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LA DOBLE ARTICULACIGN, ,NOTA DISCRIMINATORIA DEL CODIGO LINGU(STICO? {Con un anélisis del cédigo de los nimeros telefénicos en Espafia) ‘A mis Profesores del Instituto Laboral «Diego de Salinas», de La Linea, en reconocimiento de sus valores humanos y dedicacién profesional. —SITUACION DEL PROBLEMA. 1—Las notas caracteristicas del cédigo lingiiistico. Desde que SAUSSURE predijo la creacién de la Semiologia —ciencia que ten- dria por objeto el estudio de «la vida de los signos en el seno de la vida social»— y asigné como labor del lingilista fa de «definir qué es lo que hace de la lengua un sistema especial en el conjunto de los hechos semioldgicos» (1), los linglistas postsaussureanos se han visto obligados a determinar qué caracteristicas diferen- ciales distinguen a los sistemas de comunicacién formados por las lenguas natura- les humanas de los demas medios 0 sistemas de comunicacién no lingiisticos. Pugnando por el logro de este intento, los lingiiistas han ido sumando notas es- pecificativas al lenguaje, en tanto que, por la observacién de sus relaciones con otros sistemas de comunicacién —cédigo de sefializacién de la carretera, cédigo de sefiales maritinas, cédigo telefonico, sistema de comunicacién animal, etc—, se iban configurando las bases de la Semiologia. El estudio comparativo de las relaciones tégicas que los distintos sistemas de ‘comunicacién mantienen entre si debido a sus caracteristicas, ha conducido a de- finir las lenguas naturales humanas como sistemas de comunicacién estructurados doblemente —de doble articulacién— mediante signos arbitrarios discretos que se suceden linealmente en el tiempo para constituir sus mensajes (2). Esto no quiere decir que todas las notas contenidas en tal definicién sean pri- vativas de las lenguas naturales humanas, sino que el conjunto global de tales no- tas especifican las caracteristicas que posee la clase que forman los sistemas de comunicacién lingifsticos frente al conjunto de las restantes clases de sistemas de comunicacién no lingiiisticos. Efectivamente, la propiedad de constituir un sistema; su funcién central de comunicar mensajes; el hecho de estar formadas por signos que son discretos, ar- bitrarios y que se suceden linealmente en el tiempo para la emisién de tales men- 79 sajes, no son caracteres que las lenguas naturales usufructiion de manera exciu- siva. Muchos otros sistemas y medios de comunicacién poseen una o mas de tales notas, y. por lo menos, el cédigo telefénico las pose todas; y el de sefiales mart- timas, también. Si bien este ultimo afiade la especificacion de desenvolvimiento en el espacio para la configuracién de sus sefiales (3), lo que, por otra parte, es rauy discutible no suceda también en la conformacién de las sefiales de las len- ‘guas naturales. 2--1a doble articulacion. Queda por dilucidar la caracteristica de doble articulacién que presentan las unidades que integran los mensajes de las lenguas naturales humanas. Desde André MARTINET —a través del cual cobré difusién bajo la forma que se expone—, pasando por Georges MOUNIN, hasta llegar a Luis J. PRIETO, se observa una gradacién descendente en cuanto al grado de confiabilidad que merece la caracteristica de doble articulacién como nota diferencial especifica de las len- guas naturales humanas frente a los demas sistemas de comunicacién. Llevado por su plena conviccién, MARTINET acaba por formular lo que entiende por lengua en los siguientes términos: «Una lengua es un instrumento de comunicacién con arreglo al cual la ex: periencia humana se analiza, de modo diferente en cada comunidad, en unida- des dotadas de un contenido seméntico y de una expresion fénica, los mone- mas. Esta expresiOn fonica se articula a su vez en unidades distintivas y suce- sivas, los fonemas, en nimero determinado en cada lengua, cuya naturaleza y relaciones mutuas difieren también de una lengua a otra. Esto implica: 1.°) que reservamos el término de lengua para designar un instrumento de comunicacién doblemente articulado y de manifestacién vocal, y 2°) que, aparte de esta base comin, como lo indican las expresiones «de modo diferente» y «difieren» en la formulacién precedente, no hay nada propiamente lingilistico que no pueda diferir de una lengua a otra. En este sentido es en el que se debe entender la afirmacién de que los hechos de lengua son «arbitrarios» o «convencionales» (4). EI consenso general de los lingiiistas se muestra anuente con esta interpreta- ci6n. Asi, entre otros muchos, pueden verse las interpretaciones de BENVENISTE (5), LAMIQuiZ (6), MALMBERG (7) y RODRIGUEZ ADRADOS (8). MOUNIN, en cambio, se muestra un tanto cauto al escribir que «...Finalmente, el reego que parece distinguir especificamente las lenguas humanas de todos los demas sistemas de comunicacién reside en lo que desde Martinet se llama la doble articulacién del lenguaje» (9). En otro de sus parrafos es mas optimista, porque «...£sta estructura de cédigo con dos articulaciones superpuestas parece no haber sido observada hasta nuestros dias més que en las lenguas naturales hu- manas. Todas las que han sido estudiadas presentan este carécter. Como contra- partida, ningGn otro sistema de comunicacién lo pose...» (10). Y, por fin, en una 80 de sus publicaciones posteriores, asevera que «Un tiltimo carécter especifico ha resultado ser tremendamente discriminatorio con respecto a otros medios o si temas de comunicacién: se trata de 1a doble articulacion del lenguaje» (11). 3.La posicion de PRIETO. PRIETO no admite la doble articulacién como caracter diferenciador especifico y privativo de las lenguas naturales humanas. En la Sistematica Semiolégica que realiza en la tercera parte de su libro Messages et signaux (12), baséndose en la doble articulacién que presentan los mensajes del cédigo lingiiistico, afirma que «...Puesto que un cédigo puede presentar o no la primera articulacién indepen- dientemente del hecho de que presente o no la segunda, y viceversa, es posible distinguir desde este punto de vista cuatro tipos de cédigos» (13). Estos, en breve, son: Primer tipo: Cédigos que no presentan ninguna de las dos articulaciones. Por ejemplo, «el cédigo compuesto de tres semas que forman las luces con que se ordena el transito en las ciudades». Segundo tipo: Cédigos que presentan la segunda articulacién, pero no la pri- mera. Ejemplo: «el cédigo de sefiales maritimas». Tercer tipo: Cédigosque presentan la primera articulacién, pero no la segunda. Ejemplo: e! cédigo de «las seftales luminosas que informan a los marineros, du- rante la noche y en caso de tormenta, acerca de la direccién del viento». Guarto tipo: Cédigos con doble articulacién. «Los representantes por exce- lencia de este tipo de cédigos son los Ilamados «lenguas», pero hay también cé- digos que no reciben esta denominacién y que pertenecen sin embargo a él. Un ejemplo es el cédigo que forman los nimeros telefénicos en Francia, al menos para los empleados de los ser Naturalmente, de entre estos cuatro tipos de cédigos nos interesa especifica- mente el cuarto, en el que se encuentran agrupados los cédigos que poseen la propiedad de estar articulados doblemente, y en el que PRIETO incluye tanto los cédigos lingiiisticos en general como otros cédigos no linguisticos. de los que nicamente menciona como ejemplo el de los nimeros telefénicos en Francia (15). Estando asi la situacién, gpuede admitirse sin reservas que el caracter de la doble articulacién que poseen los mensajes de las lenguas naturales humanas —tnica nota que nos queda por determinar— es el que las distingue de los de- mas sistemas de comunicacién no lingiiisticos? La respuesta a esta pregunta es muy importante, porque se trata de establecer si poseemos ya la nota diferenci —o una de las notas diferenciales— del objeto de la lingiiistica o si, por e! con- trario, hemos de seguir investigando hasta encontrar las caracteristicas que lo separan de los demés sistemas de comunicacién. at Incluso en el supuesto de que la doble articulacién fuera una caracteristica compartida por los cédigos linglisticos y algunos de los no linguisticos, todavia existiria una posibilidad de diferenciacién entre ellos. Esta posibilidad se funda- mentaria en el hecho de que, dentro del conjunto de los cédigos de doble arti- culacién, es factible realizar una clasificacién en cuatro subconjuntos © subtipos, baséndonos en la particularided de que tanto ta primera como la segunda articu- lacién pueden ser plena o parcial. Y aunque PRIETO no especifica estos cuatro subtipos (16), es facil dedu que las posibilidades son las que sigue: Subtipo primero: Primera articulaci6n, plena; segunda, plena. era articulacién, plena; segunda, parcial. Subtipo tercero: Primera articulacién, parcial; segunda, plena. Subtipo cuarto: Primera articulacién, parcial; segunda, parcial. Consecuentemente con ello —cosa que, por lo demas, es admitida por los lingitistas en general— las lenguas naturales pertenecen al segundo subtipo: pri- mera articulacién, plena; segunda articulacién, parcial (17). Resumiendo lo que llevamos dicho hasta aqui, las posibilidades que tenemos de diferenciar las lenguas naturales de los restantes sistemas de comunicacién —de acuerdo con el estado actual de nuestros conocimientos— se reducen a dos: a) Que las lenguas naturales sean fos Gnicos cédigos que tengan la propie- dad de presentar sus mensajes doblemente articulados. b) 0, si existen otros cédigos de comunicacién no lingilisticos que posean la propiedad de presentar sus mensajes doblemente articulados, que dichos ¢6- digos pertenezcan a algtin subtipo distinto de aquel al que pertenecen los cédi- gos lingiisticos. Como hasta ahora el Gnico problema viene representado por la posicion de PRIETO —cuya autoridad en la materia, por otra parte, es suficiente para tener muy en cuenta sus opiniones— se hace imprescindible estudiar el tratamiento que da al cédigo de los némeros telefénicos en Francia, con el énimo en dispo- sicién critica de verificar: a) Si su andlisis de los nimeros telefénicos en Francia responde a la rea- lidad, al menos —puesto que asi lo especifica— para los empleados de los servi- cios técnicos. b) Caso de que su andlisis responda a la realidad, comprobar a qué subtipo Pertenece. 4.—El andlisis de los nameros telefénicos en Francii , expuesto por PRIETO. Para demostrarnos su raz6n al incluir el cédigo de los niimeros telefénicos en Francia dentro del conjunto de cédigos que presentan la doble articulacién, PRIETO nos argumenta: «El sema 67.49.00, por ejemplo, es analizable en cuatro signos: Co 249. La clase de nimeros /67.——.—— y la clase de los mensajes en que se trata de un abonado del departamento de Hérault constituyen el significante y el significado del primer signo. La clase de nimeros J——.49.——/ y la clase de los mensajes en que se trata de un abo- nado cuyo «jack» se encuentra en el mueble 49 de fa central correspon- diente constituyen el significante y el significado del segundo signo. El signo — —.0— tiene por significante la clase de ntimeros |——. ——.0—/ y por significado !a clase de los mensajes en que trata de un abonado cuyo «jack» se encuentra en la fila 0 del mueble correspondiente. Y, por fin, el signo — —.—0 se compone de la clase de ntimeros /——.——.—0/ y la clase de los mensajes en que se trata de un abonado cuyo «jack» ocupa el lugar 0 en Ia fila respectiva. Ademas, los significantes de una parte de los signos que ‘componen los semas de este cédigo son analizables en figuras. El sig- nificante /67.——.——/ del signo 67.——.——. por ejemplo, es analizable en dos factores, /6 —.——.——/ y /—7.—-—.——/, los cuales, puesto que no corresponden a factores de significado, consti- tuyen figuras, y lo mismo ocurre con los factores /——.4—.——/ y /-~—.—9.—~/, de cuya multiplicacién resulta el significante /——.49.——/ del signo —~.49.——» (18) 5.—Consecuencias que se deducen del anélisis expuesto por PRIETO. Como consecuencia de lo expuesto, se deduce: a) Que PRIETO, baséndose en el anélisis verificado, infiere que el cédigo de los nimeros telefénicos en Francia es de primera articulacién plena y segunda articulacién parcial. Esta conclusién es altamente inquietante, puesto que identifica plenamente las notas distintivas de las lenguas naturales con las del cédigo telefénico, reca- yendo la diferenciacién Gnicamente sobre el cardcter vocal —oral— de los signos \gilisticos, carécter que ya SAUSSURE tenia por no significativo o no perti- nente (19). 83 Nos encontramos asi, segiin PRIETO, con dos cédigos —uno, lingiistico; el otro, no— que contienen las mismas notas distintivas y estén incluidos en el mismo subtipo de cédigos de doble articulacién. Dicho de otra forma, los dos cédigos mantendrian entre si relaciones ldgicas de igualdad (0, en caso con trario, poseerian otras notas, no descubiertas hasta ahora, en las que radicaria verdaderamente la distincién entre ellos) b) No menciona ningun otro sistema de comunicacién no lingiiistico que presente la doble articulacién, sea del tipo que sea; pero la posibilidad de exis- tencia légica de los cuatro subtipos sigue déndose, aun tomando tan sdlo en consideracién el eédigo lingiiistico. 6—Aspectos confuso: Por lo pronto, existen algunos aspectos confusos en el desarrollo de la ex: posicién del andlisis realizado por PRIETO: —{Qué se entiende por mueble cuando PRIETO dice que «el signo ——— —0— tiene por significante la clase de numeros |— \—/ y por significado la clase de mensajes en que se trata de un abonado cuyo «jack» se encuentra en la fila cero de! mueble correspondiente? —Igualmente, ,qué se entiende por mueble cuando dice que «la clase de ni meros /——.49.——/ y la clase de los mensajes en que se trata de un abonado cuyo «jack» se encuentra en el mueble 49 de la central correspondiente. ..»? —{Qué diferencia existe entre el significado del signo —-———.0— y el signiti- cado del signo -———.—0 cuando afirma que el primero tiene por significado ta clase de mensajes en que se trata de un abonado cuyo «jack» se encuentra en la fila cero del mueble correspondiente y el segundo tiene por significado la clase de los mensajes en que se trata de un abonado cuyo «jack» ocupa el lugar cero en la fila respectiva? —i.Qué se entiende por fi —iQué se entiende por «jack»? (20). —Por tltimo, ,es cierto que los factores en que son analizables los signifi- cantes /67————/ y /——49.——/ de los signos 67———— y ——a9. respectivamente, no corresponden a factores del significado, es decir, no son a su vez signos? —Como quiera que el andlisis de MOUNIN (21), sobre el que se basa PRIETO para realizar su exposici6n, no arroja apenas nueva luz sobre los puntos dudosos, agotadas todas las posibilidades, no nos queda ya otra alternativa que Investigar en la realidad cémo esta estructurado el cédigo de los nimeros tele- fénicos en Espafia. 84 I.—ANALISIS DEL CODIGO DE LOS NUMEROS TELEFONICOS EN ESPANA 1.—Limitaciones impuestas sobre el andlisis. Todos los autores de andlisis del cédigo telefénico mencionados en las pé- ginas precedentes coinciden en limitar sus investigaciones unicamente a los se- mas (22) que forman los numeros telefénicos destinados a comunicacién auto- méatica, Dichos nimeros, como sabemos, corresponden a un sistema que posi- bilita establecer comunicacién sin necesidad de recurrir a la operadora para que se produzca el desarrollo del acto sémico. Al objeto de no salimnos de las reglas de juego fijadas por los diversos auto- es, nosotros, por ahora, también nos limitaremos a analizar este tipo de ni- meros telef6nicos. Evitaremos asi introducir elementos extrafios a los manejados hasta aqui. De tomarlos en consideracién, darian lugar a un anlisis distinto, con Jo cual los resultados que obtengamos no podrian contrastarse con los inducidos Por otros autores. 2.~A la biisqueda de datos. En una primera aproximacién al problema, nos hemos dirigido a la Oficina de Teléfonos que se encuentra ubicada en calle Feria, nimero 153, de Sevilla. Puestos en contacto con el personal de servicios técnicos, este nos ha ex- plicado el procedimiento de clasificacién que se sigue para localizar los teléfonos de los distintos abonados que corresponden a esa Oficina, Estas explicaciones nos han clarificado las cuatro ultimas cifras de las seis que componen el numero Provincial telefénico automético del abonado. Pero en cuanto a las dos primeras, el personal técnico solo sabe que remiten a una Central determinada, en la que se encuentran las conexiones a los teléfonos y a los contadores pertenecientes a los abonados de la porcién geografica que abarca la Central. A pesar de los repetidos intentos que hemos llevado a cabo en las diversas Oficinas telefénicas existentes en Sevilla para averiguar la significacién de esas dos primeras cifras, nos ha sido imposible conseguirlo. En una nueva tentativa, hemos acudido al Centro Regional para Andalucia, sito en Plaza Nueva, ntimero 2, de Sevilla (23). Alli, por fin, el Delegado del mismo, Sr. Chazarra (24), nos aclaré el porqué de estos dos primeros digitos de la serie de seis; y, ademés, el de las tres cifras que forman el prefijo que es necesarlo anteponer para establecer la comunicacién interprovincial por servicio automético. En conversacién posterior mantenida con el Jefe de Personal del mismo Cen- tro Regional —Sr. Martinez Ruiz—, quedaron resueltas algunas dudas que resta- ban sobre el funcionamiento del sistema, asi como la significacién del prefijo a marcar para establecer las comunicaciones internacionales, servicio actualmente en vias de establecimiento con la mayor parte de los paises de Europa (25). 85 48. 17. 18. 28. a. 23 a. 32. 3. PRIETO, Luis J.: Mensajes... pag. 181 Segunda articulacién parcial, a causa de los supraseymentos 0 prosodemas de Ia lengua. que no ge dejan —por lo menos hasta ahora— analizar en unidades distintivas Mensajes..., 180-181. En cuanto a la terminologia utilizada, es necesario advertir. para evitar econfusiones, que, para PRIETO, «soma» —término que toma de BUYSSENS— no es equivalente ‘2 srasgo seméntico distintiva pertinente minimox, en el sentido de POTTIER, LAMIQUIZ y ‘otras; ni equivale tampoco a «signo lingbistico», sino 2 un senunciado de la lenguas, Mientras ‘que «figuras —término que toma de HJELMSLEV— es la designacién general que utiliza para denominar a las unidades distintivas, no significativas, de cualquier sistema semiolégico, [as ‘cuales, particularizando a nivel de lengua natural humana, conocemos oon el nombre de «fonemass Véace Curso..., pags. 51-53. EI subrayado es nuestro, MOUNIN, Georges: Los problemas... pags. 146-147. ‘Sema se emples aqui en el sontido dado por PRIETO. Véase nota 18. Recientemente trasladado a Rubén Dario, Hoy Subdirectar de Personal de Ja Compaiia Telefénica, en Madrid. Véase la Guia Telefénica de Sevilla y Provincia, aditada por ta Compaitia Telefénica Nactonat de Espaiia, Madrid, Edicién 42., Marzo, 1977, pg. XLVINI ‘Agradecemos aqui, tanto @ los seiores Chazerra y Martinez Rutz, como al personal directive de la Standard Eldctrica y a los técnicos de las distintas centrales telefénicas de Sevilla, ios datos que tan amablemente nos han facilitado. Véese PRIETO: Opus cilt., pig. 180, y MOUNIN: Problemas..., pags. 145-147 MARTINET, Jeanne, en Claves.... pég.211. renuncla 3 tener en cuenta este mayor grado de conocimiento cuendo nos advlerte que «no consideramos aqui el hecho de que este grupo sea descomponibla més adelante, dosde el punto de vista de la Central», prefiriendo mantenerse fen el nivel superficial que representa el conocimiento del sistema por parte de los usuarios del telefono. Cada (—) equivale a una cifra. Come muy bien indica Jeanne MARTINET, en Claves..., pég. 211 MOUNIN y PRIETO tienen en cuenta este hecho, si bien no lo explicitan: Jeanne MARTINET, en cambio, no lo hace y. como conseduencla, clasifica ol cédigo como perteneciente a [os do Goble articulacién, ambas plenas, aunque el subtipo haya que deducirlo a partir del esquema que realiza. Mueble, en el andlisis de MOUNIN y en el de PRIETO. Términos bien definidos en el andlisis de MOUNIN, pero no en el de PRIETO. que emplea fila para ambos, estableciendo esi una anfibologia. No obstante, MOUNIN confunde los dominios determinados por la Gia, Telefénica desde of punto de vista de su red comercial con los lugares do recepeién de seAales que son las centrales, las cuales corresponden a una divisién técnica. Jack, tanto en PRIETO como en MOUNIN. En ambos casos el proceso se ha contemplado desde un punto de vista semasiolégico Op. cit., pég. 210. Véase GRACIA, Francisco: «La teoria de la informaciéns, on Francisco GRACIA, editor: Presen- taclén dal lenguaje, Taurus, Madrid, 1972, pg. 70, donde ademas existe un esquema similar al realizado aqui, aunque destinado @ domostrar los distintos procesos de comunicacién que se an desde que ol emisor habla a través del micréfono hasta que el receptor percibe los sonidos linguistioos @ través del auricular. Las rayas representan aqui series de Impulsos, mientras que los puntos estén por los propios impulses. El signo (x) tiene por misién posibititar 1a looalizacién de la posicion de {a figura del imputsw ‘a la que hagamos teferencia dentro del signo analizado; viniéndonos asi dado ol momento temporal correspondiente ta figura del impulso en cuestién, 1a cual, para su justa interpreta: pamientos numéricos, significativos para él, de: —sProvincias». Por ejemplo, 956 = «Provincia de Cadiz», en el numero 956762314, 0 en cualquier otro nimero que comience por los mismos tres digl- tos; 954 = «Provincia de Sevillas, en el nimero 954357980, o en cualquier otro que comience por tos mismos tres digitos; 91 = «Provincia de Madrid», en el niimero 913476562, 0 en cualquier otro que comience por los mismos dos digi- tos; ete. —+Nombre de un abonado». Representado por la serie de nimeros de seis cifras (excepto para las provincias de Madrid, Barcelona y Valencia, que son siete), correspondientes cada uno de ellos al teléfono de un abonado. Por ejemplo, 379645 = «Rodriguez Pachén, Juan»; 258402 = «Lozano Pérez, Manuel»; etc. Es decir, un usuario del teléfono es capaz de llegar a descomponer en dos signos el sema que constituye el néimero telefénico nacional de un abonado. Asi, es capaz de dividir el sema 954379645 en los signos 954 | 379645 donde 954 = «Provincia de Sevillas, y 379645 = «Nombre del abonado». Y en general, para todas las provincias espafolas (menos las de Madrid, Bar- celona y Valencia), de la clase de semas resultarén los signos donde ——— = =Provincias, y «Nombre de! abonado», siendo pertinente el orden de sucesién de los signos (30). E incluso puede flegar a aislar las dos primeras cifras del segundo signo, identificéndolos como denotativos de una Central telefénica determinada. Por ejemplo, en 379645, 37 = «Central calle Feria, de Sevilla»; en 258403, 25 = «Cen- tral calle Marqués de Nervién, de Sevilla»; etc. (31). De donde resultaria, toman- do como ejemplo e! primer numero, la division 37 9654 donde 37 = «Central calle Feria, de Sevillas, y 9645 = 2, siendo pertinente el orden de sucesién de los dos agrupamientos. Y, en general, para la clase de nuimeros de seis cifra: De donde: -- «Central», y —---- =? 87 Pero con todo elllo, lo nico que podemos afirmar es que el usuario del telé- fono se ha iniciado en el andlisis intuitivo del sema que constituye cada uno de los nimeras de teléfono del servicio de comunicacién automética, no que conozca perfectamente el funcionamiento y caracteristicas del cédigo telefénico. Sin realizar un anélisis metédico que nos muestre coherentemente y de mane- ra exhaustiva el funcionamiento del sistema no se puede afirmar —partiendo de las divisiones que de los semas telefonicos realiza el usuario—~ que el codigo te- lefénico es de doble articulacién. Hay que profundizar més. 3.2——Segundo grado. Reunidos los distintos datos obtenidos en las diversas consultas realizadas al personal técnico de los servicios telefénicos (v. Il, 2), podemos ofrecer, a par- tir de sus explicaciones, una descripcién del sistema en funcionamiento, al objeto de adentrarnos mas tarde en las caracteristicas que presenta. Para ello nos cefiremos a la comunicacién telefonica automética en el inte- rior de la nacién —dejando de lado, por el momento, la comunicacién interna- cional—, con lo cual nos encontraremos manejando semas constituidos por nt- meros de nueve cifras. Al objeto de realizar la descripcién empleando un ejemplo concreto, supon- gamos que un usuario de cualquier otra provincia de Espafa quiere comunicar con el abonado del teléfono 379645 de la provincia de Sevilla. En este caso tendrd que anteponer el agrupamiento 954 al némero 379645, con el fin de formar el ni- mero nacional de dicho abonado, quedéndonos constituido asi el sema 954379645. Este sema llega a un cerebro electrénico, que interpreta, por la primera cifra {en nuestro ejemplo, 9 — — — — — — — — }, que se trata de una comu cacién nacional, pasando el resto del sema a sucesivas méquinas «traductoras+ que, cifra a cifra, iran encaminando {a sefial. Las méquinas «traductoras» analizan los dos primeros digitos de la serie restante, para determinar la ruta a seguir por la sefial, averiguando, por el prime- ro (en nuestro ejemplo, — § — — — — — — — |, el centro regional, y, por la segunda (en nuestro ejemplo, —— 4 — —— — —— J, la provincia, Estamos ya en la provincia de Sevilla, a cuyo Centro Provincial ha legado el resto de la sefial: 379645. EI «traductor» provincial, tomando a primera cifra del nimero 379645 (en nuestro ejemplo, — —— 3 — — — — — ), determina la central a que va des- tinado; y, el correspondiente «traductor, analiza la siguiente (en nuestro ejem- plo, — —— — 7—— —-—), enviando el resto a la unidad que corresponda dentro de a central (que, en nuestro ejemplo, se encuentra localizada en la calle Feria, de la ciudad de Sevilla) 88

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