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a | Mitos y | recuerdos AN 09]8Nd0} PROLOGO ada uno de estos cuentos narra dos histo- rias; una leyenda griega y un recuerdo. , Las leyendas o mitos griegos que inician cuento pertenecen a los libros La Iliada y La ea, presumiblemente escritos o recopilados por poeta ciego llamado Homero, hace 2.500 0 600 afios, segtin distintos historiadores y eruditos. Los recuerdos, en cambio, pertenecen a fancia: algunos me ocurrieron, otros los pre- y la mayor parte los invent. La Iliada es el relato de la guerra entre egos y troyanos. Paris, principe de Troya, sedu- secuestra a Helena. Menelao, rey de la ciudad ega de Esparta, esposo de Helena, marcha al cate con un nutrido ejército y sus prodigiosos Ulises, Aquiles, Agamenén. La guerra ve afios y los dioses del Olimpo —Zeus, Palas Atenea, Poseidén, Eris y demas— n favoreciendo, segtin les parezca, a uno von cuenUE Jas aventuras de] més La Odise 60 sobreviviente de la Burry ee campo de batalla), Ulises “Aquiles aang reso a casa. Diez afios le llevg ‘ i difcultose f Eo ar rumbo a su esposa y su hij, Ulises ape bestias y bellas, peligros dg oe y monstruos ve Protegi. do por diosas y atacado por oe Cada una de estas peripecias inspiraba 9 evocaba en mf una historia que pudo haber vivido un chico de nuestro tiempo. O preguntas para las que nunca encontré respuestas: qué es la valentia?, por qué motivos vale la pena pelear?, :cudles son los métodos validos para conquistar a una mujer’, sdebemos escapar de las tentaciones, como Ulises de las sirenas, o rendirnos a ellas, como sus mati- nos en la isla de los lotéfagos? Estas preguntas ocuparon mi cabeza duran- te muchas horas de colegio en la infancia, y alin contintan ocupandola. Como nunca encontré respuestas, Cuentos, im ortante escribi , : . ‘a ae Para mi, buena parte de la mejor Literatu" t ole / 4 hecha de log smistenilis que no sabemos res ib T. 306 i 3 rec! " bo empez6 el universo?, ge6mo 4P* dela bre sobre la Tierra?, gqué hay después Muerte? a mejores cuentos que he leido no fue- que intentaron darme una explica- sobre los grandes enigmas de la vida, sino $ que me recordaron que no hay tesoro aso que poseer un par de preguntas que ie pueda responder. a, muy lejos, en tiempo, en espacio y lmente, de las terribles batallas que libra- s y troyanos por el simple favor de una Sin embargo, siempre me he sentido media- cercano a Ulises a partir de que inicié su a.casa, a [taca. Me gusta ver mi vida como 9 Viaje: confuso, azaroso y agitado; atrave- /Tocas erraticas y encontrando prodigios por Nunca he vivido siquiera el menor rasgo una aventura como las de Ulises, épero quién de impedir que nos sintamos capitanes de Propias vidas y que afrontemos nuestros problemas como Ulises enfrentaba a los Ya las furias de los vientos? | IADA stelle, : acl a aa i os YY BIL . UNA MUJER alliada es la historia de la gran guerra ‘entre griegos y troyanos. La diosa Afrodita, a cambio de una de oro y de ser elegida como la diosa Ie ofrece al pastor troyano Paris (hijo ido de reyes) la mujer mas hermosa de Pero Helena, la mujer mas hermosa de la estaba casada con el rey de Esparta (ciudad ja), Menelao. Nia la diosa Afrodita, ni a Paris, ni al a Helena, les interesé el estado civil de a tiltima, y Helena y Paris huyeron juntos a Menelao, terriblemente enfurecido, mar- junto a sus mejores hombres y ¢jércitos en ca de la esposa perdida. Como si con los hombres no bastara, n los dioses participaron de esta despiada- que se inicid cuando los griegos llega- 16 Sobre el final de esta historia, ¢| ik Ch descubre que a Helena le daba més o nikno, . i ; Ss Io mismo estar con Paris 0 con Menelao, y enton, Ces toda la contienda resulta medianamente absurdy 9 nos contaron esta historia en sépti- ecuerdo que todos en el aula nos miramos Tomds, el mds apuesto de nuestros com- ha comenzando un romance con Adriana, un patovica del séptimo B, del aula de llamado Ignacio. Vos parecié que habia entre las dos histo- yarecido increible. jana era hermosa y todos estdbamos acio era reconocido por su fuerza Y Tomds interpretaba el rol del joven ue pronto huiria con la reina. Pero con el » problema de que las aulas quedaban a y no habia hacia dénde huir. 9s cuantos meses después, Tomds le msejo al mds sabio de nuestros companeros, a de anteojos Facundo. Facundo, como taba perdidamente enamorado de Adriana, pté con dignidad su rol de consejer9. 18 Ignacio me desafta a pelear en |g : por Adriana le dijo lomds—, sQué hago; Fs una estupidez pelear por Adriang pondid Facundo—. Ella puede elegir com gyiz Pero me parece que ella prefiere quedary / que gane la pelea —dijo Tomds. le dijo Facundo—, tal vez n Entonces la pena pelear por ella. N DE AQUILES quiles fue el mds elogiado entre los héroes griegos que pelearon en la guerra de Troya. Era hijo de Tetis y Su padre era un rey, jefe de grandes ejér- s. Su madre, Tetis, una diosa marina, interce- te el poderoso Zeus para que le permitiera er invulnerable a su hijo. Aquiles fue alimentado con médula de y tigres. A poco de nacer, su madre lo habia mergido en Ia laguna Estigia, cuyas aguas vol- al cuerpo humano invencible. Pero, tal vez con el excesivo cuidado de las lo sostuvo por un talén mientras lo ergia; y ese talén quedé seco. Por tanto, ‘les era todo invulnerable salvo el talén de sus dos pies, no recuerdo si el izquierdo o recho. En el resto del cuerpo, ni las flechas, 0, ni las piedras podian ocasionarle el Pero como los dioses Participaban aL guerra jugando con los humanos, cierta vez Paris —el principe troyano que Por raptar a Ja Brie. ga Helena originé esta sangrienta lucha— disparg una flecha envenenada contra Aquiles, ¢| lise 4 Apolo dirigié la punta hacia el talén vulnerable de nuestro personaje. As{ murid Aquiles. jo la ventana del aula de mi cole- taba: zpor qué lo conside- conte, si era invulnerable? 2 consiste la valentia de una persona le puede hacer dano? Es solo una » estdbamos alli sentados, podiamos in remoto parecido con Aquiles? | primera vista no: nuestro cuerpo es erable. Todo nuestro cuerpo es vulne- s quema, el frio nos hiela, las fle- ‘Nuestro cuello es tan fragil como reo, uno de los chicos sentados en aque- lejos de la ventana, mds bien cerca del da, me sugirid lo contrario. Gastén, era muy petiso y algo te del aula, un repetidor llamado de él continuamente. Y ademas r— le pegaba en la cabeza o le tiraba muy fea de las orejas. Una manana, Gaston se le tiré a] dle enzé una pelea. Por supuesto, re Zurlo y a ep es émago; y : o Pa 7 en el piso, pero sin lorar, sie quedo __ $j me volvés a tocar —le dijo Gastén ji Zurlo desde el piso— Te voy a volver a pegar, ; Zurlo no volvid a tocarlo, ni a burlarse de 4 Viendo al malherido Gaston tendido en of piso, pero con una actitud intacta, lo comparé con Aquiles y pensé: “Los seres humanos somos al revés que Aquiles: todo nuestro cuerpo es vulnerable salu un talon invencible. Ese talén es nuestra voluntaa’ ARIS CONTRA MAENELAO uego de nueve afios de sangrienta gue rra, finalmente se encontraron frente a frente Paris y Menclao. " Recordemos que Paris habia huido con lena, la esposa de Menelao, pero se mostré mucho o en Ilevarsela que animoso en defenderla, Menelao se lo encontré en el campo de Paris, temeroso, se oculté entre los troyanos Héctor, el hermano de Paris, lo reprendié cobardia, le recordé que toda la guerra se fa iniciado por su culpa y lo obligé a enfrentar po a cuerpo a Menelao. Griegos y troyanos : un combate solo de Paris contra o; el que ganaba, se quedaba con Helena. Se arrojarian una lanza cada uno. Pero los dioses, que mas que ayudarlos se con ellos, no quisieron que la guerra es de que Paris err, y la lanza de > hirid a Paris, el poderoso dios Zeus 24 rompié la espada del griego y corté la Correa oe casco de Paris cuando Menelao lo arrastraba Paty ultimarlo. Luego la diosa Atenea ordené a Pandaro, un arquero troyano, que disparara una flecha con. tra Menelao (alta traicién, ya que habian acorda. do que el duelo serfa de uno contra uno), La flecha no maté a Menelao, pero la gue- tra, y esta historia, continud, lucha uno contra uno suena mas ye anos de guerra por un problema da un suceso que vivi en la loca- dras de nuestra quinta alquilada, a de piedras entre los habitantes e dos modestos edificios que estaban vo, se decia, era que uno de los lideres ificio A le habia quitado el puesto en al lider del grupo del edificio B, en cama por haberse esguinzado el lve ni yo sabiamos cuanto habia de 4, pero vetamos volar las piedras y cada tanto un grito 0 un mucha- dicen, el problema es entre esos ué no se tiran piedras solamente i la guerra? —le pregunté a mi ica de Héctor. 26 _fe wy a contar un triste Secreto — yy, No creo que los demds chicos a, ser fieles a SUS lideres: todos tienen a los lideres como excusa. @ ms i pare— do poe p clear, y USM Pe “wg S4nas 4, U» o Antenoh juego rodeado dé cientos de exclamé: rotegen- Dejemos yn los griegos- 7 yuelto loco —le respondid el js, quien al robar a Helena ado aquella guerra —- Puedo ezas y las riquezas de Helena, Helena. » escuchar a Paris, los jefes tro- 2 oferta a Agamenén, el her- » Menelao, para acabar con la mos las riquezas de Paris y las n los troyanos. valorado entre los grie- ; mi aunque nos : Helena. Sabemos que ystedes> proyano® estan a punto de qd, ‘arse Por yencl dos- __La guerra Ss | } ; los troyanos—- sAceptarfan al ; oe al una tregua para que podamos quema: Meno; . yeres de nuestros muertos? t los cadg . 2 Be Les concedo la tregua hij yo ; J Majestug. s era larga Zale : dicto, | alraneros so Agamenén. Extraho como suena, una tregua significa- dos grupos de personas que se estaban cordaban dejar de matarse y luego con- 9 el profesor termino aquella clase, j pueden hablar para acordar una qué no resuelven sus problemas mi propia vida me estaba dando una esa pregunta: yo estaba enamorado de séptimo B; y aunque ella también me podiamos dejar de pelearnos. recreo nos dectamos cosas hermosas, y al re las peores cosas. * Ia manana en que el profesor nos dio lase, supe que habia hablado de lo mismo de Flavia; pues 4 Ia salida del colegio, iba a acompanar a su casa, me dijo: jero una tregua. Dejemos de hablar- més grande. Y finalmente terminé el colegio prim, rio y dejamos de vernos. Muchos, muchos anos después (mds deiie tidés, perdi la cuenta), viajando en colectivo, pp ventanilla la vi atendiendo un quiosco de golosiy i en el barrio de Flores. Me levanté de golpe y bajé, Llegué corriendo al quiosco y pude hacerle aquella pregunta que me habia quedado atorada desde entonces: —Y... zya terminé la tregua? railo repre tnpanos, Zé atl, 1 ’ 3S Ment EL DESTINO ientras griegos y troyanos cele- braban su breve tregua, Zeus, el mas poderoso de los dioses, inaba como castigarlos. Al dia siguiente, el campo fue nuevamen- de batalla: muerte y gritos. Zeus observaba a los mortales desde el onte Ida, con una balanza de dos platillos. Un latillo representaba a los griegos y ¢l otro, a los anos. Zeus lanz6 un poderoso rayo al campo ¢ batalla, y los griegos salieron corriendo asusta- 9s mientras el platillo que los representaba casi aba el suelo. Los troyanos los perseguian, los ataban y los herian. Hasta el valiente Ulises hufa sin atender que a su propia vida. Ya estaban los troyanos por quemar las es de los griegos —y as{ ganar la guerra— cuando diosas Hera y Atenea, que odiaban al troyano » suplicaron a Zeus que salvara a los griegos. Ate! y un cervatillo en sus garras. El dguila deposité el cervatillo en g a que los griegos le habian construido a Zey, alta, Esto fue tomado por los griegos ia sefial clara de apoyo- Interrumpieron la ine i hehe con safia al contraataque. i / i f lanzaron : La batalla fue cruel y sangrienta. : - Zeus nuevamente infundi6 valor alos tr.) "p it , yanos. 4 Wat Y cuando Hera y Palas Atenea intentaron 7 fs yt participar a favor de los griegos, Zeus les advirtié: ‘ yo —No permitiré a ningtin dios inmiscuirse yf)" en esta batalla. La victoria sera de Héctor, el tro- |! me it yano, hasta que regrese a la batalla el valiente Aquiles. Ese es el destino. 4 € cabeza mas fuerte que - ese es el destino. we lo construta todos los dias? la habia una alumna Ila- En nuestra escuel Rosa que adivinaba el destino. Podiamos pre- , «i al dia siguiente habria prueba o si tal a nuestra novia. Rosa apretaba la frente contra la pared, 1 los ojos y nos daba la respuesta. ‘Un 7 de julio a la manana le pregunté a si al dia siguiente me tomarian leccién. En -de hacer lo de siempre, me dijo: —Fijate vos. Me la quedé mirando en silencio, sin com- 2 resond en mi Poniéndome una mano en la nuca me obli- regar la frente al trozo de pared. Mi ojo derecho quedé justo junto a un “4 el cemento hiimedo. Por ese agujerito en esa aula, yo estaba frente al profesor _—— Sagqué la frente, asustado, y gring “Me estd tomando leccién! ’ __ Ya te la tomé —me dijo Rosa _—Apenas miré unos segundos le __Ver un segundo del futuro equiy, dije der un dia en el presente —me eens Le fy __Me voy —dije. : Cuando llegué a casa, en el almana comedor la hoja blanca me mostraba desl K - los notables griegos que le ac a J de la joven. "e 5 Pero, en venganza, ordend ae ) que le trajeran a Briseida, la no m vt esclava de Aquiles. J Ante la pérdida de su escl jan Aquiles decidié dejar de pelear. Lloré madre, la diosa del mar Tetis. Viendo a su hijo desconsolado, mas poderoso de los dioses, Zeus, que gtiegos por haber maltratado a Aquiles. Zeus, como castigo, envid Agamenén sond que la siguiente mafiana s dia perfecto Para conquistar Tr Ald ‘Oya. spertar, estaba 5 pues el Suefio se ig hb, : eguro de que 5 evelado, habia enviado Precisamente er naa Cnt eee 10. te a

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