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CAPITULO X L— Persona sui iuris. I~ Familias romanas, agnacién, cognaci6n. II— Patria potestad, la persona del hijo, los bienes del hijo, (peculio profecticio, castrense, quasi castrense, bienes adventicios). IV. — Tutela de los imptiberes: 1. Designacién del tutor a) tutela testamentaria, b) tutela legitima de los agnados, c) tutela legitima de los gentiles, d) nombramiento del tutor por magistrado. 2. Auctoritas y gestto. 3. Restricciones de los poderes del tutor. 4. Pluralidad de tutores. 5. Inicio de la tutela. 6. Fin de la tutela. 7. Defensa en contra y en favor del tutor. Vi— Tutela perpetua de las mujeres. VI— De la edratela. 1. Curatela de los furiosos. -2. Curatela de los prédigos. 3. Curatela de los menores de 25 anos. 4. Curatela de los pupilos. I. PERSONAS SUI IURIS (de derecho propio). Si consideramos a los romanos en la familia, tenemos esta otra division: algunos son “sui iuris” (de derecho propio); otros ‘alieni iuris” (de derecho ajeno, es decir, viven bajo poder). Este poder tiene varios nombres. El término originario para expresar este poder fue “manus” (mano, poder), después se usaron otras expresiones. La_potestad dominica es la potestad del_amo_sobre.si esclavo; la patria potestad (patria potestas) es la potestad que el padre tiene sobre los hijos (generalmente); la manus (mand, potestad) es la potestad que generalmente el marido tiene sobre su esposa; cl mancipium es la autoridad que un hombre libre tiene sobre otro hombre libre. 101 | pater familias (padre de familia), “el que na legitimos (por linea de varén) o que hi cendiente de quien dependia” (Arangio: Ruiz, pay. 65). No es necesario para ser padre de familia se do, toner hijos; es suficiente no tener ascendientes por If- nea de varén, ya que el titulo de “pater familias” puede indi- car puramente la posibilidad de tener los varios poderes. ndien sido liberado por e Il. FAMILIA ROMANA.— Debemos ahora considerar la familia romana en su organizacién. Varios son los sentidog que se da a esta palabra. “Cinco acepciones distintas tenia entre los romanos la palabra familia, a saber: a) conjunto de personas ligadas entre si por los vinculos de agnacién; b) el pater familias y los individuos colocados bajo su potestad, particularmente log sometidos a su patria potestad 0 su manus; c) los individuos que proceden de un tronco comin (cognados); d) el patrimonio, y e) el conjunto de esclavos pertenecientes a una sola persona”. (Bundecindo Bustos Ferrada. De las personas fisicas en Roma, Santiago de Chile, Impresores “La Tarde”, 1943, pag. 38). (Hay que recordar principalmente los tres primeros sentidos). Es conveniente citar también aqui algunos conceptos de Bonfante: “En el derecho romano deben distinguirse dos aspectos de relaciones y derechos familiares; los que aluden al organismo singular dé la familia romana y los que se refieren al concepto de la familia natural en sentido moderno (p4g. 142). La familia romana en sentido propio (familia 0 también familia jure propio) es un grupo de personas unidas entre sf, pura y__ simplemente, por la autoridad que una de ellas ejerce sobre los demas para fines que trascienden del orden doméstico (143); la familia romana se nos revela como nacida para fines de orden y de defensa social, 0 sea como organismo politico, pero solamente los libres se consideran miembros verdaderos de la familia (144). En un sentido mas alto, la familia significa también el conjunto de todos aquellos individuos que estarian 102 syjolos a la misma autoridad, si el comtin pater familias no \ubiese muerto... (recordar la gens) Ngtre las acepciones que puede tener la palabra “familia” »» la letra a) hemos hablado de agnacién y en la ¢) de ‘ognacién. Veamos ahora el sentido de estos términos. AGNACION Y COGNACION.— Mientras modernamen- {© tratando de familia hablamos sobre todo de cognacién ‘vinculo natural que une a todos aquellos que descienden de i) mismo tronco: matrimonio) y de afinidad (vinculo legal que ne al esposo con todos los consanguineos de la esposa y viveversa), en el derecho romano tenia gran importancia sobre {odo la agnacién (parentesco civil, fundado sobre la potestad paterna o marital, que une a todas las personas que vivian Iajo el mismo pater familias). La esposa unida en matrimonio mediante la “manus” porteneeia a su Antigua familia por cognacién, pero por jynacién pertenecfa a la nueva y el esposo podria no ser pater {umulias viviendo el propio padre o abuelo III. PATRIA POTESTAD (c. ¢. 188, 194). Es algo propio ‘lol derecho civil y es el conjunto de derechos que el padre tiene sobre el hijo y los equiparadps a los hijos (mujer en manu, adoptados, etc.). Se ejercia especialmente sobre los hijos ciudadanos romanos y nacidos de justas nupcias. Todos Jos otros hijos nacian sui iuris. Por esta potestad el padre tenia derechos tanto sobre las personas como sobre los bienes de sus hijos (La situacién de estos hijos nos hace pensar a la situacién de los esclavos, .pero debemos recordar que esto era sélo en razén del derecho privado, ya que por el derecho piiblico el hijo se encontraba en una situacién de pleno derecho). Sobre la persona el padre llegaba a tener poder de vida y muerte. “Si el nuevo ser nacia deforme o hembra, la costumbre permitfa al padre exponerlo hasta dejarlo morir” (W. Durant I, 101); y esto no sélo en el momento del nacimiento. Pero esta costumbre se suaviz6 debiéndose, en los 103 casos en que hubiese de decretar, la pena de muerte, consultar a los parientes u otras personas; por ej. los senadores (durante la Republica). Desde el segundo siglo d. de C. el padre tenia sélo derecho de correccién. Gon Constantino, el padre era condenado como parricida si mataba a un hijo. Ademas, el padre podia mancipar a su hijo, es decir, darlo en mancipio (c. ¢. 248, 555). La ley de las XII Tablas dispone que el padre que mancipié por tres veces al hije, perdia la patria potestad sobre éste (para las hijas y los nietos bastaba una vez). En un primer perfodo el hijo no tenia ningun derecho, sobre los bienes. El tinico duefio era el pater familias. Con el transcurso del tiempo acostumbraba el padre a_ dejar al hijo algunos bienes (peculio profecticio a patre profectum — salido del padre). Sobre estos bienes, el hijo tenia el derecho de administrarlos, de hacer contratos a ti- tulos onerosos pero no de donarlo. Si el hijo era mancipiado y el padre no retiraba estos bienes podia usucapirlos. Con Augusto se admitié el peculio castrense (de castra — campo, campamento, cuartel) y pecunia (pequeno dinero). Este peculio era constituido por todo lo que el hijo adquiria con motivo del servicio militar. Sobre estos bienes tenia un dominio perfecto y podia disponer de ellos en su testamento. Constantino en el ano 320.d. de C. admitié el peculio quasi-castrense, constituido por todo lo que los hijos ganaban, ejerciendo algtin oficio en el palacio imperial. En segundo tiempo estos bienes abarcaron también todas las ganancias de los hijos en todas, las funciones liberales y publicas. Sobre estos bienes el hijo tenia los mismos derechos que sobre los bienes castrenses pero no podian hacer testamento de ellos (el derecho de hacer testamento de estos bienes ha sido adquirido con Justiniano) Después para el hijo fueron reservados todos los bienes recibidos por herencia materna (Constantino) 0 por otra cualquiera causa (Justiniano). Estos son los bienes adventicios. De estos bienes no podia el hijo disponer por testamento, y el padre tenia un usufructo (c. c. 191, 193) sin, 104 la neces dad de rendicién de cuenta. En caso de emancipacién, »| padre se hacfa duefio de un tercio de estos biencs antino), y segtin Justiniano conservaba el usufructo jobre I mitad de estos bienes Si el hijo se hacfa acreedor, el padre era acreedor (si #xceptuamos los varios bienes ahora estudiados); si se hacia doudor, era el hijo obligado ya que podia obligarse civilmente; i cl hijo cometfa un delito se obligaba civilmente, pero si no tonfa nada propio y no cometié el delito por orden del padre tenia lugar, como para el esclavo, la accién_noxal. Pero si el hijo de familia se encontraba en esta situacién frente al padre, tenfa una personalidad propia frente a la jociedad pudiendo desempefar funciones publicas, ejerciendo 0] ius suffragii y pudiendo ser nombrado magistrado. IV. TUTELA (e, ¢, 196, 247). Las personas sui iuris pueden ser capaces o incapaces 0 mejor dicho pueden tener una capacidad sélo juridica 0 una capacidad juridica y de hecho. En este segundo caso una persona no necesita de otras, es completamente independiente. No asf en el primer caso, ya que siendo una persona sui iuris, por falta de capacidad de he- cho, necesita un complemento. Para los alieni iuris el jefe de la familia cumple con esta misién. Para los sui iuris intervie- ne el tutor o el curador. Las causas de la necesidad del tutor 0 del curador provienen, o de falta de edad, 0 del sexo, 0 de la alteracién de las facultades mentales o de la prodigalidad. TUTELA DE LOS IMPUBERES. Por motivo de la edad y consecuentemente del desarrollo fisico e intelectual, el imptiber necesita de un protector o tutor, si es sui iuris. La palabra latina “tutor” se traduce en castellano como defensor, protector, tutor, curador. Y el verbo tueri, de donde deriva tutor, significa proteger, defender, guardar, conservar, sostener, socorrer. La tutela ha sido definida por Servio Sulpicio, jurisconsulto del tiempo de Cicerén: “un poder dado y permitido por el derecho 105 civil sobre una cabeza libre, para proteger a quien, a causa de Su edad, no puede defenderse por sf mismo”. Y “son tutores los que tienen este poder y esta autoridad” (Inst. de Justiniano, Libro I, Cap, XII, 2). Siempre se reconocié la necesidad de proteger al pupilo, al imptiber, asi que la tutela es de derecho de gentes. Pero el derecho de Roma aument6 las disposiciones relativas a la tutela y por esto podemos decir que la tutela es también de derecho civil. Para ser tutor era necesario ser libre, ciudadano y de sexo masculino. Una persona alieni iuris podfa ser tutor, ya que el ser alieni iuris sélo tenia consecuencias en el orden del derecho privado y ser tutor era una especie de cargo publico. Un ciudadano capaz podia ser exonerado de la tutela dativa por algunas excusas reconocidas por el derecho: la edad de setenta afios, ejercer un cargo publico, la pobreza, la ignorancia, la enfermedad que no permitia que uno atendiera de manera satisfactoria a sus propios negocios, el tener un determinado mimero de hijos, el tener tres tutelas o tres curatelas, el tener menos de 25 aios (con Justiniano esta ultima excusa era motivo de incapacidad), el analfabetismo (c. e. 220, 234). 1) Designacién del tutor. La ley de las XII Tablas asi como permite al jefe de familia elegir un heredero, asi le permite designar un tutor para su hijo. a) TUTELA TESTAMENTARIA. Al principio sélo podia nombrar al tutor, el pater familias para el hijo que, a su muerte, quedara sui iuris e imptiber. En la época clasica si el padre nombraba un tutor para su hijo emancipado, este nombramiento debia ser confirmado por el magistrado sin hacer antes ninguna investigacién. Si era la madre la que nombraba al tutor, el magistrado antes de confirmarlo, debia hacer una investigacién sobre las posibilidades (honradez y habilidad) que tenia el designado para ejercer este cargo. Podfa ser designado tutor sdlo una persona que pudiera ser designada heredero. Por eso no podia ser tutor un peregrino, un 106 odicticio, un latino juniano. El esclavo podia ser elegido tutor si ra manumitido de manera que llegase a ser ciudadano romano. u designacién del tutor podia estar sujeta a un término 0 a una mndicidn, y se podian designar varios tutores. El tutor umentario y el legitimo podian renunciar en un primer npo a su designacién, y ésto hasta que Justiniano prohibié esa snuncia. b) TUTELA LEGITIMA DE LOS AGNADOS. Si no habla \do designado por testamento ningtin tutor, la ley de las XII ablas declaraba tutor al agnado mas préximo y si eran varios stos agnados, los declaraba tutores a todos. Con Justiniano se .odificé esta sucesién dando mayor valor a la cognacién que a la gnacién. ) TUTELA LEGITIMA DE LOS GENTILES. A falta de gnados se recurria a los gentiles. Pero al desaparecer la entilidad se proveyé con un tutor designado por el magistrado. d) NOMBRAMIENTO DEL TUTOR POR EL MAGIS- 'RADO. La ley Atilia (186 a. de C.) concedié el derecho de ombrar el tutor (tutor atiliano o dativo) al pretor urbano sistido por la mayorfa de los tribunos de la plebe, y la ley Julia itia (80 a. de C.) dio este poder a los gobernadores de las rovincias para los impiiberes que viviesen en su provincia. Pero después con Claudio (emperador desde el afio 41 al 54) ivieron este derecho los cénsules. En las capitales, Marco urelio (emperador desde el afio 161 al 180) nombré para esto un retor especial; el “pretor tutelaris” que mds tarde desempefiaria ste oficio con el prefecto de la ciudad. En las provincias también, -no se trataba de pupilos ricos, eran los mismos magistrados vunicipales los que tenian este derecho. En caso del manumitido npber era el patrono el tutor y a su muerte sus hijos, pero nun- vas hijas. El emancipador ascendiente era tutor legitimo del hijo, y ala iuerte del emancipador los hermanos quedaban tutores duciarios del hermano imptiber. El emancipador extrafio era ator fiduciario. 107 Funciones del tutor. El tutor no era el encargado de la guar de la edueacién del pupilo sino sélo de sus bienes. Hay un principio del derecho romano que dice: tut personae non rei datur (el tutor es dado a la persona no a cosa). Esto significa que el tutor debe cuidar no s6lo de una cot del pupilo sino que debe completar su personalidad juridica. 2. Auctoritas y Gestio: (Auctoritas.— autoridad, derech¢ poder, deriva del verbo latino augere — aumentar, en este ca: aumentar la personalidad del pupilo. Gestio — es un sustanti que deriva de genere — negotia gerit — conduce los negocios Podemos decir que el concurso, la cooperacién del tutor a un ad realizado por el pipilo, por el cual aumenta y completa personalidad del pupilo, es la auctoritas y la administracién gestién del tutor que interesa al patrimonio del pupilo, es I gestio. La edad del pupilo establece si el tutor debe interponer Ii auctoritas 0 la gestio. Si el pupilo era infante (in no; fante del verbo fari qu .significa hablar — literalmente indicaria el que no puede habl: Para los romanos uno era infante hasta los siete anos, aunqu antes pudiese hablar, ya que su hablar era un hablar imperfect por falta de desarrollo intelectual que le permitiese cuidar de st negocios) era necesaria la gestio, era necesario que el tut administrase. Cuando en un proceso era necesaria la presencit del mismo interesado (acciones de la ley) la ley admitia que el tue tor figurase en el proceso en lugar del pupilo. Cuando se tratab de aceptar 0 no una herencia se admitié en un primer tiempo que. cuando el nifto hubiera podido hablar pudiese aceptar la herencia con la auctoritas del tutor, aunque el nifio no entendiese nada. Después se admitié que el tutor podfa aceptar la herencia para el pupilo que no tuviese todavia 7 afios. Si el pupilo tenia mas de sicte afios (se puede distinguir el infantiae proximus — el préximo a la infancia y el pubertati proximus ~ préximo a la pubertad; pero con Gayo, si hacemos: excepcién de los delitos en Jos cuales el pubertati proximus era el sélo responsable, todos los pupilos desde los 7 a los 14 afios eran iguales en derecho), y estaba presente (no habia ido por ejemplo 108 r 4 Grecia para su educacién) no era necesaria la gestion sino que Jwitaba Ia auctoritas y ésta sélo aplicando este principio: “el juipilo obrando solo puede tornar mejor su condicidn; para vol- ln peor, le es indispensable la auctoritas del tutor (Petit 194). Podia por ej. por sf solo aceptar la remisién de una deuda, slquirir un derecho real. No podfa hacerse deudor, remitir una ‘ouda, comparecer en juicio, constituir en favor de otros un jorecho real, sin la intervencién del tutor. Hay actos en los cuales se puede conseguir que la propia ‘ondicién obtenga una ventaja o desventaja; en estos actos debia intervenir siempre el tutor. 3. Restricciones a los poderes del tutor. Pero el tutor no podia siempre gestionar los negocios del pupilo ni dar su fuctoritas: «) No podia por ej. hacer valer su auctoritas para una donacién, excepto que fuese de poca cantidad b) Por un senadoconsulto de Septimio Severo (emperador desde el aio 193 al 211), se prohibié, bajo pena de nulidad y prohibiendo también la usucapién, enajenar o hipotecar los praedia rustica o suburbana” (predios rusticos 0 suburbanos). Se admitié ésta venta s6lo si estos bienes eran recibidos por herencia y el de cuius ordenaba la venta, en caso de copropiedad, en caso de deudas apremiantes. En estos casos debja intervenir el pretor. El dinero que el tutor recibia debia ser utilizado en favor del pupilo, comprando por ¢j. un inmueble o colocéndolo a interés. Tenia para esto 6 meses de tiempo para el dinero que encontré al hacerse cargo de la tutorfa y 2 meses para el dinero entregado durante la tutorfa. De otra manera debia pagar una tasa legal (12% anual) o una tasa establecida segin los lugares. 4. Pluralidad de tutores, a) para la auctoritas: bastaba la auctoritas de un solo tutor si se trataba de tutores testamentarios 0 nombrados por el magistrado, previo infor- me; de otra manera era necesaria la auctoritas de todos (con Justiniano basté la auctoritas de uno); b) para la gestio: todos tenfan la obligacién de administrar, pero siendo mejor que 109

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