You are on page 1of 1
INTRODUCCION | 17 sus dramas, pues sabriamos de antemano que su control depende de nuestro in- terés. Los despojariamos finalmente de su poder mediante nuestra aptitud para indagar en las honduras de su cardcter. En cuanto a nosotros, jqué pasaria si, de igual manera, pudiéramos ver nues- tro interior y distinguir la fuente de nuestras emociones mas preocupantes y el motivo de que determinen nuestro comportamiento, a menudo contra nues- tros deseos? ;Qué pasaria si entendiéramos por qué nos sentimos tan incli- nados a desear lo que otros tienen, 0 a identificarnos tanto con un grupo que terminamos por subestimar a quienes no pertenecen a él? ;Qué pasaria si des- cubriéramos la causa de que mintamos sobre lo que somos 0 de que apartemos inadvertidamente a los demas? Ser capaces de entender mejor a ese extrafio dentro de nosotros nos ayudaria a darnos cuenta de que no es un desconocido, sino una parte esencial de noso- tros, y de que somos mucho mis misteriosos, complejos ¢ interesantes de lo que imaginamos. Y con esa informacion conseguiriamos abandonar nuestros patro- nes negativos, dejariamos de ponernos pretextos y tendriamos mas control so- bre lo que hacemos y lo que nos sucede. Esa claridad respecto a nosotros y los demas podria cambiar en muchos sen- tidos el curso de nuestra vida, pero primero debemos desmentir un error muy comin: tendemos a concebir nuestra conducta como voluntaria y deliberada. Imaginar que no siempre controlamos lo que hacemos es una idea inquietante pero cierta. Estamos sujetos a fuerzas en el fondo de nuestro ser que motivan nuestra conducta y operan bajo el nivel de la conciencia. Vernos los resulta- dos ~-pensamientos, estados de anime y acciones—, pero tenemos poco acce- so consciente a lo que mueve nuestras emociones y nos empuja a comportarnos de cierto modo. Piensa en el enojo, por ejemplo. Por lo general identificamos a un individuo o grupo como causa de esta emocién, Pero si fuéramos sinceros y cavaramos hon- do, veriamos que lo que suele provocarnos célera o frustracién tiene raices mas profundas. Podria ser un suceso de nuestra nifiez o una serie particular de cir- cunstancias, Si lo examindramos, discerniriamos patrones distintivo: jamos cuando ocurre tal o cual cosa. Sin embargo, en el momento en que nos enfadamos no somos reflexivos ni racionales; nos dejamos llevar por la emocién y apuntamos con un dedo acusador. Algo similar podria decirse de muchas otras emociones que experimentamos; clases especificas de hechos desencadenan 0S eno-

You might also like