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LA CAIDA DE TROYA MITOLOGIA ‘GREDOS (© Marcos nn Stacher por eto de nove (© Jan Csloy Moreno por el texto des priv dl ita. (© 2016,RLMA Contnidos Edens y Ahora, SAU. (©2016, RBA Coleone, SA Resi: EDITEC Dic cobet: Doren Ma Dsto meson ctlensio Threciones Pia Mie ota achivo RBA. ‘Ais en mtg csc Lara Lace ‘Asoo arta contin: Mares an Since y Sania Oe ‘Resende odors derechos Nngun pare de sta pbliacign puede sr erode, sce ans por singin mado sn permio del editor. SBN (0.C)-978.84-173.8642.0 ISBN:9TEA73- 67144 Depot ea 7200-2017 imprenen Rode Apres en Epa — hed ia Sai «No os fies, troyanos, del caballo Se ello lo que fuer, temo a ls dina inluso en sus mismos ones, dijo Laocoonte, y gitando su imponente lanza com poderoso impulso la dispar al costado 17a armazéncombado del caballo. Exeios, Vincnso, usno It — _— DRAMATIS PERSONAE: Se ‘Armin ip de Hsin ay cra aa Fite rin de Fase, cere ors ble, asic ~ey Yeap toca con Halen, eae een 3 come eden os ce ome et [Defrowo ~ principe troyano, heredero del trono ips tage Pati eneral del ejército de Troya como sucesor de Abst yd pero dad de Mics hermano gentle de Togs mayor de Mencloy jf supremo del grcitoheleno en CCasaxona— hija de Priamo con donesproféicos a oy def que nadie cree por maldicién de Apolo. ‘sey de fe clad pore ingen cual eure eT ee a ay fgets, " toad NeortGunio~joen hijo lone he Agile rian [a ts i de Ec jo dl conigene dle aidmen eee ‘Fiocreres ~ rey de Melibea, que fae herido en el viaje de ida aThoya y qued6 rezagado en aisha de Lemnos, ‘Cauciete — poderoso adivino que aconseja a Agamendn, Tt ineraeratea) ‘Nisroa ~longewo rey de Pos cuyo consejo es espesdo ‘en toda bs Hélade Zeus ~ rey del Olimpo y seBor del universo, el mis poderoso de los dioses. ‘Arent ~ diosa de la sabidoria y la estrategia, Los troyanos favorece al bando heleno por animadversion 4 Paris, que le negé la manzana de Eris, la ‘Priawo y Hifcuna —longevos reyes de Troy, célebres por Aiscordia, su generosiad, padres de mumerosos ‘Ants ~ sanguinario dios de la crueldad en la guerra, ‘Anpréveaca ~ viuda de Héctor, primogénito del rey Priamo favorece al bando troyino por su relaci6n con que cay manos de Aquies, Afrodita, one GUERRA SIN FIN Dirt ln stimas de bronce dese ao yo rnismo que un torrente salvaje que se despeia entre las piedrasy choca hondonada abajo, repiqueteaban ateradores en ls escudos, rrancando a los hombres un canto discorde de aullidos y estertores. Pronto Tos helenos se replegaron. con grandes dios hasta mis alli del alcance de los proyec- ‘les enemigos, donde se esforzaban sus jefes por volver a agruparios ante los vitores de triunfo de os troyanos sobre Ja maralla, Ulises de ftaca iba y venia entre la mulitad de hhombres cubiertos de polvo y salpicados de sangre, jadean- ‘es, maltrechos, exhaustos. —iAmigos! —vociferaba—, (Sed hombres y aprestad vyuesto fornido corazén! Teneos mautuo respeto en la esfor- ‘ada batalla, pes de los que se respetan, més se salvan que sufen Ja muerte y de los que huyen, ni se ala la gloria ni ‘ingin anxlio, a an 9008 Sin embargo, bien vein que las fils de Tos suyos estaban desea a nas se oan orpemente ys amen 4 las expadas apagaban pronto su estrépito y mostraban sa hips Conidae ompian em pena bt orld utara de las cortes de las armaduras, ls escuds se par~ ‘dan sin poder soportar mas el sordo golpe de las jabalinas, Se aflojaban los curvos arcosy as lechas caf desfallecidas por el scl, Pore contrario,cvilba el tacene, 3 bien Ia Peftenca troyana también estaba en difculades, sa tropa ombatia sin reposo porque defendia la patria amada y sus fuming y as lograba maitener a Jos altantes 2 distancia El décimo ato de goer estaba corriendo y la mocrte insacable sega arrecando aote las murals, donde se aco- thetian helenos y toyanos y se aniquiaban sin pensar en Gque hubiera un dia de mafiana, pero todavia Troya enter ‘Senta sobre firmes cimientos, se manteniaen pie gracias us trees soberbias en tanto que el ejécito de los aqueos fe agiaba fuera en expantoso fummulto. Habian dejado los frigos de dstribuir sus huestes por diferentes partes y se oncentraban en una sola para presonar con mis fuerea y ‘Genar 53 lenta sangria. Tampoco buscaban la batals en cam~ po abierto los toyanos, sino que los acosiban sin descan~ 30 desde lo alto de los parapetos y las torres, desde donde Ianzaban cada vez menos flechas y venablos y mis picdras arrancadas del suelo y de los edifiios abandonados por la derapaticin de sus inguin. Lega la hora en que el ledador baja sa brazo cansado _y buses el refeico de la sombra y vio Ulises, desde su posi- cid replegads, que el staque paecia aortunado en el pun to de la muralla donde asaltaban los mirmidones al mando ome “de Neoptélemo¢l hijo de Aquils,a quien habian ratdo de ee oros ia isa de las bells vrgenes. Aunque el michacho no tenia vello todavia cn sus mejils, mostraba el vigor des pa~ ey los de Fi lo segufan como si fuer su antiguo jefe, aun ue ert un guerrero inmaduro yl confianza en sa juventad J en su animoso coraz6n lo confindian en ocasione. ‘Alles arqoeros habian ido limpiando de defensores las ‘amenas, ora ahuyentando a unos con las flechas y ora eeribando a otros con certeros dsparos. Viendo una par te desiera en el parapeto, Neoptélemo mand6 arrimar al smu una escalera. Subieron los suyos por ella llenos de Zrdor combativo mientras se protegian con el escudo de los dlardos, ls jabalina y las piedras que intentaban alcanzarlos por los costados. Como se acercaban a la cima, se conven ieron los atacantes de que estiban prontos a penetrar y abricbrecha, pero cuando el primero de ellos se asomé para «char una mirada al interior de la plaza, le aparecié delante cl oyano Eneat, que era hijo de Anquises de Dandania y yyemno de Priamo. Hiaba estado vigilando la maniobra ala espera de que el enemigo se apelotonara en la escala. Entonces manaron los efersores en tropel por todo el parapeto, dets del cual habian permanecido escondidos, y lanzaron una lluvia de Piedras bajo cxyo peso se rompié la escala, Un rugido f= Yor de entusiasmo recorié las marl al ver als griegos lesplomarse y quedar aplastados en el suelo, Neoptélemo, ncolerizado, corié hacia ally, legando donde perecian Sy ommiros, dpa su venablo hacia Enea. No fas Sennen bien lamest dea por encima el euro . Porque el troyano lognd apartase a tempo y ome Guns po Nee apr alan nin de ds eens cafe neo Ja lanzada atravesd el pecho del que estaba deteés, que cays a las calles de la ciudad como un pichén alcanzado al vue~ to, Correspondié el caudilo dardanio arrojindole una roca. ‘Aunque el joven griego incentd hurtar su cuerpo a ella le scertS en fa cadera, donde le produjo un desparro. Se des- plomé de hinojos el herido al punto fueron a buscarlo los soyos par alejaclo de la Iluvia letal que ya se preparaba en lo alto. Neoptélemo no podla apartar los ojos de Eneas mien~ tra los suyostrdban de para lear de la murall, —zCrees que eres mis valiente porque combates con pie- dzas desde Jo ako, como un pastor de cabra?jSi eres hom- ‘re, ven armado ante la puerta y prueba tu lanza con el hijo de Aguile! No se moles en replcarc el dardanto, pues Ia defensa de 1a ciudad lo Hamaba 2 ot Tugar del muro. ‘Observando los sucesos que tenfan lugar, Ulises se conven ‘6 de que los troyanos andaban tan escasos de armamento «ue ya no podian seguir ocaltindolo, Entonces se le ocurrié tuna idea que vais Ia pena poner a prueba: mand6 a sus sol- dados que levantasen los escudos por encima de las cabeza, apretindose unos junto otres, de modo que el conjunto parecia el techo aboredado de una casa. Protegidos por la cubiertaacorazada avanaaron las huestes griegas formando tum solo cuerposin separarse made del vecino,en drecci6n a las puerts del oe las que miraban al campamento griego. ‘Apenas vieton de cerca las grandes tores que protegian el acceso, volaron hacia sus cabezas oscuras nubes que taian Avia de muerte. Debajo del tejado de excudos,escuchaban clestrundo de ls picdras,echasy lanzas que cafan sobre ellos y rebotaban sin herir a nadie y los bramidos de Ulises ome mponieado sus 6rdenes sobre la confusin de fuera. Asi lo- los helenos apreximarse als puerta. ‘Viendo desde la distancia c6mo legaba aquel bastion in- conmovible a la entrada de la fortaleza, la alegria lend el Corazin de Agamenén de Micenas. Corpulento y cecrino, dl comandante supremo del ercto heleno conterplba el asilto en laretaguardi,subido a su carro al lado de Menelao

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