You are on page 1of 11
BIBLIOGRAFIA BASICA No. 1 Fusfeld, Daniel, La época del economista, México, Ed. FCE, serie breviarios, No. 93, 1978, cap. IX “La revolucién keynesiana’. 403 IX, LA REVOLUCION KEYNESIANA En 1986, toda la direccidin y el énfasis de la econo- mia moderna se transformé con Ia aparicién de un solo libra, Su titulo impresionante era cl de The General Theory of Employment, Interest, and Mo- ney,* y fue escrito por el economista inglés mas controvertide de la época, John Maynard Keynes. EI libro se ocupaba de problemas cruciales del empleo y el desempleo en una época en que la economfa mundial estaba en las garras de la de- presién mds desastrasa y generalizada que haya ex- perimentado jams. Aunque muchos hombres ha- blan renunciado a Ja esperanza de reconstruir ta speridad mundial y un sistema econémico via- ble, este libro ofrecfa un andlisis teérico que diag. nosticaba al paciente como gravemente enfermo pero no condenado a muerte y que prescribla Temedios que podrian restablecer su salud. Keynes ¥ las politicas por él sugeridas se convirtieron de inmediato en el centro de Ia controversia entre economistas profesionates y politicos. Condenada por ignal por los radicales de izquierda y los con- servadores de derecha, la economia keynesiana ba- rrié casi con toda oposicién entre los economistas para establecer una nueva ortodoxia dentro de la profesin. Junto con La riqueza de las naciones y El Capital, La teorta general es uno de los libros fundamentales en el desarrollo de ta ciencia eco- némica, + Teoria general de ta ocupacién, el interés 9 ef dinero, Fee, México, 1974, Joun Maynaxn Keynes El hombre responsable de esta revolucién del pen- samicnto social ocupaba una posicién tinica en la vida piblica inglesa, Miembro de la élite so- cial e intelectual que habia Megado a dominar los asuntos puiblicos en Inglaterra, su critica hete- rodoxa de las politicas econdmicas aceptadas pa- recié una bofetada para todas las creencias de los lideres reinantes. Keynes era un crftico del orden establecido desde su propio interior, Keynes nacié en 1883 en Cambridge, Inglaterra, hijo de un cconomista y légico prominente, John Neville Keynes. Se educé en Eton y Cambridge, donde estudié filosofla y economia. Alumao favo rito y brillante de Allred Marshall, absorbié lo esencial de 1a economia neoclasica y siempre acepté su andlisis de Ia produccién y Ja distribucién. Su campo especial cra el de la economia monetaria, y trabajé con el gobierno en problemas de las finanzas de la India, y en la Tesorcria, ademas de ensefiar en Cambridge. Durante Ios afios ante- riores a la primera Guerra Mundial se convirtid en uno de los miembros del grupo de artistas y escritores de Bloomsbury, que incluia intclectuales tales como Lytton Strachey, E. M. Forster, Virginia Woolf y Roger Fry. Tipicas de la actitud de este grupo fueron las biografias de Eminent Victorians, escritas por Strachey: brillantes, criticas, pero con aceptacién general del sentido y el orden del. sis- tema socinl existente. La actitud era tipica también de Keenes. producto él mismo de una clase social acomodada que se consideraba a si misma nacida para gober usa desu inteligencia eduea- vor cién y dedieacion; sin embargo, wataba siempre de encontrar formas mejores de hacer Las cosas dentro del marco de las verdades antiguas, En todos senti- dos, Keynes era un esnob brillante dotado de una personalidad sumamente atrayente, pera también tenia una mente analitica que podia ilegar de in- mediato a lo esencial de un problema, percibiendo sus ramificaciones mAs amplias al igual que sus conexiones con otras cuestiones. Si resullaba inevi- table una lite intelectual, era afortunado que un hombre como Keynes formara parte de clla. Keynes trabajé on la Tesoreria durante la pri- mera Guerra Mundial, y adquirié gran fama como experto financier; en 1919 fue el representante principal de ta Tesoreria en la conferencia de paz de Versalles. Dotado de un entendimiento intuiti- vode la politica mundial y un conocimiento detalla- do de las finanzas internacionales, sabia que una paz estable dependfa de un arreglo magndnimno y una carga realista para Alemania pot concepto de reparaciones. Mientras los estadistas discutian sobre mites, fronteras, y el prestigio nacional, Keynes advirtié que los problemas econémicos de Europa eran mis importantes que los politicos. Cuando el tratado de paz s¢ orients en otro sentido, exigiendo reparaciones enormes y pasando pot alto las rea- ‘idades econémicas, Keynes renuncié y volvié a casa a escribir un ataque violento al arreglo de paz ya los hombres que lo elaboraron, En una de las obras mis proféticas de Ia época, The Econoinic Consequences of the Peace, pronosticé ¢l rompi- miento de los acuerdos y gran parte de Ja pertur- bacion econémica siguiente, El libro causé sonst. cidn, pero destruyé en gran medida tos contactos oficiales de Keynes con el gobierno dwvante ua decenio. Rogresé a ensciar, En Cambridge se convirtié en ejecutivo de dos compaiiias de seguros y varias fir- mas de inversion, espoculd fuertemente en divisas, acciones y bienes, para amasar una fortuna con- siderable, actué en cl Partido Liberal, escribié ex- tensamente en The Nation y otras publicaciones periddicas, patrocind el arte, Ja musica y el ballet, Y se cas6 con una de las grandes bailarinas del Ballet Diaghilev. Perdié su riqueza en la quiebra del mer- cado de valores de 1929, pidid prestado para empezar de nuevo, ¢ hizo otra fortuna en los afios treinta. Keynes criticaba Ia politica econémica britdniea, en particular el esfuerzo insensato por retornar al patrén oro a mediados de los afios veinte, y de esta controversia surgié. su contribucién mAs im- portante a la ciencia econémica. Atacé la politica econdmica sobre todo porque su meta de alcanzar la estabilidad econémica internacional era. inco- rrecta, mientras el bienestar econdmico interno era mas importante. Los precios estables y los niveles altos de empleo eran mas deseables que Ja estabili- dad del valor de la libra en los mercados externos, sostenia Keynes, sefialando que un retorno al patrén oro a la tasa de cambio existente antes de la gue- qa reducirfa gravemente las exportaciones brit4- nicas y haria bajar los salarios, los precios, el em: pleo y la produccidn internos, tal como habia ocu- rrido cien afios antes, al término de las guerras napolednicas, a causa de politicas similares. Keynes propugnaba un sistema monetario alministrado, én Ingar del automatismo del patron oro, pero cl fundamentalismo fiscal result6 demusindo fuer- te. Inglaterra regresé al patron oro, y el desastre sor se produjo: desemplco, precios 2 Ja baja, y wr huelga general por toda Ja nacién, El estancamien- to econdmico prevalecié en Inglaterra el resto de los afios veinte, como lo habia profetizado Keynes. Una razén para que nadie escuchara a Keynes en 1923-1924 era que no habia elaborado una ade- cuada defensa teérica de su posicién. Para demos- trar los efectos deflacionarios de la politica moneta- ria del gobierno, habrfa debido analizar las inter- conexiones existentes entre el patrén oro y el nivel interno del empleo, y demostrar que el andlisis eco- némico ortodoxo de tales relaciones, que aplicaba la Ley de los Mercadas de Say, estaba equivocado. No pudo hacerlo en ese momento, pero su mente sagaz percibié la necesidad de una revisién com pleta de Ia teorfa del empleo y su relacién con la teoria monetaria. Keynes dedicé tos doce afios si- guientes a esa tarea. El primer esfuerzo, el Treatise on Money en dos volimenes, publicado en 1930 justo después del derrumbe del mercado de valores, no logré su propésito. En muchos sentidos el libro mds. aca- démico de Keynes, presentaba 1 marco basico de su nueva teorla pero dejaba muchos puntos ted- ricos sin solucién, lo que basté para suscitar mis la critica profesional que la aceptacién. Sin embargo, su punto de yista era importante. E] argumento principal del libro descansaba en la distincién que establecia entre la inversién y el ahorro y en los objetivos distintos que los motivaban, La Ley de Say insistia cn que ambos debian ser iguales, pero Keynes sostuvo que tal cosa no era necesaria, Cuan- do el aorro superase a la inversién, la actividad econémica dcclinaria; si ocurriese 10 contrario, la actividad econémica aumentaria. Los remedios eran Ine recom wal@S pin Touuest MD sis cet Tos netarie admnstrade para ayudar a mintener jgualdad entre et aborzo y la inversién y promo. ver ast la estabilidad econémica, complementado con gastos en obras publicas para mitigar Los efec. tos de cualquier depresién y desemplco que pudie- ran ocurrir, En el momento de la publicacién del Treatise, los economistas y los funcionarios priblicos ignoraban Ia gravedad de la depresion, la opinién publica no habla advertido ain la necesidad de remedios dras- ticos, y la mayorfa de la gente esperaba que Ja contraccién del mercado fuese breve. Por supuesto, Keynes no compartia estas opiniones; en conse- cuencia, volvié a escribir para intentar un segundo ataque frontal 2 las ideas econémicas aceptadas, CUA bE OPINION A MEDIADOS DE Los ANOS TREINTA Fl producto de esta fase de Ia obra de Keynes fue Teoria general de la ocupacidn, el interés y el di- nero. Este libro causé sensacién de inmediato, no porque propusiese una teorfa radicalmente di- ferente de la contenida en el Treatise, sino porque ya se habfa allanado su camino para el momento de su publicacién en 1936. Primero, las publica- ciones anteriores de Keynes habfan familiarizado a economistas y gobernantes con su punto de vista general. Segundo, varios otros economistas impor- tantes habian roto también con la ortodoxia de la Ley de los Mercados de Say para. llegar a conclu- siones similares. Y tercero, el clima de opinién haba cambiado, sobre todo durante los primeros afios de la Gran Depresion, hacia una mayor acep- gov vrenin de fas ideas que vinewaban el nivel de la prosperidad con el gasto tou, Un elemento vital, importinte del anilisis key- nesiano posterior, tue desarrollado por un econo- mista ruso de fuertes inclinaciones mayxistas, Michel ‘Tugan-Baranowsky (1865-1919), quien sostenia que un flujo regular de ahorro Hega a los mereados de capital proveniente de los consumidores con in- presos relativamente fijos; que el proceso de la inversion es, por cl comtrario, muy volétil y que las disparidades resultantes entre el flujo del ahorro y el flujo de Ja inversion originan el ciclo econd- mico, Estas disparidades no pueden corregirse me- diante cambios de la tasa de interés, afirmaba ‘Tugan-Baranowsky, porque muchos de os ahorrado- res se ven motivados por razones distintas de la tasa de rendimiento que obtienen. Un avance mucho mds importante fue realizado Por un excéntrico economista sueco, Knut Wicksel] (1851-1926), quien en alguna ocasién fue a la cércel por violar una ley que prohibia la defensa ptiblica del control de natalidad y la paternidad planeada. Sin embargo, Wicksell fue un académico brillante cuyo trabajo permitié que la generacién siguiente de economistas suecos, y el propio Keynes, desarrollaran Ia teorfa contemporinca del ingreso nacional, Segin la teoria ortodoxa del empleo pleno in- corporada en la Ley de los Mercados de Say, todo dinero ahorrado encontrarfa su camino hacia la inversién a waves de los mercados monetarios. Si el ahorro tendicra a superar a la inversion, una baja de la tasa de interés corregirfa répidamente cl Aesequilibrio; si Ja inversién fuese mayor que la oferta de ahorro, la tasa de interés se elevaria y restableceria In igualdad. $i esta igualdad del aho- fro y la inversion ocurrfa a niveles relativamente elevados de precios y salarios que se tradujeran en cierto desempleo de mano de obra, los salarios ba. jarfan —bajando con ellos el nivel de precios— hasta que todos los recursos estuviesen empleados en forma productiva. Pero Wicksell advirtié que los hechos reales no corroboraban la teoria. Por el contrario, en las de. presiones, cnando los préstamos y la inversion al canzan niveles bajos y se generaliza el atesoramien- fo de efectivo, Jas tasas de interés son elevadas y resulta casi imposible la obtencién de préstamos; en cambio, en la cima de un auge, cuando la inver. sién es elevada y los saldos en cfectivo son escasos, tas tasas de interés son también relativamente bajas. Esto se oponia diametralmente a la teorfa, de modo que Wicksell traté de hacer una reconstruccién. Postulé fa existencia de una tasa de interés natural compatible con el empleo pleno y con la igualdad entre el ahorro y la inversiGn. Pero la tasa de inte- rés del mercado puede diferir de esta tasa natural por diversas razones; y cuando esto ocurre, la eco- nomfa se expandird 0 contraeré. Lo escncial es que el equilibrio natural no es producido por los cambios de la tasa de interés sino por cambios en el nivel de la actividad econdmica, es decir, por aumentos o disminuciones de la produccién y el empleo, Esta {ue Ia gran reformulacién que levé final: mente a la revolucién keynesiana. El concepto de Jas tasas de interés naturales y de mercado elabo. rado por Wicksell fue abandonado pronto, aun por sus brillantes seguidores enire los economistas suecos como Gunnar Myrdal, Bertil Ollin y Dag ov Hammarshjol, quien muis tarde fue Secreturio Ge- neral de las Naciones Unidas. Pero su concepto fundamental de ios cambios en cl nivel del gasto total como el mecanismo equilibrador de la econe- mmfa se conservé y se incorpord a la economia del ingreso nacional tal como Ja conocemos ahora. Mis cercano a Keynes que Wickseli se encontraba D. H. Robertson, uno de los colegas mis jvencs de Keynes en Cambridge. Robertson publieé en 1926 un libro breve sobre el ciclo econémico que hacia hincapié en la importancia de Ja relacién existente entre el ahorro y la demanda de bienes de capital. Los bancos tienen una funcién doble, sefizlaba Robertson: prover la cantidad adecuada de capital se trabajo para las empresas y al mismo tiempo prover una cantidad de efectivo al ptiblico que sea compatible con el nivel de precios existente. El equilibrio es precario, y los esfuerzos de la econo mia por alcanzarlo se traducen en las fluctuaciones del ciclo econémico. Aqui estaba otro andlisis que hacla hincapié en la clase de variables con las que estaba uabajando Keynes y que familiarizaba a los economistas con ideas relacionadas. Estas investigaciones tedricas se complcmentaron, durante los afios veinte con estudios estadisticos del ingreso, el gasto, el ahorro y Ia inversién nacio- nales que contribuyeron significativamente al des- arrollo posterior de 1a economia keynesiana al pro- werla de un sélido fundamento empirico. En los Estados Unidos los estudios fueron realizados en gran medida por la Oficina Nacional de Investiga- cidn Econémica bajo la direccién de Simon Ku nets, en Inglaterra por Arthur Bowley, y en Suecia en ia Universidad de Estocolmo, Gran parte del financiamiento de todos estos estudios provino de diversas fundaciones patrocinad:s por la familia Rockefeller, EI camino hacia una nueva ciencia econdmica habfa sido allanado por un nuevo clima de opi- nién, asi como por los avances de la teoria y la estadistica. En los Estados Unidos, por ejemplo, William T. Foster y Waddill Catchings escribieron en los afios veinte una serie de tes libros muy leidos que hacian hincapié en la necesidad de altos niveles de gasto de consumo para que la produc cién pudiera continuar a un nivel elevado. Foster y Catchings desarrollaron el concepto del flujo circular del gasto y sostuvieron que el poder de com- pra debe flnir de continuo del productor al con- sumidor y de nuevo al productor para que s¢ 50+ tenga Ia prosperidad. Los beneficios y el ahorro deben gastarse de inmediato para que el ujo circu- lar no se interrumpa. El argumento basico de que debe estimularse al consumo para que no se quede atris de ta produccién resultaba directamente opues- ta al precepto ortodoxo de que 1a produccién crea su propia demanda. Esta concepcién se complementé con el trabajo Ge los Hamados “manidticos monetarios”, un gru- po de autores que desarrollaron toda clase de pla- nes monetarios destinados « promover el gasto como medio para alcanzar Ia prosperidad plena. Fstos autores defendian varios tipos de “dinero chistoso” como Io Hamaban sus detractores, por ejemplo el dincro respaldado por reservas de bienes en lugar de oro, para que su cantidad se basara en el nic vel de produccién; el “dinero marcado” —marcado con una fecha—, que perderia gradualmente su va- {or con cl paso del tiempo, un plin destinado a hacer que la gente gastara el dinero r: 80r requeriniento de que Jos bancos mantuvieran re servas iguales a sus depésitos, en lugar de reservas fraccionales, para impedir que los hancos crearan dinero por su facultad para conceder préstamos con la que estimulan la expansién excesiva de la economia, Estas ideas y otras semejantes fueron difundidas ampliamente durante los afios veinte por hombres tales como el cientifico Frederick Soddy, ganador del premio Nobel, un_persuasivo ex oficial del ejército inglés Namado Clifford Dou- glas, el empresario alemén Silvio Gesell, y aun cl prestigiado economista de la Universidad de Yale Irving Fisher. La mayoria de los economistas s¢ rio de tales ideas, aunque el hincapié ortodoxo en la oferta y demanda de dinero era responsable de ellas en parte, pero les conceptos alcanzaron gran atrac- cién popular. Pot ejemplo, en ios Estados Unidos se formé una Asociacién de Dinero Estable para dar publicidad a las ideas de Irving Fisher. Entre sus miembros se encontraban banqueros, presidentes de ferrocarriles, y aun un antiguo miembro de Ja Tunta de Gobernadores del Sistema de Ta Reserva Federal. Todas estas ideas reflejaban un cambio funda- mental que estaba ocurriendo en Ja economia. Des puds de mas de tm siglo de crecimiento econdmico ¢ industrializacién, el centro de gravedad se estaba desplazando del inversionista al consumidor. Curan- do apenas se iniciaba la industrializacidn, la fuente més importante del crecimiento econdmico era 1a inversién de capital en industrias que en gran me- dida abastecian a atras industrias: acero, carbén, maquinatia, ferrocarriles. La economia clasica de Riearda y sus seguidores habia reflejado esa rea- Hdad del escenaria cconduico y habia consteuido una teorla del crecimiento ccondmico basada en gran parte en el proceso de inversién y en el cou- cepto de que el propésita del ahorro ¢s la inver- sign. Pero al continuar Ja industrializacién aumen- taron los ingresos, y Jos patrones de gasto y ahorro de los consumidores cobraran mayor importancia. Los ingresos mis elevados permiticron a los con- sumidores gastar grandes sumas en bienes durables como casas y muebles, automéviles, y equipo eléc- trico. Surgicron métodos de financiamiento en abo- nos de estas compras. E] ahorro empezé a fluir hacia Tas pélizas de seguros y los pagos de hipotecas. Toda la economia se transformé a medida que las industrias orientadas al consumo se convertlan en Ja avanzada de la prosperidad y el crecimiento cconémico. Fue éste un proceso lento, iniciado en los Estados Unidos en los afios anteriores a la primera Guerra Mundial y desarrollado més re- cientemente en Europa Occidental, pero trans formé Ja industria, Ias finanzas y la politica pi- blica. En [a ciencia econémica, tal proceso volvia cada vex mas obsoleto el hincapié anterior en el proceso de inversién y cada vez menos aplicable al mundo real Ia idea de la inversién automatica del ahorro. La Gran Depresién de los aitos treinta obligé a muchas personas a reconocer los cambios y Ia ins: plicabilidad consiguiente de las ideas antiguas. La magnitud misma del desastre habria sido suficiemte para propiciar una reconsideracién: en los prin: pales paises industriales, mas de uno de cada cuatro trabajadores estaba cesante, los bancos del mundo cerraban sus puertas en una oleada desastrosa de quiebras, las empresas estaban guebradas también, Tos agricteltores perdian sus ticreas, y todo el sistema or econdmico parecia marchar hacia la paraliza al bajar los ingresos y declinar el ahorro, 1 sentido comnin sefialaba que el desastre parecia residir en la enorme disminucién del gasto y el remedio sensato era aumentarlo cnormemente. En Ia mayoria de los paises industriales, inclui- dos los Estados Unidos, esta concepeién de sentido connin condujo a grandes gastos gubernamentales en obras piiblicas financiados con préstamos, y se mitigaron asi algunas de las penalidades de la de- presin y el desempleo. Pero Ia justificacién de la politica era humanitaria y pragmitica, no hasada en el anilisis econémico. La teorfa econémica o- todoxa continuaba aconsejanda la austeridad hasta que pudiera restaurarse Ja “confianza de las em- presas", la proteccién del sistema monetario me- diante la restriccién fiscal, y el restablecimiento de los beneficias mediante reducciones de salarios, Habfa legado el momento del cambio, LA TEOR{A GINFRAL DEL EMPLEO Keynes anuncié la revolucién de la teoria eco- némica en el primer capitulo de su libro, compues- to por un solo pirrafo categdrico: He Uarato a este libre Trovia general de ta orupa- cidn, et interés y ef dinero, recalcando el sufijo general, con objeto de que el titulo sirva para contrastar mis argumentos y conchisiones con Jos de Ja teorla eldsica, en que me eduqué y que domina el pensiniiento eco. némico, Camo prictico como twirico, de los acadé. micas y gobernantes de esta generacién igual que lo ha dominade durante los tltimos cient asios. Sostendeé que los postulados de Ja tecria clisica solo son apliva les a un casa especial, y no en general, porte las condiciones que supone son un caso extremo de toilas las posiciones posibles de equilibrio. Mas atin, las caracteristicas del caso especial supuesto por la tcoria clisica no son Ins de ba sociedad econémica en que hoy vivimos, razén por la que sus ensefianzas engafian ¥ son desasttosas si intentamos aplicarlas a los hechos reales, El libro es un anilisis de Ias causas del desem- pleo, escrito para el tedrico econémico y envuelto en el lenguaje mas esotérico de Ja ciencia. En efec- to, Keynes creé un vocabulario nuevo para el and- isis de los factores causantes del desempleo: I propensién al consumo, el incentive para Ia inver- sién, la eficiencia marginal del capital, la prefe- sencia por la liquidez, el multiplicador. Aunadas a la oferta monetaria, estas variables determinan el nivel de la produccién y el empleo y ejercen una influencia importante sobre el nivel de precios. Sin embargo, detrés de la terminologia esotérica se encontraban los mismos principios sencillos que habfan sido desartallados imperfectamente en el anterior Treatise on Money. Keynes reiteré primero que si el ahorro no re- gresa a la corriente del pasto, el gasto total dismi nuir, generando desempleo y estancamiento. Luc- g0 agregé algo nuevo: el concepto del equilibrio a un nivel de euipleo no pieno. Una disminucién del gasto total provocada por la reduccién de la inversién hard bajar los ingresos, lo que a su vez hard bajar el ahorro, hasta que el deseo de ahorrar se equilibre con el deseo de invertir, En ese punto, el ahorro retirado de la corriente de ingresos 5¢ a los gastos de inversion compensidores. igualars ou ycesars Iq declinacidn dot gacte total. Sin embargo, este “equilibrie” podria estiblecerse a tn nivel de depresién, v sino hay un cambio en las variables pertinentes, Ia economia poiré estancarse indef nidamente. Ademés, la magnitnd de In declinacidn podra estimarse en forma muy aproximada median. te el empleo del “rultiplicador”, o sea ta relacion existente entre cualquier cambio del consumo o 1: inversién y ol nivel det gasto total. Lucea analizé las relaciones bésicas, en partion Jar los factores determinantes del incentive para fa inversin. Keynes sostuvo que el mont del gasto de inversién depende de la tasa de rendimiento esperada de las nuevas inversiones y Ia tasa de interés. La primera es la ganancia esperada y la Sltima es el costo. Si pudiera reducirse en cual- quier momento la tasa de interés, y si no hubiese cambios en las expectativas de beneficios de las empresas, aumentaria el monto de la inversion nueva y tendria a su ver un efecto multiplicado sobre el gasto total. Por esta razén, Keynes defen- fa el dinero ficil y las tasas de interés bajas como un medio de reduccién del desempleo. A su ver, Ja tasa de interés depende de Ta cantidad de dinero ¥ el deseo de conservar efectivo o saldos bancarics Por ejemplo, si el deseo de mantener activos If quidos permanece constante mientras aumenta la cantidad de dinero, Ia tasn de interés bajars, el gasto de inversién aumentard, habré un aumento miultiplicads del gasto total, y la produccién y el empleo aumentardn. También aqui, una politica de dinero fécil ayudard a dismimuir el desernpleo, La teorfs de Keynes se ilustra en la grifiea de la pigina siguiente. BL empleo depende del gasto total, cuyos Componentes son cl gasto de consimo ¥ la inversi6n de las empresas, EI nivel de ja inver. sién depende de la tasa de interés y de In tasa de rendimiento esperada de Ja nueva inversién. Por ejemplo, si las empresas esperan ganar 10 porciento sobre la nueva inversién y pueden obtener fondos al 8 porciento, aumentaré el gasto en inversin [ee] total Gasto de comsumo nversiba de 3 esa ae cendievento eae eines | desdeteivernén ven Diagrama esquemdtico de Ia tcorta keynesiona Canned ce hasta que el rendimiento esperado baje o la tasa de interés aumente, u ocurran ambas cosis, para que se igualen tas dos tasas. Ia tasa de interés depende del deseo de conservar efective y de la cantidad de dinero disponible. Cuando la cantidad de dinero que desean conservar los individuos 0 las institu. ciones difiere de la cantidad disponible, la tasa de interés aumentaré o disminuini hasta’ que las dos cantidades se igualen. te Veamos un ejemplo de estas relaciones. Supon- gamos que el banco central expande las reservas Gel sistema bancario, lo que Ieva a los hancos a aumentar sus préstamos, incrementando ast la oferta Ge dinero, Sino aumenta el desco de conservar cfectivo, la incrementada oferta de dinero hard bajar Tas tasas de interés. Una tasa de interés disminuida estimalard inversin adicional (mien- tras permanezca constante Ja tasa de rendimiento esperada de Ja inversién nueva). La mayor inver- sidn aumentard entonces el ingreso nacional en Getta magnitud, 2 causa det gasto continuo del aumento original en el fujo circular del gasto a través de 12 economfa. Keynes no deposité toda su confianza en 1a po- Utica monetaria. Pensaba que la situacién profun- damente deprimida de mediados de los afios trein- ta requeria un gran programa de obras piblicas financiado con préstamas. Tal programa aumenta- ria directamente el empleo, y el efecto multiplicado del aumento del pasto gubernamental incrementa- rfa los ingresos, Ios gastos y cl empleo mas ain. Este hincapié en el financiamiento deficitario habla sido desarrollado en varios folletas y cartas ante- riores a la publicacién de fa Teoria general —in- cluida una carta abierta al presidente Roosevelt publicada por el New York Times en 1983— y se convirtié en un elemento principal de las prescrip- ciones keynesianas para terminar con Ia depresién, El anitisis tenia implicaciones para 1a politica social a largo plavo, asi como para el problema inmediato de terminar con Ja depresién. A Keynes le preocupaba la capacidad de una economia ma- dura, generadora de grandes cantidades anuales de ahorro, para sostenet 10s altos niveles de inver- sién_necesatios para et mantenimiento del pleno empleo. La austeridad no era siempre una virtud, y tos altos niveles de gasto podrian ser mits nec sarios que el ahorro en una economia avanzada, desarrollada, Por esta razén, Keynes aconscjaba una distribucién mis igualitaria del ingreso, mas res tricciones al ingreso. no ganado, como un medio para la obtencién de una cconomla més saludable a largo plazo, porque los ricos tienden a ahorrar una proporcién de su ingreso mayor que Ia de los pobres. Las ideas bisicas expuestas en la Teoria general se encontraban en oposicién directa con la antigua teoria de que Ia tasa de interés determina la igual- dad entre el ahorro y la inversién, y que las re- ducciones de salarios Ievardn al empleo pleno. En términos de los eventos de los afios treinta y del clima de la opinién politica, 1a nueva teoria era mucho més realista que la antigua, Correcta © no, la nueva teorfa ofreca por lo menos alguna esperanza de que las politicas adecuadas pudieran curar los males de la economia, y trazaba los linea- mientos gencrales que deberian seguir tales po- iticas, Eu. SIGNIFIGADO DE LA ECONOMIA KEYNESIANA, La Teoria general obtuvo una desigual acogi- da, A juzgar por las resefias aparecidas en las publi caciorics profesionales, la antigua generacién de economistas no capté su importancia 0 no entendis sus complejidades tedricas obviamente intrincadas. Pero los economistas més jévenes la tomaron con avidez, tratando de desentrafiar sus dificultades y ar de difundir su evangelio. En particular, un gr po de economistas jvenes del gabierno de los Esta- dos Unidos wlilizaron sus ideas para justificar Ia po- litica ya existente de obras pitblicas, gasto deficitario, y dinero ficil. Este grupo recibié la ayada de dos hombres mas viejos, Gerhard Colm, un refugiado alemén que a la sazén trabajaba en'la Oficina del Presupuesto, cuya, experiencia en Alemania le ha- bia hecho entender la necesidad de politicas eco- némicas de expansion, y Alvin Hansen, un profesor de Harvard que se convittié en el principal ex ponente norteamericano del punto de vista keyne- siano. Hansen produjo una voluminosa serie de obras que daban publicidad a las ideas nuevas, mientras Colm y otros trabajaron en el silencio y el anonimata dentro del gobierno para elaborar politicas eficaces. Pero los conservadores, jévenes y viejos, reaccionaron con horror ante las ideas que parecfan estar destruyendo los dogmas del dinero Guro, el ahorzo, y 1a restriccidn fiscal, La “econo- mia keynesiana” se convirtié en sus circulos en un término de oprobio. Mientras tanto, Keynes estaba fuera de combate. La enfermedad y un ataque cardiaco lo retiraron temporalmente antes de que transcurriera un afio de Ja publicacin de la Teoria general, y cuando se recuperd ya habia empezado la segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, Keynes fungié como asesor de Ja Tesoteria Britanica y ayudé a negociar grandes préstamos de los Estados Uniclos. Después de la guerra ayudé a formular el plan de Bretton Woods para la creacién de un Fondo Monetario Internacional que ayudara a estabilizar ta econo. mia mundial y a evitar algunos de las errores de los aiios veinte. Convertido en lord por sus esfuerzos, aourié en 146 a la edad de sesenta y dos aiios, reconocicto como lo que era, el economista mds grande de su época, soto seperado —quizi— por Adam Smith cnte los economistas de todos los tiempos. - . Keynes habia desarrollado casi por si solo la 16- agica de las politicas econémicas basicas de la segunda mitad del siglo xx en los paises de Europa Occi dental y América del Norte, Se esperaba que las politicas econémicas keynesianas de un manejo mo- netario y una politica fiscal activa (es decir, polt- ticas de gastos publicos ¢ impuestos) mantuviesen Ja estabilidad econdmica y promoviesen el creci- miento econémico, Con el diablo del desempleo exorcizado del organismo econémico, podia con- fiarse en que el mecanismo del mercado autocon- trolado asignara los recursos, El consumidor que maximiza su bienestar y el productor que maximiza su beneficio, reunidos en €l mercado competitivo, gencraran un patrén de produccién que satisfaga Jos deseos de los consumidores. En general, afirma este argumento, la economia libre puede asignar Jos recursos en la mejor forma posible, auxiliada con leyes que mantengan Ja competencia y creen medios para la solucién de conilictos especiales, Aunque el nivel de Ja actividad econémica debe ser controlado por el gobierno en aras del conjunto del pais, la economfa puede dejarse cn libertad para que responda a las decisiones de consumidores y productores individuales. La promesa de la eco- noinia keynesiana es que la libertad individual y el orden social son compatibles entre si dentro del marco de la prosperidad para todos. Sin embargo, como veremos, la promesa distaba mucho dela realidad, cy

You might also like