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() “Los concursos de arquitectura representan la combinacién del arte de elegir y el ofcio do sor elegidos" Roberto Femandez En ol cblobre manifesto para ol crecimiento, el diseRador canadionse Bruce Mau dice que ro hay que presentarse a concursos.(1) ‘No lo haga..no es bueno para usted." expresa. Es claro que hay muchos arquitactos y disenadores que piensan de igual forma. AA pesar de ello y del dasprestigio que en muchos lugares sufren los concursos, ya se: por vicios en sus procedimientos o porque raramente legan a concretarse sus resultados, lo clerto #s que se siguen organizando miles de concursos. Conocemos arqultectos que se declaran adictos a los concursos y casi podria asegurar que prefieren pasar por el ‘expedionts de participar y ganar un concurso antes que el encargo deco (2), Actualmente ‘on Ia faciidad que da 6! mundo globalizado y la comunicacién por internet hay concursos por todas partes que se caracterizan por su alto grado de participacién. Esto permite la texistencia de oficinas de arquitectos que viven de hacer concureos en diversas partes {ol planeta. Es asombrosa la posiblidad de accede, através de internat, a Innumerat sitios que promuaven los concursos de arquitectura y disefo (3) PProbablemente los concursos como mecanismo para escoger un prayecto son tan antiguos como la misma profesién, pero es en al renacimiento ~coma la perspectiva y otras invenciones- que adoptan el formato y cobran la logitimidad que hoy le reconocemos. | ms célebre de aquel tiempo es el concurso para disefar la clpula de la Iglesia Santa Maria de la Flores de Florencia llamado en 1418. La propuesta ganadora de Filippo Brunelleschi no solo ha pasado a la historia como una obra maestra del arte de la Construccién, sino también como un excelente procedimiento para encontrar la solucién més racional, mas bella y mas econémica para realizar semejante desafio técnico y arquitecténico. Tradicionalmente los concursos de rquitectura han servido para dos propdsitos fundamentales: 11 Promover la buena arquitectura 2 Ampliar © democratizar el acceso al trabajo. Lo primero no siempre ha resultado efectivo, al menas en los tiempos modernos, que es cuando se masifican los concursos. Hay ejemplos notables de edifcios que han resultado premiadas en concureos, como la Opera de Sydney, el Centro Pompidou, el Arco de la Defensa, 6! Forum de Tokio, ol Museo de Stuttgart, Ia Biblioteca Nacional de Argentina, el museo Guggenheim de Bilbao, el auditérium Walt Disney en Los Angeles, a catedral 4 Los Angeles, la Potzdamer Platz en Berl, la terminal de pasajeros de Yokohama, el Museo Judi de Bertin y un largo etcstera Pero junto a esos exitosos resultados existen otros ejemplos donde los proyectos ganadores, ‘ng han sido precisamente una promocién de la buena arquitectura, Por ejemplo el concurso para la torre del diario Chicago Tribune (1922) donde el jurado premi6 un retrogrado edificio neogotico desechando las propuestas més innovadoras como las de Adolf Loos. (0 de Elie! Saarinen. Tampoco fue buena la experiencia del concurso del faro de Colon en ‘Santo Domingo, Repblica Dominicana realizado en 1927. Se premié un proyecto mediocre ‘como el del inglés Joseph Gleave (recién construldo en 1992 con motivo de la celebracién dol V centenario del descubrimiento de América) y se ignoraron propuestas vanguardistas ‘como la del ruso Melnikov. (4) ‘Le Corbusier tuvo muy malas experiencias con los concursos. Recordemos su pésima experiencia con el Palacio de la Naciones en Ginebra. El afio 1927 partcipé en dicho concurso que el jurado lo dio por ganador, pero presiones posteriores le quitaron la posiblidad de materislizario haciendo en su lugar un proyecto completamente académico y que hoy nadie recuerda pese a haberse construido (5) En este caso claramente no hubo una promocién de la buena arquitectura. AA respecto Juan Manuel Liauré sefiala que “no cabe elogiare! sistema de concursos para Ja obtencién de un producto de calidad. La encomienda a grandes maestros también ha devenido en excelentes obras , no es pues patrimonio de los concursos e! mérito de la ‘oxcolencia’. (6) El colombiano Rogelio Salmons también ha dicho, como el canadionse Bruce Mau, que prefiere no participar mas en concursos. Claro, 6! puede darse ese Iujo porque es un personaje que ya tiene una cartera consolidada de clientes que les permite acceder a los ‘encargos por via directa sin tener que participar en concursos. Pero, z.qué hay del resto? {de los que no son conacidos? zo de quienes recién comienzan su vida profesional? I segundo propésito mantiene su vigencia: hacer una mejor distribucion del trabajo. En este sentido los colegios de arquitectos y sociedades de arquitectos siempre estan reclamando por concursos publicos y por mayor transparencia en los mecanismos para ‘acceder alas encargos, lo cual es bastante razonable. En algunos palses como en Francia, 9 obligacién para el estado llamar a concursos pdblicos para cualquier ediicio nanciado con fondos estatales. A pesar de lo I6gico que suena la demanda de concursos pulblicos de parte del Estado ello no siempre resulta dado que la tramitacién de un concurso (elaboracién de bases, convocatoria al concurs, juzgamiento y adjudicacién) en ocasiones: dificuta el cumplimiento de los plazos o se generan presupuestos demasiado ajustados. Por estas razones y porque la asignacién directa de proyectos a simpatizantes, amigos © parientes del mandante sigue siendo una praclica muy comin en muchos palses, es que los organismos del estado no llevan mas a Ia practica concursos. ‘Sin dejar de perder vigencia los anteriores, hoy se han agregado otros dos propésitos en los llamados a coneursos de arquitectura: 3 El “marketing” de un proyecto 4- La lctacién de honorarios profesionales Hay muchas instituciones pdblicas o privadas que han descubierto el alto valor comunicacional que tiene el proceso de convocar, dfundir y jurar un concurso. Con ello provocan una gran movilizacién de arquitectos ~que ingenuamente dedican muchas horas: de trabajo y depositan muchas ilusiones-; esto, a la vez, genera una gran expectativa en Ja opinion pablica, sobre todo cuando se trata de algin edifcio singular por su programa, ubicacién 0 escala. Que el proyecto escogido sea bueno 0 malo, que se construya 0 no ‘se construya el premiado ya es harina de otro costal El propésito comunicacional ya esté cumplido con el anuncio, la dfusién y la premiacion {el concurso. Incluse existen muchas instituciones que llaman a concursar un edificio que aun no tiene financiamiento y esperan conseguito através de la expectativa y el compromiso que origina el concurso. Otros son ms honestos y dectaran derechamente que no hay fexpactativa de obra real y el promotor dal concurso ni siquiera es propletario del terreno del concurso. Es el ea8o del concurse de un hotel en Machu Pichu erganizade en 2008 por una firma peruana llamada Arquitectum que tuvo un gran éxito de convocatora a nivel ‘mundial aprovechando la candidez de los arquitectos. Los premios se financiaron con las Utilidades de una amplia venta de bases y de derechos de participacién Un caso de este tipo de concursos fue ol afo 2002 durante la gestién dol alcalde Joaquin Lavin en Santiago para la lamada Torte Bicentonario. Se trataba de disefiar una torre para antenas de telecomunicacién de mas de 300 metros de altura (“ un nuevo simbolo Para Santiago") en un terreno en pleno centro de la ciudad que ni siquiera contaba con las autorizaciones para una obra de esa magnitud. En una ciudad rodeada de cerros de més de 300 metros es fuera de toda légica pretender instalar una torre para antenas pero claro..28e no era el objetivo real. Este concurso tenia el propésito de utilzer la caja de resonancia de la Bienal de Arquitectura para promover una gestion alcaldcia que no tenia resultados coneretos que mostrar a la ciudadania. Por cierto terminado el periodo det alealde Lavin nunca mas nadie habié del concurso ni dela toe. Pero el propésito mas perverso que se ha agregado a los concursos actualmente es el 4 actuar como mascara de una lictacion de honorarios profesionales, En efecto, muchos concursos incluyen entre sus variables @ analizar, el monto de los honorarios que cobra el arquitecto. Con esto se desvirtda completamente el propésito de promover la buena arquitectura y se la reemplaza por una competencia econémica. A menudo se mezcla la tevaluacion de factores llamados “técnicos" con jos econdmicos en clara predominancia 4e esios illimos. Lo mas triste de todo esto es que ese tipo de concursos proviene més {el sector pablico que del privado. En el sector privado abunca la cotizacion de honorarios que, si bien tampoco es un mecanismo de mi agrado, al menos no lleva implicito el costo de produocion y la falsa lusion de hacer un anteproyecto. En Chile la experiencia relativa alos concursos de arquitectura es extensa y diversa, Ha habido grandes aciertos come el concurso para el edificio de le escuela de Derecho de la Universidad de Chile en 1934 ganado por el arquilecto Juan Martinez; la escuela Naval en Valparaiso (1965) ganada por el grupo Pérez de Arce, Besa, Veidés, Castillo, Huidobro © | edifcio CEPAL en Vitacura ganado por Emilio Duhart en 1960 0 la Embajada chilena fen Buenos Aires ganada por Echenique y Cruz o la Municipalidad de Valdivia de Angela Schweitzer, el del Pabelldn de Chile en Sevilla de Cruz y Del Sol en 1990 el Centro de lusticia para Santiago de Boza, Vila y asociados. ‘También encontramos concursos llenos de polémices y dudas como el Cap Ducal en Vina dol Mar donde Roberto Davila lo gané con al proyecto racionalista que se convirio on paradigma de la modemidad, pero presents cinco altornativas todas de estilcs diferentes! (7), Receordamos al eoncurso de a Escuela de Medicina de la U de Chile en 1949 que {gané Juan Martinez montado sobre su prestigio de haber hecho Ia Facultad de Derecho y la Escuela Militar pero con un proyecto bastante discutible, Ello generé una polémica do grandes proporciones en el madio nacional entre Ia goneracién do los Viejos macstros ‘como Martinez con los jévenes como Valdés, Castillo y otro. Por otra parte también estén los grandes concursos que nunca se hicieron como la ‘ampliacién del Congreso Nacional en Santiago, la nueva Municipalidad de Las Condes (1970), la nueva Plaza Baquedano (1982) la Embajada chilena en Washington (1994) eeeueia oe Leyes univewsiaas oe Cedifcio corporativo INP (1997) la edificio consictoral de la Florida (1998) el Edificio para la nueva Canotera (2001). Lo nereibie de este caso es que la misma autoridad que tlamé al concurso, es decir el Ministerio de Obras Piblicas por encargo del Ministerio de Relaciones Exteriores, deseché el proyecto ganador de Teodoro Fernéndez y asociados ccambiando de localizacion por la remodelacion del Hotel Carrera. Esta situacion a veces cocurre cuando hay un cambio de gobierno pero lo increible es que en este caso todo ‘ocurrié en el mismo periodo de gobiemo y con la misma ministra Soledad Alvear!!! Entre los concursos convocades y jurados que luego no se construyen el Estado lleva la dolantara al menos en Chil ‘Sin duda el ambito en que se desarrollan jos concursos esta cambiando radicalmente. Roberto Fernandez sefala al respecto que ‘parece haber advenido una época de fin 0 case do los concursos, a través del ‘entronizamiento de los concursos cerrados, las comisiones directas, las arquitecturas de ‘2ulor, la monopolizacion creciente de las préctc de la capacitad del estado como cliente potencial de los concursos de arquitectura. La ‘moda actual de las ciudades europeas de atesorar edficios de firma- un Meier, un Gehry= coma se posean piezas artistas en los museos, hoy supone ser un duro golpe a la aventura de llamar a un concurso y esperar sus resultados...) La historia de fa arquitectura puede ser reescrita y releida casi enteramente como la historia de los concursos de i profesionales y una casitotal extincion oon oun ‘arquitectura: retrospectivamente es visible el instrumento del concurso como elemento de vitalizacién de los discursos, la Instelacion de debates culturales y la generacién de fooos de transformacién de las cludades. En la disciplines notoria fa dinémica de cambio que Je propinaron algunos concursos célebros hay un antes y un después nitido de alguno de ‘e808 concursos." (8) Per a prs aye danin de papacy do mayortampansa oie” OO SO | Dog et St ed pm | {gestion piblica provenientes de una cludadanta que exige una democracia mas real que rel6rica, puede significar también un aumento de los concursos piblices y abiertos. Por un instante seamos optimistas y pensemos que asi sera algin dia (1) ver bce Ma, erect los ect vane i ocancon mcrae Pt etc 19 Ow fr MFA ce 1, Tne a pee Fetnagoss op sercres cone pics ven eas de unos argues panes qo dicen qu es ganan uo eaga eee encrses on [oven perdi eeu coneusecorscctie, 50 gyn ps eon ms aren gar apne (2) Anes os tes neato ean aos cnciros, qa wemende visa sons uote: Srenpinritchracon wm pare nd, ww nc an mana waM AE om, pS (4) Estee uno do oe concure mistress nivel 2 notamercara Wis lis Pula Inu ae 3 cans dn fro monde ae tl insu degnas a 1927 une omiin orgarizacar nce pap Fane loys Wag, para renal cnciesan cos slapas. La rine calming en in ‘st Mag, Eepof oy Th den vedo inraione paa stad’ 45 pryectoe poverng 8 poe, npn dlp en 0 oe scope) proyecto gander ooo fee elargtc Sono La ae Toc yen rst a aera ca 20 pon, ron on sa oestrone (SWVor Obras completes de Le Corbusier adliodes por Willy Boesiger de Zurich Obra completa volumen correspondiente al periodo 1938-1048 {shin Manca Uae Revita SGA dadcades Concuscs en Ager (1 ate y tos casos de concurs enn ctos ene No Artec y adem en Chi, un ead tip de Hunbets Eksh y Manel Moreno, Eaiones Caca (@) Anica ge’ Rebar Fereanger. (profesor de nstoriay earia en a Universi Na ais SCA desleade 8 Concurso on Arpetng

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