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GREGORIO PECES-BARBA MARTINEZ Con la colaboracién de RAFAEL DE AS{S ROIG y MARIA DEL CARMEN BARRANCO AVILES LECCIONES DE DERECHOS FUNDAMENTALES ap jor we DYKINSON LECCION PRIMERA UNA PRIMERA APROXIMACION A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES 1. APROXIMACION LINGUISTICA 1.1. Derechos humanos E] término «derechos humanos> es sin duda uno de los mas usados en la cultura juridica y polftica actual, tanto por los cien- tificos y los fil6sofos que se ocupan del hombre, del Estado y del Derecho, como por los ciudadanos. No en vano se puede decir que esa idea de derechos humanos tiene un significado similar al que tuvo en los siglos Xvi y xviii la de Derecho natural. Por su funcién reguladora de la legitimidad de los sistemas politi- cos y de los ordenamientos juridicos, y por la conviccién de mu- chos seres humanos de que constituyen una garantia para su dignidad y un cauce (el principal), para su libertad y su igual- dad, la comprensién adecuada de los derechos es una tarea te6- rica de gran alcance practico. Es, también, un término emotivo que suscita sentimientos entre sus destinatarios y respecto del cual la tentacién de mani- pulacién es permanente. Como otras palabras, democracia, li- bertad, fascismo, comunismo, por indicar algunas de las mas im- portantes, esta en el nticleo de la lucha polftica, y la accién puede contribuir también a alejar las preocupaciones te6ricas y la in- dagacién de su sentido, urgida por perentorias exigencias. Ave- Ces se puede tener la sensacion de que muchos activistas de los 19 Gregorio Peces-Barba Martinez derechos no saben muy bien lo que quieren decir a] usar es; labra o la usan entre si con diferentes sentidos, con acentos Tee contradictorios en contenidos parciales. La irrupcién, de = ae dios de masas, prensa, radio y television, de la comunicaci6n, con transmision de mensajes de hecho y de opinion, y con un alcan, ce universal, ha potenciado también esta dialéctica de o Sai Finalmente se puede incluso hablar de una retérica de los de. rechos humanos, al hacerse desde sectores politicos alejados del ideal moral ultimo que los fundamenta, un uso simplemen. te semantico de justificacion y de legitimaci6n de sistemas no democraticos, lo que evidentemente desorienta. Con estos antecedentes la funcién del pensamiento juridico es depurar esas adherencias improcedentes e intentar la com- prension de los derechos, partiendo de la btisqueda de su con- cepto y de su fundamentaci6n. Una aproximacién lingiifstica puede ser pertinente, pero parte de serias dificultades, que exi- gen precisiones y aclaraciones ante la heterogeneidad termino- ldgica ante la que nos encontramos. Si atendemos a la praxis lingiifstica, nos encontramos con que existen distintas palabras que expresan el concepto de «de- rechos humanos», como derechos naturales, derechos piblicos subjetivos, libertades publicas, derechos morales o derechos fun- damentales, derechos individuales, derechos del ciudadano etc. Estos términos tienen conexiones culturales y explicaciones de- rivadas de un contexto histérico, de unos intereses, de unas ideo- logias y de unas posiciones cientificas o filoséficas de fondo. Todos tienen su raiz comin situada en el mundo moderno. Responden, sin excepciones, a una cultura individualista y an- tropocéntrica frente a la cultura objetivista y comunitaria pro- pia de la Edad Media. Pero las diferencias que vamos a analizar implican elegir un término de los usados en el lenguaje natural o estipular uno debidamente justificado. No hay duda de que el término mas comun es el de «dere- chos humanos.» Con é] se alude a dos cosas diferentes. Por u" lado, a una pretensién moral fuerte que debe ser atendida pat@ hacer posible una vida humana digna. Por otro lado, se utiliza el término para identificar un sistema de Derecho positivo, cuam 20 Lecciones de Derechos Fundamentales do se dice por ejemplo que los derechos humanos est4n reco- nocidos en el Titulo Primero de la Constitucién Espaiiola y es- tan protegidos, en su caso, por el recurso de amparo. Al utilizar el término «derechos humanos» podemos estar refiriéndonos a una pretensién moral, 0 a un derecho subjetivo protegido por una norma juridica, pero en el primer caso a la pre- tensién moral se la reviste de los signos de lo jurfdico al lla- marla «derecho». Dicho de otra manera es un uso ambiguo que significa dos cosas distintas, que en la historia del pensamien- to juridico han expresado un enfrentamiento permanente, el punto de vista iusnaturalista y el positivista. «Derechos humanos» no es la expresién adecuada y aqui el consentimiento universal, que se desprende de su utilizacién generalizada, no es razon para aceptarla como base de un pro- ceso de reflexién que lleve a la comprensién de lo que se quie- re identificar. Sin embargo, podemos explicar su éxito y su ex- tension que representa un anhelo generalmente sentido por los seres humanos en la historia moderna. Y también que en el pri- mer sentido se use «derecho» para reforzar la presién de la pre- tensién moral y su vocacion de ser «Derecho positivo». En todo caso, tenemos que coexistir con una utilizacién tan difundida, intentando explicar los limites del uso de este tipo de lenguaje, y sobre todo, tenemos que evitar que esta definicién basada en lo que se dice en el lenguaje natural, sea el punto de partida para justificar otros términos, pretendidamente mAs sélidos para expresar la idea de «derechos humanos». Si descartamos como lenguaje base para uso mas riguroso el término «derechos humanos» habré que ver si alguno de los otros términos utilizados es adecuado o si se tiene que estipu- lar un término, o un sentido especffico a un término preexis- tente, para poder continuar nuestra indagacion.

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