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& lipull, jt : gee dei piece Vokotonal 4 Mauch, A997 5 LAS ENTREVISTAS ‘Mercedes Fernandez Liporace Introduccién acerca de los sujetos que dia tras d Resulta diffell tratar de sistematizar las diferentes formas de la entrevista, en relacién con las necesidades de los consultantes, y las decisiones ad hoc que los crientadores debemos tomar respecto de su utilizacin éptima. Intenta- remos brindar un panorama general de algunas de sus po- sibilidades en la orientacién vocacional, sin pretender ago- tarlas, dado que ello excederia los objetivos de este capitulo. Sélo nos referiremos a las modalidades que hemos probado en nuestra préctica diaria, y que nos han resultado ttiles. La entrevista 1. Goncepto y clasificacién (ca, asi como miltiples intentos, por parte autores, de distinguir la entrevista psicolégica de la mera conversacién o, atin més, de otra clase de entrevista. Dado que no es el fin de este capitulo hacer una recopilacién de Eseaneado con Camscanner PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL ‘Silva (198) lizaciones, rescata como elemento comtin a todas ellas la consideracién de i lor, asf como una asignacién de roles que significa (al menos idealmente) un control de la situacién por parte de aquél. Fij i 8 Silva postula, como iagnésticas, ta jestra funcién de escuchar, pero también nuestra funcién de vivenciar y observar”. Es ya clasica la diferenciacién en tres = primera se refiere a la modalidad en la que el entrevistador asume un rol no par- ticipante, dando al sujeto la consigna de que hable de lo que desee, sin limitarlo en absoluto. La ultima, dirigida, s¢ compone de preguritas preestablecidas a través de las cuales elentrevistador, en un rol francamente directivo, busca obtener determinada informacién de su interés, guiando al entrevistado. Entre estas dos modalidades, ad temas que desee, 1 di n el que el entrevistador repasa con 41 los puntos que han q\ LAS ENTREVISTAS 145 de la psicologfa para caracterizar la entrevista semidirigid: existen alrededor de ella infinidad de variaciones que se ajustan al entrenamiento, las preferencias y el estilo per- sonal de cada entrevistador. En nuestra_actividad cotidiana_como orientadores vocacionales, hemos tenido oportunidad de experimentar con situaciones diversas, grupales e individuales, donde las necesidades y caracterfsticas de cada individuo y de cada grupo diferian de forma tal que, al utilizar distintas modalidades de entrevista, pudimos comparar su eficacia ped seta Reconociendo que todas las clases de entrevista son jes en algin momento del proceso de orientacién voca- sechar a priori ninguna de ellas, reservén- dolas para utilizarlas si la situacién lo requiere, considera- mos la entrevista semidirigida, con sus muchas-variatio- nes incluidas, como la opcién mds adecuada, dado qué permite que el entrevistado se exprese libremente y que el entrevistador lo oriente para que no se aleje del tema principal: la eleccién vocacional. El entrevistador participa activamente, y puede realizar todas las intervenciones que considere necesarias. 2. Momentos de la entrevista, Ulloa (1986) di ada uno de ellos impli an ‘enico particular: —_ que pide iniciar un proceso de orientacién vocacional. Este contacto puede ser directo) (con la persona interesada) 0 Escaneado con Camscanner PROYECTO DE VIDA ¥ DECISION VOCACIONAL LAS ENTREVISTAS 147 = ‘ TABLA 1 TABLA 1 (cont.) Datos descriptivos de ta | Su posible significacién Datos descriptivos de la | Su posible significacion preentrevista psicoldgica preentrevista psicolégica Existencia 0 no de deri- | Detectar el grado de insight sible valorizacién o desva- vante facerea de la problematica 5 lorizacién del rol del psic6- fen relacién con la autono- logo, ambivalencia frente a mfa del consultante (por Ja consulta. ejemplo, el sujeto que con- sulta esponténeamente, en Quién pide la entrevista (si | La consistencia entre ca- ‘contraste con el que es pre- | se trata del sujeto ode un | racteristicas (edad, estado sionado a hacerlo). Este se- | tercero). civil, ete.) y la persona que fa un continuo en cuyo ex- | se hace cargo del pedido tremo se situaria el pedido | permite inferir acerca del de consulta efectuado por grado de dependencia y ‘un tercoro que se hace car- configuracién de la proble- go de traer al sujeto que no mética.* esté personalmente moti- ' vado para consultar, 0 in- Modalidad del pedido de | Detectar el grado de ansie- cluso esté en desacuerdo. consulta (urgencia, especi- | dad, ambivalencia, aproxi- f ficidad y claridad del pedi- | macién al estilo defensivo, ‘Tipo de dorivante La especialidad del deri- ) do, aceptacién o no de las | capacidad de confiar en vante puede, a veces, primeras indicaciones). otro, etestera, orientar las inferencias. Grado de consistencia en- | Fantasias y aceptacién ono 1 tre la via clegida para la | de los aspects psicoldgicos | consulta y el nivel sociocul- mnados con la proble- | : A epralidal eas mee eee | ‘as batalla son nuestra fin de adapar el psf al pei | srofesio- maximo por el entrevistador, con el fin de recabansle wa su vez, yor cantidad de infoFmacién posible acerca del consultante, sus circunstancias de vida y su conflictiva vocacional. Desde observaciones tan sutil do una entrevista, ese momento debe ser aprovechado al sn consideracin, Eseaneado con Camscanner 148 PROYECTO DE VIDA ¥ DECISION VOCACIONAL pues todo esto nos ayudard en nuestro trabajo. Resultan |, también valiosos los aportes indirectos, comentarios u ob- " servaciones realizados por el familiar o el derivante, si los ( hay, acerca de la situacién vocacional del potencial consultante. R. Frank de Verthelyi y otros (1987) sistematizan las Areas por explorar en la preentrevista, y diferencian los datos descriptivos recabados a partir de ella de su posible significacién psicolégica inferida que se resumen en la tabla 1 (paginas 146 y 147). ‘Los autores aclaran que esta sistematizacién no pre- tende agotar toda la variedad y riqueza de informacién posible, asf como tampoco la multiplicidad de hipéte alternativas por ser formuladas en cada caso particular. bien compartimos esta cautela expresada por Frank y co- laboradores, consideramos que es un excelente recurso para el orientador vocacional, ya que le permite prestar aten- cién a algunas freas que son de interés en la consulta cuyos datos son de Estas referencias preliminares nos permiten “co- menzar a trabajar” con un minimo conocimiento del sujeto y su situacién vocacional. Desde el primer contacto directo con él poden n badas durante odo el curso de nuestro trabajo para ser confirmadas 0 desechadas, revisadas 0 modificadas. | ‘LAS ENTREVISTAS, hemos adoptado este concepto capital en la configuracién de nuestra técnica de trabajo. La introduccién de unt en- cuadre en este contexto resulta, a nuestro criterio, fun- damental, puesto que el hecho de mantener_constantes determinadas coordenadas dentro del mismo proceso per- mife que Tas variables participantes sean la personalidad * del entrevistado y su problemstica vocacional. Ellas con- figuran el campo dindmico de la entrevista, imprimiéndole el consultante su sello propio y su esti resulten contempladas, sin que se transforme en un lassaiz- faire ingobernable, y, por supuesto, sin caer en el otr ‘extremo, igualmente negativo, de la rigidez que no consi- dera las diferencias individuales y las dificaltades que la ‘on respecto a los objetivos generales, se sobre qué ullado dela rien re sacional,-y £€ establece explicitamente que su objetivo no es el de arribar a una solucién o respuesta | magica, a través de la cual el profesional le diga al con- * Lo llamamos proceso formal puesto que consideramos que todo jviduo —por lo menos en nuestra cultura— desarrolla un proceso de cin vocacional a lo largo de su vida, que puede ser exitoso 0 10, ¥ ‘cabo con ayuda profesional o simplemente con los recursos isponibles para el sujeto. oe ae a Eseaneado con CamScanner 150 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL sultante cual es su vocacién. Por el contrario, la orienta Gn vocacional a través del cual orientador y consultante se esforzaran para pensar algu- nas cosas en cuanto a la eleccién de carrera. Bale sdlara? ,,en tono de broma, suele agregarse que es posible que se encuentre atin mas confundido que antes Nuestra postura tiende a enfati st -oceso, trabajando, investigando y reflexionando, sin esperar soluciones 0 respuestas defi nitivas rte del profesional. Se le recalea que = n , pero que dicha decisién no debe ser tomada sin el tiempo necesario para que Ilegue a ser una eleccién madura, es decir, hacemos hincapié en la pregunta “por qué apresurarse?”, con el fin de que los entrevistados puedan despojarse de la urgencia de una decisién, que puede resultar perjudicial en el futuro. Enfatizamos nuestro rol de gufa o de ayuda e insistimos en Jel protagonismo de quien consulta. jeramos funda- mental que, mas que arribar a una decisién, el adolescente pueda abrirse a un abanico de nuevas posil lidades que | quizés antes ni siquiera hubiese tomado en cuenta. Finalmente, respecto de las actividades por realizarse a lo largo del proceso de orientacién vocacional, se advierte al sujeto que “Conversaremos mucho acerca de todo esto, trabajaremos con algunas téenicas y, lo mas importante, habrd tareas para el hogar”. Mas adelante precisaremos este tiltimo punto. igida como una herramienta basica de recoleccién de datos y como via para el establecimiento de un buen rapport con el consultante. En los primeros momentos de la apertura, aun antes de recabar los datos basicos de filiaci talar un buen rapport LAS ENTREVISTAS 151 Esto significa el logro de un adecuado clima de trabajo, célido, amable y ameno, respetando los estilos personales de ambos. Sin duda alguna, el logro de una relacién de trabajo gue implique ‘un paso fundamental e infaltable en un proceso que pre- tend: toso. “Otros autores provenientes de la clinica, como S. Minuchin (1988), hablan de eoparticipacién, no de rapport, queriendo denotar con este término, “mds una actitud que una técnica [...] que constituye la cobertura bajo la cual se producen todas las interacciones [terapéuticas]”. Parafra- seando a Minuchin, podemos decir que coparticipar con un consultante es hacerle saber que el orientador lo comprende y trabaja con él y para él. dice A. Anastasi (1980), “ * Si extendemos este uso de la expresién al dmbito de las entrevistas, podemos afirmar que las técnicas especificas para el establecimiento del rapport varian segiin la naturaleza de la entrevista y la clase de sujetos a quienes se aplique. al lugares de reu- nién, referencias musicales; es importantfsimo prestar mucha atencién a todos los elementos que consti- tuyen el “mundo adolescente”, El entrevistador, sin salirs de su rol profesional, debe entender sin dificultades vocabulario de los jévenes, utilizdndolo, incluso, de vez en}} cuando, y debe ser capaz de comprender claramente su’ discurso manifiesto cuando esté referido a determinado’ grupo musical, a una moda o a una discoteca muy con- currida. El consultante debe sentirse cémodo y comprendido Dado que la inmen: juestros consultantes en orientacién vocacional 5 , resulta funda- mental que nos ocupemos ie por monfiiiarnos. 4 Eseaneado con Camscanner de \ én_instrumental, logo para actuar en identificaci6n proy ‘istado, por un lado, y fuera de esta identificacién, en actitud observadora por @l otro, Este concepto anteriormente en relacién con el rapport: esta capa Gisociativa le permite tener empatia con quien consulta, a la vez que mantenerse observador y resguardado en una ‘ponerse en su lugar”, tuna cierta autoridad, espe Es conocido el concepto de Obviamente, el manejo del rapport es una tarea com- pleja que debe ser cuidadosamente instrumentada a lo largo de la entrevista. El orientador no debe perder de vista este aspecto fundamental de su trabajo con el entrevistado. El acontecer de la primera entrevista: Cumplida la etapa de apertura, comenzamos la primera entrevista diagnéstica propiamente dicha, con la que intentamos re- levar datos que nos permitan dar cuenta de la problemé- os al entrevistado que comience a brindar esa informacion, mediante una consigna como: “Contame qué te trae por aqui” o “ZEn qué puedo ayudarte?”, _.” Este consigna, si bien es lo suficientemente amplia y abierta como para que el entrevistado se exprese eémoda~ mente, presupone un recorte de la informacién por ser brindada, focalizado en el tema de la decisién ocupacional, ya que determinadas pautas han sido fijadas de antemano. Entrevistador y entrevistado (y derivante, si lo hay) saben que el profesional interviniente es un especialista en el tema de la orientacién vocacional, lo que determina que ambos trabajarén en determinado contexto y con cierta informacién, siempre referida a la eleccién de carrera y trabajo. En relacién con ello, queremos introducir la nocién de foco que, a nuestro juicio, resulta basica en el trabajo efec- tivo del orientador vocacional. El Diccionario de la Real ‘Academia Espafiola (1956) define la expresién foco, en una LAS ENTREVISTAS 153 de sus acepciones, como “lugar real o imaginario en el que ‘estd como reconcentrada alguna cosa, con toda su fuerza y eficacia, y desde el cual se propaga 0 ejerce influencia”. Asi, foco es el centro activo, en el que se concentran los {os reine. y a partir del cual estos contenidos se des} “Gan, se entrecruzan y se analizan, sin perder de vista el jetivo final, que es la eleccién vocacional u ocupacional. ‘Cuando deciamos que la modalided semidirigida abarca lad de variaciones —tantas como entrevistadores y vistador que se sirve de ella pone en juego una dindmica, tuna secuencia de accién y un estilo muy particul tienen que ver con su personalidad y con Ta perso: del entrevistgdo, el que también le imprime al encuentro caracteristicas particulares. Es por ello que no podemos aquf realizar una deseripcién detallada de nuestra forma de trabajo en la entrevista, dado que cada una de ellas es diferente segtin el sujeto entrevistado, y, mas atin, es dife- rente para el mismo sujeto, en distintos dias y en las dis- tintas etapas del proceso de orient&cién vocacional. Sélo diremos que nuestra “forma” de realizar una entrevista somidirigida es muy activa, con muchas intervenciones y preguntas por parte del entrevistador, asumiendo un rol vo, por ejemplo, al encomendar tareas fuera del especialmente por conocer los gustos, preferencias y actividades que son comunes a nuestros adolescentes. Aspiramos a estable una alianza con ellos y ponernos en su lugar, demostran- abajar juntos para lle- gar aefectuar la mejor eleccién posible. Utilizamos una clase de entrevista somidirigida que da un tiempo al consultante para extenderse sobre aquellos puntos que considere de interés en el tema de su situacién vocacional. ‘Seguin el material que el entrevistado aporte en el curso de esta parte de la entrevista, hablard libremente, reduciendo el entrevistador al minimo las intervenciones 0, en su defecto, se hard uso de un rol muy activo, que se ejercerd mediante preguntas y sefialamientos, pedidos de precisién ‘tema que _ } Eseaneado con Camscanner 154 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL en la informacién que se est4 brindando y otros recursos que el entrevistador activo y directivo puede llevar a la practica con el fin de focalizar la entrevista en el tema de la conflictiva vocacional, evitando que los t6picos no rela- cionados produzcan desviaciones no deseadas en el foco. No obstante, el ent iempre deberé mantenerse vigilante ante Ejemplos de Se en el ciclo vital fami ser considerado, Consideramos que todo hecho que afecte directa o indi- rectamente al consultante en su situacién presente, aun- que no esté, a primera vista, enlazado con la eleccién de carrera, debe ser tenido en cuenta por el entrevistador, dado que puede incurrirse en el grave error de minimizar su importancia y su influencia sobre la decisién a tomar, © sobre sus circunstancias de vida. Segin R. Frank de Verthelyi (1987) aportes de Schajer (1970) y Rolla (1970) aparentes son las proble- muy complicadas, situaciones de crisis \do 0 erénico que merezea “parte de estas expectativas estarian tncuides dentro del fendmeno transferencia atra: . Este fené- do oa wado"--En efecto, los fandamentales aportes del psicoandlisis en relacién con los conceptos de transferencia y contratransferencia resultan en la entrevista psicolégica de una importancia capital en el andlisis de los contenidos aparecidos durante el curso de ella, Ambos fenémenos deben ser siempre tenidos en cuen- ta dada su utilidad a la hora de la formulacién y contrastacién de hipétesis. En un apartado anterior, hablamos de la entrevista ‘como campo dindmico. Incluimos la caracterizacién reali- zada por Celener y Bruzzoni (1990), que aparece en la tabla 2. LAS ENTREVISTAS TABLA 2 LA ENTREVISTA COMO CAMPO ‘Debemos enfatizar que en la entrevista se constituye un campo de determinadas caracteristicas: — entre los participantes se estructura una relacién de la que depende todo lo que en ella acontezca; — tratar de obtener que el campo se configure espe- cialmente y en su mayor grado por las variables que dependen del entrevistado; — el entrevistador controla la entrevista, pero quien irige es el entrevistado; — la relacién entre ambos delimita y determina el ‘campo de la entrevista y todo lo que en ella acon- tece; — ninguna entrevista puede agotar la personalidad del consultante; * — para obtener el campo particular de la entrevista debemos contar con un encuadre fi — el campo de la entrevista es dindmico, est sujeto aun permanente cambio y la observacién se debe extender del campo especifico existente en cada momento a la continuidad y sentido de estos cambios (observacién de la continuidad y conti- giidad); cada situacién humana es siempre original y tini- ca, por lo tanto la entrevista también lo es. * Las bastardillas som muestras, para adapter la tabla al contexto de ‘orientacidn vocacional (se reemplaza paciente por consultant). La caracterizacién precedente, as{ como los conceptos y descripciones volcados en este apartado no pretenden agotar todos los aspectos posibles de ser contemplados en Eseaneado con CamScanner 156 _- PROYECTO DE VIDA ¥ DECISION VOCACIONAL ‘el complejo tema de la entrevista. Aqui solamente se intro- ducen algunos de ellos, como una primera aproximacién acerca de este t6pico. Para un tratamiento més completo y més detallado véase M. Siquier de Ocampo y M. Garcia ‘Arzeno (1974), J. Bleger (1971) y R. Ferndndez Ballesteros (1987). Abe PBResulta muy complicado lograr algin tipo de sistematizacién acerca de este momento, dadc in nuestra modalidad consiste en d a relacién con la expuesta por el sujeto, baa de ellos para que contintien operando como puntos claves por ser analizados, aun fuera de la consulta. En este momento, el profesionally obtenido durante la entre- en el ién vocacional. Mas adelante volveremos dado que lo consideramos un punto fundament proceso de de sobre esta cues forma gradual durante el curso de la : es, a la vez que resultan de fundamental importancia en la eleccién de las técnicas por ser administradas. Las entrevistas siguientes Eleccién de la baterta Una vez realizada la elaboracién de los datos recaba- dos durante el curso de la primera entrevista estamos en — LAS ENTREVISTAS 157 condiciones de tomar una decisién acerea del plan de tra- bajo que se instrumentaré. Debemos pensar cuidadosa- mente el camino por seguir, sobre la base de c6mo se con- figure la problematica vocacional del sujeto. ‘Podemos continuar realizando algunas entrevistas més, o introducir la aplicacién de técnicas psicométricas y proyectivas. Durante las entrevistas, nos concentraremos en rele- var informacion acerca de Ia experiencia del sujeto con las asignaturas en la escuéla secundaria (en ocasiones inclui- mos él nivel primario), sobre su relacién con los docentes, su insereién en los grupos de pares, su rendimiento ata- angio nsiedad en situaciones de examen, sus fantasfas en relacién con carreras posibles y la in- fluencia del grupo familiar en ellas. ‘Nos ocupamos especificame de verificar en qué etapa del proceso de eleccién se encuentra, e intentamos poner a prueba su “decisién” de continuar los estudios superiores. Nos resulta util explorar su deseo y su necesidad econémica de trabajar durante sus estudios, o bien sus ideas de reemplazar los estudios por la actividad laboral. Adem4s, examinamos junto con él su autoimagen en. relacién con sus habilidades intelectuales y sus intereses expresados. Toda esta informacién es comparada con la que arro- jen las técnicas psicométricas y proyectivas, logrando asi ‘una complementariedad sumamente util. Dichas técnicas se administran durante los encuentros con el consultante, generalmente destinando una parte de ellos para esta administracién y otra parte para las entrevistas. Un tra- tamiento més profundo acerca de la utilidad de las técni- cas se realiza en capitulos posteriores. En la mayoria de las ocasiones, algunas de las técni- cas por administrar se eligen con el sujeto. Por ejemplo, cuando se determinaron las dreas de interés con cierta precisién (mediante las entrevistas y los inventarios desti- nados a tal fin) y ellas fueron discutidas por entrevistador y entrevistado, solemos pedir a nuestros consultantes que ellos mismos escojan (con nuestra ayuda) aquellas habili- Eseaneado con Camscanner 158 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL dades que especialmente quieran evaluar en relacién con esos intereses. Asi, conformamos la baterfa de ténicas, Iogrando que ésta sea especifica para cada sujeto particu- lar y haga la tarea interesante. Podemos agregar que con este acto reafirmamos la idea de “trabajo y esfuerzo con- junto”, expresada al interesado en el comienzo del proceso. ‘Los resultados de las técnicas, asi como las elaboracio- nes realizadas por el profesional acerca de lo recogido en Jas entrevistas, serdn devueltos paulatinamente al intere- sado en el curso de los encuentros, logrando asf una inte- gracién gradual de toda la informacién. Més adelante yolveremos sobre este punto. La queja més frecuente entre los adolescentes que Megan, muestra consulta se centra en la falta.de infor- istentes. Es por ello que, por lo general, instrumentamos un espacio especialmente i6n efectiva con ciones acer¢ a cabo. Estas tareas se centran en la busqueda de informa- cién sobre las carreras u ocupaciones que han sido consi- deradas de su interés sobre la base del trabajo conjunto de profesional y consultante. de informacién inclu- Las técnicas para la biisg: jades: la simple lectura yen una gran variedad de posil detallada de la lel sp o estatales para informarse acerca de los planes de estudio, entrevistas con graduados y estu- diantes de la carreras preferidas, a fin de investigar el campo laboral, posibilidad: i campo laboral, iades econémicas y otros aspectos Los adolescentes son incentivados a efectuar estas tareas —y otras que puedan proponer— para luego volear | | LAS ENTREVISTAS sey en las entrevistas toda la informacién recabada, la que ¢s | ‘analizada y discutida a fondo con el profesional. ‘4imos con Bohoslavsky (1971) en que el consultante posee més informacién de In que supone, ad- Guirida durante su educacién sistemética y asistemética. ‘Asi, nuestro papel consistiré en trabajarla con él, para anclizar los estereotipos y representaciones sociales acerca de las profesiones que se ha formado a lo largo de la vida. ‘Consideramos fundamental que la persona sea capaz de buscar los medios adecuados para acceder a toda esta jnformacién que le servird para tomar una decisién. Este ‘hecho fomenta su papel activo en el proceso decisorio, a la yez que abre un amplio abanico de posibilidades al per- mitirle acceder a informacién proveniente del mundo académico y laboral adulto. Sélo con estos datos en su poder el consultante puede tomar una decisién adecuada. Dia tras dia legan a noso- tros jévenes que, habiendo elegido inicialmente una carrera, deciden abandonarla porque ella no se corresponde con la idea que se habfan formado en el momento de la eleccién ‘Creemos que la forma de evitar esto es la puesta en préctica de estas técnicas, que contribuirdn a prevenir fracasos ‘estudiantiles y profesionales frustrados, colaborando en el sentido de proveer a los consultantes informacién més acorde con la realidad. La entrevista operativa El concepto de entrevista operativa aportado por Ulloa (1986) es de gran utilidad para la formulacién de los obje~ tivos de la entrevista, tanto de la primera como de las siguientes. Segtin este autor, “La entrevista operativa pro- cura ‘resolver’ una situacién en los dos sentidos que suele tener cominmente la palabra: en primer lugar, resolver en cuanto esto implica una solucién favorable de un problema. El segundo aleance del término resolver, y que constituye ‘el més importante dentro de la entrevista operativa, es el de ‘yo resuelvo', ‘yo decido’..”. Esto equivale a que el in- Eseaneado con CamScanner 160 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL * teresado adquiera Ia autonomia necesaria para decidirse a emprender los cambios pertinentes en su_ conducta para lo- rar un objetivo, el de la eleceién ocupacional o de carrera. La devolucién Destinar un tiempo para la devolucién de la informa- cién al examinado es una costumbre arraigada dentro del rea de la evaluacién psicolégica. EI justi el det i { asf como por la conveniencia de profesional, la devolucién se apoya en la necesidad de éste de restituir al entrevistado las partes de su personalidad y de su historia que fueron depositadas en él durante el curso del psicodiagnéstico, Por otro lado, la e in nuestra labor cotidiana en orientacién vocacional implementamos esia modalidad, errando el preceso con que intenta cumplir con los enumerados més arriba. No obstante, hemos introducido una modificacién en la que la ultima entrevis- ta de devolucién opera mds como un cierre para el proceso, en el que psicélogo y consultante exponen y discuten las Uiltimas conclusiones obtenidas. A través de nuestra expe- i ya que nuestros clientes experi- mentan la necesidad de contarnos, por ejemplo, lo que han investigado acerca de tal 0 cual carrera, qué han discutido con sus padres acerca de c6mo solventardn sus estudios 0 qué comentarios se les ocurren en relacién con lo conver- ado con un egresado de una carrera de su interés. Al destinar un tiempo de los encuentros para la discusin de tales temas, logramos promover que los adolescentes que Tegan a nosotros de todos estos puntos. & la vez, destinamos otra parte de LAS ENTREVISTAS 161 estos encuentros a la administracién de técnicas psicométricas y proyectivas. Y una tercera parte de ellos se dirige a integrar la informacién obtenida en la primera parte con los resultados de las técnicas ya administradas. = Intentamos con ello que en cada entrevista el joven regrese a su casa con una visiGn integradora de todo lo trabajado hasta el momento, dentro y fuera del ambito de la consulta. De esta manera, evitamos el “suspenso” de esperar hasta la tltima entrevista. A la vez reafirmamos la idea del papel activo del consultante. Intentamos evitar la atomizacién de Ia informacién efectuando devoluciones parciales acerca de cada encuentro; asi, apuntamos a lograr la devolucién gradual de informacién antigua y reciente, ambas integradas de manera que la nueva no pierda de vista a la anterior, sino que la subsuma e incluya. De este modo, aspiramos ‘a que la decisién se vaya elaborando paulatinamente, reproduciendo el proceso gradual que se da en el desarrollo del individuo. Este proceso se va cocreando junto con el consultante, quien llega a ser un agente activo en el devenir de aquél. El profesional sélo es 4 en él un guia y un impulsor. Comentarios finales Hasta aqui hemos discutido generalidades acerca de la utilizacién de las entrevistas en el proceso de orientacién vocacional. Si bien existe cierto consenso entre los profesio- nales en cuanto al esquema de trabajo, éste debe poder ser lo suficientemente flexible como para permitir su adapta- cién a cada caso particular, asi como para respetar el estilo personal de cada entrevistador. Confiamos en el criterio de cada uno de nuestros co- legas para el logro de una implementacién éptima del valiosisimo recurso que la entrevista representa en nues- tro quehacer profesional. Eseaneado con CamScannet 162 PROYECTO DE VIDA Y DECISION VOCACIONAL Bibliografia Anastasi, A., Tests psicoldgicos, Madrid, Aguilar, 1980, 3a. ed. Bleger, J., Temas de psicologta. Entrevista y grupos, Buenos Aires, Nueva Visién, 1971. Bohoslavsky, R., Orientacién vocacional, Buenos Aires, Nueva Visién, 1978. Celener de Nikjamkin, G. y Bruzzoni de Bisso, M., La entrevista de psicodiagnéstico. Diferentes abordajes. Entrevista a pa- dres, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Psicologia, Departamento de Publicaciones, 1990. Ferndndez Ballesteros, R., Evaluacién conductual, Madrid, Ed. Pirdmide, 1987. Frank de Verthelyi, R.; Guinzbourg de Braude, M.; Celener de Nikjamin, G.; Mancovsky de Sandleris, S.; Veccia, T. y Cattaneo, B., Elaboracién de hipétesis en la interpretacién de la entrevista de psicodiagnéstico, Departamento de Pu- blicaciones, Facultad de Psicologia, Universidad de Buenos Aires, 1987. Minuchin, S.; Fishman, H., Técnicas de terapia familiar; 3ra edicién, Barcelona, Paidés, 1988. Silva, F., “La entrevista”. En: Fernandez Ballesteros, Carrobles, J. A., Evaluacién conductual, Madrid, Ed. Pir: mide, 1987. Siquier de Ocampo, M.; Garefa Arzeno, M., Las técnicas proyectivas y el proceso psicodiagnéstico, tomo I, Buenos Aires, Nueva Visién, 1974. Ulloa, F., La entrevista operativa. Publicacién de la, Cétedra Técnicas Proyectivas, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Psicologia, Departamento de Publicaciones, 1986. Eseaneado con CamScanner

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