134 RENE Des, iar la extension, el movimiento y el lugar son de mi espiritu. {Qué, pues, podra estim, sino esto: que nada ne iy la figura. jones eraadero? caso nada mé jerto en el mundo. ; cio .qué sé yo si no habré otra cosa diferente de que acabo de juzgar inciertas y de la que no pueda ¢ gue fa alguna? {No habra algiin Dios 0 alguna ot potencia que ponga estos pensamientos en mi espriy? Penge necesario; pues quizé soy yo capaz de produc fos por mi mismo. Y yo. al menos, ;n0 soy algo? Pero va he negado que tenga yo sentido ni cuerpo alguno, ¥2 jlo, sin embargo; pues {qué se sigue de aqui? ;Soy yo tan dependiente del cugrpo y de los sentidos que, sin eos, no pueda ser? Pero ya estoy persuadido de que no hay nada en el mundo: ni jelos, ni tierra, ni espiri- ft, ni cuerpos; zestaré, pues, persuadido también de {que yo no soy? Ni mucho menos; si he legado a per Usdeme de algo o solamente si he pensado alguna Sosa, es sin duda porque yo era. Pero hay cierto burlador fuy’poderoso y astuto que dedica su industria toda & engafarme siempre. No cabe, pues, duda alguna de que yo soy, puesto que me engafia y, por mucho det whe engane, nunca conseguiré hacer que yO nO He mada, mientras yo esté pensando que soy algo. De Suet™ ue, habigndolo pensado. bien y habiendo examinado cuidadosamente todo, hay que concluir por dltime Y La ner por constante que la proposicidn siguiente: «¥0 $0) yo existo», es necesariamente verdadera, mientfas la éstoy pronunciando 0 concibiendo en mi espiritu coor que estoy cierto de que SOY. nO conozco ai? fon bastante claridad quién soy: de suerte que en ade fate debo tener mucho cuidado de no confundir, Por voearge cits alguna otra cosa conmigo, ¥ de no ea certs eel g5t€ onocimiento, que sostengo es Me mente. Por lo cual todos los que he tenido antet ual, consideraré ahora de nuevo 10 4% Went Dacwso del método, pig. 68, y el prélogo del traducto™ _ ons METAFISICAS er, antes de entrar ¢ bs relay restaré de mis antiguan o> ltimos pense 108s Combatirse, aunque sea levenens> ‘40 lo diteriormente alegadas; de tal nae: °® las ‘era por completo cierto e induc’, ® jo ser. pues, anteriormente? Sin dificy fe era un hombre. Y ,qué es un peg, aus; animal racional? No, por cierto, puev ex, ha que indagar luego lo que es animal y lo mete di; y asi una sola cuestion me Ilvaria inensibe acional nfnidad de otras més difcies y embarazows Pn quisiera abusar del poco tiempo y ocio que me 10 ge empledndolo en descifrar semejantes diculta giepero me detendré mas bien a considerar aqui los pensamientos q ue anteriormente brotaban en mi mente por si solos € inspirados por mi sola naturaleza cuando For jicaba a considerar mi ser. Consideraba, primero, que tenia una cara, manos, brazos y toda esta maquina puesta de huesos y carne, como se ve en un cadé cmt cual designaba con el nombre de cuerpo. Const deraba, ademas, que me alimentaba, y andaba, y sen- tia, y pensaba, y todas estas acciones las referia al alma; 0 bien, si me detenfa en este punto, imaginaba el alma como algo en extremo raro y sutil, un viento, una ma o un soplo delicadisimo, insinuado y esparcido en nis mas groseras partes. En cuanto al cuerpo, no duda- baen modo alguno de su naturaleza, y pensaba que la cmocia muy distintamente; y si hubiera querido expl ii, seein las nociones que entonces tenia, hubiérala auellc le esta manera: entiendo por cuerpo todo imag gue Puede terminar por alguna figura, estar cO- cluya a Sai lugar y Ienar un espacio de ‘modo que a sep aa Iquier otro cuerpo; todo aquello que pue por ef ne 0 por el tacto o por la vista, o por el oido. aris guste. © por el olfato; que pueda moverse ef Por alguna pt no ciertamente por si mismo. pero st ‘a extrafia que lo toque y le comunique la pres sion, * Pues no creia yo que a la naturaleza del