA LEGAL y MORAL MEDICA. Es por eso que consideramos, como lo afirmaba el Prof. AVENDANO, que ella tiene como fecha de nacimiento en el Peri, el dia 7 de Abril de 1855, y por es0, igualmente, nos hallamos reunidos, en esta Leccién Inaugu- ral, conmemorando el Primer Centenario de su Creacién. La refrenda- cién que tecibié en la Reforma de 1856 Ia consideramos como la {8 de bautismo de la misma, como veremos posteriormente. Si bien ‘la aplicacién de los principios médico-legales, es de una gran antigiiedad, y los nombres de muchos de su cultores, entre ellos los de FORTUNATO FIDELIS, PABLO ZACCHIAS y AMBROSIO PARE, se hallan inscritos entre los grandes de la Medicina Legal, la ensefian- za de sus dictados slo puede remontarse hacia fines de la XVIII* cen- turia, En efecto: la primera Catedra independiente de Medicine Legal, o Forense, que Ja Historia registra, se refiere a la establecida en Fran- cia, en la Universidad de Paris, creada en los atios azarosos y dificiles 1072 ANALES DE LA de la Revolucién Francesa por Decreto de 14 Frimario del afio III? de la Republica Unica e Indivisible, que corresponde en el Calendario Gregoriano al 5 de Diciembre de 1794; su primer Profesor fue el Doctor PEDRO LASSUS, Médico primero de las hijas de Luis XV, y después Cirujano del Emperador Napoleon. Posteriormente, en esa misma Fran- cia, se establecian Cétedras similares en las Universidades de Mont- pellier y Estrasburgo. Ya en pleno siglo XIX, los cursor universitarios de Medicina Le- gal fueron sucediéndose; asi, se esiablecieron en diversos paises del viejo continente, casi sucesivamente. En Edimburgo en 1803 con el Prof DUNCAN; en Viena en 1905 con e] Prof. VIETZ; en Budapest en 1816 con el Prof. BOHM: en Beriin en 1820 con ei Prof. WAGNER; en Leipzig en 1828 con el Prof. WENDLER; en Praga en 1840 con el Prof. BERNT; y en Madrid en 184? con el notable ¥rofesor PEDRO MATA. Es asi como rapidamente fué esparciéndos.. !a ensefianza de los principios médi- co-forenses por el orbe entero. Entre nosotros la apacucién de los conocimientos médico-legales Jiune unc gran antigi.edad; asi lo juzgamos modestamente, al mencio- nar como el primer documento de 'a especialidad que puede regis- trarse en la historia nacional, e] Acta de Exhumacidén de los restos del Conquistador del Peri don FRANCISCO PIZARRO, de] 2) de Enero de 1544, que ofrecida por el notable historiador peruano Dr. RAUL PORRAS BARRENECHEA, insertamos en el estudio sobre la autenticidad de esos despojos humanos. (“El Asesino de Francisco Pizarro’.— Premio “UNANUE” de la Academia Nacional de Medicina y Premio Munici- pal de 1945). Durante el Virreinato y los afios primeros de Ja Republi- ca, se recuerdan varios documentos sokre hechos médico-forenses, que con toda sabiduria ha historiado mi recordade Maestro el Prof. LEO- NIDAS AVENDANO. Pero, en lo que se tefiere a Ia ensefianza de esos principios en los Cursos universittrios, nada se menciona en esas épo- cas histéricas y admira cue el enorme talento de HIPOLITO UNANUE no hubiera avizorado esta’ nueva orientacién docente, que por eso época se venia plasmando en varias universidades de la vieja Europa. Antes dei afio de 1855, en lo que a docencia de la Medicina Le- ga! se refiere, tenemos cemo dato histérico, el Decreto Supremo de fe- cha 6 de Marzo de 1835, que delineara la ensefianza médica dentro de los moldes que por entonces se conocian; y en él se preceptuaba lo siguiente: "Los profesores de medicina y cirugia de los hosvitales, es- “tan obligados a dar lecciones de clinica a los practicantes. especial- “mente el reconccimiento de las heridas y demds asuntos médico-le- FACULTAD DE MEDICINA 1073 “gales”. Se cumplié esta disposicién? Es presumible que si, pero al res- pecto no hemos encontrado dato alguno. Cuando con fecha 4 de Marzo de 1843, el General don FRANCIS- CO VIDAL, Presidente de la Republica, expidid el Decreto Orgdnico para el Colegio de la Independencia, se sefialaba en el Plan de Es- tudios, junto con el Curso de Materia Médica y el Arte de Formular, lecciones de Medicina Legal y el articulo 13 del mismo, preceptuaba que “no deberia limitarse a la parte forense, sino que se manifestara “la influencia que la Medicina puede tener en la legislacién y politi- "ca de los pueblos”. Pero esta fecha de 1843 no puede establecerse como inicial en la ensefianza de la Medicina Legal en el Peri; el Profesor nombrado pa- ra esta triple orientacién docente, fué el Dr. JUAN VASQUEZ SOLIS, que desempefid igualmente el Rectorado de la Universidad y que por su especial preparacién fué Miembro Honorario de! Iiustre Colegio de Abogados de Lima. En el desempefio de sus labores en esa Catedra, dedicé preferentemente sus lecciones a Jas dos primeras ramas del Curso. Ademds, ello fué muy transitorio, pues reconociendo HEREDIA sus particulares aptitudes en asuntos de Medicina Publica, lo hizo el primer Profesor de Higiene en nuestra Facultad, y por ello tuvo que abondonar pronto e! Curso anterior, inclusive la parte médico-legal. Por estas tazones, solo puede considerarse como episédica la docen- cia de nuestra Catedra, por aquella época y por este Profesor. Y asi llegamos nuevamente a ese afio crucial de 1855, en que por vez primera se implanté un Curso auténomo de Medicina Legal en nuestro Plon de estudios. La Comision nombrada y que estaba cons- tilulda por los Drs. de los RIOS, SEGURA y SANDOVAL elevaba con fecha 30 de Julio de 1856 ei Informe requerido, se hallaba muy de a- cverdo con las directivas sefialadas por el Dr. HEREDIA, pues discrepa- ba en muy ligeros puntos. Con todo ello el Supremo Gobierno, desean- do continuar y completar la obra del afio anterior o sea de 1855, dic: taba con fecha 9 de Setiembre del citado afio de 1856, el “REGLAMEN. TO ORGANICO PARA LA FACULTAD DE MEDICINA DE LIMA", el que puede considerarse como la Carta constitucional de nuestra ac- tual Escuela Médica. En el Plan de estudios que ese Realamento fijaba y en el Titulo 2° de la Seccién Il*, figuraba la Catedra de MEDICINA LEGAL y TOXI- COLOGIA, en forma completamente independiente. Con esa misma fecha se designaba el personal docenie y para el citado nuevo Curso, se nominaba al Doctor don JOSE JULIAN BRAVO, que ya habia sido Profesor eminente en el Colegio de la Independencia. 1074 ANALES DE LA Este eficientisimo facultative, que habia nacido en Guayaquil en 1815, hizo sus estudios en Lima, obteniendo del Protomedicato su Diplo- ma de Médico y Cirujano con fecha 18 de Mayo de 1839, Desgracia- damente y por motivos de salud, tuvo que declinar el cargo, sin haber dictado ninguna clase. Fué entonces que el 1° de Octubre se designa- ba al Doctor don MARIANO AROSEMENA QUESADA, al que debemos considerar como el Fundador de la Catedra y el Primer Profesor Titular de nuestro Curso en la Facultad de Medicina de Lima. Dias después, el 6 de Octubre, dictaba su primera leccién en esa vieja y afiorada mansién de la Plaza de Santa Ana, en la que nosotros comenzamos nuestros estudios médicos en los primeros afios de la presente centuria. El Dr. AROSEMENA QUESADA iué hijo de la noble nacién colom- biana, pues nacié en la ciudad de Panama el 22 de Julio de 1818, ha- biendo hecho sus estudios en Bogota, en cuya Facultad obtuvo el ti- tulo de Médico y Cirujano en 1837. Enviado por su Gobierno al conti- nente europeo, completd sus conocimientos y se nutrié con el espiritu de las viejas universidades de Francia y de Bélgica. De regreso y des- pués de una breve estadia en su patria, se irasladé a Lima en 1845, donde se radicé, revalidé su titulo profesional, contrajo matrimonio y formé hogar, solicitando y obteniendo Ja ciudadania peruana. En la organizacién de 1856, e! Dr. HEREDIA pensé en este excelen- te facultativo y lo propuso, primero para la Cétedra de Anatomia Ge- neral y Patoldgica, y después, al renunciar el Dr. BRAVO, como Titu- lar de Medicina Legal y Toxicologia Su labor fué intensa y llevada a cabo con toda devocién y eficien- cia. Conservamos como valioso recuerdo, para el Museo de la Cate- dra, un cuaderno manuscrito que contiene sus lecciones dictadas en 1878, y en él puede valorizarse la competencia de este Profesor. En 1862 inicia un cursillo de Deontologia Médica, dominado por el ambien- te que por todas partes reinaba, sobre las reglas de ética profesional médica, preocupacién que habria de ser el motivo principal de su do- cencia en los afios siguientes, hasta 1882 en que. un alaque cerebral Jo invalidé para la docencia. Atenazado por una incurable hemiple- gia, vivid retirado en su hogar, haste el afio de 1885 en que fallecié. El segundo Profesor de Ia Catedra fué el Doctor don MANUEL CA- MILO BARRIOS, nacido en Moquegua en 1849 y el que después de singulares estudios, se gradué de Bachiller en Medicina en el afio de 1869 con la Tesis titulada: “Debe prohibirse la unién matrimonial en- tre tuberculosos?”, mostrando con ello sus aficiones a la Medicina Le- gal y esbozando un principio de lo que posteriormente habria de cons- tituir una orientacién de la moderna Ciencia de Ja Vida, la Eugenesia, FACULTAD DE MEDICINA 1075 © sea el Certificado médico prenupcial. Obtuvo el titulo de Médico y Cirujano en 1873. En 1876 es nombrado Catedrdlico Auxiliar, sin cdtedra fija; y es asi como dicta en ese afio el Curso de Historia Nacional Médica, en 1877 el de Quimica Médica y en 1879 el de Patologia General. Al que- dar invalidado para la docencia en 1882, el Prof. AROSEMENA QUESA- DA, asume el interinato de la Catedra de Medicina Legal y Toxicolo- gic, que conservé hasta el afio de 1889 en que obtiene por concurso el Titularato de la misma. Dos afios después, en 1891, es encargado por el Rectorado de la Universidad Mayor de San Marcos, del Discurso de Orden, en la ce- remonia de apertura del afio académico y el tema escogido por e] Dr. BARRIOS pora su disertacién fué: “Las relaciones entre la Medicina y el Derecho”, notable trabajo que se publicd en los Anales Universita- rios y que fué difundido por los centros culturales de América y de Eu- ropa. » El Dr. BARRIOS ocupé ta Catedra por el periodo mds largo de suv historia. Hizo varios viajes al extranjero, sobre todo al vieio Continente, siempre en aidn de estudio, en especial de la disciplina de su predi- leccién, y durante su ausencia se encarga del Curso el Catedratico Adjunto Dr. AVENDANO. Ocupé igualmente por algtin tiempo la Se- cretaria de la Facultad de Medicina y, por ultimo, ejercié el Decanato de la misma durante los afios de 1907 a 1911. Fué en 1903, el creador de la Direccién de Salubridad Publica, co- mo Ministro del Presidente de la Reptiblica Sr. MANUEL CANDAMO; y en el oficio de remisidn a las Camaras Legislativas del respectivo pro- yecto de creacién, hablaba de la necesidad de crear el Ministerio de Salud Public. que sdlo afios después se convirtiera en tangible rea- lidad. Fué representanie a Congreso por su tierra natal y ocupé el alto cargo de Presidente de la Camara de Senadores. Mucho mds podria- mos decir de este destacado Profesor, pero me veo obligado a limi- tarlos, por los cercanos lazos de sangre que a él nos unian. Por ultimo, en Diciembre de 1913 obtiene la jubilacién en la Catedra, que habia ejercido por espacio de 31 afios y fallecié en Julio de 1920. Fué el tercer Catedrdtico del Curso, ei Prof. Doctor don LEONIDAS AVENDANO, nacido en Lima el 22 de Abril de 1860, de respetable fa- milia, en la que varios médicos se habian distinguido Hizo estudios sobresalientes en nuestra Facultad, obteniendo el grado de Licenciado en Medicina en 1884 con la Tesis: “Responsabili- dad del Médico en el Ejercicio de su Profesién”, orienténdose ya con 1076 ANALES DE LA ello en nuestra predilecta especialidad. Ese mismo afio obtiene su Ti- tulo de Médico y Cirujano, logrando el Grado de Doctor en Medicina en 189]. Al promoverse en 1892 un Concurso para la adjuntia de la Céte- dra de Medicina Legal y Toxicologia, se opone a él y lo obtiene con no- tas sobresalientes e inicia asi su carrera docente en la especialidad, reemplazando en varias ocasiones al titular Dr. BARRIOS, prepardndose para Ja ensefianza de la disciplina que habria de constituir el mayor deleite de su espiritu y en la cual habria de lograr los mayores triun- fos y el mayor prestigio, tanto en el pais como en el extranjero. En 1913, al jubilarse el Dr. BARRIOS obtiene el Titularato de la Catedra, que re- genta hasta el aio de 1926, en que a su vez obtiene la jubilacién y el titulo de Profesor Honorario de la Facultad de Medicina de Lima. Hacer aqui la Biografia completa del Maestro AVENDANO, seria muy largo y ello lo reservamos para el trabajo que afanosamente es- tamos preparando y que serd el resumen de los varios discursos que hemos dicho sobre su personalidad y que refleian las diversas facetas de su multiforme actividad. En lo que a la docencia se refiere, tenemos que destacar algunas manifestaciones que dicen mucho de su carifio a ella. Desarrollando su Programa en todas las partes que en forma tan exlensa comprende, se dolia siempre de falta de ensefianza objetiva y practica. Asi en una de las Lecciones inaugurales de Curso, decia lo que sigue “La ensefianza de la Medicina Legal en el Perl, adolece de “un vacio wavisimo: la falta de practica. E] médico que recién abando- “na los bancos de la Facultad, no ha tenido oportunidad de presenciar “una sola operacién médico-legal. Y si la medicina en general, es una “Ciencia de hechos y de observacién, la medicina legal lo es con ma- “yor fundamento. Se comprende sin gran esfuerzo los gravisimos peli- “gros que entrafia tal omisién; encontrandose asaz embargado el mé- "dico (no por su culpa), que slo en un pequefio centro poblado, tenga “que dar su dictamen en una cuestién de trascendental importancia de “orden médico-legal”. Es por tal preocupacion que acepia entusiasta la idea del Prof. BARRIOS de crear en 1913 un puesto de Jefe de Trabajos Practicos de Medicina Legal, que él, ya en Ia docencia titular lo convierte en reali- dad, logrando con fecha 15 de Mayo de ese afio, su creacién y el nom- bramiento de un joven profesional, que se orientaba con carifio en la ciencia médico-forense. Es igualmente merced a esta constamte preocu- pacién, que gestiona tenazmente y logra obtener, al fin, Ja construccién de una Morgue, que habria de servir tanto a la autopsia de los caddve- FACULTAD DE MEDICINA 1077 tse sometidos a la accién judicial, como a la ensefianza médico-legal en nuestra Facultad. Y asi, el 15 de Febrero de 1918, se inaugura el local que bien conocéis, que por aquel entonces fuera uno de los primeros en el Continente Americano; y en e! que sofiaba siempre instalar el Ins- tituto de Medicina Legal. Logrado su objeto, asegurada la sucesién en la Cadtedra, el Prof. AVENDANO se jubila en el aiio de 1926, siendo designado por nuesira Facultad como Catedratico Honorario. Por ultimo, afios después, un 17 de Enero dejé e; mundo, lleno de honores y distincion>:, tanto nacio:- nales como extranjeras, rodeado del carifio de los suyos y de todos aquellos que tanto lo apreciébamos y lo admirdbamos. Sobre e! cuarto Profesor del Curso," ya dirén algo con el tiempo aquellos que fo sucedan en la Céitedra. Queremos solamente, para com pletar la Historia de los cien atios primeros de la ensefianza de la Medi- cina Forense en el Pert, decir que siguid esta disciplina por vocacién Yy que siempre ha procurado mantenerse digno de los grandes maestros gue lo precedieron en la Catedra. La ensefianza de la Medicina Iegal en cada una de estas cuatro elapas de su primer siglo de existencia, dentro de la evolucién acorde N. de la R— El Dr. Guillermo Fernandez Davila que con natural modestia no se ha referido a los merecimientos y titulos que lo llevaron a la Catedra, ini- cid sus estudios vocacionales muy joven. Asi, en 1909 recién ingresado a la Sanidad Militar fué designado como Perito Médico en la Zona Militar de Li- ma, entrando en actividades de orden médico-legal. Cuando en 1913 se creé, por primera vez, el cargo de Jefe de Trabajos Practicos por obra de los Pro- fesores Barrios y Avendafio, lo acepté con gran entusiasmo. Fué el primero en establecerlos en la Facultad. Su labor docente ha cumplido ya mas de 40 afios de trabajos continuados. Obtuvo el grado de Doctor en Medicina, en 1918, con la tesis titulada: “La Autopsia médico-legal”. Durante ese lapso. progresivamente, ha sido: Jefe de Trabajos Practicos en 1913; Profesor Au- xiliar en 1922; Catedratico Principal Interino en 1927; Catedratico Princi- pal Titular en 1928; Catedratico Principal Vitalicio en 1940. Le correspondio extender los conocimientos médico-forenses en otras esferas universitarias y asi logré crear en 1923 la Catedra de Odontologia Legal en el Instituto co- rrespondiente, que renuncié cn 1930 al obtener por concurso, la Catedra de Ju- risprudencia Médica en la Facultad de Derecho. En los afios 1920-1921 hizo estudios de perfeccionamiento en Europa, primero en Paris con los Profs, Balthazard y Dervieux y después en Roma, con los Profs.: Ottolenghi, Bol- drini_ y Facco, visitando, ademas, los Institutos de Medicina Legal de Ma- drid, Bruselas y Berlin. Le fué discernido el Titulo de Médico-Legista de los Tribunales de Francia. 1078 ANALES DE LA con los adelantos de la Ciencia, se ha marcado con caracteristicas pe- culiares. El periodo del Prof. AROSEMENA QUESADA se caracierizé por una visién panoramica del estado de la especiclidad por aquel enton- ces, en una disciplina que comenzaba a conocerse en el pais marcan- dose con todo, por una singular predileccién por los principios de la Deontologia Médica. La etapa del Prof. BARRIOS se distinguid por el desarrollo inten- sivo del Perilaje médico-legal e igualmente por los estudios de orden toxicolégice-forense, organizado un buen Laboratorio, labor que reali- zabe con la colaboracién de los notables quimicos Drs. JOSE A. de los RIOS y MANUEL A. VELASQUEZ La ensefianza del Prof. AVENDANO {ué multiforme y abarcé todos los diversos capitulos que a ella corresponde, tan variados y diversos, y sobre los que establecié doctrina médico-juridica muy bien definida. Al Prof. que habla le ha correspondido hacer efectiva la ensefionza verdaderamente practica, primero desde el ‘cargo de Jefe de Trabajos Practicos creado en 1923, y después en la Morgue de Lima, inaugurada en 1918 y en la que actud como Jefe de Aulopsias por varios aiios. Como puede verse, no puede ser mds elocuente el historial de la Catedra de Medicina Legal, Deontologia Médica y Toxicologia Foren- se en la Facultad de Medicina de Lima. Al cumplirse los primeros cien cfios de su vida, vemos que solamente han habido cuatro Profesores Principales Titulares, y cada uno de ellos ha orientado la ensefianza por derroteros mas y mds completos, tanto de orden tedrico como prac- fico, manteniendo la disciplina dentro de los contornos que la evolu: cin de las ciencias tribulatias le permitia y le proporcionoba. La sucesién en la docencia se asegurd, durante todo este lapso, siempre con Profesores qua ya desde antes de ocupar el primer puesto. venian preparandose en la materia, estableciendo asi un nexo de doc- tring y una regular continuacion en la ensefanza, De ellos, los tres primeros, lograron sobrevivir a su docencia uni- versitaria y pudieron, —desde ese anonimato a que se condena al ju- bilado,—- el sequir.desde su lecho de invdlido o desde sus cuarteles de invierno, el desarrollo de la especialidad gue habia sido el objeto de sus mds caros esfuerzos y entusiasmos; procurando, a igual tiempo, ei seguir insinuando por esos mismos caminos a Jos que habrian de sucederlos por la senda docente, alentandolos con sus consejos y aplau- diendo con su autorizada palabra, los triunfos que sus sucesores obte- nian en Ja diaria labor de la practica y de la ensefianza. Asi se logra- FACULTAD DE MEDICINA 1079 tedra, su ilustre abolengo y la con- ba mantener la tradicion de la tinuada unidad de doctrina. El cuarto de elles, que contempla orgulloso en el pasado las sober- bias figuras que le precedieron, al mirar el futuro, ya limitado por el avance de los afios, hace la promesa, en gran parte cumplida, de conti- nuar por el mismo derrolero, iratando de alentar a todos los que entu- siasmados por las fruiciones que la especialidad nos brinda, —sin to- mar en cuenta los sinsaberes que ella igualmente nos depara,— quie- ten dedicarse a ella, tratando de inspirarlos con sus ensefianzas y ani- mandolos para prosecuir en sus Iriunfos, procurando igualar a aquellos que nos precedieron, ya que superarlos seria vanidad en nosotros. Constituye su mas ferviente anhelo hacer una realidad lo que tan- to ansiaba el Prof. AVENDANO: la creacién del “INSTITUTO DE ME- DICINA LEGAL”, en el que puedan perfeccionar sus conecimienlos mé- dico-forenses los que desesn insinuarse por esia disciplina y crear el Titulo de Médicos Forense con cardcter oficial. Para iniciar ese anhelo hemos comenzado por establecer la Biblio- teca de la Catedra de Medicina Legal, donando todos los libros, {olle- tos, tesis, periddicos, etc. de la especialidad, }a que ya se halle en fun ciones y en plena catalogacién, merced a) apoyo que hemos recibido del Sefior Decano de la Facultad de Medicina Dr. OSWALDO HERCE- LLES. Completaremos esta misién que nos hemos encomendado, publi- cando una obra de Medicina Legal Nacional, que tenemos muy avan- zada y que se publicard por fasctculos, comprendiendo los diferentes capitulos que tiene la especialidad y que permite hacerlo separadamente. En estos momentos solemnes, en que recordamos el Primer Cente- nario de Ia Catedra de Medicina Legal en el Pert, elevamos nuestros volos en homenaje a aquellos ilustres Profesores que nos prcedieron y para quienes guardamos: para AROSEMENA QUESADA toda nuestra admiracién, para BARRIOS iodo nuesiro carifio y para AVENDANO to- da nuestra gratitud,

You might also like