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iCANO a LERIC. WV TOA LARDO VILLEGAS ABELA 116 PENSAMIENTO DE LA REVOLUCION MEXIGANA ‘neficios de modernidad sin los males del colonialisme que Js ha acompafiado;! para instaurar un Hberalismo desvincu- lado del feudalismo por una parte y de los excesos de individualismo por otfa; ¢, incluso, pare enfocar los in tases sociales sin olvidar To positive del individualismo, Hemes visto cémo ha oscilado entze dos extremos sin al. canzar el socialismo por uaa parte, y sin poder advenir al capitalismo en virtud de su situseién semicolonial y semifeudal. Més adelante examinaremos le etapa poste- Yolucionaria y sus sintomas de estancamiento y sus posi- bilidades siempre dentro del marco latinoamericano. | Ya" sefialébamos en el capitulo anterior que lo’ gue bies * pucde considerarte une sevolucién del Uruguay en el pre- sente siglo, fue un movitiiienta cuyo motor central lo cone, tity’ Jos por Jo que el andlisis de su Pensamient Que ser la materia cential de este cap: tulo. Frobablemente algunos Iatinoamericanistes no esta ran de acuerdo en considerar al batilismo como vna reve. Nida, pero al respecto tenemés que recordar que pata nosotros, en Latinoamérica y estro siglo, debe con- siderarse como esfiierzo zevélucionerio un moximiento vt g0r0s0 encaminado a la ligusidacién de lo-que hemos devo. minado “antazon: a ic. ; Desde luego, nada més diverso a la Revolucién mex cana de la Revolucién batllista. “ Aunque contermnors, nbos movimientos se desotcudth €n cite a. sncias uy diferentes, teniendo séle como puntos de contacte ° Jas ‘estrueturas muy generales que heinos descrito en: loc capitulos anteriores.” Sin embargo, por eso mismo, -se comparacién que’ realizaremos s\stematicamente en ‘este Gupitulo, ‘por sus contrastes sobre todo, Hlaminard: mejor este troz0 de historia que estamos examinando, A finzles del siglo pasado regia en Uruguay Politico que recibié @1 nombre de resultaba unia variante peculiar el mo con el gud nos hemos encontrado aqui vatiss veces Jos Blin sistema \ pare tm a Lenten er is . La REVOLUCION BATLUISTA cos y los colorados— de los “diversos departamentos en que se encontraba dividido el Umguay. asi por eje Plo, en 1903, cuando Batlle tomé posesién de la. presi cia, seis de los diecinueve departamentos estaban de los blancos o nacionalistas, y el zesto y Ja. presidenci los tenian los colorados, Este r: act del sufragio sino mis biea de Geeta Partido Blanco, acaudillado per ApariGo, Saravia, un gau- cho audaz, tenia su propio ejércite en los departamentns lances el gobierno colorado no tenfa niifguna inges Por atta parte desde. hacia décadas el F: mnegiante el fraud eize Ja presi Como se ve, la situacién era diferente a la del México de Porfirio Diaz. Diaz, se ajustaba més bien al esq vada por Sarmiento en ef Facundo, esto es, 2 caudillo que, emanado de uno de los partidas track les, el liberal," habia contendido con ‘los ot y habia lograda dominarlos. Ei latifundistno por implicaba 18 supervivencia del sistema’ de los Caudill pero eran caudilles sometides a otto mds fuerte que eles. Como en el Uruguay; el caudillismo se enccatraba etca to por una legislacién liberal que postulaba la existen- cia de los tres poderes, del sutagio, eteéters. Por su parte i sistema del Uruguay implicaba el zeparto de poder entre dos grupos, dos partidos tradicicnales que no tenfan gran des diferencias entre si, pero que no implicaban la exis tencia de una lucha democritica a lx manera moderna. T: historiador uruguayo Roque Faraone, como todos los que se han ocupado del tema, deiine a simbos partidos come carcciendo “de organizacién y de progranias nitidamente deGnidos, integrados por grupos pluriclasistas, y dicigides por Wifes”. Ambos partidos teniaa sus gatichos de bi - Cimpatia y ambos sus doctores, es deciz, sus profesioni:- tas y burgueses de In ciudad. El mismo Partido Bianco, aunque Saravia nuncg iba 2 Montevideo, teniz un dicee torio que funcionaba‘en esa ciudad y que cousultaba sus decisiones con el caudillo. Por su pate, el Colorado tam 4 Roque Faraone, El Unignay en que vivimes, 19001965, dice res Area, Montevideo, 1965, p. 13. s de campafiz de Tos ¢ Saravia tos historiadores conc taba de una division ent les 30 Bate men qu no se irae ; conservaores les puesto Que ambos presentaron caracteristizas cerrespondien amb omiftaciones. Se tratzba tealmente de des tro 20s de poblacién, pero, como ‘0 seciala Fataone, dicey antidemocriticamente por élites muy recuesdas, "gee tido Colerado, dice Fataone, no tenia estructons ov Precisa. No habia estatu: ecutive 0 cosa equ= valente, ni comvencién, El presiden-e de la Republica era el jefe netural del Partido, y decidia quignes sesian los legislacores, influyendo sobremanera en actos ‘pattidati Se cfostuaban reuniones péblicas % tos en visperas de las elecei ics! proclamaciones de nes, ¥ desde luego, cionaba cont tos, peto on i ido_menos a medias, tiectorio y Aparicio Saravia, Debe destacsese que a ten i, ademds, una organizacidn milit isttibucién de grados édigc umunicacioy et dtu srados, cédigo de comunicaciones, et. Este caricter de les. dos pi i ae piensa que ambos @ a la constituci Gane macién urugcaya, ‘Como se sabe Ja apmition 4 Uruguay como extidad lezal fue Procucto de un convenis omético entre Argenitica y Brasil prcpiciado por Ingiae der teach (ereentae el antigua conflctn de le propicéed $i tonal nig cho antes por Espafia y Portugal. Ex i 'guay” para lograr un equi. Ge Peder-demasiado frigih si Acgentina seule 1, etaiz de ambos Morales “del Plata. Pero natural. \ {c Ta estructura legal del Uruguay anteceis au Gira teal como nacion. Por su’ parte, Argentina? Te Niniendt fenémeno de subimperisismo continctos, rasan endo en el nuevo Estado medisate Ty trance Ie ; gieron etnativamenie po nbas potencias. Sin embargo, como isla Fee aot lurante los primeros cuareita afies la existencia et 2 Op. cit,» ft t Puede. expiicasse Mean 2 a través de estas cos agrupacinues que ian ex 1836 } que fueron propiciadie.| v “tenecta a‘los parti 120 LA REVOLUCION BaATLL: Estado, ie solider’ de la estructura de poder politico fue infima, en el mismo peiiodo se, observa “que la finciin que cumplian Jos ds Partidos era, ea buena medida, una funcién de cohesiéa social sucedinea de la que el Estado no podia eumpliz, © no cumplia suficientemente”? ~ La jucha partidista -tenia, pues, un cardcter semejante a la de Colombie que ya hemos analizado antes. Se’ per idos por tradicién familias, por nacer en una determinada regidn, por adhesién a la ‘personalidad de ciertos caudillos y una serie de motives’ irracionales mis cn los que poco contaba la ideoiogia o Ie perlenencia a tal 0 cual clase socisl. Por eso hace notar Faraone que Precisemente porque ambos partidos, ademds Ge luchar por el poder, éran factores primordisles de eohesién social, recuerdan las organizaciones politicas “feudales”. Se da én ellos ese agudo entagonismo de io modemo y lo tradi ional que es la esping-dorsal de nuestra historia, Asf, por eiiaplo, ceando Seravia zcaudillé una revuelta contra ios colorados en 1897, sus objetivas resultaban historieamen. te contradictorios:” p hado, pedia garantias para. el / sufragio y una representaciin proporcional de minorias, y / Por otro auesfa ¢l control total de ocho" departamentos, | Esto ex, demandabs democracia, pero se asegurabe uu po. fo militar y politico contra los muy probables fraulies colorados. Esta peculiaridad lia levado a algunos pensadores urv- goayos 2 plantear'el problema en planos mis abstractos, concretamente en el plino de la integracién de una con. giencia nacional. Desde ese punto de vista, mbos parti. dos sustituren a Ja misma y al mismo tiempo coadyaban a su integracién, Aldo Solari dice: “os partidos politicos Mamadog tradicionales constituyeron coledtividades de na- turaleza especial que se comportaran como cuasinaciones, inieas fuentes dg referencia a la sociedad global mis als Ge ta familia, La circunstancia de que, por tn lado, tanto + ci Partido Colorado como el Blanco hayan recustide en {as constantes guerras.civiles 2 la avude de fuetzas que, iuricicamente por lo menos, eran extranjeras, sin que havan | Sparscice jamés por ello, pese a Tas critices mutiias, como Gores a la nacion y colocandose fuera de ella; muestra ncia-o esa extraordinaria debilidad, si Op. sits p. 10 Ge Iz conciencia xn: + ral.”5 “A pba etnnt cael Sabi nately LA COPARTICIPACION ado, Ios. part ciones de caricter permanent se el uno al otro— Jo hacen a base de pactos gue comportan de hecho ladivi- sign temitorial del pais entre dos poderes politicos’ dife- entes Sompleta la “demostracién, puesto que-es ito antes “Solari hace referencis 2 una serie de pec de esos pactos in- teipartidistas, tales como Cliusulas sobre los dienes de Jos miembros de Ins partidos que se encuentran en el terri torfo controlado por el -opuesto, las ‘indemnizaciones en caso del traslado de esos bienes, eteétera, para seiterar que se trataba de dos cuasinaciones que incleso van aglutinan- do l gran contingente de inmigeados que se incorporan 2 uno © a otto partido. Opinidn parecida sestiene Ju dose al mismo asunto Martinez Lamas quien, ace Ins siguientes preci. «afl Lt patria esl suelo o tectoro,. este es la repre. souks ion colectiva de aquella El partido es la representacién subjetiva de la patria partide es, también, la representacién subjetiva Tas virtudes, glorias, dolores y. satrificios de los antepa- sedos de las familias que lés constituven y es, en conse cuencia, el i220 ideal de unién entre los individuos com- ponentes de él, cuyos ascendientes hon luchedo, sufrida ¥ muerto juntos défendiendo yaw represen... sup. jetiva dé lx patria : En summa, existen cos patrids subjetivas compren Ga5 0 encerradas dentro de ‘una patria. objetive 0 ternto. En Uruguay, como en casi toda.la América Latina. apa rece un’ fendmeno complicado, de dificil explicacién en virtud de Te vaguedad que agueja al contepto de nacidn,- pues el nationalismo, aunque di Ble es un fendmenc real, positive, que viene 4 Aldo Solan, ED ter tevideo, 1965, p10 S"Jolio Martince Lainas, De sig stuido en el libro de Catlos Rea de suiy0 contemporizeo, Universidad de ls Oh p60. Men ino en el Uroguay, LA REVOLUCION BATLLISTA tun procesg que ser insuficientemente explicedo si se un conflicto di clases, estamentor 9 co: hemos visto, por ejeaplo, que de las dictaduras y los dictadores at rogimienes la misin de crear la, nacionalida tiempo, hemos visto que la »mo"el propio poraciones. ¥: — gorifico y la estancia. mismos atriby Ly, al mismo di sentimiento nacional nace los previos y fueites intereses de Los tragmentos citados de Ids pensedores urugi ¢ el sentimiento siacicnai del Estado uniguayo legalmente cons 10 que sus limites coincidian con los mites jetivos de Jos intereses partidatios, tarea que se le presenti a Batlle Ord que Ja de"erear in sentimiento naci que coincidiera gon’ Ios Ih recen queremos decir qu: caba la totali “ Si esto es asi 1 suprapartidista, del Estado: sin Segiin los conceptos que hemios acufiado raleza de Jos partidos uruguayos corz + sociedad estamental -y corpordtista gue daban-lugar a la copacti el caricter we leves, 8, en la practica resw fuerza juridiea Tas obligaciones y d por encima de los d global. El der espondia 2 la de una porque, aunque los iczacién no tenian ted- icho menos de leves teba que desing lerechos de los p: ierechos y obligaciones de la sociedad echo de ia corporacién estaba reslme; encima dal derecho del Estado, y pio de nuestras sociedades estam: tal como las hemos definido ea et respecta al imperialismo y al cién era bastinite compl némenos —tfpicamen tagonizaban y complem: este catdeter eri €l pro- entcles predemoczitica capitulo 1. Por lo qui conflict de clases, la situa. “da en virtud dé que ambos fe. 1os— se superpor entaban, con los aspettos estzmen. LA COPARTICIPACION Roberto Ares Pons deseribe bien ese estide de econémico que era 'a alianza entre ef ferroca: lls: “Las formas com Feudopatriareales de la Estancia Vieja y la existe: te'del gaucho, que dieron su fisonomia propia al estilo de la vida criolla, van a desapasecet implacablemin. te barridss por el avance.de las formas de producc.in apitaliste. El} feyrocar!l y el frigorifico ealizan 2 iolla con el mercado mundial. Las nuevas opur- tunidades de yender y acumulsr capital, mas Jos tenovados * Contactos con Ja civilizacién urbana, van a despertar ef afin de lucid ilimitado, motor faadamental det cap talis mo, de los propictatios aurales que comienzin a yclvesse ninuciosos y exigentes en su contibilidad. Paulatinamen- wnvio en na empresa de produccién para el mercado, regica por notmas de of fzacién y contabilidad similares 2 las de una fabrca dana. Se reduce et mimexo de les peones 2) miaizo indispensable, se impide con diversos’ pretestos el ingreso de mujeres en las éstancias, Se cventa v se mide todo lo que se produce, todo lo que se, garta y consume, se lim: hospitalidad'y se reglamenta le genewsigid. La rigx. osa mareacién del ganado y el abuebralo de los cameos impiden la vida del gaucho, que es pusczuido por as ‘oridades como vago 0 delincuente. Sran, parte de la acién rural, que no cacuentre ya acogics en I ‘a en dl vagabun- deo, se desplaza, hacinindose en rl ‘cinturén'de nuiseria’ “de tos centros poblados o en Io; aiscrables rancherios liamados ‘pueblos de zatas’ "2 La liguidaciéa del peonaje, el absndono del campo y la industrializacién en tomo, al negocio de la carne y de 1a Jana van creado un Montevidec cesmesurado con sus capitalistas forineos, sus seudoburzusses nacionales y un proletariado de inmigrados que a principios de siglo co- mienza una lucha para salir del cbendono en que sc fiene, De modo que un conflicts entre dos clases socia- les: Ios sendoburgueses y el prolstariado, se cruza, por dccitlo asf, con ef conflicto entre las dos grandes corpo-~ aciones~ partidistas nacionales. Meturalmente que esta 6 Robatto Ares Fons, Uruguay ex el jlo sin, accero a fx modern Gad, Faiefones dal Rio de la Fata, Mouseriies, 196%, p. 97 po tancias ni otte posibilidad de subsist LA REVOLUCION BATLKiIsTA. acién supone una distincién entre estamentos y cla $85 sociales, la-misnia-que hemos establecido en el capica. lov. El estamento, tenia, como Ja eo:poracién, un Wenite 9 definide, con una serie de leyes de rango igual Ip a las de tz sociedad global, si es que éstas exis. ‘fan. La clase social no est di inida juridicamente sino cconédmicamente; es, como Io afitm: Marx, unz colecti ‘dad real que se determina por el papel que desemp "a Jas relaciones de produccién, por la propiedad de los jastrumentos de la produccion y por 2 elaboracion de ina ideologia y una conciencia propia de clase.’ En el caso oncreto del Uruguay, y de casi toda la América Latina, ra Ja seudoburguesia la que se enconteba nitidamente un preciso ito de penctracién de) gran capitalis. 2 porguc exa el nico grupo clasista Que tenia cia, una ideologia el liberalismo— y hasta una wultura de clase. Bi proletariedo en aquel momento ba informe =n comperecién, porque aunque si papel z viendo cada vez ms con mayor 20 —y-atin dista~— de haber clabo: Ja concieneiz, una ideologia y una cultura de clase. Desde este punto de vista probablemente la Revolucion meweang, segita lo hemos visto, defini con mayor pre- cisiéa una ideologia agraris para su mayoria campesina ¥ hasta una cultura segtin podria comprobarse si se ane: zara el ounto. Pero volviendo al Uruguay, no cabe é: ida que resultaba agudo problema, en el momento « gee ¢stamos zefitiendo, distinguir un sentimiento nagional bal en ese entrecruce de conflictos extamentales y class, tas. Batlle fue adguitiendo conciencia de este tuedida ea que avanz6 en su gestién politica y se le fue sentando, como ocurrié a Jos idedlogos de le Revol ya mexicana, la goyuntura de que para-Ii #d va la conciencia nacionales netesiteba elimidee un sstado de cosas, en el que jugeba principalisimo “papel Gite entrecruce que hemos venido definiendo y que ‘supo- Ps en ultima instancia, el usufructo de ta nagion y el efinide come clese no sélo porque cumpl apel de instru n0, si 'ges Guniteh, EI concepto de cnscs soci ‘westror dias, Biiciones Nueva Vision, Buenos: Aiea "autor sbusde en este tipo de distinciones 196%, en donde amet ili Sadia CRISIS Y TRANSITO AL GOBIERNO COLTGIADO 125 Estado por una dite y el desomparo y Ja explotacién de a mayorid de los uruguayos. . Cuando José Batlle y Ordéiez inicié su primer presidencial (1903-1907), lleg6 a esa magistrate i lo relata detalladamente Milton I, Vanger, respetando escrupulosamente las reglas de la coparticipacién y del jue- go propio de los partidos.’ -Vanger describe admirabl mente eémo se fue ganando los votos de los congresistas blancos y colozados, al mismo tiempo que adquiria en este ido una preponderancia que no tenia, Sin embargo, tuna vez en la presidencia no pudo evitar una serie de con acional f Estos en los seis Gepartamentos que domi ban. La negativa de Batlle a admitir en Ie pr duplicidad_gubemativa desaté la peace di i Dic ARS ERIRNED = Daa eg Sra contd De. con la ayuda’de . pugs dé un corificto muy aceidentado en ef que ef gobier. node Batlle estuyo a punto de caer, Saravie fue herido nel campo de batalla y sa.muerte mareé I del poderio militar “del partido’ nacional , se negé a volver a los antiguos *4rminos y tomé poscsion etectiva W .03 de~ “ima instancia, 2 Al mismo ti¢m. ‘6 en la figura més influyente no sélo de su partido sino del Urugiay, hasta su muerte en- 1928. Sux fegunde presidencia (1911-1915) le- permitio ificrementar csa influencia y Tlevar a cabo gran parte de las refolmas proyectadas, : ee divert ped iones Batlle tuvo le oportunidad de hacer ert ticipasién: Los multi- isos cue le misma implicaba impedian uha de got No puede haber farea nacio- * Cf, Milton cr, José Batlle y Oxditien, pensador, poitce, 2 CE, Venger op. et gestion Arsh SN won ennernecrnecatierpaneninmngtnsnannnnatnre en sagt Re ePR EER 126 La KEVOLU IN BATLEISTA nal de aljento decia alli dond: realiza dis los obreros encargados ce espués de la derota de} Partido Blaco, atlle estaba firmenieate decidido 2 que silo apslando al sufragio pudieran los partidos ascender al poder. “La 99+ litica ‘de ‘copatticipacién excluye la politics de partidos, es decir, la de ideales bien definidos a sustentars2-y realiaarse por los hombres que los profesan y los proclasnan.” Peco al mismo tiempo-aclaraba, aceptando una tesis del Partido Nacional, que ho resultaba lo mismo la copetticigacén gue la representacion. de minorlas en “el gobiemo: ‘el hecho de que les minorias, decla, tengan represeatacion, impnesta por ieyes, en el Consejo Nacional no impocta una politica de coparticipaciéa”.2* La representacién pro- porcicnal, deternminsda constitucionalmente,, ao implicaka tuna divisién de} Escado como la covatticipacisn,, sino nua conquista de Iz ‘democracia, participaciones; “la ‘politica -de copactci tial es Ts que resulta de Je orgonizacién constituc‘onal del gobierno. Es justo y atil que en esa organizacién se cen templen las fuerzas populares y se les dé una participacis Proporcfonada a su importancia en el manejo de los inte. reses comunes, La otta politica de copatticipacién fue la que hicieron Latore, Santos; Tajes, Herreca ¢ Idiarte Bore a, y que consiste ex dar puestos piblicos de influencis ara que toleraran sus’ faltag o sus crimencs. Entre una y tra_cosa hay tanta diferencia como entie el dia y sche” 2 EI ajuste_ pol 0 necesatio no implicaba, gues, ni la anulacién del bipastidismo ni la de representacié minoriss, Este juste’ debia hacerse con ua es trldtico, amplio, superior a las contadicciones ttadicfonz es. Ya en- 1903 Batlle habia dicue: ““Pampoco veo ene- 4 Batlle citado pot Roberto B. Ciudiei y i Batley el batilismo, Tmprenta. Nacional Colorada, P. 653. Hasta ef momento en que estuve cn Ment Se habia hecho una secopileiéaamplia de los ek erios en asticvlor periodistios y documentos. Per eso la bia ae Giudiei y Gonzdter ‘Cont: me sits como fuente 2a witud de que SF casi sin conjunto de citas textuales del pensimniento de Batlle 3 Op. cit, 68" revolucionatic. Evoluc’ CRISIS ¥ TRANSIZO AL GOBIERNO COLEGL\DO iz snigos izeconciliables en los dos pactidos que se divislen, la opinién de la Repéblica, ni siguiera enemigos. Sus lu chas més o°menos violentas y apisicnadas deben resolver. en una armonia superior. “En 's ara del bien comin, dento del xégimea de nuestras instituciones, ajustando sus actos a ese tégimen, ellos uo scn enemigos sinc sli dos"? También juzgd que ese ajuste no constitela una revo luciéa sino un movimiento evelutivo. Pero cadas las def niciones de ambos términos por él mismo, su obra sd se aplica alo segundo que a Jo primero. Decia: miembro bien intencionado de.una colectivided pol es evolucionista: Y todo evolucionisin puede Ii jonaz 5, en eiecto, pasar de una situacién, dada 2 otra mejoc, de tsta jor adn, y asi sucesivamente, por me: ¥ del exiuerzo paciticaments realizado con arroglo 2 las Bricticas generales y 2 las formas legales en vigencia. Ei Hn, cevolicionar, es también, paar ce una situa terminsda a otta mejor, pero’ no va per medio de lz com viceldn sino de la impasicién,, no por anedic del esfuerso pacifico, sino de la violencia, ito con arreglora las pricticas * de procedimiento y a lad leyes establecidas, sino por actos extraordinarios y con ameglo a principins superiores y ex: cepcionales a los que las leyes se subardinax”. Ciertamente In gestign de Batll2 se inicié’ con un mo- Wimiento violento como fue lz gnera con las nacicnalis: tes, y que no fee de poca monta, pues Vanger menciona ies de bajas entre heridos y musrtos, pero toda la trans- formacién legislativa que fue honda y que produjo poca 2 poco nuevos hibitos y relaciones en la sociedad, la ‘eco nomia’y la politica, fre realizada con arreglo a la ley y-con la participacion ¥ Ia oposieidn muy activas no Be : 7 io Naciunal sino de muchos Velviendo al problema politico ya se ve que Batlle que- 32 Op. cit, p. 299. 7 33 Op. city p. 206 . frmino, hacer dessparecer el carécter pre. Pastides y de toda lz vida politica ane ua. ba desvote del Partido Nacional no imiplic6 Ie 2 sparicién de tste, sine que Batlle no le dejé oto canton Ge el de les lecciones para legar al poder. Pero cons Geeocediimiento electoral era cbscleto y viciado, wore y Otro Partido se percataron de le necesided de hanto2 fraile| de sais. La iniciativa fue de Batlle y so setae gn fue el Gobieno Colegiado. Al proponer’ 21 Coles Batlle se apzest6 a combatir el otto teimino del ee soregonismo: uno exa el del carécter onmnipotente de les Be ereesianes partidarias, el otto el ejecutive personal fuse te, dictatorial en unos casos. y Carib. dis de la po BOGEFES A través de una serie de EI Dig, pstiddico de sw propiedad, provese aa junta de gobierno en lugar de fy gest Con nueve. integrantes, siete de los cuales duiaion siete aiios en sus puestos eligiéndose uno Por afio y los tips dos elegices por Ia asamblea general por wee Save a creacion del Colegiado tendsls inealehiabion cones, igs Batlle, inspirado en et ejemplo suizo, defend di + “cada uno de los von celor en di Temes de le corporacién vers, as, sy importoncs (ob Shan RUE Por siete 0 por cinco, y su conducts Gontrolada por cada uno de los otros miembros”, evitin- Skee al peligro de los ejecutivos unipersomates inten Pero ademés, “un exror en Ie eleccién del Presidante atria Re- pibliea puede comprométerio, shore, tod cxponiendo al pais sin d al latrocinio y a ia ‘tiranie, Con tne ua de seve mieinbros seria nécesetio equivocane chee icediese y, aun entonces, tendrian gue veces para que eso poncrse de ecuerdd para Ja acciéa los mca ‘os mal ek Silty Jo que seria itaposible sits ambien fuers Crag) e sus actos v muy di ficil si facra o} interés". Por yi 320, Ia cleccion de Ios miembros del Colegiado cada Tedundaria en “indvcir a los pattidos mente organizados”.1# 6 Op. cit p. 693, %© Op air, 3. 604 14 REVOLUGION sartuisrs *' soi ah suercue AL CoBIER: 12 coLzcmpo ain no se propenis el ei Partido Nacionatista, nos representatives, ten 9, si se piensa que sal dizecto y seereto, ex minotia en Jos 6: LY no le fakaba ‘cierta razén, al elegirse en 1916 una Asam- blee Constituyente mediante el voto secicte y universal, abtuvo le mayoria y asi pudo consagrat en 1s Constitucio: de ése afto el sufragio universal masc ino, el voto secre. to, la inscripcign obligatoria en el registro civieo permanen te y la representacién proporejonal integral. Respecto Colegiado volvieion a encontroise una vee mis las des ntadest Tk mayoria constituyente nacional y al ejec tivo colorado personificado por Feliciano Viera. Faraone, gue ha entendido muy bien ese proceso, describe cde fe soluciond el eonflicte acudiendo a un tradicional pect Jntespartidario ajeno a Ie Constituvente, eredndose 1o que bien pudo ser Tamado “colegiado misto” pues el ejeeutivo fue confiado a dos érganos, un presidente y ua Consejo Nacional de Administzacién. El presidente tia clegido directamente por el pueblo cada cuatro afios y lo asistian! tres minutos! tnterioe Reso y Guerra. El Consejo NacfOnal dg Administracién estaba formado. por nueve miembios cada uno de los cuales duraba seis aos en fun. ciones, renovandose por terceras partes cada dos sites, Gi seat por los otioe cuatco ministos, Tndastries, Ins truccién, Obras Péblicas y Hac’ "> Esto F puesto quesel primer consejo lo iban-a nombrar Jas cémaras don- de bable mayoria colorada, ; Como. observa bien Fazsgne, este com respetaba, en tltima instancia, lo qué"heinos visto ser de Batlle el que hubiera un gobierno no escindide pndiera llevar @ la prictica un ‘ideo Gefinides, puss cta evidente que la mayora podia dispo. pera la vez del presidente y de la mvorin del Consejo. A mismo tiempo a raz6n de ser del partido minoritario no arecia puesto que Negaba al seno mismo del eje: cutivo sii tener poder suficiente para dividirlo, pero sf para controlarlo o fiscalizarto, 130 LA REVOLUCIGN BATLLISTA Parejas reformas en los departa.nentos cn que se é dia el Uruguay a los cusles se ies crearon funcionarios y ssambleas de cleccién popular trarsformaron el panorama olitico, Las consecuencias las sintetiza asi Fazaone: “orale iplicacién de los éxganos representativos; colegializacion intensa; frecuencia de fa consulta popular; ampliacién ce? Nimero de representantes; todas.tendientes a una mayor epresentacién popular en el gobiemo. Este era el aparte lel batllismo una vez que dedié acceder a las otras refer as Que resistié inicialmente... cada cyatio aiios ce gia-presidente, cada tres diputados y ediles, cada dos tn fercio de senadoses v un tercio de consejerus, es dec! . habia elecciones casi todo Jos aitos, Esto avelerd el pro. ceio de profesionalizacién de la politica y coatribuyd a crear un grupo de dirigentes politicos, intermedios entcc los verdaderos dirigentes que generalmente ccupaban car 0S represcntativos 0 -ministerisies rentides, grupo que debié ser mantenido mediante su inclusiéu en la bus gracia. Claro esta que, en el fondo, es el proceso genera! de cambio que se"esta’ prddeciendo en la cemposicin so- cial el que impulsa el surgimiento de este nuevo sec de politicos —burécratas tan importantes on décadas pos- tetiores’16 . Desde el punto de vista politico puedes. verse ya lus diferencias entie €l caso uruguayo y el cso mexicano. La Revoluciéa mexicana no reyivid los dos partides tradicio. nales que Diaz habla suprimido sino qi necesidad nacional exe otro, de amplio espectro, en cuyo seno les diferencias de los grupos revolucionazios se suayi- zaron para que la naciéu pudiera reconstruitse con ua eriterio coherent: y en fornia continuada. .El batllisino_ no suprimié los partidos tradicfoncles, peco los obligé 2 ‘otgenizarse en torno a una tatea ‘comin. “EI grave éstido Ge atraso y ‘imiseria en que se encontraba México obligd al Partido de In Revolucién a posponer Ins pricticas de- « Mocriticas_clésicas-en la realidad ya que no en la ley; en cambio en'el Uruguay.la colaboracién de ambos partidos ¥ su ya existente \prosperidad obligé una prictica in. tens: de la demociacia. En México, la paulatina desiden. tificacién det partido y In zealidad nacional lo impulsé a organizar cada vez mils con. rigor las pricticis democrs 39 Faraone, op. ts p. 55. : urgida por la ESTADO BENEFACTOR ¥ LUGHA 22 CLASES 131 ticas electorales, En cl Uruguay la mitma desidentitina- cién ocumtida a los dos partidos los facciond hasta con vesticdos ea realidad en dos federasiones de partidos, Por s mismas razones la Revolucién mexicana cre ua eje cutive muy fuerte, pero ielegible, con lo cual garentizaba 4h continuidad de los programas, pera no de las person: El Colegiado uraguayo, 2 su vez, garantizabe Ia cher cia He un gobiemo a pesar de la ultredemocratizacisn cjecutivo, 7 ™ Pero eri ambos casos, a partir de tancias socivceas némicas muy diferentes, se quiso advenis a una voli de aleanee nacional que destruyers"e! cardcter Preinodk no de Ia anterior, se evité el escolio de 1S traté de fundar la democracia, pero una d real purgeda ya de las ilusiones y vicios y sStuviera, como To veremos ahora.en 1 caso de] Uruguay, ireductiblemente ligada a reivindicaciones eccnémions tambiéa de alcance nacional. Los otros aspectos del entrevero a que hemos aludide au tes tarnbign fueron abordados por In politica, batlistz; "a dependencia respecto del imperjalismo inglés y sit coro! wig ineludible, ‘a lecka obrera. Cuatdo Batlle atordd ee tos dos pwableinés y otros, como el de ia cflebre “leg! Tacién moral", que’ no trataremos acui, encontid segin ‘Vanger, opesiciga no séto en el przbida antagon'sts sin. deatio del propio Colorado, porque al areglo de la ign de ambos partidos patecéa ‘no. implicar um abordaje de ottes problemas como el de la Incha de clases yrel de imperialismo. : Desde un principio Batlle fue muy conciente de! prov blemar laboral, sumamenté importaite ea virtud de que al contrarfo de México, el campo 32 habia. despoblud: Por la aparente modernizactén de Li estancia’ y su 0:3e- nizacién en le ama del comercio exterior. Batlle, com? todos los Iatinoamericanos progtesisizs del presente sigie, comprendié que solo un cambio en,ia°naturaleza del Fs. tedo pods fungit, como soluéiéa,a!!p-oblema econamicy” } Ge Se hallaba en el fondo de todo esté, v 0 concibio 29 SE “de A 132 . LA REVOLUCION BaTtListA como_un. ‘or una parte y nacionalioa- dor por Ia otra. Desde luego, Batlle se situs con claridaa frente al socialismé; en un proyecto de ley afirmaba: “el Serecho de propiedad ‘es sagrado e inviolable; a nadie podré privarse de ella sino conforme ¢ la ley. En el caso Ge necesitar la Nacijn le propiedad particular de algonos individuos pera destinaile a usos pitblicos, recibité éste €el Tesoro Nacional una juste compensacién’ 2” Sin em. Bargo, lo que caracterizé desde el punto de vista cco. némico 2 la’ gestion batllista fue ol camulo de nacion: zaciones. Nacionalizd cl Banco de la Republica, cred Banco de Seguros del Estado, establecié la Usinas Eléc- tices del Estado, nacionali2é telégrafos, traivias v ferro. les, ercé el Instituto de Quimica Industrial, el last tuto ce Pesca, el Instituto Fitoléenico y Semillera Nacional “La estanzu ntervino en la industria envasada, en Ja Gistibucién de Jeche,-en “le refinacién del petroleo, en Ja destilacién de alcohol, en la duccién de’ hicrro, 2 Joy cemento, eteéiera. De acuerdo con la investigacion a Ardap.# ta doctrina estadista de Batlle tiene-su origen. en-el-krausista Ahrens; sin embargo, sus justifica- son muly parecidas a las de todas lus narionaliz atlle— como organizaciin econdimica que &, asume ahora, sin vacilaciones, la produccidn de deter. minados servicios, buscaido el desarrollo. y una reparticsén mids justa de la riqueza nacional”. “Por snotivos de orden puiblico las més de las veces, pero, también, po industsias no pueden ser materia de concurvencia, or Su naturaieza 0 porque "lla tenderia fatalmente 2 una’pérdida de riqueza 0 & unz elevae-n ac los precios; porque los mo nopolios fiscales q constituyen ya y y razér en lo futuro, fuentes. apreciables imiento que centribuisin 2 le mas cil solucton de los prob Dutatios que preocupan a todas ias naciones; y por ditimo, orgue en algunos casos es inconveniente la exaccién per, manente de nomeratio, que es una poreién de la rigvecs 2 Glodici y Conailez Conti, Bate y el batlivmo, . 734, ECE, Attito Ardsc, Batlle’ Ordones y al pesthibine Hiostic, Ediciones ‘Nimero, Montevideo, 1951 ESTADO ‘BENEFACTOR Y LUCHA DE CLASES 133 publica, el Estado modemo sé ha impuesto el deber de ejer- 'l mismo, eliminando toda competencia, servicios que eran atendidos por el xégimen hibre o el'de las concesion: ividades industriales. Por otra parte, el monopolio estatal tiene und finalidad soclaken contrasté“¢on el monopolio privade que es p: mente Jucrativo, “‘cabe observar —dice— que, en la mayor tte de las ocasiones, el monopolio fiscal de derecho no hace més que sustituir con ventajas para todos el monopo- lio de hecho, que, por diversas y complejas circunstancias, ¢jercen algunas personas fisicas”o morales, habitualmente muy pocas en paises de reducida poblacién, con un props sito exclasivamente mercantilista, sia que el beneficio que de elles recibe Ja gran masa de consumidores guarde rea. Gién con los esfuerzos y sactiticios a que se somete”* Los monopolios eran ya un hecho, pero al ser privados implicaban un injusto reparto-de riquece, una explotzeion de los esfuerzos de los cuando eran ademas extranjeros, como oct nte,. implicaban. una fuga de divisas, una exaccion de numecasio, ruinoss para palses que apenas comenzaban a destrrollar sus riquezas, Por otra parte, ello 10 implicaba un “cambio en el régimen dela prodacciin. Lo que hay,,decie Batlle, es un nay \, grado ce cooperaciin, aplicado a los poderes piblices. “Es \ atender un servicio, una necesidad genezal sin intermedia, | riog; no es ejercer uni indusisla privada como enéneamente {se cree. Es administrar por s!1, ,..28Si sus Fs mite: reses”> Se tramonta el liberalismo individualista Te HO Se advigne a un nuevo sistema, como lo peditia el socialismo, sino que se aplica el régimen estatista en, forma- ca cuaiido se considera necesario. Ello, porgue, como cl ciso de la Revolucin mexicana, Is‘ herencia de Ja ideologia liberal pese demasiado y auienes aplican ls Goctrina som liberales y seudoburgueses en principio y ereen 28 Giudict y Gonzslez Conti, op. cit, pi * Op, cit, 'p. B16. 136 : ‘EA REVOLUCION-aTrrisra cbligado por Ja comipetencia u obcecado por la especula Cin, exige esfuczzds: aniguiledores Sin embargo, exte‘lenguaje no debe desorientar, Batlle € un sindicalista, no‘ un'socialista. Las Prestacicnes tienetr el sentido genczal de méjorer as condiciones ae id do la Qovoria de le nacidn “vigorizando ésta’ en comsecueneh \° $08, ni dever. ser segin él cl prodiomo © imstaamenny de clases ef um método sdlo bueno pai Jo a los gobiernos absolutes y at sufragio universa, lo hace innecesaria: “"E} bea oe los QbIzOs no se lograté sino por la unida de los homtcs 3 todas Tas clases que sincerainente lo deseen y @ta union EGMMO del ségimen cepublcano y dd sufragio “ersil. Es el roto lo que puede unir 2 tados los hee bien intencichados respecto del chreto, Ye lnc fuetia que ficilmente puede realizar, sin Jens 2 ait OP Uiguima, las més jusrad aspiracinnse jue uti politico hon: uaidad nacional y gue la con Ge su problematicn no viers con Bucnor ojos Posttiadas por el método socialisia as le lucha de clases. “Li lucha de clases —decla beat tener su justificaciin en ciertos pueblos europeo:, donde * s¢ balan de un Talo todos ios que mandan ¥ los que ex- Plotan y del otr, tos que cbedecen y son explotscs pero BO RUE Rosotvos, donde no se podria eneontiar le Rene Giekorla entic una y otra clase estaia bueno en aquieg push os donde las clases desvaldas enim privadas de tacos Sis derechos y novhellan otvo-caming que el ee 6 soo sign; peténo: entre! nosoties, donde, dungue’ imperfecta.” FLEES gblcado; tecemos ei suftagio ur ivelal y le fon Eblicana de-gcliiandique ponen € Gestino-de hee oy Pius en sellasasmas,'si saben dasse cuenta de Ip ee sor. ¥ elo que 25 convene. ss as {Nosotros nos: Ta diamos obreristis; y no soa Gag Concept lgur os quisieren-que eh'te'el de le i Hevar-sino al" predovninio “absolute © inneeke de Ir clase: ue resulte-masvfnerse'y. aida sumisién dela mde eebily yo # Op.city p. $79 2 Op cep Mae f a embarear a los obreros en av que no siempre son i deza incluso que et aristoesiticos © de democracia restcingiday que Re Stses “porque ncvaceptamion eealucha, gue me weet feria sot sinha iy” "—ecomncenrensiucciannnadicactiacnreiaiata abit LA OBRA DE-BATLLE EN PespecT“a .- 137 tures a veces desastrosas, de sus intereses.” * Batlle cons al es una arma obrera fectiva ésta en paises por otra te Ho es cierto que en los paises se dividan rigidamente clases en explotadas y explotadoras, que hay efectiva, mente explotados mente cada individuo se ve enrolado en cllos, pues casi intinito el némero de matices. que hay en la situad de los individuos y en las sociedades” lo, que, hace impo. sible tizar une linea divisoria tan precisa, Por'eso el prov blema no lo ve como una divisién subjetiva entre mélve. des y bowdadosos sina que, sienco tan complejo el pro. + dlema de la injusticia social, la dificultad paca selucionirlo reside en ol hallazgo de wna fésmule de areslo que con. temple tal complajidad.2* ‘En sazna, la més importante que mas explotsdorts- pero’ que no’ necesaria- gue concibiora las prestaciones con une f de unidad nacional, de supresiin de lucha de clases y, en consecuen- 8, de atmonia entse las snismas. ita de fa revolucién baitlista, justo en: na, cS. su catécter predom: ente urbaitd, Batlle ‘no. tocé' los -prableinas Probablenente porqae’ nd’ los éonsiderd problemas, El” + mismo declaré: una vezi. “No: reconozco'}; existencia’ én el'pais, de un problema ‘agratio que seclame con rgentcia” Je atencién de los vederes peblivs. Entiendo que le sub: i nel de 3 teeta se Ly Operado ¥ seguicd ope! Findote Por el desenvolvimiento’ de nuestia Rqueda ths, Heke wciettamente al problema agratio se présentabal finta al planteado en el panorama ‘wiexice no, Eg, Mexico ‘problema ide la producti 8 Op. cit, p. 1228, 26 Op, cic, pp. 1128,. 1255, 1157, . Op. eit, pr 407, ESE TaN RENE Be AT eH oat 13+ La REVOLUGION BATLLISTA necesario consetwar, permanenteme: liberales. Este caricter se advierte en Eatlle y Ordéiiez en sus concepeiones luboristas. Desde que era periodista man! fest sus simpatias’ por la lucha y la-clase obteras y ad virtié con sagacidad hasta qué punte en esa lucha tambiga se jugaba el Uruguay su nicionalided justamnente ea vic- tud del cardcter mayoritario de la clasé obrera. -Ya. 1396 io. te algunas conquistas 4 la vida publica, en efecto, esa enorme masa de horabres que hubia ereido hasta ahora que su interés consistia, y su deber, en t bajar en silencio, ajenos a toda agitscién, popular en le estrecha esfera de accién en-que sjercia su oficio.- He agui una clase social numerosisima y poderoia por tanto, que habia vegetado. hasta ahora entie nosotis sin que se ocupase solidariamente de sus intereses ni dar mudestras ge vida, y que de pronto, despertada por el rumor de la lucha que sostiene esa misma clase social en rasi todas las naciones del mundo civilizado se dispone a hacer vale: sus aipitaciones y derechos de una manera’ inteligente y eficaz, saludémosla”.’ Cuando Batlle adviene por primera vez a la presidencia se encuentra con que no existe legislacién labocal ni, eo consecuencia, legalidad de los sindicates, por lo que los gbreros ae enfrentaban directament® a fos patrones lo ger Gs lay que reconocer Jr en general, 2 todos los hombres de trabajo —decia en '1906—, miembros y factores importantes de una sociedad civiizads, el derecho a la vide y de la ch Hi Citado en, Aruro Atdso, Leis Bonevits, Frances de Feat, Femindez Rios, Iseze Gener, Antonio’ Maris Crompong, Lui Berto Gambardeli, Calor Masgi"Eemando Nevaace rio Oddone, Carls Rema, Adela Rete, Enrique Rosrigues,Pabragst Y José Serio, Baile, su vids y su obia, Emprer Eaton Aceh Krontevidee, 1955, p 42. BSADO BEN: "ACTOR ¥ LUCEA DE CLASES 135 lizacién, a ta vida de Ios sentimientos, de las Ge la familis, de la sociedad, y, por tanto. el d Gisponer del tiempo indispensable para participar de dienes, Ccando hayan destinado a lz slimeau reposo de su organismo el tiempo necesario, todavia ci disponer de alguno més para hablar con sts amigos, para armonizar ideas con sus esposai, pata conocer y accriciat 3 sus hijos y para extender su cultura moral e intele=tual. Estas ventajés, por otra patte, no lo favereceria exclusi Hvamente, ‘sino que beneficiatin én ‘primer termi exganismo de lz Naciéa, que Ins sentimientos patz deberin inducimos a vigorizar y pesfecciona: mayoritario el elemento trabajsdor, “In doferia nacional le esti. prineipalmente eacomendaca. De él saldr4 una parte consiterable de los hombves destinados a dar’ direc ida a lz Repiblice. En él se slebilitard o se robustecerA mo, que da asidero 2 todas las enfermedades, que hace imposible la familia y que“origina como consecvencia de todos estos males generaciones decrépitas, no se propen: deca solamente a mejorar la situaciéa del individuo, sinc que e propenderé, en piimer tiimino, a vigorizar el or ganismo y el caricter nacional, gues no podié haber ue “pueblo sino, inteligente, noble, dcade Ia "masa de la po- Dblacién “sea convertida en un instrumento de trab donde se saerifique j \ de trabajo es una forma! fe esclavitud, pues es “dolorosarsents intsor’o la supo-! ién de que pueda evistir alguine libertad en las relucio-! nes del trabajador y el capitalisea, cuando aqsél, urgido or el hambre, se ve forzado 2 aceplar cualquier situazién que Ia satisfaga, sin previsién alguna del porvenir, y éste,, 4% Ghudiet y Conaslce Gonsi, op. it, p. 8 : 138 tierra estaba opacado por el de iz esclavitud del peta} bss ideas agrarias ten bre todo & abolitla mediante el reparto y la constitucion del sistema sjidal, por ese el asr icano tiene un contenido altamente humanista larga falla en lo econémico. En cambio fat'le, niséntado a una campata despodiada, consider’ que el problema de la productividad de Iss grandes propiciades feudales se solucionaris por-si solo en. la medids en que IRS gontsctos on el mercado arundial ge dstematicatas » Begg a concebir wh sistema de impuestos progresives tc. bre Ia gran propied.d que obligerian al propietario al col. sfivo intenso de sus grandes extensiones, © para deciio con mayor precisién, creyd que el sei I se trans. formaria en gran empresario moderno de la eres ‘elonamientos. Por esa razén al concluic su gest potitica, segiin Car- tos Rema, el Uruguay presentaa una fisonomis pamdd. jica; macrocefalico, presentaba una ciudad moderna ai Ty ‘Ge uta campaia'‘latifundist semifeudal, una ciudad de. mocrética, con ua proletariado consciente af lado de gampaiia seZoritl con un ininimo de peones ignorantss y explotados,# sit agrupaciones gremisles. Si se piensa ie 3 bejat de toda le-modemidad de Montovideo, el pei siguié viviendo de los productos del cainpo, este’ desiecl cobra mayor significacion y explica el porque de la crs actual del Uruguay que é una crisis ‘de- subproduccién ganadera y agratia general Por ello Carles. Ouijano Piensa que at batlismo sealizé.una xeformd social tn a mento sustancial de In productividad, El secreto a ahora ya terminada prosperidad uniguaya radicaria en el ro mento de la_poblacion. Ciertanente.esta omision”hs Pitéde ser imputada a Batlle sino a los ‘que, después de uerto, “no” impusicron a la trensfonmacioa uruguay in corrective en este importants zenglin. De este ma Bem el salto al-antagonismo bésico quedé incomplsto Buesto que, a pesar de la modemizacién urbana, el cane Po, despoblado, continus siendo tradicional en esenciz €n contacto perinantnte con los engranajes del mercado intemacional en los téminos que ya hemes deserito a6 LA REVOLUCION BaTLEsT sin ace 3 Batlle, su vide... p. 58 2 Ci. Carles Quijano, La refocma agestia en ef Uruguay, Rdiciones del Rio de La Plats, Montevideo, 1965, 7 - } : , €2 su doble aspecto, po’ ¥ socioeconsmico,"a pesar de Later desin‘eeradn’ en nue, Ba medida le antigua sociedad, arcojé resultacos parscdii cos, La proligezacion de las entidades nacconalizalise hilo posible que una mayor parte ds la poblacion, més de Ie mitad del pais, quedara empleada en el sectet ° de servicios. Esto es, hizo positle que se o media mayoriteria que, en tltimo anilis’s, vive Breductos de una campnia feucal-ea vittud de que ul Gustritismo no ha reemplazado, ui de lejos, ‘ta ‘ba - Por otra parte; el sistema de lad tivo se aplied a todas las organizaciones ¢) {ast como ea México se ha ap icado él centraliume a esferas minimas de la vida diaria) y en todas los + Rismos directivos del Uruguay s2 apicé el 3 y 2 oe ma tmecéniea haciendo prolifera los empieos, con los tes + sultados anctados arziba.s En suma, lz revolucién batllis:a se « jocas las revoluctones mademas; no pudo conciliar, lo han advertido varios, a alta productividad con el cae Sumo genera.izado, Urgidas por tantos siglos de eselavited SeoGeica Tes fuerzas progresistas de nucstias pases haa tendido, en cuanto haa podide, a propotcienar satisfacte 65,2 85 masas depauperadas, puro es obvio ue tm ae fema de consumo que: proporcinne wn. tentido mise ba, ‘ano a la vida social sélo puede ser, a la large, frato do se Protuctivided intense, la eval, a su vez, en paises de estaso desarrollo, s6lo puede sex posible medimnie an agotudor y planificado estuerzo €e las masas. pret Bente incompatible con ese consuino generaliztio, con Ee kentido homano o, para dec'tlo con las palabris de Carlos Real de Aza, con ea “evideate ins mista” que animé lee reformas de Batlle y Ordonen’ © He Real de Azia— hablS alguna ver Placentero de la vida’; esta imager. de evidente i Bedonista es Ia que dicta toda una siormativa vita ‘echo y de eonsurmo que la accién politica tieyé de asegurar a todos los uruguayos." El mismo autor af ma qie “la leccin que se désprande de teda economia Pal io en el dilemma, de del ‘viaje irce'sn de de. 3° Sin snton, él eo, 1965, Ureguay, tua pais sin poobinmas en sri, Ediciones to de Estudios Politicos pam le Aiméiiea Latina, Mentor 140 2): Ya REvoLUCION sarttasza tevolicionaria eficaz;es que no hay. revoluciones redé buidoras que no vayan engarzadas ea la promotion pro. ductiva, y que mas produccién y mejor redistribucion son dos incégnitas que tienen que despejarse juntas, dos fru- tos que no pueden crecer muy distantes” : Sin embargo, por lo anotado arsiba, ins Heil de enunsiar.que de real Solamente, como decia Mats, slo en um pals ya desarollado, ya sico un tousumo hedonists: puede it aparejado a unk productive: dad antensa, Soiaraente cuando Ja riqueza este ya hecha J quede sélo el problema de su distsibucidn, sexi posible {al conjuncién, Cuando no ocurte asi, como en # caso Ue Uruguay © de México para no mencionar sino los que fstamos examinando, el acento en el consumo produce hondss desigualdades entre los usuftuctuatios de Se com, s, aparte de Ja seudoburgucsia, los benefi. tiatios del sentido humano de la revolutiér, han sido esos sectores terciatios o de clase media que iisfristan de todes & prestaciones, en tanto gue los campesinos y obzeros padecen ing incluso porque no estén Sometidos 2 tse ritmo de productividad que a la larga qiizd podria redimirlos. Haber piefesido el consumo en ver de la productivided intensa en vistud de un impulso generoco y hasta secular ha producido a le larga un empobrecimiento de las clases Que se querlan redimir dando al treste con el sentido humano ‘de les revel y, deteniéndolas en su des- acrolle. Sélo queda la ot:a dificil altenativa: ‘enipeender el espinoso camino ¢e i suftimientos equivale nal, inmedistamente desp pe de explotacién, Aparte de las presionés externas y de Ja inexorable d: Peadencia que ambar revoluciones, Iz mexicana y la Suaya, tienen en relaciém con Ie’ situacién mundial, es 2robable exe Jo anterior expligue ‘no la frestraciin pero H el estencemiento de ambos movimientos y la no aivole, ston’ definitiva del ya mencionado antegonismo bisico, » toes decades ce 3M Catlos Real de Aas, ED impulo y eu 7 es de la Banda aillisno y las mloce de fa criss urvgsiva, Belo Oriental, Montevideo, 1958, pp. 42") 63, caviruro vis. te EL FENSAMIENTO REVOLUCIONARIO SIN REVOLUCION. JOSE CARLOS MARIATEGUI Y VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE 1. EL PROroco D2 sonzAtez PRADA En 1905, ante un auditorio de obreros*limefios, Manuel Gonzélez Prada anuncié la proximidad de una revolucién proletaris. Ante el fracaso del liberilismo, dijo, “les con. ias y Tuchas sobre formas de gobierno y gobemam ian relega las @ segundo t&-mino, mejor dicho, des n. Subsiste la cuestién social, la magna cuestién gue los proletarios cesolverin por el Snico medio eficaz: Ja revolucién”. Una revolueién no local sino mundial, que done fronteas “y Lame.ala huinanidad 2 Ie poresién y beneficio de la tierra”. Los signos de esta tevolucién, aia. sia, estin’ya a la vista, pero los privilegiados no log h Sabido interpreter, “oyen um clamor lejano y no distin. geen que es el grito de los hambrientos lanzsdos a le Conquista de! pan; sienten la trepidacién del suelo y no comprenden que es el paso de la revolucién en marcha; espiren en atmésfera saturada por hedozes de cadsver, y no peiciben que elles y todo el smndo biirgués son quie. nes exhalan-el olor a muerte” A pesar de estos. signos ue Goncdiex Prada’ advirtié en las luchas prolstarias intemacionales y aun en la. ct " tica sitwacién de Jos indios perwanos, a pesar del sadicn, lismo de Maridtegui y de Haya cla Torre de Ja primera época, ambos disciptlos y seguidezes del primero, en el momento eu sque se escriben estas lineas, no ha habido en Peri Gia verdadeta revolucién que efectie los cambios Profundos que’ estos peniadores exigieron, Contrasta cfec 3 Manucl Gonaéles Prids, Moras de lucha, Fondo de Cultura Po. ular, Ediciones Futuro, Lims, 1964, pp. 32, 53 y 55 (241) :

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