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SOBRE CINE Y LITERATURA’ 2? REFLEXIONES Ramon ILLAN Bacca EL UL/SESDE HOMERO Y EL DE CAMERINI En realidad mi intervencién es en nombre y representacién de los viejos espectadores de cine. La relacion entre cine y literatura ha sido estudiada por los expertos y no hay discusién en que en la mayor medida en que el director olvide amarrarse al libro que sirve de tema, y recurra a su propia inspiraci6n, el resultado sera mejor. Nada de esas reflexiones tenia cuando todavia un nifio, en los lejanos cuarenta, corri por el techo de las 1 Conferencia del escritor dictada el 30 de agosto del 2001 en el auditorio Alfonso Restrepo Moreno de Comfama, Medellin. a7 oO casas vecinas y subj hasta el gallinero del teatro “Rex”, en mi nativa Santa Marta, a ver gratis, un doble mejicano. El recuerdo fiel me muestra im4genes de Cuando se alza la niebla, un dramén con Arturo de Cérdova y Marga Lépez, basada en una novela de Blasco Ibafiez. La pelicula se resolvia al descubrir el protagonista que su amada habia desaparecido porque tenia una enfermedad vergonzosa: lepra. A todos los espectadores se nos puso la carne de gallina. La pelicula que siguid —recuérdese que en aquella época se acostumbraba los dobletes— fue tomada de una obra de Shakespeare, me refiero a Enamorada con Maria Félix y Pedro Armendariz, basada en La fierecilla domada. El director, el Indio Fernandez, hizo una versién bastante libre. Entiendo que en estos momentos la pelicula no tiene aceptacion unaénime. Como no la tuvo esa noche en la que Maria Espiritu Santo, la doméstica de la casa y empedernida cinéfila, estaba furiosa por ese par de peliculas “malas” que eran Los olvidados de Bufuel y Enamorada del Indio Fernandez. En la primera no habia habido un final feliz y en la segunda no habia entendido bien si al seguir Maria Félix como “soldadera” a Pedro Armendariz, ellos se casaban ono. Mi primer contacto con la critica cinematografica, una critica mas en forma, fue cuando el profesor de literatura en el bachillerato nos mandé a ver Ulises del director Mario Camerini, y aunque todos nos entusiasmamos con las aventuras de Kirk Douglas, al pedirnos una opinién en la clase, todos enmudecimos. El profesor entonces empezd, con toda la suficiencia del mundo, a juzgar la pelfcula compardndola con el texto de La odisea. Hurgé en los tiempos, temas y 78 & personajes, se entusiasmé persiguiendo los fantasmas del poema homérico para concluir que el director se habia alejado de Homero y habia tratado de darle un toque moderno traicionando el espiritu del poeta épico. Pero toda su exposicién se desbaraté cuando del fondo de la sala la vocesita de “Borolas”, un genio en matematicas, se dejé ofr y pregunté: “y los que no se han leido La odisea, gc6mo pueden compararla con la pelicula? El profesor dio abruptamente la clase por terminada. Me tocé pues adquirir criterios por mi propia bUsqueda. Debo haber tenido mi “epifania” -una palabrita que creo que se puede aplicar en este caso y que nunca antes habia tenido la oportunidad de emplear- al ver Abismos de pasi6n, una pelicula rodada en México por Bufiuel con la actuacién de Jorge Mistral y Miroslava y basada en Cumbres borrascosas. Como me habia leido la novela de Emily Bronté, empecé a comparar la pelicula y el libro, me impresioné tanto que incluso recuerdo que la miisica de fondo era “Preludio de muerte por amor” de Tristan e Isolda de Wagner. Y para mi, Jorge Mistral fue siempre Heacliff a pesar de que la prensa se deleitaba contando las aventuras del actor, quien habia tenido que especializarse, en una gira que hizo por el pais en los afios sesenta, en descolgarse por las ventanas de los hoteles para irse sin pagar ya que a sus presentaciones en vivo no iba el piblico. Tampoco me importé que Miroslava se suicidara cuando su gran amor, el torero Luis Miguel Dominguin, se cas6é con Lucia Bosé; para mi ella siguid siempre, siempre Catalina, la de Las cumbres borrascosas de la Bronté. He de confesar que los que trabajamos en la literatura, aunque de dientes para fuera digamos lo contrario, 29 o queremos que nuestros cuentos o novelas pasen a la imagen y se den en cine o television. Hasta ahora mis intentos han sido infructuosos. Pacho Bottia quiso filmar mi cuento “Marihuana para Géering”, incluso fue de los nueve guiones escogidos por Focine, pero se acabé la plata y el proyecto quedé en el aire. Tengo, sf, una historia extrafia. Uno de mis cuentos “Si no fuera por la zona caramba...” que trata sobre el baile que los bananeros samarios le dieron al General Cortés Vargas, un mes después de la matanza de las Bananeras, fue traducido al eslovaco. Aqui me llegé una carta con cinco dolares y el pedido de una autorizacion para pasarlo a la television, por eso me ofrecian cincuenta délares. Nunca volvi a recibir mas cartas y los acontecimientos se precipitaron. Checoslovaquia cambié de régimen y por ultimo, se dividid en dos paises. Nunca vi los délares prometidos y me he quedado muerto de ganas de saber cémo en Bratislava ven un baile de disfraces de Santa marta. LOS MELODRAMATICOS CINCUENTA Hay que aclarar que yo no soy un experto ni en cine ni en literatura sdlo he tenido un vagabundeo de lecturas e idas al cine. No sé en que forma me marcé el cine en lo que escribo. Algunos de los comentaristas que se han ocupado de mis libros detectan cosas que me sorprenden. Pero creo que las setecientas peliculas mejicanas que me vi en un pueblo de la Guajira cuando era juez en mi afio rural me marcaron. En los ajfios sesenta el pais comenzaba a tener la mayoria de su poblacién en las ciudades y me atrevo a pensar que se terminaba el dominio que tenia el cine mejicano entre nuestro publico pero el melodramatismo que lo signd, nos acompafié mucho tiempo. 60 & A mediados de la década pasada se celebré en Paris un festival del cine melodramatico. Este evento fue bautizado como el festival “melé-meld”, y la base de su programacién corrié a cargo de las peliculas mejicanas, de los cincuenta especialmente. Cabria preguntarse si lo melodramatico es una especialidad latinoamericana y tal vez la respuesta seria mas que dubitativa, pero para todos los que los franceses designan discretamente como personas “de una cierta edad”, los recuerdos de nuestra infancia estan entrelazados con este clima melodramatico. Era algo que se tocaba en el aire, era un cierto aspaviento en toda expresién atin en la cotidiana y naturalmente era todo lo que se trasmitia en la radio, en el cine, que nos llegaba de México y en el canto. Si queremos personalizar unos grandes culpables podriamos seyialar a Felix B. Caignet, Agustin Lara y Arturo de Cérdoba. Todavia recuerdo el Santa Marta de mi infancia totalmente paralizado a las doce del dia, porque todo el mundo estaba escuchando E! derecho de nacer de Caignet. El dia en que don Rafael del Junco reconocié a Albertico Limonta como su nieto, se marcd un hito en los temas de conversacién, ya que toda reunién tomaria como plato de discusién ese acontecimiento decisivo. La versién cinematografica con un exasperante Jorge Mistral como Albertico y una Gloria Marin como la madre caida, abandonada y al final perdonada, saneé el presupuesto familiar, pues mis parientes eran los administradores del teatro “Rex”. Soy pues un testigo de primera mano del fenédmeno Caignet. Ahora cuando dirijo miradas tangenciales a las telenovelas, la mayoria de las veces pienso que yo vi la mama de todos esos programas como lo fue el culebrén cosmo-dramiatico creado por el sefior Caignet. Todavia 6] o en ellas la trama suele centrarse en los conflictos familiares y en los amores imposibles pero ahora, no en balde han pasado cincuenta afios, entran otros componentes que le han dado un mayor realismo a las telenovelas como politica nacional, la corrupcién empresarial y del gobierno, pero todavia el melodramatismo esta en la matriz cultural. Arturo de Cérdoba en el cine también ponia su piramide de arena y asi con su cefio fruncido y la voz grave creaba toda una escuela cuando le decia a Rosita Quintana “te quiero no solamente por lo que eres tu, sino por lo que soy yo cuando estoy contigo”. En Bésame mucho, también con Rosita Quintana y donde todo el argumento era tan solo un pretexto para que se cantara el bolero de Consuelo Velasquez, hay una secuencia donde Arturo y Rosita se besan larguisimo, y después apuran unas copas de champarfia, rompiéndolas inmediatamente, mientras Arturo dice con voz quebrada “rompamosla para que nadie més beba en ellas y sean solamente nuestras, como son solamente nuestras, estas noches que hemos vivido juntos”. Todas las solteronas que llenaban el teatro gritaban como posesas: “jAgua!, jagua!” A veces en una situacion melodramatica saltaba la nota cémica, Arturo de Cérdoba se inclina solemne y galante ante Consuelo Guerrero de Luna, dandole el tratamiento de sefiora. La Consuelo revira con todos los fierros. “;Sefiora? Sefiora no, sefiorita, una palabra muy corta pero de mucho significado.” Corrobora lo dicho cuando en un breve cuento de Marvel Moreno, publicado en sus Cuentos completos, nos relata el encantamiento que tenia este actor sobre su madre. Personalmente las dos peliculas que considero arquetipicas del meléd aunque en ellas no actué Arturo 62 & de Cérdoba fueron Soledad e Hipécrita. La primera con la actuacién de Libertad Lamarque y René Cardona, era la precisa para todas las personalidades sentimentales. Alli podrian darse gusto acompanando a la campesina seducida, engafiada con un falso matrimonio, sacrificada por su hija, pero -siempre hay un pero que salva la situacién- con una bella voz que le da el triunfo, la fama y el dinero. Ya no se llama Soledad, ahora es Cristina Palermo, pero la hija la odia porque su joven novio esta enamorada de esa “cémica” que ella ignora es su madre, pero al final Soledad, perdén Cristina, se sacrifica. Y llore, llore usted todo lo que pueda, que pretextos hay muchos y, ademas, acompajia a la campeona del Ilanto. La otra pelicula arquetipica es Hipécrita con Leticia Palma y Antonio Badtt. Ella es una ramera que tiene la cara deformada por el vitriolo y que, ademas, es conocida por el nombre de combate de “La Charrasqueada”. Su zona de candela es el Bar “El Cielo” donde Luis Beristain toca el piano. Ademas, y no podria ser en otra forma, el pianista estudia medicina y toca el piano para pagarse los estudios. Se compadece de “La Charrasqueada” y logra que su profesor y amigo, que coincidencialmente es especialista en cirugia facial, le haga la operacién gratis a la Leticia. Pero ésta, ingrata, en vez de agradecerlo al pianista, se va con el mafioso de Antonio Badu, lo que le da oportunidad a Beristain de soltar los acordes del bolero “Hipdcrita” mientras la camara se aleja lentamente. En este momento las mujeres lloraban y los hombres le recordaban la madre a Leticia cuando... se corté la proyeccién. Entonces quién dijo miedo, las mentadas de madre cambiaron de direccién y se concentraron en el proyectista, quien para agravar la situacién, proyecté en la pantalla un aviso que decia: 63 o “mas sera la de ustedes. La Empresa”. No quedé una banca intacta. Cualquier ganancia con El derecho de nacer se perdié con esta exhibicion de Hipécrita. Cosas como éstas hacen que el recuerdo sea indeleble. El otro culpable de esta ronda melodramatica fue Agustin Lara. Acompafiandose del piano, Agustin cantaba con su voz quebrada sus propios boleros que siempre tenian como motivo de inspiracién a ese ser extrafio, adorable y traicionero que es la mujer. El Gnico detalle es que ese ser tiende al pecado y de paso a arrastrarnos con ella. “¢Por qué te hizo el destino pecadora, si no sabes vender el coraz6n?” Pero si se duda sobre el articulo que esta en venta, otras veces la cuestién es de formas de pago asi: “y aquel que de tus labios la miel quiera que pague con brillantes tu pecado”, yen otras es el aviso de algun baratillo: “y aunque tengas mucho oro y mucha plata espero que te pongas mas barata por que algun dia bajarés de precio”. Pero cualquiera que sea la glosa que le podamos hacer a estas letras de bolero irremisiblemente cursis, la riqueza melddica hacia olvidar cualquiera de estos pecadillos. Como para ayudar a todo este clima melodramatico que subrayaba el bolero, voces como las de Toria la Negra, Marfa Victoria, Leo Marini y orquestas como la de Alcaraz y Rafael Hernandez, servian de vehiculo a todo este sentimiento. “Perdida, porque al fango rodaste después que destrozaron tu virtud y tu honor”, cantaba Leo Marini, “Ella que fue reina del barrio, ella que fue reina de la alegria, ha perdido su sonrisa, ella es una mas”, ratificaba Tofia la Negra. Todavia y a pesar del movimiento de liberacién femenina se conservan rezagos de esa mentalidad porque ahora se dice, aunque en ritmo de salsa, “tt que eras la 64 © consentida del barrio, la mas bella, la que destroz6 mi corazén, hoy eres una perdida, una mujer del mont6n” Coro: del montén, una mujer del montén eres ti. Actualmente se oye poco por la radio pero en la década del cincuenta la melopea era una instituci6n. Esta consistia en un programa musical de boleros y en donde el locutor hacia una introduccién donde se despefiaba en un montén de frases y metaforas roménticas. Algo que hiciera entrecerrar los ojos, mientras se sintiera la cintura cimbrante de la doncella 0 el olor dulce pero masculino del galan, segtin el caso, mientras en la terraza la luna le hacia guifios a las palmeras. El campeon de la melopea era sin duda Agustin Lara quien soltaba unas largas parrafadas mientras tintineaba el piano. Con voz asordinada, Agustin nos decia: “Paris 1936, es otofio y se estrena un perfume que se llama Chanel, el miedo se cierne sobre el mundo, pero los corazones buenos”, bla, bla, bla. Entonces arrancaban los acordes y el mismo Agustin con su voz gangosa canturreaba: “tienes el perfume de las flores en tu mirar”. Esto hizo escuela. A la una de la tarde en todas las emisoras se pasaba todo género de melopeas. Pero con esa combinacién que hace nuestro pueblo de romanticismo y pragmatismo, al final el estribillo después del almuerzo era: “oye, ponte a Agustin Lara pa’ dormir la siesta”. Si en la década de los cincuenta reiné toda una cultura melodramatica cémo no iba a serlo si lo que nos recomendaban nuestros mayores era que leyéramos la novela Rosalba de Arturo Suarez que terminaba con esta frase-perla, del melé-melé: “Adids Rosalba mia. Duerme en paz tu suefio eterno y pleno y perdona a este desgraciado que te sobrevive pero sin corazon, porque como tu, mi corazon ha muerto”. 69 “Y AHORA CON USTEDES... TONGOLELE” En esta serie de recuerdos voy a repetirme y ahondar un poco en las peliculas de rumberas que también estan dentro de la linea de lo melodramatico, pero atencién, el género participaba de un comtin denominador porque tenia su caracter espectfico. Ya dentro de los entendidos, en la muchachada de la época se sabia diferenciar entre una danzarina como Tongolele que bailaba sin zapatos y en donde habia de pronto un homenaje al oriente, y Maria Antonieta que era rumbera pero que no se contorsionaba sino que recorria todo el patio moviendo los hombros. Nindn era la picardia, y Amalia Aguilar bailaba con unas zapatillas agujas que recordaba su estadia de fichera en Panama -este dato me lo dio Jorge Artel en una conversacién en “El Barbaro”—. La verdad es que estaba profundamente asustado al ir a ver por primera vez una pelicula de rumberas en mi lejana adolescencia. Como “francamente mala” habia sido clasificada en la hojita parroquial El colmillo de Buda, la pelicula que iba a ser exhibida. Con la complicidad del portero, novio de la doméstica de la casa, pude, sin embargo, entrar al cinematografo. Se apagaron las luces y un rotundo “Miguel Zacarias... presenta” me sumergié en esta aventura desarrollada en una India donde hablaban un espafiol con acento de Pénjamo y donde el visir comia tortillas enchiladas y mole. Amalia Aguilar, que tenfa el imposible nombre de Adjacaptra, cosa que la hacia inmune a tener tocayas, bailé muy poco, pues parece que la coreografia hindu-arabe-tropical no funciond del todo. Al salir, no muy convencido de la magnitud de mi pecado, una hojita entregada en la puerta le hacia la propaganda a la pelicula del viernes. En ella 66 ® se veia al “Ciclon cubano” que, como todo el mundo sabe, era el sobrenombre de la sin par Ninén Sevilla. Esta nota aparecia al pie de la pagina: “;Son los hombres la causa de la perdicién de las mujeres... 0 son las mujeres la causa de la perdicién de los hombres?” No sé sia causa de esta pregunta filoséfica, gran premio al candor, o porque también se anunciaba a Agustin Lara, Pedro Vargas y los Panchos, el asunto fue que ese viernes “La Bamba” tuvo un lleno a reventar. En Perdida, pues ésta es la pelicula del cuento, Ninén trabaja al lado de Agustin Lara. En ella pasa de todo. Como de costumbre —las setecientas y pico de peliculas mejicanas que he visto me avalan ciertas generalizaciones- empieza por la escena final y alli se da el paso al “flash-back”. Aparece Ninon, primero como una ingenua campesinita, y pasa a ser luego la novia de un torerillo. Después, el drama. Un padrastro torvo la viola. Como cosa curiosa, el violador es de un fisico tan magro, que hace de la violacién una auténtica proeza. Ninén -en la pelicula se llama Rosario, pero para mejor comprension la llamaremos por su nombre artistico- sale corriendo y se topa con alguien a quien ella considera su salvador pero que resulta un perverso —-téngase en cuenta que siempre hay una secuencia con la heroina corriendo en donde la musica de fondo es tenazmente dramatica-. El perverso la droga, se toma lo suyo en una “casa de ésas” que enriquecié nuestro vocabulario con el término de “Casa nognata”. Alli, y ya resignada a su destino de “hoja arrastrada por el viento”, Ninén hace valer su conocimiento del arte de Terpsicore para sobresalir en el sitio. Pronto viene el rescate. Primero, representado por Domingo Soler, quien es un viejo millonario vicioso que quiere que ella baile para él sdlo. Ella sale de pelea con su falso redentor, y cuando por 67 o haberse robado una hogaza de pan esté a punto de ir a la carcel, aparece el arte, en este caso, representado por Agustin Lara, quien ve en ella a la musa que le falta. El problema es que el arte, tanto en esta pelicula como en otras no soporta que una dama més o menos sabrosona goce de las rumbas porque enseguida se le opone en nombre de lo inefable. Total, Ninén termina en un arranque mistico que le hace pasarse media vida en la iglesia. Pero alla también llega la trampa: alli coge, entre las pilas de agua bendita y los cirios, amores con un estudiante que, naturalmente, resulta ser hijo del viejo vicioso —hasta aqui he estado ayudado en el recuerdo por los voltimenes de Garcia Riera-. Ninon resuelve el problema lanzdndose de una vez por todas al griterfo, y al fin los espectadores la vimos no llorando, sino bailando “El bobo de la yuca”, “Pintame de colores” y “La miicura”, que, después de todo, era por lo que uno iba. Pero la felicidad no es completa y Nindén se encuentra de nuevo con el torerillo que ahora es un triunfador. Cuando ya piensa en casarse con este amor viejo y recuperado, resulta que él es casado y no divorciado. Claro que ella, como buena catélica, no piensa en la solucién del divorcio, que entre otras cosas, ya tenfa largo tiempo de estar establecido en México. Ante tantos inconvenientes, Ninén resuelve la situacién suicidandose, mientras Agustin Lara, en la secuencia final, toca el bolero “Perdida”. A la salida todo el mundo tarareaba la melodia. Relatada la pelicula arquetipo El entorno y a esta distancia, ya es facil reducir todas estas peliculas a un solo esquema. Los mismos nombres: Ladronzuela, Perdida, Aventurera, Coqueta, Hipécrita, Callejera, Seriora tentacién, Sensualidad, Amor perdido, Viajera, 68 * etc., indican la direccion en que iban encaminadas. Todo estos nombres que sirvieron para hacer mas largas las noches de los adolescentes de la época: Ninén Sevilla, Meche Barba, Rosa Carmina, Maria Antonieta Pons, Tongolele, Amalia Aguilar, Gloria Rios, Lilia Prado, Lilia del Valle, Silvia Pinal -muy lejos de la actriz de Viridiana-, protagonizaron este tipo de cine, cuya formulita era de una sencillez hasta envidiable. El tema era siempre el melodrama donde nunca es importante la inspiracion en si misma, sino la capacidad de provocar conflictos amorosos. Dirigido este tipo de cine a las capas mas humildes de la poblacién mejicana y latinoamericana, también englobada al ptiblico de la clase media en el lanzamiento comercial que se hacia de todas las estrellas del espectaculo. En ese momento la television era incipiente en todos estos paises, asi que la correa transmisora de los nuevos valores de la farandula era necesariamente este cine. Los Panchos, Maria Victoria, Pedro Vargas, Tofia la Negra, Agustin Lara, Fernando Fernandez, entre otros, encontraban en este cine su forma habitual de proyeccién. En sdlo 1949, por ejemplo, Los Panchos actuaron en mas de dieciséis peliculas. Ese afio, treinta peliculas fueron rumberas, y en donde, como es légico suponer, las escenas de cabaret fueron la ocasién para presentar las estrellas del espectaculo, quienes, en muchos de los casos, salvaron las peliculas de la catastrofe econdmica. Ademas-de recabarnos en nuestro machismo tradicional -la mujer caida rodara en el fango, aunque, digase bien, haya sido violada; el simple hecho de no ser virgen la echaré al arroyo-, estas peliculas también nos cifraron un lenguaje. Expresiones como “juguete 69 3 del destino”, “aliento embriagador”, “hija del arroyo”, “hoja arrastrada por el viento”, “encerrada como una carcel”, “abominando a los hombres y a su destino”, formaban parte del vocabulario habitual de los adolescentes de la época. “;Qué ha sido de Paloma?”, le preguntan a Luis Aguilar en la pelicula Tu sdlo ta con Rosita Quintana, y él contesta: “:;Paloma? La vida en su avalancha la arrastr6”. También la propaganda ayudaba a fijar el concepto de la mujer-objeto-de- pecado con esos carteles que decian cosas como éstas: “Toda una tragedia. Toda una historia. Todo un infierno en un dia de vida. La pelicula més estrujante y sensacional del afio”, o: “Su capricho era ley... Su deseo el hombre”, Rosita Quintana y Ernesto Alonso en Mala hembra. Otros eran mas informativos: “Ella posefa la fuerza que niega el amor? éConsiguié ser como los hombres habjan deseado? El secreto de su pasado amenazaba la felicidad de muchos hombres. ¢Logré vengar el ultraje de los que quisieron comprarla? ;Cuanto dariamos por hacer callar a una mujer que compromete la felicidad de su hogar?” El componente permanente de estos melodramas, y tal vez la clave de su éxito ante el publico, era la presentacién permanente de esas cosas prohibidas que excitaban la imaginacién en un medio tan estrecho como era el clima mental de la década de los cincuenta: relacién sexual entre personas de clases sociales diferentes, practicas sexuales no engendradoras, cinicas expresiones del deseo de posesién y de poder, manifestaciones de brutalidad sobre esas mujeres amufiecadas que entre mas desamparadas eran mas eréticas -y aqui me viene a la mente Mujeres sacrificadas y Victimas del pecado-. El culto de esos elementos morbosos no sdélo se daba en 70 | © las clases populares y en la clase media, ahogadas en el mal gusto; también se daba en la sefiora rentista que no iba a las peliculas de rumberas, pero que si cantaba los boleros de Agustin Lara, cuyas letras contradicen toda la estructura familiar. En este aluvion de mal cine, pero que representaba todo un sintoma, y haciendo a un lado cualquier intento de anilisis sociolégico, la pregunta del cineasta es: éalguna de estas peliculas de rumberas vale la pena de ser rescatada de! “inexorable olvido”? Mucho tiempo después tuve la respuesta, cuando rotos los prejuicios y violado un juramento de juventud -en la década de los 60, y loco por Bergman, decidi nunca mas volver a ver una pelicula mejicana. “Nunca, decia Mark Twain, quiere decir 30 afios”— en el “Bar-Bar-O” en Barranquilla, lugar éste cuyo duefio rinde culto al cine de rumberas, y en una proyeccién de 16 milimetros, pude ver Aventura. Al principio la pelicula tiene las mismas caracteristicas de todas las del género. La muchacha ingenua que ve a su madre en. el adulterio, huye de la casa y cae en “una de esas casas”. Termina enredada con una pandilla de ladrones de joyerias; triunfa rumbeando; es chantajeada; se enamora de un estudiante que la lleva a la casa solariega donde est4 su madre, y joh sorpresa!, la madre resulta ser nada menos que la lenona de la casa donde ella inicié su vida borrascosa. Y a partir de este momento el director Alberto Gout pierde barreras. Como diria el critico Ayala Blanco, en esta pelicula “se rinde culto al estupro, al proxenetismo, a la venganza, a la delacién, al sadismo, a la escatologfa, al fetichismo, a la sexualidad animal y al crimen sin castigo”. El “happy end”, donde Ninon y su muchachote se marchan juntos decididos a olvidar todo y ser felices, equivalfa, segtin el mismo critico, a “inmoralidad abierta”. Otro comentarista decia que el 71 o director Gout se habia convertido en un surrealista involuntario, para decir mas adelante que “la insistencia estética en el mal emparenta la cinta con los poetas malditos...”. De mi parte, sdlo puedo decir que la escena donde Andrea Palma, la lenona, desciende de las escaleras de su aristocratica mansién en la tradicional Guadalajara -descote puntiagudo y larga boquilla, facciones desencajadas y cejas postizas— para toparse al final de ella con brusca, vulgar pero fresca y vital Ninén, me impacté tanto como los descensos de escaleras de Judy Garland y Ava Gardner en Nace una estrella y La Condesa descalza, respectivamente. Ya para esa época los adolescentes estadbamos atrapados por los musicales norteamericanos, y para ver Cantando bajo la Iluvia o Sinfonia de Paris, haciamos largas colas ante la taquilla del teatro. Pero el cine mejicano precisé limites. Las peliculas de cabaret no eran musicales, sino un género propio y definido, donde el melodrama era la columna central. Los pequerios intentos de los musicales mexicanos fueron fallidos. En 1949 intentaron con “mariachis” hacer musicales simples, pero ni ellos sabfan manejar el género, ni el publico respondid. Sdlo a mediados de los cincuenta, con Escuelas de musica y Ansiedad, aprovechando la inmensa popularidad de Pedro Infante y Libertad Lamarque, se intenta hacer algo parecido a los musicales de Hollywood. Por limitaciones econdémicas, al parecer, los nimeros musicales eran en colores y el resto de la pelicula en blanco y negro. Otras peliculas: Bambalinas, Tropicanas, Mujeres de teatro y Teatro del crimen, podrian llamarse sélo, con cierta holgura, musicales. En la Ultima de las. peliculas mencionadas, Maria Antonieta Pons es Ilevada ante el juez, y requerida por él. “;Cual es su delito?”, le pregunta 72 & el juez, ella se quita el abrigo, queda en traje rumbera y empieza a bailar mientras responde: “Sefior juez, sefior juez, sefior juez, mi delito es por bailar el cha-cha-cha...” éY a todo ésto dénde esta la relaci6én con la literatura? A pesar de que todo el hablar estaba impregnado de las formas de expresién creadas por este cine, no es tan facil detectarla en la literatura. Hay una elegia a Maria Antonieta Pons escrita por Nelson Osorio Marin, algunos textos de Marvel Moreno hacen alusién a este cine melodramatico, algtin poema inédito de Jorge Artel, algunas novelas definitivamente marcadas por este género como: Nunca es demasiado tarde (1960) y algunos cuentos mfos en donde hago parodia de ese cine. 73 Oo RAMON ILLAN BACCA (Santa Marta 1938) Novelista, cuentista, cronista, periodista, profesor universitario, abogado, juez. Publicaciones: novelas: Déborah Kruel (1990), Maracas en la épera (1996), Disfrdzate como quieras (2002); cuentos: Marihuana para Goering (1980), Tres para una mesa (1991), Senora tentacién (1994), El espia inglés (2001); crénicas: Crénicas casi hist6ricas (1990), Escribir en Barranquilla (1998); antologia: Veinticinco cuentos barranquilleros (2000). 74

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