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5. La posicién contratransferencial y la contratransferencia (1989)* Bn este ensayo me refering In actividad psguies del analista durante la sosin,ycon es in expands ol eoncep- ‘ode posiccn contratransferencil, No wlifizaria un nnlo- ism sino lo considorara ms apropiado para etude los problemas planteados po la eoatratransferencia tal como Tos juzgo en el presente, Después de todo, la contrateanste- rencia ha sido objeto de diseasones en my diferentes com text y no es un cone inequtooro. No haré na reset Irotrie dol concepto ni una enumeracin de ls teferen das bibliogitieas, sino que me imitaré a expaner algunos aspectosesencales para la comprensign demi angumento El término -contratransforenia- puede denotar no slo tos aspectos neudtios irresuelts dol analista, sino tau in su fancionamsentopsiquieo inconscents “Entre los peimeras analistas quo eaaron el concepta de ‘ontratransfrencin estuvieron Annie Rekhy Mangare ite tle, pero sus posiciones respectivas siempre fueron muy dierentes: In primora reserva el trmino exehasivamente para ls aspeetae neurstizey ieeaueltos del analist afi ‘a, en un tno de pronundiade eae pomico, que seam posemintio no debe amplianss, mientras que Littles pro- pone mestrar queef anaista impersonal es wn mito, Hein ich Racker adpta de manera expla esta stgunda posta "rtcamo punto de partda. La cotravorsia ha divi tal extrem al mundo analitic, que ol eo del eoncepto de con tratransferenca sugiere neurosis por fo fant, sel tri + na vr nas eee dt tf rsa nel Ca ‘Gia ea Sad Poca de Prue a de de avienbe de 188 Hl aodestecapl care Ie venin enplen pblen 12 no se emplea en un sentido mus general, ex inevitable que surjan matentondidos. En 1948, Heinrich Rackorley6 su trabajo -La nearosis de contratransfovencia en la Asocicién Psicoanaliticn Ar- tentina, Por medio de diferentes ejomplos, mostra allt atric epic dl analista yal mado on quo esto resuelve ese complejo de Elio directo e inverso pueden ‘ondivionar su aceptacién de fo que el paciente tiene para decir y lo que no pucde dei. Racker no pablios ose estudio hasta 1952, porque sus colegas consideraban impradente dar aentender quo un analistapodiaestarsletoa losefte- tos de su propia neurosis Ras obra ltaror, Kacker et i6 el funcionaionto peiquico del analist sin pelar al ‘eoncopto de neurosis, Como semis, Dold Winnicott ee- ceibig oI ada en a contratransferencias en 147, en tanto ‘que Paula Heimann pablies su eélebre trabajo -Sobro Ia conteatransfereneia» en 1950, Estoy en dea con los tes autores aqui meneionades, aun cuando el enero de n= ‘ratransforencia que expango haya sulride wna transforma én austancial, Consideraré ahora la naturaleza de este nuevo punto de vista e intentaréjustiea por qué he a= fiado un nealogim, Para empezar, queria seal qve mi opcién fundanen tal a eonsstido en veloirme al actividad psien globe delanalista, puesta al seviein ele escucha de lo quel pa ‘ientediovo no pusde vir durante ta ced. Ba tv psiguin se conta en la Fanci analiten yen cuanto est Angi Ta escueha del diseurso del paciente, las posilo- nes del analista y do este ultimo son disimétricas. Algae concopeianea de Ia catratransferencia sigioren, sn en ‘argo, una posicin simedrica intereambiable para aii protagonists. Bsa es una de las tres razones por las quo ‘blo dela posiién del analista La sound ronin es que el nalistase orienta en reac on st conteatranafrenci, y Ta tercera, quo su manera de orientarseimpiea in analisis desu conteatraneforeneia como el resultado de una eacion dialéctienentrodiforentesfatores.A se ver, a posi con Atatransferencial se mxifiea pore hecho mismo de ana: ar est dialetica 6 ‘odo lo antedicho juste la idea de una posiisn, Por ‘906 no hablar, entonces, simplemente de ln posicién del nalista? Puosto que estamos interesndos en la vctividad siquien global de este, una actividad cuyo objetivo es res faurar To que correspond a a histaria dele transferencia, me parse proferible dara ez psiin elealifcativode con {tatrnnsferencal Este término se just, antetdo, ala Ke sca dela pritiea analitien. Dado que nesta inquietud es brir una nuova perspoetva, y na meramente asignar un ‘nuevo nombre a un concept (qu, en to eae m0 ene ‘quo, la ncufacidn de un neolegsin, en verde exacer- ‘ar la Babel psicoanalitien existent, tent un facto osc recede Para sinttizar,defino Ia posicién eontratransferenial ‘como toda la setividad psnen del alist toniento res taurar lo qu correspande ala historia del tansferenca, Hea posicin depende de una causalidad diate, ‘Meceupo ahora dolas psiblescostuencias quepara la teoria ya prctica analiticas tne In asec del coneepo ‘do contratraneterencia , sean inc, de In psicién cone tratransferencal. Aunque el analits, pr razones ted, tonsidere quel cantratranaferencis no cuple papel alu ‘no en el tratamiento analitio se situars no obstante, en tuna posicén entratransferencil, En mi opin, una te ria de esas earacteristiens career de un coneepto ope 14s al anaista soir le movimiento desu propio fa ionamientopsiqui durante el anise del paciente , por 1o tanto, ledifcltaré modifier. Como desenace de este nso hipottico, me parece, elanalista tender a noescuchar lo que, proveniente del paient,amenace susctarle displa: cer. Sin embargo, muchos de los enigma plenteaos por transfreneia se resuelven,fnalmente, porque el analista Aeseubre los comionzos del displacer en a contratranste runci y sue esa pista que oe ha rovelade de manera ines pera. ‘La superacicn de Ins resistance ala escucha de algo ‘quo genera displacer implica un exigente trabajo psfquion, tanto del paciente como del analist, Este estado platen esa hipétesis en profunddad y enextensin, En ls capt % {os 2 10 e fect el examen dels resistencias nariss- tas dl analista) En este sentido, algunos dels anaiss ‘quo on sus poblicneioneeaceptan I idea ele ceteatrans- ferencia, adoptan una conopeién mas Kneal gue des eats pique. Ba otrescasos,cvando ve espa Ia concepin dint de ea easalidad, el término seon- ‘ratransferencia> se reserva para un momento particular el vincul causal Consiero que ese enfoque es peste ‘mente legtimno, con Is nica conden de dein con preci ‘én nucarestérmin. Can eae objeto, examina algunos ‘de esas puntesde vista weer de a contatzansfeenci, 50 bela bse de mi cenceptaloacn mis general de a post clin contratransferencial. Kato me permitira —ast lo espe ‘o-~ ietificar graioslment le fatarea involuerados on Ta determinaién diaietica de esa psiion En primer ugar, la posi contratransforoeil noe, simplemente, una cveatin de conlictos neuretcce dl an lista, Estos ton losconificts que el analistaha elaborad en ‘4 propo anlisiy qu ine en enenta cuando interfere fen Ta fancién anaitiea En cas de ronetivart, no le impi- ‘den necesariamente tomar en consideraicn otros factores, mientras que el aspect neuritic poe jastamente evar Toa no reconacer los demas factores intorvinients. Miss adelante me ocuparé de este punto. ‘a posicin contratransferencal no slo depende de la tranafneneia dol pasiento, aunque eta tina cumple wn papel evencial. Tampoco puede definirse como ereain ex ‘hus del patente, Al especo, sin embargo, debemvs dar ‘lmerveidoeritoa Pala Heimann (1950), quien, precisa rmente por considera que la contratransferoncia ra gone ‘ada por el pacente, super le proseripidn del uso del tr ‘nino veontrabansferencias para cualquier otra.cose que no fueron le aspectosiresulto de la neurosis del analista Por otra parte, ero quo el pacieteno puede susctarla res: ‘mest del analist, sine Gnicament Las condiciones pars {que esta respond con su propio Tuncionamiento psiquica Porejempe, sicremnosquolos senimientos delanalistaco- _rrespanden exaclamente, sin mediacin alguna, nloseonti- ‘nieritor del pacente, ert consideracin tena consecaon- 96 ‘ns orien y préticas. Noo cat, empero el lugar opera: 1 para diseutil, EB concept de posicin contatransfurencial noes algo Infable a to cual ol analsta pueda reeuri para ahcrrar- 0 el inconvenionte do pensar problemas metapscogies complejos. Desde esta dpica,el date no puede ino emp ‘recerse sie analisa se limita a sara eaceones con ‘ratransforoncialess para discutir problemas psicoanalit- «sen verde tomar Ja contratransferencia como punto de rtida para la explracion de un sistema ms complejo. jue, por end, fa posicin eontratransferencial nose de fine eelusicament pr el fecto del anaista, aun la an ‘sia y el aft sn esenciadesen su concen, Mis ae- Tante examinaré este problema gon referencia al eintoma contratranaerenca 1La posicién contratransferencial ya presencia psiquica del analista He sefialado que Ia presencia o ausencia psiquica de ‘nalistadeberia tomarse come un inca dela positon ‘otratransfrencal Faimberg, 1989). El examen de ete parémotro puede sufrirlainterfereeia dela polnicentre ‘analistas, quienes a menudo avid el dea del date ‘en compartimienie estancos,no pocas wore delinitados en ‘érminos idecigios. Bn Francia, las consideraciones sobre eatatos del objetoen psicoanlisisy el emnepta de contra- ‘ransferencia se derivaron de la erten que Lacan ho dal ‘oncepto de salt sis de Balint (1968). £1 probloma que surge de los antecedents histrios de texte polémica radica en que no ste distinguirse entre fo dea deta inadecuacin del jet paia satsfcer la plain (de ah el oncept de alta idea de ta presencia oausen ia paiquica del anaista. Coinco co la opin de que et beta es inapropiado para satisfaee por completo la pul sin fn de entender mi angumento,esimportante no con- undir laden dela presencia prigica del analista con lade Inadocuacin del objeto. Como la posiiéncontratransferen- ial depende de un gran numero de factors eamplejos que ‘stin dialctcamenteinterrelacionades, ahandonaremos el ‘métedo de explicar lo quo esa pcieién no os y eonsiderare- gs os factors que la eondicionan en sus aspects positives, "BI primer factor rolevanto es el ciseurso del paciente —no abla e que dee, sin también lo que no dice, que de- termina el modo de eacacharlo del analsta, El dseurso del pciente desperta en ol analista una forma de funcina- ‘mientopsiquico que le ineumbe analizar para dstinguie Io que depende de si misme de lo quecorrespove al paciente. Hse es, desde luego, el fundameato dela recomendacion de Freud de que el propio analista debe haberse analizado. Sin ‘embargo, me paroce obo que ol andlisis de n posi con ‘ratranserencaldifriré sein ls caraeterstcas persona Jes del analis, arlacin que este ha tendo eon su psio- _analista (que consttaye au propia historia transfeencial y Tnrientaciontecrice que ha adoptado come reaultado yal ‘servicio do su préctica, El contexto personal ser tan importante come I fiia- cin anaitc,y Ia posi toric, 2 mi eter, tone qu vercon ambos. Encuantoa la fliacin personal, asearacte- ‘tien individuals del analista pueden inducirlo a prefe- ‘ir una posicin tren a otra porque ce ajusta major a su ‘propio mul defancionamientopsfquieo. Paro esa posicin twsrien tambien est aaa as Milan aalitia, en euan- tw esta ebulta do lo que su analstay sus supervisores Io Than transmit, Por supaesto, tanto las eupervisores como ¢L psioanalista del analista son esabones en la eaten de Jn transmision psicoanalitica, yl son de-un mao dl eval os protagonists no siempre sn conscintee. dos sabomos aque las caracteristicas del movimiento psicoanaitico dite ren segun I region geogrfien. Bn Francia, Michel Neyravt (4974) mjors nuesten comprensin del problema al apun- tar quo, en la practical contratransferencia anticipa lt ‘ranafereneia.Joyee MeDougall (1989) dostac la propen: inde In contratranaforencia a werear nueeas formas de pensemient, como ella misma dice, que nes ayudan a en: tender los trastrnos psicosomdticn de algunos pacientes. 100 ‘La posicion contratransforencial como sintoma ‘Tuve una pacente que indica en mwa efecto de ansen- da psiquicn: duranta ls sesiones, mi mente tend a diva- ar La reiteracion de esta situacdn me abig6 reflexions sobre mi posiién contatransferencial. Lego anaes ix ‘onstolaién personal, para idontifcar lo que eorrespondia ‘clay ver cules de sus aspectos se reactivaban, posible- ‘mente como conseeuencia de lo que la pacientedecia o no ecia A continuaein fr la hipstese provisoria de que mi ‘swseneia psiquiea era wn sintoma contratransferencal. Lt hhipétesis de un sintoma me planteaba la necesidad de de- ‘wetar ls te minoe dol elit, ‘Alertada por la ropatcie de ni ausencia pique, du ‘ante una sesinlgréreconcen en mi contateansforencin tun incipient aco displacentrs Ea la aanencia plgui- ‘una manra de uir de AP le pootre eu a conc- sli de queef sintoma contratransferencol ere dsplacer _ismo, ol cual, ecolto par mi suseneia paiquia, podria ha bor patado inadvertido. Ba virtud del anise ma posi- ‘in contratransferencal,pasé de una posiién de ausenca sigue a otradeangstiainepiente. Eleoncapttorica de posicin contratranaferencal tiene consecuencias en la rictica anaitica mi ausenea pique como anata dk rante la sesién exige una expliencn, En este cas, cone ‘tufa un sntoma contratraneforenial, que no pa expli- ‘arse con el postuladode wna correla uno. uno entre La ausenca psquica dela analistaylaausendia piqniea dela pacient, ‘A continua presento la reeonstrucién aproximad 4a fragmento de una ssion en In que me di eventa de que ‘emprzaba a ausentarme paiquicamente Ia paciente habla. ‘baen un tono montane, apenas audibley un pondespetivo, ‘Anais; Pseuchema cnn me ha ata habland con vox mo ‘ton, muy queds yf deentenr, Brome sugar que pr ‘weed oes my pertanta mura he eazuchado ono Pasient: En toca, machine ween vente gue sted no See 01 Analista Come ext convent de qe ohana alguien que no ‘Snir on logue wled deo logue usted, eaponde ain ‘eran ae deantende por cemplote de Toque me cuenta. ‘Cuando pionsocn este fragmento, me nelinoadeir que, antea de que fuorn posible intoreambio alguno, ambas (a prcientey yo misma) nos encontrbanos en un esto de ‘outosuficiencia narcisista, y de ese modo oultabamos nues- tra deseaperanan ante la ineapacidad de eomunicarnos. La pociontegonerabaefctorpsiquicosen mi prcisamenteen onto que ella mas tera, porquedl vine en que se ba- ‘aba su relaién peiquica damostraba estar desinvestido. ‘Por consiguiente, el proceso picanalitico on au conjunto ‘ora oe rego. B andisis de mi poscin contratransfe encil me permits ditingui a desinvestra del andl tis como conseevenci do Ia transfrencia naresista no re. ‘unocia pot lo tanta, no interprtada, ‘La posicién contratransferencial y la funeién do «eseucha dela eseucha» ‘Les recursos qu tlize para romper el ereuovieioso re sultant de la auseasa psiqiea de los dos protagonists ‘on los concoptas do tranaforencia naresiata (qu se oxam ‘naen el eapttlo 6) y de poscin contatransferencial, que ‘eenuestro toma presente, ylafuncon dososcueha de aes ‘el resultad den dilésti entre logue el paciente dicoo no fice y lo que squel puede escuchar sobre Ia ase de a om pj ccuacin personal ya cebazada, La doa do eoeuchar a fscucha da pribrided als posicin contratransforencial dol ‘analita, en la maida en que destaca su modo de reese char In interpretacn tal como el paciente la rointorpreta, Para hacerlo, es esenial que el analistaanalice su psicén ‘contratransfereneal. stay convoncida de que Io que et prasiente no pando decir mediante actos flies, sucnos, 102 lencios sintomas slo pueda se ote desde la pois on ‘ratransforencal do analit, En nuestro ejemplo, al escuchar cémo ablaba a pacion- te pudimos define su manora de relacinarse cero uno re Jaci con alguien que estaba paiquicumenteausente i ‘terprtacin so conte entonces, en lo quola paciente haba iho; respuesta daba a entender qe no me interesaba ex lo que ela deeia porque no estab inteeanda en lo que ella er. En ete sentido, In paiente aoeplaba el contenido dela interprtacin, oro ta reinterpretabade wn ma dif ‘rene: yointerpretaba enol nivel del dein y ela reopendia nel nivel dl ber, La posicién contratransfereneial ‘ya capacidad negativa Racker (1953) utiliza le expres wdentiincin ome plementariw para denotar la Weatifeacion inconsciente el analista con tobe cone eal fo entific el pecente Banalista podrareconace ete tipo de identifcaign comm: plemontaria siempre que anslice su posicin contratrans- ferencialy tome en cuenta tees los faetores que e seal An, neue, de lego, propia tooria El concept tor. code idontifcaicn complementaria contre, au v2 al ‘reconoeiiento del identifcacin iconscentey fit 0 Analisis de la posicin contratransfrencal del anaisa, En 1934, antes do comenzar eu frmacin anaite, Ma on Milner lamé la ateacén sobre expresion acapacdad egativi,empleada por Keats, Come sabemes, Bion tom formulacon en eu oslo conteibasn sobre lt memo Faye deseo (ion, 1967. Por mi parte, ensidero que ln pacidad neyativa implies la adquisicin de une nueva ap. titud analitica, por la eul el analsta se sta aetvamente fn Ia posicin contratransforencil de no saber a fin de po der escuchar lo desconocido y dejarsesorprender po ela, to presupone a capacidad de cantener In anguatia de no ‘saber y de poder oriontaree en relacn on loque todavia mo 103, ‘ene representaion. Bo otras pals, ol analiat se pone ‘en a posicin eontratranaforencial de contencr el displaese ‘gencrado tanto por lo que el paciente reehaza de sf mismo ‘en cuanto displacentere como por lo que ain ew enigma, Para decniobrevementa, el analirta contiene en su posiisn ‘ontratransforencial una parte todavia no analiza dela teansfereneia, Sielanalistanolegracontener el sintoma cnnteatrans- roncaly no lo recone, tender aaa vex a rochaear lo que ‘saci displaceren ly probublemente decidir que sup Cente no es analizable.Fsto no signifien que todo paciento Josva, pero ln analizabiidd depende de ambos protagonic- tas, pacientey nalist,y no sade primero Precisamente por cea rain, clans de a pases oontatransferencia tiene implieaciones en In esfra de lo que me gusta lamar ‘tia psicoanlitin, Cuando decides aceptar un pacien: te, uno de os crteros de que ns valemos eonsistcen dater- rminar sil sufrimiento que ese paciente nos comunica se ppormediode a pelabras ode os silencio) pci ser conte- nido por la posicin contratransferencial. $i tomamos una ‘decisin psitiva,habremesayudado crea las candiiones para transforma lo indecible en docile. El aepocte étion fiene que vereon el hecho de que est deisin exge un ane lisis iguroco de nuestra constlaiin persons, que nes p= rita evaluaesi tenemos apitud pars poner must farcio- rnamientopsquica al servicio de exe pacienteen particular ‘Cuando dectinamos aepeara un paiente, a weit pole gnifcar yo no pedo sr su analists,y no necesariamen- tavaated es inanalzablo-- Me parece quel aspect tio ra- ica aqui en que, al reconocer nuestros limites, permitinnas al pacionte basear un analista que sea ms eapaz de ayo. Garle. Sin embargo, debo subrayae que eto no skgifion qu toda persona sea analizble Quiororefrizme,finalmente, a algunos pacientes que suseitaban en mi, de manera reptitiva, sentiments qa ‘onvergian en una posicn eontratransferencial que inter- ‘rete como una psicién de desesperanza. Tuve la suerte de ‘ode consulta enson de ata inde con Jose lege, gion ‘no sf on 1962, euando no era habitual pencae asf que 104 1 sontimionta inconseiente de culpa de osae pacienta le Inacia sentir que no tenien derecho a toner un anda y cambiar (vésre también Medel, 1965). ‘Bn conclusién dir que, como en la tragedin greg, nanos pacintes relizan su destin ereando en forma in conscionte unacituacia analitica imposible. Parndeshacer Ja malla del destin ineluctabiees necesarioreeanocer, ana- leary transformarla poseia conteatransfereneal finde rovola el grado de repoticin tranafeencil en el prise {el funcionnnientopeiquco del analista, Pero no podemos Alshacer lo que omitimos recanoer "Tl vez la pregunta: {Cul o¢ mi posicin contratranse- rencial?s sea, e menudo, a nica que pueda avdarnos a ontestar a este ote interrogante: fe onalindileexte pa a posicin contratransforencial een iltima instancia, 1 punto de encuentro de a intrasubjetividad, la intorubye- Woda y la metapsiologia. Por eso es abaolatament on. ‘al que examinemos nuestra poscin conratranefrencial 105

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