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Kiss Me Liar - NOVELA Volumen 1
Kiss Me Liar - NOVELA Volumen 1
Prólogo
¡Pom!
Cuando la puerta se abrió con un ruido fuerte, Yeonwoo saltó del susto.
Naturalmente su reacción fue apartar los ojos del escritorio y mirar en dirección
hacia el sonido.
Era el jefe de Yeonwoo quien acababa de abrir la puerta, y con quien hace solo dos
días tuvo sexo ardiente. Su temperatura corporal aún no desaparecía del todo, tragó
en seco sin darse cuenta, y se levantó como de costumbre para inclinarse
cortésmente con un saludo.
—Sr. Pittman. ¿Hay algún problema?
Incluso si no responde, ya parece saber la respuesta. Yeonwoo pudo sentir cómo
su corazón latía como loco e intentó fingir calma y controlar su expresión. Keith
distorsionó su boca y se rio brevemente.
—Ah... Por supuesto, hay un gran problema.
Sostuvo una de sus orejas y la apretó.
—Una perra me marcó.
Yeonwoo casi se lanza gritando “lo siento” pero se contuvo.
A Keith no le agradó la reacción, y le lanzó una mirada desagradable.
—¿Qué? ¿Eso es todo?
No paso mucho tiempo antes de que Keith comenzara a gritar. Era su reacción
natural. ¿Quién se atrevió a dejar una marca en un hombre tan arrogante sin
permiso? Tan orgulloso.
—¿No recuerda quién le hizo la marca?
Bueno, si supiera no estaría aquí. Yeonwoo estaba entre asustado y aliviado.
¿Quién era capaz de marcar tan audazmente el cuerpo de Keith Knight y
desaparecer?Keith nunca lo sabrá y eso tranquilizaba a Yeonwoo.
Keith, quien tenía un huracán de ira sobre él, hizo una mueca con la boca para
después suspirar
—Llama a Whitake.
Yeonwoo estaba tan sorprendido por el nombre del líder del equipo de
guardaespaldas que comenzó a jugar con sus manos en señal de nerviosismo
—... ¿Estás tratando de encontrarlo?
—No. —Antes de sentir alivio, Keith agregó—: Voy a matarlo.
En ese momento, su dulce sonrisa asesina fue vista como una sentencia de muerte
para Yeonwoo.
• Traducido por: Its_Unfortunxte | Unfortunxte
• Edición: BLPages
Bésame mentiroso
Capítulo 1
El dolor punzante llegó después del sonido abrupto. Cuando sentí algo fluir, me llevé
la mano al rostro, había sangre en la punta de mis dedos. Pedí que me quitaran
todas las espinas, pero al parecer quedaban algunas. Me sentí enojado así que
chasqueé la lengua sin querer.
La mujer frente a mí se acercó con sus tacones altos y me miró como si fuera a
asesinarme. Abrí la boca para hablar, mirándola con una cara inexpresiva:
—Si no le gustan las rosas, quizás otra flor...
—Loco hijo de puta. ¿Qué quieres decir con eso?
Su apariencia estaba lejos de ser la elogiada como "la actriz más elegante de
Hollywood". Me puse a pensar en la reciente campaña de marca que realizó, pero
nunca me hubiese dado cuenta inmediatamente que eran la misma persona. Las
rosas con las que me golpeó aún brillan sobre el suelo. La actriz comenzó a gritar
de repente, pisoteándolas implacablemente junto a un montón de palabras y
maldiciones.
—No puedes convencerme de esta manera. ¡Déjame ver a Keith de inmediato!
—Ya se lo dije, no puedo.
La evadí con una actitud familiar e inteligente, incluso hablé antes de que volviera a
golpearme.
—Si quiere verlo en el futuro, primero tendrá que pasar por mí o por un abogado.
Pittman quiere mantener la relación lo más tranquila posible. Por favor acéptelo,
también ayudará en su carrera como actriz.
—Me estas amenazando justo ahora. ¿Cómo te atreves?
Le respondí indiferente:
—Acabo de contarte una realidad. Sólo el Sr. Pittman puede tomar decisiones que
la beneficiarán.
—Esto es divertido. ¿Sabes que voy a ser reconocida después de esto como otra
perra más?
Estaba por contestar, pero ella interrumpió mis palabras y gritó:
—Puedo llamar a cien periodistas aquí ahora mismo. Están por todos lados. ¡Diré
lo astuto que es Keith Knight Pittman, como me usó y me abandonó! ¿Sabes lo que
puedo hacer?
—Bien. Entonces hágalo. Le informaré al Sr. Pittman.
En aquel momento se detuvo. No imaginó que diría eso. Continué hablando, como
una máquina sin emociones.
—Si la decisión de Elisha es sincera lo haré, el Sr. Pittman ha expresado buena
voluntad sobre la relación, pero si Elisha dice que no está satisfecha con ello, es su
elección. Pero en caso de ser así, entienda que el papel de heroína para "With you
in the rain" estará disponible, mientras tanto la villa en Malibú que estaba usando
no le estará permitida. Empacaremos todos los artículos que utilizó y se lo
enviaremos a su casa. La membresía del club de campo y el uso del Hotel J se
suspenderán.
—Oye, espera.
Tartamudeo con una cara pálida.
—Es ridículo. ¿Se suponía que me lo darían? ¿Incluso el elenco? Esto es tan
estúpido y muy sucio.
—Es una recompensa por aclarar las relaciones. Repito, esto es un contrato. ¿No
es natural que el contrato no se establezca si no se cumplen las condiciones? La
propuesta está aquí y Elisha se negó por lo que las negociaciones se rompieron.
—¡No, es contra mí! Solo quiero ver a Keith y escucharlo...
La interrumpí.
—También es un término del contrato que no moleste al Sr. Pittman.
Por primera vez ella se quedó callada. Pregunté, mirando la palidez en su rostro:
—¿Qué hará? Si necesita más tiempo para pensar le daré tres minutos a partir de
ahora.
Ella gritó:
—¿Qué? ¿Sólo 3 minutos?
—Originalmente, le iba a dar unos 20 pero ya han pasado 17 minutos...
Miré el reloj como si estuviera realmente percatándome del tiempo.
—Oh, lo siento. Quedan 2 minutos y 10 segundos. Mientras tanto, puede tomar una
decisión si está de acuerdo.
Miré su rostro, el cual estaba pálido y lleno de dudas.
—Si decide aceptar, firme este documento.
Ella se mordió los labios. Mientras tanto, el tiempo transcurrió. Cuando quedaron
los últimos 30 segundos, levantó la pluma y firmó, como si estuviera firmando
forzadamente para un molesto fanático. Esperé en silencio a que terminara, me
recliné y recogí los documentos. Luego, cuando quise despedirme, levanté la
cabeza y sin poder evitarlo, una pluma estilográfica me fue lanzada a la cara sin
darme tiempo de reaccionar.
✤✤✤✤✤✤
Fue en la universidad donde conocí a Keith. Era una celebridad desde el principio.
Lo primero que escuché cuando ingresé a la universidad fue “Keith Knight Pittman”,
y desde entonces, muchas veces más.
En ese entonces, era un Beta. Era común que la mayoría se manifestará en la
adolescencia, y era raro “mutar” después de ese período.
En aquel momento me encontraba exhausto, se acercaban los exámenes finales
del semestre, estaba nervioso y tenso. No importaba cuánto lo intentara, mis
calificaciones no eran las esperadas, era un momento de tanta ansiedad que ni
siquiera podía comprender de que se trataba el libro que tenía para leer.
Como estaba inscripto en una buena universidad era el deseo de mis padres que
me graduara, pero sentía mucha presión. El costo de vida era insuficiente y no había
tiempo para trabajos a tiempo parcial. Ni siquiera conseguía buenas notas. Aprobar
el semestre era mi único deseo. Además, mi hermano menor estaba aprendiendo a
tocar piano, por lo que había una falta importante de dinero en la casa.
Se convirtió en rutina el levantarme todos los días e ir a la biblioteca a leer algún
libro hasta que pudiera entender, así que eventualmente perdí el sentido de la
realidad. Después de darme por vencido me dirigí temprano a casa, Lee-Wei, con
quien compartía la casa, me saludo amablemente.
—Hola, Yeonwoo. ¿Ya estás aquí?
Solo respondí torpemente.
—Uh, qué...
Cuando lo vi usando tenis con una camisa ligera y pantalones cortos, me preguntó
con una sonrisa:
—Hoy es el día del juego. ¿No vas a ir?
—¿Juego? ¿Qué? ¿Es tenis?
Mientras miraba su atuendo, se rio a carcajadas, como si hubiese dicho algo
absurdo, pronto entendí por qué se rio.
—Juego de Polo. ¿No lo sabías?
—Uh... ¿En serio? ¿Hay algo así? —pregunté torpemente.
Solo había escuchado del juego de Polo, nunca lo había visto y no me había
interesado jamás. Sabía que se practicaba en la universidad o algo así, no estaba
seguro de cuántas personas jugaban, y mucho menos las reglas del juego así que
mi reacción fue indiferente mientras que la de Lee-Wei fue ansiedad.
—¿Irás?
Estaba muy deprimido por mis notas que me agite por un momento. Quería cambiar
mi estado de ánimo. Desearía poder olvidar todo por un minuto mientras hago algo
diferente.
—¡Lee-Wei, estoy lista! ¡Vamos!
La novia de Lee-Wei apareció inadvertidamente saliendo de su cuarto.
—Si vas, vamos juntos.
Dudé. Estaba muy preocupado por mis estudios, pero también tenía el impulso de
correr a algún lugar. Lee-Wei añadió vacilante:
—Estará Keith Pittman jugando hoy. Es una oportunidad de ver a un Alfa dominante.
¿Te lo perderás? Pittman es un graduado así que, si no lo ves esta vez, nunca lo
harás.
Tenía curiosidad por conocer a Keith, Lee-Wei tenía razón, si no lo veía esta vez,
nunca lo vería de nuevo. Entusiasmado respondí:
—Iré.
✤✤✤✤✤✤
✤✤✤✤✤✤
—Ja. —Keith suspiró profundamente. Fue una mala señal—. ¿Has visto todos los
artículos en Forbes?
Todos se quedaron perplejos por la pregunta repentina, luego se miraron. Keith dejó
el informe y movió la mesa con los dedos, después la golpeó.
—Si miras allí, puedes ver aproximadamente cuánto será mi patrimonio. Por
supuesto, será más de lo que se anunció.
Pronto se reveló por qué se jactaba de dinero en lugar de reunirse. Keith distorsionó
su boca.
—El dinero que gasté en comprar mi yate fue menos de lo que gasté en hacer esta
película. ¿O vas a hacer alrededor de 1,000 piezas de esta basura? Terminaré mi
vida haciendo esta película. Es muy genial —dijo Keith, aplaudiendo como si
pareciera aburrido.
Nadie pudo hablar. El silencio cayó entre los ejecutivos, que solo miraron hacia
abajo. Keith agarro la película y la aplastó con las manos.
—¿Acabas desperdiciar un año para hacer algo como esto? Si arrojas dinero a la
basura… ¿Será una obra maestra? ¡NO!¡La basura es solo eso! Es solo basura con
dinero. —Keith arrojó el informe al desperdicio—. ¡¿No usan la cabeza para
pensar?! ¡Acaso tienen mierda en ella! —No hubo sonido de refutación—. Todo este
plan está mal. Vuelvan a empezar desde cero. Tres días serán suficientes y espero
no volver a tomar mi precioso tiempo con esta basura.
Después de que Keith concluyó, me puse de pie sin dudarlo. Inmediatamente lo
seguí. Mientras caminaba, sacó un cigarrillo y se mordió los labios. Keith nunca dejó
de caminar hasta que encendió el cigarrillo y escupió sus primeras palabras. Por
supuesto, él ni siquiera me miró.
—A Whittaker…
—De acuerdo. Este fin de semana es la fiesta en el barco. ¿Algo más que agregar?
—Ya veo.
Cerré la boca después. Una fiesta social típica, pero en este caso, era con una lista
de invitados.
Keith volvió la cabeza y se dirigió hacia el frente. De repente pensé que parecía
sonreír.
—Gracias.
—¿Es eso así? Me alegro —agregué—. Haré lo mejor que pueda en el futuro.
—¿Alguna vez te has convertido en un tipo que tiene diversión de una noche?
Estaba muy desconcertado sobre dónde corregir sus palabras. Tuve una novia
antes de la mutación. Y nunca tuve una relación con alguien después de
enamorarme de Keith. Además, incluso después de convertirme en Omega, ni
siquiera sabía cuál era mi identidad.
—De todos modos. No tengo diversión de una sola noche si no, no podría dormir
bien y tendría un gran problema para ayudar al jefe durante el día.
—Wow.
Aquel hombre estaba intentando mirar a través de mí, pero la verdad es que soy
una persona realmente aburrida. No soy tan bueno en la vida nocturna como
Grayson, y no puedo hacer bromas ingeniosas. Así he vivido hasta ahora y
continuaré haciéndolo.
—Es la hora del almuerzo —repetí, la puerta del ascensor se cerró y él presionó el
botón.
✤✤✤✤✤✤
—Oh, ¿en serio? ¿Podría enviar la lista y el número de invitados que vendrán
primero a la fiesta?
—¿Yoonwoo, también?
—¿Yo?
Se escuchó su voz.
Si había una fiesta en la casa de Keith, Charles se encargaría, pero esta vez era
diferente porque se haría en un barco. Es decir, si había una fiesta fuera de su casa,
la mayoría de las cosas tenían que ser organizadas por mí.
Era evidente que tenía que asistir. Por supuesto, no invitamos a un organizador de
fiestas y no le preguntamos a Charles así que, pensé por un momento y luego
respondí.
—...
—...
—¿Sí?
Por suerte, fue útil memorizar a los invitados presentes antes de la fiesta. Incluso
cuando obtuve la lista por primera vez, estaba perplejo, todos en la fiesta eran Alfas
dominantes. Podía ser que hubiera ganado la lotería porque estaba viendo a un
montón de Alfas dominantes reunidos en un mismo lugar, y eso era algo que quizá
nunca volvería a ver en mi vida, pero… Lamentablemente, la situación se había
previsto, por lo tanto, no había sido cuestión de suerte.
Grayson, quien acababa de entrar, me miró a los ojos y me envió un ligero saludo
por lo que incluso mi ciclo de calor se puso algo confuso debido a la “mutación”, así
que me comprometí de nuevo. Debía de tener cuidado.
—Yeonwoo.
—Señor Miller.
—El Sr. Pittman llegará en los próximos 15 minutos. Por favor, disfrute de la fiesta
primero.
—¿En serio?
«¿Habrá una fiesta diferente? ¿Todos los invitados son amigos de Keith? ¿Por qué
todos son Alfa dominantes...?»
—Bienvenidos. —Los salude para luego añadir—: Adelante. Los invitados aún no
han llegado. Srta. Abigail, hoy se encuentra especialmente hermosa.
Las palabras de elogio eran exactamente las que Keith me hacía decir cada vez que
cambiaba de mujer. Un día Keith me dijo: “¿Por qué no cambias la frase?”, con un
tono sarcástico.
¿Por qué debería preocuparme por alabar a la pareja sexual de Keith en varios
idiomas?
Pensando intensamente, miré a Keith con una cara inexpresiva. Llevaba un traje
oscuro, era un atuendo tosco que no llevaba corbata, incluso se soltó un par de
botones de la camisa, así mantuve mi mirada hacia sus sensuales músculos del
pecho. Un suspiro fluyó espontáneamente cuando lo vi a la cara. Estaba
sorprendido así que me apresuré a respirar. Afortunadamente, mi agitación
momentánea pasó sin problemas porque Keith nunca me miró. Echó un vistazo a la
cubierta brevemente y me miró sin ninguna reacción.
Lo miré casualmente.
✤✤✤✤✤✤
No hubo nada especial hasta la mitad de la fiesta. Los invitados seguían y seguían
llegando mientras yo luchaba para evitar confundir sus nombres. Sin embargo,
había algo que era inusual, había varios clientes con dos, tres o más socios juntos.
A veces, la pareja era una mujer o un hombre, pero estaba claro que todos eran
Omegas. Pensé que había algo extraño, pero pronto lo ignoré. Todo lo que tenía
que hacer era terminar la fiesta sin incidentes. No importaba el tipo de privacidad
que tuviera el invitado o cuántos socios tuviera, solo tenía que asegurarme de que
la fiesta no se arruinara.
Había revisado la lista de invitados, confirmado a todos, incluso a los que no habían
venido. Después de revisar a las personas por separado, le pedí a los guardias que
vigilaban la entrada que se pusieran en contacto conmigo con anticipación si es que
llegaba a haber algún invitado adicional. Hasta ese entonces, el progreso fue lento,
especialmente no hubo clientes que causaran problemas.
Por la noche, el mar estuvo tranquilo, por lo que el bote apenas se sacudió. Sin
embargo, lo que hizo diferente esta fiesta de otras fue que los invitados estaban
jugando en algún otro sitio. En su mayoría, las fiestas son el objetivo principal de
socializar y obtener nueva información. Por supuesto, debería haber grupos
grandes y pequeños que se dividían, pero no estaban aquí. No había mucha gente
en la cubierta. Los Alfas dominantes estaban entusiasmados debido a las
feromonas que estaban enviando, aunque tuvo poco efecto.
Pensé en ello y miré alrededor de la cubierta, pero de repente tuve una idea extraña.
Había muy poca gente y aún quedaba comida y alcohol sobre la mesa. No era una
o dos cosas extrañas, vacié mi mente. Por fin, una pareja parecía estar hablando
con otra hasta que se fueron juntos a una habitación. Todas las cabinas tienen
interfonos, por lo que, si necesitan algo, nos contactaran de inmediato. Cada uno
tiene una pareja, por lo que todos pueden ir a disfrutarlo.
Me pregunté por qué había tenido una fiesta así. ¿Keith lo sabía? Keith
repentinamente vino a mi mente así que intenté deliberadamente no pensar muy
profundo.
—Creo que está bien aquí. ¿Deberíamos mirar alrededor de las habitaciones?
Me atreví a hablar mientras caminaba por la cubierta con un paso más poderoso
que de costumbre. En una larga silla de playa, a un lado, pude ver a un hombre
sentado. Como invitado a la fiesta de hoy, también era un Alfa dominante. Observé
a los tres Omegas que había traído, brevemente pude ver como lamían sus cuerpos
entre sí, así que me apresuré a encontrar el elevador luego presioné el botón.
Incliné mi cabeza dentro del elevador que se elevaba lentamente. Tuve sexo con mi
primera novia, pero no fue tan bueno. Por encima de todo, era incómodo y, por
supuesto, ella no estuvo satisfecha. Mi primera experiencia terminó así. Lo mismo
ocurrió con la siguiente novia que tuve. Encajamos bien y la pasábamos bien en
compañía del uno del otro. Cuando se me confesó la acepte fácilmente, pero
durante la relación solo hubo besos. No importaba cuánto lo intentara, no estaba
acostumbrado al sexo. Creo que hice mi mejor esfuerzo, pero puede que no
fuéramos el uno del otro. Nos separamos lento y muy naturalmente. Esa fue toda
mi experiencia de citas. Después de eso, me llevaron a estudiar. Luego y de repente
me transformé en Omega. Ya no podía pensar en nadie más. Era incómodo salir
con una mujer, y tenía miedo de salir con un hombre, aunque eventualmente, sabía
que iba a tener una relación.
Ding-dong.
Después de un rato, la puerta del ascensor se abrió para darme acceso al pasillo
del piso superior. De repente se sintió un dulce aroma. Era una fragancia de
feromonas extremadamente familiar. Mi interior se puso quieto. Deliberadamente
tosí, pero eso fue todo. El silencio volvió a caer en todas partes. Me sentí incómodo
y ansioso, y me moví paso a paso más rápido de lo habitual. Solo iba a revisar y a
bajar rápidamente.
—Ah.
Cada vez que movía mis pies, la fragancia se volvía más fuerte. Alguien estaba
vertiendo feromonas intencionalmente. Recordaba vagamente que algo similar me
había sucedido en el pasado. El día en que me transformé en Omega, me empapé
de las feromonas de Keith. En ese momento, pude llegar a mi casa porque estaba
menos afectado que un Omega, pero como resultado luego me convertí en uno.
Aunque ahora el problema era que soy Omega así que el impacto iba a ser mucho
mayor que eso, ya de por sí era difícil imaginar lo que sucedería.
Me tapé la nariz con la manga y, sin darme cuenta, deambulé. No muy lejos, vi la
puerta de una habitación, la fragancia de feromonas fluía desde allí. Al instante
dudé. Pensé que debía dar la vuelta y tomar el elevador nuevamente.
Pero la fragancia fue mucho más fuerte de lo que esperaba. Parecía que mis piernas
ya estaban temblando y doblándose. Caminé rápidamente por el pasillo mientras
mis pasos se volvían cada vez más pesados. De repente, la puerta se abrió por
detrás.
Me detuve ante su llamado. Era claramente una voz que conocía. Ella seguía
gritando nerviosamente.
Parecía que había solicitado algo por el intercomunicador. No tuve más remedio
que responder. Respiré tanto como pude y me di la vuelta.
—Srta. Abigail.
Me era difícil sonreír, pero ya tenía un sudor frío en la frente y un pulso acelerado.
Abigail se movió sin dudarlo, como si la exposición de su cuerpo no fuera nada, tan
solo traía un camisón. Los tacones altos se estaban acercando. Estaba atrapado.
Me quedé quieto y esperé a que ella viniera. Finalmente, se detuvo justo frente a mí
y me miró. Era más alta, me reconoció y abrió los ojos, pero su reacción de sorpresa
fue momentánea.
Después de apenas hablar, ella se acercó a mí, usando un camisón sobre su ropa
interior. Me quedé quieto y esperé a que ella viniera.
Cuando finalmente se detuvo justo en frente de mí, Abigail me miró con los ojos
delgados y abrió la boca:
Por un momento me sorprendí. Nunca imaginé que ella pondría esas palabras en
su boca, y que las dirigiría precisamente hacia mí. Entré en pánico y parpadeé, ella
continuó hablando:
—Eres Omega, ¿no? Te vi antes como estabas mirando a Keith. Qué gracioso.
¿Qué sueño loco has tenido al venir aquí?
Ella estaba mirando mi expresión mientras yo quería decirle que no. Al principio, me
pareció que ella era Omega, pero estaba completamente equivocado. Además, en
primer lugar, para Keith Knight Pittman, yo no era alguien que despertara su deseo
sexual porque era un hombre, así que, quería resolver el malentendido, pero era
difícil respirar, por lo que mis palabras no estaban bien organizadas.
—Es un malentendido, Srta. Abigail. Solo estoy revisando si hay algo que necesiten
los invitados…
—¡Ja!
Hasta ese entonces, ella me empujó y gritó como si me fuera a golpear. Abigail miró
hacia atrás momentáneamente. Keith estaba de pie contra el marco de la puerta.
Ella se cubrió la boca con vergüenza mientras que yo solo lo miré; su cabello todavía
estaba húmedo como si acabara de darse una ducha, su oscuro cabello brillaba
intensamente bajo la luz, y las gotas de agua que fluían lentamente, cayeron
directamente a través de sus mejillas hasta la barbilla para terminar en el piso.
Inadvertidamente tragué saliva seca al ver sus músculos gruesos y un cuello fuerte
y húmedo. De inmediato, él notó mi movimiento desesperado.
—Escúchame, Keith. ¿Por qué este hombre estaría aquí? Mira, tienes las manos
vacías, ¿verdad?
—Estaba intentando seducirte. Ahora que su período de celo está cerca, ¿qué vas
a hacer con él? ¡Además intenta engañarte con su celo!
Las últimas palabras se agregaron con ímpetu, pero la reacción de Keith no cambió
mucho. Por el contrario, se rio y distorsionó la boca.
—Esa es solo mi secretario. ¿Parece que voy a dormir con un hombre? Realmente
eso es absurdo.
—Es un hombre. —Abigail dudó, perdiendo lo que tenía que decir—. No me importa
si es Omega, él no está aquí por lo que piensas. ¿Cierto?
—Vine a ver si hay algún problema porque todos nuestros huéspedes están
dispersos...
Realmente estaba confiando en mí. Incluso si hubiera venido aquí con el propósito
que pensaba Abigail, ella nunca lo imaginaría así que, los motivos de la idea pronto
fueron revelados.
—Lo sé.
—¿No es así?
—Querido, lo siento. ¿Qué hice para cometer un malentendido tan ridículo? Oh por
favor, perdóname. Haré lo que sea. Puedes rodarme por el suelo como una esclava
si lo deseas...
—...
Incluso si ella dijera que no, Keith podría golpearla contra el suelo y zambullirla en
el barro si así lo deseara.
Abigail se aferró a él sin decir nada. Naturalmente, sus largos brazos sostuvieron
su cuello mientras que sus dos piernas saltaron, envolviendo la cintura de Keith. Yo,
por mi parte, me quedé allí y los vi desaparecer dentro de la habitación.
Todo lucía nublado ante mis ojos, aunque no podía asegurar si se debía a la
influencia de las feromonas o algo más.
Preguntaron desde algún lado, fue entonces cuando finalmente me di cuenta de que
estaba respirando mal.
Apenas asentí.
El ascensor estaba demasiado lejos y la medicina no me había servido de nada,
aunque debería haberla tomado más de 10 veces, no lo hice. Caminé arrastrando
mis pies. Mi cabeza estaba hecha un desastre. En ese momento, lo único que me
vino a la mente fue tomar un inhibidor así que, tenía que bajar y encontrar mi
maletín, sacar la medicina, tomarla y calmarme, pero la maleta con las pastillas
estaba en el sótano junto a las pertenencias del personal. ¿Cuántos pisos tiene el
sótano? ¿En qué piso estaba? Presioné un botón con una mano temblorosa y la
puerta del ascensor se cerró, un trozo de metal raspó por un momento, luego
descendió. Me apoyé contra la pared y me puse de pie. Cerré los ojos y esperé a
que el ascensor llegara hasta abajo.
Ding-dong
—Ah...
Cuando finalmente escuché la llegada del elevador, suspiré con alivio. Solo tomaría
mi medicamento para calmarme.
Era tan simple que era bastante extraño fallar, pero no me di cuenta de que ahí
había una gran trampa. Mi cuerpo se endureció cuando la escena se abrió brillante
y lentamente frente a la puerta del ascensor. Había una gran piscina en el sótano,
incluso era dos veces más grande que en la cubierta, así que había mucha más
gente.
Capítulo 4
Cuando desperté, vi un techo muy alto, solo entonces me di cuenta de que estaba
acostado y tirado en el suelo. Ya ni siquiera podía pensar en eso así que, cuando
abrí mejor los ojos me sorprendí por lo que estaba observando. Varios Alfas tenían
rodeado el cuerpo de un Omega y como había pocas mujeres en el lugar algunos
Omegas hombres estaban siendo penetrados mientras que otros solo estaban
frotándose contra los Alfas mientras se lamían todo el cuerpo, también había varios
de ellos que estaban entrelazados entre sí mientras succionaban el pene de su
compañero y al mismo tiempo eran penetrados. Fue solo hasta ese entonces que
me di cuenta de la identidad de la fiesta. Era una orgía de Alfas dominantes, un
lugar hecho para verter feromonas libremente.
El hombre se levantó y caminó hacia mí, yo intenté levantarme pero no pude hacerlo
así que intenté retroceder. Tenía que subir de nuevo al ascensor, me apoyé contra
el muro mientras intentaba presionar el botón, pero era muy tarde, los ojos del
hombre me habían atrapado y como lo había esperado, mi cuerpo no se movió.
Parecía sofocarme con sus feromonas, fue entonces cuando comprendí porque
esos hombres habían elegido una piscina subterránea, deseaban que sus
feromonas se mantuvieran en un espacio cerrado para enloquecer a todos los
Omegas en la fiesta. De pronto, volví a dirigir mi mirada hacia todos aquellos que
se encontraban borrachos por las feromonas que estaban esparcidas por todo el
lugar, la escena volvió aparecer en mi cabeza, Omegas siendo penetrados,
masturbados y usados por diversos Alfas.
Si no hubiera tomado las medicinas por adelantado habría estado, quizás así, en
las mismas condiciones; sin embargo, no me sentía aliviado, apenas tenía
conciencia, aunque poco a poco me estaba acercando al límite, al final, los instintos
aparecían antes que la razón.
—¡...!
El sonido de su voz se escuchó como si hablara en una cueva. Tal vez mi tímpano
estaba mal. Lo intenté y me disfracé.
Mi voz había sido escuchada desde muy lejos. Curiosamente, no se sentía real.
Traté de sonreír lo más posible. Él no respondió. Solo bajé la cabeza mientras
intentaba cubrirme la nariz.
—Oye, Omega.
Siguiendo la baja voz, el hombre presionó con fuerza la mano que sostenía mi
hombro. Inmediatamente caí al suelo. Escuché un golpe, pero no sentí ningún dolor.
Cuando miré hacia arriba, el pene erecto de aquel hombre estaba a la vista.
Se escuchó la voz de otro hombre. Del mismo modo, estaba desnudo, por supuesto,
también era un Alfa dominante. No era bueno. Se estaban reuniendo a mi alrededor
uno por uno.
—Decían que el secretario de Keith era un Omega y vaya que realmente lo era.
—Keith dice que no tiene sexo con hombres. ¿Será una mentira?
—Lo que quiero decir aquí, es que este niño también tiene la intención.
—Keith trajo a una mujer hoy. Además, él es quien suele hablar de no acostarse
con un hombre, por lo que no puede decirnos nada.
—¡Correcto! Así es. Ja, ja, ja, ja, ja.
—¿Estas bromeando?
—¿Por qué no? —Alguien se rio entre dientes—. Una vez probé tres a la vez.
—Wow.
—Es asqueroso.
Pensé que estaban locos. Debió haber sido que sus propias feromonas provocaron
que sus cerebros se volvieran estúpidos, por qué… ¿De qué otra forma podían
sonreír así en un tipo de conversación como esas? Pero hablaban tan casualmente
como si hablaran del clima.
—Es el secretario de Keith así que, hagámoslo correctamente. Puede tener tres a
la vez, dos en la parte inferior y uno en la parte superior.
Apenas me había levantado cuando miré a un hombre desnudo que caminaba hacia
mí con asombro. Si me quedaba ahí, moriría. No, incluso si no moría, al menos sería
como morir. Por supuesto que no tenía intención de hacerlo con ellos.
Alguien gritó con una voz risible. Se estaba riendo de mí por intentar
desesperadamente escapar. La risa continuó, pero nadie vino después de él. Más
bien, se burló y silbó.
—... ¡No!
Tal como estaban las cosas, el hombre me tiró al suelo. Mi chaqueta la quitaron sin
problemas, seguido de lo demás. La camisa se rasgó con un sonido agudo. Ni
siquiera podía permitirme cubrirme o resistirme. Varias manos se apoderaron de mi
cuerpo, sosteniendo mis brazos y cubriéndome la boca para que no pudiera gemir,
apenas podía aguantar la respiración.
Alguien tiró de mi cabello por lo que había una sensación de tirón brumoso en el
cuero cabelludo, pero eso fue todo. El hombre que me hizo caer como un perro me
trajo algo a la boca. No fue hasta que llegó a mis labios que me di cuenta de que
era un pene. Sentí un sabor amargo, trataba de evitarlo. Sin embargo, dado que me
tenían sujetado por el cabello, solo sacudí la cabeza un poco mientras apretaba mis
labios.
—Esta perra.
Cuando apenas lo deje ir, la parte inferior del cuerpo del hombre se empapó en
sangre.
✤✤✤✤✤✤
Un largo humo voló en línea recta y se dispersó en el aire en algún momento. No
había más feromonas, aunque tenía dolor de cabeza. El leve aroma de los
alrededores se sentía vago, pero eso no era nada. Me senté en la cama con una
manta sobre mi cuerpo y miré, no muy lejos, Keith estaba sentado en una silla
fumando un cigarrillo. No sabía lo que estaba pensando.
—No entiendo por qué ocurrió este tipo de incidente. Estoy decepcionado,
Yeonwoo. Pensé que eras un gran secretario que hacia su trabajo a la perfección.
—Lo siento.
—Solo debías chuparlo con moderación y aceptarlo. ¿Por qué demonios hiciste
eso?
Tras las acusaciones, me endurecí con la boca abierta. Keith seguía hablando
molestamente conmigo, con los ojos abiertos.
—El pene de Ken estaba cortado por la mitad. Pudo haber quedar lisiado. Va a tener
que ser tratado durante mucho tiempo.
No podía creer lo que estaba escuchando.
—Él, yo lo... mordí… —No pude controlar mis lágrimas—, porque trato de violarme
y...
—¿Por cierto? —Keith me interrumpió una vez más con una voz aguda—. ¿Acaso
no es el trabajo de los Omegas? Si no te gusta, simplemente dejas que te lo meta y
terminará en un segundo. ¿Por qué no pretender? Realmente me decepcionas.
Cuando lo vi sacudir la cabeza, me quedé sin palabras y con la mente vacía. Mis
ojos se calentaron, pero me contuve, mordí mis labios y aguanté. El puño que había
cerrado debajo de la manta se estremeció por una razón diferente a la anterior.
Nunca deje que Keith sintiera ninguna molestia de mi parte. Lo cuidé y le resolví
todo.
—De todos modos, le haré una indemnización por los daños, así que ve al hospital
y discúlpate con Ken...
—Pido disculpas por arruinar la fiesta hoy. Me iré con la confianza de que el jefe
hará la compensación por mí.
Él me miró en silencio, tenía una expresión tan encantadora que, en otro momento,
hubiera sido difícil el soportar sonreír al mirlo. Apenas salí de la cama, me puse de
pie.
No, ya no importaba.
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Bésame mentiroso
Capítulo 5
Ya se lo había dicho una y otra vez, aun así, escuché una voz nerviosa a través del
auricular.
—¡Mamá, mamá!
—No hay necesidad de casarme con un Alpha. Puedo casarme con una chica Beta.
—Si te casas con una mujer Beta, no puedes tener hijos. Por supuesto, cuando te
cases, deberías tener hijos. Y para hacer eso, tienes que casarte con un Alpha. Es
difícil encontrar a una mujer Alfa lo sé, pero no podrás tener hijos si te involucras
con una mujer Beta u Omega. Necesito encontrar a alguien decente, ¿no…? Quizás
puedo buscar a un Alfa hombre. ¿No sería sorprendente si te casaras con un
hombre?
Me sentí aliviado por la voz que salió presurosa del auricular. Sin querer sonreí y
pregunté:
Después de que prometí hacerlo, le pedí que me pasara con mi hermano menor, el
cual respondió fríamente.
—¡¡Mi hermano también está sufriendo!! Recibe mucho dinero, pero a cambio sufre
mucho. ¿Quién quiere dinero fácil? Hasta luego descansa, cuelga. ¡Adiós!
El hecho de que solo un hijo se convirtiera en Omega sorprendió a mis padres; les
tomó un año poder asimilar la noticia. El ambiente en la casa era pesado, y mis
padres a menudo evitaban mirarme. Solo mis hermanos fueron reconfortantes, pero
hay muchas maneras de adaptarse. Fue difícil tomar los medicamentos para calmar
mi cuerpo.
Desde entonces, mi madre se vio obligada a buscarme pareja para poder casarme.
Al principio comenzó como una sugerencia, pero la intensidad fue aumentando
gradualmente, hasta hacerse muy explícito. Cada vez que lo hacía, mi respuesta
era fija, aunque no sabía cuánto tiempo iba a aguantar. Todos serían empujados a
casarse en algún momento.
Cuando abrí el refrigerador, estaba vacío. Era natural. Había estado en casa toda
la semana, me senté frente al refrigerador con la puerta abierta por un rato, pero
eso no cambió la situación.
Tenía que salir a comprar cualquier cosa, no podía quedarme en casa para siempre.
Decidí tomar el coraje, en realidad no era nada, solo necesitaba dar un par de pasos,
pero mover un pie era difícil. Los pensamientos seguían inundando mi cabeza si me
quedaba en casa sería más difícil. ¡Tenía que salir! Me decidí y me moví, me llevó
más de una hora prepararme antes de pararme frente a la puerta principal. Antes
de salir, tomé un par de inhibidores. Cuando apenas abrí la puerta después de
varios intentos, pude notar que el sol era brillante.
✤✤✤✤✤✤
Había renunciado muy pronto así que tenía que tomar medidas urgentes, todavía
tenía muchas cuentas pendientes, préstamos, gastos de manutención, dinero para
enviar a la casa, en fin.
La noche en que renuncie, de alguna manera llegue a casa con la ayuda del
personal de seguridad. Sinceramente, no me acordaba bien. Tan pronto como entré
a la casa, coloqué todas las cerraduras, y me senté en una silla frente a la puerta,
luego tomé una pastilla para dormir.
No fue hasta más noche que desperté, después de hacer cualquier cosa, me quedé
dormido nuevamente. Después de pasar un fin de semana completo de quedarme
dormido frente a la puerta, me levanté antes de lo habitual y comencé a prepararme
para ir al trabajo, pero tenía un problema, no podía abandonar la casa.
Me paré en la entrada, aunque dudé varias veces antes de abrir. Quería llamar a un
taxi, pero también tenía miedo de que aquel hombre fuera un Alpha. Sin embargo,
me vi obligado a sentarme en el asiento del conductor mientras observaba repetidas
veces si las puertas estaban cerradas, estaba bajo un estrés considerable hasta
que me fui a trabajar. A pesar de estar rodeado de varias personas por todos lados,
estaba ansioso porque sentía que estaba expuesto. Mi boca se mantuvo seca.
Cuando apenas llegué a la compañía, mi frente estaba sudando, incluso cuando
encendí el aire acondicionado al máximo.
—Hola, Yeonwoo.
—No —respondí como siempre—. Debido a que estoy renunciando estoy sacando
mis cosas.
—¿Renuncia?
—¿Renuncia?
Finalmente, otro empleado que había llegado a la oficina gritó detrás de Emma.
Continué sacando mis cosas del escritorio con una cara inexpresiva. Las cosas en
mi oficina que estaban conectadas a la oficina del presidente ya las había sacado,
todo lo que restaba por hacer era organizar la oficina del secretario.
—Si necesitan algo, tómenlo si no, tírenlo.
—¡Yeonwoo!
—Emma, te entregaré todas mis responsabilidades porque eres la líder del equipo.
En el futuro, mi oficina que está conectada con la oficina del presidente, es tuya.
Simplemente mueve todo allí y úsalo. Compra lo que necesites, esto será manejado
como un gasto de la empresa. Ahora que ya lo sabes, centrémonos en cosas
importantes.
—Este es el horario del Sr. Pittman para un mes a partir de hoy. Se clasifica por
color, por lo que puedes ajustarlo al preguntarle. Es necesario su aprobación para
adaptar este color en específico. Este es un horario anual. En primer lugar, hemos
marcado lo que se ha decidido, para que pueda escribirse en el calendario del
próximo año.
Emma estaba tan ocupada contemplando y escribiendo mis palabras mientras que
continuamente estaba entregándole papeles. Le expliqué de manera breve los
detalles de cada departamento, los informes que se publicaban cada mes, los
planes de los próximos meses, entre otras cosas más.
Cada que terminaba una parte, le preguntaba: "¿Hay alguna pregunta que no
entiendas?"
—Se lo informe este fin de semana al Sr. Pittman, tiene conocimiento sobre mi
renuncia.
Pude notar su cara avergonzada, me sentí un poco mal por la forma en que respondí
así que me reí brevemente y dije:
—Yo, Yeonwoo… No creo que pueda hacerlo, ni siquiera podré verlo mañana —
dijo Emma en el pasillo.
Al llegar a casa, puse todas las cerraduras y me incliné sobre una silla.
Todo eso había ocurrido la semana pasada. Después de ello, permanecí inactivo
todo el tiempo, encerrado en casa. Las llamadas telefónicas de Emma que se
habían realizado con frecuencia durante dos días seguidos, habían ido
disminuyendo gradualmente. Me sentí un poco triste, pero la realidad era esa, no
importaba quién se hubiera ido, al final, siempre había un remplazo, esa era la ley.
Sacudí mis pensamientos y giré en una curva hacia el estacionamiento.
✤✤✤✤✤✤
Mi celular había estado sonando durante un rato así que cuando lo saqué y vi un
número desconocido en la pantalla, me sorprendí. Por un momento dudé en
contestar, aunque pronto acepté la llamada.
—Si...
El sonido de su voz fue tan fuerte que sentí que mi tímpano me dolió.
—... ¿Quién eres? —pregunté, pero continuaron gritando con una voz aguda.
—¿Señorita Elisha?
Si hubiera estado frente a ella, la hubiera golpeado. Por supuesto, eso era solo una
idea, incluso si así hubiera sido la situación nunca le hubiera puesto un dedo
encima. Ella solo suspiró y espere hasta que sus sentimientos disminuyeron para
tener la oportunidad de hablar. Entonces me subí al auto con el teléfono fuera de
mis oídos.
—Srta. Elisha.
—¿Qué?
Tan pronto como la llamé sin perder una oportunidad, inmediatamente atacó. Me
senté en el asiento del conductor, cerré la puerta con llave y deliberadamente hablé
más despacio y más tranquilo que de costumbre.
—¿Qué pasó? ¿Por qué Keith está saliendo con esa perra? ¿Se atreve a terminar
conmigo para ir a jugar con esa maldita puta?
Parecía que había un artículo en alguna parte. Cuando trabajaba, era natural mirar
las noticias o escanear artículos a primera hora de la mañana, pero no lo sabía
porque había estado casi todo el día acostado en la cama desde que renuncie.
—Su relación con el Sr. Keith ya fue resuelta y acordada. ¿Firmó los papeles?
Además, ya no me importa la privacidad del Sr. Pittman.
—¡Eso fue antes de que se metiera con Abigail! ¿Por qué es esa perra?
—Sr. Elisha. —Abrí la boca mientras ella respiraba por un momento—. Entiendo la
situación, pero no hay nada que pueda hacer. Dejé la compañía.
—¿Qué? ¿Qué? ¿No hay nada que puedas hacer? —De repente se detuvo—.
Eso fue todo lo que pude responder. Sin embargo, no me fue posible dar la
información de contacto de Emma libremente. Pensé que estaba avergonzada y
colgué después de contestar.
—Lo siento.
—¿Emma?
—Te llamará la Srta. Elisha, no le gusta la nueva pareja del Sr. Pittman. El ambiente
no es bueno, así que por favor habla bien y tranquilízala.
—¿Sí?
—Eso es también es parte del trabajo que debes hacer Emma. Creo que esto va a
suceder en el futuro de todos modos.
Emma respondió con un “sí”. Sentí pena por ella, pero no pude evitarlo. Si no me
hubiera ido, yo lo hubiera resuelto.
Cuando volví a casa, me sentí mejor. Realmente me daba cuenta de que había
renunciado, por lo que debía encontrar un nuevo trabajo. Todo iba a estar bien con
el tiempo.
Pensé en limpiar el refrigerador y hacerme de comer una pasta.
Había estado viendo televisión durante mucho tiempo, pero no había nada que ver.
Mientras pasaba los canales, veía un momento una pequeña comedia o programa.
Poco después, me fui a la cama y me quedé dormido.
✤✤✤✤✤✤
Me desperté con una campana sonando fuerte en mis oídos, me llevó un tiempo
poder asimilarlo antes de que pudiera despertar por completo. Parpadeé en blanco
mientras estaba acostado. Mientras tanto, la campana continuó sonando fuerte.
Era la voz de Keith. Abrí los ojos sorprendido. De ninguna manera, no tenía sentido.
¿Por qué Keith estaba aquí? Debió haberse estado equivocado. Me quedé quieto
dudando.
Era claramente la voz de Keith. Aún más, era increíble, dudé un poco más y
permanecí en silencio por un momento. De repente, escuché como pateaba la
puerta.
¡Bang! ¡Bang!
Tuve miedo del fuerte ruido. Pero no era hora momento de estar en blanco. Keith
realmente estaba tocando mi puerta. Pronto la vieja entrada pareció caerse.
Cuando apenas y abrí, observé como Keith estaba tratando de doblar sus largas
piernas para patear nuevamente. Miré su rostro endurecido y finalmente se contuvo.
Vi a otras personas en el mismo piso abriendo sus puertas y mirando hacia afuera
así que me apresuré a que él ingresará. Keith miró con el ceño fruncido la silla que
estaba bloqueando la puerta principal.
Cerré.
Le ofrecí asiento.
—Siéntate.
Sabía que debía darle un poco de té, pero lo pensé y miré en dirección a la cocina,
mientras tanto, Keith se levantó, miró alrededor y abrió la boca:
¿De qué estaba hablando tan de repente? Sin querer miré hacia arriba. Keith
preguntó de nuevo con el ceño fruncido:
Keith apartó sus ojos de mi rostro y lentamente miró otra vez alrededor.
Casi me disculpo por eso, pero pronto recordé que había renunciado a la compañía.
—Esta casa es lo que puedo pagar con el salario del Sr. Pittman.
En voz baja, Keith levantó una ceja ligeramente. Mi corazón estaba latiendo.
Cuando trabajaba como secretario para este hombre, nunca le había respondido de
esa manera. Afortunadamente, Keith no dijo nada mientras se sentaba en el sofá.
El único consuelo que tuve fue tener un gran corazón y comprar un buen sofá. Dudé
y decidí quedarme allí. Por suerte, Keith no me recomendó que me sentara.
Por un momento, quise mentir, pero si lo hacía podría meter en problemas al equipo
de la secretaria.
—Sí.
¡Tenía que tomar valor y admitirlo! No tenía nada de malo. Cuando vi a Keith con la
cara enroscada entre sus manos, pensé sin darme cuenta de que se estropearía el
pelo. Estuve fascinado por un momento y no pude entender lo que estaba
pensando. Me quedé en blanco y luego escuché nuevamente las palabras de Keith:
Parecía exhausto, pero por supuesto era mi ilusión. La cara de Keith estaba llena
de disgusto cuando se sacudió la cabeza con nerviosismo y levantó la cabeza.
Quería preguntar qué demonios estaba pasando, pero fui paciente. Tenía curiosidad
así que pensé en buscar el artículo más tarde, luego dije con calma:
—Significa que no solo los hombres guapos como el Sr. Pittman pasan por eso.
—¿Por qué?
—No pareces ser de los que tiene aventuras con diferentes mujeres.
Su comentario había sido muy gracioso por lo que pensé que estaba lleno de
ingenio. Quería decirle que no había sido así, pero contuve el aliento y pregunté
fríamente:
—¿Importa?
Evitó mi pregunta con una respuesta rápida así que solo sacudí la cabeza.
Había pensado en una bolsita de té barata para ofrecerle, pero por suerte se negó.
Estaba nervioso, aunque al final fue Keith el que primero abrió la boca:
—¿Sí?
—...
Entonces recordé lo que dije ese día. Keith siguió esperando por mi respuesta,
increíblemente paciente.
—¿No es así?
—¿Por qué?
Keith hizo una pausa por un momento y luego suspiró. Se frotó la sien como si
tuviera un dolor de cabeza.
—Me estas pidiendo 200,000 acciones. —Me miró y apretó los dientes—. Pídeme
cualquier otra cosa, lo que quieras.
Por un momento, me mordí los labios, apenas tragando saliva. Respiré hondo e
intenté mantener la calma, fue entonces cuando mi nariz pudo sentir repentinamente
sus feromonas. Era hora de tomar mis inhibidores. Apresuradamente levanté mi
manga y bloquee mi nariz.
—¿Qué?
—Tus feromonas. ¿Cómo puedes hacer eso aquí? Si quieres contratarme de nuevo,
no me dejes oler esa maldita feromona en el futuro.
Derramé palabras duras, pero Keith no dijo nada. Él solo distorsionó ligeramente la
frente mientras que yo me apresuraba a cruzar la sala con la nariz tapada.
Al mismo tiempo en que abrí la ventana, una pequeña ráfaga entró. Inevitablemente
cerré la ventana de nuevo y regresé a donde estaba por primera vez.
—¿Terminó?
Por un momento pensé en las innumerables veces en las que imaginaba que
aparecía el genio de la lámpara frente a mí y solía pedirle diversos tipos de deseos,
pero cuando se hizo realidad, no sé me ocurrió nada.
Respiré profundamente sin querer. Y por un instante, el aroma de sus feromonas
se sintió mucho más ligero debido al aire exterior. Me quité la manga de la nariz y
abrí la boca:
—...
—Absolutamente no. —Me negué y agregué—: El contrato será renovado cada año.
—Sufrí mucho por la fiesta obscena del señor Pittman. Además, me agota
mentalmente cuidar de la vida privada del jefe.
—Si hay una fiesta, dígame de antemano qué tipo de fiesta es. En ese caso,
contrataré a un organizador.
Me conmovió.
—¿Hay algo en el mundo llamado eternidad? —pregunté, pero Keith no dijo nada.
Keith se rio inesperadamente en voz alta. Esa fue la primera vez que sonrió tan
alegremente.
Recuerdo que se rió cuando lo vi por primera vez, pero era la primera vez que lo
veía reír a carcajadas. Estaba sin palabras, él dejó de reír y se puso de pie en el
sofá. Una sonrisa de risa permaneció en su rostro mientras me miraba. Estaba
fascinado por ella.
—Voy reducir las feromonas y hacerte saber cuándo tenga una fiesta y el propósito
de la misma. Además de aumentar tu salario. ¿Eso está bien?
—Sí.
Las feromonas se redujeron según lo prometido. Keith tenía razón. La sala de estar
era demasiado pequeña. Acaba de darme cuenta que él y yo estábamos demasiado
cerca. Conscientemente contuve el aliento.
—Oh no.
Estaba nervioso así que levanté la cabeza con cuidado. Mi corazón pareció estallar.
Me apoyé contra la pared e inadvertidamente tragué saliva seca. De repente, mis
ojos comenzaron a cerrarse. Recién me había dado cuenta de que Keith y yo
estamos frente a frente en mi sala de estar y él me estaba mirando. Mis labios se
estaban acercando. Era ridículo.
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Bésame mentiroso
Capítulo 6
NOTA
• Los caramelos tienen una función inhibidora contra las feromonas de los
Alfas y Omegas. Además de controlar el olor de su propia feromona.
• RUT, es el celo del Alfa.
✤✤✤✤✤✤
Rápidamente presioné mis labios contra los suyos y luego los retiré. Sin embargo,
no podía permitirme sentirme desafortunado. Su lengua se abrió paso en mi boca,
haciendo contacto con la mía. Estaba sorprendido, me retiré involuntariamente. La
textura húmeda aún permanecía en la punta de mi lengua. Su lengua,
inmediatamente persiguió a la mía para lamerla y luego nuestros labios se
engancharon.
—¡Mhh!
Cerré los ojos con fuerza y respiré apresuradamente mientras chupaba mis labios
ligeramente.
—...
No podía respirar, él seguía respirando en mi boca. Ni siquiera podía saber si
nuestros alientos estaban mezclados. Sus labios se frotaban bruscamente contra
los míos. Keith, parecía comerme. Estaba asustado y emocionado.
—...Keith.
—Ah, sí.
Sentí un dolor que me trajo a la realidad. Tenía un sabor a sangre. Keith superpuso
sus labios y la chupó. La saliva y la sangre estaban mezcladas y resbaladizas. Su
lengua seguía lamiendo y frotando el interior de mi boca.
—... Ah.
Keith gimió.
Nada había cambiado desde que cerré los ojos. La distancia entre nosotros era
corta, él permanecía parado con sus brazos sobre mi cabeza y yo estaba
arrinconado contra la pared. Solo su aliento agitado y su expresión mirándome eran
diferentes. ¿Qué estaba pensando? Me pregunté. Era un estúpido, pensé en mi
cabeza.
—... Ja.
Me senté con un suspiro. Levanté mis manos a la fuerza y apenas palpé mis labios.
El aroma de las feromonas de Keith se extendía por toda la casa y solo mis labios
húmedos me hacían sentir su rastro de lo que había sucedido.
—Ja ja...
✤✤✤✤✤✤
—¡Yeonwoo!
Emma gritó cuando vio mi cara, aunque ya les había enviado un mensaje a todos,
el día anterior.
Eran menos de 10 días, pero era casi imposible preguntar qué había sucedido. Sin
embargo, había una historia que quería escuchar.
—Escuché que pelearon tanto que nadie pudo meterse entre ellas. El Sr. Pitman
estuvo presenciando todo. Las cabezas de ambas estaban revoloteadas, los
rasguños y las marcas en sus cuerpos eran inmensos. No fue frenético, la policía
no vino. Que alivio. Probablemente, si se supiera que hubo tal caso, la persona que
estaba organizando la fiesta también hubiera estado en problemas. Estoy tratando
de esconder lo sucedido tanto como puedo. Bueno, creo que el artículo aparecerá
pronto. Sin embargo, no solo una o dos personas lo han visto… ¡Sino toda la fiesta!
Porque el Sr. Pittman era el escándalo central. ¡Oh, debería haber visto la escena!
Emma suspiró con sinceridad. No era inusual para ella estar tan emocionada de
hablar. No era difícil adivinar la situación cuando pensaba en el día anterior.
—¿Yeonwoo?
—¿Está bien? ¿Por qué tus labios están así? No sabía que tenías la costumbre de
morderte los labios.
—... Gracias.
Whoo ...
Keith, que había escupido el humo durante mucho tiempo, volvió a mover su cuerpo
y silenciosamente volvió a ir al asiento, haciendo un chillido monótono.
Después de que Keith se sentó, di un paso y puse el horario que imprimí en medio
del gran escritorio. Observé en silencio mientras Keith jugaba con el cigarrillo en sus
labios y revisaba su horario. Esperando a que me diera instrucciones.
—... ¿Eh?
—¿Qué?
—Cancela todos los horarios hoy. —Continuó hablando—: Voy a ir a la fiesta de Ian
por la noche. Haz una lista de posibles socios.
Me había estado cansando de esto desde que me uní por primera vez. Ese hombre
tenía tanto dinero que podía vivir sin trabajar. A menudo pensaba que la razón por
la que dirigía una empresa de entretenimiento no solo era para gastar dinero como
un pasatiempo, sino porque era fácil encontrar a alguien con quien tener relaciones
sexuales.
No tuve que pasar por procedimientos molestos como citas. Todo lo que necesitaba
era una tarjeta de presentación con su nombre. Aun sabiendo que simplemente eran
parejas sexuales, estaban dispuestas a hacerlo. Eso era porque Keith era muy
atractivo para ellas. El Dueño de P Entertainment, el Alfa dominante, y el hecho de
que fueran elegidas por él… ¡Era un halago!
Incluso si no tuviera dinero, había mujeres dispuestas a acostarse con él con tal de
atraparlo. Había mucho que hacer a partir de ahora, aunque lo más importante era
reorganizar el horario. Le pediría a Emma que hiciera una suposición aproximada y
a Jane que se comunicara nuevamente con el anfitrión de la fiesta. Moví mi cabeza
tan pronto como salí de la oficina.
Todos tenían prisa por las instrucciones que les había dado, y dejando atrás al
ocupado personal comencé con el trabajo más importante.
✤✤✤✤✤✤
Cuando conté 3 segundos abrí la puerta. Keith estaba sentado de la misma forma
en la que estaba cuando salí de la oficina. La única diferencia era que los cigarrillos
se apilaban en el cenicero frente a él y, por supuesto, el humo dentro de la misma.
Valientemente crucé y me paré frente a él. De repente, pensé que sus feromonas y
el olor a cigarrillo serían difíciles de soportar.
Con una actitud mucho más sincera que antes, Keith examinó a las candidatas.
Pronto desplegó uno de ellas y me lo devolvió. Recogí el resto de los archivos y
puse el seleccionado encima. En caso de que necesitara encontrar a alguien la
próxima vez y este apurado podría presentar a las dos restantes.
—El horario ha sido reajustado. Eso es todo. Por favor, dígame si hay otros cambios.
Keith me miró.
✤✤✤✤✤✤
—Estoy de vuelta.
La voz de Emma hizo que levantara mi cabeza. Sentí compasión interna por su tez,
mostraba una apariencia cansada.
No solo era Emma. Lo mismo había ocurrido con los otros miembros del personal
en la oficina. Aunque yo estaba más cansado que nadie.
Pensé, agotado: «No es esa la cantidad de trabajo que mereces». Más bien, es
mejor sufrir con un trabajo pesado que encontrar una compañera para la cama de
Keith que también era doloroso y, además, tenía que soportar la ruptura.
—¿Yeonwoo?
Cuando levanté la vista ante sus repentinas palabras, vi una expresión de culpa en
su rostro. Últimamente me había dado cuenta del significado de su palabra. Hoy iba
a escoger a una nueva mujer, y pronto debería ir con la misma que había dejado, lo
cual era malo.
—Sí.
Quería negarlo, pero no tenía más información que ellos sobre Keith. Todo lo que
pude decir fue:
—¿Pero no ha estado al menos dos o tres meses antes? A veces hasta 6 meses, y
hubo varias veces. Pero ahora está cambiando cada mes.
Rachel abrió la boca.
—De todos modos, esa es la privacidad del Sr. Pittman y lo que tenemos que hacer
es lo que el Sr. Pittman quiera... —dijo Emma con una cara poco dispuesta.
—Así es.
—Así es.
—Entonces iré a conocer a la Srta. Annabel James. Después que regrese, el horario
del Sr. Pittman debe completarse sin interrupción alguna.
✤✤✤✤✤✤
—¿Por qué? Incluso si estoy histérica. Estoy decepcionada que me vieras así.
—La fama de Pittman es bien conocida. Debería estar bastante agradecida de que
tuve una oportunidad. No duró mucho, pero eso es inevitable, ¿verdad? Aunque
proteste de todos modos él no regresará. Entonces… ¿Qué puedo hacer? Necesito
ser fiel a la realidad.
Incluso en sus palabras, todavía no podía creerlo. La mujer frente a ella era una
súper modelo que ostentó durante el año pasado el título a mejor modelo, aunque
el título le fue quitado por una estrella en ascenso, pero aún era conocida. No podía
imaginar este tipo de dignidad. Por supuesto había ido preparado para todo tipo de
malas palabras y críticas. Terminarle a una mujer así en solo tres semanas. Me
sentí incluso triste.
Annabel aceptó el sobre con un elegante gesto con la mano. Las uñas bien cuidadas
eran excepcionalmente notables.
—Oí sobre ello. Pittman es muy generoso. —Riendo, agregó—: No tengo interés en
esto.
—¿Ah...?
Me sentí extraño como si fuera inesperado. Deslizó el interior del sobre con la punta
de la uña y lo colocó sobre la mesa. Sin interesarse sobre cuál era el contenido. Era
la misma actitud. Cambié la dirección de mis pensamientos, pero seguía reacio.
Annabel era muy, muy tranquila. Era como si eso fuera algo que no le interesaba.
Ella estaba escondiendo algo.
—Sí, lo siento. Pero, ¿puedo tomar un poco de agua? —Muy nervioso agregué—:
Estoy sediento.
Annabel dijo que entendía todo y se dirigió a la cocina. Después de un rato, ella
regresó con un vaso de agua fría.
—Aquí tienes.
—Gracias.
Sonreí y recibí la taza. Fue un acto que requirió una sincronización delicada y sutil.
Fueron solo unos segundos, pero al mismo tiempo, me mantuve cerca de su cuerpo
mientras enfocaba mis nervios para no perder la sonrisa.
—¿Dónde estará el pijama que usaba mi ex esposo? Lo recogí para tirarlo, pero si
está bien… ¿Lo usarías mientras seca tu pantalón?
Annabel se volvió hacia mí. Cuando nuestros ojos se encontraron, sonreí. Ella
también sonrió y bajó la mirada.
—¿No tendrías que secar eso también? —Como ella había dicho, tenía la ropa
interior mojada. Me ardía la cara de vergüenza, pero tenía prisa. Ella me señaló una
puerta—. La secadora está en el baño de allá.
—Gracias.
✤✤✤✤✤✤
✤✤✤✤✤✤
Los Omegas se veían afectados por la exposición constante de feromonas. Así que
pensé en encontrar rápidamente a Whitaker. Esta vez, los guardaespaldas me
bloquearon el acceso, mientras revisaban mi identidad. Tenía prisa.
—Soy el secretario del señor Pittman, pero él vino hoy acompañado del Sr.
Whittaker, quien está actuando como guardia de seguridad, necesito informarle algo
urgente —agregué—: Soy Omega.
—... Ah.
Su frente estaba ligeramente distorsionada. La razón era obvia por lo que agregué
de inmediato:
—Sé de lo que trata la fiesta. Solo voy a encontrarme con el señor Whittaker e irme
de inmediato para que no tengan de que preocuparse.
En el caso de las fiestas de feromonas, a menudo compraban Omegas para que los
invitados pudieran tener diversión.
Tan pronto como recordé la fiesta anterior, mi corazón pareció estar intranquilo, pero
no podía volver ahora.
El guardaespaldas pareció estar pensando por un momento, pero pronto salió del
camino.
—Cuidado, ahora mismo es una locura.
—Tenía prisa, así que vine a ver al Sr. Whittaker. ¿Dónde está? El teléfono no tiene
señal.
Sacó su celular.
—El teléfono está afectado por las feromonas. ¿No es realmente divertido que un
teléfono este afectado por feromonas?
Se rio, pero no tenía ganas de reír. El hombre que se sintió incómodo mirándome
por mi reacción de pronto se movió apresuradamente.
—¡Sr. Whittaker!
—Hoy fui a notificar a Annabel James sobre el fin de su relación con el Sr. Pittman.
—Tendrías que demostrar que es el esperma del Sr. Pittman. Pero para contrastarlo
tendrías robarlo del banco de esperma, aunque no puedes hacer esa estupidez. —
Luego agrego—: ¡¿Dices que va hacerse una inseminación artificial?!
—¿Espermatozoides vacíos?
Cuando estaba confundido, Whittaker pareció bastante sorprendido.
—Gracias.
Whittaker sonrió.
Estas personas estaban allí para proteger a Keith, y no estaban relacionadas con
mi seguridad. Tenía que cuidarme por mí mismo.
Después de que se alivió la tensión, el olor a feromonas que no había sentido llegó
a mi nariz. El caramelo en la boca ya se ha derretido más de la mitad. De repente,
sentí una sensación de crisis. Saqué dos caramelos más y crucé por el jardín
corriendo. Mi auto estaba estacionado afuera de la puerta principal. ¡Vamos, tenía
que irme! De repente estaba corriendo. Quería escapar de las feromonas.
Tan pronto como dudé, las feromonas me alcanzaron. El miedo me estaba llevando
al extremo. Me quedé sin aliento y corrí como un loco.
—¿Qué...?
Algo apareció de repente. Los deslumbrantes faros reflejaron mi rostro. Alguien haló
de mi brazo y me tiró. Me quedé sin aliento. Un auto deportivo estaba pasando
asombrosamente justo frente a mí.
—¿Estás bien?
Desde arriba escuché una voz y me di cuenta, tardíamente, de que uno de los
guardaespaldas me había salvado.
—Ten cuidado. ¿Por qué conducen así? —dijo, como si estuviera cansado, pero no
llegó a mis oídos.
Mas tarde, cuando desperté e intenté abrir la puerta de mi casa no pude ingresar la
clave, tenía mucho tiempo sosteniendo la manija de la puerta.
Tan pronto como abrí, corrí. Mientras temblaba, cerré las tres cerraduras y llené el
pestillo interior. Puse la silla frente a la puerta, pero aún no estaba aliviado, así que
fui urgentemente a la habitación sin quitarme la ropa, cerré las ventanas.
Finalmente, salté a la cama y volteé la manta hacia mi cabeza. Aun así, el temblor
no se detuvo. Lo único en mi cabeza era el hombre sentado en el auto deportivo
que pasó junto a mí. El hombre que trató de violarme. El pene del sujeto que mordí
tan fuerte ese día. Inmediatamente tuve náuseas, pero no salió nada excepto el jugo
gástrico amargo. Pensé que lo había superado. Estaba aterrado. Aunque me acaba
de dar cuenta que nunca traté de superarlo, solo lo ignoré. Y ahora se había
convertido en un monstruo gigante.
✤✤✤✤✤✤
No pude entender la voz por un tiempo así que pregunté aún aturdido:
—... ¿Emma?
Parpadeé en blanco.
—Siempre llegas temprano, pero hoy... Tal vez hubo un accidente o algo.
El reloj del coche me decía que había pasado el tiempo. Agarré el mango con ambas
manos y respiré profundamente.
—Creo que llegaré tarde hoy. Se lo explicaré al Sr. Pittman más tarde, así que por
favor comiencen a trabajar sin mí. Primero denle al Sr. Pittman el horario de hoy.
—…
La cara de Keith, estaba mirándome por la ventana del auto, como si estuviera
molesto.
• Traducido por: Its_Unfortunxte | Unfortunxte
• Edición: BLPages
Bésame mentiroso
Capítulo 7
NOTA
✤✤✤✤✤✤
«¿Por qué estaba este hombre aquí?». Apenas pude pensar, mi cabeza se sentía
confusa.
—¡Ah! —Keith chilló mientras se encogía de hombros—. ¿Qué estás haciendo? ¿No
puedes abrir?
Abrí la puerta, pero no fue hasta que salí del auto y me enderecé que me di cuenta
de que algunos hombres con trajes negros me tenían rodeado. Entre ellos, también
vi la cara de Whittaker.
✤✤✤✤✤✤
Desperté sorprendido.
Mi cuerpo saltó brevemente como si hubiera sido golpeado por la electricidad.
Parpadeé. Tardíamente, me di cuenta de que no estaba en mi auto. Por supuesto
que no era mi auto viejo. Estaba recostado en un cómodo asiento de cuero,
lentamente rodé los ojos y miré alrededor. Había desde interiores de mármol hasta
esencias de feromonas mezcladas con esencias de cuero suave, inclusive,
elegantes alfombras en el piso; y aunque no fue muy agradable, Keith se sentó a mi
lado. En ese momento, me di cuenta de que se sentía el olor de sus feromonas.
Después de eso, Keith, que escupió el humo durante mucho tiempo, abrió la boca:
—… Me gustaría tener una consulta médica—. Hablé con una voz que parecía
agotada, incluso cuando la escuché—. Parece que tengo un problema psicológico.
Perdón por no hacérselo saber de antemano.
Estaba mirando, pero de repente sentí que Keith estaba haciendo una llamada. En
poco tiempo, abrió la boca:
Ese era el nombre del médico a cargo de Keith. De hecho, yo nunca había efectuado
una reserva para Keith con él. Entonces, era solo un doctor que solo recordaba por
su nombre. Mientras la cabeza volvía a darme vueltas, sin darme cuenta, Keith se
frotó las arrugas de la frente con la mano que sostenía su cigarrillo.
En otras ocasiones, había tenido que llamar a Steward, pero esta vez yo no estaba
en el trabajo, así que supuse le habría dado la orden a Whittaker o Emma. «¿A
quién llamó?». Tenía una curiosidad, pero por supuesto no pregunté nada.
—Gracias.
Esperando a que Keith colgara, me miró brevemente con el ceño fruncido, sin
embargo, pronto se dio la vuelta. Entonces no dijimos ni una sola palabra. «¿Cómo
llego Keith? ¿Por qué vino?» Quería preguntarle, pero no pude hacerlo, cerré la
boca.
Llegamos al hospital sin hablar. El problema fue que entonces, no pude salir del
auto. La cara de Keith se volvió a distorsionar cuando mi cuerpo se solidificó y
revoloteó. «No puedo».
—¡...!
De momento tragué el grito y salté hacia atrás. El hombre que vi, abrió la boca
mientras me acurrucaba contra el asiento.
—Está bien, cálmate. Soy Norman Steward, médico. Tu eres el secretario del señor
Pittman, ¿cierto? ¿Has escuchado antes mi nombre?
Su rostro, con una sonrisa, fue gentil. Jadeé sin moverme. Steward no se movió de
su asiento y esperó hasta que me calmara. La puerta del auto estaba abierta detrás
de él. Si había un problema, Whitaker o cualquiera me ayudarían.
—Bien hecho.
—¿Estas bien?
—Sí.
Asentí.
No pude responder de inmediato, así que me mordí los labios. Hablarlo era doloroso
e insultante hasta la muerte. Steward me dijo que mi respiración se estaba
endureciendo nuevamente.
Después de apenas volver a respirar, sentí una fatiga tremenda. «¿Qué es todo
esto?» Probablemente lo lamentaría una vez que regresara a casa, tanto la
vergüenza como la amargura se multiplicarían y volverían a mí, pero ahora no
importaba. Estaba tan cansado que solo quería terminar con todo.
—... En la fiesta de ese día... —comencé.
Cuando apenas terminé de hablar, parecía que estaba exhausto. Estaba tan
agotado que no podía decir nada más. Tartamudeé mis palabras de manera
constante.
—Gracias por decirme, sé que debe haber sido difícil. Ahora descansa, voy a hablar
con Pittman.
Se movió lentamente para salir del auto. Un hombre abrió la puerta, me puse
nervioso y clave mi mirada en la entrada, sin embargo, Steward cerró desde afuera,
como si lo hubiera notado.
No sabía el significado de sus palabras, así que parpadeé. Keith me miró. Solo
entonces lo entendí. Abrí la boca después de morderme los labios y luego soltarlos.
—... No puedo trabajar así. Dame unas largas vacaciones... Creo que me tengo que
ir. Lo siento.
—Lo siento. Dame algo de tiempo... —Luego agregué vacilando—: Es mucho dinero
para mí, pero no es demasiado para el Sr. Pittman. ¿No es así?
Los ojos de Keith se entrecerraron. «¿Lo había hecho sentir mal?» Estaba
impaciente, exhaló nerviosamente el humo del cigarrillo.
—Lo necesito.
Sabía lo que eso significaba. Solo me necesitaba como secretario. Alguien rápido
para ocuparse de cosas molestas, cuidar cosas desagradables y hacer que se
sintiera cómodo en cualquier momento y en cualquier lugar. No era necesario por
ser yo mismo, sino sólo por ser el mejor para atender sus necesidades.
Sin embargo, mi corazón tartamudeó.
—... Lo siento. Pero, no puedo ir a trabajar... —dije con voz temblorosa—. Apenas
me subí al auto, pero... ahora estoy tranquilo. No sé si puedo hacerlo de nuevo
mañana.
Este era mi límite. Honestamente, ni siquiera sabía si podía salir del auto. Aunque
me sentí aliviado de estar con alguien, no obstante, si regresaba, volvería a estar
solo. ¿Podía superar ese miedo? No, incluso… ¿Podía salir al mundo otra vez?
En poco tiempo, Keith se movió. Tocó la ventana del auto con los dedos, con un
movimiento tan trivial. El tiempo que se había detenido hasta entonces de repente
comenzó a regresar rápidamente.
—... Ah.
—¿Crees que deberías encontrar otra secretaria para reemplazarme? Hay tantos
talentos en el mundo —dije y dudosamente agregué—: ... Incluso si es incómodo
por primera vez, pronto se adaptará.
Keith Knight Pittman no tenía motivos para esperar a que alguien más se ajustará a
él. Yo también había tenido dificultades en mis primeros meses, cuando mi senior
renunció y fue demandado por Keith. Al principio cuando comencé a trabajar con él
sentía que era una pesadilla, sin embargo, traté de satisfacer las necesidades de
Keith, incluso si tenía que usar mis fines de semanas. Después de un tiempo,
pareció que estaba bastante satisfecho con lo que estaba haciendo.
Fue natural renunciar a mi vida por este hombre, mientras trabajaba temblaba de
alegría cada vez que me enteraba de sus gustos y pensamientos. Hacer lo que ese
hombre quería y estar inmerso en su vida, me alegraba, aunque Keith… nunca se
dio cuenta.
—... Lo siento.
Eso es todo lo que tenía que decir. Keith se quedó sin palabras otra vez. La
velocidad del auto disminuyó. Se detendría pronto. Cuando pensé en eso, de
repente dejé de respirar. Tenía que bajar del auto. Tenía que ir a casa. Tenía que
acostarme solo en la cama para luchar contra el miedo. De nuevo mi cabeza se
enredó, un cierto aroma despertó mi mente. Era una fragancia de feromonas.
Al mismo tiempo, volví a mirar Keith. Me estaba mirando sin siquiera moverse. El
aire flotando era el mismo. Solo el aroma de sus feromonas penetraba fuerte y se
volvía más intenso.
Solo abrí la boca, no podía hablar porque no podía creerlo, pero ya sabía la
respuesta. Los ojos morados de Keith se decoloraron intermitentemente en oro.
Las feromonas que había estado enviando se habían multiplicado en cuestión de
horas. Todo mi cuerpo parecía estar siendo aplastado por su fragancia. Se aceleró
rápidamente y el sudor frío fluyó detrás de mi espalda, estaba mareado.
—... Ah.
Respiré profundamente sin siquiera saberlo. Al mismo tiempo, las feromonas fueron
absorbidas profundamente por mis pulmones y de repente se detuvieron. Cuando
dejé de respirar, Keith repentinamente me tiró del cabello.
—¡...!
Abrí mis ojos. Inmediatamente sentí sus labios presionando contra los míos y su
lengua pidiendo entrar en mi boca.
Casi lo rechacé, pero Keith simplemente agarró mi mano e hizo que el desistimiento
fuera imposible. Luché, aunque no pude superar el agarre de la mano que sostenía
mi cabeza. Mi boca estaba ocupada y mis labios fueron mordidos salvajemente
hiriéndolos, Keith se frotó la sangre y se la tragó. Al separarnos, la saliva cayó de
nuestros labios.
—… Bien.
El aliento de Keith era tan áspero como el mío. Sus ojos dorados eran
increíblemente fuertes.
—Vivirás en mi casa.
• Traducido por: Its_Unfortunxte | Unfortunxte
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Bésame mentiroso
Capítulo 8
NOTA
✤✤✤✤✤✤
Abrí la boca, pero pasaron unos segundos después de que salió el sonido.
Una voz que no parecía la mía latía en mis oídos. ¿Era mi voz así? Parpadeé
inexpresivamente.
—No hay lugar en el mundo que sea más seguro que mi casa. ¿No es así?
—Steward dijo que una forma de superar tu miedo es exponerlo. —Keith hablaba
mientras sacaba un nuevo cigarrillo—. En tu caso son las feromonas de un Alfa
dominante.
Un hombre con las mismas feromonas que los hombres que intentaron violarme.
Aun así, él era único hombre que nunca me desearía. Un hombre que nunca sabrá
a qué aspiro. Keith.
—¿Entonces vas a seguir vertiendo tus feromonas sobre mí hasta que mis síntomas
mejoren?
Mi lengua se deslizó por mis labios mientras sentía algo diferente a la saliva. De
repente, los ojos de Keith parecieron tocar mis labios. Puedo haber sido sola una
ilusión, pero su expresión no cambió.
Estaba seguro de que culparía nuevamente a mi feromona, sin embargo, esta vez
había tomado mis medicamentos, no debía estar emitiendo feromonas. Cuando se
lo pregunte con ansiedad, Keith frunció el ceño como si estuviera molesto.
Ah, ya lo había entendido. La forma más rápida y segura de inyectar feromonas era
el sexo, aunque este hombre me había besado en lugar de tener sexo conmigo solo
para calmarme. También quería asegurarse de que Steward tuviera razón. La
prescripción del médico había sido clara.
No era difícil respirar y mi cabeza ya no estaba tan confundida como antes. Keith
era actualmente la única causa de mi angustia. La racha de feromonas seguía
siendo dolorosa, pero era tolerable si pensaba que eran de Keith. En otro sentido,
solo había una razón por la que era difícil de soportar, y esa era porque yo soy un
Omega.
Tenía miedo incluso de imaginar lo que habría pasado si hubiera estado expuesto
a sus feromonas sin tomar inhibidores.
No podía vivir de esa manera de todos modos. No importaba lo que hiciera, debía
deshacerme de los síntomas.
—¿No es extraño que las feromonas del señor Pitman estén bien para mí?
Abrí la boca con fuerza e hice una pregunta peligrosa. Él me miró. No había signos
de vergüenza.
Esa fue la respuesta correcta. Fue por eso que sentí que mi corazón se estaba
rompiendo.
—... Correcto.
Lo admití con fuerza y cerré la boca de nuevo. Keith ya no dijo nada, había sido
como si intentará darme tiempo para pensar. La propuesta de Keith fue perfecta.
Podría hablar con los mejores médicos y obtener tratamiento, además de poder vivir
en una mansión; pero al mismo tiempo, fue lo más problemático. ¿Podría ocultar mi
mente mientras vivía con Keith? También debería tomar más medicamentos de lo
habitual. Si continuaba tomando más de la cantidad recetada de medicamentos,
existían algunos efectos secundarios, quizás una sobredosis en mi caso o ser
infértil.
En la casa de este hombre, algún día me volveré infértil o loco. Tal vez ambos.
Además, fue su feromona la que en primer lugar me transformó en Omega. Me
mordí los labios.
—Bueno. —Apenas abrí la boca sin tartamudear—. Aceptaré la propuesta del señor
Pittman. Gracias por su consideración.
Inadvertidamente bromeé:
Era difícil hacer que un hombre como él, sonriera… pero Keith sonrió brevemente.
De ser así, ¿en cuánto tiempo me hubiera dejado? ¿Cuál había sido el período más
corto? De repente, la cara de Annabel apareció en mi cabeza. Keith golpeó
brevemente el panel que bloqueaba el asiento del conductor con la mano y con un
cigarrillo.
No pude responder a eso. Tampoco tendría poder en mis piernas. Incluso sentarme
era difícil, así que tenía que hacer todo lo posible para evitar resbalar y rodar por el
piso. Keith volvió a llevarse el cigarrillo a la boca como si lo supiera.
Al final, Keith se dirigió a su mansión. Puse mis manos sobre mis rodillas,
mirándome las yemas de los dedos sin querer. El automóvil estaba lleno del aroma
de las feromonas que había descendido profundamente. Tenía miedo, pero
inesperadamente a medida que pasaba el tiempo, mi mente se tranquilizó, gracias
a las feromonas de Keith. Cerré los ojos, respiré hondo lentamente y exhalé. El
aroma llenó mis pulmones. De repente, volví a respirar hondo, y ya no recuerdo
más...
✤✤✤✤✤✤
Repentinamente abrí los ojos al sentir que mi cuerpo estaba temblando. Mi campo
de visión estaba fuera de foco. Sentí como si todo mi cuerpo estuviera flotando.
¿Todavía estaba despierto o dormido con los ojos abiertos? Miré sin comprender y
me detuve cuando la cara de Keith apareció a la vista.
—¿Eh...?
Lo miré.
Era la primera vez que veía a ese hombre desde ese ángulo. Keith notó mis ojos e
inclinó la cabeza. Inmediatamente nuestras miradas se encontraron, lo miré
confundido. De pronto, una sonrisa salió. Parece que sonrió, pero no estaba seguro.
Era sorprendente que Keith me hubiera mirado.
✤✤✤✤✤✤
Me desperté con el sonido de un golpe. Abrí los ojos, confundido por un momento.
¿En dónde estaba? La escena de la habitación desconocida hacía que el cuerpo
vacilará, pero cuando la puerta se abrió, vi entrar a una cara familiar.
—Estaba inconsciente en el auto del señor Pittman. Quizás fue por las feromonas.
Le preparé un té para que pueda despejar su mente.
—... Ah.
—Lavé su ropa. ¿Va a traer su equipaje? El Sr. Pittman nos dio instrucciones de
prepararle ropa si es necesario.
—¿Sí?
Inadvertidamente pregunté, mirando la ropa que llevaba puesta. Era una ropa de
dormir.
Charles me dijo:
Silenciosamente llevé la taza a mi boca. Charles, dejó una escuela técnica en suiza
y fue un diácono por muchos años. Cuando terminé de beber té, me preguntó,
moviendo una taza vacía a la bandeja.
Charles tenía riesgo de mutación, cuando le pregunte un día por que se mantenía
al lado de un Alfa dominante que podía acelerar el proceso. Charles respondió
inexpresivamente: “Soy muy mayor para cambiar. Además, el Sr. Pittman es un
hombre gratificante y elegante”. Eso calmó mi curiosidad. Si cambia a una edad
avanzada, probablemente esté en el libro de los récords Guinness.
Había puesto la medicina en la mesa de noche, junto con mis otras cosas. Miré
rápidamente la cantidad de medicamentos.
Pensé en lo que había pasado, como su lengua había azotado el interior de mi boca,
como nuestras lenguas se habían enredado mientras acariciaba la tierna piel de mi
boca, mezclando nuestras salivas y retorciéndome los labios. Cerré mis ojos. Lo
que quedada adentro de mi boca era su dulce fragancia.
Sentí mi cuerpo caliente y de pronto pensé en mi ciclo de celo así que rápidamente
encontré la medicina y la arrojé a mi boca sin agua. Ahora, esto se repetiría todos
los días. Las feromonas de Keith que flotaban en el aire eran succionadas por mi
cuerpo, pero quería que la medicina fuera absorbida mientras esperaba, exhalé
lentamente. Poco a poco mi pulso disminuyó y finalmente llegó el silencio. Cerré mis
ojos. El aroma de Keith estaba en todas partes.
✤✤✤✤✤✤
Un sonido me levantó, estaban tocando la puerta. Después de abrir los ojos, estuve
confundido por un tiempo. Parpadeé, me senté al lado de la cama y fingí revisar mi
celular. Charles abrió la puerta. En su brazo llevaba la ropa que había usado el día
anterior.
—Oh... Bajaré.
—Por favor, venga al salón de té al final del pasillo en el segundo piso. El Sr. Pittman
siempre desayuna allí... Si quiere comer por separado puedo alistar otro ambiente.
Cuando abrí la puerta, el aire fresco del exterior atravesó todo mi cuerpo.
Ahora, estos días se repetirían diario. Iba a estar fascinado al mirar a ese hombre e
iba a respirar su feromona.
—Hola.
Ofrecí un saludo ordinario mientras sentía la luz del sol detrás del Keith, y los árboles
ondeando soltaban su ligero aroma.
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Bésame mentiroso
Capítulo 9
Miré a Steward con una mirada impotente. Habían pasado tres días desde entonces.
El problema era que no podía deambular por la empresa como lo hacía antes. No
me desmayaba ni tenía ataques de ansiedad, pero de repente tenía miedo. Sabía
por primera vez cómo era estar atrapado en el miedo, aunque finalmente logré hacer
todo por teléfono, dejando muy poco en mi oficina, la cual estaba conectada a la
oficina de Keith.
Steward me había dado unos medicamentos los cuales debía tomar todos los días
cada dos horas. No estaba seguro, pero intentaba confiar en sus palabras.
Habían pasado algunos días desde que regrese a la compañía, aunque cada vez
que me encontraba con un Alfa, estaba menos asustado. Quizás se debía a la
medicina.
Sin embargo, sabía que habría límites para la paciencia de Keith. Me puse nervioso
al mismo tiempo que estaba impaciente. Como yo, Steward estaba sentado en un
solo sofá, algo alejado de mí. Durante la consulta, siempre se sentaba cerca de la
puerta y la mantenía abierta todo el tiempo, lo cual me tranquilizaba. Si sucedía
algo, Charles y otros empleados domésticos me ayudarían. La idea era hacerme
sentir lo más aliviado posible desde que llegué a la mansión.
Sorprendentemente, era un médico bastante bueno. Se dice que se especializa en
consultar a personas de alto rango, pero los ciudadanos pequeños como yo ni
siquiera podíamos pensar en hacer alguna reservación telefónica con él; aunque es
el médico de Keith.
—¿Alguna vez has conocido a un Alfa dominante que no sea el Sr. Pittman?
De repente, Grayson Miller vino a mi mente, pero sacudí la cabeza. Pensé que no
era adecuado para responder la pregunta porque era solo el amigo de Keith y solo
lo había visto en algunas oportunidades.
—No.
—Entonces no tienes más remedio que saber sobre los Alfas dominantes. Sin
embargo, no es fácil para el público en general saber acerca de ellos —dijo y luego
murmuró para sí mismo—. ¿No son las feromonas el arma más grande de los Alfas
dominantes? Se desconoce el mecanismo exacto de cómo afecta al cerebro, pero
se conoce que los efectos de las feromonas provocan diversos resultados.
—¿Has visto los resultados de un estudio reciente? El Alfa extremo tiene una
inmunidad excelente, ¿verdad? Así que rara vez se enferma y se recupera rápido
después de haber sido lastimado. Además, desintoxica más rápido las drogas y
alcohol. Entonces, es fácil beber cocaína y éxtasis en el vino. Es por eso que incluso
si bebes cocaína y éxtasis en el vino, no te emborracharas ni te volverás adicto. Eso
es todo por la influencia de las feromonas. Bueno, en casos raros, hay
medicamentos que pueden ser utilizados incluso por Alfas extremos, pero en
realidad no son pocos.
—... Parece que las feromonas del extremo Alfa son para todo uso.
—¿En serio?
—Para evitar esto, las feromonas generalmente se eliminan por adelantado. ¿Qué
sucede si sumas una cantidad habitual a las feromonas? El cerebro estaría siendo
sobrecargado por feromonas.
—¿Ahora lo sabes? ¿Por qué los Alfas extremos no pueden renunciar a tanto sexo?
Bueno, si lo deseas, puede verter una gran cantidad en poco tiempo, pero hay un
límite para la liberación artificial, la mejor forma siempre es la liberación natural
mediante el sexo.
—Eso no significa que tengamos que cambiar a nuestras parejas con tanta
frecuencia.
Pregunté de nuevo:
En ese punto, casi se me cayó la taza. ¿En serio? Mirando la sorpresa, él me sonrió
con una mano en la barbilla.
Estaba en blanco. ¿Cómo podía decir algo así? Abrí la boca, pero no salió el sonido.
—Es solo un rumor, pero se dice que uno de los hermanos de Miller ha estado con
un perro.
Se rio.
Los seis hermanos de Miller eran famosos por ser todos Alfa, excepto uno. Además,
el padre era el dueño de una de las empresas más reconocidas, pero a medida que
avanzaba en la política, le entregó la dirección a su primer hijo. Nassani Miller, un
abogado especializado en compañías, de sangre fría, llamado el abogado del
diablo.
—Ahora aprenderás algunas cosas poco a poco. Centra tu mente en otra cosa.
Entonces se reducirán los ataques de pánico.
—No está confirmado, pero es cierto que los rumores circulan de todos modos.
—Hmm.
—Mmm.
Volteé la cabeza hacia el sonido que escuché, Charles estaba parado afuera de la
puerta abierta.
Steward sonrió y se levantó de la silla. Charles, quien entró, se puso frente mío y se
inclinó. Después de una palabra cortés, tomó una taza vacía de mi mano, con un
gesto muy elegante. Steward lo esperó y luego siguió adelante.
—Nos vemos mañana, Yeonwoo... Ah, es fin de semana. Entonces nos vemos el
lunes.
Asentí y me despedí.
Después de que se fueron, me quedé allí sentado por un rato. Mi corazón estaba
abrumado por la información que me había dado Steward. Mi cabeza estaba
intentando entender a Keith.
—¿Pasa algo?
La voz que sonó me asustó así que me levante del sofá. Keith se paró sobre la
puerta abierta.
—¿Lloraste?
—No.
Luego caminó hacia mí. Inevitablemente, Keith se paró frente a mí. Me levanté del
sofá. Estaba fascinado mientras miraba sus delicados dedos largos acercarse a su
cara. Una mano elegantemente doblada cubrió mis ojos y los acaricio. Keith hablo
con voz baja.
Tenía muchas ganas de llorar. Tenía que responder, pero el sonido no salió, así que
tenía prisa.
Intente cambiar el tema, Keith, que guardó silencio por un momento tomó la mano
que había acariciado mis ojos, y tocó su cabello. Silenciosamente vi su cabello
oscuro envolverse suavemente alrededor de sus dedos y luego regreso a su lugar.
Traté de cambiar el tema, pero pisé una mina. Keith se había reunido con una
acompañante en el hotel. Yo había realizado todas las citas y reservas. Después
del trabajo, Keith me dejó en la mansión y luego se dirigió directamente al hotel sin
bajar del auto. Haber hecho esta pregunta sabiendo yo mejor que nadie cuál era el
propósito… No era la información que quería saber en absoluto.
De repente mis ojos se volvieron borrosos. Solo entonces noté la feromona de Keith.
Era tan natural que no podía darme cuenta. Cuando la visión borrosa me hizo
temblar y perder la estabilidad, Keith me agarró del brazo y tiró de él con fuerza, mi
cuerpo chocó contra el suyo. Cerré los ojos mientras olía el dulce aroma de sus
feromonas.
Keith bajo la cabeza. ¿Acaso estaba intentando besarme? Cerré los ojos con pocas
expectativas, pero estaba equivocado. De repente sentí su aliento en mi cuello.
Keith olfateo mi aroma y mi pulso se aceleró. La mayoría decían que los Alfas olían
el aroma de sus compañeros para decidir si lo aceptaban o no. Se había
considerado como una justificación humana para los instintos del Alfa.
Apenas levanté los pesados párpados. De repente, Keith levantó la vista y me miró.
Estaba fascinado por su rostro que estaba demasiado cerca. Incluso, parecía tocar
sus labios un poco.
Keith por un momento no reacciono hasta que respondió con un suspiro, parecía
recordarlo. Abrió la boca:
Keith era un hombre con una cara tan complicada. Entonces, Keith levantó su
cuerpo y se sentó en línea recta, mirando hacia arriba. Me sentía confundido. Se
acarició la barbilla por un momento mientras parecía estar pensando en algo, y de
pronto, se tocó el pelo nervioso.
—Subiré.
Me quedé en blanco
✤✤✤✤✤✤
—¡Ah…! Ah...
Era domingo.
—Hola, Charles.
Lo miré torpemente.
—Sí.
—¿Quiere té o café?
Le respondí ansiosamente:
Charles asintió.
—Ah, sí.
Asentí, pero fue inesperado. Di un paso adelante y parpadeé sin comprender por un
momento, luego, cuando comprendí ya era demasiado tarde, solo vi su espalda
alejándose. El cuarto de Keith. Mi corazón comenzó a acelerarse. Habían pasado
varios días desde que estaba en la mansión, pero nunca había entrado en su
habitación.
—Ah...
Cuando finalmente abrí la puerta, las feromonas inundaron todo mi cuerpo. Su cama
era particularmente enorme, en la pared opuesta a la cama, colgaban pinturas al
óleo. Era una pintura elegante y seductora de Venus. En el dormitorio, no había
mucha decoración aparte de un par de muebles sencillos.
Keith todavía estaba dormido. Cuando lo vi acostado “solo”, en una cama enorme,
me sentí ridículamente aliviado. Aunque sabía que había regresado a casa el día
anterior, había un desafortunado miedo en un rincón de su corazón. Después de
comprobarlo con mis propios ojos, puse una patética sonrisa en mi rostro. Tenía
una delgada sábana que cubría su cuerpo, sin querer tragué saliva seca.
Era la primera vez que veía su cuerpo desnudo. Pude ver el pecho de Keith, tenía
la piel bronceada, su pecho era lo suficientemente firme como para tocarlo de
inmediato. Sus músculos bien formados sobresalían a simple vista.
Sentía que ni siquiera podía respirar mientras movía mi mirada desde su nuca hasta
la clavícula. Sus hombros y brazos permanecieron fuertes a pesar de estar dormido.
Mi lenta mirada fue bloqueada por la sábana, pero no pude mover mis ojos allí abajo.
La delgada tela me impidió ver todo el cuerpo de Keith, es decir, si miraba debajo
de la sábana, seguramente lo conocería todo, pero tenía miedo de imaginar qué
pasaría si viera su pene. No tuve el coraje suficiente para llegar allí. Apenas y
respirando, sostuve mi mano mientras la mantenía presionada contra mi pecho.
Tenía que despertarlo.
—Sr. Pittman.
Gracias a Dios. Una voz, que no era diferente de lo habitual, fluyó en mis oídos. Me
acerqué con más coraje y reprimí el deseo de acariciar su pecho desnudo; apenas
le puse un dedo en el brazo. Por suerte, Keith no se despertó.
—Sr. Pittman.
—... Ugh.
Keith, que emitió un sonido profundo dentro de su cuello como un gemido, frunció
el ceño aun recostado, luego abrió sus morados ojos. Parpadeó unas cuantas veces
como si tratara de concentrarse, su mirada se dirigió hacia mí. Su cabello oscuro,
su cara recién despabilada, sus hombros anchos y su pecho firme. ¿Cómo no podía
ama a ese hombre? Si pudiera abrazarlo y besarlo en ese momento, lo haría.
De repente, Keith levantó la parte superior de su cuerpo y extendió su mano
jalándome hacia él. Me sorprendí cuando sucedió. Nos encontrábamos tan cerca
que podía sentir su aliento en mi cara mientras nuestras narices se rozaban. Mi
corazón comenzó a latir con fuerza, fue entonces cuando lo vi con los ojos abiertos.
El dulce aroma había crecido aún más. Keith estaba emitiendo más feromonas, pero
la feromona que emitía era distinta a las otras ocasiones, era suave y envolvente,
como si tratara de tentarme.
De repente, Keith se detuvo y fui testigo de cómo los ojos de ese hombre volvieron
repentinamente a la realidad. Eso hirió mi corazón. Keith me empujó de inmediato
y me tropecé.
—Maldición, tu feromona...
Había pasado mucho tiempo desde que estaba tan enojado. El primer día que lo
conocí, recordé vagamente que estaba muy molesto. Keith no pudo soportar la ira
y arrojó la almohada que cayó en la suave alfombra.
Tan pronto como se calmó, me preguntó con una voz tranquilizadora. Aun así, sus
ojos todavía estaban fríos por lo que respondí lo más hábilmente posible:
—Charles preguntó si podía venir a despertarlo, Sr. Pittman. ¿Que desea para
desayunar?
Le respondí formalmente.
—Espresso, triple.
Keith de repente levantó la sábana y dejo al descubierto todo cuerpo. Voltee la
cabeza. Pronto, mi corazón comenzó a latir fuertemente. A Keith no le importó mi
reacción, se levantó y fue al baño.
✤✤✤✤✤✤
—Gracias.
Saludé a Charles, que vertió jarabe de arce sobre mis panqueques. Tomé uno de
los panes y lo llevé a mi boca, miré a Keith, quien no me ha mirado desde que bajo.
De pronto, escuché que una silla retrocedía. Keith levantó la cabeza y se fue. Me
dejaron solo en el comedor. Terminé de comer a un ritmo lento.
Silenciosamente llenó mi vaso con jugo de naranja. Charles que hábilmente limpió
el jugo que fluía fuera de la botella de vidrio con un paño, espetó:
—La reunión de hoy de es recurrente, aunque puede ser incómodo para ti y para
los invitados. Pero si tienes problemas con las feromonas...
Pronto dejó de hablar. Tampoco sabía qué hacer, yo podría estar escondido en mi
habitación y tener convulsiones por las feromonas de alguien que no fuera Keith.
Una compasión muy instantánea pasó por la cara de Charles, aunque apareció y
desapareció tan rápido que me confundió.
—No olvides tu teléfono celular. Cuando los invitados se hayan ido, ventilaremos el
lugar y nos comunicaremos contigo. ¿Sabes mi número? Si no puedo contestar el
teléfono Emily lo hará.
Escribió hábilmente el número sobre un papel que luego puso sobre la mesa.
Agradecí y recogí el papel.
Pensé por un momento, pero no se me ocurrió nada porque tenía el estómago lleno.
Después me dijo que le dijera más tarde.
✤✤✤✤✤✤
—¿Deseas descansar en una habitación vacía? Hay una sala para empleados.
—En la parte posterior hay lugar utilizado por los empleados. Ocasionalmente, si
hay una fiesta o algo especial, siempre hay varias salas vacías disponibles para
trabajadores temporales. Yo limpio todos los días para que los recién llegados usen
la habitación de inmediato. Yeonwoo si no te importa, creo que puedes quedarte
allí.
De repente, el estudio de Keith vino a mi mente. Cuando entré por primera vez en
la mansión, Charles me guio por la casa. Conocía el estudio, pero no había entrado
en ese momento.
—Ah...
Estaba abrumado por tantas colecciones que no pude llegar a una decisión. Pero al
dudar y mirar alrededor de la estantería, luché por encontrar una novela moderna.
Después de buscarla, tuve que decidir qué autor leer, había varios libros de años o
idiomas diferentes. Por supuesto, me costó entender cuál me convenía mejor. Al
final, el libro que seleccione cuidadosamente fue una novela de un escritor alemán
que había sido producido como una película. Disfruté viendo la película. Entonces,
pensé en leer la novela, pero la olvidé en mi vida ocupada. Cuando vi la foto del
autor, me intrigué. Sonreí inadvertidamente. Cuando miré el reloj era una hora más
tarde.
—Yeonwoo. —Charles estaba caminando hasta que, de pie y frente a mí, abrió la
boca tan casualmente como de costumbre—: ¿Estás bien? Los invitados llegaran
pronto.
—Gracias.
✤✤✤✤✤✤
Leí la misma línea una y otra vez, pero aún así el texto era confuso.
✤✤✤✤✤✤
—Hola. ¿Aburrido?
Decliné apresuradamente.
Traté de adivinar dónde podría haber personas, para no causar tantos problemas.
La respuesta llegó rápidamente al pensar en qué zonas se moverían los invitados.
En la sala de recepción, talvez conversaron y luego se fueron al salón de té.
Entonces, la cocina era probablemente el lugar más concurrido en este momento.
Era un rottweiler.
Un enorme perro de pelea, que solo había visto en imágenes, me estaba rugiendo.
«¿Qué? ¿Por qué no me dijeron que ese perro estaba aquí?». Numerosos
pensamientos pasaron a la vez en mi cabeza, pero todos eran preguntas sin sentido
y no ayudaban en esta situación. «Debería llamar a alguien». Apenas abrí la boca,
pero no hubo sonido. Al mismo tiempo, la ansiedad se aseveró. Entonces…
«¿Quién iba a venir? ¿Cuándo? ¿Cuánto tiempo tardarían?».
Me estremecí y caí al suelo. Abrí los ojos en este momento. Casi simultáneamente,
el perro ladró salvajemente. Mis brazos estaban envueltos alrededor de mi cabeza.
Incluso, el aire descendió. Ni siquiera podía gritar, estaba congelado. Fue cuando
un grito salió volando de la nada.
—¡Alex, para!
Y eso fue todo. No hubo más ataques. Por orden de alguien, el perro estaba
tranquilo. Mi mente estaba en blanco. Pude ver al perro corriendo hacia una
persona. No muy lejos, un hombre que parecía ser el dueño estaba de pie.
—Siéntate, Alex.
Era la misma voz de antes, una voz fría. El perro siguió una orden con una actitud
dócil. Lentamente moví mi mirada. Era un hombre que ya conocía el que sostenía
el collar del perro. Él también me reconoció.
—¿Yeonwoo? —preguntó con una sonrisa familiar—. ¿Qué estás haciendo aquí?
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Bésame mentiroso
Capítulo 10
El perro estaba ridículamente tendido a sus pies mientras él me miraba con el ceño
fruncido, aun así, mantenía su cara sonriente, lo que me hacía sentir incómodo.
Apenas abrí la boca para hablar, sin embargo, no hubo sonido. El aroma de las
feromonas había hecho que mi corazón latiera fuertemente. Si el olor hubiera sido
más denso habría perdido el autocontrol, otra vez. Estaba agradecido por el viento
que venía desde atrás.
—Ajá.
—Pero no suele atacar. Creo que le gustaste mucho, Yeonwoo. —Se rio y
preguntó—: Si lo piensas, ¿te gustaría aparearte con Alex en tu ciclo de calor? Está
bastante desesperado.
Al menos, era cierto que era una broma. Me quedé sin aliento y seguí intentando
abrir la boca:
—Espera un minuto.
De repente, no tuve más remedio que parar allí, mientras me preguntaba qué estaría
pensando, fue cuando Grayson dijo:
—¿Entonces por qué estás aquí? No hay nada que puedas hacer en primer lugar.
—... Disculpe.
Apenas dije eso, me di la vuelta. Quería entrar a la casa y más específicamente, a
mi habitación y esconderme. Sentía que me faltaba la respiración. Las cosas no
estaban saliendo como lo había previsto.
Grayson me llamó con una voz llena de risas. Como siempre, estaba tratando de
decirme algunas palabras más con una broma ligera. Lo sabía claramente, mi
cabeza lo sabía, pero mi cuerpo no podía evitarlo.
Grayson preguntó, avergonzado, pero no pude decir nada. Seguía respirando solo
por la boca. Mi cabeza estaba tensa y mis ojos parpadearon. ¿Estaba muriendo?
El miedo agarró todo mi cuerpo. Tenía la boca abierta pero no entró oxígeno.
Gradualmente, la conciencia se volvió borrosa. Mientras tanto, el aroma de Grayson
todavía flotaba dulcemente sobre mi nariz; fue cuando de repente, alguien me
abrazó por detrás.
—Está bien. —Una voz tranquila y calmada fluyó en mi oído—. Está bien, respira
lentamente...
—... ¡Ugh!
De repente entró el aire y respiré, una leve tos salió. Oh, gracias a Dios. Mi mano
temblorosa se aferró a su camisa.
—Hmm...
Dejé de llorar. No pude resistir mis emociones. Mientras sacudía mis hombros y me
ahogaba, escuché la voz de Grayson, que permaneció en silencio hasta entonces.
—¿Qué?
Grayson preguntó, aparentemente confundido, pero Keith dijo lo mismo con una voz
fría:
—¡Deshazte de tu feromona!
—¿Qué?
Keith respondió tan simple como molesto:
—¿Pero solo tus feromonas están bien? ¿Todas las otras feromonas le provocan
eso?
Keith asintió.
Keith no respondió.
Grayson tampoco parecía querer una respuesta, pero pronto agregó como una
broma:
—Cállate, Grayson.
—Ja, ja, ja. —Grayson se rio a carcajadas, aunque pronto se convirtió en una risa
amarga—. Pobre Yeonwoo.
Miré a Grayson con ojos nublados. Me estaba mirando fijamente, con una sonrisa
como siempre.
Capítulo 11
El aire de la noche era frío, así que mis brazos estaban envolviendo mi cuerpo, pero
no quería volver a buscar ropa de abrigo. Keith actualmente, está teniendo sexo con
una acompañante, por lo que no puedo entrar a la casa así que, deambulo por el
gran jardín. Olí cuidadosamente las feromonas que se desbordaban. El aire dentro
de la casa estaría tan húmedo que no podría soportarlo. Tenía miedo de entrar a la
mansión.
—Vendré pronto.
Dicho esto, desapareció como el viento y yo me quedé allí, frotándome los brazos.
¿Qué hora era? Inadvertidamente miré con tristeza mi muñeca vacía. Keith a veces
las llamaba al hotel y otras veces a su casa. Aunque está vez, el periodo había sido
corto, habían sido en espacios de 3 días. La había llamado todos los días durante
la primera semana. No había nada de que decepcionarme porque se suponía que
ya la conocía. Sin embargo, era difícil verla entrar a su habitación con orgullo.
Pretendí quedarme dormido las primeras veces y me quedaba en mi habitación
desde la tarde, pero debido a la feromona que se desbordaba, podía ver la situación
sin estar físicamente ahí así que, a menudo deambulaba fuera de la mansión. Me
dolía el corazón a morir.
Era una pena que me hubiera olvidado del reloj y mi celular porque salí antes de lo
esperado. Me sentía amargado.
Miré la mansión una vez más cuando un grito fluyo desde la ventana abierta de
Keith.
Los sucesivos gemidos me habían estado molestando por mucho tiempo, pero lo
que me molestó aún más fue que Naomi, que era la compañera, había durado un
poco más de tiempo que la anterior. Ya era hora de cambiar.
A Keith le podía haber gustado Naomi. Mi corazón pareció estallar solo por
imaginarlo. Después de un tiempo ya no podía escuchar los gemidos y los gritos,
se estaban quedando sin aliento. La mansión estaba en silencio. Suspiré, fue
entonces cuando por detrás escuché el sonido de la puerta. Pensé que Charles
había vuelto con mi abrigo, pero estaba mal. Había sido Naomi quien abrió la puerta.
Tan pronto como me vio, me asustó. Naomi, que llevaba un vestido delgado que
hacía relucir su delgado cuerpo y dejaba al descubierto su abultado pecho, se me
acercó.
Su voz se oía cansada. Lo comprobé cuando miré sus ojos, los cuales también
lucían de esa manera.
Curiosamente, mi voz fluyó en mis oídos con tanta calma. Naomi me miró, tenía una
mirada sorprendida, pero no era mi intención.
Repetí las mismas palabras una vez más. Con voz seca.
No pude decir nada cuando la miré con una expresión en blanco, como si estuviera
recordando. Había escuchado varias veces los sentimientos de las compañeras de
Keith sobre sus encuentros en la cama. Sin embargo, traté de ignorarlo. Naomi, no
conocía mis sentimientos, sentí una tristeza.
—Pero no importa qué tan bien me pueda hacer sentir un consolador, no sería igual.
Observé su hermosa cara, bastante arrogante.
—¿Satisfecha?
—No lo has visto, así que no puedes saber. Keith es el mejor hombre que he visto.
¡Dios mío! ¿Por qué estás tan asustado?
Me puse nervioso.
—¿Golpearte?
Lo siento, pero ya era agua derramada, ya lo había dicho. Miré a Naomi y ella
suspiró, luego respondió con franqueza y sin rodeos:
—Hay muchos casos en los que no puedo aceptar una despedida, pero con Pittman
es diferente, haré lo mejor que pueda hasta el final, aunque puede haber algunas
cosas con las que no estoy satisfecha.
No tuve que dar una explicación detallada, así que me callé. Naomi entrecerró los
ojos. No podía entender lo que estaba pensando. Puso un cigarrillo en su boca y
dijo con elocuencia:
—Todos están enojados con una persona orgullosa y arrogante. A ti también te debe
estar costando mucho. —Ella fuma lentamente y sonríe—. ¿Tienes que callar todo
lo que sabes?
Era correcto, pero no podía asentir con la cabeza. Naomi me preguntó en silencio.
—¿Sí?
—Un Omega puede dormir con una mujer, ¿verdad? Simplemente no puede tener
hijos. Solo seria para disfrutar.
—¿Hijo?
¿Naomi tenía hijos? Había estado casada dos veces, pero ahora estaba soltera. No
había oído hablar sobre un hijo, y cuando la visité, solo vi a los empleados dentro
de la casa. Me acordé apresuradamente y pronto la cuestioné:
—¡Sí, Mickey!
—Realmente te pareces. Mickey se ve así cuando está enojado conmigo. Mira esto,
¿es realmente lindo?
Naomi intentó encontrar una foto en su teléfono celular para mostrármela. Por
supuesto, me negué.
—Es por las feromonas. Asegúrese de bañarse cuando llegue a casa. Tome
medicina también.
—Jajaja.
Ella se rio. Por supuesto que no me reí en absoluto. Aparte mis labios a toda prisa,
pero en esos momentos, Charles salió.
—Charles.
Lo saludé. Charles, que tenía mi abrigo, miró a Naomi y caminó directamente hacia
ella.
Cuando miré la reacción tranquila del diácono, lamenté haber hecho solicitudes
innecesarias, aunque Naomi nunca se dio cuenta de la situación.
Naomi se rio y me mando una señal de beso con la mano. No dije nada. Vi como
Charles arrastraba a Naomi y de repente, me sentí genial. Cuando levanté la cabeza
sin que lo supiera, me detuve momentáneamente.
Tenía curiosidad por todo, pero no podía preguntar. Tenía la camisa desabotonada
y el cabello desordenado, lo que lo hacía parecer más rudo que nunca. Estaba
confundido por la apariencia desconocida de Keith. Mi corazón latía. El aire nocturno
solitario pasó una vez más. Inevitablemente, levanté la mano y agarré mi cabello
perturbado por el viento.
Después de eso, escupió un largo humo, el humo que fluía en línea recta se dividió
en el aire momentáneamente y luego, se dispersó por todas partes.
—... Ah.
No fue hasta ese momento en que sentí que mi corazón se tranquilizó y que me
había quedado solo en el gran jardín de la mansión.
✤✤✤✤✤✤
—... Así que decidí publicar un informe hasta el día de hoy. Me pondré en contacto
con el nuevo director y comprobaré el progreso. No hay cita para el almuerzo, pero
si una cita con el abogado a las tres en punto. Voy a ponerme en contacto con
Chase Miller. Y finalmente, Grayson Miller dejó un mensaje. ¿Desea que lo llame...?
Una voz seca sin emoción alguna sonó dentro del auto.
Keith no dijo ni una palabra. Hoy le había leído el horario en el mismo tono.
Ahora que lo pensaba, mi envase de inhibidores parecía que se había reducido esta
mañana, era natural, estaba tomando más de lo habitual, por lo tanto, se terminaba
cada vez más rápido. Recordando las palabras de Charles, saqué mi celular. En
caso de que no tuviera tiempo de ir a la farmacia, le pediría que me consiguiera más
medicamento.
Charles se había encargado de preparar todo, incluso de los trajes para usar en la
oficina. Eran las instrucciones de Keith, pero de todos modos no estaba muy
cómodo. Debía ir de compras y conseguir más trajes por mí mismo. Si mejoraba, tal
vez podía irme a casa.
Pensé en ello, y pronto lo ignoré. Tenía que centrarme en este momento. Keith abrió
la boca para enviar un mensaje rápido:
Respondí la pregunta.
Keith frunció el ceño, pero guardó silencio. Normalmente, no era muy hablador.
Por la mañana, iba a trabajar con él en su auto e informaba sobre el horario del día
en el auto todos los días. Esperando instrucciones, aunque los silencios repetidos
se habían vuelto desconocidos y habían hecho que mi mente se abarrotara cada
vez más. Tan extraño.
—Bien.
Tan pronto como llegué a la compañía, tuve más lugares para llamar.
Chase Miller. De repente recordé su rostro. Actualmente, era el actor más vendido
en Hollywood y el tercero de su familia. Ojos color púrpura, Alfa dominante y con
una cabellera rubia, caracterizadora de los Miller.
No me respondió. Esperé y miré hacia arriba, luego pregunté una vez más:
—Sí tú...
Estaba tenso. Keith endureció su cuerpo para no perder ni siquiera el aliento. Sin
embargo, ya no habló. Todavía me miraba con el ceño fruncido mientras yo solo
esperaba sus siguientes palabras, aunque Keith ya no parecía dispuesto a hablar.
Lo vi levantar la mano sin siquiera pestañear. Sus delicados dedos se acercaban a
mis mejillas. Estaba tan mareado que me faltaba el aliento. ¿Era por las feromonas?
¿Estaba siendo engañado por de nuevo por ellas?
Cerré los ojos sin que lo supiera, de repente escuché una campana. Dudé y levanté
los párpados. Keith todavía me estaba mirando. Con sus manos sobre mí, el timbre
del teléfono todavía seguía sonando. En el silencio, solo las sonatas para piano de
Beethoven se escuchaban.
Suspiré.
Después de la cena, preparada por Charles, tuve una consulta con Steward.
—Si alguna vez tienes una convulsión o ataque de ansiedad, toma esta. Si no se
calma, toma la otra.
—Oh.
—Siento llamar tarde. Creo que debería decirte lo que dijo Chase.
Me preparé rápidamente para tomar notas. Pronto el agente suspiró. Sentí algo
siniestro.
—Sí, Chase dijo que rompería este contrato. En primer lugar, ustedes fueron
quienes cambiaron el contenido del mismo.
—Decidí hacer eso, pero… ¿Qué puedo hacer si a Chase le disgustaba el contrato?
De nuevo, su profundo suspiro fluyó por el auricular. Por un momento, no tenía nada
que decir. ¿Qué era lo que realmente no le gustaba? Había presentado todas las
condiciones mucho mejor que la primera vez. Solo había cambiado el rol de Chase
Miller.
Sin embargo, la razón por la cual Chase Miller fue elegido como un papel secundario
en lugar de un papel principal todavía no era convincente entre los ejecutivos. No
obstante, nadie se atrevió a cuestionar a Keith.
Además, la elección de Keith siempre era correcta. El final de una película de la que
todos no estaban convencidos y de cual se opusieron, había sido alabada como la
mejor película del año, convirtiendo a un actor desconocido en una estrella.
Entonces, de nuevo la elección de Keith… ¿funcionaría? Todos estaban dudosos y
obligados a seguir órdenes.
— Bueno, eso...
—De eso es de lo que voy a hablar con él, y voy a concertar una cita para vernos.
—Ok.
Era común crear condiciones y dificultar las negociaciones, pero esa arrogancia
contra Keith no tenía que ver con el contrato.
—Está bien.
En respuesta a mi advertencia, la otra parte también respondió con una voz triste.
Sentí compasión por la idea de que este hombre no era diferente de mí.
Fue cuando volví a suspirar.
Escuché un coche afuera. Keith está volviendo a casa. Me apuré y salí del salón.
Cuando salí de la puerta principal, vi a Charles parado listo para saludar a Keith. El
automóvil, corriendo desde una distancia no muy lejana, dibujó un gran círculo en
medio del pequeño jardín, cuando el auto se detuvo. El primero en bajar fue
Whittaker, se acercó al auto y abrió la puerta.
El mayordomo, hizo una pregunta con poco acento, este tipo de días solían venir
con una ducha. Keith añadió tan casualmente como de costumbre:
Keith, quien parecía haber fumado desde que estaba en el interior del automóvil
tenía un cigarrillo entre los labios. A medida que me acercaba, se mezcló el familiar
olor a humo de tabaco ligeramente con su feromona. Traté de no oler el aroma del
gel de baño que estaría allí. Keith, finalmente subió las escaleras de la entrada.
Repentinamente, se detuvo.
—¿Qué?
El cigarrillo en su boca me hizo pensar en lo dulce que eran sus labios. De pronto,
imaginé que el cigarrillo sería yo y a último momento sería arrojado al suelo, sin
dudarlo. Pronto volví a la realidad. Keith todavía me estaba mirando. Mi corazón
latió con fuerza , traté de ocultar mi reacción y respondí como siempre:
—Hablé con el agente de Chase Miller, pero dijo que le gustaría reunirse para hablar
del contrato, no le gustan las condiciones.
—¿Chase?
—Sí.
Abrió la boca de nuevo y luego, mordió el cigarrillo que colgaba de su largo dedo.
—¿Cuándo?
—¿Ah?
—No dijo la fecha ni la hora exacta, pero estaría bien el descanso para el almuerzo
del próximo martes, estará vacío.
—... Bien.
Pensé que estaría muy enojado o tendría una reacción similar, pero se terminó así.
¿Keith esperaba que eso sucediera? Mientras tanto, Charles abrió la puerta
principal esperando a Keith. Pasó junto a él, como siempre.
Quería decirle que era la misma dirección hacia mi habitación, pero en lugar de decir
la verdad, hice preguntas.
—Si tiene algo que esperar, lo prepararé con anticipación. Entonces el contrato
procederá rápidamente.
—¿En serio?
—De acuerdo...
Estaba confundido.
—Grayson...
—¿Estás cansado?
Keith miró hacia atrás. Pensé que le estaba haciendo una pregunta presuntuosa,
pero inesperadamente, fue él quien abrió primero la boca.
—Un poco.
—¿Masaje?
—Sí —asentí—. Solía trabajar a tiempo parcial debido a mis gastos de vida... Oh,
también tengo una licencia. Si no es lo suficientemente bueno entonces...
Keith lentamente tomó el cigarrillo.
El silencio aplastó mis hombros con tanta fuerza que solo pasaron unos segundos
hasta que volvió a hablar:
Tak, tak.
En 10 minutos.
Respiré hondo varias veces y canté el himno nacional para tranquilizarme, luego
olvidé la letra, así que busqué apresuradamente en Internet, posteriormente, leí el
poema y respiré hondo nuevamente.
Pude ver mis manos temblorosas claramente al tocarla. Abrí lentamente, la vista de
la habitación que había visto en la mañana apareció a mi frente.
Levanté la cabeza y miré a Keith. Llevaba unos pantalones cómodos de algodón
mientras que su torso estaba desnudo. Era natural, le iba a dar un masaje, pero no
podía decidir dónde dejar de mirar, incliné la cabeza. No obstante, la parte superior
de su cuerpo se quedó impresa en mi mente.
Mi corazón latió con fuerza, como si fuera a estallar. Debido al sonido de mi corazón,
mis oídos no podían escuchar sonido alguno correctamente. Los nervios de todo mi
cuerpo se pusieron alerta.
Su voz ronca se filtró y tosió, luego señaló el baño a un lado sin decir nada.
Me apresuré a ir.
El diseño del baño no era muy diferente al de mi habitación. Solo era mucho más
amplio. Dentro, los artículos disponibles eran más o menos similares, incluso vi los
mismos analgésicos simples en el lugar donde solía poner los medicamentos.
Pronto, encontré una loción.
—No.
Los músculos de su espalda, eran firmes como los de un nadador y sus hombros
eran anchos.
Mientras esperaba una respuesta, me quedé con las palmas en su espalda. Quería
sentir este sentimiento un poco más.
—... Sigue.
—Entonces, continuaré.
Todavía permanecía con los ojos cerrados. Ni siquiera podía mirarlo sin pensar y
de repente abrí los ojos, temí ser atrapado. Mientras tanto, mi mano se movió
mecánicamente. Mis dedos recorrieron sus largos músculos, frotando lentamente,
acariciando su cuello y hombros. Con el paso del tiempo, mi cuerpo comenzó a
recordar. Incluso si traté de no pensar, mis manos se movían naturalmente así que
me sentí cómodo.
—... Jaja.
De repente, Keith se rio brevemente. Revisé su rostro. Keith todavía tenía los ojos
cerrados, pero una leve sonrisa en su boca.
—Han pasado 3 o 4 años, pero solo lo hice a veces durante las vacaciones... Sería
alrededor de un año si contara la cantidad de meses.
Keith abrió los ojos mientras hablaba con atención. La pupila púrpura debajo del
párpado medio levantado se volvió hacia mí. Detuve mi mano sin saberlo y lo miré.
Keith estaba realmente cansado, su rostro frío desapareció en cierta medida. Estaba
fascinado y lo miré a la cara.
Caliente.
El silencio incómodo fue difícil de soportar, así que encontré algo que decir
desesperadamente. Apenas se me ocurrió una cosa.
Estaba ansioso por decirle que me encontraba celoso. Traté de ocultar la expresión
e incliné deliberadamente la parte superior de mi cuerpo para no alcanzar su mirada,
luego me alejé lo más posible.
—¿Quién?
—Ah...
Keith no era de los que se encontraba con su compañera todos los días. A veces
era una vez cada 3 días y a veces cada 4. Sin embargo, me había sorprendido
porque no había tenido más de tres días en los últimos años, y recientemente había
sido casi todos los días.
Tartamudeé avergonzado:
Keith contestó:
—¿Gustado? ¿Ella?
Cuanto más hablaba, más ganas tenía de estar en un pantano. Murmuré, sintiendo
mi cara arder:
—Supongo, porque te has estado reuniendo durante bastantes días con ella. Lo
siento.
—...
Keith no dijo nada. Todavía me miraba con la cara en blanco que decía que era
patético. Por supuesto que era verdad. Yo era un chico realmente patético. ¿Por
qué le había dicho esto a Keith?
Me apresuré a bajar.
—Lo siento.
Mire a Keith para ver si aceptaba mis disculpas o se negaba a tratar conmigo. Yo,
que me había dedicado al masaje por un tiempo, tomé coraje y abrí la boca. Nunca
hubiera podido preguntarlo si no fuera ahora.
Abrí mi boca nuevamente para disculparme. ¿Por qué había hecho esta pregunta
inútil? Me arrepentía, pero incluso antes de decir algo, Keith respondió:
—De todos modos, no importa con quién juegues, si sigues tratando con una
persona se pueden equivocar. Además, los medios harán suposiciones inútiles.
Además, en estos días parecía un sueño. Vivir en la misma casa que este hombre,
comer juntos y tener una conversación como esta. Incluso me abrazó, aunque fue
un acto que tenía que hacer porque tenía una convulsión, tenía ganas de llorar cada
vez que recordaba el momento. Este hombre hacía latir mi corazón fuertemente
algunas veces, decenas de veces diría, y podía ser que nunca dejara de latir por él.
Si no hubiera sido tan amable, habría creído que este corazón podría algún día
olvidarlo. Me preguntaba, ¿qué pasaría si conociera mi corazón?
Me di cuenta de nuevo cuán lejos estaba Keith. Pensé que era un compañero que
no podía tener. Este hombre no tenía la intención de estar atado a nadie.
Especialmente conmigo, un hombre.
Deliberadamente moví mi mano. Me concentré en el trabajo y aparté mis
pensamientos inútiles.
Entonces, ¿por qué la veía tanto tiempo? Además, el número de veces era más
frecuente que en otros momentos. Definitivamente pensé que ella le gustaba.
—¿Está dormido?
En silencio, solo la muñeca que sostenía temblaba con una leve sensación de ardor.
Inadvertidamente lamí mis labios secos con mi lengua. Pensé que tenía que decir
algo, pero no me vino nada a la mente. Keith solo me miró.
Al final de la oración, mis palabras parecieron perder fuerza. Keith no debía haberme
escuchado. Sentí que mi corazón iba a estallar en tensión.
—¿...?
Quería preguntarle por qué estaba haciendo eso, pero no hable. Keith miró hacia
abajo enfocando la muñeca que sostenía.
Qué demonios. Su rostro parecía estar enredado con emociones complicadas, las
cuales eran más difícil de adivinar. ¿Por qué Keith no podía abrazarme con esa
mirada?
—...Ah.
Suspiros profundos fluyeron. Mi corazón estaba latiendo como loco, no podía
caminar. Me apoyé en la puerta de su habitación, y sin querer tuve que cerrar los
ojos para respirar durante mucho tiempo mientras estaba de pie.
✤✤✤✤✤✤
Intente abrí los ojos por la mañana, sin querer gruñí. Después de algunos intentos,
apenas levanté mis párpados. Cuando revisé mi muñeca sin saberlo, estaba
ligeramente magullado. En silencio, me toqué. Mi pecho latía con fuerza, mientras
estas contusiones permanecían.
Toqué mi muñeca con mis labios, pero de repente escuché un golpe. Aparte la mano
apresuradamente.
Charles, entró.
—¿Estás despierto? ¿Qué te gustaría para el desayuno? El Sr. Pittman dijo que
comerá en su habitación.
—Ah...
—Ah.
Incluso el sonido de un tenedor golpeando la mesa sonó tan fuerte que escupí un
suspiro. Charles se puso de pie a mi lado intentado llenar mi vaso de jugo, me
negué. Cuando regresé a la habitación y terminé los preparativos restantes, de
repente me mareé.
Mientras estaba apoyado en la pared contuve el aliento por un tiempo, sentía una
sensación que sacudió mi cuerpo. Sabía lo que era este sentimiento. A veces
pasaba una vez al mes por un tiempo corto y otras veces, cada pocos meses por
un tiempo prolongado.
✤✤✤✤✤✤
Incluso en el auto que usábamos para trabajar, Keith nunca me vio a la cara. Fingí
trabajar y miré la pantalla de la tableta, luego abrí y cerré el horario sin querer.
El silencio había sido más largo que nunca. De repente, el último día que lo vi me
vino a la mente. Desayunar en su habitación esta mañana podía haber sido un
simple capricho. Sin embargo, cuando recordé el día anterior, sentí algo inusual.
Abrí la boca varias veces y luego la cerré. No era probable que respondiera solo
preguntando por qué estaba de mal humor, ya que solo escucharía palabras
sarcásticas, las cuales me lastimarían. Ya lo había experimentado.
Afortunadamente, era bastante notable que estaba de mal humor sin mucho
esfuerzo. Aunque realmente hoy era extraño.
Cuando lo miré, me sentí incómodo y abrí la boca para decir algo nuevamente, pero
fue Keith quien habló primero:
Keith me miró buscando algo que decir, frunció el ceño y giró la cabeza.
No hablé más y pensé en la próxima consulta, debía pedirle a Steward que me dijera
cuándo iba a estar mejor. ¿No había otro tratamiento? Si había tal cosa, lo aceptaría
y le diría.
La cara que estaba frente a mí a través de la ventana del auto todavía no tenía
expresión. No podía confiar en Keith para siempre. Si este hombre realmente se
cansaba de mí, esta vez iba a rodar hasta el fondo.
✤✤✤✤✤✤
La cita con Chase Miller se decidió después de algunas rondas. También esperaba
que esto fuera difícil.
—Así es, el horario está vacío y lo comprobé varias veces, pero de repente hubo un
imprevisto...
—¡... !
Tiré de mi cabeza y miré hacia el techo. Tardé unos segundos en suprimir mis
emociones.
—¿Planeas continuar con el contrato?
—Por supuesto, Chase está muy satisfecho con el papel. Ah, por supuesto, el papel
anterior.
El gerente dudó:
—...
Pensé en las citas que leí en alguna parte. Después de pasar mucho tiempo, dije
con calma.
—Si interrumpe una cita como esta, será muy difícil para usted administrar su
agenda...
Colgué.
Sin embargo, no tenía confianza en sus palabras. ¿Qué iba a decir Keith si le dijera
que le he hecho una cita nuevamente? Últimamente parecía que su mente estaba
en otro lugar, era tan indiferente. Creí que me iba a estallar la cabeza porque estaba
escribiendo el horario restante. A medida que avanzaba, reorganizaba el horario de
Keith, luego comencé a hacer llamadas urgentemente.
✤✤✤✤✤✤
Keith se sentó primero en el asiento al lado de la ventana. Había una silla para
sentarse un poco lejos de él. Me senté en silencio.
Respondí con certeza. Esta vez podía creerle, pero estaba ansioso.
¿Chase Miller se apegaba incluso a sus citas? Lo recordaba por su nombre, pero
nunca lo había visto realmente. Era la primera vez que lo vería. ¿Cómo se verá?
A pesar de eso, tenía curiosidad. No era la edad o la situación para gritar de alegría
por las celebridades, pero era cierto. Incluso como secretario del propietario del
grupo de entretenimiento, había conocido a los principales actores. Era una
experiencia inusual verlos de primera mano.
—Oh gracias. —Me entregaron el menú, después me dirigí hacia Keith y hablé con
cuidado—. Sr. Pittman, ¿le gustaría un café expreso? ¿O té?
—Té.
Cuando volví a tocar mi corazón, cerré los ojos y lentamente los abrí de nuevo. Nada
había cambiado. Keith seguía mirando en la misma dirección, apartado de mí, y yo
miraba su espalda. Pensé que estaba cansado de este amor por primera vez. Me
pregunté si había llegado el momento de cerrar realmente mi corazón.
✤✤✤✤✤✤
El sonido de la taza fue débil. Keith ya había terminado su primer té. Me pregunté
qué debía ordenar. Observé con impaciencia, pero no vi signos de Chase Miller.
¿Había sido un accidente al venir? No podía creer que hicieran esperar a Keith dos
horas.
—Voy a ir pronto.
—Iré.
—Lo siento.
—... ¿Eh?
Incliné la cabeza.
—¿Qué...?
Observé con atención, pero Whittaker se acercó de repente y habló en voz baja:
—Yeonwoo, ¿qué sucedió con Chase Miller? ¿No vino? Nosotros estuvimos
custodiando la entrada, pero ni siquiera vimos su sombra.
—No vino.