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DERECHO PENAL ECONOMICO Esresan J. A. Ricut Profesor de Derecho en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlin-UNAM; ex profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires sumanio: I. Introduccién. I. Origen y evolucién del derecho penal econémico. III. El derecho penal econdmico existe pero no es auts- nomo. IV. Hacia un concepto material del delito econémico. V. Re- iones entre planificacién econémica y derecho penal. VI. El bien juridico tutelado por los derechos econémicos. VII. Eliminacién de algunos tipos penales del dmbito del derecho penal econdmico. VIII. Delimitacion de la singularidad del derecho penal econémico respecto del derecho penal, 1X. Las Hamadas infracciones al orden econémico. X. La responsabilidad penal de las personas juridicas. XI, Resumen de conclusiones 1. INTRODUCCION 1. Abordar el problema que plantea a la dogmatica penal la evo- lucién y desarrollo de los lamados “delitos econédmicos”, supone una tarea polémica. Los puntos fundamentales que han caracte- tizado esta rama del derecho penal han sido, y en alguna medida siguen siendo, cuestiones que trascienden la problematica juridica para abarcar ideas politicas, concepciones sociales, y, logicamente, también econdémicas. Es por ello que al verificar cuanto se ha sostenido sobre el tema, es factible comprobar que cada obra, ensayo, proyecto o modelo legislativo, estd influida necesariamente por la ideologia de sus autores. Consecuencia de lo expuesto es que esta disciplina se haya ga- nado su lugar superando escollos, frustrando oposiciones, venciendo dificultades, No ha sido por cierto un camino sin obstaculos. La enumeracién anticipada de los problemas que el derecho penal econdémico ha encontrado puede dar idea de ello. Nacido como consecuencia de la crisis del sistema econédmico liberal, en- contré su primera valla en quienes simplemente negaban su exis- 90 ESTEBAN J. A. RICHI tencia, generando una polémica que fundamentalmente quedé planteada a propésito de la existencia o no de bienes juridicos que dieran raz6n de ser a la existencia de estas normas. Se abrié entonces un campo fértil a la discusién, y cuando quedé claro que la sancién de conductas lesivas a las planificacion¢s econémicas respondia al razonable deseo de dar proteccién a legi- timos intereses sociales, se generé una intensa labor doctrinaria atin no concluida, destinada a enunciar un bien juridico comin a esa legislacién. Las dificultades no cesaron con los problemas que planteaba la determinacién del “bien juridico tutelado” por los delitos econd- micos. Fue también controvertida la aplicabilidad o no de los principios fundamentales sobre los que se ha edificado la teoria del delito, problema ligado a la pretendida autonomia del derecho penal econémico y al arduo debate sobre la naturaleza de la dis- tincién entre delitos y contravenciones. Cuando se pudo afirmar que los caracteres del delito son propios también a esta clase de acciones lesivas, la desinteligencia doctri- naria surgié a propésito de la existencia o no de principios espe- cificos, para los cuales no resultaban satisfactorias las recetas que proporcionaba la dogmatica tradicional. Buen ejemplo de ello es el problema planteado por la punibilidad de las personas juridicas. Queda pues hecha la aclaracién de que por el solo hecho de abordar el tema se acepta la polémica y que la discrepancia es factible en la enunciacién de cada una de las cuestiones que se aborden, aclaracién que se formula al tiempo que se expresa que en la medida en que enfrentamos cuestiones cuyas soluciones no son pacificas ni responden a un acuerdo doctrinario consoli- dado, debe ser admitido que este modesto aporte no tenga ideas definitivas sobre los problemas que se tratan. 2. De cuanto hemos adelantado surge que uno de los aspectos esenciales que sirven para afirmar la existencia de esta rama del derecho penal, se relaciona con el interrogante de si los tipos pe- nales a los que comunmente se denomina “delitos econémicos”, tienen la caracteristica comun de dar proteccién a un mismo bien juridico, entendiéndolo como “todo estado social deseable que el derecho quiere resguardar de lesiones”. * Es una decisién de politica criminal aquella por la cual se re- suelve que determinado bien, por su relevancia ético-social merece proteccién penal, y que por consiguiente aquellas personas que lo 1 Hanz Welzel, Derecho penal alemdn, lla. ed., Editorial Juridica de Chile, parte general, p. 15. DERECHO PENAL ECONOMICO 91 lesionen o en algunos casos simplemente lo pongan en peligro, deben ser sancionados con una pena. La evolucién de las ideas hace que determinados bienes pierdan, a juicio de la comunidad, esa relevancia; momento en el cual una acertada politica criminal aconseja receptar esa realidad y desin- criminar las conductas lesivas a dichos bienes. Paralelamente y como consecuencia del mismo proceso de evolucién, la sociedad va generando nuevos valores, los que en determinado momento pueden merecer proteccién penal en la medida de su importancia. Por consiguiente resulta de especial utilidad, siquiera sea breve- mente, verificar en qué momento de la evolucién de la realidad politica y social, y consiguientemente de las ideas penales, se co- menzé a legislar en la materia, y cuales fueron las necesidades a que dicha legislacién respondia. Il, ORIGEN ¥ EVOLUCION DEL DERECHO PENAL ECONOMICO 1. La primera verificacién que puede hacerse es sencilla, y con- siste en un examen de las disposiciones contenidas en las partes especiales de los cédigos penales. Es sabido, en efecto, que la forma corriente de clasificar los tipos penales dentro de un ordenamiento positivo, responde al concepto de los intereses a los cuales los mismos estan destinados a proteger. Las partes especiales de los cédigos contienen titulos y capitulos en los que aparecen agrupados diversos tipos, cuya carac- teristica comin es la proteccién de similar, si no igual, bien juridico. El resultado general de tal examen arroja resultado negativo, pues en la gran mayoria no existe tipo penal alguno que incrimine conductas lesivas para la economia publica. Sélo en algunos, y el caso del Cédigo Penal mexicano merecy ser recordado,? existen previsiones incompletas. La razén de tal omisién es consecuencia de las ideas existentes 2E] titulo decimocuarto del Cédigo Penal mexizano trata de los “delitos contra la economfa piblica” y contiene dos capitulos que se refieren a los “delitos contra el consumo y la riqueza nacionales” y “vagos y malvivientes”. Con respecto al Cédigo Penal chileno vid. Eduardo Novoa Monreal. La legislacién penal en materia econémica, en “La Nueva Legislacién y €l Desarrollo Econémico de Chile”, Facultad de Ciencias Juridicas, Politicas y Sociales, Univer- sidad Catélica de Chile, 1962, p. 163, donde explica que cuando se sancioné el Cédigo de 1874 estaban en pleno auge las doctrinas econémicas del liberalismo indi- vidualista, lo que motivé la existencia de una sola norma sobre el tema, prevista en el art. 285 del mismo. 92 ESTEBAN J. A. RIGHI en la época de sancién de la mayoria de los cédigos, que entra- ron en vigencia durante el auge de las ideas liberales, francamente condenatorias de toda forma de intervencién del Estado en la economia. En este primer momento verificamos, pues, la existencia de un paralelismo entre estructura econémica y derecho penal. El siste- ma econémico basado en un liberalismo irrestricto, con total au- sencia de intervencidn estatal, se corresponde con un derecho penal que prdcticamente no prevé la existencia de delitos econdmicos. 2. Un segundo momento principia con Ja defeccién del sistema liberal, lo que como es sabido tuvo una de sus expresiones mas evidentes en oportunidad de Ia crisis mundial de 1929. Los Estados que se habian visto en la necesidad de intervenir en la economia de sus paises y adoptar las primeras medidas de planificacion durante la Pr'mera Guerra Mundial, jamas abando- naran dicha practica ante la evidencia de que el sistema econdmico por si solo no funcionaba, 0 al menos no lo hacia de acuerdo con las necesidades existentes en el seno de la sociedad. Por otra parte, surgieron nuevos problemas que gravitaron mo- dificando el contexto social, obligando a la creacién de nuevos tipos penales que intentaran dar solucién a los mismos. La exis- tencia de grandes empresas con gran poder econémico y las prac- ticas con las que se distorsionaron las reglas en las que se suponia reposaba la econom{a, motivaron a sancionar tales conductas. Fue entonces imperioso comenzar a legislar en esta materia, adoptindose por consiguiente las primeras medidas, con las que se procuré cumplir el doble propésito de reprimir los monopolios y dar proteccién a los intereses de los consumidores. 3. La culminacién de este proceso ha sido explicada reciente- mente por Eduardo Novoa Monreal en los siguientes términos: Hay un fenédmeno muy importante, producido en el ultimo medio siglo, que significa un cambio fundamental en las estructuras eco- némico-sociales de Ja casi totalidad de los paises que no han optado por el socialismo marxista y que se ha hecho realidad mas alla de teorias politicas 0 econdmicas y, en algunos casos, aun en contra de ellas. Se trata de la intervenci6n del Estado en Ja economia y de la asuncién por él cada dia de mayor niimero de funciones de beneficio social o de interés colectivo. Es lo que podriamos lamar un socia- lismo parcial y restringido y, en algunos casos, socialismo de Estado. * 8 Eduardo Novoa Monreal. El derecho como obstdculo al cambio social, la. ed., México, Siglo XXI Ed., 1975, p. 118.

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