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hogar nt del que parties. Voce sms ext emu a medida que eee, sms compiada la tama deer TS. Euior, Cuatro Ei tito de tos Jueces narra la vies historia, todavia actual, dela exclusion del otro: «Galaad cort6 a Efraim Josvados del Jordin y cuando ls fugvos de Ffraim de- cian: “Dejadme pasar”, los hombres de Galaad pre: sguntaban: "Eres efraimita?”.Y i espondfa: "No", le afiadian; "Pues di Shibbélet’. Pero & decia:"Sibbole porque no podia pronunciarlo asi, Entonces le echae pan mano y lo degollaban junto a los vades del for dn, Perecieron en aquella ocasin 42,000 hombres de Efraim» (Libro de los Jueces 12,546) Es decir, una sola palabra, «sibbélet»o «schibbo- lethe (en hebreo, «espiga»), decide quién puede cru zar el umbral, quién pertenece al grupo ¥ quién no. El deseo de pertenencia no es suficiente; no basta con renunciar al propio origen y adoptar una mucva pa tria, Esa afirmacidn debe ser demostrada. La palabra «sibbélets, que unos pueden pronunciar correcta ‘mente y otros no, esa capacidad o incapacidad alea toria, decide quién es declarado amigo y quién no, sa palabra es la consigna que separa el «nosotros del sellose,a los «muestros» de los «extranjeros ‘Segtin se relata en el Libro de los Jueces, para los cfraimitas este cometido era tan existencial como inresoluble. Su siloconducto para cruzar el rio Jor. dan dependia de un nimio detalle: la diferencia fo nnemitica entre shi sien sidbéle. Aunque supiesen el santo y sefia, eran incapaces de pronunciarlo ¢o- rectamente. «Delataban su diferencia haciéndose indifcrentes a la diferencia diacritica entre shiy si se marcaban por no poder re-magcar tna marca co- Aificada de esta forma.»! El criterio de pertenencia 5, por tanto, algo que a unos les viene dado ya otros, no, Para los efraimitas no parece ser nada alo que ellos se puedan adscribir, Nada de lo que puedan apropiatse o que puedan aprender. No hay mas que ‘unasola oportunidad y un cometido irresoluble. En «sta Vieja historia nada se dice sobre cudles serian las demas caracteristicas de un galaadita. Ni sobre sus creencias religiosas o culturales, ni sobre sus eostum. bres, priticaso ritos; no se menciona nada que pu. diera ser distintivo de su mundo y su comunidad. ‘Tampoco se advcen los motivos por los que los ‘fraimitas se deberian considerar inadecuados, no asimilables y hasta peligrosos. El asgo distintivo que representa la palabra sibbélet, tan aleatorio como irremediable, hace que las personas puedan ser de- nigradas y agredidas no solo por pertenecer a los otros, sino tambien por ser el enemigo. La vieja historia de sibbét sigue estando vigente, ues habla de todas los métodos arbitrarios de los que las sociedadesse sirven para rechazar y denostar tanto a individuos como a grupos. El relato es extra: Polable a los mecanismos de un pensamiento antl oe Dera faze quinn ua norma gon ems, doian a eas prescripaones de una le tmacin para gjererlavolenéa contra td 10 qe tex diet, Dichos codigos pueden vain al els conadeuencas del saniento, pero Tax seen exclan en silanes LO qe condensair en Ua TELAT a a de los «otros, para limitar el resonocimiento social ‘ cercenar los derechos civiles. Unas veces, estos sib- fda ols sven pars estigmalzar Ors lean = jr carcevan «una comnid soo eat aoc ningin problem perce obo que todo grupo uorgankacion de caricer prado ene de isin, Del mismo recho a fijar unas normas de admi modo, las comunidades religiosas establecen deter- sminadosrtualesy dogmas qué tenen por objeto subrayar su propia singularidad, Para unos esto siste en respetarciertos dias de descanso; para otros, ‘en cumplir con algunas normas relativas ala vesti- ‘menta; para otros, el ritual de a oracidn es tan ele- ‘mental como dar limosna y ser caritativo; unos creen en el misterio dela Santisima Trinidad y otros, en la reencarnacién, Es evidente que también estas pr ticas 0 creencias trazan Kneas divisorias entre aque- Mosque pertenecen (o quieren pertenecer) al grupoy aquellos que no pertenecen (one quieren pertenecer) me | Esto permite que ls protestantes quierany pues distinguirse de los catdlicos, y los seguidores del ‘Mahayana de los del Theravada, lo cuales comple- tamentelegitimo. Aunque a lo largo dela historia (9 de las generaciones) se ha visto que todas estas distinciones son mas controvertidas titulo interno de lo que nos gusta reconocer, estas comunidades ue. Inventan ytransmiten narrativas que permiten erent el umbral de entrada yaceder desde tro Jado. Ademas, de las diferencias con otras comuni- dades no se desprende automiticamente una lei macin de la violencia’ ‘Lo que, en realidad, me interesa son esos relatos aie taventan codigos sociales, culturales y corpora: “eo atio ura naciéneo un orden socal, pers Alga empo,delaran sextaionushoalles eterna nds o grupos enterorylos exc jidad de derecho. Mc interesan las “yen de una comi ahi ~actuales dindmicas de Tadicalizacién de determina- das ideotogias y concepciones del mundo, los motives. y términos recurrentes con los que algunos movi- mmientos sociales y politicos tratan de justifcar sus pos mnocasiones, también sus actos violentos), Me interesan las estrategias em- turas, cada vez ms fandticas(y, Ud eutenias frente ala eno atenteidade de los tra, qu pueden se denigradoxoaarado. Lialaferencia se degrada en desigualda; a igual, en identdad-~eserbe Tavetan Todoror En Laconqutta de Amoricejeas on las dos grandes Sgurs dea relcn con el oto, qu jan es Paci incribles® “Todorov describe con todo dete exe momento anclbera eGo las diferencia de spec, tigi Ss, seals calls que exten ene las pens. tas o se Feduen eo dione entre pemonss © grupes sino que de ls ve der na deguaad solar Como quienes apenas dere ain Imnime de uno mimo ode lamayrtaconsttuida Como norma n0 slo son pecbdes como cninon sino que de pronto se cosderansnadecuadon Portanto,no tienen derecho ase protean. Cas Btnco qu cuenta dentro dena ientdadesto que sea cxacament gual too lo demas debe seren teri, exclu rechaza Ces son lat constelacones en las qu, ata meme, buen icrencis casuals innate para nears ecnodiniemo sca enc tens, Gimiemo de derechos snags ils? cn cure policas de un Estado democratic dean eva ferunosrterior de igualdad que solo ample a dacrminada parte de os cuales, por epi, personas com un cuerpo predefindo nes cena O una forma de stared hablar cones que Sucede cand esos riterio sven para deci Auien se otogan plenos derechos humanos cle Yequien puede set cexprecido y malate, exp tio osesnadr Tor stale con algunos ejemplos surrealist, imaginemeon queen Alemania loon ards te sen derecho aexpresaseibremente quesolo que nes oyen perfectamente pudieran estudiar ebaniste rfa; que solo las mujeres pudiesen actuar como testigos ante un tribunal; que en los colegios publi cos solo se celebraran las festividades judas; que solo las parejas homosexuales pudiesen adoptar; qque a los tartamudos se les negara el acceso a las piscinas piblicas; que a los hinchas del Schalke se Tes negara el derecho de reunién y que solo las per- sonas eon un mimero de pie superior al 45 pudiesen ser policias. En cada uno de estos casos estarfamos shee un cBigo arbitrario que decide sobre cuestio- hes como el reconocimiento social, las libertades pablicasy laigualdad de oportunidades. Seria fil tntencder que los crterios de pertenencia o acceso a tun grupo son irrelevantes en relacién con la capaci- ddad necesaria para desempefiar un cargo 0 una fun- ‘didn, o bien son baésicamente irrelevantes en lo que ftafe al derecho a tener una vida libre y auténoma. [Los fendmenos de diseriminacion y exclusion nds frecuentes son, en su mayori, igual de arbitra rios y absurdos que los ejemplos anteriores. Solo ‘eurve que los relatos empleados para transmitirlos {0 las leyes en las que estn insertos) se inscriben en tuna tradicidn tan Targa que los sibélet que contie~ yen se han repetido lo sufieiente como para que su. ‘caestionabilidad ya no lame la atencién. Las normas incluyentes y excluyentes solo necesitan sex may antic squns para desaparecer en el Angulo muerto de ape “Cepdién socal, Otras neas divsoria, por ejemplo, las que separan alos «nuestros exranjerose as Ee thiliassnormales- de las «anormales, las mujeres «de “Verdad» de Tas de mentirar-Tos europeos cop dos «no auténticos, los serdaderos bitnicase de Tos -falsos britanicos>, en suma, al «nosotros». del tz02.0 bien son de nuevo cuio obien responden x ‘wn demanda social eada vez mis apremianie™” > —terece Ta pena analizr los actuals mecaniamoe de inclusion y exclusin: las historias y consignas que sirven para clasitica yjuzgar a las personas, La decisidn de quién puede pertenecer a un grupo y wien no, quién es inci y quién exclude, quien se le otorga poderya quién cl niega, esa decision se prepara se jusifica mediante dsposiciones basadas en lo dicho y To no dicho, en gestos y en leyes, en reglamentos adminstrativos o en criteros estéticos, en peliculas y en imagenes, Esto es lo que determina «que unas personas sean consideradasaceptable, per tenecientes al grupo y valiosas,y otras inferiores ex tralias y hostile, Actualmente, a determinados movimientos politicos Jes gusta calificar su identidadl de homagénea, original (0 natural) 0 pura. Ya sea una nacién 0 una region que se atribuye una autoridad especial; una comu: Ridad religiosa que aspira a una mayor legitimidad ‘un pueblo que reclama derechos exchusivos, segue To que al menos uno de esos elementos —homogency, original o puro— aparece en la descripeién de ese snosotros» que defienden (ya sean los «verdaderos» britinicos que se quieren distinguir de los migrantes del Este de Europa, ya los partdatios de PEGIDA que aspiran a protegera un Occidente «puro» de los mi sulmancs). A menudo aparecen los tres, Se encuen- i blo»? Algunos movimientos politicos que aluden «al pueblo» en ningiin momento lo relacionan con fines antidemocriticos ni excluyentes, sino més bien ‘emancipatorios e inclusives. La frase que formulan ‘es; «Nosotros también somos el pueblo». Estos movi ‘mientos e sienten parcial o completamente excluidos de pricticas politicas 0 de leyes que les afectan yen. ccuyos procesos decisorios, sin embargo, no son teni- dos en cuenta, Se consideran insuficientemente re- presentados no solo a nivel politico, sino también en Jos medios de comunicacién. En las democracias par Jamentatias de sus palses oen la Unién Europea, mu- cchos movimientos sociales y politics (con indepen- dencia de que se consideren de derechas o de jaquierdas)crtican la falta de participacién ciudada- na, lamentan la escasa vinculaci6n de las decisiones, politicas con los procesos de formacién de la volun- tad cindadana de cardcter puilico (es decir, transpa- rentes) y denuncian una falta de legitimaci6n en el plano de la construccién politica (de la UE). Con ‘esta critica apelan a la promesa republicana de la soberania popular En la tradicién de Jean Bodin y Jean-Jacques Rousseau, «el pueblo» se concibe como una comu- nidad de personas libres e iguales, dotada de una soberania irrenunciable. Segin esta concepcién, el poder legislativo emana directamente de unos ciu- adanos autGnomos, no de sus representantes. Ade- ‘mis, se describe a un pueblo en verdad presente, ‘capaz de negociar y decidir sobre su propio destino. Esto requiere procesos de formaci6n de la voluntad. politica, los cuales —como un acto fundacional que ae se renuieva constantemente— son el verdadero ger ‘men de la comunidad politica. Asi, en esta tradicién republicana el pueblo no necesariamente viene dado, sino que es algo que se desarrolia a partir del i cambio mutuo y queda constituide mediante un com trato social’ Sin embargo, también este modelo de pueblo for mado por seres libres ¢ iguales ha sido una ficcin hist6rica. Jamas tadas as personas fueron libres e iguales. Por decirlo con mas rotundidad: jams to- das las personas fueron considleradas personas. Aun- que los revolucionarios franceses lograron que el pueblo ocupase el vacio dejado por el monare mentablemente su esbozo de sociedad democritica ‘nunca fue tan inclusivo como pretendia, Las muje- res y los asi Ilamados extranjeros» quedaron exclui- dos de la condicién de sujetos de derechos civiles on una naturalidad tal que ni siquiera fue necesa- rio argumentarlo de manera explicita. Tampoco el pueblo ni la nacién democriticos que pretendian ajustar cuentas con los privilegios de los antiguos estamentos pudieron consttuirse sin necesidad de recurrira una distineién del «otro» Esto se refleja, entre otros aspectos,en el lengua: Je empleado para explicar esa idea de pueblo sobe ano y contar la historia del contrato social entre ciudadanos libres eiguales: el orden politico pronto sc describe mediante conceptos como conporalidad. Lo que se habia concebido como la voluntad demo- critica de todos (es decir, de todos los individuos 7 anténomes) se ransforina de pronto ena voluntad Gelconjunto (es deci, de un colecvo ndeterming- Go) La plurldad de voces y perpectva single ter coy intfeemnbio hace poutle que sea 7s tres en a unidad homogencs del conjuno. La Tnetdfora de la sociedad como cxfratnfavorece teat cocho ev lge sido card, Ua cvepe cat cabins por una piel qu lo dla. Un coer esvulnerble tas enfermedades produces por sero ypretegide de as epdemis Pore wn Gtpo a biologizacion del lengua pltco (com ade la imaginacon poles) enlaacon aden de higlne, eel se exeapola dade cl content del tude médico del cuerpo humano bata asoce- Gada acveridad colar oregon co0 fige que podria poner en peligco asad maional Gdcuerpo de un puchlo homogénco, Una vera poston en ene cojuemabropolitice de perceptén, ates de prongs ol ened al conan per Yo ben cao, io income, Gealquir po de Sreedad nosolo sigue send dina, sino que fee conforma a nacion. Medints ont Sigs de pee hipocondaca, ya que sempre emeinfecare de olen prices} creendas. Como sealer oe Ga Gulgierdeonacon de una nora nacional, con independence de lo que eto sigue se pro. agise como una epidemia que se transmite por gota culturalesoreligioss. Que cualquier contac: to con otros cuerposse identifiqueautomdticamente ‘como tna amenaza y deba, por tanto, evitarse no dice mucho en favor de un sistema inmunitario cultural intacto (por seguir con la metifora) La fantasia biopolitica de un pueblo formado por un Cuerpo que debe petmanecer sano al ala més minima diferencia Exc explca por qué, en lazctalidad, algunos se sienten amenazados por un simple tocado,yasea un velo o.una kip, Como sila mera visién del velo (hiya) de una musulmana o de la kip de un jue hiciese que los crstanos de pronto se diluyeran, Como si ese tocado se trasladara de la cabora de «quien lo leva a lade quienes lo man. Sera hasta divertido sno fuese tan absurdo. Mientras que une de losargumentos contrariosal velo es que strata de tuna prenda que, como tal, discrimina a la mujer & presupone portant gi nae se pres varlo oluntariamente) y que debe por ello ser pro. hibid, otros ven ene eo una amnaea pater snsmory para a sociedad sia”. Comosi ese ozo de tela no solo molestaraa quienes o llevan, sino tam. Dién a quienes lo miran desde lejos. Sin embargo, ambas objeciones obvian el hecho de que esa su. puesta represién no puede partir del velo come tl, sino de las personas estrcturas que acosan am jer yleimponen una determinada prictiea En eate sentido, ambos razonamiento comparten un carieter impostvo: en un caso se rata de la orden de evar elvelo, ormulads en un entorn religioso y patra Ts eg eee acetate ee eee ere ese tetera er bei religion yal ino Gepoaspieapeoege ieeteeea rete eee ee eet eet ea seas ee imieres que deenllear una vida lado (con inde pondeach del ue ea diguiigee)o comport {eta mode termina, En cla dello, ae a eos eater edad rca a rea er cre pe ret cae merece el mimo refpeto yl mitma protectin que ai este ra lo ace atcap ees ead (o fe cn pc) x por ence contn eee etlcrctet yeast Seige mene eae nae Neh gec Worelonar eecen icra ee athena eect tino de fen pile, pucs on exe cao es eee (dial fesachoniiesdelitcbdvo ia Herta Seer eadeeea urea Coca Bene ie aieeturesaaecd doa 2 del aretlo 4 dela Consiucon alemana ed cat a oul gectorideLRace d sta inure religion icldgn Ahora leo, aa fae ees cancer en eens ee fs ae eee es Parl onus Accel ee nuiea nna cate Meee nt oe ony tat ina ties lad Ceagcas gas nace >= hay personas con otras creencias. ;Por eso molesta tanto? ¢Porque la diversidad es ms dificil de negar si se manifesta puiblicamente? Que quienes se des- vian de la norma impuesta por la nacién dejen de exist en silencio y a escondidas para pasar a ser vi- sibles y audibles en el dia a dia, que aparezcan en las Peliculas (no como un problema, sino de un modo completamente natural, como protagonistas 0 en. papeles secundarios), que sean mencionados en los libros de texto como un ejemplo de una forma de creer o de amar o de expresarse, que la separacién de los lavabos de sefioras y caballeros sea distinta y, con ello, se ponga de manifiesto que las clasificacio- nes habidas hasta la fecha no eran generalizables (pues no a todos les agradaba utilzatlos), todo esto, ‘no supone ninguna amenaza para ese pueblo con. cebido como un cuerpo imaginario. La diversidad ‘aracteristica de una sociedad moderna solo puede salir de la invisibilidad al amparo de una norma, Cuestion bien distinta es revestr la vulneracion de los derechos humanos con el halo de una pricti- a religiosa. En este tipo de conflictos el Estado de derecho debe hacer valer los derechos individuales frente a las demandas de un colectivo religioso, 0 in luso frente a a familia de los afectados: en el caso de la terrible prctica de la ablacién 0 de los matrimo- nios con menores, la intervencién del Estado en nombre de la Constitucién no solo es leita, sino ne- cesaria. Un derecho consuetudinario cultural no puede anular un derecho humano, Lon agentes policy sociales que hoy. en Europa, vuelvenaaplar al y scorrectow.Ala Iuzde este pasado, el presente tiende a considerarse degradado>, «corrompidor 0 «enfermon. Las per sonas, los actos o las opiniones indliduales se valo- fan en funcién de su «autenticidad respect de lon ideates originales EL sible l que se recurre en este caso para de gradar a las personas calfca determinados rasgos ‘everpos o formas de vida en su conjunto como sam Hinaturales» 0 ofalsoss,o cual quiere decir que algo (una persona, un planteamiento, un orden) yano es ‘como antes. Algo ha cambiado, Algo no se ajusta a To que se considera «original». Algo ha dejado de ser ‘como estaba previsto 0 establecido por la naturaleza. Hay algo que cuestiona el orden social y natural. Se- ‘in el contexto politico 0 ideolégico, la critica a lo antinatural> o lo «no original» se combina con el reproche de la «occidentalizaci6n», la «degradacion. de la verdadera few, la «enfermedad de la modern zacién», la «inclinacién al malv 0 la «perversiéne"®. La retériea de lo «naturale y «original» se mani- fiesta con frecuencia a través de los mismos referen- tes; la cuestin de qué se considera «verdaderamente ‘masculino 0 «verdaderamentes femenino y qué es lo que procede al hablar de personas trans © perso- nas intersexuales; qué se considera una sexualidad ‘naturals y eémo respetar alas personas gai, lesbia- ras, bisexuales 0 queery, no menos importante, qué se considera na «erdadera» familia y c6mo reco- nocer a todas esas familias que existen mis alli de la constelacién tradicional heterosexual de padre- madre-ijol”. Desde un punto de vista hist6rico, Ia estrategia de recurrir a la «naturalidad» del género es, por diversos motivos, tan eficaz como influyente. La idea de que existen unos géneros «naturales+ obe- dece a una tradicién cristina y va unida ala de un supuesto propésito divino. Asi, quien ha sido erea- do naturalmente por Dios, le corresponde un valor ‘especial que lo hace intocable. El género «natural> y «original» no puede ni debe concebirse como algo distinto a la norma que establece lo que es «nor ‘male, Segtin esta lgica, cualquier otra cosa, o cual: quier tipo de cambio, queda descalificada por ser antinatural, «enfermiza», eno prevista» por Dios y, por lo tanto, «indeseada» Por ello, una de I denunciar esta «normalida sacar ala luz el carseter id rategias empl icralizada consiste en sologico dela afirmacin ncrostt pa que postula la naturalidad de los géneros™, pai subrayar la importancia de las dimensiones social y simblica en la eonstruecién del género. Del argu mento que define el énexo como un-canstructo socal se derivan espaci iticosy nos ‘malivos que TesUTlan deseables:s el género, es decir, Jn «masculifidad- oa sfeminidad>, no se considera an simple hecho fis Secuencia ae ta serie de acuerdos sociales y polit ‘Gos que Ceterminan Tas diferentes fo ‘alor aparejado. Coin todo, aqui no se abordaa Ta cuestion de siel .género de una persona es algo snatural> que viene dado o debe concebirse como un constructo social ‘Tampoco me centraré en la pregunta de si, desde un punto de vista histérico, la pequedia familia hetero- sexual puede en efecto considerarse «més original» {que otros tipos de relacién o formas de vida, 0 si esto no es mis que una mera ficcién, Son debates tan importantes como complejos, que aqui apenas al- canzarfa a plantear de un modo fragmentario. Lo que me interesa, legados a este punto, es otra linea argumentativa, Me interesa la relaci6n entre la na- turalidad (u originalidad) de un cuerpo, de un de- zs

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