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POLITICA
Julio Pinto (compilador)Carfruto 3
EL ESTADO
Juan Manuel Abal Medina (h)*
Facundo Patricio Nejamkis™
Introdnecién
El presente capftulo se propone trabajar sobre un concepto central para Ja ciencia
Politica como es'el de Estado. A los efectos de ser diddcticos eilustrativos, pero sin que
80 signifique perder de vista la complejidad de la temética, hemos establecido un orden
gue nos permita acercarnos a la problematica ea cuestién.
Para ello, en la primer parte, nuestra aproximacién al fenémeno serd en térmninos
concepmuales. Ello implica un doble trabajo, En primer lugar, establecer las coordenadas
teéricas pare la aproximacién. En segundo lugar, construr una definicién del concepto a
partir de la identificacin de'lo que entendemos como los elementos centrales para su
andlisis. Asfnos concentraremos en conceptos tales como: dominacién, centralidad, tert-
torio, poder militar y burozracis., Asumiremos para ello una perspectiva explicitamente
ecléctica pues nos permitiré aproximarnos al concepto desde sus miltiples aristas.
Una vezestablecidas las coordenadas del trabajo, y en funcién de que cuando habla-
mos de Estado no Jo hacemos sobre un concepto estitico sino, por el conirario, dinémico,
* Doctor en Ciencia Polftica (FLACSO-México y Georgetown University), profesor de Ia Universidad de
Buenos Aires y de la Universidad Nacional de General San Martin ¢ Investigador del CONICET (e-mail
Juanabal @bigfeotcom),
** Licenciado en Ciencia Politica (UBA), docente einvestigador de la Universidadde Buenos Aires y profesor
dela Universidad Nacional de Quilmes (e-mail: nejamkis @bigfcot.com).
185
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MAMABRAHBHHREEZEEEEASDEL ABAL MEDINA (R) Y Facunpo Patricio NevaMkis
que ha sufrido y sufre transformaciones posibles de ser identificadas hist6ricamente, nos
centraremos en los cambios y transformaciones que sobre el mismo han operado. Para
ello, y a Jos efectos de delimitar temporalmente nuestra labor, analizaremos los Estados
desde su constitucién como’sujetos modemos de la politica hasta la crisis de las institucio-
nes de lo que se conoce como Estado de bienestar keynesiano asf como los cambios y
transformaciones que operan sobre Jas instituciones estatales en un mundo que ya adie
dada en definir como globalizado. El hilo conductor de este apartado seré la forma que
ban ido asumiendo Jos conceptos trabajados en la primera seccién.
Para finalizar, intentaremos vincular los conceptos de Estado y régimen politico, en
tanto sostenemos que existen entre ellos una relaci6n interactiva. Utilizaremos para eso un.
enfoque innovador mediante la construccién de lo que denominamos modelos de politica
que se corresponiden con las distintas formas que han ido asumienido los Estados nacionales.
1 Elconcepto de Estado: mareo téérico y elementos para su andlisis
1
1.1 Marco TE6RICO
‘Mencionamos en Ia introduccién la importancia que el concepto de Estado tiene para
muestra disciplina. La pregunta a formularse es el porqué de esta importancia, en que
reside, Sostenemos que tadica fundamentalmente en que la politica es un tipo de poder
“que se constituye, sobre todo en la modernidad, alrededor de la idea de Estado.
Esto nos obliga areferimos a un aspecto central para nuestro trabajo: se concentraré,al *
hablar de Estados, ene] Estado modemo, que es una forma particular e hist6rica del mismo,
cuyas caracteristicas desentrafiaremos de aqui en més. De ésta manera, la pregunta obligada
tiene que ver con plantearse, en primer lugar, que significa el Estado y, en segundo férmino,
sobre las caracteristicas propias del momento histérico en e] que nos vamos a concentrar, al
cual denominaremos de surgimiento y consolidacién de los Estados nacionales.
Es importante sefialar una cuestién que a primera vista parece obvia pero que no loes
necesariamente: la existencia de un Estado, o de relaciones de poder ihstitucionalizadas,
no es una constante en la existencia de la humanidad. Més atin, la mayor parte del tiempo
(estamos hablando de miles de afios) los seres humanos vivieron en su condicién de
cazadores, recolectores, con organizaciones sociales sumamente sencillas y flexibles, en
Jas cuales las relaciones de poder no estaban institucionalizadas ni muchos menos centra-
Tizadas. En segundo lugar, la idea de Estado esté fntimamente vinculada ala existenciate
una civilizacion en tanto ésta significa la presencia de tres instituciones basicas: el centro
ceremonial, la escritura, la ciudad (Renfrew, 1972:13). Bn tercer lugar, y a través del
argumento de Michael Mamn planteado en el primer tomo de sus libros, Las Fuentes del
Poder Social (1991), la aparici6n de la civilizacién es algo que no puede ser atribuido a
ninguna caracteristica evolutiva de la especie humana. Siloes probablemente la necesidad
186Capfruto 3: Eu Estapo
de pequefios grupos de asehtarse. Sin embargo, este fenémeno no necesariamente
genera la aparicign de una civilizacion en tanto las caracteristicas que identificamos
previamente. Mann argumenta que las primeras civilizaciones’ han tenido como ca-
racteristica comin la aparicién en valles fluviales donde practicaron la agricultura
aluvial y de regadio (Mann, 1991: cap. 2).
Esta revelacién cobra significando ea tanto el argumento que se desarrolla a partir de
este hecho es el siguiente: que la civilizacién, la estratificacién y el Estado surgen como
resultado de] impuilso dado por este tipo de agricultura. Asi, los grupos que se encontraban
dispersos en-dichas regiones se ven involucrados en redes debido al incentivo producido
por tierras especialmente fértiles que implican una mayor inversi6n de fuerza de trabajo,
‘cooperaci6n con el otro y, fundamentalmente, la generacién de un excedente. Justamente, cl
surgimiento de uria autoridad centralizada est vinculado ala administraci6n de los esfuerzos
mencionados asfcomo a la distribucién del excedente producido (Mann, 1991: 125).
‘La metéfora que el autor utiliza es la de “jaula social”, en el sentido de que los
hombres o los grupos que previamente aeste desarrollo se encontraban dispersos y goza-
ban de una libertad que atentaba contra toda posibilidad de institucionalizar algin tipo de
autoridad, se ven “enjaulados” en un territorio y en un red de relaciones sociales y econé-
micas. Al mismo tiempo también concurren a este proceso dos elementos adicionales: la
propiedad cuasi privada y el Estado. E] primero de los elementos claramente incentivado
por “la fijacién territorial y social”. Asi, la tenencia de tierras vinculada’a Ja familia y/o los
cclanes se convirti6 en un poderoso instrumento de éstratificacién social. Por otro Jado, la
flluidez cada vez mayor en los contactos ¢ intercambios, asi como lanccesidad de regularlos,
generaron la necesidad’y presencia de una autoridad centralizada, Ja cual en un primer
momento fue ejercida par los mismo templos que tenfan una fuhcién muchos més social
que religiosa (Mann, 1991: 127-132). 5
‘Sin embargo, es importante destacar, en funcién del propésito de este trabajo, que
dichos Estados tenfan una funcion fuertemente vinculada al rol que Mann denomina de
“enjaulamiento” de las relaciones y redes de relaciones sociales. Esto significa que cle
mentos que luego van a ser foco de nuestro andlisis cmo la cozccién ya explotaci6n no
est4n todavia presentes en Jas funciones de este tipo de. proto Estados.”
Prometimos concentramos en esta seccién en la construccién de tin maarco conceptual
que nos permita entenderel surgimiento de los Estados modernos y, sin embargo, comen-
zamos con un relato histérico que se remonta a miles de afios. El lector se preguntara el
por qué de este recorrido. Obviamente no corresponde a ningtin capricho conceptual sino
1 Nos estamos refiriendo a los sumerios, la civilizacion de! valle del Indo (actual Pakistén), la China de los
Shang, Egipto, la Creta Minoica, Mesoamérica, la América Andina, todas civilizaciones que tienen como deno-
‘minador comin la presencia de la agricultura aluvial (Mann, 1991: cap. 4).
2. No s6lo laccacci6n y Iaexplotacién no estén presentes, sino que el mismo Mann le atribuye a este tipo de
orden caracterfsticas protodemocraticas para_a toma ée decisiones (1991: 133).
187Juan Manuel AgaL Mepina (x) y Facunpo Parricio NEJAMKIS
que por el contrario, la explicacién de le aparicién de los primeros proto Estados la realizamos
desde um prisma similar al que vamos 2 utilizar para explicar el significado del concepto en
sentido mis armplio.
Entendemos que la politica se constituye en un espacio en el que se intersectan con-
tradictoriamente diferentes racimos de relaciones sociales. En este espacio convergen, de
forma desordenada y cambiante, las “‘cuatro fuentes sustantivas del poder social” definidas
por Michae] Mann (1997:23-27), organizndose y difundiéndose de maneras espacial e
histOricamente especfficas. -
Las cuatro fuentes del poder social a las que Mann hace referencia son: ideologica,
econémica, politica y militar, Cuando nos referimos al poder ideol6gico, entendemos que
este procede de “la necesidad humana de dotar ¢ la vida de un significado tiltimo, compar-
tir normas y valores, y participar en précticas estéticas y rituales” (Mann, 1997: 23-26).
‘Los elementos asociados a este poder constituyen algo asf como “el mapa cognitivo desde
el que los actores interpretan su mundo” (Abal Medina e Iglesias, 1997). Es importante
sefialar que este tipo de poder se puede expresar en una religién, tal cual ocurrié en la
antigiedad, ont algunos de los relatos caracterfsticos de la modernidad tal el caso del
tmarxismo oe] Liberalismo.
Porel contrario, él poder econémico esté vinculado a la distribuci6n de Ja dotacién de
recursos econémicos que produce una sociedad.’ Asi, la idea de clase esté relacionada con
el ugar que se ocupa en tal distribucién, aunque es correcto sostener, como sefiala Mann,
que-estas clases pueden al mismo tiempo dividirse en “actores mAs pequefios y seccionales”,
De esto se deduce que en muchos casos los conflictos que aparecen en las sociedades no
necesariamenite son entre clases verticalmente posicionadas (tal como sugiere la teoria
marxista) sino que pueden, y de hecho la mayor parte del tiempo as{ ha:sido, astfiir
ceracteristicas horizontales (Mann; 1997: 23-26).
El poder politico est asociadc, como ya sefialamos en un pirrafo precedente, ala
“utilidad de una regulaci6n centralizada y territorial”, es por ello que Mann asocia poder
politico a poder estatal, Nosotros optamos por definir este concepto como las variables
politico-institucionales que hacen referencia a las reglas de diversottipo que determinan
una estructura diferencial de probabilidades para la realizacién de los intereses o metas de
Jos distintos grupos sociales. En este sentido, sin lugar a dudas que el Estado, en tanto
autoridad centralizada con capsicidad distintiva para generar reglas, tiene un rol central. Sin
3. Hemos preferido esta definicién algo ms parsimoniasa de lo que hemos denominado como ‘poder econémi-
‘c0", en aras de preservar la consistencis teérica de! argumento tal camo lo estamos prescntando. Sin embarz0,
somos bien conscientes de que “el modo habitual de plantear estas cuestiones en ia literatura de la corriente
principal de Ia sociologfa y laciencia police, presenta a este nivel de modo mucho més articulado y estructura-
‘do (‘légica de apropiacién de! excedente productivo’, ‘macroeconomia’, etc.). Para los fines de nuestro trabajo,
tales articulaciones y estructuraciones sén un resuliado probable més que un supuesto esgrimido casi como
peticién de principio” (Abal Medina e Iglesias, 1997).
188. juencia netamente politica que determin,
salen some : caoaclatoe, tienen en las sotiedades aun sin ocupas
Otel ina, 1998; Mann, 1997: 23-26).
Jugares en el aparato estatal (Abal Medina, * ivaci6a de la fuerea fisica. Si
Por iiltimo, el poder militar est vinculado al uso y organizacién de la fuerza fsica, Si
bien sostenemos que en determinado momento hisiérico este tipo de fuente de poder ha
tenido niveles importantes de autonomfa, también es cierto que en funcién de los Estados -
‘modemos puede ser entendido como una de las diferentes facetas del poder politico, a
gidas en suuso por variables tantoeconémicas como ideolégicas (Abal Medina, 1998: 5).
Partiendo de estos supuestos podemos sosterer la existencia analitica de diversas
“matrices de poder social”, que explican la forma particular en que ocurren Jos sucesos
histéricos. De esta manera podemos escapar de os andlisis simplistas que pretenden expli-
car fendmenos complejos como el Estado oel capitalismo desde perspectivas reduccionistas
(Abal Medina, 1998). El concepto de matriz, como opuesto al de sisieme, pretende resal-
tar, al igual que la construccién de Mann, que no existe en las sociedades ni una légica
funcional o dialéctica ni “une estructura, que determinen en tltima instancia el conjuntode
la vida social” (Mann, 1997: 956-957). Esto significa renegar de aquellos tipo de explica-
ciones que intentan asignar a algunas de la fuentes de poder una posicién eternamente
dominante respecto de las otras. Asi, nuestro entendimiento de los procesos histéricos
podemos definitlo como el anélisis de una combinacién de procesos macroy micro sociales,
en Jos cuales individuos y/o-colectivos logran constituirse en actores® que se desenvuelven
en marcos restrictivos que posibilitan probabilidades diferenciales de éxito a las acciones
que estos desarrollan.
En este sentido las caracteristicas de la matriz politica que se constituye durante los
Sigos XIV, XV, XVI, af como las transformaciones posteriores dperadas, han posibilitado
gue el poder politico asuma una forma particular y diferenciada respecto de las caracteris.
cas que le fueron propias en la historia hasta ese momento. Esta forma particular tiene
que ver con la posesién de determinatis elementos, funciones y caracteristicas que le son
propias y distintivas. Pasamos aconcentramos en ellos a continuacién,
1.2 DoMaNACiON, CENTRALIDAD, BUROCRATIZACION, PODER MILITAR
‘Un elemento al que necesariamente debem
Minacién es um concepto relacional en tanto i
Es Max Weber quien ha definido con mayor
10s referirnos es el de dominacién. Lado
implica la vinculacién desigual entre sujetos,
Precisién este concepto al sefialar:
4, Para un desarrollo i i i ‘
(ae ‘més amplio del concepto de'matriz ver Cavarozzi, 1996; Acusa, 1995; Abal
5. Utilizamos explicitamente el concey
*pto de actor en lugar ce ag
a fo peeeeke lugar del de agente en tanto ‘este filtirmo-denota falta de
189:
PROMO MAOAEESPOAEEGARARRERRHARw >
VU KUewvvNuvvowvuewwvvwwwwrww~r~w~
woven Asai Mepnia (3) vFacunpo Paraicio Nears
Debe entenderse por dominaci6n... la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un
grupo determinado para mandatos especificos (0 para toda clase de mandatos). No es, por
tanto, toda especie de probabilidad de ejercer poder 0 influjo sobre otros hombres. En el
caso concreto esta dominacién (autoridad), en el sentido indicado, puede descansar en los
més diversos motivos de sumisiGn: desde la habituacién inconsciente hasta: lo que son con-
sideraciones puramente racionales con arreglo a fines (1992: 170).
La cita adquiere sentido pues entendemos al Estado moderno como “el componente
especificamente politico de la dominacién en una sociedad territorial mente delimitada”.
As, la dominacién, como sefialamos antes, no sélo es relacional sino que también es
asimétrica en tanto implica el acceso diferencial al control de los diferentes recursos de
poder que circulan socialmente (O'Donnell, 1984: 200). Como venimos sosteniendo, el
acceso a esos recursos de poder proviene de las diferentes posibilidades que asigna la
matriz politica. Es imposible negar en este sentido que la difusi6n a mediados del milenio
pasado de relaciones de producci6n capitalistas ha significado que el proceso de estratifi~
“cacién adquiera'la particular caracteristica de asentarse en Ja institucién de la propiedad
ptivada como elemento distintivo.
Concentrémonos por un instante en este aspecto. La difusién de relaciones de pro-
ducci6n capitalistas implica la produccién de mercancias. En el mismo proceso todos los
factores de produiccién se transforman en bienes intercambiables alos que se les asigna un
valor. En apariencia, el funcionamiento de estas relaciones depende de la voluntad de
“quienes concurren al proceso de intercambio, sin embargo, estas relaciones precisan de
uma garantia autoritaria de Ja institucién sobre la que se sostiene este andamiaje, “la pro-
piedad privada y exclusiva de los medios de produccién”. Al mismo tiempo, precisa que el
intercambio de la fuerza de trabajo se desarrolle libremente, es decir, que quienes poseen
la fuerza de trabajo puedan tanto a concurrir libremente a ofrecerla como a desistir de
hacerlo (Mann, 1997: 44),
Planteada en forma esquematica estas caracteristicas podemos sostener, siguiendo a
O'Donnell, que las clases sociales articuladas en torno a la felacién desigual entre capital y
trabajo, o la propiedad o no propiedad de medios de produccién, suponen el conflicto
constitutivo de la sociedad capitalista (1984: 202). Sin embargo, también sostenemos que
esto no Ileva necesariamente a la aparicién de un conflicto manifiesto entre ambas en
funcién de Ja afirmacién marxista respecto de los intereses contradictorios e irreconcilia-
bles de las clases capitalista y proletaria. ‘
Porel contyario, concurren una serie de factores que evitan el surgimiento de la concieh-
cia de clase (esperado por el marxismo como un hecho inevitable). Estos factores son, entre
otros, la idea o constitucién de un “‘sector econémico” generador de subculturas que vuelven
mis heterogéneas las sociedades. Por otro lado, la aparicién de estratos y facciones que sepa~
yan alos supuestos miembros de unas clases de las mismas (v.g. las organizaciones de profesio-
nales, corporativas). Por dltimo, pero fundamental para el presente trabajo, la aparicién de Jos
190Capituto 3; Ex Estapo
Estados nacionales que limitap territorialmente a las clases, mezclindolas, segmenténdolas,
as{ como constituyendo nuevas identidades (Mann, 1997: cap. 2).
Enesta linea argumentativa; asi como el proceso de difusi6n de relaciones de produc- |
cién capitalistas implicé la expropiaciOn y concentraci6n de la propiedad, el de constitu-
cidn de los Estados modemos implieé un proceso de expropiacién y concentracién de los
medios materiales de administracién y coercién (O'Donnell, 1984: 205). Sin embargo, y
siguiendo a Max Weber, no necesariamente lo uno es consecuencia de lo otro. El proceso
de desarticulacién de las tedes de poder poliérquicas propias de la Edad Media se expresa
en los intentos del monarca por concentrar la autoridad, es decir por concentrar los medios
materiales de organizacién politica’ (Weber, 1987). De.esta manera, la concentracién de
dichos medios devino en Ja aparicién de un conjunto diferenciado de instituciones estata-
_ Jes, cuya forma particular dependerd del contexto en el cual emergen. Pero més all de las
particularidades, ese proceso de expropiacién desembocé en una tendencia hacfael desa-
rrollo de un tipo particular de organizacién: la burocracia. En ese sentido, para Weber, el
Estado moderno en su forma ideal es el Estado burocritico. E] desarrollo de una adminis-
tracién burocrética, contrariamente a Jo que indica el sentido commin, implica entre otras
caracteristicas, una tajante divisi6n entre politica y administraci6n, reservandose para esta
diltima “el saber profesional especializado” asi como la dominacién de a “apersonalidad
formalista: sine ira et studio” (1992: 178).
Entonces aqui s{ comienzan las conexiones entre un proceso y otro. En tanto la
empresa capitalista moderna implica necesidad de calculo, la forma de organizacién buro-
erdtica con su apego a la ley y al expediente, asf como su ya sefialada impersonalizacién,
garantizan la certeza y certidumbre necesaria.
Recapitulando, podemos observar como ja diseminaciéa de ielacines de produccic
signadas porla Gesipnad (wsteferimosa sreaciones de proociGn cpinlisns)sinesectan
con un proceso de centralizacién del poder politico y sus medios (incluimos dentro de éstos al
pode militar, al mismo tempo que ese poder adguiere una forma organizaonal epecifca
en funcién de la complejidad a la que se enfrenta, a saber, la burocrética.
Asi las cosas, estamos en condiciones de ofrecer una primera definicién de lo que
entendemos por Estado, de la cual se desprenden sin dudas influencias de Weber, Mann,
asf como del marxismo en sus miiltiples vertientes.
E| Estado es un conjunto diferenciado de instituciones y personal que implica una
centralidad, en el sentido que las relaciones politicas irradian desde el centro y hacia el
centro para abarcar-un territorio delimitado (Mann, 1997:85), y sobre el cual reclama el
re de] monopolio de la coerci6n fisica legitima (Weber, 1992), para garantizar un
6.Noes més que el ruegode Maquiavelo aLorenzo de Medicis, quien en lenguaje weberiano leesté diciendo
‘ni més nj menos que inicie el proceso de concentracién de los medios materiales de administracién y coercién
‘que, yapara la epoca, y asus ojos, aparecian como elementos imprescindibles para ser un actor relevante-en el
espacio geopolitico (Maquiavelo, 1999).
191Joan MANUEL ABAL Mapnia (#) YFacunpo Patricio NeIAMEIS
orden que sostiene una mult iplicidad de relaciones insertas enuna matriz politico-social, la
cual asigna probabilidades diferenciales a los actores protagonistas. 7
‘A esto podriamos agregar cuatro elementos. Uno, que las relaciones de produccién
capitalistas, 0 mejor dicho, Ja propiedad privada, tiene que ver al menos en el orden
moderno con lo que denominamos condiciones estructurales impuestas por la matriz
imperante. Dos, que frente a esta definicién, el control del Estado se convierte en un
elemento central de Ja lucha politica en tanto es potencialmente un lugar estratégico para
generar cambios y/o transformaciones, inclusive potencialmente en la misma matriz. Ea
tercer Jugar, en el Estado modero ese orden tiene las caracteristicas de estar Jegalmente
estatuido. Cuarto y tiltimo, e] Estado moderne desarrolla una serie de instituciones
“cutinarias, racionalizadas.y formalizadas de gran alcance sobre los ciudadanos y sus
tertitorios” (Mann, 1997: 86).
2 Desarrollo histérico del concepto
i
2.1 La CONSTRUCCION DEL EsTADO MODERNO
Si bien las caracteristicas que hemos desarrollado en la seccién anterior son communes al
proceso de constitucién del Estado modem, es preciso, como sefiala Oszlak, observar @
éste de manera dindmica; atendiendo a que el juego politico entre los actores puede Hevara
diferentes resultados asf como al hecho de que la centralidad, tertitorialidad, monopoliode la
fuerza fsica, y burocratizacién son categorias analiticas quenonecesariamente se desarrollan ”
tempranamente ¢ inclusive lo hacen en forma muy variable (1999: 16).
‘Eneste sentido, siguiendo a Oszlak, y para comprender el proceso de constitucién de
los Estados nacionales, utilizaremos el concepto de “estatidad” asi como la adquisicién en
el proceso de formacién de ciertas propiedades que éste define como centrales. Conviené
sefialar que Ja exposicién secuéncial de las mismas es meramente arbitraria y no implica
relacién de causalidad alguna. . .
La primera de ellas es Ja “capacidad de extemalizar su poder”. Entendida como la
posibilidad de obtener reconocimiento “como unidad soberana dentro de un sistema de
relaciones interestatales”. En segundo Jugar, la “capacidad de institucionalizar su autori-
dad”, Oszlak la define como la imposicién de “una estructura de relaciones de poder que
garantice su monopolio sobre los medios organizados de coercién”. En tercer Iugar, la
“capacidad de diferenciar su control”, entendida como la posibilidad de contar con"un
conjumto de instituciones profesionalizadas que puedan extraer recursos dela sociedad en
forma legitima y controlada centralmente. Por ditimo, la “capacidad de internalizar una
identidad colectiva”, a partir de la creacién de simbolos generadores de pertenencia y
solidaridad que refuerzan los mecanismos de dominacién..
1922.2. La CONSTITUCION DE LOS ESTADOS NACIONALES
La primera etapa de surgimiento de los Estados nacionales esté vinculada a la expan
sién econémica, especialmente al crecimiento de los mereados de consumo. El desarrollo
de estos mercados internos con la consiguiente jntensificacién de relaciones de intercambia,
en forma andloga a lo ocurrido a los inicios de la civilizacién, justificaron el proceso de
concentracién de los tecursos de poder politico, expresado en los inicios en un Estado que
cumplfa funciones de coordinacién. Un segundo elemento importante para nuestra expli-
cacién son los gastos én el arte de Ja guerra, los cuales se fueron incrementando con el
desarrollo de armarnento més complejo asi como el de la téctica y la estrategia. El desarro-
Ilo de Ja guerra como elemento central en el sistema europeo de Estados convirtid a las
estructuras feudales en obsoletas en tarito las nuevas condiciones precisaban de “administra-
ciones mayores y més centralizadas” que pudiesen gestionar ejércitos permanentes. Fundia-
mentalmente, lo que aparece con fuerza, y en contraposicién al perfodo anterior, son bos
gastos de guerra en tiempo de paz. Este elemento es empfricamente comprobable en la
estructura de gastos del Estado. Ast, durante los tiltimos cinco afios del reinado de Isabel
(1598 2 1603)Jos gastos militares ascendfan al 75% del total (Mamn, 1991: cap: 14).
Sin embargo, durante el siglo XVI estas funciones de] Estado continuaronen proceso
de ampliacién. Asi, comenz6 a intervenir en cuestiones ajenas aa guerra ola coordinacién,
como ya hemos sefialado en pérrafo anterior. ,A qué nos referimos? Con la aparicién de
instancias como los parlamentos, los Estados comenzaron a legislar sobre cuestiones rela-
tivas a “regular los salarios y las condiciones de empleo, controlar la movilidad de los
-trabajadores y proporcionar comida‘a los pobres en épocas.de hambruna” (Mann; 1991:
2-649). Sia dudas, comenzaba a deliniearse la facets capitalista def Estado modemo.
Por otro lado, el.clima intelectual e ideolégico de la época fue un factor influyente en
el proceso de ruptura con el viejo orden. Asf, ya que hemos citade a Maquiavelo (1999),
es en su obra El Principe (principios del sigio XVI) donde comienza a constituirse una
visién aut6noma de la politica, separada de lo moral pero fundamentalmente de lo religio-
so. Luego, el nacimiento del contractualismo constituye una rupture respecto del orden
imperante en Jo que bace a Ja idea del hombre, sus derechos, la soberania y el Estado:
fundamentalmente significa la caida de un orden religioso que tiende a ser reemplazado
por imo secular. Como sefiala Garcia Raggio, la revolucién cientifica moderna “indica la
terminacién.de un mundo y el inicio de una nueva cosmovision” (1996: 11). °
Confluyeron asf los procesos de aparicién de una clase capitalista; centralizacién,
concentracién y ampliacién de las funciones. de los Estados; Ja revoluci6n cientifica; y la
apaticién-de los Estados dél noroeste (aquellos que estaban fuera de la influencia geopolitica
del papado), que en su mayoria adoptaron la religiGn protestante (Mann, 1991: cap. 14).
Estos elementos significaron el desplazamiento del poder de la Iglesia y la constitucién de
un precario equilibrio entre las incipientes: naciones-estaco europeas. Primariamente la paz
de Augsburgo en 1555, que establecié que los stibditos habrian de seguir la religiOn de sus
193— VSN VououvVuVuweve@evw C7 Tem lle
AaL Mepwa (na) Y Facunpo Patricio Nevamxis
principes, y luego, la Paz de Westfalia en 1648, que permitié la institucionalizacién de un
sistema interestatal al mismo tiempo que la introduccién en forma clara de la idea de:
fronteras nacionales as{ como la “observancia de éstas” (Vilas, 2000: 13).
Efectivamente, si releemos los pérrafos anteriores en clave de'lo que bemos definida
como propiedades de la estatidad, el proceso parece dominado fundamentalmente por las
propiedades 1 y 2 (externalizar su poder ¢ institucionalizar su autoridad). En cuanto al
punto uno, la capacidad para externalizar su poder, implicé no sdlo externalizar sino al
mismo tiempo la constitucién del sistema interestatal europeo. La produccién intelec-
tual de la época (siglos XVI, XVII) marca’a las claras esta preocupacién. A la ya
‘citada obra de Maquiavelo, podemos agregar el naciente contractualismo en la obra de
Tomas Hobbes quien, a través de su Leviatén (1992), intenta desarrollar una justifi-
cacién del poder centralizado en el monarca. Sin embargo, si bien e] centro de su obra
es la propiedad mimero 2, la uno no esta ausente. Mucho menos en Ia obra de
Maquiavelo, para quien su maxima preocupacién era la inserci6n de los distintos prin-
cipados italianos en forma debilitada en un contexto en el cual Francia y Espaiia ya
aparecian como Estados nacionales constituidos.
_ Como ya hemos sefialado, luego aparece con més fuerza el desarrollo de la propiedad
numero 3 (recotdamos:-“capacidad de diferenciar su control”), 1o cual se observa no sélo
mediante el incremento de los gastos estatales asi como del concomitante incremento dela
capacidad de extraer recursos de la sociedad, sino también en el paso de una estructura
de gastos mongpolizado por los de tipo militar, a una de gasto més diversificado que
~ empieza a contener otro tipo de problematicas como por ejemplo las cuestiones referidas
Jas produccién y al intercambio. : ss
Sin embargo, es necesario destacar la caracteristica excluyente de estos Estados
nacionales, en tanto se canstituyen como comunidades politicas que involucran funda-
mentalmente a los sectores dominantes. Cada yez con mayor fuerza se establece una
alianza técita entre sectores dominantes y el Estado, producto de conveniencias mutuas.
En palabras de Vilas:
En este desarrollo confluyeron los intereses.de la emergente clase Capitalista de las ciuda-
las telaciones de mercado que derivaban de las redes de poder urbanas y rurales —cofradias,
gremios, nobleza, terratenientes-. Los segundos estaban empefiados en centralizar el po-
der politico; Ia administracién fiscal y la conduccién de Ja guerra, desmontando las bases
dde poder de la nobleza, 1a iglesia y los cuerpos estamentales (2000: 14), -
‘ des y los de los gobernantes. La primera buscaba'eliminar los obstdculos a la expansion de
ty
Sin dudas, es quiz en este momento hist6rico cuando la afirmacién de Marx y Engels
en el Manifiesto Comunista (1998) respecto del Estado:como “comité de administracion
de negocios de la burguesfa” adquiere su miayor fuerza. Sin embargo, atin quedaba ‘un
Jargo trecho por recorrer. La aparicin de una esfera publica politica y la representacién,
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en ysCarfruLo 3: Et Estapo
asf como la posterior inclusién de las masas significarén nuevas transformaciones que
analizaremos en la siguiente secciGn.
2.3 CONSOLIDACION Y EXPANSION
Si la etapa anterior esti caracterizada por la aparicién y difusién de relaciones capita-
listas, asf como por la centralizaci6n del poder politico y la concentracién de los medios
que le son espectficos, esta nueva etapa se caracteriza por la consolidacién de esos ele-
mentos as{como la agregacién de tuevas cuestiones: fundamentalmente nos referimos al
problema de la representacién:
Sin dudas que esta etapa es la de consolidacion de las relaciones capitalistas. Ycon
menos dudas atin, se consolida definitivamente el Estado como garante de dichas relacio-
nes (Poulantzas, 1979; O'Donnell, 1984). Sin embargo, la caracteristica sobresaliente ¢s
el cuestionamiento al poder despético mondrquico. Asf'se constituye una esfera ptiblica
politica, como espacio “‘sustraido a la influencia del Estado y critico con respecto a los
actos y fundamentos de éste” que no s6lo significa diferenciarse del monarca sino que
tiene también como caracteristica ser un espacio propio de la burguesfa, es decir que el
pueblo-no tiene acceso a este debate (Chartier, 1995: 33).
” En términos polfticos, el reclamo de mayor participaci6n se inscribe en los movi-
miento de ampliacién ciudadana de la esfera civil a la de los derechos politicos (si bien
todavia restringido en cuanto a quienes pueden ser ciudadanos). En términos més
econémicos, la presencia de una autoridad mondrquica-déspética se convierte en un
obstéculo para Ja continua expansién del capitalismo en tanto como ya mencionamos éste
precisa de mayor calculabilidad, més racionalidad, més previsibilidad, en lenguaje de nuestros
dias: mayor seguridad jurfdica. La presencia de un poder desp6tico concentrado es un
lo para ello.
De esta forma las dos instituciones fundamentales que confluyeron en este proceso
fueron, por un lado Ja divisién de poderes. En tanto como sefiala Montesquieu (1984), la
formula para evitar que un gobiemo se convierta en tirénico pasa porque el poder contra-
pese al poder. Por otro lado; el desarrollo de instituciones representativas y el movimiento
de ampliacién del suftagio fueron elementos que permitieron una cada vez mayor inclu-
sién de'los habitantes de los Estados nacionales, Jo que al mismo tiempo consolidé la
construccién de los mismos. 7
Volviendo a Jos aspectos econémicos y politicos exclusivamente estatales, esta
etapa se caracteriza por la profundizacién de Jos procesos iniciados en Ja anterior.
Signados ambos por'la revoluci6n industrial y uma serie de avances en las comunica-
ciones cualitativamente diferente de lo visto hasta la época, el proceso de consolida-
cién de los Estados y el capitalismo se desarrollo en dos frentes. En primer lugar, la
ocupacién de la totalidad de los mercados que se encontraban dentro de sus fronteras.
En términos de Mann, podemos-nombrar a este proceso como Ja consolidacién del
195Juan Manuel ApaL MEpnia (3) ¥ FACUNDO Parnicio NEJAMKIS
la continua expansién del capitalismo asi como las
posibilidades que ofrecfan las nuevas tecnologias* Hlevo a los Estados 2 desarrollar una
agresiva politica imperialista en tanto Ja dimensién de los intercambios hacfa im}
Ja logistica que esta expansiOn demandaba sea cubierta por actores dela
De esta forma podemos dividir la constitucién de los Estados
primera, signada por un amplio desarrollo del Estado “debido al militarism itico’ .
La segunda es un proceso en el ‘cual cambia cualitativamente el accionar estatal sin-que
esto signifique necesariamente vo crecimiento de sus gastos. Fundamentalmente éste se
desarrolla a partir de tres Areas: 1) el desarrollo de una amplia infraestructura de comuni-
caci6n; 2) una mayor intervencién del Estado en la economia (especialmente en las paises
de industrializacién tardfa.o que: atin mantenfanmonarquias como formas de gobierno); 3)
Ja incipiente creacién de alguna de las formas de lo que juego serfa el Estado asistencial
(Mann; 1997: cap 11). Claramente lo que desaparece en el siglo XIX es la guerra y el
militarismo como factor principal del desarrollo de las estructuras estatales y Por el contrario
seexpanden sus funciones civiles. ,
Una hipétesis probable para explicar esta nueva direccionalidad podria vincularse
con la idea de representacién. Un Estado cada vez més representativo que, a partir de
cada vez mayores niveles de consenso, comienza a ampliar sus funciones (Jas relacio-
nes entre Estado y régimen politico se tratardn en Ja tiltima seccién). Por otro Jado,
seguramente los tiempos de paz que predominaron durante ese siglo también ayudaron
adicha transici6n. : Ps
Concluyendo, podemos afirmar que, al menos en términos de la modelizacién que
estamos realizando, los Estados nacionales modernos cristalizaron a fines del siglo XIX
como Estados: capitalistas, militaristas, representativos y nacionales. Asucondicién de —
capitalistas no tiene sentido referirnos pues lo hemos hecho anteriormente. En cuanto al
militarismo, éste tuvo caracterfsticas internas y externas: ya sea de los Estados insertos en
la geopolitica, ya sea enel aseguramiento del orden interno. Mas que nunca este tipo de
poder, tal como sefialamos en la secci6n 1, se convierte en una faceta del poder del
Estado. La representatividad, como sefiala Mann, “puede situarse durante este perjodo a
lo largo de un continuo que va de la monarqufa despética a la democracia plena”. Esta se
vincula con la cristalizacién nacional. En tanto la primera significé en sus comienzos: ja
euestion del “donde” partcipar en un conflict politico que se establecié entre los partida-
Tios de lacentralizacidn y los de la descentralizaci6n (si bien luego la discusi6n se extendi6
a “quienes participaban”) (Mann, 1991; cap. 3).
enjaulamiento.’ En segundo lugat,
7. Elconcepto de enjaulamiento no debe ser asociado a “menos” libertad. Por el contrario, ie
mien jaulamientoy
Ja natwralizaci6n de la vida social produjeron que en el marco de los mi oe
are smismos Estados-nacién se generaran
8. Noé estamos refiriendo al desarrollo dé nuevas aleaciones de acero it i
: jen que permitieron la construccién de
émbarcaciones mis livianas y veloces, la energfa eléctrica, €] ferrocamil, el telégrafo, etc. (ver Vilas, 2000).
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