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Panorama Literario EL HOMBRE ARGENTINO, no puede man- tenerse intacto e idéntieo a si mismo —a Jo que podria Hamarse, en tineas genéricas, ‘su arquetipo posible—a través de Argentl- nas tan disimiles y contradictorias como Jas que las distintas cirounstancias vvitales Je presentan. Bn “Memoria sobre Ja Pampa 7 los Gauchos” (Baditorial Sur, 58 péginas, ¢ontande 24 piginas de stustracién pena) Adolfo Bloy Casares, nos presenta una d2 las mas coneias y completes teorias que aparecieron en 10s cltimos tiempos. aceroa de la papa y su ineidencia —gaucho, cos- tumbres— en la herencla tradicional ar- gentina, Esta breve “silva de variada lec- in", sostfene una tesis singular, que bien vale la pena ser conocida: “cuando yo era chico, no habia gauchos. Por Jo menos, no los habia para un investigador exigente Aetallista, que no se conformabs dad intrinseea, sino que queri Ja apariencia” (pig. 20). Esta afirmacion de Bioy Casares, nos explicaré, deapu muchas de las que realize en el denso y trabajado ensayo. Una pampa que va mis alld de la simple realidad geograticn y/o geohumana, y que si bien encuentra en Don Segundo Sombra al personaje legen- lati que ie sirve para su estilizacién, no 8 conforms con él, sino que va modelén- olo al correr de tas circunstancias,. ‘Alguna de las observaciones de Bloy Ca ‘sares, puestas en correspondencia de tota- Yidad, asombran al lector, Como ser (pag. 41), aquelia de que hubo una vez entre nogottos tn Ministro que mandé pronun- ar la 11 como 11, y no con el yeismo que nos carncteriza. Qué significa ésto? Pues ‘un elemental sentimiento de eulpabilidad sociopolitica; en réalidad el Ministre era ‘un macionalista de ultras, que catalizaba de esta manera su prevencién, (Puede, en 34 “Un argentino nunca se viste de gaucho” por ALBERTO BLASI BRAMBILLA realidad, existir «una pampa, con todo lo que ella significa, con actitudes que no sulten netamente surgentes? No, La rei puesta estaba ya Wada con anterloridad, Pero no esti. demés recordarlo, La pampa —nos recuerda Bioy Casares— viene a ser algo asi como el ordenamiento de una se~ re de conocimientos eseneiales, por obra de la sabiduria teltiriea, es decir, del co- nocimiento folllérieo del campesino, Hen- riquez Urefia, recomendaba ¢l que, ante una duda de cualquier inaturaleza, se pen- sase emo 1a Tesolveria un campesino, para ‘tener la respuesta més acertada, Induda- biemente, esa respuesta junto a tas otras, configura. un todo esencial, Hilo se deduce Imego: de leer este ensayo de Bioy Casares, Wbro enraizado con ia certidumbre lel ser nacional. Bellamente escrito, en una de sus imégenes, esid también, la clave de lo que decimos, Es en la que adoctrina (pag. 19) “Nuestra vasta red ferroviaria, hoy reco- rrida por trenes que remedan inexplica- blemente ristras de taperas en movimiento calmoso, no Hega donde Hegaba, 0 Heza mal’, Todo ello, se configura en wn euadro Wieldo, penetrante, agudo. Breve y densa leceién, por clerto, que debe ser euldado- samente lelda; porque de esta densa obra, se extrae un rico material, que delimtia contornes, y nos fija la. realidad intempo- ral de la’ Pampa, © BORGES: “EL INFORME DE BRODIE” EL mismo Gla dél cumpleafios de Jorge Luis Borges en el corriente afio, se puso. en elreulacién su libro “El Informe de Bro- aie”, editado por Jas prensas we Emecé, Prontamente, el Ubro gand los mejores Duestos de lectura dentro y fuera del pais. ¥ con raz6n, mas alla de que el hecho Bor- es, sea ya tema consagratorio, puesto: que ESTUDIOS — Nt 615 — Onubre de 1970 “BI Informe de Brodie” es, en nuestro en- tender, una especie de resumen total, y de acabado muestrario de Ja narrativa borgia- na. En el prologo, el propio Borges mos ad- vierte que el libro pose una clave para Su comprensién eficaz, Si bien la misma es innegable, resulta oportuna y saltdable Ta_advertencia, puesto que nos eneamina por el “realismo” de Lemuel Gulliver. (1) La sutil fronia de Jorge Luis Borges, tiene fn las breves piginas de ese prélogo, mis de una forma de refoctlazse a sus anchas. Declara tenerlo sin euidado el Diceionario de Ia, Real Academia, “dont chaque éaition fait regretter Ia précédente”, Sin embargo, en el trascurso, del libro, Borges se mues- tra como, un estilista consumado, “La In- frusa”, resulta una especie de antesala de “EL Indigno”, ambos titulos respectivamen. te de los dos primeros relatos de los que consta Ja obra. “La Intrusa”, es un relato fuerte, en el que las irdnicas alusiones sub- yacen, esiin debajo de la prosa, Ublead> ‘en una ciudad bonaerense bien nominada, Ja ubjeaciin espacial, In leva, insensible- mente, @ una ubleacion histérica, ¥ el lec tor que no pase por encima de las lineas con el simple afin de regodearse en su argumento, o de gozar eon los estiletes de Ja sentenelosa forma reconoce entonces ros- ‘tos y figuras que fe fueron familiares en algunos momentos de la Historia contem- portnea, En “El Indigno", también esos horrores de Ia prisién y la asfixia de la Mbertad personal, yuelven, son, estén. “La Historia de Rosendo Juires”, nos presenta a una depuracién borgiana en el relaio, ‘que se imbrinea, directamente, en el co- Fazin de los scontecimlentos argentinos, Esta historia, 5, posiblemente, si no la mejor escrita del ‘bro, si, la que nos ayuda mis @ comprender la relacién que tienen estos cuentos con ta irestante obra borela~ a, EI hombre que luego de ser Indueldo & una tomentosa existencia, emprende e} famino del destierro, se confundira Iueyo con los :protagonistas de “El Encuentro”, relato en e que las cosas, ¥ los sentimien- tos, superviven y duran mds. que las_pe: sonas y 10s protagonistas que los realiza~ ron. Los dos eventos de duelos (“1 Duelo” y “Otra Duelo”), cambian ta téenica narra~ iva. Por el contrario. Aqui afloran perso~ najes reales y eotidianos, pero 1a lucha es de los arquctipos. Este megativismo volun- tario, vuelve a revestirse en “EI Informe de Brodie”, 1a admirable pleza con Ia que s¢ elerra el volumen al que da su titulo, Toda ella es una continua sitira al hombre y al mito contemporineo suyo. FL hombre- mito, va y viene dentro del cuento, en an continuado realizar ta tierra y sus actos esenciaies. Pero también ta alusion poiltica ESTUDIOS — NP 615 — Ovubre ds 1970 esté en él, a la vista, pura y descamada. ¥, junto a ella, una angustiosa revelacién para el futuro. Una suerte de ardspice, que Borges deja en manos y en el entendimien- to del lector, Sin que esto signifique para @ relegar de la trama argumental, et lla- mado final a la conelencia del hombre es proplo y tremendamente existencial. “Ei Informe de Brodie”, resulta, en suma, uno de los lubros We mayor actuatidad, bien en. tendido, dentro de las letras unlversales, © JOSE ISAACSON: “EL PASAJERO” Por las prensas de Ja Euitorial Américalée, aparece “El Pasajero”, un nuevo poemario de José Isaacson, autor de obras memora- bles para nuestras letras, tales como la siempre recordada Canciones de Hle-i, Oda a la Alegria y Amor y Amar. Alfredo do la Guardia, al prologar el presente libro, os muestra algunos de sus aspectos esen- clales, El reconoeimiento de la intensidad religiosa del poeta, como forma de la re-~ ligazén det hombre con un Ser Suprem), se enciientra claramente explicitada por el prologuista, y bien ejemplifionda iuego por el curso del poemario, En realidad, todo el libro consiste en una identificacién voica, a través de una biisqueda tuitiva, que va desde la identificacién personal, hasta él encuentro meslinles. En medio de ello, la cotidianeidad de las cosas ¥ su previsibie contingencia, atraviesan de continuo a la poesia de Isaacson, La primera de Las com- Posielones que contiene el iro, tituada “Partida de Nacimiento”, resulta ser una ‘imvoeacién eonmovedora.'de diversas ins- tancias del propio ser, que se presenta, dé este modo, como un protagonista de un ser M que debe desoubrir y describir. Lo hace ante 105 otros; pero es obvio saber que la descripeién primitiva y principal; es Ia que asume ante si mismo, que de algan modo Jo sonprende, ain cuando la esperaba. El enunciado de sus cirounstancias vitales, sirve al posta para enunclarse a sf propio, “Padre, madre / ciudad y fecha / consig- nades quedan. / Y aunque naci, / como hacen los hombres, / sin elegir / padre ni madre, / ciudad ni fecha, / hoy, 44 afios después, / quiero decir / aunque no haga falta, / que no hublese elegido / otra cludad ni ora sangre / mi otro tlempo”. Esa cer- teza, avangaré, después, en el poemario, En todos las instancias del ser, en todas sus oseilaciones, Las mismas, van desde la geografia portefia —Plores, ‘ol Centro— a Ja geografia interior. El mismo poeta que en un poemarfo anterior eternizaba a Bue- nos Aires en el cauto pisar de su planta fn las baldosas de tas aceras de la cludad, ice su amor, en el poemario final, que 36, otorga titulo al volumen. José Isaacson al- canza alli 1a certidumbre heracliana en el suefio del hombre, que indudablemente pa~ 8a, como el agua de un rio. ¥ en esa certl- dumbre, se encuentra también la esperanza metafisiea, con unamunesca diccién, Porque Jos hombres somos siempre un “suefio de Dios”, © “ALMARIO DE BUENOS AIRES”: PRIMERA ENTREGA En el niimero de Mayo del conriente afio, HOS ceupamos de Ja coleceién entonces anunclada por ta Subsecretaria de Cultura de la Nacién, tituladg “Almarie de Buenos Aires”, que tenia por propésito el enfocar desde diversos @ngulos la realidad mate- rial, historica y espiritual portefia, en una serle de libros breves pero agiles y profu- samente iustrados,, que aparecen con el sello de BOA, bajo Ja direceién de Fernan- do Alonso, En el reportaje que le hiciéramos enton- ces, Alonso anuncié que el primer tomo seria el que ahora llega a muestras manos. “Los Cementerios", por Luis F. Nafiez. La Portada de Ja obra, nos trae el recuerdo de fAquel irénico pero triste verso de Horacto Rega Molina, quien, a la vista de un “en- terratorio” (como solia castellanizarse an- tes a los actos del sepelio, en especial on los pueblos de provincia), se referia al co- che fanebre, como a “una earroza que pa- rece un teatro”. Parece, si, pero no lo es, El breve y denso libro de Las Niifiez, nos \Pone una vex mds en contacto con uno de los temas mis interesantes dentro de la vida humana (ineruenta paradoja), como es el de Ja muerte, y todo aquello que le atafie, Porque los cementerios no son tan solamente los lugares en donde reposan 103 muertos, 1uego de cumplido el viaje de 1a existencia, con sus dolores y trabajos, Son también Jos sitios en donde una vieja he- rencia ancetral de muitos, leyendas y reali- aces, agiomera a los vivos, en una especie de culto cireular, como el tempo que no termina con Ja vida, \Lo aneedético, ocupa preponderante im- portancia. en el bro de Nitfiez. Por ejem- plo, el saber que el propio Juan de Garay fue, impensadamente, quien fundase el pri- mer cementerio porteho, al clavar en su suelo la pica del lugar donde debia erigir- se el primer templo. Pero en esta oportu- nidad, al contrario de lo sefialado, por Ja frase de Eugenio Drs, Jas anéodotas no se tragan a las categorias. En conjunto, esa sucesion de anéodotas sirven para mos- trar una trama hilvanada, coherente, que “tiene principio, medio y fin. A la. que 21 ‘autor del breve libro comentado, sabe ofre- cer con destreza, a través de sus nticleos principales. ¥ los mismos, indudablemente, son impactos de interés sustantivo para quien quiera comenzar a conocer @ esta In fimita Buenos Aires, ciudad. © “LYRA” Y BUENOS AIRES La revista de arte y letras “Lyra”, fun- dada y dirlgida por Francesco de Ecli Ne- erini, publicé su tereer néimero dedieado a Buenos Aires, chudad, Estos tres toms, constituyen, vistos en conjunto, un aporte significativo de alto valor, puesto que rea= Jizan una visi6n completa del quehacer po? tefio en artes y letras, tomado eronolégisn y sectorlalmente. ¥ que se suma a la tre- yectoria de “Lyra”, formando, con la ¢o- Jeeeién completa, una. especie de Biblioteca de variada leccién. Gon motivo de la pre= sentacion de este tercer mimero, se realizé un aeto en galeria eéntrica de la ciudad, fen el que, aparte de las palabras de Fran- cesco de Beli Negrini, con las que se certs el mismo, ‘hablaron ‘el novelista Abelardo Arias y el poeta Antonio Requeni, Al ha- blar ei novelista Arias, con entrelineas ju- gosisimas, dijo entre otras cosas: “No m= referiré, por cierto, a lo que ustedes ya sa- ben, por ejemplo a la inestabilidad de nues~ tras instituciones politicas, que a mi re- greso de cada viaje me hace encontrar un gobierno distinto al que deié al partir; tanto que he Hegado a pensar que debe existir entre ambos hechos una relacién parapsieolégica, como ahora se estila de- cir"... “No 'reewerdo que exista en el mundo —prosiguié Arias, refiriéndose a “Lyra”, en espectal— (es un eampeonato que esti lejos de deportes, toros, trigo y politica uma revista que represente tan dignamente a un pais como

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