LAS HAZANAS
D€ TES€O
uentan que, mientras estaba de paso en el
reino de Trecén, Egeo, el rey de Atenas,
tuvo un hijo llamado Teseo. Y este aconte-
cimiento, si bien le causé mucha felicidad,
también le trajo algunos problemas.
Ocurre que hasta entonces, Egeo no tenia
descendencia. Por eso sus sobrinos, los Palantidas,
estaban seguros de que heredarian el trono. Y
cuando estos muchachos esperaban algo, no era
facil que se conformaran con menos. Asi que por
temor a que atentaran contra Ja vida del nifio, el
Rey decidié no lIlevarlo con él a Atenas y lo dejé
en Trecén, junto a su madre. También dejé alli
su espada y sus sandalias, escondidas bajo una
enorme roca, para que Teseo no pudiera moverla
hasta que fuera lo suficientemente grande y fuerte.
QO”1
picen Que Los p1oses... MITOs oRigcos
Recién en ese momento estaria en condiciones
de ir a Atenas, a reencontrarse con su padre y
su trono.
El tiempo pas, Teseo crecis y, cuando cumplié
los dieciséis afios, su madre le revelé quién era su
padre. Entonces el joven levanté la piedra, recuperé
la espada y las sandalias, y se puso en camino hacia
Atenas, para ser reconocido como hijo del Rey.
El viaje no fue facil, pues el camino estaba
sembrado de ladrones y asesinos. Pero Teseo
decidié hacerlo solo, para demostrar asi su valor,
su fuerza y su destreza} Y al primero que encontré
fue a Peripetes, hijo del dios Hefesto.
Peripetes era un ladrén de caminos conocido
por su destreza en el manejo de una enorme maza
de bronce, con la que mataba a los viajeros. Pero a
pesar de su maza y de su ferocidad, Teseo lo vencid
y siguio su ruta.
Poco después se cruz6 con Sinis, al que Ilamaban
“el doblador de pinos”. Este malhechor obligaba a
los viajeros a doblar los troncos de los pinos que
crecian junto al camino. Los que pasaban por alli,
atemorizados por Sinis, enlazaban la parte més alta y
flexible de los troncos y tiraban de ellos tratando de
hacerlos llegar al suelo. Pero aquellos que no tenian
“@
Eaneada con CamscanetUns Hazafias DE Teseo
suficiente fuerza eran lanzados al aire por los
Arboles y morian en la caida. Sin embargo, Teseo
lo sorprendié y terminé con él del mismo modo en
que el malvado lo hacia con sus victimas.
Mas adelante se enfrenté a Escirén, quien obli-
gaba a los caminantes a lavarle los pies. Y cuando
los tenia de rodillas frente a él, los empujaba por
un acantilado hasta las profundidades, donde una
tortuga enorme los devoraba. Pero Teseo se negé
a lavarlo, le gano de mano, lo tomé de los pies, y
lo tiré al mar.
No muy lejos de ese lugar se encontré con
Cercién, un bandido que retaba a los transetntes a
luchar, siendo él muchisimo mas fuerte que el
comin de la gente. Pero no mas fuerte que Teseo,
quien lo vencié levantandolo por el aire y arrojan-
dolo luego con todas sus fuerzas al suelo.
Por altimo llegé a la casa de Polipemén, un
bandido que tomaba prisioneros a quienes pasaban
cerca y los sometia a una terrible tortura. En su casa
tenia dos camas: una corta y otra larga. Invitaba a
los viajeros a descansar y, cuando estos se disponian
a hacerlo, a los altos los ataba a la cama pequeiia y,
para que cupiesen, les cortaba las piernas y hasta la
cabeza. Ya los bajos les daba la cama larga, los ataba
Oo”
amend con ComsconneDicen que tos proses... MITOS GRIEGOS 1
con sogas y los estiraba jalando de ellas. Pero no
6 engafiar a Teseo, quien termino con él del
o modo en que el bandido lo hacia con sus
logr
mism:
yictimas.
Asi fue el viaje hasta que Ilegé a Atenas. Alli se
entero de
y que tenia otro hijo: Medo. No sabia como seria
que su padre se habia casado con Medea
recibido y, prudentemente, decidié esperar antes
de revelar su identidad.
Pero Medea era una hechicera y pronto adiviné
lo que estaba sucediendo. Entonces penso que el
recién llegado podria pretender quitarle el trono a
su hijo y decidio deshacerse de Teseo.
Cierto dia en que el joven habia ido al palacio de
incégnito, Medea pregunto al resto de los pre-
sentes si alguien lo conocia. Y como nadie pudo
responderle, convencié a Egeo de que el joven
debia ser un espia.
El Rey no reconocié a su hijo y le creyé a su esposa.
Entonces, para terminar con el supuesto intruso,
ordené que luchara contra el toro Maraton, que era
un animal invencible. Sin embargo Teseo lo derroto.
Al Rey, el poder del joven lo preocup6, y decidid
que era necesario acabar con su vida de cualquier
forma. Para comenzar su plan, lo invito a un
ng
amend con CamscanetLAS HAZAMIAS DE TESEO
banquete en el que celebrarian su victoria contra el
toro. Y alli estaban cuando Egeo puso en la copa
del muchacho un veneno que le habia dado Medea.
Teseo no se dio cuenta, pero quiso la fortuna que
antes de beber, sacara su espada para cortar la carne
que le habian servido.
: De inmediato, Egeo reconocio su empufiadura
y supo que el visitante no era otro que su hijo.
Entonces le sacé la copa de las manos y tiré al piso
el vino envenenado.
Lo que siguié al reencuentro de padre e hijo y a
los abrazos que se dieron fue que echaron a Medea
del reino, acusada de haber querido asesinar al
futuro rey. Y desde ese dia, Teseo fue reconocido
por todos los atenienses como el sucesor de Egeo.
Pero no todo era felicidad en Atenas. Poco
antes, uno de los hijos del rey Minos de Creta habia
ido a la ciudad, para participar en un certamen
en honor de la diosa Palas Atenea. El Principe se
Namaba Androgeo y su destreza y valentia eran
conocidas incluso lejos de su tierra.
Androgeo luché con los més fuertes guerreros
y vencié a todos sus rivales. Pero los atenienses, en
lugar de reconocer su victoria, se enfurecieron y,
esa misma noche, lo mataron.
@”
amend con ComsconneMrvos antiaos 1
08 DIOSES..+
Dicen QUE“
La noticia lleg6 rapido a Creta y Minos, wobrepn
sado de dolor, decidié vengarlo. E’ntonces marehs
juntoa todo su ejército hacia Atenas y sitié In cludad,
Los atenienses no estaban preparados para
defenderse y, al cabo de un tiempo, tuvieron que
rendirse y pedir la paz.
Minos recibio a los embajadores de mala manera
y> después de escucharlos y de meditar en silencio,
les dijo:
—Mataron a mi adorado hijo y mi venganza ser4
terrible. Les ofrezco la paz con una condicién,
Durante nueve afios, Atenas enviard a Creta siete
de sus mejores jévenes y siete doncellas. Ellos
pagaran con su vida la muerte de mi hijo.
El destino de esos desdichados era alimentar al
Minotauro, un monstruo mitad hombre, mitad
toro que vivia encerrado en un laberinto construido
en la isla, especialmente para él. Y aunque la
propuesta de Minos era terrible, los atenienses
tuvieron que aceptarla. Sin embargo, ellos tam-
bién pusieron una condicién: si alguno de los
jovenes atenienses conseguia matar al Minotauro
y salir del laberinto, salvaria su vida y la de sus
compafieros. Ademés, Atenas se libraria de seguir
enviando su espantoso tributo.
2@
amend con ComsconneLAS HAZANAS DE TESEO
Minos estuvo de acuerdo y firmaron el compro-
miso. Por eso cada afio, desde el puerto del Pireo
partia una nave rumbo a Creta, con esa valiosa y
triste carga: los j6venes que habian sido sorteados
y que serian el alimento del Minotauro. Hasta que,
al tercer afio, el valiente Teseo se ofrecié a ser parte
del grupo de infortunados. Entonces fue a hablar
con su padre, para convencerlo.
—Padre, me siento capaz de enfrentar y terminar
con el monstruo —le dijo, decidido—. Permite que
me embarque como uno mis de los jévenes ate-
nienses, porque sé que podré liberar a la ciudad de
una condena tan terrible.
Al principio Egeo se nego. Pero era un rey justo
y sabia que debia compartir el peso del castigo con
el pueblo. Por eso finalmente y en contra de su
voluntad, accedio.
Asi fue como Teseo se embarcé rumbo a Creta.
Pero antes de partir, su padre le hizo un pedido:
si volvia con vida, al entrar al puerto debia cam-
biar las velas negras con las que siempre navegaba
el barco, por velas blancas. De ese modo, él sabria
que habia sobrevivido. Y sus ultimas palabras antes
de despedirlo fueron recomendaciones de que no
olvidara hacer esto.
LL
amend con Comsconne
)
23Ls HazAMiAS DE TESEO
Minos estuvo de acuerdo y firmaron el compro-
miso. Por eso cada afio, desde el puerto del Pireo
partia una nave rumbo a Creta, con esa valiosa y
triste carga: los jévenes que habian sido sorteados
y que serian el alimento del Minotauro. Hasta que,
al tercer afio, el valiente Teseo se ofrecié a ser parte
del grupo de infortunados. Entonces fue a hablar
con su padre, para convencerlo.
—Padre, me siento capaz de enfrentar y terminar
con el monstruo —le dijo, decidido—. Permite que
me embarque como uno mis de los jévenes ate-
nienses, porque sé que podré liberar a la ciudad de
una condena tan terrible.
Al principio Egeo se nego. Pero era un rey justo
y sabia que debia compartir el peso del castigo con
el pueblo. Por eso finalmente y en contra de su
voluntad, accedio.
Asi fue como Teseo se embarcé rumbo a Creta.
Pero antes de partir, su padre le hizo un pedido:
si volvia con vida, al entrar al puerto debia cam-
biar las velas negras con las que siempre navegaba
el barco, por velas blancas. De ese modo, él sabria
que habia sobrevivido. Y sus ultimas palabras antes
de despedirlo fueron recomendaciones de que no
olvidara hacer esto.
amend con ComsconneDICEN QUE LOS DIOSES... MITOS GRIEGOS 1
La nave llegé a Cnosos, la capital de Creta, y
Teseo fue conducido con los demas jévenes a la
prision. Alli esperarian a que les tocara el turno
de enfrentarse al Minotauro. Pero pronto Minos
se enteré de su presencia, lo mando a llamar y
le dijo:
—Tu eres el hijo de Egeo y por eso no estas
obligado a morir frente al Minotauro.
—Aun asi, lo enfrentaré —le respondié Teseo.
—Entonces déjame prevenirte. Aunque logres
matarlo, jamas podras salir del laberinto —agrego
el Rey.
Pero Teseo estaba decidido y le contest6:
—Silo mato, habré evitado otras muertes inocentes,
y eso para mi es suficiente.
La advertencia de Minos era muy cierta, porque
el Minotauro, ese monstruo mitad hombre y mitad
toro y que se alimentaba de carne humana, vivia en
un intrincado laberinto. Habia sido construido
especialmente por el famoso arquitecto Dédalo,
para que nunca pudiera salir de alli y atacar a
la poblacion.
Ademis del pobre Androgeo, el rey Minos tenia
una hija. Su nombre era Ariadna. Esta hermosa
jovencita habia escuchado la conversacién entre su
“4@QLAS HAIANAS DE TESEO
padre y Teseo. Y no solo eso, también se enamoré
del joven ni bien lo vio, asi que decidio ayudarlo.
Para hacerlo, espero el dia en que le toco el turnoa
Teseo y le salié al encuentro cuando los carceleros
lo Ilevaban hasta la puerta del laberinto. Alli
convencié a los guardias de que la dejaran un mo-
mento a solas con él. Y cuando nadie podia verlos
ni oirlos, Ariadna le entregé un pequefio pufial y
un ovillo de hilo, y le dijo:
—Si sabes usarlo, con este pufal podras matar al
Minotauro. Y si al entrar vas desenrollando el ovi-
No de hilo, para encontrar la salida podras seguirlo
en sentido contrario. Pero corro un grave peligro
al ayudarte. Cuando mi padre se entere, querra
matarme. En pago, gti también vas a ayudarme?
éMe llevards contigo cuando regreses a Atenas?
Teseo qued6 muy agradecido a la bella Ariadna,
y también é] se enamoro perdidamente. Y después
de prometerle no solo Ilevarla en su regreso a
Atenas, sino casarse con ella, entré decidido al
laberinto.
Siguiendo las instrucciones recibidas y después
de mucho caminar, llegd a su centro, donde en-
contré al Minotauro. Se abalanzé sobre él y, antes
de que el monstruo pudiera atacarlo con sus
Or
Eaneada con CamscanetD1cEN QUE LOS DIOSES... MITOS GRIEGOS 1
enormes cuernos, le clavé el cuchillo en el pecho.
Sin perder ni un minuto, emprendié el regreso,
enrollando el hilo que habia desenrollado al entrar.
Después liberé al resto de los prisioneros y, junto a
Ariadna, se embarcaron rumbo a Atenas.
Pero en el camino, \una terrible tormenta hizo
que se detuvieran en la isla de Naxos. Alli Teseo,
que era muy distraido, se olvidé de Ariadna, quien
se quedo sola en la isla cuando el resto de la tripu-
lacién reanudo el viaje.
Teseo no cumplié lo que habia prometido y esta
falta fue castigada por los dioses de inmediato.
Cuando el barco se acercaba al puerto del Pireo,
hicieron que Teseo volviera a distraerse.' Asi fue
como olvid6 el pedido que le habia hecho su pa-
dre antes de embarcase. Las velas negras no fueron
cambiadas por las blancas y, cuando Egeo divisé el
barco, creyé que su hijo habia muerto. Entonces,
profundamente apenado, se quito la vida tirandose
al mar. Por eso el mar que bajia las costas de Atenas
leva su nombre.
& FIN &
mY
<
“¥@€L bIOS APOLO
Y LA HERMOSA PAFNS
ros, el dios del amor, era un nifo famoso
por sus flechas y por sus travesuras.
También es importante recordar que fue
’ quien provocé el primer amor de Apolo.
Y este, como sucede muchas veces, fue un amor
con final triste.
Cuentan que Eros tenia una gran habilidad
para lanzar flechas. Pero las suyas no eran de las
comunes, de las que se usaban para cazar animales
o para pelear en las guerras. Las flechas de Eros
eran de dos tipos. Habia unas que al dar en el
blanco enamoraban a quien las recibia. Otras que
hacian que su destinatario huyera del amor, como
si enamorarse fuera lo mas terrible que le pudiera
suceder a alguien. Las primeras tenian la punta de
oro y las segundas, la punta de plomo.
QO”
amend con ComsconneDIcEN QUE L08 DIOSES... MITOS GRIEGOS 1
Dicen que cierto dia, Eros llegé volando con
sus pequefias alas al Parnaso, el monte donde vivia
Apolo. Alli se posé en un rincén, sin que nadie
lo viera, y preparé dos flechas. Si hubiera sido un
nifio sensato, las habria elegido del mismo tipo.
Pero, como se sabe desde aquel tiempo, Eros era
terrible. Por eso eligié uma flecha de cada clase,
para hacerles la vida imposible a sus destinatarios.
Lo cierto es que hirié a la joven Dafne con la
que hacia rechazar el amor. Y Apolo recibié la que
enamoraba.
Sin duda, aquel fue un gran flechazo, pues
enseguida a Apolo le entré el amor por los huesos,
le llegé hasta la médula y desde ahi, directo al
corazon. En cuanto a Dafne, fue ver que Apolo se
le acercaba para salir huyendo tan rapido como
se lo permitieron sus piernas.
Y desde ese dia, la hermosa Dafne no se escap6
solo de Apolo. También, de un montén de pre-
tendientes que intentaban enamorarla. Su padre
muchas veces le decia que queria tener un yerno y
nietos. Pero Dafne se ponia colorada y siempre
se negaba.
Mientras tanto Apolo, con solo mirarla, se con-
sumia de amor y no deseaba otra cosa mas que
2@
amend con ComsconneEnea con CamscanetDICEN QUE LOS DIOSES... MITOS GRIEGOS 1
casarse con ella. Amaba sus cabellos, sueltos y
despeinados por el viento; amaba sus ojos, bri-
llantes como estrellas; sus labios sonrosados; sus
manos; sus brazos, y hasta sus hombros. La amaba
toda, completa. Hasta que Dafne, cansada de tantas
miradas y de tanto acoso, un dia huy6 corriendo
hacia los bosques.
—Hermosa ninfa, espérame —le gritaba Apolo
mientras la seguia—. Te lo ruego. No soy tu enemigo
ni quiero hacerte dafio. Te sigo porque te amo.
Pero ella no le hacia caso y escapaba de su amor
como lo hacen las palomas, de las Aguilas 0 los
corderos, de los lobos.
Sin embargo, Apolo seguia corriendo tras ella.
Y le hablaba, para ver si de ese modo lograba
convencerla.
~—Ten cuidado le decia—. No vayas a caerte y a
golpearte. Mira que las zarzas tienen espinas y yo no
quiero ser la causa de tu dolor. YY no me confundas
con un pastor. Soy Apolo. Mi padre es Zeus, el rey
de todos los dioses. Yo creé la medicina, si bien
ahora ninguna hierba me sirvi
que me causa tu rechazo.
Y aunque Apolo hablaba y hablaba, nada de lo
que decia alcanzaba Para que Dafne cambiara
“OQ
€ para curar el dolorEL DIOS APOLO Y LR HERMOSA DAFNE
de actitud. Después de todo, no era duefia de sus
actos, sino que sufria las consecuencias del
flechazo de Eros. Por eso seguia huyendo, y las
palabras de su enamorado quedaban atras, casi
sin ser oidas.
Asi, los dos corrian por el bosque. A Apolo, que
iba detras, Dafne le gustaba mas y mas, con su
vestido y sus cabellos flotando en el viento. Y la
esperanza de alcanzarla le daba fuerzas. Mientras
que a ella la impulsaba el temor de ser alcanzada.
Hasta que, cuando su enamorado estaba a punto
de tocarla, pues el amor parecia darle alas, Dafne,
cansada, comprendi6 que ya no podia seguir
huyendo. Entonces, se encomendé al dios padre.
—Oh, Zeus, ayadame —le rogé—. Ya no tengo
fuerzas y Apolo esta muy cerca. Realiza un prodigio
y haz que mi cuerpo se transforme, para que él se
desencante y deje de perseguirme.
Apenas terminé su ruego, Dafne sintio que el
cuerpo se le ponia rigido. Las piernas y el pecho se
le cubrieron con una suave corteza, sus brazos se con-
virtieron en ramas, sus cabellos se volvieron hojas y
los pies, que habian sido tan veloces, se prendieron
al suelo, convertidos en raices. Dafne ya era un her-
moso laurel y de la joven solo quedaba su belleza.
Oo
Eaneada con CamscanetDrown QUI LON DORK. MATOS GRIKGOS 1
Pero ni atin convertida en drbol, Apolo dejé de
amarla, Triste por la transformacién que acababa
de ver, puso su mano derecha sobre el tronco y
sintiéd cémo todavia latia el corazén de su amada.
Después abrazé y besé la madera. Entonces le dijo
dulcemente: :
—Hermosa Dafne, ya que no podras ser mi
esposa, seras el arbol que me represente. Con tus
ramas se haran las coronas de los generales que re-
gresen victoriosos de las batallas, y se adornaran
los salones en las fiestas y las puertas de las casas. Y
seras, especialmente, la corona que yo siempre
Neve en mi cabeza.
En ese momento, las ramas del laurel se agitaron,
como si le dijeran si al dios. Y como si fuera una
cabeza, el arbol movié su copa.
& FIN S$
yy"
“@
amend con Comsconne€L INGENIOSO DEDALO
Y SUHN® [KARO
1 édalo fue un famoso arquitecto griego, de
) _ quien se dice que invent6 cosas maravillosas,
; como una silla plegable, la pista de baile, el
5 humanoide de bronce llamado Talos que
vigilaba las costas de Creta desde su atalaya, y muchas
otras. Pero el invento que lo hizo mas famoso fue el
laberinto que construyé én Creta, para encerrar
al Minotauro.
Habia Hegado a Cnosos huyendo desde Atenas,
en donde lo buscaban por algunos problemas con
la justicia. Y una vez alli,
rey Minos lo contraté com
Dédalo goz6 de su con:
de premios de
episodio de Te,
por su enorme fama, el
o el arquitecto del reino.
fianza y recibié todo tipo
parte del Rey. Hasta que ocurrié el
Seo y su huida del laberinto.
2@QFLINGENTOSO DéDALO Y su H1J0 fcano
Desde entonces, Minos lo acusé de no haber
construido un laberinto lo suficientemente com-
plejo como para que nadie pudiera escapar de él. Y
en castigo, lo encerré junto asu hijo Icaro, algunos
dicen que en una torre y otros que en el mismo
laberinto. Seguramente fue alli, pero esta vez el
Rey tomé6 la precaucién de cerrar la puerta.
El caso es que nada se le escapaba al ingenio de
Dédalo, quien pronto encontré la manera de salir
de la compleja construccién. Sin embargo, esto no
alcanzaba para huir y recobrar la libertad, porque
Minos tenia vigilada toda la superficie de la isla y
también el mar a su alrededor. Por eso fue que el
famoso arquitecto prisionero comenz6 a pensar
el modo de escapar por el aire, que era el unico
lugar que Minos no podia vigilar.
Observando dia tras dia el vuelo de las aves
—claramente no tenia otra cosa que hacer-, se le
ocurrié una idea: construiria alas iguales a las
de los Ppajaros y capaces de sostenerlos en el aire a
élya fearo.
La tarea no fue facil. Primero juntaron todas las
Plumas que caian en los miles de pasillos del
laberinto. Después las clasificaron, poniendo por
un lado las mas grandes yr las mas
Oo”
amend con ComsconneDIcEN QUE LOS DIOSES... MITOS GRIEGOS 1
pequenias. Luego el arquitecto construy6 unos
armazones y sobre estos fue pegando las plumas
con cera, primero las mas pequefias y luego las
mas grandes. Hasta que cuatro alas hermosas y
aerodindmicas, quedaron terminadas.
Durante los dias siguientes, padre e hijo corrie-
ron por los pasillos del laberinto, practicando los
movimientos que debian hacer para elevarse y
sostenerse en el aire. Hasta que lego el dia en que
comenzé a soplar una suave brisa. Parecia adecuada
para llevarlos a salvo hacia otras tierras, asi que
Dédalo le colocé las alas a su hijo y luego se puso
las suyas. Pero antes de partir, le hizo una reco-
mendaci6n importantisima:
~Icaro, una vez que levantemos vuelo, haz lo
que te digo. No debes acercarte demasiado al sol,
porque su calor podria derretir la cera que sostiene
las plumas de las alas. Tampoco debes acercarte
demasiado al mar, pues el agua que salpican las olas
podria mojar las plumas y hacerlas demasiado pe-
sadas para sostenerte en el aire. Mantente en el
justo medio, y no vueles ni muy alto ni muy bajo.
Por fin despegaron y volaron como pajaros.
Pero Icaro Pronto olvidé los consejos de su padre.
Impresionado por la belleza de su luz, se elevé
30g)
amend con ComsconneDiceN QUE LOS DIOSES... MITOS GRIEGOS 1
hacia el sol, tanto que su calor comenzo a derretir
la cera. Entonces las plumas, primero las mas
pequefias y con ellas las mas grandes, se fueron
desprendiendo y cayendo al agua.
En ese momento, Dédalo iba adelante, reco-
nociendo el camino. Y cuando se dio vuelta, vio
como su amado [caro caia en picada por el aire y
se hundia en las profundidades marinas.
Después de perder tan tristemente a su hijo, el
pobre Dédalo continué su viaje. Hasta que llegé a
Trinaquia, donde el rey Cécalo se comprometid
a protegerlo a cambio de sus servicios. Y alli vivid
tranquilo, hasta que un dia Minos, que lo seguia
buscando por todas partes, se presenté ante
Cocalo.
El Rey de Creta Ilevaba una caracola de ciudad
en ciudad, y ofrecia una gran recompensa a quien
hiciera pasar un hilo a través de ella. Ese era el
plan que habia ideado para descubrir a Dédalo.
Cocalo la recibié y le prometié que encontraria la
forma de hacerlo. Pero no fue él quien lo logré. A
escondidas, se la entregé a Dédalo, quien le ato el
hilo a una hormiga y la metié en la caracola para
que la recorriera.
29
Ecanendo conEL INGENTOSO DEDALO Y su HIZO fcARO
Cuando Minos vio que el hilo salia por la punta
de la caracola, supo que Dédalo estaba alli, pues
era el unico lo suficientemente ingenioso como
para encontrarle una solucién a ese problema.
Entonces lo reclamé como su prisionero. Y si bien
Cocalo prometié entregarselo, era mentira. Pero
esa es otra historia, y esta ya lego a su fin.
oe FIN
amend con Comsconne€L VALI€NT€ P€RS