Geomorfología Climática - Aguilar y Otros

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DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS 1, BREVE HISTORIA DE LA GEOMORFOLOGIA CLIMATICA Ya en 1913, De Martonne introdujo el término Geomorfologia Climatica. Mas tarde, en 1926, tuvo lugar en Dusseldorf (Alemania) una reunién sobre el andlisis de las formas de relieve que aparecen en diferentes ambientes cli- miticos. Segtin algunos autores, ha sido el intento mas importante acerca del estudio de la problematica de la Geomorfologia Climatica. Hacia 1950, aparecen los primeros trabajos de Biidel que culminan en 1977 con la publicacién de su Geomorfologia climdtica. Este autor, propu- so, en 1963, el término Geomorfologfa Climatogénica, materia en la que el objetivo fundamental es la reconstruccién del clima y de los procesos que actuaron en un determinado periodo de tiempo. En 1980, escribe sobre las zonas morfoclimaticas y las define como un conjunto de modelados que resultan de la accién de los procesos que tienen lugar en los diferentes climas, legando a definir diez zonas, haciendo excepcion de las montafias. En 1960, Birot escribe su libro «El ciclo de erosion bajo los diferentes climas», gran trabajo sobre las zonas tropicales htimedas y dridas. En 1965, Tricart y Cailleux distinguieron hasta trece zonas morfoclimaticas, en las que la vegetaci6n tenia un papel preponderante. Otros autores como Lehmann, Wilhelmy, Peltier, Wilson, Stoddart, etc. contribuyeron con sus estudios al desarrollo de la Geomorfologfa Climatica. 2. CLIMA Y MORFOGENESIS 2.1. La influencia del clima en las formas de relieve Investigaciones recientes han puesto de manifiesto que el clima inter- viene como factor limitante en la aparicién, en la amplitud con la que se dan y en el ritmo ¢ intensidad de los procesos morfogenéticos, y lo hace de forma directa e indirecta, segtin sea el contacto de la superficie terres- 559 GrocRaFIA GENERAL T tre con la atmésfera. Si el contacto se establece entre los agentes meteo- rolégicos y la superficie terrestre desnuda de vegetacién, su accién es inmediata y la incidencia del clima en el modelado del relieve directa, pudiendo establecerse la enorme relacién existente entre las variables cli- miticas y las geomorfolégicas. Este contacto directo agentes meteorol6- gicos-rocas se da fundamentalmente en climas frios y aridos puesto que son los que més dificultan la aparicién de vegetaci6n. Ahora bien, si el contacto se da a través de una cobertera vegetal y edafica, mas 0 menos importante, la incidencia morfodinamica del clima sobre la superficie rocosa es indirecta, por lo que no se dan indices de correlacién tan gran- des entre las variables climaticas y la aparici6n y actividad de los proce- sos. Como la superficie terrestre esta en su mayor parte cubierta por una capa biética, el clima ejerce, por lo general, una accién indirecta, aunque sin menospreciar su acci6n directa. Cuando existe esa cobertera vegetal, las condiciones de meteorizacién varfan y con ella las de la morfogénesis. La vegetacién protege a las rocas del efecto de las temperaturas y de la humedad o precipitaciones. Absorbe parte del calor que proviene del Sol y protege de la rapida pérdida de calor en los momentos de enfriamiento. Se interpone en la caida de las precipitaciones con lo que evita ciertos efectos que se producirian en la roca al desnudo, a la vez que favorece el mante- nimiento de un cierto grado de humedad. Junto a esta cierta labor protectora, la cobertera vegetal favorece, sin embargo, alguna accién desintegradora de las rocas, como por ejemplo, el efecto de las raices en la meteorizaci6n mecanica. Ademas, se ha podido comprobar que las caracterfsticas climaticas con- dicionan el predominio de un concreto sistema morfogenético. Asf, los cli- mas frios y los aridos se caracterizan porque en ellos son mds abundantes los procesos mecénicos, mientras que en los climas htimedos, templados y cAlidos los procesos més numerosos son los fisico-quimicos y bioquimicos. Entre los aspectos en los que se manifiesta la relacién clima y morfogé- nesis, cabe destacar los siguientes: Las rocas se pueden comportar ante la erosién como duras o resistentes y como blandas 0 deleznables, como vimos en el tema 7. Ese comportamien- to depende de las propiedades fisicas y quimicas de la roca, en primer lugar, pero que puede variar en funcidn del sistema morfogenético en el que se hallen. Caracteristicas de la roca como porosidad, fisuracion, granulometria, 560 GEOMORFOLOGIA CLIMATICA etc., son relativamente importantes si en el sistema morfogenético predomi- nan los procesos mecdnicos, sin embargo no es importante su composicion iineral6gica. Por el contrario, si en el sistema morfogenético predominante los procesos mas importantes son los ffsico-quimicos, la composicién mine- ralégica de las rocas resulta fundamental, puesto que sus componentes van a diferir respecto a su grado de alterabilidad, y van a comportarse de manera diferencial ante los agentes de meteorizacion y erosion. Ya se vio que el gra- nito da distintas formas segtin los climas (tema 11), es dura 0 resistente bajo clima fresco y htimedo y deleznable, bajo clima seco y arido. La alternancia de rocas de distinta resistencia a la erosié6n provoca la actuacién de la erosion diferencial (temal1) dejando en resalte las rocas duras y haciendo desaparecer las blandas. Pero esa erosion diferencial es distinta, segun sea el clima en el que se encuentren las series sedimentarias alternan- tes. Supongamos, por ejemplo, una alternancia de arena y creta, rocas que tienen diferente comportamiento frente a la erosién; la creta es mds cohe- rente y dura que la arena, y asf se comporta en climas templados, donde apa- rece protegiendo al estrato arenoso. Sin embargo, en climas frios, donde la creta es muy sensible a la accién del hielo, sucede lo contrario, la creta ha podido ser eliminada, quedando la arena protegiendo los estratos inferiores. En los relieves estructurales, se puede observar también una diferente evolucion segiin el clima en el que se hallen. Por ejemplo, un relieve en cues- tas presenta un frente abrupto cuando se encuentra en una zona drida; por el contrario, en una zona templado-hiimeda, el frente presenta una forma mucho mas suave. También se observan diferencias en la existencia o no de cerros testigo, en las formas originadas por la erosién fluvial, etc. Por tiltimo, se puede decir, que no hay muchas formas de relieve especifi- cas de un determinado tipo de clima, aunque en algunos sean preponderantes unas concretas. Sdlo los valles glaciares, 0 cualquiera de las formas resultan- tes de la accién glaciar, son especificos de climas frfos. Otro ejemplo serfan los grandes campos de dunas, aunque en este caso aparecen en reducidas proporciones en las costas, slo son verdaderamente importantes en los desiertos dridos. La accién de los rfos es muy similar en todos los tipos de clima, pero existen diferencias que se han de considerar. Existen zonas de la Tierra en las que practicamente no existen valles fluviales (desiertos aridos). En las zonas templadas los ros han podido formar terrazas de acumulacién en las vertientes de sus valles formados por erosién lineal, sin embargo, en 561 GeocRaFIA GENERAL I climas Aridos aparecen glacis al pie de las montafias, debido a la erosi6n are- olar, por la acumulacién de materiales arrastrados por las grandes lluvias. De todo lo expuesto, se deduce que la accién del clima resulta funda- mental en cada regién y que acttta condicionando la respuesta de cada estructura geoldégica. 3. PALEOCLIMAS Y HERENCIAS MORFOCLIMATICAS 3.1. Los climas del Cuaternario A pesar de que en la larga historia del planeta han tenido lugar impor- tantes variaciones en el clima, es en el Cuaternario cuando se han podido detectar mejor los continuos cambios ambientales, que se manifiestan a menudo en periodos de tiempo muy cortos. Alo largo de las eras geolégicas, se han sucedido una serie de climas, diferentes unos y similares otros a los actuales, denominados paleoclimas, de los cuales algunos, no se dan en la actualidad. En este tema, no se van a estudiar todos, sino que nos centraremos en los mas recientes por su inte- rés para la Geografia y para otras materias como la Prehistoria. Los climas del Cuaternario se han podido estudiar gracias al andlisis de las huellas que han dejado en distintos medios como son: los limos mari- nos, las varvas dejadas por los glaciares en los lagos, en los depésitos de cenizas volcdnicas, en estalactitas, en suelos fésiles, en los pélenes de las turberas y en restos prehist6ricos, por medio de métodos como la desinte- gracién del isétopo del carbono 14 y de otros métodos, cada vez més sofis- ticados y exactos. De todos estos estudios, se ha extraido como conclusién la existencia de una serie de sucesivas glaciaciones o periodos glaciares de las que se han encontrado interesantes huellas en formas geomorfoldgicas en las regiones afectadas. Una de las 4reas en la que se han Ilevado a cabo estos estudios es la de los Alpes, y a partir de ahf se obtuvieron para Europa cuatro grandes gla- ciaciones; al estudiarse en ese lugar fueron denominadas con los nombres de cuatro rios bavaros: Giinz, Mindel, Riss y Wiirm, como ya vimos, Esta Ultima glaciacién termin6 en un periodo de intenso frio, hace aproximada- 562 Gromorratocta cLimérica mente 12.000 afios. Desde entonces, se han sucedido diferentes periodos de trio y calor de mayor o menor duracién. Entre las glaciaciones 0 periodos glaciares, en los que los hielos cubrian gran parte del continente europeo, se intercalaron periodos, denominados interglaciares, en los que el clima era mas cdlido, incluso mas que en la actualidad. Al sur de las areas cubiertas por los hielos, se establece la exis- tencia de periodos pluviales e interpluviales, en los que lo fundamental es la importancia del volumen de precipitaciones. En cada dominio morfoclimatico, se puede observar la existencia de for- mas que se est4n originando en la actualidad, llamadas formas vivas, y la de otras cuya formacién se dio en épocas pasadas, denominadas formas here- dadas 0 relictas. A la vez que el clima, otros factores, dependientes de él, han influido en la configuracién de las citadas formas relictas. Uno de ellos es la vegetacién. Los paleoclimas Ilevaban asociado un caracteristico tipo de vegetacion que no tiene por qué coincidir con el actual. Ese tipo de vegetacion propiciaba o desfavorecfa la actuaci6n de distintos tipos de erosién, por lo que daba lugar a diferentes formas de relieve. En el Precdmbrico, por ejemplo, no pudo des- arrollarse una vegetacién exuberante, aunque las condiciones climaticas lo permitieran, ya que atin no existfan las plantas vegetales superiores. Como se ha dicho, cada clima lleva asociado un tipo de vegetacién que puede estar en equilibrio con el clima o no (biostasia si hay estabilidad y rexistasia si no la hay); si hay biostasia, la erosién es menos importante que sino la hay. Otro aspecto a destacar es la accién erosiva del hombre que aunque hoy es muy importante, en el pasado sdlo se remonta a 10.000 afios, con la apa- ricién de la agricultura, tiempo que resulta minimo a escala geolégica. Trasladar en el tiempo cémo ha sido la actuaci6n de la erosién en el pasado es tarea muy compleja. Determinadas formas son faciles de recono- cer, pues si el clima actual y las formas vivas que encontramos son dife- rentes de las que aparecen en ese lugar porque las produjeron otras condi- ciones bioclimaticas, esta claro que éstas ultimas son relictas; por ejemplo, un circo, un valle en artesa 0 una morrena, originados por un glaciar que se encuentra en una zona templada. Sin embargo, hay otras ocasiones que es muy dificil determinar si las formas que vemos se formaron en épocas 563 Grocrarta Generat T remotas 0 no, por lo que se han de hacer estudios muy pormenorizados de los materiales si queremos saber si la forma es viva o relicta. Como norma general, se puede afirmar que cuando una determinada forma de relieve no ha podido producirse en las condiciones biocliméticas de la regién en la que se encuentra, es evidente que se trata de una forma originada en el pasado, es decir, se trata de una forma relicta. El sistema bioclimatico actual es el que permite la conservaci6n o no de las formas que se originaron en el pasado. Unos dominios morfoclimaticos se consideran activos o muy dindmicos, son aquéllos en los que la erosién. hace desaparecer las formas del pasado; otros son poco activos 0 poco dina- micos y son, precisamente, los que contribuyen a la conservacién de las for- mas heredadas. Entre los primeros, los més activos son los periglaciares, los tropicales huimedos y los de alta montafia; es en ellos donde diferentes pro- cesos, muy distintos en cada dominio, contribuyen a la desaparicién de las formas morfoclimaticas originadas en etapas anteriores. En los segundos, como por ejemplo, en los dominios desérticos, la ausencia 0 escasez de agua, hace que la erosién sea menos activa y por tanto, que la conservaci6n de las huellas morfoclimaticas pasadas sea mds duradera. También en los dominios templados se conservan formas del pasado, fundamentalmente las que se produjeron en las tiltimas glaciaciones. Entre estos dos extremos existen areas en las que se produce una situa- cién intermedia, son las sabanas y las estepas semidridas. En ellas encon- tramos formas heredadas o relictas coexistiendo con unas formas produci- das actualmente por una accién erosiva importante. Cuando conviven. formas actuales y formas heredadas pueden darse una de estas dos situa- ciones: — Que tanto las formas actuaies como las heredadas se hayan formado bajo un mismo dominio morfoclimatico, por lo que resultan homo- géneas y por tanto nos van a permitir predecir cémo van a evolucio- nar las formas actuales. — Que las formas actuales y las heredadas sean diametralmente dife- rentes, por haberse originado bajo condiciones morfoclimaticas muy distintas, resultando por eso heterogéneas. De su estudio se pueden inferir las caracteristicas y la extensién que alcanzaron las condicio- nes bioclimaticas antiguas. 564 GroMoRFOLOGIA CLiMATICA 4, LAS GRANDES AREAS MORFOCLIMATICAS En temas precedentes, 10 y 11, se estudiaron los grandes agentes de la erosién, los procesos a que dan lugar y las distintas formas de modelado que producen, sin hacer més que alguna pequefia referencia al clima. Aqui vamos a fijarnos en que algunas formas de erosion aparecen en determina- das partes de la Tierra y no en otras, hecho que es debido a que en el pla- neta existen, si bien no estan perfectamente definidos, unos dominios mor- foclimdiicos, en los que actian simulténeamente varios agentes erosivos, aunque uno de ellos pueda predominar, y donde tiene lugar la aparicion de unas formas en las que se combinan dichas acciones. 4.1, Divisiones morfoclimaticas En 1950, Peltier relacioné dos pardmetros climaticos, temperatura media mensual y precipitacién total anual, con cinco procesos geomorfolé- gicos: meteorizacién quimica, accién de la helada, erosion pluvial, movi- miento de masas y accién del viento; asf mismo, distinguié dos elementos morfogenéticos, los procesos de meteorizacién y los agentes de transporte. Como resultado de ese andlisis, propuso nueve regiones morfogenéticas diferenciadas por un conjunto de procesos geomorfolégicos caracteristicos. Desde entonces, otros geomorfélogos han tratado de hacer nuevas regiona- lizaciones variando alguno de los parametros climaticos 0 procesos geo- morfolégicos, sin llegar a un acuerdo total, aunque si en algunos aspectos fundamentales. De estos numerosos intentos de dividir la Tierra en areas 0 dominios morfoclimaticos se deducen serias dificultades. Tricart se refiere a tres fundamentales cuando habla de ellas: — Existen escasas investigaciones sistematicas sobre el tema y hay atin grandes éreas de Asia Central, Africa y América del Sur, en las que se desconoce la extensién de los dominios morfoclimaticos. — La divisién morfoclimatica no se corresponde, como podria pensar- se en un principio, con la climatica, ni tampoco con la distribucién de la vegetacién, si bien con ambas tiene una estrecha relacién. Es necesario que la division sea original, que represente una categoria independiente de fendmenos naturales. Grocrarta GenewaLT “VIAL Bap sLONPUNTOJA0UL seUOZ ap ede “|Z VINBLY Jaci a ois sep sein oe sos seump vn orem re» bpapieee = sovteetn noone heuaeeg EE a a ca 61 ‘xaarayg &-f ‘Lavonay, souong, penta vo mupesoued sevotinn ZZ ssaped emciiey 566 GroMORFOLOGIA cLIMATICA — Los limites morfoclimaticos suelen ser poco precisos, siendo abun- dantes las zonas de transicién, que, muchas veces, ocupan grandes extensiones. Estas dificultades sefialadas por Tricart, e indudablemente también observadas por otros geomorfélogos, hacen que se pueda hablar de tenta- tivas a la hora de establecer los grandes conjuntos morfoclimaticos y las grandes zonas morfoclimaticas de la Tierra. Basdndose en criterios climéticos y biogeograficos, combinados con diferencias paleoclimaticas, Tricart realizé la divisién morfoclimatica de la Tierra que se puede observar en el mapa de la figura 12.1 y cuyas caracte- risticas generales son: Divisién morfoclimatica de Tricart Zona fria, Su caracteristica fundamental es la importancia fundamental del hielo, ya que su accién es la predominante. La divide en dos dominios: — placiar, en el que la circulacién del agua se da en forma sélida. — periglaciar, donde el hielo tiene una acci6n fundamental, pero existe una esco- rrentfa liquida estacional Zona forestal de latitudes medias. Son reas transformadas por el hombre en. mayor o menor medida y en ellas existen gran ntimero de formas heredadas, Las divi- de en tres dominios: — maritimo, de invierno suave — continental, de invierno frio — mediterrdneo, de verano seco. Zona érida y subérida, de latitudes medias y bajas. Se caracteriza por tener una escorrentfa intermitente y vegetacién de estepa Zona intertropical. Sus caracterfsticas fundamentales son: elevadas temperatu- ras, intensa humedad, as{ como una escorrentia eminentemente fluvial, Diferencia dos domini — Sabana, en la que la cubierta vegetal es poco densa, el tipo de arroyamiento caracteristico es el difuso y la meteorizacién més intensa es la quimica. — Bosque, en la que la cubierta vegetal es espesa, con gran humedad y donde la accion més poderosa es la bioquimica. 567 GroMORFOLOGIA CLIMATICA Cuadro 12.1. Principales caracteristicas de los sistemas morfoclimaticos del Globo. ‘Procesos mor- | __ Formas més caracteristicas folios mas a : I | importantes | Deerosion | a Glaciar ‘Acclones ‘Valles en artesa. ea = metedricas [Lagos de sobreexcava- ‘mecanicas do. |Morrenas Roces aborregades y [Drumlins EF estriadas. Esker | (Cresta |Kames | Esto ‘Suelos estriados. |Lébulos. |solifluxion _|Suelos poligonales. _|Glacis de acu- Crateres de tundra. 'mulacién. ‘Permairost. tundra | ET TTaludes de | Podsol. derrubios. Loess. |Semidrido 0 | Acciones Ramblas lestepario metedricas | Glacis. mecénicas _|Montes-isla Irebernoziem |Bstepa | BS Rios Le ui cerradas | Acroyada iia ‘Gonos aluviales [Arido | vido: /Arroyada Eres ‘Grises y rojos | — [Cursos torren- Dunas desérticos ai ciales Viento Hiperdrido — | Viento = BW |(desierto) |Arroyada difusa Sabana }Acciones /Montes-isia rmetedricas [Panes de anticar Sabana quimicas Medias naranjas Aw ‘Tropical [Bosque Rios Karst de mogotes is Sempervirente| Arroyada Laterites [Bosque | af |Solifluxién jdenso |Deslizamiento | Maritimo |Rios Accion retesrica aquimica Bosque \contaanal [Ries Valles en V ‘Terrazas Podsol Inimedo| Cf Cw (Templado Nivacién JAbarrancamiento | Llanuras lPardos DF Dw /acciones mecés. |Karst ahiviales ——_[Rojos Bosque | Cs ca eréfilo ‘Mediterraneo | Rios, torrentes Arroyada. | 595

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