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LOS ELEMENTOS BASICOS DE LA ARQUITECTURA! Las elementos basicos de la arquitectura y Atribuios de la belleza formal corresponden a los manuseritos preparatorios de las respectivas introducciones de dos textos que no llegaron a scr publicados por Gottlried Semper; su varias veces prometida Vergleichende Baulehre (Teoria comparada de la construccion) y la Theorie des Formell-Schinen (Teoria de la Belleza Formal). Estan conservados en el «Semper- Archiv» de Ziirich, conjuntamente con los documentos que contienen las versiones manuscritas de estas obras. La primera esté datada entre 1849-1850, es decir, afios después de una inicial obra publicada Observaciones preliminares sobre la arquitectura polécrona y escultura en la antigitedad {Vorlaufige Bemerkungen tiber bemalte Architectur und Plastik bei den Alten) en 1834, y previo a Die vier Elemente der Baukunst (1851), y al texto, aqui también traducido, Ciencia, industria y arte (1852). La segunda esta escrita entre 1856- 1859, por tanto sdlo est seguida, cronolégicamente, por la aparicién del primer volumen del Der Sti! en 1860. El interés de Los elementos basicos de la arguitectura es el de contener en forma sintétiea las hipotesis de Semper sobre el origen doméstico de la arquitectura, el significado simbélico del lugar, ese «centro moral de la vivienda» y, por tanto, los presupuestos que el mismo Semper va a desarrollar posteriormente en su Die vier Elemente der Baukunst y de forma parcial en Der Stil. Semper anuncid varias veces la aparicién de esta Teoria comparada como demuestra la nota recogida en Ciencia, industria y arte. Abributos de la belleza formal puede entenderse como un borrador previo de los presupuestos estéticos que Semper expone en sus Profegdmenos al Der Stil. Ambos manuscritos, conjuntamente con otros de menor interés para nucstro propésito, han sido publicados en inglés por Wolfgang Herrmann en Gottfried Semper, In search of architecture, MIT Press, 1984, a cuya version responden estas traduccio- nes al castellano. [La vivienda, primera forma de la actividad constructora del hombre ] Capitulo primero. Introduccién Gualquier tratado debe, ante todo, retroceder hasta los origenes mismos del tema estudiado, seguir su desarrollo gradual y explicar las excepciones y variaciones comparandolas con su estado primitivo, Por esta razén, no parece necesario justificar el hecho de que el presente estudio, que intenta clasificar en grupos, familias y clases todo lo que la arquitectura ha creado, se abra con el estudio de la vivienda 0 domicilio privado como tipo original y més sencillo. na LA CASA DE UN SOLO MURO Hay, sin embargo, razones para dudar de que la arquitectura como tal haya nacido verdaderamente con la construccion de viviendas. La historia del arte nos muestra que los pueblos que tenfan una inclinacién artistica mas marcada singularizaron sus edificios puiblicos, sobre todo sus templos, por el procedimiento de embellecerlos; mientras que la vida de los particula- res, y en consecuencia la vivienda privada, no adquirié refinamiento artistico sino hasta que se produjo un declinar religioso y politico al que acompaiié una retirada de la vida pablica, y su compensaci6n con otra de lujo y esplendor. Por tanto, se dira, las construcciones destinadas al culto ptiblico habran de estudiarse en primer lugar; se supone que son la primera y unica causa del crecimiento de un arte refinado y auténtico, nacional; sin la devocién religiosa esto no hubiera ocurrido. No hay duda de que un arte auténtico no existe sin devocién religiosa ésta lleva al hombre a deleitarse en los seres vivos que son obra del Creador, y le conduce, extasiado, a expresarse él mismo en sus obras de una manera creadora, como otra deidad. Pero esta devocién artistica es pantefsta, y convierte todo cuanto toca en templos de una divinidad que todo lo penetra. Aunque encuentra su expre- sion mas completa en el edificio consagrado, ha estado presente en el hombre desde el principio: se expresaba ya en la primera guirnalda, en los primeros intentos de ornamentacion Los pueblos mas antiguos de la historia estaban bien organizados, politica y religiosamente. Sin embargo, antes de aleanzar este grado relativamente alto de civilizaci6n debieron recorrer un largo camino (que tal vez fue sdlo un intento de volver a alcanzar las alturas que habian perdido en tiempos atin més primitivos) [fols. 15-16]. Por ejemplo, es improbable que la frugal vida privada de los griegos fuera la que llevaron desde un principio, igual que puede ser erréneo pensar, ante la severa simplicidad del estilo dérico, que habia sido precedido por formas atin mas sencillas. Por el contrario, a no ser que estemos gravemente equivocados, los tiempos heroicos ¢ histéricos fueron precedidos por un perfodo de vida cémoda y lujo privado. En aquellos tiempos, segiin la leyenda (y como confirman indicios bastante seguros), se prestaba gran atencién a palacios y viviendas, mientras que la actividad publica no daba al arte ninguna oportunidad. Lo que es mas, no existian los templos tal como los concebimos. E] templo es un resultado de 1a evolucion del culto funerario; siendo los sepulcros la casa de los muertos, el templo es la forma refinada ¢ idealizada de la misma motivacion que subyace en el desarrollo de la vivienda humana. Por esta raz6n, la secuencia aqui elegida esta justificada, tanto ms si consideramos innegable que, si no la arquitectura, si fue la construccién (en otras palabras, el acoplamiento de materiales de un modo bien planeado) la que se expres primeramente en viviendas y tumbas. Como son numerosos los asuntos importantes, esta seccion seré m: larga que todas Jas demas juntas; es también la més importante, porque introduce en su forma original los elementos que se desarrollaran en las secciones siguientes. LOS ELEMENTOS BASIGOS DE LA ARQUITECTURA hg Siendo el comienzo tan importante, es preciso tanto hacer mas adverten- cias preliminares como descender a muchos detalles, aunque muchos de ellos parezcan salirse del plan y estructura de este libro. Esta minuciosidad permitird hacer mas cortas las otr contentandonos con citas de este capitulo. Por lo extenso del campo que abarca esta obra, no es posible hacer mas que tocar ligeramente las importantes interrelaciones geograficas, morales, politicas y religiosas entre las naciones y los cambios ocurridos a través de los siglos. La intencién del autor es colocar al lector en situacién de comprender las manifestaciones de estos pueblos [fols. 16-18]. secciones, [El hogar 3 su significado simbélico ] Capitulo segundo. El hogar? Antes de pensar en erigir tiendas, empalizadas 0 chozas, los hombres se con- gregaban alrededor del fuego: la hoguera que los mantenia secos y calien- tes, en la que podian preparar sus sencillos alimentos. El hogar es el germen, el embrién de todas las instituciones sociales. La primera seal de asenta- miento, de reunién, de descanso, tras los largos nomadeos y trabajos de la caza, es siempre la hoguera, el brillo de las llamas crepitantes. Desde los primeros tiempos, el hogar se convirtié en lugar de culto; ideas religiosas antiquisimas y persistentes estaban asociadas con él. Era un simbolo moral: congregaba a los hombres en familias, tribus y naciones, y contribuia al desarrollo de las instituciones sociales al menos tanto como la necesidad o la pobreza. El altar doméstico fue el primer objeto singularizado por medio de la ornamentacién; a lo largo de todos los periodos de la sociedad humana, formé el foco sagrado en torno al cual cristalizaron, como un todo, los otros elementos dispersos. El hogar ha mantenido su secular significado hasta nuestros tiempos. La chimenea sigue siendo el centro de la vida familiar. Compartir los alimentos en el fuego doméstico era sefial de pertenecer a la comunidad. En griego y latin, las palabras «koine» y «caena» adquirie- ron el significado de asociaciones sociales; el aleman «Genossenschaft» [asociacion] se deriva de «geniessem» [probar la comida] Pero el significado del hogar era ain mayor en la Antigiiedad: era el lugar consagrado al mas solemne culto religioso. La tumba de los antepasa- dos estaba en su proximidad. Esta costumbre perdura entre los indios de Colombia. Algunos, como los Salives, colocan la tumba de sus jefes en el centro de sus chozas; otras tribus secan al fuego los cuerpos para colgarlos después de las vigas del techo* Como dudar de que la costumbre egipcia de embalsamar a los muertos y de mostrar las momias en alegres banquetes, asi como las lectisternias romanas con sus retratos en cera de los antepasados, provenian de unas costumbres ancestrales igualmente toscas? De este modo se convirtieron los antepasados en los primeros en satisfacer la necesidad de concretar en un objeto fisico la emocién religiosa. Altar y hogar se hicieron conceptos parejos, y la mascara de los muertos se convirtid en el primer idolo.

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