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ur Ry ¥ -septiombre y la guerra de Irak tienen comin la quiebra dela promesa de y h La fabrica de le infelicidad Mo Nuevas formas de trabaji ee y movimiento globa ten vee Franco Berardi, Bifo Py hiperestimalacié ‘en la vide en las grandes 6 a S E epi) Ns 3 i 3 sine 84.95902-67 La a tentignntos, de puedes. lads La fabrica de la infelicidad. Nuevas formas de trabajo y movimiento global Franco Berardi Bifo raduccii tas: sia Amigot Leatxe traticentes de suefios mapas 130 sos —la tie suando el factor fundament gendia, hay que repensarlo todo, porque 1a intengcrws .0 8 UN recurso escaso, La potencia productiva de la inteligencia es ilimitada ¥ sus limites derivan sdlo de las condiciones materiales y de ‘paradigm en las que se organiza. Por lo demés, si se acepta que el valor de una mercancia esté determinado por la cantidad o tiempo de trabajo necesa- rio para producirla, zeémo calcular el valor de una mereancia ‘cuando el trabajo utilizado no es manual? El trabajo manual es ‘cuantificable al ser claramente separable de otras actividac fa cotidiana, pero no sucede lo mismo con el tabs ‘mental, en el que el limite enire prestacién para olxos y acti dad creativa es indefinible. Como escribe John Perry Barlow: Las leyes sobre propiedad intelectual no pueden extenderse para abarcar la expresin digital. La mayor parte de los que Producen objetos de softtare, los programadores, los hackers, Ios nt surfers saben, Por desgraca ls grandes yy sus abogados no tienen la suliciente experienci ‘ancfas inmateriales como para comprender el problema. Se ‘comportan como si las vieias leyes pudiesen funcionar de ssn modo, por medio de “fuerza, Pero se equivocan. 1 pesar de Gutenberg, era dificil hacer an tibro. Adem, los Iibros congelaban su contenido en una situacién en le que cer diffel akerarlo y reproduc Desde el punto de vista prictico, lag leyes tradicionales sobre derechos de autor protegen ia botella, no el vino. Le izaci6n permite reemplazar todas las formas pasadas jcenamiento de Ia informacin con uns metabotella: nociones de propiedad, v ‘misma de la riqueza estén cambiando de modo mis dristico de Jo conocido desde que los sumerios marcacon por prime- za ver unos signs cunelformes sobre acilla hdmeda y lo la- mmaron grano en el almgcén. S6lo unos pocos son conscientes Ge Ia enormédad de este cambio, y poguisimos de ellos son juristas 0 politicos. Los humanos no han vivido adn en el tiberespado lo suficiente para desarrollar un cantrato social fadecuado a las nuevas condiciones de ese mundo." 14, John P, Barlow, «Economy ofthe dens», en Wired, ctubre 1994. 4. Globalismo inhumano, horizonte posthumano En 1993, en wna fibrica de j ‘ncendio. 188 obreras marie na fabri Fijémonos o es de las pro exterminio: Shenzhen, Fuzhou, Dons is emp is donde se repite el Se trata de las zonas aginables en 132 La negacién del cuerpo planetario ica la palabra globelizacién? Muchos de los que se han ocupado de ella han insistido en aspectos como la apertura de los mercados, la caida de las barreras aduaneras ola difusion planetaria de las merca fenémenos sig Pero las consideraciones sobre ! y el consumo no bastan para d asf, tendrian raz6n los que sostienen que no es un fenémeno tan nuevo como'se quiere hacer creer, como los economistas ‘Thompson en su libro Gotan fabumnno odaente psthamano 133 al Colén una parte considerable (0 de cada area geografica es comercializada en otra y la proporcién de los intercambios exteriores en rela- ‘cin con el producto bruto mundial era mayor en 1914, antes de que la Gran de Tos inter- cuando la cidn entré en el léxico comiin. Sin embargo, globalizacién no debe ser considerada como un fenémeno tado al ambito de le circulacion de mercancias, sino ante todo como tn fenémeno de innovacién en la produccién. Sélo se puede hablar de globalizacién desde el momento en} tecnologias digitales hacen posible una simulacién informatica y una virtualizacién de los procesos de trabajo, es decir, desde que hacen posible la recombinacién del pro- ceso de produccién destertitorializado. 4 Gracias a Ja simulaci6n informatica del producto y a la ‘cooperaci en la red, es posible proyectar un jpro- ducto en Milén, cortar los mater sializado del proceso global de produccién. La destertitorializacién de! proceso productivo sélo ha sido posible en los dos tiltimos decenios, per resistencia pol que en los (ses incusiriales desarrollados como consecuencia ichas y Ia organizacién obreras, ha sido reducido drést mente en cuanto ha sido posi ertir en paises pobri mos, en los que no existfa tradicién obrera y la miseria y el desempleo son tales que colocan a la fuerza de trabajo en tuna situacién de total dependencia, Se ha producido una répida polarizacién del proceso productivo en fa. EI trabajo industrial de transfor- macién mecanica de la materia fisica se desarrolla en los 134 Ls frien dein infliided paises carentes de tradicién obrera, en las zonas pobres de] las que el coste del trabajo es bajisimo y la explo- tropieza con barrera recnol6gico se concentra, por el nivel de cualifi | abanico salarial es bajo, sin embargo, arse.con las tareas que desarrollan, de considerar secundaria Ia defensa de su vida frente invasi6n del trabajo productivo. [La polarizacién entre zonas de infoproducci6n y zonas de trabajo industrial descentralizado hace visible una profunda dicotomia que corre el riesgo de volverse irreversible, una frontera quebrada pero que no puede ser atravesada entre clase virtual planetaria y proletario planetario sin organiza- cin ni identidad social. La frontera no separa el Norte y el ‘Occidente de un Tercer Mundo geogréficamente recon sino que atraviesa cada continente, cada pais y cada ci Ly rehace el mapa de las relaciones de proximidad y lejania. La ‘clase virtual puede hallarse fisicamente en cuaiquier ciudad de India, de Norteamérica 0 de Brasil, pero participa de un jo global de intercambios informativos, prod lo forma un continuo espa- confinada en las metrépolis del Sur y también del Norte, en las zonas submetropolitanas entre las que la posibilidad de ‘comimicacién directa es escasa. En consecuencia, la comuni- cacién interna de la underclass proletaria tionada por las centrales de comunicacién (Globalistn inhumane hoizonte posthurane 135) El circuito mundial inforr y la produccién global del imaginario parten de la clase virtual hacia la underclass fenémenos se aprecia bien en la miisica. Al hacerse la circulaci6n de personas y sonidos musicales, Jos inisicos de todo el mundo viajan y Hevan con- sigo sus instrumentos y sus sonidos, se ha puesto en marcha Ia maquina de Ja wort :, que ha reelaborado las diver- sas experiencias en un tinico circuito de gusto que tiende a homologarse. Pero la sniderclass permanece atada a sui dimensién local por razones materiales. no es posible entrar a for te de In clase virtual si no se poseen unos mediios tecnolégicos aninimos y la formacién necesaria para patticipar en el ciclo informatizado de la sociedad. ‘Los tedricos de la new economy dicen que es neces ver las cosas de modo dinémico, y que la expansién inversiones tecnolégi ide a promover el des: Jas zonas pobres del mundo y a crear riqueza en el A iguueza para todos. De momento lo que se observa es la tenden j6n de dos humanidades diferentes en experiencia, con: En general, la desterzitorializacion ha producido enormes aumentos de la tasa de be pero no ha lievado riqueza ni auitonomia econdmica pafses pobres. Es fécil comprobarlo si se ven cules son Jos salarios que las multinacionales con base en Europa 0 Norteamérica pagan en paises como Indonesia, China 0 Brasil. La gente trabaja por salarios que representan la déci- ‘ma o veinteava parte de los que se cobran en los pafses occi- dentales y el patrén puede prolongar unilateralmente la jor- nada de trabajo seguin su interés. Pero esto parece preocupar muy poco a los tedricos de la nueva economia, que suelen discutir acerca de la extraordi- naria evolucién econdmica en curso tomando pare cuenta el diez por ciento de la humanidad que saca partido a veces enorme-— de la nueva ‘economia, olvidando casi por completo analizar los efectos econémicos y s el nuevo orden planetario produce en fa vida del restante noventa por ciento. 136 La fries des inftiidad produce segmentos de infoproduccién gue la red recompone. Pero cuando se trata de la vida urbana es muy evidente. un urbanismo neofeud: separados del resto de mas electrénicos de vi impulsar este proceso para que sus efectos Deneficiosos alcancen a las zonas sociales hasta ahora exclui- das 0 las que sélo padecen sus efectos negé ién de la riqueza y del poder, me fece mas probable que prevalezca la tendancia hacia cons- un doblerégimen econémico mundial, asentado en dos tas desde el punto de vista de sus com- ales y sus compet lun régimen de semiesclavitud y desgarrada por intermina- bles conflicts tribales. Me parece, por tan! 1a _doble supresién. En pri discurso suprime la 0. Pert da del cuerpo planetario, mayoria de las personas que vi rias y expectativas, sus suftimientos y sus insatisfacciones, €] imaginario, el re ncia: el inmenso potencial explosivo que se esta acumulando. ebaomoinberan,herionte postman 137 rencorosos, ¥ que prefiere ver la flor que se abre que la podredumbre de la que saldrd. Yo querria seguir su indice- cidn y tener su misma postura, Pero me pregunto y le pre- gunto: {Debemos hacer como si no existieran cuatro quintas partes de la humanidad? {Qué valor cognoscitivo, qué valor ico podré tener una «filosofia del mundo» ore cua tro de sus quintas partes? Paradojas @Por qué deberia contratar a un licenciado norteamericano, que citesta 30 mil délares al afio, cuando puedo conseguir un Jicenciado con las misinas competencias que me cuesta 100 dlares al mes y vive en China? Se preguntan hoy muchos empresarios de la compra en un pafs cuyo coste de la vi fey, por ello, se contentan con un sueldo que tam- nes la veinteava parte del occidental. Ademés, no pagan Jos impuestos europeos o norteamericanos. En los anos ‘Asia s6lo prod 4 por ciento del producto mundial y hoy produce e! 25 por ciento. En los Estados Unidos el producto interior bruto ha crecido un promedio pero la costa del Pacifico ha conocido raestructura tec- bajo en red. del proceso de produccién es la} inmediatamente transferible y recombinable en contextos diversos. Sin embargo, la regla de funcionamfento de la relaci6n social sigue estando 3, Pierre Lévy, World philosophie, Pati, Odile Jacob 2000 4 aliens podria traducirse por ainmigrantes virtuales» o resi- lentes (extranjros) virtuales», [N. del E] 138 La rica debe dominada por ctilerios cuantitativos, heredados de le eco- noma clasica. Esto da lugar a una serie de paradojas, porque Ja forma epistémica y préctica de la economia no es capaz de cexplicar el devenir conjunto de la tecnologia y la inteligencia canectiva. Pretendemos calcular el valor de una mercancia segiin Ja regia de la época in partir del tiempo de trabajo necesario pata produ {ssleula el Gempo necesario para producir una idex? El material de construccién tiene caracteristicas comple- tamente nuevas, es instanténeamente transferible de un recomponil mas tradicionales de aproplaciGn privada, La economia industrial era una economée fundada en la materia sélida, mientras que en la actualidad estamos entrando en una economia que se funda en una materia flui- da, como las sustancias liquidas 0 gaseosas. El material sobre ‘el gue actuaba el trabajo humano se componfa de tozos de metal, de cemento, de materia sélida, cuyo uso y propiedad ‘estaban rigurosamente delimitados. Hoy, por tenemos que trabajar con flujos de informacisn digital que se colocan temporalmente en contenedores provisionales y después transmigran hacia otras formas. En la esfera s6lida de la industria, cuando usamos un producto hacemos imposible el uso simulléneo de ese mismo producto por otro. Si yo me como esta manzana, no puedes comértela Uti si conduzco este automévil no pue- des conducirlo tii. Cuando tusamos informaciéa, una obra del ingenio, un saber hacer 0 un protocolo, en definitiva, ‘uh producto del trabajo infoproductivo, e objeto que usa- :mos no se empobrece o consume por nuestro uso. Al trario, cuantas més personas usen cierta informacién, mayor es el valor que adquiere. El principio de propiedad, que en a sociedad industrial se consideraba sagrado e inviolable, tiende a volverse cada vez iis indefinible, como un artificio jurfdico 0, més bien, como un intento de proteger intereses socialmente poco justifica- bles. Pensemos, por ejemplo, en los intereses de Jas grandes ‘empresas de produccién biotéenica —Montsanto, Novartis 0 Genentech, por ejemplo. Estas empresas adquieren conod- ientos sobre el patrimonio biogenético del planeta 0 sobre el Globtismo itumane, Horizonte pesthuinana 139 cuerpo humano gracias al trabajo de cientificos, técnicos ¢ adores. Los saberes asf obtenidos, mediante la mn de la experiencia milenaria de las poblaciones, ‘as de la fauna, la flora o del cuerpo humano, er puestos a disposicién de la sociedad, para abrir horizontes de enriquecimiento y bienestar comparti- dos por todos, no es eso, precisamente, lo que sucede. Los saberes or medio de procedimientos plenamiente socia~ dos y sometidos a formas de patente y de ‘que limitan su uso social, causando perjuicios a los igros para la humanidad. ‘La apropiacién privada de los saberes puede tener efec- xrque el interés privado prevalece sobre la jon de los interfaces que mode- intereses de los cuerpos directamente afecta: La naturaleza, el cuerpo humano y los productos del saber Colectivo no pueden ser somelids aun ségimen de mr ivada, sin que queden reducidos a mera herramienta jo privado. La nueva ‘economia debe hacer frente a paradojas como éstas, que la ponen en tensién con categorias heredadas de la economia clésica. La peradoja cential reside en el hecho de que la eco~) se integre con Ta comunicacién. j6n es un proceso ese rcter reciproco. Pe gratuidad del 30 de valorizaci6n del capital el destino de Intemet, Por el momento, sigue isterio cOmo lograré la produccién de xed haces se econémicamente rentable, es decir, producir beneficios 4 en condiciones de snes en Bolsa. Es sabido que las empresas nat no han dado, 140 a fibrin de enfin titles para el conjunto de la economéa, Ante estas paradojas, se pueden formular escenarios diversos. Una primera posibilidad es la de que todo el cast Yo de la new economy es un antes 0 después, con efectos desastrosos para todos a que han i sélo logren sobrevi eres del sector; estariamos, encatnizada para obtener esa posicién Una tercera posibilidad, por el contrario, es que Internet nvertido, aunque el sistema econémico esté muy resado en mantener su existencia y su desarrollo como ser j6n funcional y particularismos culturales ‘ocupado sobre todo de describir Ja ras como realidades de tipo sincréi turalismo y, por tan se ha constituido epistemolégicamente como ciencia de los modelos culturales desde un punto de vista sincrénico. Precisomente por eo, la antropologfa tiene dificultades hoy de In Interelacén entre universe virtual y verso fisico cultural. (Globalism inhumane, horizante psthumane 141 Asistimos desde hace tiempo, y no sélo como espectadorés, ala formacién de una especie de hipe del hipermundo deriva de Ia superposi digital, acéntrico y rizomético sobre la realidad de un io fisico y psiquico de tipo jerérquico y mecénico, wrado ce modo arborescente, wrencia de las culturas tradici ituales inscrita en la historia de lobalizacién capitalista. Por el interfiere con Ia nueva informacién modelo epistémico y pragmnético de le de modo a veces sinérgico, a veces Conflictivo. Durante los afios ochenta y noventa, el proceso de globalizacién se ha desarrollado gracias ala difusién de la nologias electrénicas, que han hecho posible una acelera: dela velocidad dec siznbélicos y, por tan producen, Las tecr de la comunicacién instanténea én muy répi que modelan’ funciona esencialmen- como poder de sobredetermi- medios de comunicacién pro- is necesidades y Jas expect lo resemiotizando las for cen esta integracién y esta sobredeterminacign. En Anat deila dipendenza’ Takeo Doi describe el modelo psicolégico 5, Takeo Doi, Anatomia dela dipendenze, Mitan, Refaello Cortina 1991. 142, 1 fibrin dea tnelcidad de la dependencia que los japoneses Laman a1 nencia alectiva, la dependencia como fuente de segut reefproca y der entre seres husmanos. Se trata "30 de la cultura japonesa, un legado io arcaico, pero no puede comprenderse el desazro- Io de Ja economia capitalista en Japdn en los ultimos dece- nos si no se tiene en cuenta la especificidad psiquica y cul- tural de su cultura, que ha podico plegarse y hacerse fun- ional a unos fines econdmicos integrados. te sentido, podemos hablar de sobredeterminacién 2. Un sistema de valores simbélicas, como el anne, interna mientras stt hha por interfaz semidtica y su valor funcior para adecuarse a una finalidad nueva. El modelo cult ‘amae, dependencia psicoldgica y afectiva de una fuei y-de seguridad, ha funcionado como cemento de z de de garantizar una aceptacién casi indi desarrollo acelerado y de sobreexp! culo de dependencia que tradicionalmente lia, en forma de una pertenencia afectiva que idad, es reorientado hacia la gran empresa capi- lor sufre una sobredeterminacién que lo En a integracion hipermodema, se ven sometidas a un proceso que mismo tiempo sus caracteres tradicionales y los pliega a las. finalidades dominantes de la economia, Las competencias eco- niémicas, productivas, los lenguajes de la publicidad y el mer- i ilados, pero los modelos siinbéi- cos en Jos que se funda la identidad de wna cultura y de un pueblo no se pueden modificar con la misma rapidez..Le par- ficipacién en el circuito cominicativo planetario produce una rapida y exasperada expectativa de consumo, cuyo ritmo no es alcanzado por el crecimiento de los ingresos y de las posibil- ddades de obtener efectivamente lo que la publicidad promete* ica entre eegmenticlé del matiasepe global e integracion ingra ha sido analizada de Globalismo inhumane, horizonte posthurnane 143 En las sociedades industriales europeas, durant clones se fueron 'go de varias genera- ciones, de modo que nacieron defensas sociales y mediacio- nes culturales que no se encuentran en las sociedades tradi- cionales que en Jos tiltimos decenios se han visto sometidas a la ola de globalizacién econdmica y cultural Las consecuencias son, en ocasiones, draméticas: una] tre los que son atrafdos por el suptura de los vinculos de ati jonal, la explosién de con- ictos excaicos con armas ultramodernas. Lo que Hama la atencién al observador occidental cuando se asom: lidad de sociedades de reciente modernizacidn es la b Jidad con la que se expresan los conilictos y las tensiones ivas entre los actores del juego econémico, preci- jos vinculos sociales heredados de Ia cul- nya de valor frente a los procesos de jalizacién y de exclusion que se yy ido con reglas simb6licas desconocidas,: hasta ayer y no asimiladas. En el curso de los afios ochenta, ¢* y, de modo explosivo, en los noventa, el crecimiento des- medido de las expectativas de consumo ha producido una inalizacion sin precedentes de las sociedades en trans~ nacion. Ademés, la frustracién que sigue a Ja insatisiac- cin de las expectativas de consumo da lugar 2 reacciones | de reafirmacién agresiva de la identidad tradicional y de defensa desesperada de aquellos valores tradicionales quec™™ Ja hipermodernizecién ha hecho saltaz por Ios altes, sin susti- wo" tuirlos por otras fuentes de seguridad material o psicol6, ca, La integracién funcional ha redefinido los sistemas sim- bélicos tradicionales, sometiéndolos a la finalidad aj lista. Pero cuando el capitalismo empieza a tener conse- cuencias de conilicto, los valores tradicionales y las formas de pertenencia arcaicas suprimidas por la modernizacién retornan, con una violencia aumentada por la impotencia y el sentimiento de exclusién. El nacionalismo, el integrismo religioso, la agresividad étnica, son algunas de las formas que adquiere la reemergencia de lo suprimi do que sirve de contrapunto a la ijusoria homologacién hipermoderna. fa Len.una estrategia agre ( 144 i de tipo matioso, Por todas cin hipermoderna se ve acompe- apropiarse de cualquier simbolo y recodificarlo s fines y sus procedi pst mo en los sistemas El proceso de global localizacién regresiva, de afirmacién agresiva de ide ue se pretenden originarias y que, en realidad, son proyec- iones fantasméticas. Precisamente porque se funda sobre uit proceso La economi asi, amo y exquizoienia: 2. El anti= Edipo, Barcelona, Peid6s 1985. Globalism inhumane horizonepostharano 145 iminado es sustituide por wotendag, de identidad y abre el camino a una deriva que sélo una pequefta parte de la humanidad puede aceptar conscientemente. Para los deinés, la necesidad de reterritorializacién renace con fuerza, en el psiquismo de en las estrategias de los gran- des aparatos politicas, de las naciones y de los Estados. La hipermodernided es una condicién de extraiamiento y det rapido desatfaigo de ls formas de vida y de lengua} culturas que sulren la hipermodernizacb has! i estaban inmersas en la y asimiladas con rapidez por la er de competencia y saber. Toda la historia del capitalismo ha sido la historia de una humanidad que habian quedado al margen. Esto no da luger 146 La bende a una inclusién activa sino més bien a la abstraccién y 1a exclusién. La globalizacién tecnologica, econémica y finan- inte. Pero tanto el asen- pmo la reaccion social se harén Ios tiempos lentos y largos del colectiva. Sin embar- ‘organismo consciente en stt {g0, Ya pademos empezar a ident Ilo de esta reaccién. Segtin el a un proceso de destertit plano psicosocial, un proceso itica. Es Ig que ya estamos viendo, Europa del Este. En el mundo isldmico, el proceso de hiper- modemizacién ha dado origen desde hace tiempo a una reacci6n integrista, que ini jomeinista en Iran y, desde ent derse. ,Qué formas adqui mitica en el Sur de China, en Indochina, en el subcontinen- te indio o en México? T La cultura burguesa moderna ha infravalorado la pro- fundidad de las turales y ha malentendido el papel de la revolucis Ia creacién de las condiciones mos Hamar capitalism liberal. Es cierto q una importancia enorme en la creaci6n de Jas condiciones _sael desarrollo moderno, pero la Hustracién no puede enten- 7? derse de forma abstracta, gnorando quie su arraigo en la cul- a tura y las formas politica europeas y americanas no es inde- 10 antropoldgico creado por la alfabeti- comunicacién esctita, la reforma protestante, la tradicién urbana milenaria, etc. Sin estas premisas, la lustracién no puede arraigar con la misma nati presenta como una imposicién dificil de asim bien, como una violencia que provoca reaccion lad y Pe ‘contexto antropoldgico, tecnoco- El proyecto ilustrado de la modernidad es un proyecto de afirmaciéa de la ley como ley universalmente hueana. Condorcet afirmaba: «Una buena ley debe ser buena para CGbatsmo nano, horizonte postwumano . 147 todos, de modo en que una proposicién verdadera es verda- dra para todos.» Pero este proyecto tuniversalista ha podido sostenerse mic mundo relativamer das, occidentales, monoteist de la reforma protestante. Bl sig!o xx ha desmentido l lidad de esta perspectiva universaliste. ismo se ha podido expandir sin limites, impo- niendo su forma econémica e invadiendo la psicaquimica planetaria con sit imaginario, pero las formas politicas y cul- furales que han acompaftado al desarrollo del capitalismo en Oceidente no se han difundido de modo anélogo y comple- El proceso de globalizacin ha destruido ja llusisn’) del universalismo ilustrado y democratico. La prédica uri versalista de la democracia se ha encontrado con la realidad del desarrollo desigual, de Ia violencia econémice, el impe- rialismo y la guerra. El factor unificador no ha sido universal de la ley politica, sino la ubicui ico y encarnado en la economia capitalista y en ia potencia performative de la tecnologia. La tecnologia hal tomado el puesto de I i por el lista y las interfaces tecnosociales. Las interfaces tecnosociales modelan el comportamiento, pero no conquistan el alma. Hl alma es presa del panico y ae) Ia angustia inde ,y por esto se aferta al rericor. El humanismo en cuestion Global es la forma de un mundo inervado por Jos circuitos de la conexién generalizada en el que todo punto puede ponerse en contacto con otto punto cualquiera. Esta posibili- dad de conexién da lugar a una especie de colapso de la geo- gratia, de la distancia espac taria de imagenes, de informa Elcolapso de la distancia espacial y la extraordiinaria ace- Jeracién que conileva en la circulacién de Ja informacié: nen efectos contradictorios identitarias, un atz cheramiento desesperaco en las identidades que la desterri- a una omnipresencia plane- mnes y de mercancias. 48 La fbrica de a inelchad lad al que aspiraban Ja ley y la (seats El particularismo crece y tiende a si ‘maquinal con desaparecer, 0 politica, cualqy La universalidad es un concepto ( que globalidad es un concepto 3 principio de universalidas moderna nocién de universalidad se halla e na de amor. + La universalidad c se funda en el amor que pro- viene de Dios y del que Cristo fue transmisor: un amor que no es exclusivo, se funda en su origen y en su destino divi- nos, y no tiene cardcter ret premio noes de este mundo. La trada de la universalidad tiene, por el contrario, cardcter vo: su premio es de este mundo, y es el premio de eza de la ley, de la seguridad, y del progreso econd- {mico y civil. FSi para el cristiano todos los hombres son iguales ante Dios, la modernidad fundamenta esa igualdad en la univer- fa a los hombres, con indepen- tuacién cultural. La uni- modernos funciona mientras alguien es de garantizar el respeto a Lay y la reciprocidad cia que la Ley representa. Bn cuanto la Ley deja de ser capaz de hacer frente a la complejidad de las relaciones sociales, de contener ta explosisn pierde coherencia y credi immacin de la globs La nociéa de globalidad nace en evidente discontinuidad con el concepto de universalidad al que los modernas ha- ban confiado el discurso del conjunto social. La referenci todo, que en Ia Tustracién se entendia de acuerdo con wn, Globalism inhumano, horizane posthumana 149 smentos que se hallan en el mundo ent cardcter funcional y no conlleva referencia alguna a politicos 0 espirituales. Globalismo y universalism se distinguen por esto: mien-! tras e] universalismo afirma principios que deben valer con independencia de su funcionalidad, sea ésta técnica 0 econé- mica, e globalismo afirma la primacta de la eficacia fimcional fitness, en el sentido darwiniano. La eficacia performativa Sende a sun » cualgulereterio de julio. Qulen tenga, > ands fuerza, quien sepa usar con mayor eficacia los instrumer tos técnicos, quien pueda movilizar mas recursos esta destin: doa vencer y, en consecuencia, somete o elimina a quienes no petlenezcan # su familia, a su etnia 0 a su empresa. a Por ello, el globalismo coincide, y con una disolucién de los durante la época moderna han energia de las fuerzas Tac que desde Rengan informa todas las secuiencias de auto- mos que sirven de interfaz entre las esferas financie- tecnolégica y social. Cuando la légica de 10s auttomatis- decision de la sociedad, la Ley, la decisién politica y la democracia tienen que ceder paso a la potencia performati- ‘va de los automatismos tecnofinancieros y a la omnipre- sente potencia del sistema medisti¢o En Holztege* Heidegger habla del ni nda moderna. Con estas palabras yminio de la técnica, que no es un taj. Por la expresion lengunje de la 8, Martin Heidegger, Cominas del bosque, Alianza, Madrid, 1998 150 La fibrin de a infelehdnd re componentes ibinacién regulacio >. Por eso podemos Bl capi dad, como imposicién de una disciplina, sino simplemente como regulador rales afieman que las grandes emp: el mercado y se afirman como actores econér gracias a sus capacidades y a su mayor no olvidan acaso el papel que el Estado desempefta para hacer posil ico y econémico de unos y no el de otros? del Estado, en especial a través de los gastos militares, cues- tién que el discurso liberal nunca menciona, muchos de estos monopolios no durarian mucho.»” Spectre," el estudioso dar- ida las pretensiones de] dar- winismo social y se pregunta si es pc cado perfecto en el que los seres hun camente como agentes econémicos. 9. Samir Amin, El eapitalismo on In era de In globalizacén, Barcelona, Poids 2001, pagina 18, 10. Michael R. Rose, Darwin's Spectre. Evolutionnry Biology inthe Modem World, Princeton, Princeton University Press, 1998, 152 Por mi part perfecta ser agentes econémicos y no cuerpos sexusdos. Seria ele la equivalen- pensamiento, a pesar de su potencia despética, no es una ria teoria de la sociedad sino tna jatla ideoldgica. La con- de la prreeminencis econdmica no puede entenderse n hecho puramente econémico, Por ejemplo, la nte para que Occidente favoreciendo a algunos ope- ‘pode explicar el proceso de competencia econémi- pues en el ism factores que dependen de Ja voluntad humana, de la ideologia y d Cuando entramos en el d vvés de la Técnica la econo ‘acci6n humana es semiotizada por un conjt mos lingiisticos, de modo que la capacidad de acci wanos se ve mermada. ‘Con el paso de Ia sociedad incl produccién digital se produce un hecho deci sos sociales y productivos dejan de ser secuencias voluntarias _gobernadas por la decision y el proyecto, para convertirse en tadas de secuencias semisticas némicos frente a otros. Por eso, la idea de la _ Gabe numa horentepothumana 153, das como automatismos independientes de 1a. La creaciGn de maqutinas capaces de elaborar jormacién desemboca en la capacidad de autorreplicacién maquinal. Cuando las méquinas informacionales son puestas en red, la proliferacién biolégica que la informética ha intro- ducido en el cireuito de las maquinas acaba por invadir e) campo de la comunicacién entre seres humans. Desde la form: clus y en crecimi bros humanos en comu dad de la relacién so sobre todo, ineontrolable. de la red, conexién siempre incon’ quinas informéticas y cer la extensidn y la compl 1 prolifera de modo imparable y, El mundo que nosotros mismos hemos producido ae ha ‘uelto tan compleio que tenemos que volver la mirada hacia el mundo de Ia naturaleza (bora) si queremos saber qué racer. Es decir, cuanto més me amos el ambiente, Iabricamos, més biolégie me ser si queremos ! due funcione. Nuestro faturo es tenol6gico, pero no sera un introduce en las maquinas al tempo que) Como seftala Michael Rose, en el horizonte de nuestro tiempo y gracias al desarrollo de tecnologias, se va tamente pattidarios de la seleccién natural para avanzar hacia procedimientos de eliminacion de los mas det 154 La ibrea dela feild esti haciendo algo par tuna raza superior sino la sible, ademé: angute la seleccién no busque iciencia econémica. No es imp¢ pronto introducir en su pati cognitivos orientados a lograr el éxito econémico. Kevin Kelly ha expuesto de modo fascinante y completo tuna teorfa de la sociedad neobiolégica, mostrando que Ja red produce una dimensién que no es reducible al gobierno pol tico nial control racional. La evolucién de la hurnanidad una vez que ha entrado en Ja esfera de la red, no puede estar ya bajo nuestro contol. La conexién de cerebros y de méquiras da vida a un superorganisino bioinformético cuyos mov mientos no dependen de ninguna voluntad de nivel inferior al global, sino del juego fractal y recombinatorio de sus células ZEn qué direcci6n va esta evolucién? No podemos sabex- lo. Kevin Kelly nos tranquiliza, asegurando que la direcci6n es positiva En una ocasion, uno de sus estudiantes le pregunt6 a Stuart ‘Kauffman: qué hacemos con la evolucién de cosas que no ‘queremes? Entiendo qué hay que hacer para que un sistema ‘evoluicione en la diteccion que queremos. Pero, zcémo pode- mos aseguramos de qu queno queremes? Buena pregunt To que {quoremos de modo lo bastante preciso como para podeslo Senerer, Pero a mefudo no sabemes ni siquiera qué es lo To sabemos, la lista de cosas inacep: 2Cémo hacemos para eliminar los efectos colaterales negativos? «No se puedes respondié con brusquedad Kauffman. «En e20 con- Biste el pacto evotutivo. Camblamos potencia por contsc. Para maniacos de! control como nosotros, es un auténtico iablo, Abandonemos el control y haremos sur Bir artfiialmente nuevos mundos de riquezas jamais soia- dias. Relajuos y todo is bien.» {én es demasiado compleja como para que una 12. Kevin Kelly, Out of contri, op. cit, pagina 407. Clobatemo innumaa, horizon pestwumano 155 enel devenir evolutivo, zc6mo pocirfa ese momento de paso gobernar el proceso que la ha generado? 4 Es dificil rechazar la visidn que Kelly nos presenta, entre 1 otras cosas porque parece no tener alternativa. Pero es nece- sario reconocer plenamente las consecuencias de esta visié dejando a un lado la hipocresfa de un feicismo de la post imanidad. Hay que reconocer que la introduccién —tal vez imparable— de una bioeconomia difusa supone el fin del humanismo modemo, de su vocaci6n racionalista y del uni versalismo que se sustenta en él. Es el espacio mismo de politica, como gobierno consciente del devenir de la soc dad, el que desaparece. La grandeza del ismo moderno, que alcanza st plenitud con el florecimiento del racionalismo ilustrado, consiste en un desafio del que hoy re 5} espacio conceptual en arse la politica, arte del gobierno voluntar ‘persecucién voltintaria de fines conscient Desde Maquiavelo hasta Hobbes, desde Hegel hasta 3 Lenin, la voluntad pretende gobernar la historia, Ja genera- cign de los acontecimientos sociales. EI humanisto moder- no estableci6 también la conviccién soberbia de que.e! saber cientifico es la base de una potencia técnica si de penetrar en los mecanismos de la naturaleza y de some- terlos a los fines del hombre. La potencia ce la politica y la de la tecnociencia han plasmado el mundo artificial en los 10s cinco siglos, pero el resultado de ese triunfo esta a la vista: Ja realidad generada ha alcanzado un nivel de com- plejidad superior al que seria préctica y cognoscitivamente controlable. La potencia de la técnica se vuelve, a partir de cierto momento, una fuerza incontrolable, porque la socie- dad compleja y el tecnocosmos alcanzan una velocidad que no puede ser sostenida por la decisién informada y racional, ni gobemada por la acci6n voluntaria y coordinada. El humanismo moderno conileva la afirmacidn de una autono- ) mia de la voluntad frente a la fortuna y el destino, Pero el punto de llegada de esa voluntad autténoma es la constric- cidn de un tecnacosmos de potencia trascendente, que apa-_, rece como tuna nueva figura del Destino: esa esfera de soberana era posible pensar la poli velo dice que la tarea del principe es someter Ia for- y y ala voluntad. Pero la soberania de los hom- bres sobre su propio destino asociado’ha ido mermando, a partir del momento en que la economia y la sociedad se han convertido en el campo de'accién de automatismos teenols- gicos encadenados. La democracia modema sancioné Ja separacién_entre |, y reyd en la capacidad de Ia supera,la p velocidad de los procesos se hace superior a los tiempos necesarios para untaaccidn conseiente y con finalidad, que interviene sobre aconteci- 5. Rekombinant 10 quieren obtener poder del co >. Para ello deben someter al sabio. Pero si el sabio no se so ‘acepia et

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