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"Test proyectivos gréficos". Cariruno 8 “Se A E por Enanuer F, Haman H. an Ex avrinés Fundamental del clinico en los dibujos de la casa, del érbol y de la persona ta el dibujo de la casa Ja hoja se ubica con el je més largo paralelo al examinado, y para los del dxbol y la persona con el icular a él, y entonces En los capitulos previos hemos visto cémo Jos dibujos expresen los imperatives psicodi- nimicos correspondientes al concepto que el fiduo tiene de s{ mismo y a su percepcién del am! ‘que, por el contrario, lo que interesa es cémo él hace las cosas, i lizar nujados. _ ADMINISTRACION tna introduecién gradual a la taren peal pues asi paso a pas ELHTP, capta al penetrat en el Area de la creatividad artistica, la corziente de la perso- : nalidad. En interés de la estandarizacién, han debido imponerse algunas restricciones a expresién completamente libre. pe ee ep ae Por i i se deja para ‘el final el concepto gréfico arse cn tals ones Yeon qe despierta las asoclaciones més conscientes. materiales similares, i los. LA ELECCION DE LA CASA, DEL ARBOL Y DE LA PERSONA COMO * Este capitulo se contra en Ia consdereciés de GONGEETOS ‘GRAEICOS: 1a imeryretacién cuslittva. del HEP. “El stems de puntejes cuantitatves de Buck poded.hallacre fn fr presentackin deiallads que dicks’ spas eee de su técnica? 2, ” Estos formularios pueden encargarse a Wes: tern, Psychological Services, 10655. Santa Ménica Boulevard, West Les Angelés, California. 1s Proyectivas Peker 116 EMANUEL F. HAMMER Viduos de, todas las edades, tenfan mejor acep- tacién que otros, y €) estimulaban una ver balizacién més libre y esponté iter lo que comentaremos la una de les secciones de este capitulo donde se trate de la casa, del drbol y de la ‘Tsona por separado). ee ‘elocién con Ja eleccién de Buck de los toms gréficos, pudeaos citar un estudio que Griffiths § realizé en Inglaterra con dibujos bres de nifios pequenos. En este estudio se afirma que tanto las casas, como los drboles y las personas constituyen los conceptos que ma yor significacién personal poseen. “El objeto GgrSifico) favorito (de los. nities pequenos) es... Ja figura humana” Cpigina 198). "Des: pués de) la figura humana... el siguiente objeto favorito de los nifos ¢s el dibujo de Ja casa” (pfgina 219). “Luego el nifio co mienza a dibujar azboles y también Flores. .. ) Por primera vez parece datse cuenta del valor real de la aplicacién del color” Cpagina 222). Otra confitmacién paralela es la que ofrecen los hallazges de Eng. * “El (ema prl- mero y favorito que el nifio dibuja son seres hhumanos, pero después, segin mis observa. iones, el que le sigue es Ia casa.” Con independencia de Buck, Emil Jucker® descubrié en Europa que el dibujo libre del Axbol ofrecia grandes posibilidades proyectivas, Por lo tanto, Jo transformé en un instrumento Proyectivo, y no por casualidad, “Sino después de maduras consideraciones y pacientes esti dios sobre la historia de las culturas y, en especial, de los mitos” (p4gina 5). Su alumno Charles Koch® le dio um mayor desarrollo como instrumento proyectivo, con el fin de obtener por su intermedio “una idea de Ja personalidad total desde las capas més profun das del ser” (pagina 5).* Al estudiar el juego de construccién de ca sas que los nitios realizan con bloques, A. A. de Pichon Rivitre® descubrié que la casa podia simbolizar a) el cuerpo del nifio; b) el interior de la madre, c) el hogar parental. Los datos empiricos que se han podide obtener con el HTP confirman el primero y el iiltimo de estos significados simbélicos con mucha ‘més frecuencia que el segundo, aunque los psicé- ticos deteriorados suelen dibujar casas muy semejantes a un ttero, * Describe sus descubsimientos en un bro Ila mado EL test del drbol 9 tacar el contorno de las ventanas, Existen Otro ejemplo en que la casa representaba Ja percepcin de la situacién fa- miliar es el que hemos reproducido antes (pagina 40). Como se recordard Ta casa pare- cla una prisién, lo cual coincidia con la visién que el examinado tenia de si mismo, en el. sentido de sentirse prisionero en Ia situacién familiar, pues debia posponer su matrimonio para poder mantener a sus padres ancianos e invilidos. . En los casos en que Ja censtruecién de le casa simbolizaba el cuerpo del nino, A. A. de Pichon Rividre descubrié que las “anomnalias en la construccién se relacionaban simbélica- mente con las alteraciones de la imagen cor poral que provenian de la forma particular que las perturbaciones emocionales asumfan en el nino. Esto confirma los hallazgos de Buck? con respecto al dibujo de casas. infantiles, sino también en el arte it Esto se puede observar en les dibnjoc lel hombre de las cavernas, y también, en los pri- meros desarrollos culturales del hombre. Esta intima relacin entre Ia casa y el objeto més importante del arte representativo, el cuerpo humano, aparece en el temprano Renacimien- to del siglo xm, en el siglo xtv es ya més taro, y en el siglo xv, cuando el arte pierde su carécter infantil, desaparece por completo. El concepto grdiico persona ¢s sin duda el que esté més empapado de las; experiencias emocionales ligadas al desarrollo del individuo, Tonto Machover ® como Buck? y Levy,” quizds en sus implicaciones teéricas mas rofundas Paul Schilder con su contribucién. estudio de la imagen corporal #° observaron jo mismo, simultanea e independientemente. De todo lo dicho se desprende que existen sorprendentes confirmaciones independientes ‘TESTS PROYECTIVOS GRAFICOS acerca del significado altamente personal de los tres conceptos (casa, fbol, persona) que Buck eligié como herramienta para eapiar lat areas més profundas de la personalidad. Grif. fiths* en Inglaterra, A. A. de Pichon Rivié- re en Sudamérica, y Buck? en los Estados Unidos, simuitaneamente sefialaron el intento potencial simbélico que Ja casa, cuyas rafces se encuentren en las experiencias basi- ces de la infancia y de la madurez. Lo mismo ha sucedido con nespecto al dibujo del drbol cuya utilidad clinica fue observada no sélo por Buck, sino también por Jucker® en Europa y por Koch® en Suiza. ¥ por timo, el di- hujo de una persona, cuyo valor fue’ descu- bierto independientemente por Machover, * Levy," Schilder,! y por Lauretta Bender? que continué con los estudios de este dltimo. Requerir de un individuo que dibuje una casa, un arbol y una persona, constituye una estructuracién més ambigua de lo que podria pensarse en un principio. Aunque al exami- nado se le dice que debe dibujar una casa, un Arbol o una persona, no se le aclara qué tipo de casa, érbol o persona debe representar. Ee decir que como al examinador mo da nin gin indlicio, la respuesta surge del interior dell examinado, sea en lo referente-al tamafio, tipo, emplazamiento 0 presentacién del &rbol, © al sexo, expresién facial, postura corporal. edad, raza, tamafio, vestimenta, presentacién. Cdegostado, de tres cuartos de perfil, de fren- te) 6 accién de la persona. Basta recordar la variada cantidad de dibujos que hemos repro- ducido en los capitulos anteriores para tener la ilustracién gréfica de la Validez de esta t tomar un ejemplo del estudio re-« iente sobre delincuentes sexuales que realicé con el HIP,® mencionaré el hecho de que, asi como las personas normales dibujan en las casas chimeneas que no aman Ja atencién 7 (elinicamente), he observado que los delin- cuentes sexuales a) o bien manifiestan de un modo directo la sensacién de inadaptacién félica* mediante dibujos de chimeneas que pueden adoptar la siguiente vatiedad de for. mas: sin parte superior © come cortadas en diagonal, transparentes, pues a través de ellas se ve el techo Clo“tual sa la sensacién. de poca consistencia que el examinado tiene con reapecto a su pene), volcadus o eayéndose de] borde del techo; ‘bidimensionales “pero colocadas en una casa tridimensional Clo que transmite la sensacién del examinado de que su imagen félica posee menos sustan- cia que el resto de su imagen corporal); b) © bien enmescaran sus sensaciones de inadap- tacién félica bajo un disfraz de esfuerzos viti- Jes compensatorios ** mediante e} dibujo de muchas chimeneas Cen luger de una, que es el mémero convencional) en un solo techo, 0 de una enorme chimenea alargada; o de una chimenea con forma Félica y ‘redonda; ode una chimenea que s¢ destaca enorme mente por la presién de la linea, el sombreado 0 el prominente emplazamiento Ceome, por ejemplo, una chimenea que ocupe todo el largo de la casa, ya que comienza en el suelo, © bien, como ocurre en algunos dibujos, que sea el centro focal de la hi Sin embargo, En consecuencia concluir que clonar. ‘ que vemos depende fundamentalmente de lo que gueremos ver.” Lo mismo ocurre con el dibu- * Esta proyecciin de sentimientor dicectos de inadecuacién filiea se observé en el subgeapo per dofilico de los delincuentes vexmuales, quienes bus ceaban criaturas como sustitutos sexuales, dehido sus sentimientos de inadecuaciém psicosexual en lo gue se referia a las celaciones com mujeres adultas, ** Los pacientes que violen mujeres y que in- fenton de ese mado, es decic, mediante relaciones semuales forzadas poner a pricba su masculinidad tuansmiten este rasgo.f4lico compensatorio en las distorsiones de las chimeness que dibujan en las 118 jo: elegimos Ia casa, el drbol o la persona con los que tenemos cierta afinidad 0, en oc nes, con Jos que_nos. sentimos identificados. Por muy joven que sea el examinado en su yida ha visto tal infinita variedad de casas, Arboles y personas que en el momento de dibujar s6lo podré elegic lo que para él sea més significativo desde el punto de vista sim- Bélico. Sea que elija un vigoroso roble, un sauce Jorn, un pequeno brote © un Athol al que Jas presiones ambientales han doblado hasta casi hacerle tocar el suelo; o que repre- sente un policfa de rostro severo que esgrime una cachiporra, una figura materna nutricia sosteniendo en sus manos un plato de sopa caliente, una figura infantil desvalida, de pie y. con los brazes amputades, una figura des nuda en incitante actitud, con las. piernas abiertas, o.uma prostituta desgrefiada tirada contra cl cardén de la vereda, en todos los ox sos estd eligiendo aquello que para él posee mayor significado emocional, Lo mismo que ‘en los Tests de Apercepeién Temética, el exa- minado selecciona de su experiencia pasada un tema, y éste refleja sus necesidades. Los psi- c6logos clinicos han Hlegado a la conclusion de que aunque Ia persona ofrezca un tema que haya visto en alguna pelicula cinematogré fica, esta ofreciendo una informacién de gran interés psicoldgico, El tema especifico elegido primariamente se fij6 en su mente, y si mas tarde fue seleccionado del archivo de temas recordados se debié probablemente a que re. Flejaba necesidades 0 rasgos significativos d> su personalidad. Cuando una persona esté sespondiendo al HTP con el ojo interno selecciona y decide la imagen que sus necesidades escogerin de entre Ja galeria de recuerdos. SIMBOLISMO INHERENTE ALA TRIADA CASA-ARBOLPERSONA, Antes de considerar el significado dindimi de los distintos elementos que componen los dibujos de la casa, el Arbol y Ja persona, es conveniente referitnos a las areas mds. ‘im- portantes de Ia personalidad que captan los tes conceptos gréficos mencionados, Se ha comprobado que la casa, como hugar de vivienda, provoca asociaciones con la vida hogarena y’las zelaciones interfamiliares. Si se trata de nifios, pone de manifiesto la acti- tad que tienen con respecto a Ia situacién en sus hogares y a las relaciones con sus padres y hermanos, Un ejemplo de esta relacién en- tre el dibujo de la casa y las condiciones que EMANUEL F. HAMMER el examinado percibe en su hogar es un dibu- je que ya hemios mencionedo, en el que de Ja chimenea sale un humo denso y oscuro que revela la atmésfera emocional turbulenta que se vivia en el hogar del exeminado. Cuando los examinados son personas casadas, muches veces en sus dibujos de la casa representan Ja situacién doméstica con sus conyuges. Sin embargo, en muchas personas adultas casadas, sigue vigente la relacién infantil con lac Figu. ras parentales. Esta relacién determina actitu- des residusles que se manifiestin en el dibujo de la casa. Cuanto més neurético: regresiva 0 Fijado es el individuo, més probable es que en Ja casa aparezcan estas axtinudes. En cuanto al érbol y a la persona, ambos ‘conceptos captan ese nticleo de la personalidad que Jos tedricos, en especial Paul Schilder?® denominaron imagen corporal y concepto de si mismo. E] dibujo del drbol parece reflejar los sentimientos més profundas e inconscien- tes que el individuo tiene de s{ mismo, en tanto que la persona constituye el vehiculo de transmisién de la autoimagen més cercana a la conciencie y de las relacinnes com el amn- biente. De este modo es posible obtener un retrato de los conflictos y defensas del exami. nado, tal como estan jerarquizados en la es: tructura de su personalidad. Se considsra que el Arbol,\‘como entidad| bisica, natural_y_ vegetative, constituye un simbolo adecuado para provectar los sentimien tos més profundos de la personalidad, 0 sea, Jos sentimientos acerca del yo que se encuen tran en los niveles mas primitivos de la per- sonalidad, niveles a los que no se lega en el conocimiento cle las personas. Los aspectos menos profundos, junto con los recursos que los individaos emplean para manejarse con Jos demas ¥ los sentimientos hacia el pijimo generalmente se proyectan en el dibujo de la persona, Confirma la hipétesis de que el érbol capta Jos sentimientos mis bésicos y duraderos. la circunstancia de que es el concepto gréfico me- noe susceptible de combiar en lor Setesre t= ‘También lo demuestra el hecho.de que, si bien una psicoterapia rio intensiva puede grar mejoras que se manifiestan en la di minucién de signos patolégicos en Jos dibu jos de la persona, sélo el tratamiento psicoana- litico profundo y extenso Co alteraciones muy significativas de la situacién vital, especial- mente cn nifios, cuyas personalidades poseen suliciente elasticidad como para modificarse de acuerdo con las mejoras ambientales) es capaz. de producir algunos cambios, aunque por lo general menores, en el dibujo del arbol. TESTS PROYECTIVOS GRAFICOS La experiencia clinica ha demostrado que es ids Ficil que al dibujo del 4rbol se le atribu- yan rasgos y actitudes mucho mds conflictivos y emocionalmente perturbadores que al dibujo de la persona, debido a que el érbol como autorretrato esté més alejado de uno mismo. ‘Los sentimientos mds profundes o prohibidos se proyecian en el frbol més fécilmente que en la persona, con menos temor de quedar 1 descubierto y, por Io tanto, sin recurrir tang # lis imniobras aurodefensivas, Por ejemplo es més probable que los trau- mas emocioneles se manifiesten mediante el dibiijo de una cicatriz en el tronco del ézbol © cortando Jas ramas, que por medio de mar- cas en el rostro o el cuerpo de Ia persona, 0 dafiando los brazos, E] descubrimiento elinico segtin el cual los sentimientos prohibidos se proyectan con ma yor facilidad en el érbol que en Ja persona concuerda con la fundamentacién del test de Blacky de Blum, del Test de Apercepeién Te- mética infantil de Bellak y de las Fabulas de Despert. De acuerdo con mi experiencia las figuras animales que aparecen en las técnicas temdticas mencionadas, de amaneta semejunte a la relacién que existe entre el dibujo del 4rbol y el de Ts persona, son més apropiadas para la proyeccién de sentimientos profundos y negativos (que amenazan al individuo) que Jas figuras humanas del TAT. De lo dicho se desprende que la compara- cién entre, las respuestas a los estimulos. de tipo animal y a los estfmulos humanos tipo TAT, asf como la comparacién entre el dibu- jo del arbol y el de la persona, oftece datos que al psicélogo le permiten apreciar la jerar quia de los conflictos y de las defensas del examinado. INTERPRETACION DE LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA CASA, DEL ARBOL, Y DE LA PERSONA Elcontenido de los dibujos, més que los movimientos expresivos que se emplean al di- bujar, pone de manifiesto las cualidades mas inconscientes que existen en lo profundo de la personalidad. Casa Techo. — Los descubrimientos empiricos con el HTP indican que a menuda los ind viduos utilizan ¢l techo de la casa para simbo- Tizar el area vital de la fantasfa. Las expresio- 119, nes coloquiales del tipo de “murciélagos en el campanario", “esté mal de Ia azotea”, “tiene algunas tejas Aojas", etcétera, aluden a este simbolismo por el cual el techo se equipara a la vida mental. Fs por esto que se habla de aquellas condiciones en Jas cuales la fantasia distorsiona el funcionamiento mental en tér- minos de deterioros en el t2cho del individuo. Las casas con techos excesivamente grandes, que sobresalen a los “costados ¥' achicar—ala casa Cvéase Figura 1) son Hipicas de “paciéntes inmeisos en Ia fantasia’ y “apattados del ‘estos individuios acusa un ba- lance experiencial muy inclinado hacia el lado intratensivo (con una proporcién promedio de movimiento-color de 7a 12 M y cero a 2 C). El niimero de tespuestas de movimiento hum: no, excede casi invariablemente en cuatro © cinco veces a In sumatoria del color. Con frecuencia los pacientes esquizofrénicos © acusadamente esquizoides dibujan un gran techo y luego ubjcan la puerta y las ventanas dentro del contorno de ese techo, de tal modo gue el resultado final es una casa puro techo Cvéase Figura 2). Esto no debe sorprender pues tanto el esquizofrénico como el esquizoide habitan un mundo fundamentalmente fanta- seado, Viven més retrafdos en la fantasia que os que, por ejemplo, dibujan un secho muy grande que sobressle més allé de las paredes fe la casa. En éstos existe una acentuacién de la fantasia, que desequilibra Ia estructura de sus personalidades, mientras que los que dibujan “casas puro techo” viven una existen- cia predominantemente Fantaseada. La ausencia de techo 0 los techos que sélo son una linea que conecta ambas paredes en Jos extremos, de tal modo que no poscen altu- ra Cesencialmente poseen tna sola limensién en lugar de dos), son caracterfsticos del ex- remo opuesto del continuo que podrfamos denominar uso-de-la-fantasia, EI grupo que inds comtinmente dibuja ese tipo de techo formado por una sola Ifnea es el de los imbéciles, individuos que carecen de capacidad de ensofiacién o fantas{a, y den- tio de los limites de la normalidad intelectual Jos individuos que poseen una personalidad constrefiida y un tipo concreto de orientacién. Lo més probable es queen la prictica clinica este tipo de techo se dé juntamente con un protocolo coartativo de Rorschach. Podemos afirmar entonces que el-tamaio del techo refleja el grado en que el individuo dedica su tiempo a Ja fantasia y en que recurre a ella en bisqueda de satisfacciones. 120 Cuando el techo aparece reforzado por una fuerte presién en las lineas o por un trazado repstido del contomo (y esto no ocurre en las otras dreas de la casa), lo mds. probable es que el examinado se esté defendiendo de Ja amenaza de que su Fantasla escape a su control (véase figura 3). Este tipo de techo aparece con frecuencia en los dibujos de Jos nepsicéticos y, en menor grado, en los de i pre representa el temor de que los impulsos que se descargaban en la fantasia comiencen @ aparecer en el comportamiento manifiesto a distorsionar Ia percepcién de Ia realidad. Paredes. Se ha observado que en los div bujos de las casas Ia Fortaleza y la adecuacién de las paredes se relaciona directamente con el grado de fortaleza del yo y de la personali dad. En los dibujos de pacientes cuyo yo esté en franco tren de desintegracién, Tas pa: redes aparecen desmoronandose. Los psicét cos incipientes (enfermos que estén haciendo un supremo esfuerzo de hipervigilancia, a menudo conscients, por mantener Ia integri- dad del yo), con frecuencia dibujan los Ii mites de las paredes reforzados. ‘También los contornos de las paredes dibujados con lineas débiles indican inminente derrumbe de la per- sonalidad y un débi} control yoico, pero en estos casos faltan Jas defensas compensatorias. Se trata de pacientes Be phechos ba idea de su patologia inminente Chan aceptado como inevitable la derrota y han cosadle' da luchar) que los que refuerzan en exceso cl contarno, EMANUEL F. HAMMER En Juger de intentar rechazar las fuerzas desin- tegrativas amenazantes, adoptan con respecto a ellas una actitud de tolerancie pasiva. Las paredes transparentes en los dibujos de personas adultas deben considerarse como un signo evidente del deterioro en el criterio de Ta realidad. A menudo los nifics dibujan pa- redes transparentes (a través de las cuales eden vere los objets que estén dentro de la case), pero en este caso lo tinico que puede validamente interpretarse es la. iamadurez de la capacidad conceptual del nifio, que se toma amplias libertades para presentar la realidad. En cambio, en el éaso de los adultos, defectos de esta magnitud en el examen de la realidad sélo aparecen, de acuerdo con mi experiencia, en los dibujos de a) deficientes profundos y b) psicéticos. Puerta. —La puerta es el detalle de la casa a través del cual se xealiza el contacto con el ambiente, La puerta pequefia en relacién con el tamatio de Jas ventanas y de Iq casa en general revela una reticencia « establecer con- facto con el ambiente, un alejamiento del intercambio intesporconal y una inhibicidu de Ja capacidad de relacién social. El correlato conductal de las puertas pequenas es la timi- dez y el temor en las relaciones interperso- nales. A veces los individues que dibujan casas con puertas demasiado pequesias ofrecen protocolos de Rorschach en los que aparece la reaccién del “nifio quemado”. Las relacio- nes emocionales con Ios demds han sido dolo- xosas, y el individuo no desea probar nueva- mente Otro intento que se utiliza para mantener a personalidad epartada e inaccesible consiste en ubicar la puerta muy. por encima de Ia Imea de base de la casa y sin escalones para facilitar el acceso a ésta Cuéase figues 4). Se trata de una forma de representacién co min en los individuos que sélo tienden a establecer contactos con el ambiente dentro de sus propios términos, Las puettas muy grandes (aqui, como en todos los aspectos de Ia psicologia, os extre- mos siempre son patolégicos) som caracter's ticas de las personas. con una excesiva depen- dencia de los demés. Silas puertas estén abiertas, hecho estadisticamente poco frecuen: te, el examinado revela que siente una gran sed de efecto emacional y que espera recibirlo desde afuera (si el interrogatorio posterior * al dibujo indica que la casa esté ocupada). Si la casa resulta estar vacia, las purertas abjertas * Para las preguntas del interrogatorio poste ior al dibujo véanse las’ piginas 152-155. ‘TESTS PROYECTIVOS GRAFICOS indican un sentimiento de vulnerabilidad ex- trema, y falta de adecuacién de las defensas La acentuacién de las cerraduras y/o bisa- gras manifiesta una sensibilidad defensiva del tipo que con frecuencia se encuentra en los paranoides. Ventanas. —En el dibujo de la casa las ventanas representan un medio secundario de interaccién con el ambiente. La acentuacién de las cerraduras de la ventana, lo mismo que de Tas cerraduras de las puertas, es tipica de aquellos que se defienden excesivemente del temor por los dafios que puedan venir desde afuera. Esto se da con frecuencia en los pa- ranoides. El agregado de persianas y cortines cuando las ventanas estén cerradas expresa Ja necesidad de apartarse y una extrema reticen- cia a interactuar con los demés, Cuando les venianas poseen persianas cortinas, pero estén abiertas, 0 parcialmente abiertas, debe enteriderse que la persona tiende « acter en el ambiente de un modo controlado. Se trata de Individuos con un tipo de ansiedad que se manifieste come “tacto” ex las relacivues sociar Jes, Cuando en relacién con un estudio de los patrones de personalidad de Jos diferentes grupos vocacionales se entrevisté a asistentes sociales se observ en sus dibujes la predi- leccién por este atributo, signo del. control emocional en el contacto con tos dems. ‘Las ventanas totalmente demudas, que no poseen ni persianas, ni cortinas, ni visillos, y que ni siquiera estén sombreadas, son tipicas de individuos que interactéen con su ambien- te de una manera muy descortés, muda y di- recta. No tienen casi nada de “tacto”, y son el Hpo de participante social que siempre “pro- vvoca Ios”. Guando sélo el contorno de las ventanas ‘std reforzado, es probable que el examinado sea ung persona con fjacién oral o con rae gos orales de carécter. Sin embargo, en ocasio- nes, también los individuos con rasgos anales refuerzan ¢] contorno de las ventanas. En estos casos, ef dibujo de la persona permitiré efectuar la interpretacién diferencial, segiin ecaiga el énfasis en Ja zona oral o en la anal. Si consideramos el tamaiio de Jas ventanas, de, acuerdo con. la convencién, 1a del living debe ser la més grande y la ‘del cuarto de bao la més pequeia, Si los dibujos se des- vian de esta regla, tendremos. indicios acerca de las necesidades emocionales que presionan. Por detgs de los, intentos-de minimizar la impontancia del living poniéndole las venta- nas més pequefias de la casa, existe, por ejem- 121 plo, un evidente fastidio en zelacién con el inteccambio social. Otorgarle al bafio una inmerecida importancia mediante la colocacién de las ventanas més grandes implica que en el fondo infantil del examinado existen ciertas experiencias relacionadas con un entrenamien- to esfinteriano severo. Este mismo detalle se ha encontrado también en individuos que su- fren de culpa masturbatoria y en obsesivos con el sintoma del lavado rompnlsivo de manos. El emplazamiento de las ventanas de tal modo que éstas no se adecuan de una pared a la otra Cy que sugieren que Ia altura de un iso visto desde el Frente de la casa no es la misma que si se lo ve desde el costado, como ‘ocurre en la figura 5) revela dificultades orga nizativas y formales que, empiricamente, se han visto como indicios de formas tempranas de esquizofrenie. Chimenea, —Ya ha sido comentada en la seceién introductoria de este capitulo con el fin de ilustrar la amplia variedad de trata- mientos que pueden acordarse 2 uno solo de tos detalles del dibujo. Humo.— El humo denso que sale en for~ ma profusa de la chimenea puede indicar una considerable tensién interna en el individuo, conflictos y turbulenciss en Ia situacién de Ia. casa,'o ambas cosas, pues la tiltima condi- cién puede dar lugar a la primera, y vieeversa. EI humo que se desvia mucho hacia un la- do, como si hubiese un viento muy fuerte, constituye un indice de las presiones ambien- tales y, de acuerdo con mi experiencia, a menudo se selaciona con casos infantiles’ de dificultad con ta lectura, en los que las pre- siones parentales son causativa y reactivamen- te masivas. Este tipo de humo también ha aparecido en los dibujos de adolescentes que estén sometidos 2 una presién parental inapro- piada en relacién con }a conformidad social y/o 2 los logros escolares. ¥ por iiltimo, tam- bién se lo ha encontrado en los tests de’ algu nos individuos poco tiempo después de haber sido incorporados a las fuerzas armadas. Perspectiva. — Las personas que bisicamen- te rechazan la situacién hogarefia en que se encuentran y los valores por los que alli se aboga, dibujan la casa comé si el observador estuviese arriba y Ia mizase hacia abajo pers. pectiva que Buck denominé “visién de. ojo de dijaro"). En estas personas se da uti Finacien de sentiiconse de supecteddad cont pensatorios con actitudes de rebelién contra los valores tradicionales que se le ensefiaron_en el hogar, Las actitudes iconoclastas se dan junto con una sensacién de estar por encima 122 de los requerimientos de la convencién y de Ja conformidad. Buck * realizd un estudio en el que comparé diferentes grupos profesiona- les, y observé que esta “visi6n de ojo de paja- ro” ‘era més comin en los estudiantes de medicina que en cualquier otro grupo. Las personas gue se sienten rechazadas inferiores en la situacién familiar, dibujan la casa desde Jo que se ha Mamado “vision de ojo de gusano”. Desde esta perspectiva Ia casa aparece como si el observador estuviese abajo y la mirase hacia arriba. En eitas personas s2 Jan sentimientos de desvalorizacién, de inadecuacién y una baja autoestima; conside- an inalcanzable la felicidad hogarefia. ‘Cuando se presenta la casa desde una pers- pectiva lejana, es decir, distante* del obser vador, puede tratarse de dos grupos distintos: ) los que proyectan en el dibujo de la casa una imagen de sf mismos, y de este modo re- presentan su sensacién de aislamiento e inacce- sibilidad; b) los que en el dibujo de la cosa transmiten Ja percepcién que tienen de la si- tuacién familiar; situacién que el individuo se siente incapaz de enfrentar. En este tltimo caso de perspectiva “Iejana”, el individuo ma: nifiesta: su sensacién de la imposibilidad de sentirse cémodo con aquellos con quienes vive. La perspectiva de "perfil absoluto” consti- tuye una desviacién, individualmente ficativa, de la perspectiva usual. La expresién “perfil absoluto” se refiere a Ia casa que se dibuja, de tal modo que el observador s6lo ve un costado de ésta. El frente de le casa, in- Gluyendo las puertas o cualquier otra entra- da, esté dado vuelta, de manera que queda invisible y menos accesible. Las personas distantes, oposicionistas o inac- cesibles desde un punto de vista interpersonal, proyectan estos rasgos en el dibujo de la casa mediante la psrspectiva mencionaila, También los paranoicos evasivos busean veFugio, cuando realizan el HTP, en la perspectiva de “per: fil absoluto”, La casa vista desde atrés y, especialmente, sin ninguna puerta trasera, rauestra las mis. mas tendencias oposicionistas y de distancia jue se expresaban en la perspectiva de “perfil Sbetuichy persia exis cig mclguleaw "propor: ciones més. patolégicas. Los tinicos casos de “visién desde atrés" que he tenido oportunidad de ver fueron dibujos ‘de espacio blanco; pueden dk amafo. considerable cn la cima puede. ocurrir que la case se encuentre seperada del observador por sna multitid Se detalies nrelevantes:.dxbole, cetcos, animales, tan camino, vn so, etedera EMANUEL F. HAMMER de paranoicos esquizofrénicos, por lo general cuando estaban atin en un estado prepsicético, en el que se siente de manera muy aguda la necesidad de protegerse poniendo diseancia Linea del suelo. —La relaciéa entre el di bujo (de la Casa, del drbol'o de Ia persona), y Ja linea del suelo, revela el grado de contacto del examinado con la realidad. La misma co triente simbélica responsable de la ecuacién suelo 0 tierra = realidad préctica, se pone de manifiesto en el Jenguaje coloquial en expre- siones tales como “tiene los pies bien plantados la tierra”. El tipo de contacto con el suelo Girme 0 Aébil) reviste un enorme valor diag- néstico. Los esquizofrénicos latentes 0 fronte- rizos siempre tienen dificultades coa la presen- taeién del dibujo en firme contecto con la realidad Ctepresentada por la nea del suelo), Sus dibujos suelen apoyarse débilmente en una Iinea de suelo cortada o dibujada en for ma esporddica (véase capitulo 9, figura 9), 0 bien en una linea amorfa y nebulosa (véase capitulo 9, figura 7), o suelen estar directa- mente desarraigados de la tierra (en el caso de} frbol) y cayendo Cvéace capitulo 9, Figura 14); “Los casos esquizofrénicos més patol6gi- cox, con mayor distancia de la realidad y mayor entrega a Ta fantasfa, dibujan entidades sus- pendidas, que en ningin punto tocan la Tinea del suelo dibujada por debajo, Accesorios. —Hay individuos que directa- mente manifiestan su falta de seguridad ro- deando y reforzando la casa con arbustos, a dol:s y otros detalles que no Forman parte de Ja consigna. El agregado de un sendero que conduce a Ja puerta, bien proporcionado y rea~ lizade con facilidad, es comin en individuos cen un cierto control y "teeto” en sus relaciones. Pero si el sendero es largo y tor tuoso, se trata de individuios gue en sus rela- ciones sociales en un principio se mantienen distantes pero que en ocasiones entran en ca- lor y entonces pueden establecer vinculoe emo- cionales con los demas. Son Jentos y algo cau- telosos para hacer amistades, pero una vez que Ja relacién se desorrolla llega a poser una gran calidad Si el sendero que conduce en Jinea recta hacia Ja puerta es muy ancho en el extremo del observador y va angosténdose en forma gradual de manera que al llegar a la puerta es mucho més angosto que ella, el dibujo revela cl intento de disimular mediante el empleo de una amistad superficial los deseos bésicos de aislamiento. Los cercos alrededor de ta casa constituyen una maniobra defensiva. Recientemente un ‘TESTS PROYECTIVOS GRAFICOS . nifio de ocho aes, muy timido, dibujé una casa, en la que lo que ings se destacaba era un cerco “para mantener a todos alejados" Era como si intentara asegurarse de que nadie iba a interferir con Ja escata seguridad que sentia, Tal como lo sefialé Schactel?5 la mente adulta, tatalmente madura y diferenciada has- ta cierto punto, es capaz de asumir en forma voluntaria distintas actitudes en su percepcién y en su experiencia del ambiente, As{ como en un dsterminado momento se puede ser observador distante, en otro uno puede abri receptivamente a todas las impresiones, y a Jos sentimientos y placeres que éstas suscitan, y en un tercero es posible proyectarse en una experiencia de empatia con algdn objeto del ambiente. “Tomemes como ejemplo el acto de mirar un 4rbol: en un momento se puede ser el botd- nico distante que observa, compara v cl fica lo que ve; en el momento siguiente puede uno entregarse al color del follaje y Ja corteza, al sonido de las hojas que murmuran.con la brisa, y a la fresca fragancia que surge des- pués de un chapartén; y en un tercer mo- mento se puede tratar de sentir dentro de uno, kinestésicamente, la solidcz o debilidad con que s2 sostiene y crece el tronco, la calma con que se extienden las ramas, o la gracia con que se mueven y entregan al viento. Para los antropélogos no es ninguna nove- dad que la “visién” que se tiene de un érbol posea un significado personal. En los mitos en el folklore, y hasta en el lengunje dint el arbol siempre ha simbolizado Ia vida y crecimiento. 123 En el folklore escandinavo les antiguos mi- tos cuentan la historfa de Ygdrasil, el “écbol de la vida". En los cuentos alemanes se dice que el drbol tiene sus raices en las entrafias de Ja tierra, en nuestro pasado primitivo; su tron co en Ie tierra, entre los moxtales; y sus xamas extendiéndose’ y alcanzando los cielos, donde abitan dioses que gobieman a la huma- nidad.? F significado simbélico del érbol Hega hasta cl siglo 2 y se pone de manifiesto cuando hablamos del “érbol genealégico”, o en ciertas jones: “como se inclina el vastago, asi rece el drbol”, Como luego veremos, el in- dividuo que en el dibujo del ebol’ olvida las ramas, es é que no se “ramifica”, no se mezcla con Jos demés ni disfruta con ellos. De este modo los individuos se proyectan durante €l proceso del dibujo de un érbol, ofteciendo as{_un verdadero autorretrato. de una mujer que, debsjo del érbol, dibujé un ccanasto que contenia cinco Iustrosos frutos. La mu jer tenia cinco hijos, y el dibujo representaba con bastante claridad su orgullo por el rol materno. Esta evaluaciGn positiva esté en franco conteaste con el dibujo del frbol de una mujer a quien se exaininé para lograr una evaluacién clinica en re- lacién con un programa psicoterapéutico para sus dos hijos: uno, un homosexual manifiesto de veinte aos, y el otto, un chico de once sfios con una inespacidad para Ja Jectura de dificil eurzeién. La mujer dibujé un drbol fnttal con dos. llamativas manzanas tradas en el suelo, al lado del érbol. Demosiré ast el rechazo inconsciente que sentfa por sus hijos y la evaluacién negativa de ella mic- ‘ma como madre. EI comentario espontineo que hizo del dibujo (Estas son doe manzanas pod:idas que se cayeron suelo”) tasjo, desde su inconsciente hasta un jmex plano, ls imagen mencionada fr una impre jostilidad. Esto constituye ademés el primer estadio del apr=ndizaje del método. Uno de- 124 beria entregarse pasivamente a Jos efectos que producen un gran numero de dibujos de arbo- les, “contemplarlos”, mirarlos simplemente, sin ninguna actitud critica. De esta manera el mirat se convierte en ver, se comienzan @ re conocer las diferencias, ya mo parecen todos Jos dibujos iguales, y se comienza a conocer més intimamente a las personas... Algunos dibujos permiten la elaboracién de estudios del cardcter. Otros, simplemente constituyen una contribucién para el diagndstico de la perso- nalidad” (®, pagina 31). Cuando Koch® habla de Ja linea del des. arrollo del arbol desde abajo hacia arriba, sefa- a que a medida que el dibujo crece en un desarrollo que va desde Jas raices hasta la copa, ese desarrollo es paraleio al desarrollo psfquico temporal del examinado, es decie, a su historia vital psicolégica, Observa que en la parte in ferior del tronco suelen aparecer las. huellas. de las experiencias temapranas, y en la parte de arriba Jas de aparicién més reciente. Esto coneuerda con Ja experiencia de Buck * segiin Ja cual cuanto més abajo estén las cicatrices en el tronco del arbol més precoces han sido las experiencias traumatizantes. Levine y Gelanter investigaron esta hipd- tesis con parapiéjicos internados, y compararon Ja altura del tronco en que aparecian las ci- catrices con la edad en que se habia estable- cido el estado parepléico. El andlsis de esta telacién condujo a los investigadores a Ja con. clusién de que “...la hipétesis puede tener alin grado de volidez en términos de una amplia aproximacién a la época de la, enfer medad EI caso mas extremo de cicatrices que he tenide oportunidad de observer fue el de un nitto de doce aiios. Dibujé una herida destructiva aproximada- mente en Ie mitsd dal troneo dal dzbol. Crecies 3 tun tratamiento psicoterapéutico Hevado a cabo con ulterioridad se supo que cuando el paciente tenia cinco afios habia perdido sa madre, y que incons cientemente lo habfa sentido como un abandono gue le dejé una profunda herida EI joven estaba secretamente enojade con la ma dre por haberlo desamparade. Al mismo tiempo crefa que €] habla sido muy malo porque si no, la madre no lo hubiese dejado. Esta sensacién de un mundo doloroso surgia con toda claridad en el érbol ue, en altima instancia, era un autorretrato. El drbol, una cosa viviente © que en algiin momento vivid en un medio elemental (Jluvia, viento, nieve, tunmentas, calor 0 sol) ¢5.¢l mas apto de los tres conceptos grificos del HTP para transmitir Ja imagen que el individuo EMANUEL F. HAMMER tiene de si mismo en el contexio de sus rela- ciones con e! ambiente, Buck agrega a esto los siguientes postu- lados: a) el tronco representa In sensacién que la persona tiene acerca de su poder bésico y de su fortaleza interna ( en tecminologia ana- litiea, Ja “fuerza del yo"); b) la estructura de Jas ramas representa la’ capacidad que se siente poser para obtener satisfacciones del medio penetrando en un nivel més inconscien- te del area que captan los brazos y las manos de la persona dibujada); y ¢) Ja organizacién total del dibujo revela cémo siente el indivi duo su equilibrio intrapersone! Existe un notable paralelo entre los dos primeros postulados de Buck y la experiencia que Koch realizé en Suiza: “El tronco repre- senta frecuentemente el rea bésica del con- cepto de uno mismo, la fortaleza delyo.. De- resuponerse que cuando se dibuja un {abel el conocimiento que se posce de la ma. dera conduciré a que todo lo relacionado con cualidades inherentes a ese material se pro- yecten més claramente en Jas partes de madera ue, por ejemplo, en el follaje del arhol “Fars moldeado en buena madera’. ‘Le madera de esa persona es buena’, y expresiones similares son, sin duda, muy habituales en las personas de habla germana cuando se refieren ala natu- raleza de las personas.” (*, pagina 15.) A estos ejemplos tomados del idioma alemp podemos agregar la famosa frase americana “De tal palo tal astilla.” Independientemente de Buck, pero de acuerdo con su segundo pos tulado, Koch observa que "las partes externas de Ja copa, las extremidades, fornian la zona de contacto con el ambiente, la zona de rela~ cién e intercambio entre lo interno y lo ex terno” (?, pégina 15). Veremos ahora el significado dinémico del tratamiento de detalles en el arbol Tronco.—-En apoyo de la hipétesis que considera al tronco como un indice de Ta for taleza basica de la personalidad,

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