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Sicrenh TWcAMVO FE INST. ELOHMNVAS. CAT. SOAS NADAQ_ 14 MILIO-TENT!FANEAN nos de la educacién, esté el compromiso por a realizacién efectiva de cier- tos valores ético-morales determinados que tienen que ver con la construc~ cién de una educacién que contribuya efectivamente a la construccién de la ciudadania civil, social y politica en un contexto de desarrollo democri tico, El conocimiento resulta un recurso estratégico fundamental (un ca. pital) extremadamente valioso para que cada individuo se constituya en sujeto auténomo, capaz de dar sentido a su vida y participar activamente cen la construccién del interés comiin, La sociologfa de la educacién, al igual qu caller ot lena soci a0 vali un minuto de esr 2, sino aportara su contribucién especificaa la construccién de un socie- dad mejor. ” “ CapfruLo 1 LA EDUCACION COMO ASUNTO DE ESTADO 1. La educacién como sistema nacional Desde un punto de vista sociolégico, las biograflas, las historias persona- les de cada uno de nosotros, pueden ser descriptas como una setie de ra- _ectorias sociales yuxtapuestas. A lo largo de nuestras vidas vamos ocupando dlstintas posiciones sociales. La mayoria de las posiciones sociales, como la :mayoria de los puestos de trabajo, requieren de experiencia previa es deci, de experiencias que favorezcan el desarrollo de las disposiciones acordes con las expectativas de comportamiento asociadas con la posicién que de- scamos ocupas. La tinica posicién social que no requiere experiencia pre- via es la del nifio que ain no ha sido educado. La experiencia educativa es, precisamente, aquella en la que se espera que desartollemos las dsposici- res generales necesatias para participar como miembros competentes de la vida en sociedad. Estas disposiciones no estén asociadas con ninguna po- sicién social en particular. Més bien, ellas marcan un limite entre el estar “dentro” o fuera” de la sociedad. La experiencia educativa comienza con la primera socalizacién den- ‘0 del grupo familiar y termina en el momento en el que el cultivo deli berado de las disposiciones necesarias para ocupar las posiciones sociales a las que aspiramos deja de ser nuestra ocupacién principal. En otras pala- bras, nuestra travecroria educativa comienza cuando nacemos v termina cusndo deiamos de estudiar_para ponemosa “trabaiaz” Lo aue distineue fas travectorias edhcativasrbicas de las sasidates contemporineas ex! Tembrana y universal FormallzaciOn de los procesos de ensefanza v aorendizae. ‘Aproximadamente hasta el momento en que desarrollamos completa- mente nuestras competencias lingiisticas generales, nuestra educaci6n s- ti librada a las particularidades de nuestros padres o familiares mas cercanos. A partir de ese momento, nuestra formacién es confiada a acto- res e insticuciones cuya especialidad y cometido principales educa. Ingre- samos entonces en un complejo sistema de instituciones que; si todo sale ak 6 AMIIOTENT: ANRAN ane Pees, slo abandonaremos exando hayamos desarllado as hrabildades necesrias para desenvelvernos como mien tes plenos de la spaistid: Poraue estén a cargo de un sistema de instiucions esnecializas das, voraue comiencan euand o Somos sy peaucios. y poraue. en prins fino, abarcan a todos ls nos, mis ll de su ornen ee ien la tormalidad de las nedcticas ediucarvas en salts. temprana v universal f is sentido, todas las sociedades, no slo las modernas, dlesarrollan y han desarollado dispositivos especializados« Zi cializados que aseguran que todos sus rem. bros tenga ls cportunidad de cultivar las habilidades eta para la su- I I ‘ado, de una u otra manera, formaliz \ con la educacién de sus miembros. ~ ba an ite dstinewelafizmalzacn de educacién modeina ce | fa dsamlado 4 wai de i enstiniindonnaus ee ee 4s as inscitucioncs esecializadas en la ecucacion, No podemos ingresar to fas tonics pedapégicas y replas de disciplina pucden varias, acaso los de nuestros compateros, cree gue isting I ua alidad dela educacién moderna es que el i las Ly dlspasiciones erhicas para Ta supervivencie del “conjunto soc lugar eh intluciones epeciaizadas exclasivamentcer i Se cultivorTas eseuclas ty yar funciones ade 5 al de conven abana reproduc delat st ee Ben Ia identidad en la que todos los miembros te Ja comunidad nos Teco~ SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION 7 spocemos, el culto de los iconos, simbolos y relatos que encarnan esa iden- Sided. pusden “tomerzar por cas” pero we donolany tame y reelmentar en fa -sssula. Que ha educaci6n de todos los nifos tenga lugar en instnucion Y.que todos los nifios concurran a instituciones regidas por el mismo sis. culiaridad de las sociedades modernas sin antecedentes en formaciones sociales previas. Finalmente, lo que distingue ala semponalidad de la educacin moder- ac que el ings en siete eopetindar ca tos eae taney Sa aa de ml ‘comunidad. Los escribas egipcios, los soldados espartanos, los funciona- ‘os romanos, los scerdotes dela crstiandad temprana, los artesanice me, dlievales, los cortesanos europeos podian comenzat el aprendizae de sue menesteres cuando nifios; pero no todos comenzaban a la misma edad, ni se experaba que todos los miembros de una cohorte de aprendices cul paran su entrenamiento en el mismo periodo, Quienes assten a las escue, Jas modernas deben comenzar con su educacién a una edad determin: %¥.8o mediando circunstancias excepcionales, completar los cclos en pe- riodos estioulados previamente. Probablemente. de temporalidad entre la educacién.mo- lugar, el conflcto entre protestantes y catlicos derivé en largas y'sangrien~ tas guerras de religiOn en diversos paises europeos. La persistencia de estos conflictos violentos favorecié el desarrollo de las doctrinas de la libertad de _pensamiento (euya primera y mds consistence formulacin es el Leviashan de Thomas Hobbes) y de la tolerancia religiosa (cuya versién més influ- yyente puede encontraise en la obra de John Locke). Las guerras de religién. ieron a los europeos, en una palabra, de la imposibilidad de redu- La época de la unanimidad reli- giosa habia terminado y, con ella, Ia época de la espiritualizacién de la politica y Ia época de la hegemonia del Papa sobre los gobernantes secula- res, Confinar las convicciones religiosas ala esfra privada se convirtié en tun requisito indispensable para la paz social, En consecuencia, los asuntos oH -MILIO-TENTL EANEANE 4 renales y ya no como asuntos pablicos pasaron a trararse como asintos ver 8 n0 com de significacién religiosa. La percepcién de los asuntos pablicos como asuntos terrenales favorecié la posicin del més terrenal de los poderes: el “iinas de Lutero y Calvino enfat te modo la pertenencia tanivcrsal de Ia Iglesia, Ta pertenencia ala gre, dgjaba de ser el Fundamen- pment ees to doctrinario fortalecia la posicién del juicio individual, a expensas de la erosién de la autoridad moral de las autoridades espirituales instituciona- les, Por supuesto, el ascenso del individuo como figura social no fue el re~ sultado de la difusién de una doccrina. Més bien, al contrario, la capacidad de persuasiGn de las nuevas doctrinas puede explicarse en su consonancia con transformaciones de largo plazo en las relaciones econé- micas y sociales que dieron lugar al proceso de individuacién, Ser indivi duo significa ser antes y mas alli de toda relacién social. El individuo es tun_ente completo que existe independientemente de su insercidn en el medio exterior. Esta idea que, para nosotros, es tan de sentido comuin que fos cuesta pensar cdmo podria ser de otro modo, tiene, en realidad, una historia, yresulcaba para no pocos europeos en la temprana modernidad, tan ajena como escandalosa. Sin embargo, para el momento en que la Re- forma comena6 a difundis, la potenti del individu como forma de identidad cra tal que atin los tedricos de la Contrarteforia diseitaron su estrategia de respuesta ftente al cisma Protestante dentro de ella. Es as ue la lucha por el monopolio de los bienes espitituales se convirti6 en una dispura por el control de las almas individuales. Esta disputa dio lu- al desarrollo de las instituciones especializadas en la formacidn espiric tual de los nifios sobre [as que luego se edificarian los modernos sistemas del Estado. jinalmenge, la Reforma también produjo una transformacién ideas educativos de aleance Racional. Extados, naciones y edweactin La caida del monopolio espiritual y el ocaso del poder politico de la Iglesia de- Jaron dos grandes cos en os ssternas sociales europes, La Ilsa funcona- ba como reference universal de identidad: la pertenencia comiin que superaba vod diferencia mundana era precisumente a partpacion en la grey catia | ¥ ls sus sls auordad temporal del Papa. La apariin de fa Reforma | constitu cl cxtalizador que precipita disluci de eta imagen de lage SOCIOLOGIA DELA EDUCACION 25 jc un neyo referente general de pertenencia, ste expacio sera oc a idea deacin Precisamente porque toda identidad colectiva podia reducirse a este elemento universal, la autotidad del Papa cumplia un pape articulador del ‘conjunto de los sistemas politicos europeos, ya pesar de los permanentes confictos entre autoridades espirtuales y gobernantes temporales, el Pa- pado frecuentemente cumplié el papel de garant iltimo del equilibrio de los sistemas politicos europeos. El desaio reformista erosions la legitimi- dad del poder papal, impidiéndole continuar actuando en este rol. La ca dade la Iglesia en su disputa con Jos monareas dejé vacante este lugar de garante y estabilizadot. Habfa ahora escados mis fuerses pero ninguna en- tidad lo suficientemente poderosa para mediar en los conflictos que st pro- stidad lo suficientemente poderosa para mediar en los conflictos que se pr -duijeran entte ellos. El desarrollo de los sistemas publicos de educacién fue uno de los varios frutos de los conllictos interestatales. ‘Dela urbanizacién, ef desarrollo de la economfa de intercambio y la * La fxmuta mas eficas para dfinir el concepro de nacién ha sido produc en lsiglo XIX pore desloge Fancés Emst Renan, para quien la macin es una unided de destino y quien sostenia que el vinculo nacional consist no tanta en unk memoria co smo en I complicidad de un olvido colecivo. Construir una naciin es construir un ol- vido colectvo, en el sentido de articule wna historia slectva, en la que se suspende el jc etic frente a algunos hechos que son eelebradesysaralizacor ys ignoran de- lieradamente otros que pueden poner en cucstién, ea sacralidad. Esa dfincin no ‘ermina de stsficer 2 quienes prefleren pensar que las naciones son entidades hereda- as y no construidas. Los partiaris de este tipo de defnicién suclen citar los casos de naciones que se reconocen como rales desde mucho antes dela constiracién de los ‘eados modemnos, por cjemplo, la nacin judi o la armenia, La difcultd de posicio- nes como étaradicaen encontrar un elemento que permitadistingur la nacionalidad de fenémenos como las comunidades lingistias,culturalesoreligiosas. Nila cular, nila cligin son candidatos convincentes para ocupar el lugar de “elemento funda- mental” de las idenidades nacionales, Fl hecho de que exe “elemento fundamental” no exista ha llevado 4 muchos autores considerar las nacionlidades como “comui- dade imaginadas’o como “cadicionesinvencadas. Fata eriquetas tienen la viru de subrayar el carcter subjetvoy el lemento de voluntad que hay en toda identi na- ional pero dan a flssimpresin de que, precsamente por se inventadaeo imagina- dds, las identidades nacionales som inaueénicas, falas ineals. Las maciones son fen6menos identiarios que, por su poder de persuasién, pareceninvestidos de una ob- jetividad que precede y excede nuesraintencién y nuestra voluntad y, sin embargo, ls naciones no tienen otro fundamento quel creenca y I adhesin de sus miembros. a EMILIO TENT! FANFAND rma nacié una nueva forma de sociedad. A esta nueva forma cortes- elo a ae ence mucras Wemidader Lo babies de las Se ape eo cinco, sli de Lx enon en eugey agen. tes de una economia en permanente transformacién, se pensaban asi mis- ‘mos y se representaban su vida en comiin con imagenes muy distintas de las que habian tenido vigencia antes del inicio de estos grandes cambios. Las identidades sociales se condensan en mitos, es decir, en relavos que ex- plican el origen y el sentido fundamental de la sociedad y de sus micm- bros. El mito fundante de los érdenes sociales modernos es el de la nacién formada por individuos. Quienes han participado de las grandes guerras modernas, especial- ‘mente las de nuestro siglo, saben bien que la identidad nacional puede ex- petimentarse como un fendmeno de una objetividad tan podcrosa independiente de nuestra voluntad como lade los fenémenosfisicos. Uno no puede simplemente elegirsentirse miembro de tal 6 cual nacién. Del mismo modo en que tampoco nos es dado elegit si vamos a sentirnos ‘miembros de una nacién o de ninguna. La nacién nos precede y nos exce- de. Por eso la idea de comunidad de destino propuesta por Renan continiia siendo, a pesar de su vaguedad y después de més de un siglo, una de las mas adecuadas para definir qué es una nacién. Participar de una nacién es participar de una persona plural, de un nosotros, al que le ocurren cosas y experimentar esas cosas como propias. El modo en que se defina ese “no- sotros” (através dela religin, la lengua o la cultura) es secundatio. Lo que distingue a ese “nosotros” de otras comunidades nacionales es, precisamen- tc, las cosas que le ocurren: es deci, la historia (con mintiscula), y el mo~ do de interpretar y relatr las cosas que le ocurten: es decir, la Historia (con ‘maytiscula). juchas veces se combinan los conceptos de Estado y nacién en una formula comiin. Esa combinacién es incorrecta, puesto que el concepto de Estado designa a lfinstitucién gobemante y el de nacién dssigna al rc- ferente de identidad de los gobernados. Sin embargo, que estados y nacio- nes se confundan tan frecuentemente no es mero producto del capricho © del descuido. Lo cierto es que la proteccién (fundamentalmente la protee- ‘ién miliar) de los estados, da consistencia y asegura la supervivencia his- térica de las naciones. Recfprocamente, el sentimiento de pertenencia znacional offece un recurso de integracién para asegurar que ls érdenes de los estados sean cumplidas. No es lo mismo gobernar sobre un eonjunto de individuos que se sienten participes de una tinica comunidad de desti- rno que gobernar sobre una masa de individuos que no disponen de otro clemento integrador que el ser sibditos de la misma autoridad, SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION 27 La complementariedad de estados y naciones no debe confundirse con. ‘utua implicaciin, Ha habido y hay naciones sin estados. La ligazon de cstados y naciones es producto de un momento histérico en particular, «que coincide con la crisis del antiguo orden internacional europeo y resul- ta de los “vacfos” dejados por la caida del poder eclesidstico en su funcién Poll momento cave en la artculaciin de etadosy naciones ese siglo XIX. Este ¢s cl momento en el que los simbolos de identidad nacional co- ‘mienzan a insticucionalizase: los himnos, las banderas, as gramiticas de Jos lenguajes nacionales. En este siglo se constituyen los grandes ejrcitos cde masas nacionales y éstos adoptan sus uniformes caracteristicos. Este es también cl siglo en el que los estados se abocan a la tarea de constiuir sis- temas de educacién piblica de alcance nacional. Todas estas tareas persi- ‘guen_el_mismo_propdsito homogencvar_y_eimular et sentido de" comin entre los individuos sujetos a lt autoridad del Estado. acontece en ui contexto de inten- sa competencia entre los estados del sistema europeo. Esta competencia tiene lugar tanto en los terrenos econdmico y milicar como en el terreno cculcural. La sistematizacién de ls actividades de las instituciones edu respuesta politica que encontraron Tos estados mis rezagados en a compemncia sont / lar pi compen Geen SSE Tando-a la vez que controlando Ts producciéa cultural “a escolarizaciin como estrategia de integracién nacional orcs de los estados a la socializacién escolar para depositar tanto incerés SO eae ganizatlas y sostencrlas? En el capitulo siguiente vamos a detenernos a consideras los aspectos istintivos dela escuela como institucibn, las “tuet- cas y tomillos” del funcionamiento de la maquinaria escolas. Por el mo- ‘mento s6lo vamos a subrayar el contraste entre las formas de integracién social previas y las posteriors a la organizacién de los sistemas educativos nacionales ‘Como hemos visto al comienzo de este capitulo, todas las formaciones formacién de sus j6 s estamentales sociales adoptan algin dispositvo particular pa “yenes, Las formaciones sociales pre-nacionales eran iada EMILIO TENTH ANFAND de los estrechos limites geogrificos dela comarca de nacimien- ie SA aa os irelios reservados a cad una de los ditngos esratos” de la jerarqufa social. Las idencidades colecivas desarolladas ba- io estos Grenes correspondian con la rigid de esta division, Consecuen- “Aprante ls peicticas lucatvasrendian a reproducir los pariculaismos. dle cada uno de estos grupos. La comunidad propuesta por los references, de identidad de base religiosa era una comunidad ideal y abstracta, que no correspondia ni se esperaba que correspondiera con las condiciones con- ‘retas de a vida social. En cambio, el referente de identidad colectiva pro- puesto por [a idea de nacién, reftere a una unidad_concreta, a_una— dad espirtual — e iza las diferencias sociales no va en nombre de una Dios, sino en nombre de una igualdad terrenal frente ala proteccidn y al poder del Estado. El mayor imperu para la ereacién de sistemas educativos naconales reside en la ecesidad de proveer al Estado de administadorssentrenados, ingenierosy por «onal mits, para dseminar las eulturas nacionales dominantes e inculca deo logias populares de nacionalidad, y ai friar la unidad politica y cultural de lox cstados nacionales nacienter y cimentar Ia hegemonis ideokigica de sus elses Aominanes (A. Green, 1990). ualmence, el postulado de la idea de nacién no eliminé las diferencias de clase ni de estatus, el desaffo de los sistemas nacionales de _sducacién consistié en producir coneretaments esa igualdad en nombre de Ia eual los estados decfan actuar. Por su organizacion insticucional y su car idad de regimentar las prdcticas, la escuela se convirti6 entonces en un_ dispositivo de exttaordinario valor para uniformar las experiencias de in- _greso en el conjunto social de todos los miembros jévenes de las socieda- des nacionales, indeylendientemente de sus diferencias de cuna. De alli el interés de los estados en formalizar y monopolizar el control institucional Fundados en este interés, los procesos de constieucién de los sistemas educativos nacionales adoptaron una secuencia similar en los distintos estados europeos: declaracién del interés nacional en la educacién de ma- sas, legislacién para hacer obligatoria la enseftanza, creacién de un minis- terio 0 departamento de educacién y establecimiento de la autoridad del Estado sobre as escuclas existentes 6 de nueva creacién, ‘Antes de a constitucién de los sistemas ptiblicos de educaci tian escuelas, es decir instivuciones especializadas en la socal ny la SOCIOLOGIA BELA EDUCACION 2» instruccién de los nifios. Como hemos visto, estas escuelas crecieron al ca- lor de la competencia entre protestants y catélicos por el control de las al- mas individuales. El desarrollo de los sistemas puiblicos de edueacién comenzs pot ls instiuciones que boy Somponss ol aie plmaio- Exe tia la conviccién, vigente hasta nuestros dias, de que los primeros aftos de jalizaciOn jugaban_un rol clave en la formacién de los individuos, ‘Controlar los contenidos y las modalidades de la educacién clemencal re- sultaba de vital interés para los incipientes estados, toda vez que se supo- na que la lealtad y adhesin de los adultos dependia de la motivacién que recibieran cuando nifios, La escolarizacion resulté asi una de las herra; ‘mientas insttucionales més eficaces en el proceso de homogencizactén in- dispensable para la constiuci6n de la nacionalidad y el fortalecimiento del poder esata eGénesis y dindmica de los sistemas nacionales de educacion El tipo de sistema educativo, a constituirse a partir de la intervencidn es- rau dened de ia consti wlopandat pr lo pores pag fam ‘ganar control sobre las escuelas existentes o para crear nuevas escuelas, Fn los paises de la Furopa Continental, donde la influencia de la Iglesia cat6~ lica en las costumbres y especialmente en la educacién, ain era grande, la -sstrategia dominante fue la de la restriccién, El Estado desplazé a las auto- ridades religiosas del control de las instivuciones educativa, conliscando fondos y sometiendo a la organizacién de las pricicas educativas a limia- cones legales y reglamentarias que en la prictica significaron el desplaza- siento de las antiguas autoridades de las escuelas de sus posiciones de control y su reemplazo por personal que actuaba en nombre y por cuenta del Estado. Se constituyeron asi sistemas altamente centralizados y homo- ‘géneos, sometidos 2 la aucoridad de un micleo de funcionatios que deci- dia sobre los contenidos y pricticas pedag6gicas a adoptarse en todos los cestablecimientos existentes en el terrtori. En los paises como Inglaterra, donde la influencia catélica era mis dé- ia needed eal de stetuar a loci de Tortie toned “gente la estrategia dominante fue la de la surimeidn. Las escuelas pili ‘as coexistieron con las controladas por organizaciones confesionales, compitiendo con éstas por el reconocimiento y la adhesin de los usuarios dal sistema, De esta estrategia,resultaron sistemas mas plurales y en los aque la autoridad del centro estaba més limitada por la autonomia de los responsables de las escuclas y las urisdiccionesterritoriales (Eichelbaum de Babini, 1991, pp. 50-54). a [EMIMIOTENT! FANFANT La competencia entre el Estado y las otras instituciones prov de servicios educativos result en todos los casos ¢ independiencemence de _“Iuestrategia de organizaci6n adoptada, en un marcado y ripido crecimien= to tanto en el ndimero de establecimientos como en el de alumnos matti- culados. La expansion _cuantitativa del sistema Tue acompafada por la pprofesionalizacién de la docencia y la unificacién de los contenidos cucti- —aailares a escala nacional, (Una vez consolidada la hegemonia estatal sobre la prestacién de servi- _cios educativos, las instituciones componentes del sistema adquirieron cierta_autonomia_vird-vis las autoridades gubernamentales, del mismo ‘modo que las politicas educativas pudieron independizarse relativamente de la inmediater de la competencia partidaria, La dinémica (es deci, los patrones de reproduccién y cambio) caracteristica de los sistemas educati- +yos depende de la estructura de relaciones entre os principales actores que Jos componen, Estos son, por cl ado de la oferta, as autoridades educati- ‘as estatales en sus diversas instancias y los prestadores directos de servicios educativos (escuelas y docentes) y, por el lado de Ia demands, fos usuarios de servicios educativos y sus representantes sectoriales (agrupados, segin el caso, de acuerdo con criterios de clase, de residencia, de cultura o de ori- ‘gen nacional), Las disposiciones estatalesrespecto del sistema educativo re- sultan_de complejas interacciones entre estos actores, Las autoridades piiblicas actian procurando reproducir la estructura de autoridad vigente: los prestadores de servicios educativos procuran obtener los recursos ma- teriales y simbélicos nevesarios para discinguirse eficazmente dentro del ‘campo profesional docente; los usuarios de los servicios, Finalmente, pro- ccuran acceder a credenciales educativas que les permitan reproducit sit ventaja o neutralizar su desventaja respecto de otros grupos sociales Las credencales son un bien posiconal, Una caracterfstica dflntora de los bie nes posicionales esque estos son escaos en wn sentido sociale impuesto, y ‘que, de acuerdo con esto, a distrbucid procede através de una “subasta de un conjunto cstringido de abjetoe al mejor poston” (,..) Para hacer fience una ddemanda excesiva de credenciales educates, emergen los mecanismos de selec- ‘line inflacién de credenciales. La inflacin de credencales simplemente incre- ‘mena a jerarquia de escasezy quiere que los individiosinvcrtan mis tiempo ‘en ascender ala jerarquia dele credencial mis eseasa, mis valorada (A. H. Hal 7, 1999, p. 9 Esta dinémica, adopta distntas formas de acuerdo con la estructura gene ral del sistema. En los sistemas centalizados predomina la negociacin po- litica ditecta entre las auroridades centrales y el resto de los actores del SOCIOLOGIA DELA EDUCACION 3 sistema, Las respuestas de ls autoridades a estas demandas se traducen en Jeyes y reglamentos, que aspiran a aplicarse al conjunto del sistema. La complejidad y la escala del sistema hace que los cambios que resulian de ‘este tipo de dinamicas sean, en general, lentos,infrecuentes y dristicas, En Jos siscemas descentralizadas los usuarios de servicios educativos y sus re- ppresentantes disponen de mayores posibilidades le actuar direetamente s0- bre las autoridades.de las escuelas y sobre los docentes, quienes disponen de mayor auronomfa para introducir eambios. El patrén de ansforma- cidn tipico de esta dindmica es el cambio gradual, frecuente y localizado ‘Tanto los sistemas centralizados como los descentralizados tienden a expandirse. Esta tendencia ala expansién resulta, por un lado, de Ta refe- rida competencia entre prestadores de servicios educativos estatales y no estatales, y, por otro, de fa competencia entre [os distintos grupos sociales “por la valorizacién de sus credencfales educativas. Uno de los mis robus- tos impulsos ideolégicos en el crecimiento de los sistemas educativos es la viccién ha alimentado las demandas de extensién de los servicios educati- vos en todos los niveles. Sin embargo, una vez que la escolaridad se ha -extendido a todos los miembros de una cohorte, independientemente de ‘su posicién en la estructura social, la credencial educativa resultante pier- -de poder diferenciador, motiva a los miembros més aventajados de la so- edad a proveerse de credenciales més dificiles de conseguir y, a los menos aventajados, a reclamar que se facilite su acceso a estas nuevas credencia- ' 1odernos y recibe el nombre de inflacin de credenciales, Dindmiea de censralizacién en la eonstitucion del sistemay education argentinas El proceso de constitucién del sistema educativo argentino oftece algunas pecularidades respecto del modelo tfpico que hemos scfalado mas artiba. Como ours estados, el Estado educador argentino debia sostener su auto- ridad frente a otros prestadores de servicios educativos. A este requeti- “mecaniine de Maal ¢ tae poblacla Teer STEERS “por inmgrantes Teves 7 dealer xara Te naconal i ee a eo lucativo es la sincion de fa le Subvenciones Nacionales en 1871, du- rante la presidencia de Sarmiento. Esta Tey Facultal Tesoro Nacional ia financiat ls iniciativas provinciales de Instruccién Pablica. Los fon Pal 3p uowsoudoqy wei | ered vorguess vapyjed ap souopanjos se reouzesop 4 zenuoowe ueypruniod anb upioe>yueyd & ssqpue ap seoruag se eo3s -esop A uopemnoyuy e] smay onmusod seuorss sous ap eyaxeur uo easond | Sopeuoi2eu ounsu0> ja A wyPoNpasd ef aIqos jonuED ap seursts sop -H smoo(qusa e sopess soy e o8jqo euion8 2p ozsonys> [“sopeztiAoU soft -sreur & soueuny sosinoai so] ap ves [eausutuoM vj 1od ous “o1s1guOD [P wo sesorpod spur sauopen st] sepon ap uopedioned vy 10d & sxequioo [PP pepjarua epensmr xf 30d ojos ow oxempuoenxs gnjnso1 022109 21 -9q ‘opearuny ossaBoud po & yesaqy ezreu0g x] 2p seajoud So] 2p oursteundo ys00x0 Jo aeBhaseo & ouA fepunw wu1ond wound vf ap Opes [| remodiod & enpes® uworonyoa> e] 3p ourure jp 40d opunus je weysppnpuos anb ser0r0Us0>9) se 428 aavowyeuy weaned omsewso> ap peasoqy eA woruse upzes ey eD0dp¥| ap soureumuop seyosoyy se] sod sopemnuisey pears osasSoud ap seastut cndo sojdesaud so] rewyuoo epared jep0s ojjonresp fy ‘onsonu fo uD ueI -pe1sa anb sey ap tiombpeno anb seausn> sousus owisrypnus & ‘o/3is PP peau eiowspad ef uo sepensiSou se] anb sesuanxa X sonuannayy sousur worry Sojeuopeurann sexand se] ews eoumadwes { oryyuo> ap sou0N -2d so] > uorezipqeise ej od epeuedwwone any pepyodsosd ey sone (81s jap pews epunios x] uo sauopasaue snisnyy un pepper usw ton 2Uo 6K OfBIs [2p SOUY ap oLVDYyEgNS vpeaD suOWAIUINIaY ey “eu -orseusaiar opprawreo [pp Pepsuanur wy A souourpjon Soy Siuauearre HUIS Uoseuounsiour 26 UpIqUIE] “a1uApNIQ ap eHOXSI Y] Us sopensife1 oot -guove oxen ap sop sopeBuojord 4 sasejmreisadso spw so] ap oun 28] oan ‘susodsuen ap 4 souorpeounwoo ap “uo!2onpoxd ap se}ojou0d 22 sey uo staofour 0d opestnduay ‘xx of%ts op pena epumBos | axteancq Popinks ( popransmposd ‘upiovmpa szonioasone opeasy Uy Geyp 9p wun epeD us ssaUBUTOp seeps "OTE we SepenaTiar Suowewopsuen sey sourarezteae {sede 259 9p Spiga pw SpRUs RU STOTT TB nede pW TTGDSp opensoud Fou, IAD PUIDIUT FUP TS FAS - apo SEGREYY “Sop SonsoTUT ITE HC OPTS PU Up MAASUON Tapp SSUOTSEOTOUET RSDP OPIATE SUE OATES TTT SOT ‘onyjod epmouose eapeonps tnyod “€ -sopeajeounsoid ou une Syeuored sont ora so] up & fexopog pede) e] w9 soamronpo soprais ap uorstAoxd y auqos wizaup pepriqesuodsas auan ‘sejenose ap ufeaisg ap spats sat -us0op ap Uo!seuILO} ap rurDIsS fp ‘saeunIOW sejanoso se] ap sae v “EO woo upyqures onb [> ‘Testua> opeas [pp Wo!2" ap o1reds> fp wOIsUDIXD e| ap 1oxty uo epiurnsas epanb *eaiqnd uppannsiy ap seunsIs $0] ap UO! ensquttupe e| 21905 [epujaaid wyrowoNn a] ‘opou 3159 2¢]“fEUOPEN of -woD [op jostuoo e soyeounaaig ses0rDadsu] 50] ap 20qe| | ap O!DPUIPIOOD =] CuproeuSisop r] opueniauios & (oanmna(y sopog p tod sopecfisap tesI9s sojeno s0] ap onen>) sosquioyus o4so 9p Up!DeINPY 2p [eUE!DEN Ofasu0-) tun opuadmapsur ‘uaustipr aso eusiopsr (F981) wpEIOr Uo!EONpy 9p 4] P| “(uorsm0D ¥ 10d opeusisop) ssiomadsuy ap odian9 un sod sepeyon o> Zan ns © Ur}sos sopeprande sténo ‘(opepuppas jo 10d seprBaja) UOTE -npy 9p ssjepariorg souojstir0; sod sopenstaraape wes2$ SOprpa> 3st Sop (L661) emp amo N SnoER spo RS Sey epg >p RCL suet ons act—st est ee ae 00 van Epes op SpeluDLIEpETY seAsHoIDETED se] SoMIEYD;DN uaNss an Tans uy “oir oy ee Tee ap snaed y 2961 wo buono ephap Xap sist F ap UOWOpo ¥ BINT SOT 00» 00s =wojiouTBOUTe| sasfed So] uo Z*E7GI uD Onjanad [pp ssid ¥| 9p opHEIs > 09 PANIED Tasty ‘Sopenua> seaside sosjed soy us ‘opuanno oF & pexpuna vison SRB SP AEST SPARED wap Bo Sommp saBie os pS FP oe GES Cound Sy SpLTUEP ean ap SOOT IT 0009 ee ose oona To|ATAS wan & spuod’Sr onsenpo wulasts X prpaysor “oprisy an UD eBTETSp ABE UppEMGTOD PT peso aL opar Pon aUT TT ee Nowyonay ¥1aa visoToDes soxniuo sns uo oupusse oaeonpo eworst [AP oMDyINPAD van LINEL OFT zw Pe _EMILIO‘TENTI FANANI los aftos treinta. La apertura de las economia integradas al sistema de co- ‘mercio internacional, facilité la répida difusién de la crisis, cuyo primer signo result la estrepitosa caida en los precios de la Bolsa de Comercio de Nueva York en octubre de 1929. De acuerdo con el diagnéstico dominan- te cuya formula mas influyente fue producida por el economistay funcio- nario’ piblico inglés John Maynard Keynes), la crisis obedecia a la incapacidad de las cconomias occidentales para utilizar eficientemente to- dos los recursos productivos disponibles. La clave residia en impulsarla de- manda, a través de un aumento en la inversin y el empleo publicos. ‘Ala salida de la crisis las principales economfas occidentales desarro- llaron un nuevo patrén de crecimiento econdmico, que permiti6, a su vez, sostener un nuevo equilibriosociopolitico. De acuerdo con este patrén de czecimiento, la prosperidad de las economifas nacionales dependia del au- ‘mento en la capacidad de consumo de los mercados internas. Esto reque~ rfa asegurar altos niveles de empleo y un nivel de salarios tal que permiticra ‘mirgenes de rentabilidad empresaria razonables y alta capacidad de com- pra para las masasasalariadas. El Estado asumfa un rol central en el man- tenimiento de este equilibrio, interviniendo en la establecimiento de los precios y en la distribucidn del ingreso, directamente, a través de la politi- ‘ca monctaria y la politica de impuestos,e, indirectamente, a través de la politica de salud, la politica de asistencia social y la politica educativa. La institucionalizacin de este patrén de crecimiento econémico per- mitié encontrar un punto de coincidencia entre las demandas de emplea- dores y empleados. La coincidencia entre las condiciones de productividad del capital y las necesidades de consumo de las masas asalariadas moderé dl conflicco dstributivo entre las clases sociales, favoreciendo as la conso- lidacién de los sistemas partidarios de representacién y los sistemas corpo- rativos de negociacién, En este contexto, la educacién de masas ocupaba_un pa L _pucsto que era pef¥ibida como una inversibn clave para la promocién tan~ ‘0 del crecimiento econémico como de la justicia social. La atribucion este rol estaba basada en dos supuestos caacteristcos de los modernos dis- ‘cursos acerca dela educaciSn. Eprimero Yostiene que la eficiencia produc- ‘iva requiere que los puestos de trabajo mds importantes y exigentes sean reservados para la gente més capaz. De acuerdo con esta idea, [a capacidad 6 inteligencia es un acributo individual innato y socialmente escaso. De cs- te modo, la eficiencia productiva requeriria que los dispositivos de selec- cién_y promocién social_premiaran a los capaces en lugar dea los ‘acomodados, alos ricas © a los poderosos. A este respecto, al sistema edu- ‘ativo se le reservan tres tareas centrales{a) extender su cobertura, para ase SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION 35 gurar que ninguno de Jos “naturalmente” capaces quede fuera del sistema, rover las condiciones para que la inteligencia de la gente dotada fla- acidades productivas { ‘)disponer sistemas de recompensa que premien el mério, tareas asociadas con estos puestos se fuera incrementando. De este modo, se esperaba que el sistema educativo estuviera en condiciones de ofrecer los conocimientos necesarios para que todos los miembros de la fuerza de tra— ‘jal maponliean alecuadamentezbs demandas desuspuesiox “Os alles educsivar dominantes durant ove pevodo procuraon -cstimular en el sistema educativo pricticas conducentes a la produccién de individuos ficilmente adaptables a los procesos politicos y productivos vi- “gente, Esto requetas pr cien-cultiar lax altidader yo bers Fe las disposiciones y los habitos necesarios para ocupar competentemente las “secs ds dallas &e abate Pa ele ape oe Ev por de Gilto-ojgantar av rata inscnuionalesexlares de acuer- do con Ios criterios de racionalidad y eficiencia propios de la burocracia -estatal y de la produccién en serie. La frmula de la eficiencia propia de las organzaciones burocratcassupone una disibuciGn de tareas as, un si- educativos en el tigen y orientaron sus politicas de expansion en la segun- “Gamitad de nucsro siglo. Se Hl intersesatal er eintegracién nacional de as poblaciones bajo su aucridad result el motor dels expanain de Tos sstinas elucatvo en el “igen. En ia sogunda capa, el hovor paras cspandiin de coberars dele eguldad del dena feu de cesta Te reals dl ead ‘de integracién democratica y promocién social caracterstico de los estados “de posguerra. Se esperaba que Ta provision de servicios educativos de call- dad equivalente a todos los ciudadanos, independientemence de su origen social, aegurara que las oportunidades de progreso social de cada uno de | los ciudadanos dependiera exclusivamente de su capacidad y esfuerzo per- sonales y no estuvierainjustamente limitada por las diferencias de oportu- nidades esultantes de sus hogares de origen. Por otto lado, la socializacién | de individuos provenientes de distineas clases sociales en las mismas insti- tuciones educativas estimulara el cultivo de Ta tolerancia necesaria para ‘onvivir en una sociedad democritica y plural. 36 EMILIO TENTI FANFANE Del mismo modo que las politicas fiscales y monetarias procuraban ‘redistribuir el ingreso nacional en un sentido progresivo la expansién y la administrcién de los sistemas educat ‘menos en teorfa, que kx escolarizacidn compensara la desventaja de puni individuos provenient Para ello era necesario que el Estado nacional centralizara tanto la recaudacién yla distribucién de los recursos financicros como el disefo de los curticu- Ja, dejando para las jurisdicciones sub-nacionales y los agentes privados so- lamente la responsabilidad de la provisin direcea de los servicios. La crisis del Estado interventor puso en cuestin no solamente el arre- elo socioeconémico que sostuvo el equilibrio de posguerra, sino también Jos pilates que sostuvieron la expansién de los sistemas educativos desde su origen hasta el rercer cuarto del presente siglo: la preminencia de los cstados nacionales, el peedominio de la racionalidad burocritica como par radigma de eficiencia y la hegemonia de la nacionalidad como reference de identidad comin, Crisis y reforma del Estado interventor ‘Como hemos visto, a partir de la gran depresin desatada hacia el final la cercera década del presente siglo, los estados sostuvieron su dominaci 4 partir de la capacidad de intervenir eficazmente en la planificacién de las actividades econ6micas y en la redistsibucién progresiva del ingreso a es- cala nacional. Bl revolucionario desartolla de la recnologfa de comunica- ciones que tuvo lugar a partir de los aos cincuenta y que se aceleré en los ‘ochenta, redujo notablemente los costos de movilidad internacional del ‘capital, debilitando de este modo la autonomia de los estados para utilizar las tradicionales herramientas de tegulacién monetaria y fiscal. La fucilidad de desplazarmiento del capital y la automatizacién de la manufactura, fa- vyorecieron el desplizamiento de la produccién industrial desde los paises ccentrales, con altos niveles salariales y casas de imposicin, a paises con costos laborales y presiones impositivas mucho mas bajas. Este desplaza- ‘miento rompié la alianza social que sostuvo durante casi tres décadas el or den de posguerra, disociando la ganancia del capital de la redistribucién cequitativa del ingreso orientada a estimularel consumo interno, y sumié a Ja mayoria de las economias centrales en lo que patece ser un largo ciclo de desempleo crénico. Paralelamente, el estancamiento en la productividad y en lis tasss de crecimiento de las economias més desarrolladas era atribuido, en términos de doctrinas neoclsicas, a un debilitamiento en los incentivos para la pro- SOCIOLOGIA DE LA EDUEACION 7 duccién, causado por la masiva intervencién del Estado en la economia Cada unidad monetaria que el Estado recauda en forma de impuesto, se afirmaba, es una unidad monecaria que deja de dedicarse a inversiones productivas, y aunque el Estado mismo pueda actuar como inversor, su ca- pacidad para responder alas oportunidades de mercado es siempre menor 4que la de los agentes privados. En el otro polo de la jerarquia social, la pro- visién universal de servicios sociales gratuitos, se sostenfa, genera “depen- dencia” en los beneficiarios de los servicios estatales y les quita el incentivo que de otro modo tendrian para tratar auténomamente de mejorar su con- dicién social. Con estos argumentos, se llevaron adelante politics de pri- vatizaciin, destegulacién liberaizacién, tanto en los paises centrales ‘como en los periféricos. Estas politicas resultaron en una reforma radical de todos los sistemas estatales, entre ellos el educative. Desde el punto de vista organizacional, el paradigma jerdrquico y for- smalista caracterfstco de las burocracas, comenaé a ser percibido mis co- ‘mo un obstéculo que como un vehiculo de la eliciencia econémica. La clave residiria ahora no en estandarizar y uniformar los procesos producti- vos, sino cn desarrollar la capacidad de responder con tanta velocidad co- smo sea posible « demandas de consumo diversficadas y ripidamente Auctuantes. De acuerdo con la versién canénica, no siempre realizada en la prictica, los nuevos procesos productivos requieren mis trabajo en equi- [po y menos jerarquia, més eapacidad de adapeaise ripidamence a diferen- tes tareas que especialidades en el desarrollo de una, més auronomia para la toma de decisiones descentralizadas que obediencia a una linea de man- do, De acuerdo con la cxtica de inspiraci6n neoclésica, las instiraciones ceducativasexistentes no estén en buenas condiciones para responder al de- safio del cambio en el paradigma oxganizacional. La inercia instcucional de las organizaciones escolares les ha impedido reaccionar a tiempo al cam- bio de contexto, razén por la cual es necesacio producit esta reaccién in- terviniendo desde fuera del sistema, EL ideal universalista que inspiré la constiucién y expansién de los sistemas educativos también ha entrado en cuestién. [a incapacidad del Estado para cumplir eficazmente su funcion de tegulacién social ha abier- ‘co la puerta para la critica de la identidad nacional en nom la cual a ae i nicas, regionales_y culturales. Adicionalmente, 1a_revolucionaria transformacién en Ta estructura familiar resultance del aumento de la pro- ign de mujeres en Ta fuerza de wabaj eos RABIEOS con- vvivencia matrimonial, crearon las condiciones para una csftica radical de la 38 EMILIO TERT! FANFANT

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