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» 2. 2, ws, 2». 5s 6 38 Biblioteca Estudios de conunicacion Director dela coleccins Christian Kupehile ‘Okimos clos pobleados Segio Levy ogo ear Sergio Wall (Ge Liat rin de pee Lemar rusia Real Boo Eryn frac Renna Cuber Hlatje merle Aree Montagu y 0705 Care iat Hoge Manso Lapua ld ue NéeorSexe (om dency cmd dao Real Belocce dice pny mesos ard Raa comp) Haer ne Took alg Sank dese Bneinpe bree Pal Alsbrces» Mare Gracia Rodrigue (compe) Restery mer Vertes Berle Loose fome Ronald Saker ‘Clad Fe» Jes Ses Mor compe) rps gue irons ates Verges efi del eae Denis de Mores Gop) Eeooo ch {wre mis digi Tied Albom (cmp) Per lio cre Raymond Wiliams Tec Ela mt semi ih 2 Eliseo Ver6n La semiosis social, 2 Ideas, momentos, interpretantes p upd Buenos Aires Barcelona ® México Dis de cubiers:Gusave Mace indice Vere, Eee “Lsemase coda, 2-605, momentos, itrpretante-* ed Cutad oma ‘és Buanon Ate: Paco, 2013 ‘48 posatgom. i990 o76-950-22708:3 1. Semiologa Tio scopy 1 edi a de 2013, Resratos dos los derechos. Queda rguosamente peo, sin Ia auozacin cst de lov res dl carp, bo ln sancines eda en lr Ie 18 te repredacin pac 0 wor dea ob por clue meio 0 prcedimle, incor tare ye eaten infra. 6 © 2013, Blo Veto © 2013, devas einer en cal Ec de SATCE ‘Pub ao sl Paid 7 Independence 1682686 1. Laabduecién fundante Py ‘Buenos A= Agena 2. Procesos mentales cnn 49 Erma difsionareplonsomae 5. La subjetivizacion cnn 6B swoncpaldoarpein come 4. Binarismo y wiadismo. 7 hans _ 55 Mediatizacién y enunciacin.. 9% ro gue pene Ley 11723 6. Actividad de lengua yprocesos cognition 108 prea Agen ~ Prien Aging 7-Miajes al centro de a clencia, : 121 Imps en Primer Cla, Ciforia 1231, Cuda Autooms de Boer Ae, ‘nj de 2013 ferent “Tiads: 2.000 cjemplnes 8. Materalidad del sentido. 143 paar areata 9. La cuestién del origen del lenguaje 151 10. Las precondiciones de la semiosis 161 11.1 primer fenémeno medistico, : ma 121 Laemergencia de a escritura 185 18. El nacimiento de los euerpos densos 199 14.La proliferacion. : 208 15. Loe cuerpos efimeros: de los panfletos alos papeles de noticias. 219 16. Interludio: las alteraciones de cecal. 17. La maquina del tempo 22. El cuerpo como operador (I la apropiacion de objetos culturales Dacias as caractersticas del cispositvo social de produc cion de conocimicntosdscuio ene apa antcior no de sorprender que, en el mondo academico la investign thom sobre la mediatiacin haya podid ser afetada por el coe On AE Raat, Lo cierto esque ha lev go mucho Uempo comenzar a vslumbrar ls aspctos fr damentales de dicho proceso, [Las innumerables cosas que se dicen sobre las “nuevas tec nologias de comunieaci6n" y sobre la “socied on’ son declaraciones de productores 'Ysobre todo no lo hacen aquellos que se colocan fen Ia posicién de ertics de la sociedad posindusirial y que hos explican el fin del sentido y el advenimiento del simula ro; estos on discursos de productores (...)invertdos. Unos tam el etre dew sxcedad widen "ers. Expresé esa queja hace casi tres décadas, en el trans- curso de un coloquio organizado en Paris por el Centro Georges Pompidou para conmemorar el famoso afio 1984 de George Orwell. Las cosas han cambiado desde enton- fueron acumulando muy lentamente, pero hoy las conc ciones estan dadas para poder replantear en profundidad 305 Los estudios cualitativos, en cambio, en la medida en replanteo abre, me parece, un {que comportan la obtencién de fragmentos del habla de campo de iestyacion interesante ‘Resccoploresy, rennimene oberon deo iforme: Como conception lo sitmassocoiniduaes ‘iba sabre ms comportmiontn,purdsn er una puerta. que "conmamen los productos de i medathacion pare se stada a estas de los proceor de reconocient. Fore etuarlo? Dante ls times eins ato dene No lo sn necetarinmente, yf gue todo depende de clo fe comene® To que puede lamar elegy tan tran pocenadonyanalados elo dacuaoy de los recep pregunta ha ataverad is ivenignion sole os ar tex Foro no hay ou cain par el esto de Is lglss matin No voy 2 recon eo itor adoptaré aga a cesggciare ee ed oe bien un punto de vista analitico.' 1 Si ‘tec nme parece portant init na ie tater ener operaciones qu forma pare de los rencia ene métedos uanatiesy métodascaataiven | __Broceaon del reconocinfentoyaclvadat po fos stemas pur cour el reconocimientos No we wt Ge oponer iclondisls en suaion de nterpenctaon con Tx Eandtcacin «ana cana, buscando ops pono ‘Tacos mediateade, nada nen mperr espuea proce Sow por alguna rain de princjen inode comprender «| dera'unacumntifen, Slates de ada anoy enese enen patiauatmwcaree |) Esimporante ibrayar que los eslades del investign teres dein procalnienes de euaneicaion us hab ion a cept tanto chante como cute see thalmentse use pra ena recepin dees medion ien am ser nameormare por ux proce que Luusana de comunicctn, nds ald de asotstieién del modelos | _ [llama de reenuda, en condiciones de productiGn de di Intec En enorme mayors dels ess a oes ata nedateon en eft, machos eas extdios han tas de lectorados de la prensa grifica o de las audiencias de sido planteados desde una logica de marketing financiados radio y de televsién, recortan actitudes y opiniones de publi ppor las propias empresas de medios, cada vez més intere- ‘cos consumidores de tal 0 cual producto medisitico y postu- sadas en comprender las percepciones y expectativas de lan la equivalencia de las respuestas; por ejemplo: todas las Ja demanda. Fsta sitzacin no me parece, en sf misma, ni respuestas “de acuerdo” a un item determinado de un cues: ‘buena ni mala; el interés y la validez de las investigaciones, tionario son, por definicién, equiparables, Ast, obtenemos | ddeben ser objeto de una evaluaci6n caso por caso. colectivos puramente estadisticos. No estoy cuestionando Considerados como dos tipos de procedimientos muy su utilidad en relacién con determinados objetivos. Estoy diferentes que los observadores de segundo grado pue- diciendo, simplemente, que dado que se los suele denon den utilizar en sus observaciones, la distincién entre nar “estudios de recepcién”, conviene tener claro que si nos colectivos estadisticos, por un lado, y colectivos caracte- interesan las l6gicas del reconacimiento, ese ipo de encues- rizados por la puesta en prictica de determinadas ope~ ‘as no nos sirve de nada? raciones semidticas captables en la palabra y en el com- portamiento de los receptores, por otro lado, me parece mas pertinente que la oposici6n entre audiencias y publi 1 Sore itor dela edo dea eep ase, por een Cos propuesta por Daniel Dayan en wn importante traba- pl, ate (198), Jensen y Rosengren (193) y Morey (192). jo consagrado a la televsiGn (Dayan, 2000) El concepto sea mga elders bre eels cana on de "audienca" de Dayan eorresponde aproximadamente Vase see rerpecto, is eflexons de Gregory Bateson sobre a lo que agut amo “coletvos estado. El concep Ja complied de fos datos antropogicos en relaign con low ansliss to de *piblico", en cambio, tiene para Dayan una serie ‘sateen en Baton (9D cap) de atributos que no se aplican a las audiencias. Dayan se 306 : 307 inspira explicitamente en la idea de los “grandes affaires” del pasado, “El modelo del ‘Asie’ ~dice Dayan no con- siste solamente en explicar la confeontacin de los pbli- os, Permite ver e6mo esos pablices se constituyen, com- prender que el geso por el cul se airman equivale una terdadera estructuracion de la esfera publica" (Dayan, 3000: 482). Dayan enumera ses aributos caracteistcos de un "pablico”. Primero, un pablico es un medio ambiente {milieu}: “compromete un cietto tipo de socaildad y un minimo de estabilidad”; segundo, la sociabilidad implica una capacidad de deliberacin interna; tercero, un publi co dispone de una eapacidad de performance, “procede a presentaciones-destmismo ante otros pilbiicos, cuar- %o, esas presentacionesdestmismos comprometen a sus autores: “todo pablico se define por una performance que Austin Hamarta comisiva, una afirmacion de lealtad ue emana de aquellos que dicen pertenecer a ese publi 0"; quinto, un public es susceptible de traducir sus gus tos en demandas,y sexto, "un pablico solo puede existr bajo una forma nfleion. Su existencia pasa por una capa- cidad para auto-imaginarse, pasa por mods de represen. tacign del coleetivo™ (Dayan, 2000. 482-438) En el marco de la conceptualizicién que estamos tra tando de constrai, est claro que lo que Dayan lama un *piiblico” condensaaspectos de los procesos nutorreferen- clalesyautopoiéticos de sistemas o subsistemas sociales. Su descripeién tiene dimensiones de onganizacién y dimen siones de interaccién, Hay, sin duda, muchos ejemplos historicos de formacién de “public” (el famoso “affare Dreyfus’ en Francia, en el que los periddicos de la €poca Jjugaron un papel fundamental, sobre todo a través de la figura pablica de Emile Zola, es un excelente ejemplo) En las Sociedades mediatizadas contempordinens, tambign hay colectivos que probablementesatisfacen la mayoria de los atributos enumerados por Dayan (los colectives de fans, los piblicos de los grandes deportes mediatzados, los paiblicos de los coneiertor de musica popular), pero no me parece que este concepto de “pablico” pueda ser. vir de base para el estudio del reconocimiento en gene ral, La logiea de los sistemas socioindividuales opera en 308 reconocimiento sin que la pertenencia de los receptores aun “pliblico” asi definido sea una condicién necesaria. Contrariamente a Dayan, no encuentro aberrante que el observador de segundo grado sea llevado a reconstruir sgramiticas de reconocimiento de determinados tipos de Feceptores, que no por eso tienen conciencia de formar parte de un colectivo caracterizado por la aplicacién de cosas graméticas. La conciencia de pertenecer 2 un colecti- vo de receptores de ciertos discursos medidticos puede ser tuna caracteristica importante en ciertos casos, pero tam- bign puede no serlo en otros, En el inicio del largo camino hacia la comprension de los procesos del reconocimiento corresponde mencionar las investigaciones de David Morley a partir de The Nationwide Audience (La auadiencia de Nationwide} (Morley, 1980), El inte- 16s de Morley estaba centrado en la television, que en aque- llos aios era el aspecto mas discutido de la mediatizacién. El propio Morley ha resumido muy bien la importancia que tuvo, en su momento, el planteo de los problemas de Tarecepeisn: Sibien, en el contexto briténico, los estudios sobre los medios ‘de comunicacin cobraron vigor comienzos de la década de 1970, en virtud de lo que Stuart Hall (..} earacteri26 como el “redescubrimiento de la ideologia’, ese redescubrimien- fo lev6 a los autores, al comienzo, a preferr el andlisis dela estructura ideolégica de las noticias (..] y, mis en general, cl andlisis de la cobertura que hacen los medios de la pol tica, sobre todo de los temas sujetos a controversia explicia Lol. Bsos trabajos [..] eompartian dos premisas clave: pri ‘mero, que el interés por la reproduccin de la ideologia (y su supuesta consecuencia, el mantenimiento del orden social ‘ola hegemonia) encontraba en las comunicaciones politicas ‘explicias, su campo de estudio mas fecundo: y segundo [.] {que los efectos (ideol6gicos) ejercidos por los medios podtan fn realidad deducirse del andlisis de la estructura textual de los mensajes que transmit. Hasta aqui, la audiencia de los rmedios estaba por completo ausente de tales discursos anal os, y con frecuencia el poder de los medios sobre sus const- ‘midores se daba por supuesto (Morley, 1980: 21-2), 309 No es facil evaluar los estudios de Morley, porque el propio autor ha vuelto criticamente a ellos una y otra vee, Seitalando muchas de sus falencias y limitaciones, que fue ron en buena medida resultado de la influeneia de una sociologia britinica de “estudios culturales" de inspira- cin marxista, centrada, en su origen, en la hipétesis de una “ideologia dominance” transmitida por los medios © influenciada, después, por el concepto gramsciano de “hegemonia’ y por la reinterpretacién del marxismo llevar dda adelante por Louis Althusser en Francia. La investiga- cidn sobre las audiencias del noticiero Nationwide (Morley, 1980) analizé, mediante reuniones de grupo, las “decodi ficaciones” de dicho programa por parte de determinados sectores de la poblacién, identificados con criterios ocupa- cionales (ejecutivos, estudiantes, sindicalistas, aprendices) yencontr6 tres configuraciones: las lecturas "dominantes" las “negociadas” y las “de oposici6n”. Mas tarde Morley ha rreconocido que las cosas eran mas complieadas de Io que podia entenderse con las nociones tanto de “ideologia dominante” como de “hegemonfa", y que era erréneo pos- ‘ular una relaci6n lineal entre posicién de clase y “lecturas” de Ia informacién en la televisién (Morley, 1996). Poste- riormente, Morley se interes6 cada vez mas en la cuesti6n, de la familia como contexto interaccional del consumo de la televisién (Morley, 1986) y, a partir de su colaboracién, con Roger Silverstone, en la configuracién general de la, vida cotidiana y su relacién, no solo con la televisién, sino también con las otras ~cada vez mais numerosas- tecnolo- ‘fas de la comunicacién (Morley, 1996). El esquema del desfase entre produccién y reconoci ‘miento, que recordé en el capitulo 21 de este libro, fue presentado por primera ver en 1978 (Verén, 1978a). El azar quiso que la primera oportunidad que tuve de indagar empiticamente, algunos aiios més tarde, las consecuencias, de esa distincién me llevara a observar y analizar materias, significantes asociadas a un fendmeno meditico que nada tenia que ver con los discursos de la prensa escrita que me hhabian interesado hasta ese momento: una “exposicién” ‘como medio en el espacio fisico de un museo, y el com- ortamiento de los visitantes como proceso de reconoci 310 Se a Pethopesireat peemenrayes Set eemla tpn ‘pie ogi eet ae 6 del aspecto visual de la exposicidn. Su contenido compren- dia wes pos de materiassgnficantes may heterogeneas nv st En prime lugar el discurso que aparecta como tina important en una fee ditetn “ete fotografia de escenas de vacaciones, en blanco y Negro, conspondientes als tes ets histrica prodvldat por grandes nombres dela historia def forografa de arte, Fomb Seeberger, Aigner, Lartigue, Cartientresion, Dole hu, Nepees Le Querre, Fran, entre oto. En segundo Tiga: pales con textos ygrficos que presenaban Is wes etapa hstriasylevolucin del fenbmenosocioldgico de las vacaciones En tecer haga en el "Koso" se provee ttban fotografia en color con excenascontempordneas de 4 am investgacin dio ugar aun Horo publica por el Geno Georges Pomp. elector enconvard en Verény Levascur (1984), la presente «ion completa de sa inestgacion dea Que hago as una sess my premade su vacaciones como ls que se pueden encontrar en cualquier revista de turismo o de viajes, es decir, enteramente and- nimaso, se quiere, puramente decorata. Se organ ‘demas, una reunion cn fos dos curadores dela expt Gién ys exon los documentos prepartorioe que pre seniaban cl propet, En defini, pudos idenificartnsones que earacte ‘aaban ala expotcion, vista desde su producion, |. Se entretejfan en ella tes tipos de discursividad, no cla- Famente articulados entre si: un discurso “estético” relai- vo a la historia de la fotografia de arte; un discurso “cien- tifco” sobre la historia de las vacaciones como fenémeno de sociedad (los paneles de presentacién de cada una de las etapas estaban firmados por un ge6grafo del Conse- Jo Nacional de la Investigacién Cientifica de Francia, el CNRS), y un discurso contemporaneo y cotidiano, proxi- mo a la ret6rica promocional de las industrias del turis- 2 bal entre el corre- dor de la izquierda, que exponfa las dos primeras eta- pas, y el pasaje al espacio mucho més abierto de la dere- arte en blanco y negro, sobre los muros, y las diapositi- vas color con escenas convencionales de vacaciones, pro- las reproducciones de las fotos de arte ~todas, como se indic6, en blanco y negro~ estaban colocadas en grandes cartones donde la informacién sobre cada imagen (autor, identificacién del lugar captado por la imagen, afto) era ‘manuscrita, con el fin de evocar (segtin se explicaba en cl proyecto), “el élbum de familia", Est claro que las im genes cotidianas de un “élbum de familia" son, en cierto ‘modo, lo contrario de las imagenes consagradas de un igran creador de la historia dela fotografia de arte. 312 [Nos resulté natural entonces postular que de una u otra ‘manera las "gramaticas de reconocimiento”, fuesen cuales, fueran, iban a operar sobre las tensiones identificadas en el producto mismo, visto desde la produccién. El analisis en produccién, zpermitia identificar, en la enunciacién misma de la exposicidn, un “visitante ideal", un poco a la manera del “lector modelo" de Umberto Eco* Lo mas que podia- mos decir a priori a este respecto puede resumirse asi: la cexposicién invitaba a recorrer una historia, siguiendo cro- nolégicamente el desarrollo de las dos primeras etapas a lo largo del corredor de la izquierda (figura 4), aprecian- do tanto la importancia sociolégica del fenémeno de las vacaciones como Ia belleza de su transmutacin en obras, del arte fotogrifico. Ese trayecto permitirfa al visitante, al entrar en la gran sala de la derecha, comprender la diver- sidad y la complejidad del turismo en la época contempo- rrinea. Dicho en términos peircianos: la primeridad de la ‘mirada era convocada a una experiencia visual del orden de la emocién estética; el segundo y el tercero eran los hhechos y las reglas de una historia, asumidos por la serie dad del discurso “cientifico” de la sociologia. Dado que nos enfrentabamos a ese dispositivo especifi 10 que es el espacio cultural de un museo, parecia légico onsiderar que las gramaticas de reconocimiento debian er conceptualizadas como estrategias de visita. Fue asf que fa cuestion central era, en este caso, qué se podia por estrategia Consideramos que el cuerpo del visitante, ubicado en tun punto determinado del espacio de la exposicién, es Ja fuente de un conjunto de lineas de fuerza que definen tuayectorias posibles. Esta claro que, geométricamente hhablando, el niimero de direcciones que se pueden trazar a partir de un punto determinado del espacio es infinito. Ex necesario, entonces, hacer intervenir otros factores para 6. Vase Bco (1979. 313 slisminuir el nimero de trayectorias wazables a partir de tn punto determinado del espacio, En primer loge os clementos exp arte de ts punto, com eds ape gue representa el punto A, donde un posble vistane,préximo 2 las dos entraas dela exprncin, tenia que elegir entre el Corredor de la iqulerda ola entrada que permitia el ace. so direco al gran espacio de la derecha, Las tayecoris indicadss (13.6) corresponden a desplazamientos cuyos “tear can lemon den xpi es desde elpunto A. Llamamos esos puntos das ditional (ogee rar 5,6, Ty 8). En segundo lugar, eada nudo decisional tstésectorizado por ia dreccon de “entrada l mudor el onjunto de direcciones de “sada” vara seytn la dec: ‘na través dela cual el vsitante ha legedo al nude, que deterin, a su ver los “tractors” visbes a partir de se nto El conjunto del espacio de la exposiion podria Se Fepresentado como una Configuracion Ge aude, ofgenes de trayecorias posibles.S, respecto de un vstante que te encuentra en un detcrminado mudo, todas las wayecto. fas de “aida” cvieran la misma probablidad, es ect, Site tratara de un manojo de trayectriasequiprobsbles, Podmos considerar que ese vsitante no iene estate. fia de visita, o sea, que el pasa de un estado del Sstema # otro (el pata de un nudo decisional al sgufente) emt determinado por el azar La estrategia, en cambio, queda definida como ta secunca de deetaione roped da ep Probab dl count de tres de ald” de cada nda tection, El equipo de invesgacinaplié dos procedimientos Por un lado la observacion directa, desplazdndonos por cl espacio de la exposicicn siguiendo dsimuladamente a ‘una determinada persons; por eto, través de una cémara de vdeo colocada en altura, que proporconata una vsién de conjunt, pero que tambien permita Segui una tayee: 7. a nd dso yeon ipee posi aque tiene el vstant de ltr sobre is pass, nterrumpiendo Is po- resin delaviia, aa 314 toria especifica. Realizamos las observaciones a distintas horas del dia, en diferentes dias de la semana, y haciendo variar sexo y edad de las personas observadas. Durante las cuatro primeras semanas de funcionamien- to de la exposicién, hicimos observaciones al azar, reu nigndonos después de varias horas para intercambiar impresiones, Descubrimos la importancia de un factor que no habiamos tomado en cuenta en nuestra definicion de cestrategia: la densidad del publico presente en un momen= to dado. Ese factor era variable segtin la hora del dia y el da de la semana, y afectaba la trayectoria de visita. Una vez identificadas las estrategias, comprobamos que cada una de ellas se adaptaba a los “obsticulos” que podia represen- tar la densidad de visitantes en una determinada zona del espacio de la exposicién. En una segunda etapa, comenzamos a registrar las visi tas dibujando sobre el plano de la exposicin la tayectoria ‘exacta y completa de cada visitante observado. Poco a poco, fueron apareciendo regularidades, y terminamos identifi cando cuatro estrategias de visita. Consideramos terminada festa etapa cuando el universo observado llegé a la saturs cién, es decir, cuando la estrategia de la enorme mayoria de los nuevos visitantes observados correspondia claramen- te a uno de los cuatro tipos que habiamos identificado, oa ‘una combinacién inequivoca de dos de ellos. Hasta ese momento, nuestra tipologia era puramente behaviorista. Estaba fandada en los recorridos observados: secuencia de los elementos de la exposicién contemplados (0 ignorados) por el vsitamte, travesia de espacios transicio~ nales, cambios (0 no) del comportamiento en el pasaje de tun espacio a otf, tiempo global de la visita, No sabiamos nada de esas personas, pero cada tipo de trayectoria pare- cia tener su propia logica. Dadas estas condiciones, decidi- mos designar a nuestros tipos de trayectoria con nombtes dde animales, intuitivamence asociados a cada uno. Este fue nuestro bestiario: hormigas, mariposas, peces y langostas. + SPROUT proton (ura 9). La hormiga se coloca més cerca de los elementos de la exposicién (fotos, paneles) que los otros tres tipos. Su visita es la 315 mas larga (veinte minutos en promedio) y la que tiene el mayor nimero de paradas para observar los materia les. En la medida de Io posible, sigue el orden cronol6- sgico que le propone la exposicién. Evita atravesar espa- ios vacfos, tanto pequesios como grandes ("sigue un mismo muro”), y su comportamiento de visita no cam- bia sensiblemente al pasar del corredor estrecho de la A a ome + aid tala ogra 10) 1a waycrva de la mariposa es un movimiento de alternancia (dere- chaizquierda, derecha-izquierda). Su visita es un poco mas breve que la de la hormiga, y tiene menos paradas. Evita, como la hormiga, atravesar los grandes espacios vacfos (en particular en la gran sala), pero no tiene inconveniente en ejercitar su movimiento de alternancia en el corredor. Hay cambios de comportamiento cuan- do pasa del corredor a la gran sala con el “kiosco”. Tam- bién busca resperar el orden cronolégico propuesto por Ja exposici6n y, en realidad, su técnica de alternancia le permite seguirlo mejor que la hormiga, . 11). Bl pee es un visi- tante que navega “entre dos aguas": se desliza guardando una cierta distancia con lo que observa. Hace una vista ‘comparativamente més corta y con menos paradas; obser- va disminuyendo su velocidad de desplazamiento, pero sin detenerse, Atraviesa sin dificultad aparente los gran- des espacios vacios. Su comportamiento no cambia en absoluto cuando pasa del corredor ala gran sala. Esto ‘mente indiferente al orden cronolégico de la exposii + La tng ave “punta (gor 12) Lagos ta procede por “saltos" identifica a lo lejos algo que le interesa y se dirige hacia ese elemento sin ninguna hesi- tacién. De ahf el concepto de “punctum” que hemos tomado del andlisis de Barthes sobre la fotografia (Bar- thes, 1980). Cuando identifica un “punctum”, Ia lan gosta realiza una parada, a diferencia del pez, pero es, como este, indiferente al orden histérico de la exposi- cidn ya los espacios vacios. Tampoco modifica su estra- tegia de visita cuando pasa de la estrechez del corredor la amplitud de la sala. Podriamos decir que la diferen- 316 cia central con el pez es que la trayectoria de la langos- ‘a no parece determinada por la necesidad de guardat siempre una cierta distancia, sino que esta fuertemente dinamizada por ciertos “atractores” Est claro que las metiforas animales waduefan nuestras intuiciones sobre las caracteristicas de cada estrategia. Las trayectorias de las hormigasy las mariposas eran mis “orde- nnadas”; aceptaban la l6giea hist6rica del enunciador de la ‘exposicidn, con la diferencia de que las hormigas manifes- ‘aban un temor al vacfo que no patecfan tener las maripo- sas, Las langostas daban la impresién de practicar una visita, ‘mucho més “libre”, indiferente a la estructura propuesta, por los curadores de Ia exposicién y movilizada esencial- mente por sus propias motivaciones, activadas por ciertos “atractores" y no por otros. Los peces, en fin, exhibian una, suerte de lateralizacién, particularmente interesante en la ‘medida en que ponia en cuestin la idea misma de “nudos decisionales"; los peces no iban hacia, sino que pasaban delante de los elementos expuestos. Identificadas las cuatro estrategias, la pregunta decisiva fue la siguiente: los visitantes que manifestaban la misma estrategia de apropiacién corporal de los espacios de la exposicién, gterian alguna otra cosa en comtin? La etapa final del estudio consistié en entrevistas a visi ‘antes de la exposicién: personas identificadas durante su visita como claramente pertenecientes a una de las cuatro estrategias eran abordadas a la salida y se les preguntaba si aceptaban prestarse a una entrevista, que formaba parte de una investigacién en curso del Gentro Pompidou.” Las 8. Cabe sefalar que la proporcién de rechazos fue muy bajs esto seexpliea, sin dda, pore poscionamiento partcutrmente “informal Ye vanguardia” del Centro Pompidow, especialmente en lov alos ‘chent. Realzamos veintcinco entrevista sete hormiga, es peces, fuatro marporas, cuatro langostas y cuatro casos "nitow” Esaban representados ambos sexos,dversos extados cies (oles, csados fn pareja), edades de entre I8y 48 aos, y nivel sorioeconmico BY (Clos mixon ran catos en los que una parte de lava eosrespondia ‘aramente auna esuategia,y ot pate 3 otra (por ejemplo: una vista 317 centrevistas, de alrededor de una hora de duracién, tenian tres momentos. El primer momento era una conversacién realizada en tun espacio relativamente aislado de la Biblioteca Pablica del Centro Pompidou, pero desde el cual la exposicién no cra visible. Se interrogaba al visitante sobre los aspectos, ‘mis generales de su relacién con el Centro Pompidou: fre- ccuencia de sus visitas, qué partes de la institucién conocfa,, (qué imagenes tenfa de la institucién. El objetivo general de este primer momento era captar el vinculo del visitante con el Centro Pompidou como instiucién cultural. Como conclusin de esa primera parte, se le pedia que hiciera un, dibujo de la exposicién que acababa de visita En el segundo momento, cl entrevistador volvia con el centrevistado al espacio de la exposicin y le proponia que rehicieran juntos la visita, obteniendo asf comentarios sobre cada uno de los aspectos de su trayectoria. Como el, entrevistador tenfa el plano de la exposicién con el trayec- to del entrevistado, conocia exactamente lo que este habia, hhecho durante la visita. Como conelusién de este momen- to, y si era el caso, se invitaba al entrevistado a recorrer y comentar las partes que habia omitido durante su visita En el tercer y dltimo momento de la entrevista el entre- vistado era invitado a observar y comentar el video en el ue habfa sido grabada su propia vista. Visto a la distancia, ese trabajo permitié caprar fragmen- tos de légicas socioindividuales activadas por la relacién del sujeto con la cultura y, en particular, por el lugar que la institucién enunciadora ocupaba en ése horizonte cul- tural, Desde este punto de vista, el fendmeno que estudia ‘mos ~un producto con sus caracteristicas especificas en un contexto determinado, y los procesos de su consumo en, tiempo real~ puede ser visto como el momento de encuen: two (casi en el sentido en que hablamos de "dar contacto” para arrancar un automévil) en el que el producto es la “hormiga” en el corredory “mariposa en in sala del Koso). Estos cas mists fueron parcularmenteineresntes (Vee dco en Vero, Levasseur, 1984 9295) 318 ces WSnbranos compli de os mands Seater es ie ee pa salt compre to quia wee sue SI de: pot elma eagles i ceruchgucal on eespastn stg pra igen oe y crn oso! pesca por qo iin femo denise wales tan dre, ij sonion sf eats als pong cn is ding en care sonoma quel ad inner gucisca ape west ahonmige tus cpa ar lg 20d“ youn ont cntloment; ae Sree on Aveda esd aia Sei og ei nis at's cil sn laces Rehnt ch caste de ane iad des agers eet del tse somempet Sota cnc tro Fog i menln team sure no pr a elo epee tendo cane acte conempats trans dels map cea a mayor de Suet ancl tn mcs de comma tiie motnadda acted muses eagle us Mimi apeide eno nin de “plan de ht 9. Flector encontard en Verén y Levasseur (1984) una present ‘in detalnda de Ios resultado, comentados aqui de maners sunt, junto con las rayectorias de vista de cada uno de los enzevsados, st perl socloecondmicoy ambi, lareproduccin de los dibujs soit todos. 319 biisqueda de una vision de conjunto de la exposicién, tras la cual se acepta la propuesta hist6rica del enunciador. Esa actitud activa y motivada se expresa particularmente en, que las mariposas no solo se interesan en el tema, sino que sienten curiosidad por ver eémo ha sido abordado: interés en el enunciado y en la enunciacién (algo asf como “vea- ‘mos cémo el Centro Pompidou plantea esta cuestion de las, vacaciones"). FI movimiento de alternancia, que aparecia cen el trazado de la vista de las mariposas, se vuelve explici- to en el discurso, Calificamos a la mariposa de cuerpo lilro, retomando casi textualmente, la férmula de uno de los centrevistados: "yo hice como cuando uno lee un diario, de derecha a izquierda". El de los peces es un discurso global sobre la institucién, sobre el Centro Pompidou (genéricamente llamado "Beau bourg”), que algunos declaran visitar regularmente, como, parte, en cierto modo, de un estilo de vida; solo uno de ellos estaba informado previamente acerca de la exposicién, sobre las vacaciones: escasa motivacién especifica relativa al tema. Esencialmente: negociacién sobre el tiempo, nece- sidad de espacio, nociones como pasaje, paseo, “echar un vistazo”. Mantenimiento de una cierta distancia, que no es la vision de conjunto de las mariposas para establecer un plan, sino mas bien una necesidad de proteccién y de estar reparado para dar por terminada la visita en cualquier ‘momento. El pez, en efecto, es un cuerpo que pasa, captacion, ligera y sin compromiso del "ambiente" Beaubourg. Desde un cierto punto de vista, las langastas se parecen a los peces: ausencia de una motivacién temitica espectfica, poco impacto de la visita una vez terminada, indiferencia, a la proposicién cronolégica del enunciador y a la estruc- turacién de los espacios. Pero a diferencia de los peces, las Jangostas se libran a una lectura personal, puramente sub- Jjetiva, que esta muy lejos de ser una légica de "pasaje” o de “echar un vistazo". El punctum”, aquello que atrae a la langosta y la leva a dar un salto, puede ser un detalle ins6lito, una marea de humor fotogrifico que nada tiene {que ver con las vacaciones, el recuerdo de que los padres ‘recuentaban tal o cual playa que aparece en la exposicién, Ja asociacién de una imagen con un tema literario,.. Cuerpo 320 con seudépodos, como si ante un conjunto cuya estructura: cin no interesa, surgiera cada tanto un tentéculo que se apropia de un elemento especifico, También opera una cierta imagen de la institucién: para las langostas, Beau- bourg se caracteriza por proponer temas *sofisticados” pero poco solemnes, que hacen posible esa absorcién del producto cultural por una experiencia vivida, puramente personal, que define en esté caso el placer de la visita. Detengimonos un momento en las implicaciones de cesta investigacién, Desde hace mucho, intento resistir a la tentacién de considerar que tuvo algo de premonitorio: vvolvi visibles ciertos temas que més tarde, progresivamen- te, Se me aparecieron como fundamentales. Los enumero, sin pretender un orden de importancia, 1. Gentralidad det concepto de tractor, en este caso en un sentido literal de desplazamiento corporal en el espacio, pero que puede ser aplicado a los funciona [a eee ulacién/activacion, esestructuraci6n/reestructuracion, de las trayectorias 321 propuestas por el enunciador,y su insercién en una red de ‘rayectorias cuaitatamente diferente. A pesar de que habjamos tomado Is decsiOn de nom- bar las estrategias como si se tratara de entes individu zados,tpos de personas, a través de una metifora zoologi- ca, también deefamos, con precaucion: “Conviene insistr sobre el hecho de que no hemos descripto una tipologia de actores sociales ni tampocotipos de personalidad in| tipos de etaias de vista” (Vern y Levasseur, 1984: 101). | Gul era, entonces, el alcance de esa referencia ahor rmigas, mariposas, peces y langostas, mas alld de la analo- gia? En aquel momento, eta pregunta queds sin respuesta, En la construccién de teori,es de primordial imporancia | identifica, con el mayor rigor posible, secuencias operato: rias de reconocimiento; para decilo de manera ids pret sa: spacos mentalsactvados por la recepcidn de determi- nados dscursos,dejando en suspenso las preguntas rela vasa la coherencia (o incoherencia) global de los mundos de los actores. En qué momento seré necesario formular «se tipo de preguntas? Sin animo de plantear ninguna | Paradoja, sospecho que esas preguntas se volerén interes | Santes cuando nos enfrentemos a aspectos bisicos,no del funcionamiento de los sistemas socioindividuales, sino de los sistemas ysubsstemas sociales 522 323 Figura Croquis 1: Visa general de la exposicién Figura AL ma 325 Figura 11 Recorride de un pez

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