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JUAN Cy EDITORIAL TECNICA S.RsL. MONTEVIDEO 1986 ee Para Griselda y Juan NTRODUCCION Tener accesc al conocimiento de lasYoderdenadas cultura- les del presente siglo exigirfa, tanto"en su. enumeraci6n co mo en su valoraci6n, una extensién g@hgeptug) que va més a 114 de las intencicnes del presenté:{rabajo.. No obstante a tenderemos a algunos conceptos b&sicos que pueden ampliar - la comprensién del autor que nos convoca. Estelacceso a - que nos referimos nos llevarfa, a través de las diversos 1f neas de apertura del conocimiento, » nonbres por demas sig= nificativos que abarcan el amplio espectro de 1a cultura mo derna: Finstein, Bergson, Marx, Freud, Heidegger, fusserl, Croce y otros tantos pautan, sin duda, buena parte de las - respuestas que el hombre moderno dio @ su renovada problems tica. Titulares de diversas concepciones de] mundo, asisten al advenimiento de las filosof{fas irracionales que, cambiando - la concepci6én de como se aprehende, como se conoce el mundo, renovaron las formas art{sticas en sus diversas manifestacio nes. As{, todos los "ismos" de principio de siglo (cubismo, constructivismo, futurismo, expresionismo, surreelismo y da- dafsmo) propugnaron una nueva visi6n de la realidad, ala - que no consideran tan coherente, diferente del realismo y na furalismo del Siglo XIX. Esa visi6n parte de una deformaci— 6n de los objetos naturales y de una desconfianza de los sen tidos, buscando un elemento de sustentaci6n que esté mis - — all& de la realidad y que tratan de rescatar pora integrarlo al mundo de la cultura en las variadas formas que ésta ad- - quiere. La verdad de ese mundo cercano, de esa segunda realidad - paralela a Ja empfrica (1) postulada por los surrealista y - resumida por la famosa f6rmula de Paul Fluard und Hay otros ~ pero estén en ste", da como mayor prueba de su exis tencia las zonas oscuras que la experiencia ordinaria no 1lé a ender. En este sentido se puede considerar a Kaf- come un surrealista (2), no porque participe intensamente los supuestos te6ricos de esa escuela sino en el sentido wpliatorio del términc, al comprobar esa segunde realidad, investigarla y formularla n importarle que ello tenya gue pasar por el absurdo. Estas tendencias merecerfan, por cierto, vn tratamiento especffico que, como ya dijimos, excede los lfmites del pre ente trabajo; asf partiendo de ese supuesto baésicc nos pro ponemos centralizar la atenci6n en los aspectos que més in= teresan para el estudio de la obra de Kafka. (1) - Nos referinos a la realidad percibida por los sentidos forma de a~ prehender el mundo que ha generado toda una corriente filostfica: el enpirismo. Jos6 Ferrater Mora en su "Diccionario de Filosoffa" (Editorial Sudamericana, wa. reinpresién de la 5a. edicién. Pue-- nos Aires, 1971) lc define de la siguiente manera: "Es el nombre que recibe una doctrina filos6fica, y en particu lar gnoseolégica, segfin la cual el conocimientc se halle fundado - en la experiencia. “Es tfpico de la nayor perte de corrientes empiristas concebix - la experiencia -cuando menos en su primera "fase"~ cone “experien- cia sensible" o "experiencia de los sentidos"." (2) ~ "Este primer perfodo del siglo XX se sefala por el punto de parti 0 dei surrealiem. Al movimiento dadafsta, nacido en 1914 y que conbinaha Jo fant&stico con lo extravacante hasta quedax condenado el fracaso, le sucedi6 el movimiento surrealista. El Anbito del - surrealisré es lo maravillosc y €1 suefio; el Nanifiesto ce 1924 a sf lo proclama: "S6lo lo maravilloso es bello". Fn el mismo rani- fiesto nos ofrece Anéré Breton una definici6n ya clésica del sur— realisuo: "Un automatisto psiquico por el cual uno se propone ex~ presar sea verbalmente, sea por escrito, sea de cualquier otra re pera, el funcionamiento real del pensamfento. Dictado del pensa— mento, en ausencia de todo control ejerciéo por la razén, y fue- ra de toda preocupacién esttica o oral". Fh otros términos, el surrealism no es un simple autoretiamc, sino que se apoya en toda | realidad - alista y - y otros - fe su exis, ria no lle rar a kaf tensamente 1 sentide cealidsd, tenga que taniento s del pre o nos pre e més in= forma de a~ Hlos6fica: Filosoffa" an particu la Furdado ~ 3 concebir - “experien- so de parti- 1914 y que ar condenado imbito del ~ > de 1926 ar mist vani- va. del sur propone ex-~ ier otra ne~ del. pensa—~ wn, y foe- Smminos, el yoya en toda LA_TNUEVA_NOVELA Las dos @ltimas décadas del siglo pasado marcaron la cri- sis de la cultura burguesa; y en lo que a literatura se re~ fiere se daban las bases para el advenimiento de una nueva -— concepeién de la novela. Mientras que en 1880 morfa Flau- - bert, hacia 1882 y 1883 nacfan James Joyce y Franz Kafka que determinarfan, entre otros, la literatura contemporfnea. /La novela psicol6gica habfa alcanzado con Marcel Proust su cil- minaci6n, era por lo tante imperdesa la renovaci6n no s6lo de los temas sino de la estructura de los textos.) Virginia Woolf y James Joyce fueron los visionarios con fuevos proce— dimientos de creaci6n en cuanto a los textcs, uno de los cya les es el monélogo.interior) Implicaba esto un cuestiona- miento de los miodos de fijar la creaci6n a la vez que aports ja wna nueva posibilidad de significacién de los tertos. CA partir del cuestionaniento de la propia escritura -ya los surrealistas se habfan encargado de hacerlo con Ja reali dad-, y al influjo de las filosoffas irracionales se lleg6 entre otras cosas, a la posibilidad de las m@ltiples lectu-- ras|de un texto de acuerdo a las variadas relaciones que és- te puede tener con la realidad.’ Si esta dltima es cadtica y fragmentaria, no hay raz6n para que los textos presenten un mundo s6lido, sin fisuras, que est4 en desacuerdo con el mun do que los provoca. La duda es sobre la realidad, y la for- wna Filosoffa del inconsciente y en wna técnica de rechazos. Ta es critura autamética, © sea €l pensamiento anotado antes de toda re- flexi6n es un medio del surrealismo. Este, al aplicar la doctrina de Freud, se sirve también del sofiar despierto y, de un nodo gene~ ral, 6€ todas las manifestaciones del inconsciente. E] Ambito de Jo naravilloco ser& sugerido por una ascciaci6n de palabras y de i deas perfectanente ilégicas, por una asociaci6n de acontecinientcs y objetos sin ilaci6n, relaci6n ni medida conn, tal como sucede ~ en los suefos. Esta sintesis nos arroja a una atnésfera de terror horror y extrafieza, principalmente en lo que respecta a las artes plasticas” Raytond Bayer. “HISTORIA DE LA ESTETICR". Fondo de Cultura foontmi, ca, México 1965, pigs. 105 = 15. ma de conocerla la base de la gnoseologfa (3) del siglo xx. El siglo xX es importante en cuanto a la literatura por - varios motivos; renov6 no solamente la técnica de la escritu rey terario circunstancias qu la impresién, Sino que. tambiéni_yenov6 los t6picos 1T a través de un enciqueciniento dado por-tas nuevas probaron_a los héroes; gener6 nuevos_mi~ tes, no tan solemnés y ejmpiificantes come los clasicos, pe- FO m&is coetfneos con respecto al lector; y en cuanto a los - temas, de acuerdo a la equilibreda relacién que desde siem- pre_sg da entre la.tradicién y la originalidad, conoci6 el ~ tretamiento de los temas perennes e innov6 otros muchos que w&s adelante iremos enumerandc. haya Taka ninguna literatura que alcanzado grados de realizaci6n tan importantes no son rovedad temas como los de la muerte, la soledad, la esperan- zae ineluso el absurdo; de ellos supo la literatura moderna ~y en buena medida aparecen en Kafka-, asf como de aquelios atributos m&s recientes que completan su caracterizacién te~ mética. A esa mec&nica entre el pasado y las formas nuevas que - van irrumpiendo en la literatura se deben sumar los hechos - histOricos culturalés que agregan elementos que aceleran esa transformaci6n interna tantc @structural como temftica. /Tra tando de captar al ser y su felaci6n con el mundo, la litera tura no podfa desconocer la existencia de fenémenos fundamen, tales de la sociedad mcderna que inciden directamente en la concien; del hombre y en una revaloraci6n de la condici6n humana.¥ M&s all4 de los hechos hist6ricos traumatizantes - que llevan a una cosmovisi6n pesinistay/deberos agregar fené menos sociol6gicos que influyen decidi@amente en el nivel de conunicacién del hombre con sus semejantes, en su relaci6n ~ gon el munds y en Ja autovaloractGn del individuoh/ Quizde la mecanizacdén y la tecnocracia que desembocan una socie gad ée masas ~que genera sus propias leyes y por lo tanto un puevo concepto dei ser humano cuya nota conn es la impersona dad, la masificaci6n y la alienacién- sean los fenémenos que mis nos interesen en cuanto a le literatura; preferente- 3) - ‘Se entiende por gnoseclogfa la tecrfa del conocimiento en todas - las formas que pueda asumir. Cuando el objeto de esta teorfa son las ciencias se opta por el vocablo episterologfa. Podemos agre— gar que esta diferencia de vocablos puede aimitir cuestionanientos camo lo consigna Ferrater Mora er 12 obra que citanos. mente po! rario; e estructu: escritor + Si de diante 1 literatu los gram sideraci ticipan nadas es propios gunos de mitos de (que en da a ‘ésperanz re mente /pu agrega 1 valoraci Huevos t mente, 1 hora pod no todos no sera de su ok “Poder a travée tiempo tala te cuerpo. dé algo dad com damenta] los indi De ahf < formulac Siel tt que int: @) = sa sicos, pe~ oa los ~ de sien- socté el ~ ichos que attra que 2s no gon t esperan~ ‘a moderna aquelios racién te~ ras que - 5 hechos ~ bleran esa ca. /Tra la litera s fundamen ite en la” rondici6n izantes ~ egar fend \-nivel de relacién — /Quizés - una socie > tanto un 1 impecsona fen6menos oreferente- en todas’ ~ teorfa son emcs agre—~ ionamientos mente porque alteran tres elementos bfsicos del fen6meno lite rario; en lo conceptual la visi6n del héroe, en lo técnico la estructura de la fabulae (4) y en lo sociol6gico, el lugar del escritor en una determinada sociedad. / | _¢ Si @ejamos por el momento de considerar las técnicas me-~ diante las cuales una idea llega al terreno especffico de la literatura en el siglo xx y centralizamos nuestra atencién en los grandes temas ellc nos lleva inmediatamente a algunas con sideraciones. Admitimos por lo pronto teas perennes que par ticipan de la condicién humana genera] nés allé de las coords nadas espacio-temporales y temas que se han integrado, temas propios de la conflictiva cultural moderna. Ya insinvamos al gunos de esos atributos perennes que acompafdn siempre 2 los mitos de todas las scciedades y son incambiables, la soledad (que en el siglo ¥X adquiere un nuevo y engustioso concepto), la_merte (se renveva la forma de esumirle y entenderia). le Speranza que justifica les trabajos del héroe; no queremos fr cOn esto que ellos agcten los temas recurrentes, simple mente /pueden ser los més significativos, a los que cada Epoca agrega los Eropios. Fl siglo xx yenera sus.propios nites, sv valoracién del mundo onfrico y por Io tanto la creacién de - | “Ruevos tenes sobre los cuales el escritor ha buscado, intens mente, la manera técnica més efectiva ée formularios. Tor a= | hora poderos limitarnos a una simple enumeraci6n; por cierto no todos ellos participan en la obra de Kafka, pero m&s de u no serd tratado profundamente en ocasi6n de 1a interpretacién de su obra. —. + Poderos conenzar refiriéndonos al tiempo interior pautado a través de una duracién psfquica que viene-areemplazar al ~ iy tiempo _ffsico espacial que pretenéfs dar una verosimilitid to “fara la narracién. aAhondar en e) conocimiento no s6lo del cuerpo sino de la mente del individuo llev6 al descubrimiente de algo que, si en algtin momento fue teorfa hoy es una reali- dad como lo es 1a existencia del_inconsciente, generados fun- damental, junto con las condicions del accionar de los individuos y de su mundo de relacién en todos los niveles De ah{ que buena parte de la literatura moderna procure su - formulacién inicial a partir de los datos del mundo intericr. Si el individvo conoce la existencia de ese nivel es probable que intente desentrafiar su propio yo y a través de una intros (4) - Su concepto se especificarf en la nota 5. pecci6n primaria tenga acceso, descienda #1 yo y procure ob-- servar y explicar el mundo desde esa perspectiva. Si hay un valor gue la literatura moderna{ha relegado contundentementé, es la coherencia; todos los movimientos de vanguardia y, espe cialmente el surrealism, buscaban una realidad’ Oltima o al = renos bésica de 1a que los rodeaba; la aceptaci6n de la exis- tencia de otros mundos paralelos (gecmétricos, onfricos) ha~ bia de una fisura en el cotidiano que informa de su incoherer via y que, por lo tanto, instavra la ilogicidad. Rdmitiendo que sin ser su funci6n b&sica la literatura in- forma algo, llegamos inmediatamente al tema de la comunicact- nr, concepto que, al decir de Tliot, plantea una cuesti6n: la masificaci6én y el retorno al yo son las dos formas fundamenta. les de la incomunicacién, una generada por las relaciones so- ciales y otra consciente de esa separaci6n; Kafka es por lo demfs ilustrativo al respecto. | La querella entre idealistas y waterialistas adquiri6 asimismo momentos importantes, en - lc que al hombre se refiere. Prescindiendo de las consecuen cias de tal enfrentamiento, por el momento nos interesa en le medida que replantea el problema del cuerpo, como atribu~ to de belleza, como carga a scbrellevar, como instrumento de la relaci6n amorosa y come posibilidad de testimoniar proce- sos internos. Un ltimo tema que nos puede interesar, pero que se refiere fundamentalmente al campo de la filosoffa, es el del conocimiento o de las formas que posee el hombre para aprebender al mundo; en lo que a literatura puede referirse, se puede afirmar que es también una forma de aprehender el ~ mundo, sin tener por cierto un método sistem&tico de efec- - tuarlo, pero.dando siempre un testinonio, sino cient{fico, ~ propio y significativo de la relaci6n del hombre con el mun- dco ¥s_frecuente que se postule un xechazo violento contra la novela moderna, porque se sospecha detrés de su estructura, un simple deseo de los escritores de complicar lo que, con u ra visién de la literatura caracterfstica del siglo XIX, de> _bfa comunicar una fébula claramente a un lector que busca en “tretenimiento; hay por supuesto una raz6n del. porqué las ma- jas tengan un acceso dificultoso a las formas més representa tivas de la literatura. Se destruy6 asimismo la actitud pa= (Siva del lectox; abordar una novela moderna no implica sola-, mente un acte de fe y una aceptacion de las leyes de “juego - \que ella impone, sino que instaura una incomodidad, un dete~ I nimiente ‘tures pr “gos supe “aitcién tenderse Cuando h mentos y persona} tas sobr Si lo fealigad ci6n; la rirenos, Ja conan los prob de sino obra; pe rrador d que leh la influ Ya ha cede la’ nos refe come La suceder.¢ dos, ascc ceptos in la cohere ciencialt (BL cor el cambie no 6610. ¢ sociedad ¥eterinios gura lite més evide “Fey un Po -Bimiento, una reflexi6n, un razonamiest5; frecuentes relec- tenente, turas producto de las fracturas del tiempo o de los diflo-- eaaeere “gos superpuestos, por ejemplo. Pero, éno implica una contra een aiccién asumir el mindo moderno en todas las formas y desen~ evesia! tenderse o ignorar la existencia de una novelfstica ncderna? toe) Cuando hablamos de novela nos estamos refiriendo a la forma Scobecen! de la €pica moderna que deka amoldarse al cambic del mundo - moderno; si €ste es masificadc, conflictivo, abusurdo por mo } mentos y trégico en su generalidad, inevitablemente generara tura in- personajes literarios angustiados, problematizados, sin aris wunicaci— tas sobresalientes o intelectualizados hasta la alienacién.” tion: la ndamenta Si Jos surrealistas plantearon la desmistiticacién dela eaeatac=) tealidad, 1a rovela rederns plenteé juna triple desmistifica- Poon ciér; la del hérce a través Ce un nuevo concepto (que ya refe Paivee ss riremos, la de la ffbula que narre Ja 1elacién del héroe con eateries Ja comnidad y 1s del escrltor que ya 1c conterple distante eae los problemas ni es 12 divinidad que & todo Je que suce eee de siro cue se integra y por momentos se ve stperaée por si atx ibe obra; pero no sOlo se desristifica 2] escritor en cuanto na~ panespae rrados de una obra, sino en sv lugar dentro de la sociedad Piprceee que le ha inpuesto otros deberes y lo ha relegado fuera de - eaeers la influencia de los necenas. offa, es Beevoera Ye hablamos del nuevo héroe; el probleme del escritor ex~ ferivee, cede la intencién de este trabajo; en cuanto a la fabule ya nee nos referimos los precursores que integran m&todos tales ~ ee t como la corriente de la consciencia. No existe en ellos un eeicoe = suceder ordenado sino que éste se conforma a partir de recuer elem dos, asociaciones, descripciones extericres e interiores, con ceptos imaginativos e ideolégicos. No se busca la l6yica y la coherencia de la realidad sino el funcicnamiento de la con | ontra la ciencia humana, que tiene sus propias leyes. ructura, fe. coat (B1 conceptc de héroe tiene la base de su transformacién en XIX, de= el cambio de la relaci6n que aque) guarda con el mundo, Asf, busda en no s6lo canbia esa relaci6n sino que asimisme ha cambiedo 1a ‘las’ haa sociedad en un acelerado proceso en que aparecen términos ta~ presenta 1és coro la mecanizaci6n, la cibern€tica, la sociedad de ma- feud pa= sag} era de esperar, por lo tanto, gue la relacién a que nos eavaniee Yeferimos, nico mecaniswo que lo ptiede esterectipar como fi- Juego gure literaria, haya también sufridc elguna alteraci6n. La un dete- m&s evidente, s1 recordamos la novela cl4sica trancesa, es el “_. | proceso de integraci6n del héroe al mundo que Jos circunda; .- ag 10 la sociedad era aceptada cowo un valor supremo con normas pre establecidas que insinuaban una realidad tan firme que pate-— cfa poder negar las contradicciones y transformaciones que la historia le deparé. De esta manera, la odisea m&xima que ob- servaba el lector eran los Joables, 0 no tanto, trabajos de - un individuo por ser aceptado en esa escala de valores. En el nlevo siglo, el escritor y el héroe comienzan por cuestionar toda la estructura social de un modo no emotivo sino racional Comprenden que la firmeza era solamente sospechada y que los héxoes que genera tal sociedad, con una escala de valores tan tambaleante, m&s que superhombres son seres obsesionados, an- gustiados, grises, que generalmente intentan la integracién en una maquinaria que los obsede, para la que no tienen sclu- ci6n, pero sf la evidencia de su experiencia. Reubicarse, si sufrié una cafda, acomedarse, si no estaba integrado, tal es la mecfnica del hérce de 1a novela clAsita; importaba enton-~ ces el estudio de su vida afective en tanto se realizaba ese proceso Ge integraci6n. £1 héro@ moderno,a pesar de sus inco herencias y contradicciones, fun¢iona racionalmente, Io que - Jo lleva a cuestionar su munéo y quizés intentar formularlo. _Detr&s de toda aparente incoherencia temStica y estructu ral que podrfa provenix de fa pluralidad de Ifneas de pe: niento, la erftica (Hatzfeld en su libro "Superrealismo", por ejemplo) ha encontrado una clerta unidad; sl autor que cite-~ mes la hall6 estudiandc la literatura francesa contemporénea a través de lo que llama superrealismo y que define como la ~ WEsqueda de lo maravilloso en tanto realidad. Ve el origen del caos intelectual, en la ausencia de una filosoffa Gnica gue congrega el pensamiento moderno y le devuelve unicidad un mundo fragmentado que asiste, entre otros procesos, a la desintegracién de las formas en las artes. Los conceptos que consideta més importantes son: la realidad del subconscient la nueva vision del amor en el que la pareja es ya autosufi ciente para genérar soledad y cdio sin necesidad de un terce~ ro; una realidad enriguecida por hechos y absvrdos y actos - gratuites, consecuencia de la irrupcién del inconsciente. Pa ralelamente el mal no participa de una dicctomfa de concéptos sine que se transdorma en un valor aut6nono. a La mayor dificultad que encuentra Hatzfeld pera todo este proceso és la de encauzar toda la vida inconsciente, esa xea- lidad colindante, ef un sistena estético y metaffsice total. Testimonia no s6lo una renovaci6n tewStica y técnica sino que dae var de int \e Ds que ient sufi terce~ este a_tea- otal. no que at verifica innovaciones en otros niveles como puede ser la pre- sentacién de nuevos tipos humanos que pueden adquirir catego- rfa de tipos literarios como los nifios y los locos. Técnica mente apunta que la novela moderna se estructura a partir de diversos planos, 1a utilizacién del didlogo, las reflexiones de los personajes; el epistolario que exterioriza nés certe- ramente al personaje, la interpolaci6n de documentos e inclu so anota diarios sobre la composicién de la novela misma. Fsa renovaci6n de las técnicas de escritura no es otra sa que la bGsqueda de posibles aperturas para llegar a reg: nes que eran totalmente desconocidas por el honbre (el in- consciente por ejemplo) y a las cuales no podfa tener acceso por las vfas téchicas que se heredaron de le novel{stica del siglo XIX. Estas llegaban hasta cierto punto, pero cuando ~ se intuy6 y luego se supe de zonas que enriguecfan al horbre y debfan formvlarse artfsticemente, los eutcres fueron “cre~ ando" los medios para esa formulacién. 018 Paralelamente, y como 16gica consecuencia de testimoniar todas esas nuevas situaciones, se opera una inevitable evolu cin en el lenguaje que busca adecuarse a la diffcil tarea = de trasmitir toda la carga significativa que el tituler de -~ las narracfones capta y quiere comunicarnos. Vistes algunes ideas b&sicas en torno a la novélfstica mo derna observanos, como problema fundamental, la trerenda di- ficultad que se da en el pasaje de los grandes conceptos ma- nejados por las principales corrientes del pensamiento del — siglo XX a su realizaci6n est&tica; no es que exista Gnica-- mente un acoplamiento ni una mera interrelaci6n sino que se requiere una integracién gue necesita reformas técnicas. la~ blar asf de una estética, de un conjunto de ideas organiza-— das y totales en torno al arte se torna diffcil. El caso de Kafka es aun un grado m&s complicado, no s6lo debexos obser- var los mecanismos y la manera en que se produce el tfSnsito de lo conceptual a lo estético, sino que debemos aténder a - un “plus” de su obra qué excede lo meramente estéticc para ~ internarse en terrenos de la ética, de la moral. EL _CUENTO No es Gate el lugar de exponer las razones, que existen,- Gel porqué la literatura adquiri6 sus m&ximos valores a tra- vés de la novelfstica; fue allf donde se dieron los cambios estructurales a que nos hemos referido. Sin embargo, parale lamente, el cuento asimilaba buena parte de esa evolucién y, por sus caracteristicas, llegS a tener mucha relevancia. 4 i bien toda la conceptualizaci6n de la literatura del si. glo XX la dimos en ocasién de referirnos a la novela, abor-= dar el estudio sistemftico de una novela de Kafka es una en~ presa que supera log limites de este trabajo; “La métamorfo sis" admite por cierto la aplicabilidad de todos lés elemen {OS que enumeranos para la novela, hasta transformarse en un ejemplo recurrente cuanée es necesario referirse a la litera thra de este siglo. = Por eso mismo, antes de entrar en materia especffica, ~ - creenos conveniente detenernos en algunas consideraciones en tcrno al cvento, que cada vez mAs admite una teorfa espectfi a que trata de establecer sus exactos limites. Intentare-~ nos, por lo tanto, resunir lo m&s certerarente posible los - conceptos ms usuales que.se-xefieren al_cuento, siguiendo en lfneas generales los planteos de Lancelotti. sto serfa gra~ tuito ef no capt&semos en estos plantecs posibilidades de a- plicabilidad pr&ctica gue ayuden, si ne a clarificar la inter pretaci6n, al menos a determinar las coordenadas estructura: lee de la’ obra que nos convoca. Cuando intentamos resumir el argunento (5) tuviros daificul tades. Evidentemente se suceden acontecinientos, pero inevi- (5) ~ BL argumento es el resuten del contenido de una obra. fh ese caso la atenci6n, se centraliza en el curso de los acontecimientes, las descripciones, los diflogos. Se sintetiza en forne de relate lo - que es importante para la estructura de Ln acci6n, "Si se intenta reducir el desarrollo de la accién a extrema sen- sillez, a esquena puro, se cbtiene precisarente lo que la cfencia de la literatura stele designar como "fabula” o argumento de una o tral. Wolfgang Kayser. “INTERPRETACION ¥ { ROLISIS DE TA GHD LITERS Biblioteca Ronéintica Hispanica. FAY io, % ‘Vamos asf conociendo, siiehoneeea, Jos motives centrales del desarrollo de la accién. el’ suc no pod tante a. supe estan implic se van (6) ucién y, tante (6) ~ (8) ~ atficul > inevi= + se case 8, las ~ Om fencia pARIAY (10)~ tablemente se refieren a un solo asunto (\"obsedivo, que el suceso (7) con que se inicia la narracil » parale | no podemos separarnos en todo el relato (9) a superar 16 importancia del propio Samsa coro esta manera las m@itiples léctura que puede generar un texto implica, efectivamente, que m&s all& del relato lineal (10) - se van estructurando y superponiendo plahos de significacién, (7) ~ Es es 2 (8) Yodel evgl ~ ello es lo ihpor sa puede Hegar rgonaje. De y.la manera en que sé da en Gregorio S Asunto es un térmiro técnico ave define la idea sumaria de la ac- ci6n; en este caso 1a metamorfosis. Estrictamente suceso es una cosa que sucede, el acontecer de un - hecho concreto que por estar en una obra literaria, se enriquece con el significado que esa ciencia le atribuye como lo especifica Tos en la nota anterior. Nos referimos al contar el asunto, los econtecimientcs, a la tras misi6n en la qe varios crfticos reconocen la concurrencia de tres participantes, "La técnica del arte narrativo se deviva de le situaci6n inicial rar"; existe un acontecimientc que se narra y existe un na s¥ador qué sirve de internedisxio entre ambos", Keyser, op.cit. "El proceso narrativo posee por lo menos tres protagonistas; el gersonaje (61), el narrator (yo) y el lector (6); en otros tém~ fos: la persona de quien se habla, la persona que habla, 1a perso- na a quien se habla". Oswald Ducrto. Tzvetan Todorov "PICCTONARIO ENCICLOPEDIOO DE LAS CTENCIAS DEL LENGUAJE", Siglo XxI, Argentina Bites, WMI EL xplato es ne de los modos del discurso; asf “el describir", - "el relatar” son algunos de esos modes. Moldean en alguna nedias la obra toda y le dan unidad a la continufdad del lenguaje que pue de ser una obya literaria. Fl relato centraliza su atencisn en = los hechos, por lo tanto adquiere mayor inportancia uno de Jos in- tegrantes del circuito narrative que cbservanos en la nota ante- - rior, en este caso el narrator. Nos referimos a aquella modalidad del relato, y por lo tanto a uno ‘de 10s modes del discurso, que se desarrolla sin fracturas de tiem po ni de espacio. Los cambios de tiempos en “La netamorfosis" son. fundamentalmente evocados por el protagonista pero no instauran en el cvento una superposicién evidente de tiempos.

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