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Sincretismos Sociolégicos Revista lectin de fa RNES to 3 Wiemero 4 Mayo 2002 £8 Todos los derethas reservados, Consejo de Revist Electrinice de le Red Necionel de Estudiantes de Socialis RE RNES REVISIONISMO, ANTIREVISIONISMO Y POLITICA. EHAY ESPACIO PARA UNA NUEVA INTERPRETACION DE LA REVOLUCION MIEXICANA? ~ DR. ALAN KNIGHT APORTACIONES TOTEMICAS: PARTICIPACIONES ESPECIALES Revisionismo, antirevisionismo y politica. Hay espacio para una nueva interpretacién de la Revolucién Mexicana? r-Alan Knight Breve semblanza sobre el autor il Dr. Alan Knight nacié en Londres en 1946, luego de ser un destacado estudiante concluyé sts estudios de posgrado en fa Oxford University del Reino Unido durante el afto 1974, con la tesis: Nationalism, xenophobia and revolution: the place of foreigners and foreign interests in México, 1910-1915. Desde entonces se ha dedicado profusamente a la Historia de la Revolucién Mexicana, sobre todo a estudiado tos movimientos populares y campesinos que conformaron el proceso, ademas de concentrar su mirada mas analitica al llamado periodo cardenista, que corre desde 1934 2 1940. Ha participado en varios debates académicos acerca de fa historia social de México y Latinoamérica, ademas de colaborar en numerosos proyectos de investigacién, dar clases en importantes universidades de Estados Unidos y publicar libros y articulos especializados en las revistas histéricas de mayor importancia en todo ef mundo, muchas de las cuales le cuentan entre sus consejos editoriales (Past and Present, a journal of historical studies, sin duda la mas destacada). Actualmente es profesor del Centro de Estudios Latinoamericanos de Oxford, dependencia de la cual ha sido director en dos oportunidadés. Entre sus publicaciones més difundidas acerca de la Revolucién Mexicana y la Historia de México se encuentran los libros: The Mexican Revolution, obra publicada én inglés en dos volimenes en el afio 1986, con una primera edicién en castellano por Grijaibo en 1996 y luego en un solo voiumen por el Fondo de Cultura Econémica en 2010; U.S.— Mexican Relations, 1910-1940: An Interpretation, libro editado por la University of California en 1987; The Mexican Petroleum Industry in the Twentieth Century, obra en coedicién con Jonathan Brown y publicada por la University of Texas en 1992; ademas ha escrito ya dos volimenes de su proyecto mas amplio que comprende toda la historia de México y que ha venido construyendo desde hace varios afios, es el caso de México: from the Beginning to the Spanish Conquest y México: The Colonial Era, ambos publicados en Revisionismo, antievisionism y politica. Hay espacio para una nueva interpretacién de la Revolucién Mexicana? br, Alan Knight 2002; tiene ademas otras investigaciones editadas acerca del populismo y el caciquismo en América Latina y México. Ha’escrito también decenas de articulos de variados temas que incluyen fa teorfa de la historia social y de la historia de las revoluciones, resultados de investigaciones que se incluyen en revistas especializadas en todo el mundo y en varios idiomas. Revisioniemo, antirevisionismo y politica. Hay espacio para una nueva interpretacién de la Revolucién ‘Mexicana? Dr. Alan Kight Revisionismo, antirevisionismo y politica. éHay espacio para una nueva interpretacién de'la Revolucién Mexicana? _ Nuestra tatea en esta mess es reflexionar sobre la historia de le Revolucion Mexicana Gaomeenteraiomisemmentemameats proverarco una serie de encventros, conferencias y coloquios que rastrillardn los rescoldos de la gran conflagracién de 1910 (rescoldos bien frios y muertos, para algunos, todavia calientes y capaces de estallar en llamas ~2quizds en 2010? para otros}. Nos piden pensar la historia en luz de la pregunta: isionismo, antirevisionismo y polit Revolucién Mexicana? Una respuesta inmediata) y/algo_ligera|seria:|s)/por supuesto;(el ‘mundo historiogréfico es ancho y ajeno, y siempre caben nuevas interpretaciones. Como predicé ~aunque no siempre practicé~ Mao Zedong, “iqUe florescan mil flores!”. Pero la misma pregunta puede ponerse de una manera mas estrecha -tomando en cuenta el . ¢Hay-espacio para una nueva historia de la importante presmbulo: revisionismo, antirevisionismo y politica asi: es: posible (ey deseable?) una nueva interpretacion en términos intelectuales; podemos armarla de una manera coherente y convincente; 0, mas bien, es una pérdida de tiempo buscar interpretaciones generales, en vez de concentrarnos en (cuestiones histéricas mas limitadas y manejables (éy, quizés, cuestiones que tienen més relevancia o utilidad que la Revolucién Mexicana}? En otras palabras —Ias palabras de un debate histérico bien concocido- debemos dedicarnos a “umping” (agregar los datos en explicaciones globales) 0. a “splitting” (desagregarlos en explicaciones mucho més modestas, detalladas y especificas)’ He formulado la pregunta en términos historiogréficos porque, soy historiador, nuestro tema es la historia, y los! /eoneeptos “revisionismo” y “antirevisionismo” pertenecen a debates acerca de la historia de la Revolucién Mexicana, como voy aaclarar. Revisionismo, antirevisionismo y politica. Hay espacio para una nueva interpretacién de la Revolu Mexicana? Dr. Alan Knight Pero se ve que otro intruso conceptual se ha infiltrado, complicando asf la pregunta: la politic. Por tanto, ns pden taibién considerr las impliccionespotticas de este debate (cerca| defo RevolUI6N|Medeana, lo que quiere decir ~a ri modo de ver~fefexonah sobre la relacién entre la historia y la politica en México: una relacién reciproca, por - supulesto, ya que fa politica afecta la historia y la historia (en el sentido de la historiografia, 1a obra det historiador) afectallalpolitica. Asi es que tenemos dos preguntas que, a, mi Parecer, son sustancialmente diferentes: ge6miola| historia) dé’ la Revolucion’ hal/sido |) politica mexicana? Trato estas dos preguntas en turno, comenzando con fa historiogarfia y los historiadores. Nuestra respuesta a la pregunta ~ es posible una nueva interpretacién de ta Revoluciin Mexicana? dependerd, eft /primer lugar, de nuestro concepto y nuestra fe sentido, la Revolucién es nada mas un ejemplo entre muchos grandes temas histdricos. Si, en realidad, el evento o proceso es un mito, una quimera, una ilusién (como Macario Schettino acaba de decir de la Revolucién Mexicana)” entonces no vale la pena tratar de explicarlo. Por supuesto, podemos tratar de explicario porque la ilusién existe y persiste, pero eso es muy diferente de captar la realidad dé un proceso histérico real; ademas, debo confesar que soy suficientemente positivista para creer que hay procesos histéricos reates, que nosotros, los historiadores, tratamos de captar. (Huelga decir, nuestros esfuerzos son siempre parciates y falibles, sin embargo, eso no justifica dejar de hacer la historia, o de concluir que la historia [la historiografia] consiste nada més del intercambio de textos ficticios flotantes, cuyo poder depende, no de su aproximacién a lo que pasé en la realidad, sino de la elocuencia, del compromiso politico, o del mero poder del autor).* Revisionism, antirevisionisme y politica. zHay espacio para una nueva interpretacién de la Revolucién Mexicana? Dr. Alan Knight Muchos grandes debates histéricos giran en torno de este dilema: antes de explicar el Rehacimiento, la Reforma (europea), la tlustracién, 1a revolucién industrial, el imperialismo, el fascismo, 0 la Guerra Fria, debemos satisfacernos que estos son fenémenos “reales”, en el sentido de ser eventos 0 procesos que tienen una coherencia real y que son, por tanto, unidades de analisis histérico valido. Lo mismo vale en cuanto a periodos histéricos, y muchos conceptos social-cientificos: por ejemplo, “la modernidad”— y.el periodo “modemo"~ son conceptos que, @ mi modo de ver, nunca han probado su validez es decir, su coherencia y utilidad~ como “conceptos organizadores” de la historia; en vez de “organizac” y aclarar, tienden a desorganizar y ofuscar. Pero eso €s otro tema, en donde parece que me encuentro en una minoria muy reducida. En lo que concierne a los temas y los debates hist6ricos, es comtin que ciertos historiadores —los “splitters” (los que prefieren desagregar)~ sostienen que el gran proceso no tiene coherencia suficiente y debe ser desagregado (“Split”). Un buen ejemplo, relevante en este caso, es la Revolucién Ingiesa del siglo XVII, que muchos historiadores revisionistas han tajado y hendido hasta tal punto que (dicen varios) ya no hay “Revolucién”, sino una gama de conflictos mas 0 idores (“lumpers”), mas que nada menos contempordneos que unos ambiciosos sint marxistas, han tratado de comprimir en un concepto sencillo, seductor, pero engafiador, “la Revolucién inglesa.”> Es cierto que a veces los “Splitters” tienen razdn. Unos conceptos histdricos grandes, supuestamente “organizadores”, han resultado “desorganizadores”, es decir, fuentes de eirores serios, hasta periciosos: por ejemplo, las caracteristicas raciales (y quizds nat ina, el Destino Manifiesto y —dirian algunos~ las nales también), la Providencia Di dialécticas tanto hegetianas como marxistas. No obstante su enorme influencia, estos grandes conceptos resultaron (a' mi parecer y a él de muchos otros) huecos. Siendo huecos, hacfan mucho ruido y tenfan cabida para una multiplicidad de datos histéricos. En el campo de la historia mioderna,Shay tantos datos disponibles que es bien posible, por Revisionismo, antirevisionismo y politica. zHay espacio para una nueva interpretacién de la Revolucién Mexicana? Dr. Alan Knight medio de fa seleccidn sujetiva (lo que se llama, en inglés, “source-mining”, explotacién de las fuentes),’ “comprobar” muchas teorias o hipétesis extrafias y erréneas, Por ejemplo, "Si embargo, los “splitters” no tienen razén todo el tiempo. La historia, como las demas \Giencias sociales (creo que la historia pertenece a ese conjunto), necesita Sus Conceptos generales, ya Sean periodos, teorfas, 0 eventos/procesos (el Renacimiento, la tlustracién, la Revolucién Mexicana). De otra manera, se vuelve una narrativa anticuaria; en palabras de Elbert Hubbard, “una maldita cosa después de otra” (“one darn thing after another”) Muchas veces, “splitting” (Ia desagrégacién) se considera muy sofisticada; supuestamente demuestra buen juicio, reconoce la complejidad de las cosas, y presta atencién al matiz (en inglés, “nuance”, palabra muy de moda). Pero podemos respetar todos estas virtudes desagregadoras, sin descartar nuestros conceptos y explicaciones mas globales o generales; porque hacer eso es correr el riesgo de reducir la historia a un universo infinito, donde fa entropfa ha eliminado todo patrén y toda estructura, Ademés, como Mao, muchos “desagregadores” (splitters) no practican lo que predican, en el sentido de que utilizan varios conceptos generales cuando les: gustan, sin someterlos’ al mismo escepticismo (por ejemplo: estado, monarquia, imperio, y, repito, modernidad), En el caso de.la Revolucion Mexicana es posible construir una definicién practica que asegura que nuestio tarea de anélsis de las interpretaciones evsionistas 0 _antirevsionistas, vieja 0 nvevas~ eté bien enfocada, pare ast evitare peligro de debatir ‘ebrejcoasferentesyimalentendde,o de caer ene error dejpanar eve toda Ioi@ve deporte, la cen, a inner, f2 medicinal control dela rataidd (I ta ex cal Revislonismo, antirevisionismo y politica. Hay espacio para una nueva interpretacién de la Revolucién ‘Mexicana? r_Alan Knight interminable) fise producto (Ge la Revoluci6n) por tanto una parte de la Revolucién que debe incluirse en nuestra nueva interpretacién de fa Revolucién Mexicana. Definir la Revolucién nos ayuda a evitar esa falacfa post hoc ergo propter hoc (“después de eso, por tanto debido a eso"), y restringir la Revolucién que queremos interpretar déntro de limites analiticos manejables. ora bien: la Revolucién fu nn Smmieo y (en clr ee)

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