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ARTICULOS Lo sagrado y lo profano en La orgia perpetua y en Elogio de la madrastra de Mario Vargas Llosa Martha L. Gonzilez University of Gonzaga Eqn su ensayo 1a orgie perpen, Maro Varges Lose 52 propane tres objetives fundamentales al analizar Madame Bovary. El primero es demostrar ciao y pot qué Emma Bovary ha ejeecido una influencia seducto- rasobre él. Elsegundo, describirlos aspectos ticnicos que convierten la novela flaubertiana en una obra maestra de la literatura, El tercero, demestrar que Ma- dame Bovary es la primera novela modema (11-13) Sin duda, el escritor peruano hace un minucioss y de- tallado analisis de cada uno de los aspectas de la no- vela, que, sagtin él, constmuye "su historia de amor” (69), De all que el titulo dal ensaya no sea 'mas ade- cuado. Si buscamos él significado de la palabra orgia, encontramos uno que concentra le profanc: “Desen- freno en la satisiaccion de apetitos y pasiones” (Pe ‘quefio Larousse, 744). Vargas Liosa no desconoce su alan chsesivo de explorat placenteramente todo lo te lacionado con su “apasionado objeto de arte’. Sin em bbargo, en la pleitesia que rinde a Emma, en el nigurosa tual que consagra a la obra, el auitor se revela a si mismo coma el suma sacerdote que oftece a su diosa un steme tributo, del cual hace participes a los lecto- es. El ensayo, aunado el tema amoroso a la técnica que imita un rito, condensa asi lo sagrado y lo profane. ‘Tomando como punto de partida algunos conceptas de Georges Batalle en su libro Erousm, Death and Sensuality y otros de René Girard en Violence and the Sacred, se analizaré cdmo la tematica de lo sagradto y lo profano se combina con algunos recursos técnicos tanto en La ongia perpetua como en él elogio de la madrastra y se demostrara obmo en su novela erctica Vargas Llosa aptica muchos de los recursos que leva ron alla fama a Madame Bovary En cuanto a la tematica ya sefialada, podemos no tar que ambos aspectos (lo sagrada y lo profana) estan muy relacionados entre si con respecta a lo erdtico lo amoroso, asunto predominante en las tres obras en ‘estudio. Bataille establece miltiples conexiones entre estos dos opuestos. En una de las definiciones que oltace altima: “Evotcism is primarily a religious mat- ter" (31), Es-gvidente cémo se ligan estos dos elemen- ‘tos tanto en la novela francesa en estudio came en el ensayo de Vargas Llosa. En Madame Bovary la wama describe los anhelos amoroses de la protagonista, quien, al no poder satisfacetles con'su esposo, busca hacerlo primero con Rodolphe y luego con Leén. Pron- to descubre que su ideal de amor no es posible, por- que existe una barrera sacioecondmica de por medio. La presencia del tringulo amoraso explicita la lucha dela conquista, el sulrimiento moral unldo al deseo de amar, y las conductas extremas que se generan por la alteracién de las emociones. Todo el aspecta profano: dela relacién de Emma con sus amantes oe ve tefida, de un matiz sagrado y ritual, La manera como Emma. se viste, log ntos que sigue para escapar a la critica de: los demas, los sentimientos de culpabilidad que expe- imenta y que es incapaz de Wansmitir ni a un sacer dote nos dan muestra de ello, Si en Madame Bovary los recursos citados son de importancia fundamental, en La orgia perpetua no lo son menos. En cuanto al tema profano, el propio Var- gas Llosa lo reconoce cuando dice: En Mademe Bovary lo exition es fundamental, pero aunque Flaubert queria contarlo todo, so vio obligado a tomar precauciones para sortear los escolics de la censura. Ei climax eratico de la navel es un hiato ge- ARTICULOS 3% nial, un escamotes qua consigue, justamente, poten far al méxdmo el material ocultad al lector. Ma refiero al interminable tecorrido por las calles de Rouen del facta en el que Emma se entrega a Leda por primera ver (35-36). Bn efecta, en la navela, mas que hacerse explicitas las escenas amotsas, silo se insinlan o se sugieren. Segrin Vargas Llosa, Flaubert logra tanto impacta en éstas por su “obsesién descriptiva’ (49), Sostiene que “en Madame Bovary lo esencial es la descripcién, que ella deghace la historia, que describir y no relatar fue para élla experiencia tinica capaz de expresar los mo- vimientos de Ja vida’ (50), (Enfasis trio). Este sentido de jo secteto y lo escondido es, segun Bataille, una de Jas caracteristicas de lo erdtico que también esta liga- da a la santidad: “Eroticism is defined by secrecy" (282), Para lograr la maestzia en la descripeion, Flau- bart se vale de un recurso al que Vargas Llosa deno- mina “las cosas humenizadas”: “La aptitud de ciertas ‘cogag para imponerse, por su vistosidad, riqueza de matices, poder significative y simbolismo, come entes igualmente complejos, misteriosos, dutables y sensi- bles que sus propietarlos” (150). Estos objetos contt- buyen a crear una atmdésfera secreta y atrayente alre- dedor de la protagonista, Los zapatos de Emma, por ejemplo, son a la ver vistas sensualments y como cau- sa de la veneracion de Ia que es objeto. Lo mismo sucede con el caso ya citado del facre. Ahora bien, volviendo a La orgia perpetua. vere- mes que también aqui lo amoroso y lo ritual constitu: ‘yen elementas esenciales. Como se ha explicado, en la primera parte del ensayo Vargas Llosa expone las: razones subjetivas de su predilecesén tanto por Emma ‘como por la novela. En un Juego con los niveles deno- ‘tative y connotativo del lenguaje, el autor expone lo siguiente: Porque su seflora, aunque nunca ha tomado cuerpo ni estado on sus brazos, sequiré naciendo paral (.} Sé que en el teritorin en que prodiga su beleza nade, fuera del oficial de Sanidad Rodolphe y Ledn, gozaré. de ella y que en éste donde me hallo a nadie pode dar mis de Jo que a mi me ha dada (60-61). (Eniasis mics). Las palabras que el escritor peruano emplea son bastante sugastivas. En un nivel mas explicito se re- flere a Emma coma a alguien de came y hueso de quien quiere “gozat” por siempre. En el nivel implici~ to, ese dar y recibir de la amada esta apuntando a la satisfaccidn que la famosa cbra de focién le banda Roland Barthes, en The Pleasure of the Text, define el texto placentero como aquél que: “contents, fills, grants euphoria’ (14). En este passe, entonces, tar ‘bign estd presente el tema del amor en cuanto. loque ‘significa fisica y espiritualmente. Alespecto, Bataille, a quisn Vargas Llosa toma como modelo en. st crea- cin Iiteraria, nos dice: “Eroticism, unlike simple se- xual activity, is a psychological quest independent of the natural goal: reproduction and the desire for chil- dren” (11). La orgia a la que alude el titulo no se Linita entonoes al placer que representa la pasesién fisica del set amado, sino que a la vez incluye aquél mie 32 slente al penetrar en una obra dle arte tratando de ob- tener el maxima de ella, expandiendo asi nuestro es- pirita. También en el ensayo, entoness, el tema del amor se ve reforeado por la ptesencia del tridngulo Come lo especifica la cita, en un nivel bteral Vargas os estaria en lucha con Rodolphe, primero, y con ‘Leon, despues, por tener a fa amada en los brazos, En un plano mas simbdlico, la contienda por obtener @ “gu sefiora” la establoceria Vargas Llosa con el mismo Flaubert De igual modo que Flaubert, Mario Vargas Llosa se vvale de la descripeton para hacer compartir al lector la atmésfera sagrada y profana que redea a Emma. Mientras Flaubert expiota lo secreto y 10 oculto ¥ se sirve de imigenes sugestivas, Vargas Llosa. por el contrario, insiste en ponet toda su admiracion y su rendido amor a la luz. Gran parte de la segunda sec cin del ensaye la dedica a proponer, y a responderias con un prafundo tigor bibliograficn, las preguntas que @l misme se plantea sobre la obra dea sus amores, las: que sin duda también quiere poner al alcance de los: lectores. En ningun momento deja de lado ni los datos: ms intimos expuestos por Flaubert en las cartas a su. amante, Louise Colet ($1), Mas aun, el autor sefiala que en Ja preparacién de su obra Flaubert cayé en un. “prurite documental” (88). Sin embarg, no indica que élmismo se contagiara de tal enfermedad. Vargas Llo- sa también documenta su ensayo con miiltiples fuen~ tes de informacion. Si en el tratamiento del asunto amoroso se combi. ran en las primeras obras en estudio lo profano ¥ lo sagtado, lo que contribuye a reforzar esta relacién es Ja ineidencia de lo ritual. Pasa Mario Vargas Llosa, la Jectura de Madame Bovary significd un rito de inicia- ion en la vida artistica. Alreferirse al memento cuan- do, encontrandese en Paris, en 1989, compra y lee Ma- ame Bovary, nos dice’ All empieza mi historia, A medida que avanzaba la tat- de, caia la noche, apuntaba el alba, era mas elecuiva at treevasamiento migios, la susttucioa del mundo real pot el Btn (17) eo UO SAGRADO ¥ LO PROFANO EN DOS OBRAS DE VARGAS LLOSA Al igual que para el autor peruano, quien entonces contaba séio veintiués afios, esta novela represent ‘un hito importante, para Flaubert la publicacton de la novela en 1886, cuando frisaba los teinta y seis afics, ‘tuvo mucha mayor significactén. Aunque de hecho la hhovela recibie criticas y fue vedada por un tiempo, con ‘Madame Sovary Mauber nace para el mundo, s@ ini- fa ofictalmente en el mundo literario, y su obra ante- ‘Mor empieza a ser reconocida, El rito ne se indica so- laments por la importancia de la obra en la iniciactén artistica de ambos autores. La técnica que uno y otra emplean para crear su obra semeja una ceremonia re- ligiosa. Al descrtbir el método de trabajo de Flaubert en la creacion de la obra, Vargas Llosa lo califica asi “esa lenta, escrupulosa, sistematica, obsesiva, terca, documentada, fra y ardisnte construccidn de una his ‘Yoria” (85). La acumulacion de-adjetivos esta poniando de relieve la predileccién de Vargas Llosa por la apa- sionada ceremonia que la preparacion de la navela im- Plica, Es més, los que conocen de cerca el modo de ttabajo del escritor peruano de seguro emplearian ‘exactamente ies mismos calificativos. Asi como Flau- bert se preocupa por verificar en persona cada uno de los datos y detalles que ie lievaran a dar forma defini- ttva al munde representar en la obra, Vargas Llosa en gu investigacién no se alaja del modelo flaubertia- no. El ritual que sigue no sélo se aplica a la obtencion de datos, sino al depurado y acertado andlisis de las teonicas que Flaubert emplea en su magisteal obra. Sa habia explicada como Emma Bovary reine y sintetiza en su persona lo sagrado y lo profana y como lo rioual se pone de manifiesto en sus citas amorosas. Un sogmanto de Is novela que no deja ninguna duda sobre ello e3 el que narra la muerte de la protagonista: (Cuando entrazon, la habitactin estaba inmersa en una solemnidiad ligubre. Sobre la mesa, de labor, recubier- ta con una roalia blanca, habia cinco © seis trocttos de algodda junto a un eruetifo grande y entre dos cande- Jabros encendides. Emana, con le barbilla apoyada s9- bbre el pecho, abtia excesvamente los pérpados y deja ‘3 arrastiar sus pobres mancs sobre al emboea dé la ssibana, con ese gesto dulce y al mismo tempo eapan ‘oso de los agonizantes, que parece coma si quisiatan ‘verse ya de una ver cubiertos por un sudazio (Madame Sovary, 374). (Les énfasis son mics) La escena descrita consagra a Emma como la sin- tasis de lo sagrado y lo profano, Su cuarto es repre- sentade casi como una capilla, y en él se cuenta con todos los elementos que se necesitan en una misa; el altar. el mantel blanco, las lucee, la efigie de Cristo. ‘No obstante, ni aun en esta descripcion Flaubert des- uida el sensualismo que proyecta la protagonista en su lecho de muerte. Notese el énfasis que se hace en cada una deas partes del cuerpo: la barbilla, el pecho, los pampados y lax manos. Todo en Emma subsume lo pecaminogo y lo santo, lo prohibido y lo permitido, lo fisico y lo espiritual. Ademés, como en muchas cere- monias rituales, aqui también se offece una victima. Al respecto, Girard sostiene: “The surrogate victim dies so that the entre community. threatened by the same fate, can be tebom in a new of renewed cultural ‘ordec” (256). Emma debe offecer su vida porque con =u comportamienta ha atentado contra las regias de la sociedad, sta ha cobrade su precio. La muerte signi- ficard la purtficacién de tode el grupo social. En la so- iedad también lo profano se sustituye por lo sagrado. Mientras que en el mundo representado Emma de- saparece, en el mundo real Emma sobrevive. En cada uno de los lectores Emma cobra vida, penetra muy especialmente en la experiencia de cada uno, y asi seguir siende cteada y recteada infinitamente. La ar- gia perpetua es un ejemplo de ello, En ol analisis de la ‘bre, si bien Vargas Llosa desmenuza y fragmenta la ‘obra para compartitla con todos los lectores, el objeti- ‘vo principal que persigque no es, como en las ritos, consumir a la victima sacrificada. El autor mas bien Procura rescatarla, hacetla mis accesible, revalorarla, descubriy su intrincada téonica y convertirla en un agente dinémico y Wberador. La profanacién de la obra, entonces, permite a su vez élevarla a un nivel casi sagrado, a un sitial del que dificdmente podta ser desalojada, ‘Desde el primer momento se hace evidente que, en Elogio da la madrasta, el tema del amor es Innegable ¥, de igual manera que en las obras ya. analizadas, al asunto erético esta muy relacionado con to ritual. Don Rigoberto se casa en segundas nupcias con Luctecia, ‘con quien puede realizar sus més ansiados anhelos erdtions: “Amo todo lo que existe dentro o fuera de ella’, pensé. Porque todo en ella es 0 pueda ser erage- no” (45). (Obsérvess que esta frase es muy similar a la, que expresa el eecritor peruano respecto a Madame Bovary}, Desde el comienzo también se recurre al ar- Uificio de un tridngulo amorose para enfatizar el tema. Este se establoce desde el inicto de la novela entre don, Rigoberto, Fonchito, el menor hijo da éste, y dofia Lu- Grecia, la madrastra del “inocente chiquilin”. Lo sub- versivo del triangulo radica no sélo en que el teroer velemento de @ste sea un nific, sino én que a veces se ‘establezcan analogias del primero con “el misterio de J Santisima Trinidad” (32). Nuevamente se conjugan lo profano Jo santo. Fuera de la obra, un tercer ele anTicULOs a ‘mento en Ia relacién triangular entre los personajes y ‘a madrastra es, sin duda, el lector, al que le resulta ‘ified no participar como voyeurista y como creador ‘active en las diversos cuadios orgidsticos que 36 le presentan, Dicha participacion atin se duplica y mul- tiplica en la obra por la existencia de varios personajes que asumen el mismo papel. ‘Tanto en el tratamienta del tema como en la carac- ‘terizacién de los personajes y en la impartancia de lo ritual, esta obra coincide corfias anteriores: Jo sagrado y lo profano forman parte fundamental de ella, Respec: to a Emma Bovary se dijo que los contastes de su cardcter la hacian la sintesis de esta oposicitn. Algo muy similar suceds con Lucrecia, pera de modo muy especial con Alfonse. Muy pocas veces se alude a él con este nombre, que lo ubicaria como un petsonaje cadulto, pero el uso dal apode (Foncko) y en especial del diminutivo (Fanchita) hace que se la vea como a un nifo, Pero asta nifo de “huesecillos fragiles” (18), “cabecita nabicunda’ (54) y “carita de nifio santo" (190), haca cosas perversas siempre con la mayor Ino- cencia del mundo: es a la vez un “diosecillo" (72) ¥ un “Luabel” (175). Aunque los adjetives abundan para re- presentar al nifio como a un angel. para las personas a-su alrededor y aun para el lector es dificil ubicario dentro de una de estas categorias extremas. Elempleo de la descripcién es, pues, fundamental, al igual que en Madame Bovary, para tepresentar al personaje tan contradictoriamente. Sin embargo, en esta novela el principio de lo sacreto se transgrede, Todo se expone y deseribe muy explicitamente. Tal vez ello se deba a to que explica Vargas Liosa en su ensayo. Que una novela omita la expedencia sexual me inita tanto como que reduzca la vida exclusivamente a la cexpotigncia sexual, Necesito saber si al héoe Jo excita 1a heroina (y 2 la invetsa) y ea indispensabie que sus mutuas exciaciones me contagien para que esos hi- 1006 me rosulton verosimiles (30-31). Pues esta novela no adlo no omite la experiencia sexual sino que la pone a la vista. Hay milples pasa: jos en que las escenas de amor son muy convincentes. Lejos de emplear “cosas humanizadas”, Vargas Llosa recurte a otra técnica flaubertiana, “los hombres cost ficados" (155), La cosificacton se consiqueal presentar cada una de las partes del cuerpo coma abjetas det ritual serial. Un clato ejemplo de ello se puede verit car en el siguiente fragmento. ‘Su marido le acariciaba las nalgas, en un movimiento ‘circular y metédico, mientras le besaba los pechos, Do- fia Luetecta lo besd en el cuello y mortisqued sus tet ls hasta hacerlo gemir (223, El rito esta presente no s6lo como parte de la pre- paracién corporal para.el acta del amor, camo es evi- dente en “las abluciones de den Rigoberto” (75 ss.), sino también en la manera en que el personaje se ve asi mismo: El quarto de bao ora su templo; ef lavador, el ara de secrificies. Hl era el sumo sncemdots y estaba celabran- a Is misa que cada noche lo purfiabe y redimia de ln vida. “Dentro de un momento seré digno de Lucrecsa y estaré con ella", se dijo. Contemplinoia, hablé m sa Tobusta nariz en toon cilido: “Te digo que muy pronto estaremos til y yo en el pafaiso, oi Buena ladon” (192 Aqui el rito religiaso unido a lo sexual es mas evi- dente. No sélo se tergtversa el texto biblico para dar un tono mas ceremonioso a la escena, sino que, al poverse estas palabras en ia boca o en la menta de don Rigoberto, se coloca a éste cast al mismo nivel de Gris- to en la cruz. El “paraiso” y la redencion a los que alude al personae sin duda se refieren al gooe erético con su esposa, mientras que aquél al que la Biblia se fefiere apunta al goce de Dios en la vida etema. De nuevo la yuxtaposicién de lo profana y lo sagrado se pone de relieve, Por otro lado, aunque hay ecos en esta. escena da la muerte de Emma, la diferencia principal reside, primero, en la ausencia del narrador omnis~ lente y, sagunds, en que sea el personaje el que ce- lebre la ceremonia. La purilicacién a la que alude este pasaje tiene més relacion con fo tisico, 1a de Emma es més espintual. Del mismo mods, i pensames en Foncho y cons!- eramos su ead, no hay duda de qua los encuentros con|a madrastva masean también su rts de inictactén. ala vida. Para Luorecia, éstos significan violar todas: Jas reglas para lograr su satisfaccién sexual. Tal aspec- to la hace muy similar a Emma, sabre quien Vargas Loss afirma: Yo calabro que Emma en ver da sofocar sus sentidos ‘vatara de colmariog, que no wuviera egerpulo en con: fundir ef “cul” con #l “coeur”, que, de hecho, son pa: ‘entes cercanos, y que fuera capar de creer que la tuna ecatia para alumbrar su alcoba (34). ‘Ademis, Luctecia también ve su entrega como ‘una ceremonia en la que: se-da en “ofenda a su ‘es- clavo ¥ ama’ * (189). Bataille, discutiendo el tema del tabt, tan relativo alo profano come a lo sagrada, nos dice: “At the very least the taboo is the threshold beyond which murder is possible” (64). Esta frase describe muy bien lo que Je pas6 a Lucracia, Ella transgredié el tabit hacienda * LO SAGRADO Y LO PROFANO EN DOS OBRAS DE VARGAS LLOSA el amor con un nif, pero Inego le sucedi lo mismo que a Madame Bovary. Ambas fucharon por el amor, peto la sociedad las marginé o las elimind, Si Emma tiene una muerte fisica que la hace tascender los li mites de la ficctin, Lucrecia pierde su familia, su vida social, y desaparece de Ia realidad para convertiree en un personaje ficticio dentro de la “novelita exética” (172) que escribe Foncho y que casualmente leva el mismo titulo dela novela vargasllosana. Mientras que, ao largo de la novela, alla ha sido el personaje que ha dado voz.a los cuadros (religiosos y profanos) que des: criben las actividades seuales y voyeuristas de los personajes de dichas pinturas, al final ha perdide su yor y sélo esté presente en fos suefios erotioos de su marido, Madame Bovary sobrevive en todas las perso- as que buscan ideales literarios, bovaristas, y, por media de las recreaciones de la. obra que se dan a tuavéa de los lectores, Luctecia parece condenada a modi por la actitud fonchista, mechista, en que ella es ‘un objeto manipulado por un nifio o un individuo su- jeto a la mirada y la vox masculinas: En suma, desde la portada de los libres La onzia perpetua y Elogio de la madrastra, ol tema de lo erdti- co se pone en evidencia. Si, en la combinacién del tema con Jo profano y Io religieso, Flaubert sigue el modelo del marqués de Sade (Orgia, 33), sin duda Var- gas Llosa sigue el de Flaubert y comparte muchas de los conceptos de Bataille y Girard. Todos ellos ligan ol amor ala religion. Vargas Llosa con acierto Dama a su ensayo una orgta, ya que a través de él asistimos todos fos lectores a la consagracién definitiva de la novela flaubertiana, ceremonia tan eametada como la de su mentor. La infiuencia del escritot francis se pone en evidencia no sélo en los tecursas analiticos aplicados al ensayo, sina también en aquellos que se utiizan en la creactén de su primera novela erética. Respecto a los objetivas del ensayo, éstos oe logran a caballdad. ‘Tal vez la incuesticnable parcialidad del novelista pe- ruans hacia su novela, su personae ¥ tt autor favor tos podria ciisminuir su poder de convencer, pero este hecho se convierte a su vez en un aliado al tratar de sintetizar en lo argidstico lo sagrado y lo profano. Obras citadas Barthes, Roland. The Pleasure of the Text. Translated by ‘Richard Miller New York: Hil and Wang: A division of ‘Farrar, Straus and Giroux, 1875. Bataile, Georges, Erotism, Death and Sensuality. Transl ted by Mary Dalwood. San Francisco: City Lights Books, 1966. Flaubert, Gustave Madame Bovary. Bogoti: Editorial La Oveja Necra Lada. R.B.A. Proyectos edivoriales, S.A. 1983, ‘Garcia Pelayo y Cross, Ramin. Pequetio Larounse ilustado. ‘México: Ediciones Larousse, 1960. (Girard, René. Violence and the Sacred. Translated by Pa- trick Gregory. Baltimore and London: The Johna Hop- ‘ons University Preas, 1978. ‘Vargas Llosa, Mario. Slogio de ia madrastra. Bogota: Aran- (go Editores Lida., 1986, ___. la orgia perpotua, Flaubert y “Madame Bovary” Barcelona: Sete Barral, 1986,

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