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NOVENA AL PADRE PÍO

DE PIETRELCINA

Iglesia del Salvador de Toledo


A.D. 2021
PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:

Por la señal…

Acto de contrición. Señor mío Jesucristo…

Súplica al Padre Pío del Papa Juan Pablo II


Humilde y amado padre Pío, enséñanos también a
nosotros, te pedimos, la humildad del corazón para
formar parte de los pequeños del Evangelio, a
quienes el Padre les ha prometido revelar los
misterios de su Reino.
Ayúdanos a rezar sin cansarnos nunca, seguros de
que Dios conoce lo que necesitamos, antes de que se
lo pidamos.
Danos una mirada de fe capaz de reconocer con
prontitud en los pobres y en los que sufren el rostro
mismo de Jesús.
Apóyanos en la hora del combate y de la prueba y, si
caemos, haz que experimentemos la alegría del
sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de
Jesús y nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la
patria bienaventurada, donde esperamos llegar
también nosotros para contemplar para siempre la
Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
*Se le la meditación para cada día. Terminada la
lectura y después de unos breves instantes se
concluye.
PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión


del glorioso Padre Pio.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Oh Dios, que a San Pío de Pietrelcina, sacerdote


capuchino, le has concedido el insigne privilegio de
participar, de modo admirable, de la pasión de tu
Hijo: concédenos, por su intercesión, la gracia que
ardientemente deseamos; y otórganos, sobre todo,
que nos conformemos a la muerte de Jesús para
alcanzar después la gloria de la resurrección. Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Y se dice tres veces.

San Pío de Pietrelcina,


R/. Ruega por nosotros.
Día 1 .VIRTUD DE LA FE
Enseña la Iglesia con respeto a la virtud
de la fe: “La fe es la virtud teologal por la que
creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha revelado,
y que la Iglesia nos propone creer, dado que Dios es
la Verdad misma. Por la fe, el hombre se abandona
libremente a Dios; por ello, el que cree trata de
conocer y hacer la voluntad de Dios, ya que «la fe
actúa por la caridad».”
Referente a la fe, decía el Padre Pío: “La fe viva, la
creencia ciega y la plena adhesión a los que Dios ha
dado autoridad sobre ti… es la luz que iluminó los
pasos del pueblo de Dios en el desierto. Esta es la luz
que brilla siempre en lo más alto de todos los
espíritus gratos al Padre. Esta es la luz que condujo a
los magos a adorar al mesías recién nacido. Esta es la
estrella profetizada por Balaam. Esta es la antorcha
que guía los pasos de estos espíritus desolados. Y
esta luz y esta estrella y esta antorcha son también
las que iluminan tu alma, dirigen tus pasos para que
no vaciles, fortifican tu espíritu en el afecto a Dios y
hacen que, sin que el alma las conozca, se avance
siempre hacia el destino eterno.”
“La profesión de fe más bella es la que sale de tus
labios en la obscuridad, en el sacrificio, en el dolor,
en el esfuerzo supremo por buscar decididamente el
bien; es la que, como un rayo, disipa las tinieblas de
tu alma; es la que, en el relampaguear de la tormenta,
te levanta y te conduce a Dios.”
Día2 . VIRTUD DE LA ESPERANZA
Enseña la Iglesia con respeto a la virtud de
la esperanza: “La esperanza es la virtud teologal por
la que deseamos y esperamos de Dios la vida eterna
como nuestra felicidad, confiando en las promesas
de Cristo, y apoyándonos en la ayuda de la gracia
del Espíritu Santo para merecerla y perseverar hasta
el fin de nuestra vida terrena.”
Referente a la esperanza, decía el Padre Pío: “Vuelvo
a inculcaros una vez más la confianza; nada puede
temer el alma que confía en su Señor y que pone en
él su esperanza. El enemigo de nuestra salvación está
siempre rondándonos para arrancarnos de nuestro
corazón el ancla que debe conducirnos a la salvación.
Quiero afirmar la confianza en Dios nuestro Padre.
Agarremos con fuerza esta ancla y no permitamos
nunca que nos abandone ni un solo instante, de otro
modo todo estaría perdido.”

Día3 . VIRTUD DE LA CARIDAD


Enseña la Iglesia con respeto a la virtud de
la caridad: “La caridad es la virtud teologal por la
cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro
prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios.
Jesús hace de ella el mandamiento nuevo, la plenitud
de la Ley. Ella es «el vínculo de la perfección» y el
fundamento de las demás virtudes, a las que anima,
inspira y ordena: sin ella «no soy nada» y «nada me
aprovecha».”
Referente a la caridad, decía el Padre Pío: “La
caridad es la reina de las virtudes. Del mismo modo
que las perlas se mantienen unidas por el hilo, así las
virtudes por la caridad. Y así como las perlas se caen
si se rompe el hilo, de igual modo, si decrece la
caridad, las virtudes desaparecen.”
“El espíritu humano, sin la llama del amor divino, es
arrastrado a colocarse en la fila de las bestias. Por el
contrario, la caridad, el amor de Dios, lo eleva tan
alto como para alcanzar el trono de Dios. Agradeced
sin cansaros nunca la generosidad de un Padre tan
bueno y rogadle que aumente cada día más la santa
caridad en vuestro corazón.”
“No os neguéis de ningún modo y por ningún
motivo a practicar la caridad con todos; más aún, si
se os presentan ocasiones propicias, ofrecerla
vosotros mismos. Mucho agrada esto al Señor y
mucho os debéis esforzar por hacerlo.”

Día4 . VIRTUD DE LA FORTALEZA


Enseña la Iglesia con respeto a la virtud de
la fortaleza: “La fortaleza asegura la firmeza en las
dificultades y la constancia en la búsqueda del bien,
llegando incluso a la capacidad de aceptar el
eventual sacrificio de la propia vida por una causa
justa.”
Referente a la fortaleza, decía el Padre Pío: “¿No nos
dice el Espíritu Santo que, cuando el alma se acerca a
Dios, debe prepararse para la prueba? ¡Animo, pues!
¡Valor!. Lucha con fortaleza y tendrás el premio
reservado a las almas fuertes. “
“En las tentaciones lucha con valentía junto con las
almas fuertes y combate junto al jefe supremo; en las
caídas no permanezcas postrada ni en el espíritu ni
en el cuerpo; humíllate mucho pero sin perder el
ánimo; abájate pero sin degradarte; lava tus
imperfecciones y tus caídas con lágrimas sinceras de
arrepentimiento, sin que falte la confianza en su
divina bondad que será siempre mucho mayor que
tu ingratitud; propón tu enmienda, sin presumir de ti
misma, ya que tu fortaleza la debes tener en solo
Dios; confiesa, por fin, con toda sinceridad, que, si
Dios no fuese tu coraza y tu escudo, habrías sido
incautamente herida por toda clase de pecados.”

Día5Enseña
. VIRTUD DE LA PRUDENCIA
la Iglesia con respeto a la virtud de
la prudencia: “La prudencia dispone la razón a
discernir, en cada circunstancia, nuestro verdadero
bien y a elegir los medios adecuados para realizarlo.
Es guía de las demás virtudes, indicándoles su regla
y medida.”
Referente a la prudencia, decía el Padre Pío: “Debes
tener siempre prudencia y amor. La prudencia pone
los ojos, el amor pone las piernas. El amor, que pone
las piernas, querría correr a Dios, pero su impulso
para lanzarse hacia él es ciego y podría tropezar en
ocasiones si no estuviese guiado por la prudencia
que pone los ojos. La prudencia, cuando ve que el
amor puede ser desenfrenado, le presta los ojos.”
“Recorred con sencillez el camino del Señor y no
atormentéis vuestro espíritu. Odiad, sí, vuestros
defectos pero con un odio tranquilo y no perturbador
e inquieto. Es necesario tener paciencia con ellos y
sacar ventaja de los mismos por un santo
abajamiento. Cuando falta esta paciencia, mis buenas
hijas, vuestras imperfecciones, en vez de disminuir,
crecen cada vez más, porque no hay nada que nutra
tanto nuestros defectos como la inquietud y la
preocupación por quererlos alejar.”

Día6.LaVIRTUD DE LA HUMILDAD
humildad es la virtud por la que nos
reconocemos criaturas delante de Dios, necesitadas y
dependientes de él. San Bernardo la define como:
“Una virtud por la que un hombre, conociéndose a sí
mismo como realmente es, se rebaja."
Acerca de la humildad, decía el Padre Pío: “Debes
insistir principalmente en lo que es la base de la
justicia cristiana y el fundamento de la bondad, es
decir, en la virtud de la que Jesús, de forma explícita,
se presenta como modelo; me refiero a la humildad.
Humildad interior y exterior, y más interior que
exterior, más vivida que manifestada, más profunda
que visible. Considérate lo que eres en realidad:
nada, miseria, debilidad, fuente sin límites y sin
atenuantes de maldad, capaz de convertir el bien en
mal, de abandonar el bien por el mal, de atribuirte el
bien o justificarte en el mal, y, por amor al mismo
mal, de despreciar al sumo Bien.”
“Reflexionad y tened siempre ante los ojos de la
mente la gran humildad de la Madre de Dios y
Madre nuestra. En la medida en que crecían en ella
los dones del cielo, ahondaba cada vez más en la
humildad. “
Día7.Enseña
VIRTUD DE LA OBEDIENCIA
la Iglesia con respeto a la virtud de
la obediencia: “La obediencia de la fe consiste en
fiarse plenamente de Dios y acoger su Verdad, en
cuanto garantizada por Él, que es la Verdad misma.”
A cerca de los frutos de la obediencia, decía el Padre
Pío: Hijo, tú no sabes qué produce la obediencia.
Mira: por un sí, por un solo sí, "fiat secundum
verbum tuum", por hacer la voluntad de Dios, María
llega a ser Madre del Altísimo, confesándose su
esclava, pero conservando la virginidad que tan
grata era a Dios y a ella. Por aquel sí pronunciado
por María Santísima, el mundo obtuvo la salvación,
la humanidad fue redimida. Hagamos también
nosotros siempre la voluntad de Dios y digamos
siempre sí al Señor.”
“Correspondamos también nosotros, que hemos sido
regenerados en el santo bautismo, a la gracia de
nuestra vocación a imitación de la Inmaculada,
Madre nuestra. Apliquémonos incesantemente al
estudio de Dios para conocerlo, servirlo y amarlo
cada vez mejor.

Día8.LaVIRTUD DE LA PERSEVERANCIA
virtud de la perseverancia es aquella
virtud cuyo fin es soportar las dificultades en la
consecución del bien, venciendo el desaliento y la
desesperación.
Acerca de la perseverancia, decía el Padre Pío: “En
resumen, no filosoféis sobre vuestros defectos y
tampoco repliquéis; continuad vuestro camino sin
rodeos. No. Dios no puede abandonaros cuando
vosotros, por no perderlo, permanecéis firmes en
vuestras decisiones. Que el mundo se destruya, que
todo esté en tinieblas, en humo, en confusión..., pero
Dios está con nosotros. ¿De qué, pues, vamos a tener
miedo? Si Dios habita en las tinieblas y sobre el
monte Sinaí, entre relámpagos y truenos, ¿no
debemos estar contentos sabiendo que estamos cerca
de él?”
“El miedo es un mal peor que el mismo mal.”
“El dudar es el mayor insulto a la divinidad.”
“Es por medio de las pruebas que Dios une a sí a las
almas que ama.”

Día9.Jesús
VIRTUD DE LA PERFECCIÓN
nos invita a la vida de perfección. Sed
perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.”
La perfección cristiana consiste en el hábito de la
caridad, es decir, la posesión de la gracia santificante
y el deseo constante de preservar tal gracia, y
también en la persecución o práctica de la caridad, lo
cual significa el servicio de Dios y el apartarnos de
aquellas cosas que se oponen a ello o lo impiden.”
Acerca de la fe, decía el Padre Pío: “Para tender a la
perfección es necesario poner el máximo interés en
actuar en todo para agradar a Dios y en buscar evitar
hasta los más pequeños defectos; cumplir los deberes
propios y hacer todo lo demás con más
generosidad.”
“En todas las cosas y siempre, más rectitud de
intención, más exactitud, más puntualidad, más
generosidad en el servicio del Señor, y entonces serás
como el Señor quiere que seas.”
NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
que el mismo Padre Pío recitaba cada día
por las intenciones de los que se acogían a sus oraciones

Oh Jesús mío, habéis dicho: “En verdad os digo, pedid y


recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá.” He aquí
que llamo, busco y pido la gracia … (Dígase la gracia que se
desea alcanzar)
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, R/. En Vos confío.

Oh Jesús mío, habéis dicho: “En verdad os digo, lo que se


pidiese a Mi Padre en Mi Nombre, Él lo dará a vosotros.” He
aquí que en vuestro nombre, le pido al Padre Celestial la
gracia …. (Dígase la gracia que se desea alcanzar)
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, R/. En Vos confío.

Oh Jesús mío, habéis dicho: “En verdad os digo, que el cielo y


la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán jamás.” He aquí
que, animado por vuestra infalible palabra, ahora pido la
gracia … (Dígase la gracia que se desea alcanzar)
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, R/. En Vos confío.

Oh Sagrado Corazón de Jesús, solamente una cosa os es


imposible y eso consiste en no tener compasión de los
afligidos. Ten piedad de nosotros, miserables pecadores, y
conceded la gracia que os pedimos, mediante el Doloroso e
Inmaculado Corazón de María, Vuestra tierna Madre y
nuestra Madre compasiva.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús,
ruega por nosotros.
San Pío de Pietrelcina, ruega por nosotros. Amén.

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