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CLASE N° 8: Naciones y nacionalismos Objetivos ® Que los cursantes conozean las principales controversias en loro a la cuestién de ka nacién y los nacionalismios » Que identificar el proceso histérico que llevé a la emergencia de los Estados nacionales y los nacionalismos * Que reconozcan, en fa presencia historiogréfica de estos debates, la impronta de las problemiiticas de las sociedades actuales en tomo a esta cuestiGn ® Que deliberen sobre fos aportes, limites y debilidades que presentan estas corrientes analiticas 2 Que reflexionen, a partir de Ia presentacién de estos enfoques, sobre la cuestién de la nacién en Argentina n.de fa nacién y los nacionalismos Iehates historiogréficos en tomo a Ja construcci Casi la totalidad de la poblacién mundial vive, a comienzos del tercer milenio de la Fra Contin, bajo alguna variante de esa forma de organizacién de las sociedades conocida como Fstado nacional que es, en si misma, el producto mds o menos logrado del nacionalismo, Es el emergente politico de ese proceso de modemizacién al que asistieron las sociedades a partir del siglo XVUL. La conformacién de la unidad naci6n, la configuracién del Estado-Nacién y la emergencia del nacionalismos son parte de esa realidad a la que se asiste desde aquellos tictapos. Un hecho histérico que ha generado, y gener, fuertes y permanentes debates historiograficos. Es que esos debates hablan de nuestro tiempo y de la presencia que tiene esta cuestién en las sociedad contempordneas. Controversias historiognifieas que, en lincas generales, pueden presentarse en dos grandes cortiontes: a de aquellos que siguen Presupuestos que sostienen que, la naci6n es una consecuencia del Estado nacional y éste, a su ver, Io es del nacionalismo. Las naciones no preexisten al nacionalisoro. Son, por el contracio, obra de éste iiltimo a través de su instrumento de nivelacién cultural y politica: el Estado nacional. No existe, segiin los “modemisias”, “naciones sin Estado”. Frente a ellos se encuentran los llarados “primordialistas” Ja nacién es algo latente que se encuentra en el sustrato hhistérico de un pueblo que, ante determinados procesos, provoca el “despertar nacional”, De modo que Hegan a Ja conclusién de que la universalidad y la inevitabilidad del fenémeno nacionalista no puede ponerse en cuesti6n. Un debate producido fundamentalmente cn el medio académico anglosajén del que, sélo Conor Cruise O'Brien se ha mantenido orgullosamente al margen de la polémica, Podemos decir que Emest Gellner', hasta su desaparicidn, ha sido la figura mas representativa de los “modemistas”, entre los que se cncuentran el historiador Erie Hobsbawm y el antropélogo Benedict Anderson”, Entre los “primordialsitas” cabe incluir a Anthony Smith y a Adrian Hastings, por ejemplo. La distincién tiene mucho de arbitcario. Smith y Hastings slo A propésito del notable aporte de este autor, en un reciente trabajo diversas historiadores revisado sus resupuestos teéricos. Nos referimos al texto compile por: Jobm A, [ALL (eds,), Estado » Nacidn Cambridge University Press, Madtid, 2000, “ Enfoques que, por tra parte, encuctfan un aniecedente en fa conocida conferencia pronunciadas por Emest RENAN, ¢Cné-es-que-ce una nacion?, Paris, 1887. s de la ‘ainciden en defender ta existencia de formaciones nacionales o prenacionales an modemidad. Para Smith, la nacién es un fendmeno de la moderidad, pero alega que tas naciones suclen construirse a partir de las poblaciones dotadas ya de cierta homogeneidad étnica. Por su parte, flastings, un tedlogo de la Universidad de Leeds, arguye que Inglaterra cra ya una nacién en la época de la conquista normanda, Dentro de la primer corriente nos detendremos a analizar el planteo de Erie Hobsbawm, Este historiador presente a la nacién como una construccién de una “tradicién inventada” que implica un grupo de practicas, normalmente gobemadas por reglas acepladas abjerta o Licitamente y de naturaleva simbélica o ritual, que buscan inculcar determinados valores © normas de comportamiento por medio de su repeticién, lo cual implica automaticamente continuidad con el pasado*, En este sentido, explica que la “wadicién” debe distinguirse claramente de la “costumbre” que predomina en las sociedades tradicionales. Aquello que caracteriza a las “tradieiones” es Ja invariabilidad. Ese pasado real o inventado, al cual se refieren, impone précticas fijas (normalmente formalizadas), como la repeticién. La “costumbre” en las sociedades tradicionales tiene la fimeién doble de motor y de engranaje, No descarta la innovacién y el cambio en un momento determinado, a pesar de que evidentemente el requisito de que parezea compatible con lo precedente 0 incluso idéntico a éste le impone limitaciones sustanciales. Lo que aporta es proporcionar a cualquier cambio deseado (0 resistencia a la innovacién) la sancién de lo precedente, de la continuidad social y la ley natural tal y como se expresan en Ia historia, La “costumbre” no puede alcanzar la invariabilidad, porque incluso en las sociedades “tradicionales” la vida no es asf. El derecho consuetudinario o [a fey comin muestran todavia la combinacién de Nexibilidad sustancial y thesin formal a lo precedente. Una segunda distincién que seBala, menos importante, es la que existe entre la “tradici6n” segiin se entiende aqui y la conveneién o rutina, que no tiene un significado ritual 0 una funcién simbélica como tal. Cualquier prdctica social que necesita Hevarse 2 cabo repetidamente tended a desartollar un grupo de convenciones y ratinas, que pueden ser Tormalizadas de ipso o de fure con el objetivo de ensefiar la prictica a los nuevos aprendices. Estas redes de conveneidn y de rutina no son “tradiciones inventadas” en fa medida que su fancién y, por consiguicnte, su justificacién, es mas bien técnica que ideolégica. Estin disefiadas para facilitar inmediatamente operaciones pricticas definibles y se modifican 0 abandonan répidamente para enfientarse a necesidades précticas eambiantes, sin olvidar la inercia que cualquier préctica adguiere con el tiempo y la resistencia emocional a cualquier innovacién por parte de ta gente que se siente ligada a ella, Tnyentar tradiciones es eseneialmente un proceso de formatizacién y ritualizacién, caracterizado por a referencia al pesado, aunque s6lo sea al imponer Ja repetieién. Lo interesante es que hay un uso de antiguos materiales para construir tradiciones inventadas de género nucvo para propésitos nuevos. A veces las nuevas tradieiones se pudieron injertar en las vigjas, a veces se pueden concebir mediante el préstamo de rituales oficiales, simbolismos y la exhortacién moral, la religién y la pompa principesca, el folelore y fa francmasoneria, FSid claro que muchas instituciones politicas, los movimienios ideoldgicos y los grupos, no menos en el nacionalismo eran tan imprevisibles que incluso fa continuidad hist6rica tuvo gue ser inventada. También esté claro que se crearon nuevos simbolos y concepciones como parte T.HORSBAWM, y RRANGER (comp), The iwention of adition. Cambridge University Press, 1983 (hay traduccién eastellana, Editorial Critfea, 2002), de Jos movimientos nacionales y de estados, como cl himno nacional, la bandera nacional o la personificacién de la “nacién” en un simbolo o una imagen, Estas tradiciones invetadas parecen pertcnocer a tres fipos superpuestos: a) las que se establecen o simbolizan cohesién social o pertenencia al grupo, ya sean comunidades reales artificiales; b) las que sc establecen o legitiman instituciones, estalus 0 relaciones de autoridad, y ) las que tienen como principal objetivo a socializacién, inculcar creencias, sistemas de valores o convenciones relacionadas con el comportamiento, Micniras que las tradiefones de tos tipos b) y 6) se crearon artificialmente, se puede sugerir que el tipo a) fue el dominante y gue las otras funciones se consideraban implicitas 0 surgidas de un sentido de identificacién con una “comunidad” y/o las instituciones que la representaban, expresaban o simbolizaban como “nacién”, En este sentido, hay que destacar que las “tradiciones inventadas” tienen un interés especifico para fos historiadores modemos y contemporéneos. Son muy insportantes para la innovacién histériea relativamente reciente que supone la “nacién” y sus fendmenos asociados: ef nacionalismo, la nacién-estado, los simbolos nacionales, las historias y demés, Todo esto se basa en ejercicio de ingenieria social que a menudo son deliberados y siempre innovadores, aunque sélo sea por la novedad histérica implica innovacién. El periodo en que se operan las invenciones de tradiciones hay que ubicarlo en un perfodo de treinta a cuarenta afios antes de la Primera Guerta Mundial. La practicaron de forma oficial —por motivos politicos- aquellos estados 0 movimientos sociales y politicos organizados. La llevaron a cabo de forma extraoficial ~por motives sociales-sobre todo grupos sociales que estaban organizados formalmente como tales como clubes y hermandades. Esta formas principales de creacién de tradiciones en ¢l siglo XIX, reflejaron las transformaciones sociales del periodo, Debido a estos cambios, las formas tradicionales de gobiemo por parte de fos estados y las jerarquias sociales o politicas resultaban més dificiles. Los nuevos méiodos de gobierno o la renovacidn en los lazos de lealtad estuvieron definides por esa invencién de tradiciones “politicas”. Las nuevas fiestas y ceremonias piiblicas, los nuevos héroes 0 simbolos oficiales que attaian a los crecientes ejércitos de emplcados del estado y al piblico cautivo que formaban los colegiales, podian fracasar en el intento de movilizar a tos voluntarios ciudadanos si carceian de auténtica resonancia popular. Visto desde abajo, el estado definia cada vez més el mayor escenario en el que se interpretaban las actividades de suma importancia que determinaban las vidas bumanas como siibditos y ciudadanos. La estandarizacién de la administracién y del derecho dentro de ella y, en particular, de la educacién estatal, transformaba a las gentes en eiudadanos de un pais cspecifico. FI estado era ef marco de las acciones colectivas de los ciudadanos, en la medida en que eran reconocidas oficialmente. De hecho, la politica, en el nuevo sentido que adquitfa ta palabra cn el siglo XIX, era esencialmente a escala nacional. Para fines politicos, la sociedad (“sociedad civil") y el estado dentro del que aciuaba se hicieron cada vez més inseparable. En el marco de esta “politica de la democracia”, era natural que las clases que existian en la sociedad y, en particular, la clase obrera, tendieran a identificarse por medio de movimienios u organizaciones que actuaron esencialmente dentro de los confines de la nacién. Flestado, la naci6n y la sociedad eonvergian. En sentido, se debe sefialar que se ha preferido tratar el enfoque de Hobsbawm, en tanto plantea sustanciales diferencias con otros enfoques modemistas, puesto que parte de la idea de la nacién como et producto de una construccién que se opera desde el marco del Estado-Nacién, seleccionando aquellos sentimientos gestados en ia propia comunidad tomdndolos en préstamo y fomentandolos*. Como sostiene, si bien es obvio que los gobiernos: se encontraban ocupados en practicar una ingenieria ideoligica consciente y detiberada, seria un error ver en esos ejercicios una pura manipulacién desde arriba. Sus mejores resuitados los, daban cuando era posible edificar sobre sentimientos nacionalistas extraoficiales que ya existian, fuese de xenofobia demética o chauvinismo 0, mis probeblemente, en el nacionalismo de la clase media y media baja’, Seri el propio Hobsbawm quien explica que cl nacionalismo de 1880-1914, diferfa en tres aspectos importantes de la fase de nacionalismo de prineipios del siglo XIX, aquel que sostavo Giuseppe Mazzini. En primer lugar, abandoné el “prineipio det umbral” que ocupé un lugar central en el nacionalismo de Ia era Hiberal. En lo sucesivo ewalguier conjunto de personas que se consideraban como una “nacién” reivindied el derecho a la autodeterminacién que, en tiltimo término, significaba ef derecho a un estado aparte, soberano e independiente para su tertitorio. En segundo lugar, y como consecuencia de esa multiplicacién de naciones “no histérieas” en potencia, Ia etnicidad y la lengua se convitieron en los eriterios centrales, cada vez mas decisivos € incluso los dnicos de [a condicién de la nacién en potencia. ¥ el tetcer cambio, un marcado despkazamiento hacia la derecha politica de Ia nacién y ta bandera, para el cual se inventé realmente el término “nacionalismo” en el iiltimo decenio del sigto XIX. Si de la cuestién del idioma se trata, las clases euya suerte dependia del uso oficial de Ja lengua vernécula escrita eran los estratos intermedios socialmente madesios pero cultos, que incluian a quienes adquirfan la condicién de personas de clase media baja precisamente por ejercer oficios no manuales que requerian instrucci6n. Los socialistas de la época, que raras veces usaban la palabra “nacionalismo” sin afiadirle [a expresién “pequefio-burgués”, sabian de fo que hablaban. Las batallas del nacionalismo lingtiistico las libraban_periodistas provineiales, maestros de escuela y funcionarios subaltemos con aspiraciones., sos mismos estratos sociales, segiin el autor, formaron el néicleo de esa subvariedad del nacionalismo que son los movimientos del antisemitismo politico que surgen cn los 108 decenios del siglo, especialmente en Alemania y Francia. La incertidumbre acerca de su categoria y su definicién, la insoguridad de grandes estratos situados entre los hijos e hijas ¢ indiscutibies del trabajo manual y los miembros no discutidos de la clase alta y media alta, la compensacién excesiva de las pretensiones de singularidad y superioridad amenazadas por alguien: todas estas cosas ptoporcionaban vinculos entre los modestos estratos intermedios y un nacionalismo militante que casi puede definirse como respuesta a tales amenazas de los trabajadores, de estados ¢ individuos extranjeros, de los inmigrantes, de los capitalistas y los financieros tan féeiles de identificar con los judios, a los que también se consideraba como los agitadores revolucionarios. Porque estos cstratos intermedios se vefan a si mismos acosados y “Este presupuesto ha sido trabajado en: Bric HOBSBAWM, “La fabricacién de naciones” en La era det cepltalisnia. Barcefora, Labor, 1977 (pp. 123-146). Eric HOBSBAWM, “Banderas at viento: las naciones y rracionalismo" en ir era del imperio. Barcelona, Critica, 1989. (pp. 143-165). Eric Hobsbawm, Naciones acionalismos, Barcelona, Crltica, 1992. * Mientres que, trabajos com ef de Renidict ANDERSON, plantean el constucto de fa nacién como wn producto culturat exclusivamente pensedo y disefiado por una clits intelectual ¢ implementado desde el Estado. Tesis desacrollada en su obra inds conovida: Comunidades imaginadas, Reflexiones sobre el origen y ta difisién det hhacioralisma, México, PCP, 1993. Por otra parte Erect GELLNER, ha sido el maximo referente de los “modernistas". Pero su enfoque trata Ia cucstién de la nacién y su emergente, el nacionalismo, centrado particularmente desde el Estado en el contexio ce una sociedad capitalist, industrial y buroerética. Su obra mis conocida es: Nacianes y nacionalismas. Madrid, Alianza, 1988. en peligro. La palabra clave del vocabulario politico de 1a derecha francesa en e] decenio de 1880 no cra “familia”, “orden”, “tradicin”, “religién”, “moralidad” ni nada parecido. Seatin Jos analistas, era amenara. Entre los esttatos intermedios menores e) nacionalismo suftié asi una mu de ser un concepto asociado con el liberalismo y te izquierda para transformarse en un movimiento chauvinista, imperialista y xendfobo de la derecha radical, fendmeno que ya podia observarse en la utilizacién ambigua de términos tales como “patria” y “patriotismo” hacia 1870 en Francia’. En definitiva, sostiene que el avance general de la democracia electoral y la consiguiente aparicién de fa politica de masas dominaron a invenei6n de tradiciones oficiales en el perfodo 1870-1914, Lo que le dio una wrgencia especial fue la dominacién, tanto del modelo de instituciones constitucionales liberales como de Ja ideologia liberal. Ese marco liberal tarde 0 temprano debia extender los derechos civicos a todos Jos ciudadanos. Por otra parte, los triunfos econémicos y las transformaciones sociales Hlevaron a optar por el individuo frente a la colectividad institucionatizada, las transacciones de mercado frente los lazos del humanos, por la clase frente a la jerarquia baseda en el rango. Habfa existido un desinterés por proporcionar los Jazos sociales y de autoridad que en anteriores sociedades se tenian por seguros y, de hecho, se habia propuesto debilitarlos. Mientras las masas se mantuvieran apartadas de la politica 0 se mostraran dispuestas a seguir a fa burguesia liberal, esta no ered ninguna dificuitad importante, A partir del decenio de 1870 result6 obvio el ingreso de las masas a la politica. Pue asi que, frente a esa politica de masas, los goberantes y los observadores de la clase media, redescuibrieron Ja importancia que tenfan os elementos “inracionales” para mantener el tejido y el orden social. Esa fie la necesidad que se le prosent6, on cl caso fianeés, a los hombres de la Tercer Repiblica. La invencion de tradiciones descmpefié un papel esencial en el mantenimiento de la repiiblica, aunque solo fuera salvaguardéndola tanto contra el socialismo como conira fa lerecha, En lo que se reficre a la invencidn de tradiciones, tres grandes innovaciones vienen especialmente a propésito. La primera fue la ereacién de un equivalente laico de la Iglesia: la educacisn primaria, imbuida de principios revolucionatios y republicanos y ditigida por los “sacerdotes” de la docencia: los institueurs. La segunda fue, la invencién de las ceremonias publicas. La mas importante fue el Dia de fa Bastilla con manifestaciones oficiales y festejos populares, La tercera consistfa en una serie de monumentos pablicos. Frente a enfoques de este tipo, aparecen trabajos donde se rescata una visién esencialista de largo aleance en el que existe el sustrato de la nacién que, en determinados contexios ante la movilizacién politica, se convierte en nacionalsimo, Ese es el enfoque de Anthony Smith quien entiende a la nacién como un depésito histérico activado y reconstruido en procesos modemos. Una estructura estratificada en el tiempo producto de experiencias sociales, politicas y culturales establecidas por generaciones sucesivas de una comunidad identificable. De modo que el resultado de 1a situacién contemporanea de la nacién se explica como et resultado de las experiencias y expresiones pasadas de todos sus miembros’. clon y dejo * Brie HOBSBAWM, Naciones y nacionalismos...Op.Cit. Cap, 4: “Las transformacién del nacionelismo” pp.130 Al respecto su obra més conocida y en la expone esta teoria es: The ethnie Origins of Nations. Blackwell, Oxford Uk and Cambridge USA, 1986. En el articulo que se ha seleccionado de este autor se menciona de modo general la teoria de los “mademistas” y “postmodemistas” para explicar la insuliciencia de su enfoque. Entre los primeros ubica a Gellner por entender la nacién como un producto moderno que aparece en Europa y América a fines del siglo XVIII, como producto de concepciones nacionalistas generadas por las necesidades de las sociedades modernas. El mundo modemo capitalista, industrial y buroerético generé el nacionalismo, en tanto la nacién proporciond la tinica base y el tinico marco fiables para el crecimiento. Por su parte, los “postmodernistas” (entre ellos Anderson) son presentados por este investigador como los que construyen a la nacién a partir de la decodificacién de textos que deben ser “lefdos” y “narrados”. Un discurso histérico concreto con su eonjunio de précticas y ereencias que deberin ser “deconstruidas”, En definitiva, Smith resalta de este enfoque su énfasis en la construccién cultural de la nacién con una dindmica propia opuesta a fa determinacién social y politica, ‘También toma una selativa distancia de la perspectiva analitica “geoldgica” que cntiende el pasado émico explica el presente nacional, La teorfa “geolégica” introduce un principio explicativo profundo que es el de considerar, que ef desarrolfo modemo no puede comprenderse sin aprehender los contornos de formaciones sociales muchos mas antiguas. Las comunidades se construyen por etapas, reposando cada estrato encima de los anteriores. “De acuerdo con esta teoria, la nacién modema, como un linaje duradero es en gran medida un precipitado de todos los depésitos de generaciones més antiguas de la comunidad. La herencia determina el caricter de fa nacién modems. [...] La nacién modema se convierte en no séto en el precipitado colective de depésitos anteriores, sino en una sintesis, y una nueva forma, de esos depdsitos. Segin esta interpretacién, la nacién contemporinea es simplemente la forma moderna de una nacién biolégica secular. De acuerdo con esta concepcién, las naciones han existido siempre en una u otra forma. [...] Son también inmemoriales. [...] Como la familia, fa nacién es una caracteristica perenne de la historia y de la sociedad humanas”®. 42s precisamente aqui donde Smith se aparta para sostener que estas teorfas presentan la imagen de una nacién cerrada y estética que minimiza los factores que evan a la discontinuidad, la dislocacién y la fucha con fuerzas exteriores que han acompaiiado con tanta frecuencia el surgimienio de las naciones mademas. Ese orden social natural al que hacen referencia los nacionalistas, segiin afirma, omite el acontecimiento imprescindible, el conilicto de intoreses, la influencia de los participantes y el impacto de las estructuras y fierzas externas. El surgimiento de las naciones debe situarse en el contexto de condiciones modemas especificas, incluso donde éstas son configuradas por experiencias pasadas y herencias étnicas Lo que habré que atender es Ja accién del intelectual nacionalista que se convierte en un especie de arqueslogo que selecciona de los depésitos del pasado aquello que adquiere significado y sentido. Lo que se busca y rescata es el redescubrimiento de un pasado étnico 0 a “etnohistoria”, Fs la necesidad de reconstruir la nacién moderna y situarla en el tiempo y en cl espacio sobre conocimientos firmes y auténticos. Et papel de los intelectuales y profesionales nacionalistas, serfa segtin Smith, es el de redescubrir y reinterpretar el pasado Siico ndigena como la clave de una comprensién de la época actual y de la comunidad moderna, de modo muy semejante a como los arquedtogos reconstruyen él pasado con el fin de situar una cultura, una comunidad 0 una civilizacién en ta historia y, por ella, también de Sti * Anthony SMITH, *;Gastronomia 9 geologla? El papel del nacionalismo en In reconstruccién de las naciones” en Zona Ablerta, 79, 1997, p54 6 relacionarla con la era actual. Anima a ambos celeetivos fa creeneia en que el pasado étnico explica el presente, una comprensién que es completamente diferente de la creencia modemista y postmodernista en que el pasado es un constructo del presente o simplemente una cantera de materiales para sus necesidades. El redeseubrimiento, tal como to analiza, es muy seneillo. Implica la basqueda de la auténtica “etnohistoria” comunitaria, ef registro de Jos recuerdos, la recoleccién de mitos y tradiciones indigenas, la investigacién de dimensiones insdlitas y la localizacién de nuevas fuentes. La reinterpretacién seria mis complicada. Sopesar {as fuentes, tamizar las tradiciones, seleceionar mitos y ritos, fijar el canon de la etnohistoria, con el fin de emplazar la comunidad en un contexto significative, plantea toda clase de preguntas sobre la ovidencia y In vetificacién. Pero en este caso ef pasado étnico se reinterpreta para hacer que los anhelos nacfonalistas del presente parezean auténticos, naturales y comprensibles, Esto desembocaria a la tercer actividad de un nacionalista, la regeneracisn colectiva que implica un Hamamiento a la gente, movilizando a la comunidad, inspirando fervot moral, activando sus energias en pro de metas nacionales, con el fin de reformar y renovar la comunidad. Por eso sugiere que seria pertinente un enfoque donde se ponga en equilibrio la influencia del pasado étnico, ese depdsito geoldgico, y ta scleccién y reconstrueeién que hace del mismo c] intelectual nacionalista. Eso nacionalistas tienen un papel vital que desempefiar en la construccién de las naciones como arquedtogos politicos que redescubre y reinterpretan cl pasado comunitaro. Un trabajo que ha sido ubieado en la misma linea esencialista, pero con sensibles variantes a las que expone Smith y que no podemos dejar de mencionar y analizat es, el de Adrian Hastings. Precisamente este autor, en un reciente trabajo, afirma que la nacién, la ctaicidad, la religién y el nacionatismo son cuatro elementos distintivos y determinanies de la historia curopea y mundial. Tal como lo entiende, se ha planteado en forno a la tematica de la nacién y cl nacionalismo un cisma entre los “modemistas” y los “revisionistas” y por eso busea explorar la historia de la palabra nacién y, partiendo de ahi, condueir, mediante un andlisis de la relacién entre el idioma y la sociedad, a una discusién més amplia sobre la naturalera de la nacién y el na mo. Precisamente su idea de nacionalismo difiere bastante del planteo de Hobsbawm, al igual que el texto de Nationalism and the Stete de John Breully, Nations and Nationalism de Ernest Gellner, Imagined Communities de Benedict Anderson. Segiin Hastings, todos ellos representan la fendencia modemista, la principal ortodoxia actual en e] estudio del nacionalismo, cuestionada cada vez més por medievalistas como Keith Stringer®. Su andlisis de la relacién entre religion y nacionalismo lo hace desde una perspectiva de larga duracién sabiendo que cruzaba la frontera de un cisma historiogrifico. Insiste que el papel de la religién ha distado mucho de ser univoco en sv relacién con la etnicidad y la construecién de las naciones y que, incluso, ha sido determinante en esa historia mas amplia, Sus tesis basica se fundamenta en estos puntos centrales: 1. Para la creacién de ta nacionalidad, a partir de una o més etnias, el factor con mucho mas importante y mas ampliamente presente es el de una extendida obra escrita en fengua verndcula, Una nacién puede preceder © seguir a un Estado propio, pero, ciertamento, este le permite adquirir mayor conciencia de si misma. La mayoria de estas evoluciones estén estimuladas por el ideal de una nacién Estado y del mando * Keith STRINGER, “Social and Political Communities in European History: Some Reflections on Recent Studies” en Claus BJORN, Alexaider GRANT y Keith J. SIRINGER (eds), Nations, Nationalism and Patriotism in the European Pas, Copenhague, academic Pross, 1994, como una sociedad de oaciones originalmente “imaginado”, se podria decir, a través del espejo de la Biblia, ef primer libro de texto en Europa, pero no convertido en filosofia politica formal hasta el siglo XIX y después casi canonizado por el presidente Woodrow Wilson y el tratado de paz firmado en Versalles en 1920. Una etnia es un grupo de personas con una identidad cultural y na lengua hablada en comunes. Constituye el mayor elemento de distincién en todas las. soviedades prenacionales, pero puede sobrevivir como fuerte subdivision con una Iealtad propia dentro de las naciones establecidas. 3. Una nacién es una comunidad mucho més consciente de s{ misma que una etnia, Formada a partir de una o més etnias y norrmalmente identificada por un habeas propio de textos escritos, posee o reclama el derecho a la identidad y a la autonomia politica como pucblo, junto con el controi de un (entitorio especifieo, comparable al del Istael biblico y de otras independientes, en lo que considera un mundo de naciones Estado. 4. Un nacién Estado es un Estado que se identifica en funcién de una nacién especifica, cuyos ciudadanos no se consideran simples “stibditos” del soberuno sino como sociedad con vinculos hotizontales a la que en cierto sentido pertenece al Estado. 5, EL témino “nacionalismo” tiene dos componentes: uno fedrico y otro préctico. Como teoria politica la de que cada nacién deberia disponer de su propio Estado- deriva det siglo XIX. En la prictica, ef nacionalismo es fuerte solo desde un punto de vista parlicularista, cuando deriva de la ereencia de que su etnicidad o tradicién nacional es especialmente valiosa y es necesario defenderla casi a cualquier procio mediante la creacién 0 ampliacién de su propia nacién Estado. Aunque el nacionalismo pasé constituir parte esencial del pensamiento politico occidental en cl sigia XIX, evistia ya mucho antes en algunos lugares como podcrosa realidad. La religi6n es un elemental integral de muchas culturas, de fa mayorfa de las etnias y de algunos Estados. La Biblia proporciond, para el mundo cristiano al menos, el modelo original de nacién, El cristianismo biblico sostiene ef mundo cultural y politico 4 partir del cual surgicron los fenémenos de nacionalidad y nacionalismo en su conjunto, al tiempo que, en buena parte de los casos, proporeiond un ingrediente enicial en la historia particular tanto de las naciones eomo de los nacionalismos. 2 En base a esos puntos puede sostener que, Inglaterra ya presentaria el prototipo de nacién y de nacién Estado en el sentido més pleno, de modo que precede a todas las demés, en siglos anteriores ai XVIII. Antes de la tlustracién, presenta casi todas lus caracteristicas nacionales. Segiin propone, buena parte de ese nacionalismo se puede detectar ya en tiempos de los sajones, hacia Finales del siglo X. A pesar del generalmente exagerado revés que supuso la conquista normanda, una nacién Estado inglesa sobrevivié al 1066, aumenté de forma bastante continuada la fuerza de su conciencia nacional a finales del siglo Xi y durante cl XII, pero emergié de forma atin més ruidosa con el renacimiento de su escritura en lengua vernécula y las presiones de la guerra de los Cion Afios a finales del siglo XIV. Aun asf, la mayor intensidad de su experiencia nacionalista, junto con su impacto en ullramar, sin duda, seda a partir de los tiltimos afios del siglo XVI. La cuestién clave de su postura es que su cisma respecto @ los “modemistes” radica en al fecha de comienzo que esta tendencia signe en funcién de le presentacién de Elie Kedourie’, el nacionalismo es un fendmeno mny moderno del que no se puede hablar °° Elie KEDOURIE, Nationalism, Londres, Hutchinson, 1960. propiamente antes de finales del siglo XVIII; el nacionalismo precede a la nacion, “Es el nacionalismo el que engendra naciones”, declaré Gellner''. Hobsbawm diria: “No son las naciones las que hacen los Estados y los nacionatismos, sino al contrario, la naeién es un fenémeno muy reciente en la historia de Ja humanidad [...], Es una entidad social solo en la medida que se relaciona con cierto tipo de Estado territorial modemo, ia ‘nacién Estado" [..]. La caracteristiea basica de la nacién modema y de todo lo relacionaco con ella es su modernidad”’”. Anderson se muestra completamente de acuerdo y su conclusidn, enfrentada a {a realidad nacional de Ja guerra de Independencia de Estados Unidos, es que todo debe haber comenzado abi: “Les nuevas entidades politicas que surgieron en el hemisferio occidental entre 1778 y 1838, todas las cuales se denominaban conscientemente naciones a sf mismas [..] constituyeron historicaimente fos primeros Pstados de ese tipo surgidos en el mundo, y por tanto proporcionaron inevitablemente el primer modelo real de ‘como deberian ser’ dichos Fstados”. La Revolucién Francesa pronto siguis a la estadounidense y en consecuencia esta nueva entidad, la nacidn, continga Anderson, fue “una compleja’mezcla de elementos franceses y estadounidenses disponible para su reproduceién en la segunda década del siglo XIX". Todos siguen a Kedouric en la insistencia en esta fecha de finales del siglo XVIII para cl comienzo de todo el proceso. Acerea de por qué o dénde comenz6 no estén tan unidos, Anderson afirma que en realidad todo fue una gran invencién americana, Para Kedourie, fueron Kant y a tlustracién los tesponsables. Para Gellner y Hobsbawm, parece ser mas bien una consecuencia inevitable def capitalismo y ia industrializacién. El problema que esto supone, segiin lo sostiene Hastings, resulta ser doble. En primer lugar, buena parte de la explosién nacionalista de Europa Central y Oriental no se ha producido en zonas que destaquen por su industrializacién; en segundo lugar, Anderson no consigue explicar por qué el proceso habria comenzado en Estados Unidos. De alli que fa pregunta gde dénde proceden Jas naciones? Su respuesta es que, de algunas entidades étnicas, afectadas por el desarrollo de la eseritara en una lengua vernicula y las presiones del Estado. Lo que habria que establecer en oposicién al moderismo no es ningin tipo de “primordialismo” ~la afirmacién de que todas las naciones existentes hoy en dia, y solo esas naciones, existian en forma embrionaria hace mil 0 mil quinientos aos- sino un andlisis bien elaborado sobre por qué algunas identidaces étnicas se convierten en naciones y otras no. El origen caracterizador de la nacidn, como el de cualquier otra gran realidad de la experiencia occidental moderna, ya sea la universidad, ef Estado buroeritico o el individualismo, es preciso situario en una época de transformacién de la sociedad medieval. Sostiene que las entidades ¢tnicas se convierten de manera natural en naciones 0 en elementos infegrantes de una nacién en el momento en que la fengua verndcula espeeifica pasa de un uso oral a uno escrito hasta el limite de ser empleads habitualmente para la produccién de obras escritas y, especialmente, para la traduecién de la Biblia, De alli que considera que “Desde el momento en que la lengua vernécula de una etnia se convierte en un idioma con una eseritura propia extensa y viva, parece haberse cruzado el Rubicén en la senda de la nacionalidad. Si no consigue pasar por dicho punto es muy probable que nunca se dé el paso de la nacionalidad ..] Creo que es practicamente imposible discutir el tema sin tomar en eonsideracién ta Biblia, que constituye el principal lente a través del cual las personas versadas en ella imaginaron la "' Braes GELLNER, Maciones y Nocionalismas. Op.Cit, pp.55 " Eric HOBSBAWR, Nactoner y Nacionalicmos desde 1780...Op Cit, p.10 " Benedict ANDERSON, /magined Comunities, pag, 46, nacién, pero no encuentzp referencias a esto ni siquiera en Anderson, donde resultatia especialmente apropiado”™. Siguiendo con esa linea argumenial, elahora un rastreo histérico del término nacién que encuentra usado con frecuencia y coherencia, en el caso inglés, desde comicazos del siglo XIV en adelante. Afirma que un obvio instumento bibliogrifico para ese uso coherente se debe buscar en la Biblia en inglés y, desde la Reforma en adelante, en su vehiculo semanal de audicién piblica, el Book of Common Prayer. Si bien el uso estable en inglés de la palabra naciones seria anterior, a partir del siglo XVI se afianzaria en el pueblo inglés por la frecuente y enfatica referencia biblica a Jas naciones y a un mundo de naciones. El objetivo de su Gigresién sobre la historia de una palabra no seria el de demostrar que el término nacién tuviera para los ingleses exactamente el mismo sentido que pudiera tener para un nacionalista posterior al XIX, pero si que encuentra en la palabra parte del sentido moderno. Lo que estarfa claro es que en inglés ha habido una continuidad sorprendente firme a lo largo de més de seiscientos aflos, que ya en el siglo XIV su sentido estaba relacionado de forma explicita con un grupo de idioma definido y buena parte de sus raices eran biblicas y de su versin verndcula, Ia Vulgata, La Biblia, en ese sentido para este historiador, presentaba en el propio Israel un modelo evolueionado de lo que significaba ser una nacién: una unided de personas, idioma, religiGn, territorio y gobiemno, Quiz un ideal aterradoramente monolitico, que habria generado después todo tipo de fantasias peligrosas, pero que estaba shi. Inglaterra mostraba claras evidencias de la coneiencia pitblica de la palabra aunque por supuesto eso no demostearia que Jos ingleses furesen en aquel momento una nacién entendida en los términos contemporancos, aunque su frecuente utilizacién demostearia que asi se consideraban, Para que sucedicra fue fimdamental el impulso que le dieson muchos eristianos, sacerdotes y seglares de taducir ta Biblia o de producir otros libros adecuados para Ja devocién popular -una iniciativa que debia ir necesariamente acompafiado por una liturgia que se celebrara en lengua vernacula-. Ese era el paso, a partir del cual, esa lengua oral deviene cn un idioma escrito, un trénsito que no todos esos diaiectos pudicron realizar. Es notable destacar que aunque no hubo una Biblia impresa en inglés anies de 1535, la misma estaba completamente traducida por los soguidores de John Wycliffe, desde finales del siglo XIV y su amplia difusién esti demostrada por la supervivencia de mas de 200 manuseritos, Lo que diferencié claramente el caso inglés de otros de Europa continental es que, todos reconocian el vinculo y la unidad subyacente entre su dialecto oral particular y Ta forma ‘mica de idioma escrito empleado por la Iglesia y el Estado. Asi explica que, mucho antes del advenimiento de la educacién primaria, la cultura en lengua verndcula y la autoridad establecida se habjan unido como sernillero de la nacién Estado, una realidad prin. protestante. La existencia 0 no existencia de una né comenta. Las maciones surgen a partir de las identidades étnics én no es una cuestién sencilla, segiin nos , fas guerras y las divisiones religiosas, a partir de los textos eseritos y de la propaganda nacionalista, y de las presiones admin wacen lentatnenie, de forma que en un punto determinado del tiempo rativas, pero lo “Adrian HASTINGS, La construccién de las nacionalidades..Op Cit, p. 25. Cabe meneionar que el éinico estustfo relativamente reciente sobre el nacionalismo que toma su base biblica es el det irlandés Conor Cruise O'BRIEN, God Land: Reflections and Muctionatism, Harvard University Press, 1988. Un aporte paca menefonado por cierto y que como se coment6 al presentar este debate ha permaneeido alejade de las controversias historiogrificas, Francia durante ta década de 1780 9 1799. La caracteristica més importante de la Francia del siglo XVIII era la de ser un sociedad esencialmente rural. En 1780 tenia probablemente una poblacién de 28 miliones de habitantes, dos personas de cada diez vivian en un centro urbano. La inmensa mayoria estaba repartida en 38.000 comunidades rurales o parroquias con una media de 500 residentes aproximadamente, Durante mucho tiempo la monarquia habia tratado de imponer una uniformidad Jingdistica en las poblaciones obligando a los sacerdotes y a los abogados a utilizar el franegs, Sin embrago, la mayoria de los sibditos del rey no usaba el francés en la vida cotidiana, al contrario, podria decirse que la lengua que casi todos los franceses ofan regularmente era el latin, los domingos por la mafana. El francés era la lengua que utilizaban los que trabajaban en ta administracion, el comercio y distintos oficios, los stiembros del clero, aunque predicar hablaban tos distintos dialectos o lenguas locales. Se hablaba ef occitano (Languedoc), ei flamenco (noreste), aleman (Lorena). Habia minorias de vascos, catalanes, ccltas y a subes habia variacioues regionales. Las dos caracteristicas mas importantes que los habitantes de Francia del siglo XVIII tenian en comin eran que todos eran subditos del rey, y que el 97% de ellos eran catdlicos. Su gente tenia una identidad que estaba vinculada a su propia provincia o pays Las culturas regionales y tas ienguas y dialectos minoritarios estaban sustentades por estrategias econdmicas que trataban de acomodarse a las necesidades domésticas de un mercado regional o microregional. La economia rural era esencialmente una economia campesina: una produccién agraria basada en el hogar y orientada esencialmente a la subsistencia, Este complejo sistema: multicultural pretendia en la medida de io posible cubrir las necesidades de consumo de los hogares, incluyendo el de vesti. La gente de la ciudad se referia a la poblacién rural con el término de paysans, esto es “gente de campo". Sin embargo, detras de ese vocablo se oculta las complejidades de Ia sociedad rural que se revelarian en los distintos comportamientos de aquella poblacion durante la revolucién. Los braceros constituian la mitad de la poblacién en areas como la Ue-de-France en torno a Paris, dedicadas a la agricultura a gran escala. No obstante, en la mayoria de las regiones el grueso de la poblacién estaba compuesto por minifundistas agricultores arrendatarios, aparceros, dependiendo también mucho de ellos de la practica de un oficio o de un trabajo rerunerado. En todas las comunidades rurales habfa una minoria de hacendados, a menudo apodados cogs du village, que eran importantes granjeros arrendatarios (fermiers) 0 terratenientes (labourenrs). En los pueblos mas grandes habia una minoria de personas -sacerdotes, letrados, artesanos, trabajadores textiles- que no eran en absolute campesinos, pero que en general posefan una parcela de tierra, como es el caso del huerto del cura. El campesinado constituia aproximadamente cuatro quintas partes del “tercer estado” o de los “plebeyos”. pero poseia solo un 40% de la tierra, La Francia rural cra también el centro de gran pane de los productos manufacturados. La industria textil en especial dependia-ampliamente-del trabajo: wtiempo parcial de las mujeres en {as zonas rurales de Normandia, Velay y Picardie, A lo largo del siglo XVIII, grandes terratenientes y arrendatarios monopolizaban las tierras, especializindose en el cultivo del maiz, mientras que los medianos y los pequeios ‘campesinos se vieron obligados a hilar y tejer lino para escapar de la pbreza y el hambre Los intermediarios, mercaderes-tejedores de lugares como Montigny, que hipoteca pequefias propiedades familiares para unirse a la fiebre de ser ricos, desempefiaron un fundamental. Estas personas continuaron siendo rurales en sus relaciones y estrategias econdmicas mientras que por otro lado hacian una gala de un notable entusiasmo y capacidad emprendedora Gran parte de la Francia rural era un lugar de continuo trabajo manual realizado por Jos labradores. Muchas comunidades rurales disponian de unos reducidos “excedentes” que podian set vendidos a las grandes ciudades. No obstante, para los campesinos eran mucho mas importantes las pequefias ciudades 0 bourgs de los alrededores, cuyas ferias semanales, mensvales o anuales constituian una ocasion para celebrar tanto los rituales colectivos de sus culturas locales como para intercambiar productos. Las comunidades rurales consumian gran parte de lo que producian por to que las, pequelias y grandes ciudades sufrian problemas crénicos por la falta de suministros de alimentos y la limitada demanda rural de sus mercancias y servicios. Aunque s6lo el 20% de los franceses vivia en comunidades urbanas, en ese contexto europeo destacaba por In cantidad y el tamafio de sus ciudades. Tenia ocho ciudades de més de 500.000 habitantes (Paris era la més grande con uiias 700.000 personas, Je seguian Lyon, Marsella, Burdeos, Nantes, Lille, Rud y Toulouse) y otras seceuta cuya poblacion oseilaba entee los 1U.UUU y 40,000 residentes. En todas ias ciudades habia ejemplos de fabricacion a gran escala implicada en un marco comercial internacional, pero en la mayoria de ellas imperaba el trabajo artesanal para cubrir las necesidades de la propia poblacién urbana y sus airededores y una amplia gama de funciones administrativas, judiciales, eclesidsticas y politicas, Como muchas otras ciudades, Paris estaba circundada por una muralla, principalmente para recaudar los impuestos aduaneros sobre las mercancias importadas en a fa ciudad, En el interior de tas muralias habjar numerosos fahourgs o suburbios, cada uno con sus caracteristica mezcla de poblacién inmigrante y su comercio. En Ia estructura ocupacional todavia predominaba la habilidosa produccién artesanal, En los barrios occidentales de la ciudad, la industria de la consiruccién estaba en pleno auge puesto que Jas clases acomodadas levantaban imponentes residencias lejos de los abarrotados barrios medievales del centro de la ciudad. No obstante muchos parisinos seguian viviendo en las congestionadas calles de los barrios céntricos préximos al rio, donde la poblacion estaba segregada verticalmente en edificios de viviendas: a menudo, burgueses acaudalados 0 incluso nobles ocupaban el primer y segundo piso encima de las tiendas y puestos de trabajo, mientras los criados, los artesanos y los pobres habitaban los pisos-superiores y el desvan. Al igual que en las comunidades rurales, la Iglesia catolica era una presencia constante: en Paris habia 140 conventos y monasterios y 1.200 elérigos de parroquia. Una cuarta parte de las propiedades estaba en manos de la Iglesia Los pequefios talleres eran un mundo en el que los pequeilos patronos y los asalariados estaban unidos pro un profundo conocimiento mutuo y del oficio, y en el que los obreros cualificados se identificaban por su profesion y también por su situacion de amos u obreros cualificados se identificaban por su profesidn y también por su situactén de amos y obreros. Los contempordneos se referian a los obreros de Paris con el término de ‘canalla” (memu peuple): no eran una clase trabajadora, Sin embargo, los desengaiios que se producian entre ios obreros y sus maestros eran hartos evidentes en aguellos off que resultaba dificil acceder a la maestria

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