Masicas, ruido y silencio en los
sacrificios publicos romanos Alexandre Vincent
\ahistoria del arte romano conservé vestigios de la presencia de un tipo especifico de miisicas en las escenas
de sacrificio: et tbicen, Representado normalmente detras del altar, el intérprete de tibia sopla en su instru.
mento, cancentrado en su oficio. Sus mellas. a veces extremadamente hinchadas, como en el eliat del JUCUS
Assculelen Roma (rat 11), hacen visible le dificalad Ue tocar este istrumento, Las primeras tepresenta,
‘lanes de eat tipe de masco cerca de os altaresaparecenafinales del siglo wa.C. (por ejemplo, en el eélebig
Fenémeno de civilzacin,
Fi steric, queer una forma de comuricacén de los hanbres para con los diose en forma da fronds,
‘ implica
sempre ening panes tle vaya reatacon y coelaion estan cificados Mubior cee representa
siempre en las primeras etapas del saci
Un telieve de la paca claudiana, que
ticen en repose cae instrumento recog
sta convertido en un simple esnertader
Aunque hay autores que sotienen
‘ines durnte los seuifos no nay que
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Detaled la
‘escena de seo
aMate.live
lamado de Domtis
‘Aneobars aes
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Escaneado con CamScannereventuales espec ba al ser 4 sacificante, el cual, en el marco de la religidn publica, actuaba
en nombre de la c de la praefatio, el sacrificante hacia gestos y pronunciaba palabras que
por su precisién y su fidelidad a las précticas ancestrales.Y era al cumplimiento de
‘ontribuia, como explica claramente Plinio el Viejo: «Los mas altos magistrados
ras, siguiendo las férmulas determinadas, Para evitar que se
los términos, alguien lee antes la formula segan el texto, mientras que otro vigila
finalmente, se encarga de hacer observar el silencio; durante este tiempo, un intérprete
de tibia se hace escuchar para que no pueda percibirse ninguna palabra, habiendo sido determinados dos hechos
ddestacables:cada ver que el sactificio ha sido perturbado por imprecaciones, o que la plegaria se ha hecho mal. de
a de las visceras 0 el corazén han desaparecido o han sido hallados dobles sin que la victima se
ian, pues, proteger a sacrificante de todos los ruidos y palabras del entorno
producian eran una de las modalidades
as propicia
inmediato la cab
hubiera movido».” Los tb
que hubieran podido perturbar et cumplimient
del silencio (silentium), como el pliegue de toga con el que el sacrficante se cubria la cabeza y el herald que
ide la ceremonia, mencionado por Plini. El silencio de los sacrificios ere, por tanto,
stibicines resultaba especialmente crucial y comprendemos el terror
19 voluntariamente al exilio en Tibur,
0 del ritual. Los sonidos que
llamabe al silencio al principio
musical, es decir, sonoro, La funcion de los
religioso que se apoderé de los romanos cuan
en el afo 311 a. C. para protestar contra una
se estaba poniendo en peligro?”
1d0 estos milsicos se marcharo
reforma: la comunicacion ritual entre (os ciudadanos y los dioses
gorias de musics que acompafaban a veces 2 os tibicines en Su ac:
Ee Cd Las fuentes antiguas establecen otras cates
Scion rligosa Se uate normatment de itepetes de nsrumetos de cues que proboscis caballo dela
Emre, hrelenizacin de la sociedad romana a partir del final del perfodo republicano, a ralz del favor de Apolo bajo el reinado.
aj “"* del emperador Augusto, se encontraron untualmente junto a los tibicines. Enel relieve de Domitius, ‘Anenobarbus
—"* {fig 1) on intrprete de ra sigue pues al instrumentista de viento, Cuando toraban juntos, estos adoptaban
Tainscipion en recuerdo de la autorizacién que les concedié
secemyaae _