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El tratamiento de la apostilla en el juicio venezolano del exequdtur Gonzalo PARRA-ARANGUREN SUMARIO: I. Laadhesién de Venezuela a la Convencién de La Haya de 1961. Il. El tratamiento de la apostilla en el juicio de exequdtur vene- zolano: 1. La aplicacién preferente de los tratados internacio- nales, 2. Las normas venezolanas sobre laudos extranjeros. 3. Las normas venezolanas sobre sentencias civiles o mercantiles extranjeras. 4. La investigacin realizada. III. Documentos presentados por las partes. 1. Originarios de Estados No Contratantes de la Convencién de La Haya de 1961: (a) Legalizacién impuesta convencionalmente; (b) Le- galizacién exigida por el Codigo de Procedimiento Civil. 2. Aplicacion preferente de la Convencion de La Haya: (a) res- pecto a la legalizacién impuesta convencionalmente; (b) res- pecto de la legalizacién exigida por el Cédigo de Procedimiento Civil. 3. Utilizacién facultativa de la legaliza- cidn: (a) exigida convencionalmente; (b) exigida por el Cé- digo de Procedimiento Civil. 4. Utilizacién de la legalizacién y de la apostilla. 78 GONZALO PARRA-ARANGUREN IV. AUTOS PARA MEJOR PROVEER. 1. Las normas aplica- bles: (a) Facultad de dictar autos para mejor proveer; (b) Prérroga del lapso concedido para la presentacién. 2. In- admisiblidad del exequdtur decidida por el Juzgado de Sus- tanciacién. 3. Requerimiento de prueba en forma general. 4. Aplicacién preferente de la Convencidén de La Haya de 1961: (a) sobre legalizacién impuesta convencionalmente; (b) sobre legalizacién existida por el Cédigo de Procedi- miento Civil. 5. Utilizacién facultativa de la legalizacion: (a) impuesta convencionalmente; (b) exigida por el Cédigo de Procedimiento Civil. 6. Requerimiento de documentos originarios de Estados No Contratantes de la Convencion de La Haya de 1961: (a) con legalizacién exigida conven- cionalmente, (b) con legalizacién impuesta por el Cédigo de Procedimiento Civil. V. Comentarios finales I. LA ADHESION DE VENEZUELA A LA CONVENCION DE LA HAYA DE 1961 1. La Direccion General Sectorial de Relaciones Consulares del Minis- terio de Relaciones Exteriores, en su comunicacién del dieciséis de sep- tiembre de 1996 hizo énfasis en la importancia de la adhesion venezolana a la Convencién de La Haya de cinco de octubre de 1961 Para Suprimir la Exigencia de la Legalizacién de los Documentos Publi- cos Extranjeros, “con el objeto de lograr una mayor agilizacién dentro de los tramites exigidos para documentos publicos de efectos judiciales que deben ser tramitados por via diplomdtica o consular”. Asimismo destacé que la adhesion “ampliaria el marco juridico de Venezuela en materia de supresion de la legalizacién cuando el documento judicial sea tramitado por via diplomatica o consular”. 2. En la Exposicién de Motivos enviada por el Ministerio de Relacio- nes Exteriores al Congreso de la Repiiblica se explicé la finalidad prin- cipal del convenio, a saber, “lograr una mayor agilizacién de los tramites exigidos para la ejecucién de documentos publicos emitidos por las au- toridades competentes de los paises signatarios, los cuales deben ser tramitados por Ia via diplomatica o consular”; y después de resumir el contenido de cada uno de sus articulos concluyé: EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO... 79 “La adhesion por parte de Venezuela al referido Convenio per- mitira la agilizacion de los tramites tendentes a la legalizacion de los documentos publicos o privados debidamente certifica- dos, emitidos en un Estado Parte que deban ser ejecutados en Venezuela. De esta manera el Estado Receptor deberd eximir el procedimiento de legalizacién de sus autoridades diplomati- cas 0 consulares a los referidos documentos, de igual forma los dimanantes de las autoridades competentes venezolanas se encontraran exentos de las mismas formalidades en cualquier Estado Receptor signatario de la presente convencién, por lo tanto se ampliaria el marco juridico de Venezuela en materia de supresién de legalizacién cuando el documento judicial sea tramitado por la via diplomatica o consular”. 3. Durante el tramite constitucional no se presentaron mayores dificul- tades y fueron reconocidas las ventajas de adherirse a la convencién, aun cuando se mencion6 el impacto fiscal de la dispensa de la legaliza- cién sobre los aranceles percibidos por nuestros agentes diplomaticos 0 consulares'. La Ley aprobatoria fue sancionada por el Congreso el doce de noviembre de 1997, pero fue sélo casi seis meses mas tarde, el cinco de mayo de 1998, cuando el Presidente de la Repiiblica dispuso la Ad- hesién a la Convencion de La Haya de cinco de octubre de 1961 Para Suprimir la Exigencia de la Legalizacion de los Documentos Piblicos Extranjeros, a fin de “que se cumplan sus clausulas y tenga efectos internacionales en cuanto a Venezuela se refiere”?. 4. El primero de julio de 1998 la Embajada de Venezuela en La Haya deposité el instrumento de adhesién en el Ministerio de Asuntos Exte- ' Kurt H. Nadelmann advirtié que el requisito de la legalizacién clasica ha constituido una incomodidad para todos los interesados, “except possibly to local treasuries” (The Hague Conference on Private International Law - Ninth Session, The American Journal of Comparative Law, Volumen IX, 1960, p. 583). El impacto fiscal negativo de la Convencion de La Haya de cinco de octubre de 1961 Para Suprimir la Exigencia de la Legalizacién de los Documentos Piblicos Extranjeros no puede establecerse por la simple suma de los emolu- mentos dejados de percibir por los agentes consulares o diplomaticos del Estado receptor como consecuencia de eliminar la legalizacién. Es preciso también tener en cuenta el aspecto positivo que resulta de las cantidades recibidas por concepto de apostilla por la Autoridad Competente del Estado de origen del documento piblico. 2 El mismo dia aparecié publicada en la Gaceta Oficial de la Republica de Venezuela, niimero 36.446 del cinco de mayo de 1998. 80 GONZALO PARRA-ARANGUREN tiores del Reino de los Paises Bajos; y también hizo saber que, de con- formidad con su articulo sexto, el Gobierno de Venezuela habia designa- do Autoridad Competente al Ministerio de Relaciones Exteriores, Direccién General Sectorial de Relaciones Consulares. 5. Al dia siguiente el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Paises Bajos cumplié el deber de notificar la adhesion de la Reptiblica de Ve- nezuela a los Estados Contratantes’. Asimismo les informé que la adhe- sién slo tendria efectos en las relaciones entre la Republica de Venezuela y los Estados contratantes que no formularen objecién en el lapso de seis meses después del recibo de la notificacién; y que “por consideraciones practicas, este periodo de seis meses correré desde el quince de julio de 1998 hasta el quince de enero de 1999”, 6. Ninguno de los Estados Contratantes objeté la adhesién venezola- na. En consecuencia, la Convencién de La Haya de cinco de octu- bre de 1961 Para Suprimir la Exigencia de la Legalizacién de los Documentos Publicos Extranjeros (en lo adelante, Convencion de La Haya de 1961) entré en vigencia para Venezuela respecto de todos ellos el dieciséis de marzo de 1999; y también se encuentra en vigor. con los paises que han adquirido posteriormente el caracter de Esta- dos Contratantes?. * De acuerdo con la pagina de Internet de la Conferencia de La Haya de Derecho Intemacional Privado, los Estados Contratantes en la fecha de la notificacién eran: Alemania, Andorra, Antigua y Barbuda, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Bahamas, Barbados, Bélgica, Belice, Bosnia y Herzegovina, Bostwana, Brunei Darussalam, Croacia, Chipre, Dominica, E] Salvador, Eslovenia, Espafia, Estados Unidos de América, Fiji, Finlandia, Francia, Grecia, Hungria, Islas Marshall, Israel, Italia, Japon, Letonia, Lesotho, Liberia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, ex Repibblica Yugosiava de Macedonia, Malawi, Malta, Mauricio, México, Noruega, Paises Bajos, Panama, Portugal, Reino Unido de Gran Bretafiae Irlanda del Norte. Federacién de Rusia, Saint Kitts and Nevis, San Marino, Seychelles, SudAfrica, Suiza, Surinam, Swazilandia, Tongo y Turquia. En la época de la notificacién todos los Estados Contratantes, con excepcién de Tongo, eran miembros de la Organizacién de las Naciones Unidas. “Gonzalo Parra-Aranguren. La Convencién de La Haya de 1961 para suprimir la exigencia de legalizacién de los documentos piiblicos extranjeros, Revista de la Fundacion de la Procuraduria, Caracas, 1999, N° 21, pp. 103-236; Gonzalo Parra-Aranguren. La adhesion de Venezuela al Convenio de La Haya de 196] que suprimié la exigencia de legalizacién de los documentos piiblicos extranjeros, Revista de ta Facultad de Ciencias Juridicas y Politicas de la Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1999, Numero 115, pp. 103-167. ’ Véanse los Estados Contratantes de la Convencién de La Haya de 1961 en ta Pagina de Intemet de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado: http://www.hech.net/ index_en.php?act=conyentions.status&cid=411. EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO... 81 Il. EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO DE EXEQUATUR VENEZOLANO 7. El presente trabajo no pretende examinar el tratamiento venezolano de la apostilla en toda su amplitud sino tan sdlo en el procedimiento de exe- qudtur. Con posterioridad a la entrada en vigencia de la Convencién de La Haya de 196], la Sala Politico-Administrativa en su sentencia 1752 del nueve de diciembre de 1999, con cita de Guillermo Cabanellas, definié el exequdtur como la “formula judicial para hacer posible la eje- cucién de fallos y resoluciones dictadas en pais extranjero’”’®. 8. En tiempo mas reciente la decisién Exeq. 00659 del ocho de agosto de 2006 de la Sala de Casacién Civil reiteré que “el exequdtur es el procedimiento por el cual se pretende ob- tener el reconocimiento de una sentencia 0 acto dictado por un tribunal extranjero en el territorio cuya ejecucién se pretenda hacer valer, es decir, es el medio judicial para hacer posible que fallos dictados en un Estado extranjero tengan fuerza eje- cutiva y ejecutoria en otro distinto”’. 1. La aplicacién preferente de los tratados internacionales 9. De acuerdo con el articulo primero de la Ley de Derecho Internacional Privado venezolana promulgada el seis de agosto de 1998, con vigenciaa partir del seis de febrero de 1999, “los supuestos de hecho relacionados con los ordenamientos juridicos extranjeros se regularan por las normas de Derecho Internacional Pablico sobre la materia, en particular las esta- blecidas en los tratados internacionales vigentes en Venezuela”. 10. El reconocimiento y ejecucién de las sentencias extranjeras se en- cuentran regulados por las siguientes convenciones multilaterales ratifi- cadas por Venezuela: (a) el Acuerdo Boliviano sobre Ejecucién de Guillermo Cabanellas. Diccionario de Derecho Usual. Tomo IL. p. 146. 7 En este sentido mencioné la sentencia 00050 de la Sala Politicoadministrativa, de fecha quince de enero de 2003, que habia declarado: “El exequdtur constituye un medio judicial para hacer posible que fallos o resoluciones dictadas en un Estado extranjero tengan fuerza ejecutiva en otro, en este caso Venezuela”. 82 GONZALO PARRA-ARANGUREN Actos Extranjeros suscrito en Caracas en dieciocho de julio 1911%; (b) la Convencion Interamericana sobre Arbitraje Comercial Interna- cional (CIDIP-I, Panama 1975)°; (c) la Convencion Interamerica- na sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Extranjeros (CIDIP-II, Montevideo 1979)"; y (d) la Convencidn de las Naciones Unidas sobre Reconocimiento y Ejecucién de las Sen- tencias Arbitrales Extranjeras (Nueva York, 1958)". 11. Ninguno de ellos establece la necesidad del exequdtur como proce- dimiento previo para la eficacia extraterritorial de los actos de autorida- des extranjeras. 12. El articulo primero del Acuerdo Boliviano sobre Ejecucién de Actos Extranjeros se limité a prescribir que “los juicios y sus inciden- cias, cualquiera que sea su naturaleza, se tramitaran con arreglo a la ley de procedimiento en la Nacién en su cuyo territorio se promuevan”. La Convencion Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacio- nal (CIDIP-I, Panama 1975) dispone en su articulo cuarto que la eje- cucién 0 reconocimiento de las sentencias o laudos arbitrales, no impugnables segin la ley o reglas procesales aplicables, “podra exigirse en la misma forma que la de las sentencias dictadas por tribunales ordi- narios nacionales o extranjeros, segiin las leyes procesales del pais don- de se ejecuten y las que establezcan al respecto los tratados internacionales”. El articulo sexto de la Convencién Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Extran- * La aprobacién legislativa de Venezuela tuvo lugar el once de junio de 1912, y la ratificacién del Poder Ejecutivo se produjo el diecinueve de diciembre de 1914 (Tratados Publicos y Acuerdos Internacionales de Venezuela. Volumen II. 1900-1920, Ministerio de Relacio- nes Exteriores de Venezuela, Caracas, Tipografia Garrido, 1950, pp. 475-478). ° La ratificacién tuvo lugar por ley veintiuno de febrero de 1985 (Gaceta Oficial de la Republica de Venezuela numero 33.170, veintidés de febrero de 1985) y el depésito del instrumento de ratificacién venezolana se produjo el dieciséis de mayo de 1985. ' La ratificacion se tuvo lugar por ley del once de enero de 1985 (Gaceta Oficial de la Reptblica de Venezuela namero 33.144, quince de enero de 1985) y el depésito del instru- mento de ratificacién se produjo el veintiocho de febrero de 1985, De acuerdo con el segundo parrafo de su articulo primero, “Las normas de la presente Convencién se aplicaran en lo telativo a laudos arbitrales en todo lo no previsto en la Convencién Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional suscrita en Panama el 30 de enero de 1975”. " Venezuela adhirié el veintinueve de diciembre de 1994, con reservas a su articulo primero (Gaceta Oficial de la Repablica de Venezuela, ntimero 4832 Extraordinario, veintinueve de diciembre de 1994); y el depésito del instrumento de adhesién se produjo el ocho de febrero de 1995 (http://untreaty.un.org/ENGLISH/bible/englishinternetbible/partl/ chapterXXII/treaty | asp). EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO... 83 jeros (CIDIP-II, Montevideo, 1979) prescribe que “los procedimien- tos, incluso la competencia de los respectivos organos judiciales para asegurar la eficacia a las sentencias, laudos arbitrales y resoluciones judiciales extranjeros seran regulados por la ley del Estado en que se solicita su cumplimiento”. La Convencién de las Naciones Unidas sobre Reconocimiento y Ejecucién de las Sentencias Arbitrales Extranjeras dispone en su articulo tercero que “cada uno de los Esta- dos Contratantes reconoceré la autoridad de la sentencia arbitral y con- cedera su ejecucién de conformidad con las normas de procedimiento vigentes en el territorio donde la sentencia sea invocada, con arreglo a las condiciones que se establecen en los articulos siguientes”; y en la letra (a) del articulo cuarto ordena la presentaci6n por la parte que pida el reconocimiento o la ejecucion del “original debidamente autenticado de la sentencia o una copia de ese original que retina las condiciones requeridas para su autenticidad”. 13. Aun cuando el Acuerdo Boliviano sobre Ejecucién de Actos Ex- tranjeros (Caracas, 1911) se abstuvo de regular el procedimiento de exequdtur, su articulo tercero dispuso: “Las sentencias 0 laudos homologados expedidos en asuntos civiles 0 comerciales, las escrituras publicas y demas docu- mentos otorgados por los funcionarios de un Estado y los ex- hortos y cartas rogatorias, surtiran sus efectos en los otros Estados signatarios, con arreglo a lo dispuesto por este Trata- do, siempre que estén debidamente legalizados”. 14. De seguida agrego su articulo cuarto: “La legalizacion se considera hecha en debida forma cuando se practica con arreglo a las leyes del pais de donde el docu- mento procede y éste se haya autenticado por el Agente Di- plomatico o Consular que en dicho pais 0 en la localidad tenga acreditado el Gobierno del Estado en cuyo territorio se pide la ejecucién”. 15. La Convencién Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Extranjeros (CIDIP-II, Montevideo 1979) se limité a prescribir en su articulo segundo: “Las sentencias, laudos arbitrales y resoluciones jurisdiccionales extran- jeros... tendran eficacia extraterritorial en los Estados Partes si retinen 84 GONZALO PARRA-ARANGUREN las condiciones siguientes: ... c. Que se presenten debidamente legaliza- dos de acuerdo con la ley del Estado donde deban surtir efecto”. 16. El Acuerdo Boliviano sobre Ejecucién de Actos Extranjeros fue ratificado por Bolivia, Colombia, Ecuador, Pera y Venezuela'?, Los mis- mos Estados, entre otros, ratificaron la Convencién Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Extranjeros (CI- DIP-II, Montevideo 1979); y, por tanto es preciso determinar cual de ellos debe aplicarse con preferencia para cumplir el mandato del articulo primero de la Ley venezolana de Derecho Internacional Privado, cues- tidn resuelta en varias oportunidades por la Sala Politico-Administrativa. 17. En su decision nimero 1268 del veintiuno de octubre de 1999 la Sala Politico-Administrativa observé que, segtin se evidencia del documento “emanado del Agregado Civil de la Embajada del Ecuador, Bo- livia, Pera, Colombia, Venezuela y Ecuador son signatarios del “Acuerdo sobre Ejecucién de Actos Extranjeros” (Acuerdo Boliviano) de 1911. Sin embargo, advierte la Sala que los Esta- dos Miembros de la Organizacién de los Estados Americanos suscribieron en Montevideo, el 08 de mayo de 1979 —durante la Segunda Conferencia Especializada Interamericana sobre Derecho Internacional Privado-, la ‘Convencién Interameri- cana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Lau- dos Arbitrales Extranjeros’ (ratificada por ambos Estados). Por tanto, visto que la Convencién de Montevideo es de fecha pos- terior al Acuerdo Boliviano y que se encuentra vigente entre ambos Estados, debe esta Sala proceder al andlisis de la deci- " A este respecto debe recordarse la aprobacién en la Primera Conferencia Especializada Interamericana sobre Derecho Internacional Privado (CIDIP-I Panamd 1975) de la Con. vencién Interamericana sobre Exhortos o Cartas Rogatorias que en la letra (a) de su articulo uinto exigié, en principio, su legalizacién, con el siguiente seftalamiento: “Se presumiré que el exhorto o carta rogatoria se halla debidamente legalizado en cl Estado requirente cuando lo hubiere sido por funcionario consular o agente diplomatico competente”. Venezuela ratificd la convencién por ley del dos de agosto de 1984, publicada en la Gaceta Oficial de la Repi- blica de Venezuela némero 33033 del tres de agosto de 1984 y el depésito del instrumento de ratificacién se produjo el cuatro de octubre de 1984. " Gonzalo Parra-Aranguren. El Acuerdo Boliviano sobre Ejecucién de Actos Extranjeros (1911) a la luz de la jurisprudencia venezolana, Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Catolica Andrés Bello, Caracas, nimero 22, 1976, pp. 9-132: reproducido en Ensayos de Derecho Procesal Civil Internacional, Caracas, Editorial Arte C.A., 1986, numero 16, p. 288. EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO... 85 sién extranjera a la luz de los requisitos exigidos por el articulo 2 de la mencionada Convencién”. 18. Algin tiempo mas tarde, la Sala Politico-Administrativa reiteré en su decisién numero 1752 del nueve de diciembre de 1999, “que la sentencia cuyo exequdtur se ha solicitado fue dictada por la Sala de Casaci6n Civil - Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cucuta de la Republica de Colombia, pais éste que forma parte del Acuerdo sobre Ejecucién de Actos Extranjeros firmado en el Congreso Boliviano celebrado en Caracas el 18 de julio de 1911, y que ha ratificado la Conven- cién Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sen- tencias y Laudos Arbitrales Extranjeros suscrita en Montevideo en mayo de 1979, razon por la cual se procede a la aplicacion de las disposiciones contenidas en esta ultima, que regulan lo relativo a la eficacia de las sentencias extranjeras”. 19. En idéntico sentido la sentencia nimero 1079 del once de mayo de 2000 Ia Sala Politicoadministrativa advirtié “que los Estados Miembros de la Organizacién de los Estados Americanos suscribieron en Montevideo, el 08 de mayo de 1979 durante la Segunda Conferencia Especializada Interamerica- na sobre Derecho Internacional Privado-, la ‘Convencién In- teramericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Arbitrales Extranjeros’, ratificada por ambos Estados y cuya Ley Aprobatoria venezolana fue publicada en Gaceta Ofi- cial N° 33.144 del 15 de enero de 1985. Por tanto, visto que la Convencién de Montevideo es de fecha posterior al Acuerdo Boliviano, que la misma se encuentra vigente entre ambos Esta- dos y que la sentencia que se pretende ejecutar fue dictada en un proceso de naturaleza civil (como lo exige el articulo 1° del mencionado instrumento), debe esta Sala proceder al analisis de la decision extranjera a la luz de las condiciones requeridas por el articulo 2 de la referida Convencién”. 20. De igual manera la sentencia nimero 2122 de la Sala Politicoadmi- nistrativa del treinta y uno de octubre de 2000 record6 que el articu- lo primero de la Ley de Derecho internacional privado, 86 GONZALO PARRA-ARANGUREN “ordena, en primer lugar, la aplicacién de las normas de De- recho Internacional Publico sobre la materia, en particular, las establecidas en los tratados internacionales vigentes en Venezuela. En el caso de autos, se solicita que por el proce- dimiento de exequdtur se declare la fuerza ejecutoria en la hoy Republica Bolivariana de Venezuela de una sentencia dictada por un Tribunal de la Republica del Ecuador, pais con el que Venezuela tiene tratados internacionales vigentes en esta materia, vale decir, el Acuerdo sobre Ejecucién de Ac- tos Extranjeros suscrito en 1911 (Acuerdo Boliviano), y la Convencion Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Arbitrales Extranjeros, celebrada en la ciudad de Montevideo, Uruguay en 1979, cuya Ley Apro- batoria fue publicada en la Gaceta Oficial de la Republica N° 33.144 del 15 de enero de 1985, habiéndose efectuado el depésito del Instrumento de Ratificacién el 28 de febrero del mismo ajio, ratificada por la Republica del Ecuador, en virtud de lo cual, por ser posterior al Acuerdo Boliviano de 1911, debe esa Convencién Interamericana ser aplicada con prefe- rencia en el presente juicio, de conformidad con lo estableci- do en el articulo anteriormente transcrito de la Ley de Derecho Internacional Privado”. 21. En términos similares, aun cuando sin mencionar el Acuerdo Bolivia- no sobre Ejecucién de Actos Extranjeros, la sentencia nimero 01511 del ocho de octubre de 2003 de la Sala Politicoadministrativa reiteré: “En el caso de autos, se observa que los Estados miembros de la Organizacién de los Estados Americanos suscribieron en Montevideo, Uruguay, el 08 de mayo de 1979, durante la Se- gunda Conferencia Especializada Interamericana sobre Dere- cho Internacional Privado, la Convencion Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de Sentencias y Laudos Arbitrales Extranjeros (ratificada por Venezuela y Ecuador). Por tanto, esta Sala procede al analisis de los autos a la luz de los requi- sitos exigidos en el articulo 2 de la referida Convencién”. 22. La misma solucién ha sido afirmada por la Sala de Casacién Civil. En su decision Exeq. 00417 del veintiuno de junio de 2005 se limité a declarar: “como Venezuela ratificé en fecha posterior la Convencién In- teramericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO... 87 y Laudos Arbitrales Extranjeros (1979), dicho texto debe ser aplicado con preferencia al Acuerdo Boliviano de 1911 para resolver la presente solicitud”. 23. En consecuencia, el Acuerdo Boliviano sobre Ejecucién de Actos Extranjeros (Caracas, 1911) no ha sido aplicado con posterioridad a la vigencia en Venezuela de la Convencién de La Haya de 1961, por cuanto el Tribunal Supremo de Justicia considera que se encuentra des- plazado por la Convencién Interamericana sobre Eficacia Extrate- rritorial de las Sentencias y Laudos Extranjeros (CIDIP-II, Montevideo 1979). 2. Las normas venezolanas sobre laudos extranjeros 24. A falta de tratados vigentes que contemplen el exequdtur como indis- pensable procedimiento previo para el reconocimiento y ejecucién de los actos de autoridades extranjeras, debe acudirse a las normas venezola- nas sobre la materia, segtin lo prescribe el articulo primero de la Ley de Derecho Internacional Privado; y de acuerdo con el articulo 62 de la ley de Derecho internacional privado, “salvo lo dispuesto en el articulo 47 de esta Ley, todo lo concerniente al arbitraje comercial internacional se regi- ra por las normas especiales que regulan la materia”. 25. Ahora bien, la Ley de Arbitraje Comercial venezolana del siete de abril de 1998 dispone en su articulo cuarenta y ocho: “El laudo arbitral, cualquiera que sea el pais en el que haya sido dictado, sera reconocido por los tribunales ordinarios como 4 Sin embargo, es necesario advertir que el Acuerdo Boliviano sobre Ejecucién de Actos Extranjeros de 1911 regula materias no incluidas en la Convencién Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Extranjeros (CIDIP-II, Montevideo 1979). Asi ocurre, a titulo de ejemplo, en su articulo primero, que atribuye competencia a la lex fori para tramitar “los juicios y sus incidencias, cualquiera que sea su naturaleza”; y su articulo segundo resolvié parcialmente problemas que plantea el régimen probatorio, cuando dispuso que las pruebas deben ser admitidas y apreciadas “segun la ley a que esté sujeto el acto juridico materia del proceso”, con excepcién de! “género de pruebas que por su natura- Jeza no autorice la ley del lugar en que se sigue al juicio”. "3 E] articulo 47 prescribe: “La jurisdiccién que corresponde a los Tribunales venezolanos, segiin las disposiciones anteriores, no podra ser derogada convencionalmente a favor de Tribunales extranjeros, o de arbitros que resuelvan en el extranjero, en aquellos casos en que el asunto se refiera a controversias relativas a derechos reales sobre bienes inmuebles situados enel territorio de la Repablica, o se trate de materias respecto de las cuales no cabe transac- cién o que afecten los principios esenciales del orden publico venezolano”. 88 GONZALO PARRA-ARANGUREN vinculante o inapelable, y tras la presentacién de una peticion por escrito al Tribunal de Primera Instancia competente sera ejecutado forzosamente por éste sin requerir exequdtur, se- gin las normas que establece el Cédigo de Procedimiento Ci- vil para la ejecucién forzosa de las sentencias”. “La parte que invoque un laudo o pida su ejecucién debera acom- pafiar a su solicitud una copia del laudo certificada por el Tribunal arbitral, con traduccién al idioma castellano si fuere necesario”"®, 26. De igual modo el inciso sexto del articulo 113 del Decreto Numero 1.437 con Fuerza de Ley Organica de los Espacios Acudticos e Insulares, de! treinta de agosto de 2001, atribuye competencia a los Tribunales Maritimos de Primera Instancia para conocer “6° De la eje- cuci6n de laudos arbitrales y resoluciones relacionadas con causas ma- ritimas”. En consecuencia, se abstiene de modificar el régimen establecido por la Ley de Arbitraje Comercial’’. 27. Los limites impuestos al presente trabajo excluyen investigar la eje- cuci6n de los laudos comerciales extranjeros 0 de las decisiones rela- cionadas con causas maritimas pronunciadas fuera del territorio de la Republica, por cuanto no se encuentra condicionada al procedimiento previo de exequdtur; siendo de advertir que dicho juicio tampoco es requerido cuando se trata de su simple teconocimiento, aspecto de par- ticular importancia para comprender el régimen vigente en Venezuela sobre eficacia extraterritorial de los actos de autoridades extranjeras en términos generales'*. No obstante, debe tenerse presente la eventual necesidad de consignar en ambos casos documentos certificados con legalizacién 0 con apostilla, pero se trata de situaciones que no estan incluidas en la presente investigacién. 3. Las normas venezolanas sobre sentencias civiles o mer- cantiles extranjeras 28. El articulo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado prescri- be: “para proceder a la ejecucién de una sentencia extranjera deberé ' Gaceta Oficial de la Republica de Venezuela, numero 36.430, veintinueve de diciem- bre de 1998. ”” Por el contrario, en el inciso quinto del mismo articulo les atribuye competencia para Conocer “De la ejecucién de sentencias extranjeras, previo el exequdtur correspondiente”. 'S Véase el parrafo veintinueve del presente trabajo. EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO... 89 ser declarada ejecutoria de acuerdo con el procedimiento establecido por la ley”; y su articulo 56 agrega que “la competencia y la forma del procedimiento se regulan por el Derecho del funcionario ante el cual se desenvuelve”. 29. Ahora bien, la necesidad del juicio previo de exequdtur se encuen- tra establecida en los articulos 850 y 856 del Cédigo de Procedimiento Civil, aun cuando sus disposiciones deben ser lefdas en forma conjunta con el articulo 53 de la Ley de Derecho internacional privado, que se limita a exigir la declaracién de ejecutoria de la sentencia extranjera para proceder a su ejecucién en el territorio de la Republica. Por otra parte, debe tenerse igualmente presente el articulo quinto de la misma ley que prescribe: “Las situaciones juridicas creadas de conformidad con un De- recho extranjero que se atribuya competencia de acuerdo con criterios internacionalmente admisible produciran efectos en la Republica, a no ser que contradigan los objetivos de las nor- mas venezolanas de conflicto, que el derecho venezolano re- clame competencia exclusiva en la materia respectiva 0 que sean manifiestamente incompatibles con los principios esen- ciales del orden piblico venezolano”. 30. La competencia para conocer del procedimiento de exequdtur se encuentra establecida en el articulo 850 del Cédigo de Procedimien- to Civil que dispone: “Corresponde a la Corte Suprema de Justicia declarar la eje- cutoria de las sentencias de autoridades extranjeras, sin lo cual no tendran ningin efecto, ni como medio de prueba, ni para producir cosa juzgada, ni para ser ejecutadas”””. 1 El Cédigo de Procedimiento Civil del catorce de febrero de 1873 se limit6 a prescribir en su articulo 551: “Corresponde a la Alta Corte Federal declarar la fuerza ejecutoria de las sentencias extranjeras”; precepto reproducido con el numero 556 en el Cédigo de Procedi- miento Civil del diez de diciembre de 1880. El Codigo de Procedimiento Civil del catorce de mayo de 1897 dispuso en su articulo 712: “Corresponde a la Alta Corte Federal y a la Corte de Casaci6n, reunidas como Gran Tribunal Nacional declarar la ejecutoria de las senten- cias de autoridades extranjeras, sin lo cual no tendran ningiin efecto, ni para producir cosa juzgada, ni para ser ejecutadas”. La primera frase del precepto fue modificada en los Codigos ‘de Procedimiento Civil del dieciocho de abril de 1904 y del cuatro de julio de 1916, que se refirieron al “Gran Tribunal Nacional” y ala “Corte Federal y de Casacién” (articulos 721 y 746, respectivamente). El articulo 850 de la reforma del veintidés de enero de 1986 90 GONZALO PARRA-ARANGUREN 31. Sin embargo, el articulo 856 agrega: “El pase de los actos 0 sentencias de las autoridades extranje- ras en materia de emancipacién, adopcién y otros de naturale- za no contenciosa, lo decretara el Tribunal Superior del lugar donde se haya de hacer valer, previo examen de si retinen las. condiciones exigidas en los articulos precedentes, en cuanto sean aplicables””, modificé la segunda frase del precepto en los términos siguientes: “sin lo cual no tendran ningtin efecto, ni como medio de prueba, ni para producir cosa juzgada, ni para ser ejecutadas” (Gaceta Oficial de la Reptblica de Venezuela, Numero 3.694 Extraordinario, veintidés de enero de 1986, aun cuando los ejemplares de la Gaceta Oficial slo fueron accesibles al publico treinta dias mas tarde). De acuerdo con su articulo 940 debfa entrar en vigencia el dieciséis de septiembre de 1986, pero, a solicitud del extinguido Consejo de la Judicatura, la ley del quince de septiembre de 1986 prorrogé la vacatio legis hasta el dieciséis de marzo de 1987 (Gaceta Oficial de la Repiblica de Venezuela, Numero 3886 Extraordinario, dieciséis de marzo de 1986). En el interregno, sin alterar la nueva fecha de entrada en vigencia, la ley del trece de marzo de 1987 mantuvo la segunda frase del articulo 850 pero modificé los articulos 90, 201, 223 y el inciso séptimo del articulo 599 del Cédigo de Procedimiento Civil (Gaceta Oficial de ia Republica de Venezuela, Numero 3.970 Extraordinario, trece. de marzo de 1987). Algin tiempo més tarde, la ley de primero de agosto de 1990 se limité areformar el articulo 201 sobre las vacaciones judiciales (Gaceta Oficial dela Republica de Venezuela, Numero 34.522, dos de agosto de 1990; la Gaceta Oficial de la Republica de Venezuela ntimero 4.196 Extraordinario de la misma fecha publicé en su totalidad el Codigo de Procedimiento Civil con la reforma). Sin embargo, los necesarios correctivos a la reforma del articulo 850 a partir de 1986 fueron hechos por la Sala Politico Administrativa de la Corte Suprema de Justicia en su decisién del doce de diciembre de 1996 cuando declaré, en términos formales, “que la correcta interpretacién deberia relacionar el término “ni como medio de prueba” solamente con la prueba de efectos jurisdiccionales, quedando exceptuados los efectos probatorios derivados de la sentencia considerada como documento publico, es decir, en su funcién puramente instrumental” (Gonzalo Pai rra-Aranguren. El control de la eficacia de los actos de autoridades extranjeros en Venezuela a finales del siglo XIX, Revista del Tribunal Supremo de Justicia, Caracas, 2005, Numero 16, p. 121). 2" El Cédigo de Procedimiento Civil del catorce de mayo de 1897 introdujo una disposicion similar (articulo 720). Fue reproducida en las reformas ulteriores del Cédigo de Procedimien- to Civil realizadas por leyes de dieciocho de abril de 1904 (articulo 729), cuatro de julio de 1916 (articulo 754), veintidés de enero de 1986 {articulo 856), quince de septiembre de 1986 (articulo 856), trece de marzo de 1987 (articulo 856) y primero de agosto de 1990 (articulo 856). No obstante, los articulos 51 y 43 de las Leyes de Adopcién de veinte de junio de 1972 y veintiocho de julio de 1983 repitieron que la eficacia de la sentencia o del decreto de la adopci6n pronunciada en el extranjeto se encuentra supeditada al pase o exequdtur de la autoridad judicial venezolana competente, “en la forma prevista en el articulo 754 del Cédigo de Procedimiento Civil” (la referencia es al Cédigo de Procedimiento Civil del cuatro de julio de 1916). E] mandato de la ley de Adopcién fue derogado por el articulo 684 de la Ley Organica para la Protecciéndel Nifioy del Adolescente, del dos de octubre de 1998 (Gaceta Oficial de la Repitblica de Venezuela, numero 5.266 Extraordinario, dos de octubre de 1988), reformada parcialmente el siete de diciembre de 2007 (Gaceta Oficial nimero 5.859 Extraordinario, diez de diciembre de 2007). EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO.. 91 32. En términos similares el inciso quinto del articulo 113 del Decreto Numero 1.437 con Fuerza de Ley Organica de los Espacios Acudti- cos e Insulares, del treinta de agosto de 2001, atribuye competencia a los Tribunales Maritimos de Primera Instancia para conocer “De la ejecucion de sentencias extranjeras, previo el exequdtur correspondien- te”?!, Algunas semanas ms tarde, el Decreto Numero 1.551 con Fuer- za de Ley de Procedimiento Maritimo del doce de noviembre de 2001 exciuyé de los Tribunales Superiores Maritimos, en forma expre- sa, “la competencia atribuida al Tribunal Supremo de Justicia”; disposi- cidén aplicable también a los Tribunales de Primera Instancia, segin se desprende la Exposicidén de Motivos*. Por tanto se mantuvo inaltera- da la competencia de principio atribuida al Tribunal Supremo de Justicia por el Cédigo de Procedimiento Civil para declarar la eficacia de las sentencias extranjeras en Venezuela. 33. La Ley Organica de la Corte Suprema de Justicia de! treinta de julio de 1976 le atribuy6 la facultad de “declarar la fuerza ejecutoria de las sentencias de autoridades extranjeras de acuerdo con lo dispuesto en los tratados 0 en la ley” (articulo 42, ordinal 25); y en el articulo 43 preci- 86 que su ejercicio correspondia a la Sala Politico-Administrativa”. 34. La Constitucién publicada el treinta de diciembre de 1999 modificé la denominacién del maximo organo jurisdiccional de la Rept- blica. En lugar de Corte Suprema de Justicia lo designé Tribunal Supre- mo de Justicia, pero mantuvo el nombre de la Sala Politicoadministrativa y las atribuciones que le habian sido asignadas por la ley especial. 35. Ley Organica del Tribunal Supremo de Justicia promulgada el diecinueve de mayo de 2004, repitid su atribucién de “declarar la fuerza ejecutoria de las sentencias de autoridades jurisdiccionales ex- tranjeras de acuerdo con lo dispuesto en los Tratados Internacionales o en la ley” (articulo 5, ordinal 42). No obstante, sin explicar los funda- mentos de la reforma, su ejercicio fue encomendado a la Sala de Casa- cién Civil y no a la Sala Politicoadministrativa, como tradicionalmente se habia dispuesto”. 2 Gaceta Oficial, nimero 37.290, veinticinco de septiembre de 2001. 2 Gaceta Oficial, Numero 5.554 Extraordinario, trece de noviembre de 2001, pp. 49-50. 2 Gaceta Oficial de la Republica de Venezuela, namero 1.893 Extraordinario, treinta de julio de 1976, p. 4. 2 Gaceta Oficial, nimero 37.942, veinte de mayo de 2004, pp. 333.182. 92 GONZALO PARRA-ARANGUREN 36. Segin parece la reforma fue una incémoda sorpresa para la Sala Politicoadministrativa. Por tanto, no deben extrafiar sus esfuerzos para restringir el impacto de la nueva disposicién, mediante argumentos que demuestran la posibilidad de sostener cualquier conclusion en el mun- do juridico. 37. A partir de la sentencia namero 00956 del dos de junio de 2004 la Sala Politicoadministrativa ha afirmado constantemente su competen- cia para continuar conociendo de las solicitudes de exequdtur que se encontraban en curso en el momento de entrar en vigor la Ley del Tri- bunal Supremo de Justicia’. 38. En apoyo de su conclusién record6 el articulo tercero del Cédigo de Procedimiento Civil, “aplicable por mandato del articulo 19 de la Ley que rige este Maximo Tribunal’, segiin el cual “La jurisdiccion y la competencia se determinan conforme a la situacién de hecho existente para el momento de la presenta- cién de la demanda, y no tienen efecto respecto de ellas los cambios posteriores de dicha situacién, salvo que la ley dis- ponga otra cosa””’. * La Sala Politicoadministrativa ha repetido con mucha frecuencia los argumentos que fundamentan sus conclusiones en sentencias posteriores pronunciadas en materia de exequd- tur, como es costumbre, cuando se desea aumentar el numero de paginas de los fallos, a los efectos de estadistica judicial. *6 De acuerdo con el segundo parrafo del articulo diecinueve de la Ley Organica del Tribunal Supremo de Justicia, “Las reglas del Cédigo de Procedimiento Civil regiran como normas supletorias en los procedimientos que cursen ante el Tribunal Supremo de Justicia. Sin embargo, cuando en el ordenamiento juridico no se contemple un procedimiento especial a seguir, se podré aplicar el que juzgue mas convenient para la realizacién de la justicia, siempre que tenga su fundamento juridico legal”. ?” De igual modo hizo referencia al Cédigo Procesal Civil Modelo para Iberoamérica, elaborado por el Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, que prescribe: “Articulo 12, (Aplicacién de la norma procesal en el tiempo). Las normas procesales son de aplicacién inmediata y alcanzan a los procesos en tramite. No obstante, no regirén para los recursos interpuestos ni en los casos en que se supriman instancias, ni para los trémites, diligencias plazos que hubieren empezado a correr o tenido principio de ejecucién antes de su entrada en vigor, los cuales se regiran por la norma precedente. Asimismo, el Tribunal que esté conocien- do en un asunto, continuara en el mismo hasta su terminacién, aunque la nueva norma modifique las reglas de competencia.” (Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, Cédigo Procesal Civil Modelo para Iberoamérica, Biblioteca de la Academia de Ciencias Politicas y Sociales, Serie Estudios, Caracas, 1994, p. 93). EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO.. 93 39. De seguida indica que la nueva Ley Organica del Tribunal Supremo de Justicia, aun cuando modificé la competencia de la Sala Politicoadmi- nistrativa, “no establecié ninguna norma que ordenase se desprendiera del conocimiento de aquellas causas que se encontraban en curso””*. 40. En consecuencia, afirmé “su competencia para conocer del presente caso, por cuanto al momento de interposicién de la accidn era competente, todo ello en resguardo del derecho a la defensa, la celeridad proce- sal y a la tutela judicial efectiva que deben imperar en el pro- ceso judicial venezolano””. 41. No obstante la importancia asignada a los fundamentos expuestos, la Sala Politicoadministrativa se ha abstenido de aplicarlos en otras oportunidades. 42. A titulo de ejemplo puede recordarse su sentencia numero 00298 de fecha veinticuatro de febrero de 2000 que, no obstante tratarse de un procedimiento en curso, establecié: “se evidencia que el caso subjudice es de caracter electoral, motivo por el cual, esta Sala Politicoadministrativa del Tribu- nal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la Republica y por autoridad de la Ley, declina la competencia para conocer y decidir la presente causa en la Sala Electoral de este Supremo Tribunal”. 43. Idéntica conducta ha sido adoptada en otras ocasiones relaciona- das con la misma materia, cuya importancia parece encontrarse fuera de discusién cuando trata de regimenes democraticos; y en su senten- 28 A titulo de ejemplo de una norma expresa que ordene el desprendimiento de los procesos en tramite, es posible mencionar la Disposicién Transitoria Tercera del Decreto con Fuerza de Ley de Procedimiento Maritimo del doce de noviembre de 2001 que previno: “Las causas que se encuentren en curso en los Tribunales de jurisdicci6n ordinaria pasaran a los Tribuna- les de lajurisdiccién acuatica al entrar en funcionamiento los Tribunales maritimos”. » En sucriterio, de esta manera se cumplia el mandato de Jos articulos segundo y veintiséis de la Constitucién, en los cuales se “consagran derechos y principios que resguardan los valores que deben imperar en la sociedad, como es el reconocimiento del Estado de Derecho y de Justicia, y es’asi como debe garantizarse en el proceso una justicia expedita y sin reposiciones inttiles”. 94 GONZALO PARRA-ARANGUREN cia numero 1049 del trece de junio de 2001 la Sala Politicoadminis- trativa ni siquiera se consideré competente para homologar el desisti- miento de la accién®°. 44, Los argumentos expuestos por la Sala Politicoadministrativa fueron enfrentados con bastante energia por el Profesor Eugenio Hernandez Bretén en su contribucién a las Jornadas Dominguez Escovar reali- zadas de enero 2007 bajo el titulo El Derecho Procesal Internacional en el Cédigo de Procedimiento Civil 20 aftos después. En primer término record6 el principio constitucional de la irretroactividad de las leyes con el comentario de que la “Sala Politicoadministrativa ha per- vertido el mandato del articulo 24 constitucional al tener que decidir acerca de su propia competencia para conocer de las solicitudes de exequdtur pendientes para la fecha de la entrada en vigencia de la Ley Organica del Tribunal Supremo de Justicia de 2004”, 45. De seguida agrega el Profesor Eugenio Hernandez Bretén: “En un alarde de irrespeto argumentativo, la Sala Politicoadmi- nistrativa, invocando el malentendido articulo 3 del CPC de 1987, el innecesario e inaplicable articulo 12 del Cédigo Procesal Civil Modelo para Iberoamérica, los injustificables articulos 2, 26, 257 y 335 constitucionales, y escudandose tras el nombre de Luis Loreto, quien por si fuera poco era de opinién contraria al pen- samiento que le endilgé la Sala, sin citar la opinién contraria de los autores contemporaneos y la jurisprudencia dominante, con- cluy6 que “al no haber establecido la nueva LOTSJ (léase: Ley Organica del Tribunal Supremo de Justicia), disposicién expresa que afecte la competencia de las causas que actualmente cono- ce, en aplicacién de las premisas expuestas y conforme al prin- cipio perpetuatio iurisdictionis, debe reafirmar su competencia para conocer y decidir” las solicitudes de exequdtur pendientes ** Fernando Parra-Aranguren. E/ referendo constitucional: Crénica de un hecho inédito en la historia juridica nacional, Tendencias Actuales del Derecho Consti- tucional. Homenaje a Jesis Maria Casal Montbrun, Coordinadores, Jests Maria Casal H., Alfredo Arismendi A. y Carlos Carrillo A., Tomo II, Editorial Texto, Cara- cas, 2007, pp. 358-359, 367. EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO.... 95 para la fecha de entrada en vigencia de la Ley Organica del Tribunal Supremo de Justicia”?'. 4. La investigacién realizada 46. Un examen completo del tratamiento de la apostilla en el procedi- miento de exequdtur venezolano impondria revisar todos los juicios tra- mitados a partir del dieciséis de marzo de 1999, fecha de entrada en vigencia en nuestro pais de la Convencién de La Haya de 1961. En consecuencia, seria necesario consultar los documentos publicos ex- tranjeros presentados en cada uno de los expedientes decididos por el Tribunal Supremo de Justicia, en sus Salas Politicoadministrativa y de Casacion Civil. Asimismo deberian revisarse los procedimientos trami- tados en los Tribunales Superiores del lugar donde se hayan hecho valer los actos o sentencias de las autoridades extranjeras en materia de emancipaci6n, adopcién y otros de naturaleza no contenciosa. 47. Razones geograficas nos han impedido el traslado fisico a los Tribu- nales donde cursan los expedientes relativos a los juicios de exequdtur y, por esa razon tan simple nuestros comentarios sdlo se fundamentan en las indicaciones que aparecen en Jas sentencias recaidas en los respecti- vos procedimientos. También deseamos advertir que, en numerosas opor- tunidades, las decisiones pronunciadas guardan silencio sobre el punto relativo a si los documentos extranjeros fueron presentados con legaliza- cién o con apostilla, y se limitan a verificar el cumplimiento de las condi- ciones exigidas por la ley para la procedencia de la solicitud. 48. En la etapa inicial de nuestra investigacién revisamos las sentencias de exequdtur pronunciadas en asuntos contenciosos, segiin aparecen a 3 Eugenio Hernandez Bret6n. El Derecho Procesal Internacional en el Cédigo de Procedimiento Civil 20 aftos después, Revista de Derecho. Tribunal Supremo de Justicia, Numero 26. Caracas. 2008, pp. 340-341. De seguida, agrega, en nota a pie de pagina, que para “la correcta solucién del asunto, ver el voto salvado de los Magistrados Luis Loreto y Rafael Pizani a la sentencia de la Sala Federal de la Corte Federal y de Casacién de 20.12.1945, Actuaciones en 1945 de la Corte Federal y de Casacién (Memoria de 1946), Tomo I, Imprenta Nacional, Caracas, 1946, pp. 309, 318 y ss.; R. Marcano Rodriguez: Apuntaciones Analiticas sobre las Materias Fundamentales y Genera- les del Cédigo de Procedimiento Civil Venezolano, Tomo I, 2°. Edicién, Caracas, 1960, pp. 41 y ss; A. Rengel-Romberg: Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo I, Caracas, Venezolano, Tomo I, 2". Edicién, Caracas, 1960, pp. 41 y ss.; A. Rengel- Romberg: Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo I, Caracas, Editorial Arte, 1992, pp. 231 y ss.). 96 GONZALO PARRA-ARANGUREN partir del afio 2000 en la pagina de Internet del Tribunal Supremo de Jus- ticia (www.tsj.gov.ve)”. No obstante también fueron examinados los fa- llos de la Sala Politico-Administrativa correspondientes a 1999 incluidos en la pagina de Internet http://www.zur2.com/fipa/ de mi hermano, doc- tor Fernando Parra-Aranguren, que se encuentran reproducidas en for- ma impresa en el tercer volumen del Libro publicado en homenaje a quien escribe estas lineas por el Tribunal Supremo de Justicia®. 49. En época reciente la Pagina de Internet del Tribunal Supremo de Justicia ha incorporado, en forma Progresiva, sentencias de los Juzga- dos Superiores de diversas Circunscripciones Judiciales de la Republi- ca. Sin embargo, hemos limitado nuestra consulta a los procedimientos de exequdtur tramitados en tribunales del Area Metropolitana de Cara- cas, del Estado Tachira y del Estado Zulia. En consecuencia, queda abierto un amplio margen de estudio. ;; La pagina de Internet del Tribunal Supremo de Justicia no garantiza la autenticidad de las decisiones que reproduce. En la sentencia 982 del seis de junio de 2001 la Sala Constitucional sefialé incidentalmente que el “sitio web in commento ha sido disefiado como un medio auxiliar de divulgacién de su actividad judicial”; y en su decision 2031 del diecinueve de agosto de 2002 la Sala Constitucional explicé: “El Tribunal Supremo de Justicia, a través de su pagina web, disefiada Por su Gerencia de Informatica y Telecomu- nicaciones, pretende informar al piblico en general, asi como a los interesados en los juicios que ante esta instancia cursan, sobre las distintas actividades y decisiones que se producen en el Ambito judicial y en particular en esta maxima instancia™. De seguida agregé, “que tiene una finalidad netamente informativa que busca simplemente divulgar su actua- cin sin que en forma alguna se pueda sustituir la informacién alli contenida con la que reposa en los expedientes. En este sentido, la referida pagina web expresamente hace esta advertencia al disponer en Ia seccién referida alos términos y condiciones que: ‘El Tribunal Supremo de Justicia, a los fines de mejorar el servicio que presta a justiciables yala comunidad en general, publica datos relativos a sentencias, cuentas, casos y otras activida- des asociadas con su funcién jurisdiccional, usando para ello mecanismos telematicos como su sitio web en Internet www.tsj.gov.ve. La veracidad y exactitud de tales datos debe &<7 Contrastada con los originales que reposan en los archivos y demas dependencias de las Salas de este Tribunal. Las informaciones antes mencionadas tienen un sentido comple- mentario, meramente informativo, reservandose este alto Tribunal la potestad de modifi- car, corregir, enmendar o eliminar aquellas que por errores técnicos 0 humanos hayan sido publicadas con inexactitud”. Los pétrafos anteriores han sido subrayados y repetidos por la Sala Constitucional en varias oportunidades segin lo comprueban, en €poca reciente, las sentencias 400 del trece de marzo de 2007 y 1146 del veintidés de junio de 2007. Sin embargo, somos optimistas y esperamos que no se hayan publicado con inexactitudes las sentencias que hemos utilizado en la elaboracién del presente trabajo. * Libro-Homenaje a Gonzalo Parra-Aranguren. Ley de Derecho Internacional Pri- vado de 6 de agosto de 1998 (Antecedentes, Comentarios, Jurisprudencia), publicado por disposicién del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, Volumen III, Editorial Once para José Agustin Catala, editor, Impresora Grafica Nacional, Caracas, 2001, pp. 363-505. EL TRATAMIENTO DE LA APOSTILLA EN EL JUICIO... 97 50. El resultado de la investigacién realizada seré expuesto en dos sec- ciones. La primera examinard los casos en los cuales los documentos han sido presentados por las partes, en especial en cumplimiento de la carga procesal que corresponde al solicitante del exequdtur. En la se- gunda parte seran objeto de consideracién las exhortaciones a consig- nar documentos hechas por el Tribunal de la causa a través de autos para mejor proveer. II]. DOCUMENTOS PRESENTADOS POR LAS PARTES 51. Los procedimientos de exequdtur tramitados ante Tribunales vene- zolanos permiten establecer tres clases de situaciones. En la primera se ubican los casos de consignacion de documentos originarios de Estados en los cuales no se encuentra vigente la Convencién de La Haya de 1961; la segunda incluye los juicios en los cuales se ha utilizado la apos- tilla; la tercera considera los procedimientos en los cuales se han pre- sentado documentos legalizados a pesar de la vigencia de la disposicién convencional que prescribe la aplicacién preferente de la apostilla; y en la ultima categoria se mencionan casos en los cuales se ha utilizado la apostilla y la legalizaci6n. 1. Documentos provenientes de Estados No Contratantes de la Convencién de La Haya de 1961 52. En principio el examen de esta categoria no deberia permitir conclu- siones sobre el tratamiento de la apostilla en el procedimiento venezolano de exequdtur por cuanto se trata de una formalidad que no se encuentra contemplada en el pais de origen del documento. En consecuencia, la tinica posibilidad que tienen las partes es utilizar la legalizacion, estampa- da por los agentes consulares 0 diplomaticos de Venezuela, Estado de presentacion de los documentos. Sin embargo, la investigacién realizada demuestra la importancia del examen de los respectivos expedientes, por cuanto presuponen determinar si la Convencion de La Haya de 1961 se encuentra vigente en el Estado de proveniencia de! documento, asunto que no siempre se ha respondido de manera satisfactoria. (a) Legalizacién impuesta convencionalmente 53. Los documentos provenientes de Estados Parte de la Convencidn Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Extranjeros (CIDIP-II, Montevideo 1979) deben cumplir con 98 GONZALO PARRA-ARANGUREN la exigencia de la legalizacién, impuesta por la letra (c) de su articulo segundo, si se trata de paises en los cuales no se encontraba vigente la Convencion de La Haya de 1961. 54. Asi ocurrié en la solicitud presentada por Marco Polo S.A. para obtener el exequdtur del fallo del Juez de Derecho del Tercer Juzgado en lo Civil de la Comarca de Caxias, Estado de Rio Grande Do Sul, Republi- ca Federativa del Brasil, que condené a la empresa Ensamblaje Supe- rior C, A. a pagarle una suma de dinero. En esa oportunidad la decision 1214 del treintiuno de mayo de 2000 de la Sala Politicoadministrativa declaré sin lugar la demanda porque la sentencia brasilera no se encon- traba debidamente legalizada por el Consulado 4d-Honorem en Porto Alegre de la Repiiblica de Venezuela, en violacién del requisito impuesto por la letra c) del articulo segundo de la Convencién Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Arbitrales Extranjeros (CIDIP-II, Montevideo 1 979), 55. La formalidad de la legalizacién también debié cumplirse cuando se trata de Estados Parte de la Convencidén Interamericana sobre Efi- cacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Arbitrales Ex- tranjeros (CIDIP-II, Montevideo - 1979) que no habian adherido a la Convencién de La Haya de 1961 cuando fue tramitado en Venezuela el respectivo procedimiento de exequdtur. 56. Asi lo demuestran decisiones recaidas en casos de documentos ori- ginarios de Colombia y de Ecuador. 57. (a) En Colombia la Convencién de La Haya de 1961 entré en vigor el treinta de enero de 2001. Por tanto, se explica la decisién recaida en la solicitud presentada por Ana Victoria Uriba Florez para obtener el exequdtur del fallo de la Sala Civil (Familia) del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cacuta, confirmada por el Juzgado Segundo Promis- cuo de Familia del Circuito de Cicuta, que disolvié su matrimonio con Lucio Antonio Ramirez Quintero. La sentencia 1752 de la Sala Po- litico Administrativa del nueve de diciembre de 1999 declaré con lugar la demanda previa constancia de que la decision extranjera se * Asimismo advirtio un vicio adicional del fallo extranjero, a saber: “tampoco se colige del contenido de dicha sentencia, que la misma tiene el cardcter de ejecutoriado o fuerza de cosa juzgada” establecido por la letra (g) del mismo articulo en concordancia con la letra (c) del articulo tercero de dicha Convencion.

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