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PRIMERA PARTE InTRODUCCION CAPITULO UNA GIRA POR EL MUNDO 1.1 {Qué es la macroeconomia? En qué se diferencia la macroeconomia de la microeconomifa? La respuesta se encuentra en sus raices grie- £288: macro significa grande y micro, pequefio. La macroeconomia estudia las variables econdmicas agregadas, co- ‘mo la producciGn de la economta en su conjunto (Ia produccion agregada) o el precio medio de todos os bienes (el nivel agregado de precios). En cambio, la microeconomia estudia la produccién y los precios de mercados expectticos. Esta respuesta plantea otra pregunta, {No es la macroeconomia una mera rama de la microeconom{a? ;No son Jas economias un mero conjunto de mercados especificos, de tal manera que cuando se comprende cada uno de ellos, se comprende toda la economia? La respuesta es afirmativa en principio, pero no en la prictica. En principio, entonces, podemos imaginar que formulamos la condiciOn de equilibrio seguin la cual la deman- ‘da debe ser igual a la oferta en cada uno de los millones de mercados que componen tna economia moderna, enume- rando todas las variables que afectan a la demanda y a la oferta en cada mercado y utilizando una poderosa compu- tadora para hallar las condiciones en tas que Ia demanda es igual a la oferta simulténeamente en todos los mereados. En la préctica, los conocimientos que poseen los macroeconomistas acerca de las economéas y de todas las interrelaciones que hay en ellas no son lo suficientemente buenos para que esta estrategia sca viable. Y aun cuando consiguieran construir tamaiios modelos y resolverlos con una computadora, sean tan complicados como las econo- ‘mis y casi tan diffciles de comprender como ellas. Las simplificaciones de la macroeconomia Dada la complejidad de la disciplina, la labor de la macroeconomia es encontrar la manera de simplificar, con 1 tin de explicar la conducta de las variables agregadas. Los macroeconomistas simplifican suponiendo que el mun- do es mucho mas sencillo de lo que realmente es. Por ejemplo, en lugar de seguir la pista a los numerosos bienes y Jos mercados en los que se venden, normalmente recurren a la ficcién de que solo hay un bien, con una tnica curva de demanda y una nica curva de oferta, que se comercializa en un mercado. De esa forma, en lugar de seguir la pis- taza los millones de curvas de demanda y de oferta que existen en realidad, solo necesitan pensar en la curva de-de- manda y la curva de oferta “del” bien ‘Una vez hechas esas simplificaciones, pueden construr sencillas estructuras para estudiar e interpretar la eco- rnomia, Estas se denominan modelos. Los modelos macroeconémicos son instrumentos légicos, internamente cohe- rentes, para describir el funcionamiento de las economias. A veces no son més que descripciones escritas; en la ma- yoria de los casos se basan en las matcméticas. Una de las ventajas Ue la uilizacion de las matemticas reside en que obliga a asegurarse de que los modelos no tienen errores I6gicos. {.Cémo deciden los macroeconomistas las simplificaciones que van a hacer? En primer lugar, pensando mu- cho en sus implicaciones y en los riesgos que corten realizndolas. Algunas son inocuas para unos fines, ariesgadas para otros. Por poner un ejemplo que no guarda relacién con la economia: los libreros pueden prescindir sin riesgo 2 MACROECONOMIA alguno del hecho de que sus clientes tienen distinta estatura, pero serfa muy imprudente que los sastres postularan ese ‘mismo supucsto. En segundo lugar, comparando continuamente los sencillos modelos que elaboran con la realidad que obser- van. El mundo de hoy, integrado por cerca de 190 paises, les brinda numerosas experiencias para explicar', La histo- ria les brinda muchas més. Los macroeconomistas se ven obligados, pues, a preguntarse continuamente: ;Podemos cexplicar estas experiencias? En caso negativo, jen qué debemos cambiar nuestras ideas? ;Debemos modificar radi- ccalmente la estructura de nuestros modelos o simplemente algunas de nuestras simplificaciones? De vez en cuando, un acontecimiento obliga realmente a realizar grandes revisiones. Asf ocurrié durante la Gran Depresién, periodo de elevado desempleo que duré mas de diez afios. antes de la Segunda Guerra Mundial. Las teorfas macroeconémicas existentes en la década de 1930 demostraron ser incapaces de explicar la profundidad y la duracién de la Depresién. Cuando el economista inglés John Maynard Keynes propuso en 1936 una nueva manera de entender el proceso de determinacién de la produccién y de explicar la Depresién, su enfoque se impuso de inmedia- to. En diez aflos, sus ideas habfan transformado totalmente la macroeconomia. Dejando a un lado esos momentos determinantes, muchos acontecimientos levan a los macroeconomistas a darse cuenta de que han dejado fucra de sus modelos un elemento fundamental o que hau intexpretade inal trv. Eso fue lo que ocurrié durante la década de 1970, cuando la mayoria de los paises sufrieron durante casi diez afios una ouunflacién (\Esmie wcutado por los economistas para referirse a un periodo de estancamiento e inflacion simulté- neos), La aparicién de elevados niveles de desempleo y de inflaciOn no encajaba bien en la idea, entonces vigente, de que los pafses podtan tener o un elevado desempleo o una elevada inflaci6n, pero no ambos fenémenos a la vez. Tras algunos estudios, qued6 claro que las perturbaciones que estaban sacudiendo por entonces a la economia —a saber, las enormes subidas del precio del petr6leo impuestas por la OPEP, que es el cartel de los productores de petréleo— cran diferentes de las que se habfan producido en las décadas anteriores. Como nunca habfan visto antes este tipo de perturbaciones, los macroeconomistas no las habian incluido en sus modelos. Sin embargo, unos afios més tarde se comprendian mucho mejor los efectos de alaunas perturbaciones como las subidas del precio del petrOleo. y las per- turbaciones de costes acabaron incluyéndose en los modelos. La estanflacién dejé de ser un enigma, Por qué discrepan a veces los macroeconomistas La macroeconoma es, pues, el resultado de un proceso continuo de construccién, de interaccién de las ideas ys hechos. Lo que hoy creen los macroeconomistas es el resultado de un proceso evolutivo en el que han elimina- do las ideas que han fracasado y han conservado las que parecen explicar bien la realidad, Eso no significa que la macroeconomia actual sea “correcta”. Ocurrirén, sin lugar a dudas, nuevos aconteci- ientos que levardn a los macroeconomistas a poner en cuesti6n algunas de sus ideas; es posible que algunos lle- guen incluso a revisarlas radicalmente. Tampoco significa que las lecciones de la historia y el proceso interactivo en- tte las ideas y los hechos sean tan contundentes que todos los macroeconomistas estén de acuerdo en todo. Ellos dis- ctepan en muchas cuestiones, aunque a menudo menos de lo que se cree. Cuando lo hacen, es por dos razones muy diferentes. En primer lugar, incluso cuando comparten la misma idea sobre el modo en que funciona la economia, sue- len disentir sobre la importancia que conceden a los diferentes objetivos. Algunos estén dispuestos a reducir la desi- sualdad de la renta, incluso aunque algunos de los medias necesarios para aleanzar este abjetivo, como la fijaci6n de clevados tipos impositivos, influyan negativamente en la actividad agregada, Otros creen que la desigualdad de la ren- ta dehe aceptarse y que es més importante que haya un elevado nivel de actividad agregada. Algunos coneeden més trascendencia a la lucha contra el elevado desempleo que a la lucha contra la inflacién, porque consideran que el de- sempleo es un gran mal social. Otros hacen hincapié en la lucha contra la inflacién, porque piensan que esta sItima ‘es mas peligrosa para la sociedad. Muchas veces, las discrepancias obedecen a ideas politicas. A los socialdeméct® "Nef saber cudnt pis hay ene mand. La Organiacin de las Nalones Unidas tne 184 miembros, er aanot pales, como Tad, no peencen ‘ella El sistema telefinico atilze 182 prefs interacionales diferentes, La Organisacin de Normalizacién Internacional, que asigna cAdigos los nombres de lot ates, ene 259 ego eiferecen, ENA GIRA POR EL MUNDO 3 tas y a los economistas que tienen inclinaciones socialdemécratas normalmente les preocupa més la desigualdad de la renta y el desempleo; a los conservadores y a los economistas que tienen inclinaciones conservadoras les interesa més el crecimiento y la lucha contra la inflacién, Las medidas que recomiendan ambos grupos son, pues, diferentes. Estas discordancias persistirin mientras los individuos (y, por lo tanto, los economistas) tengan valores distintos. En segundo lugar, la realidad a menudo no es suficientemente evidente para que todos los economistas coin- cidan. A diferencia de los investigadores de casi todas las demds ciencias aplicadas. los economistas no pueden rea- lizar experimentos controlados. Cuando un ingeniero quiere averiguar cOmo afecta la temperatura a la conductivi- dad de un material, leva a cabo un experimento en el que modifica la temperatura, asegurindose de que todo lo de- més permanece constante, y observa emo cambia la conductividad. Pero los macroeconomistas que quieren averi- 2uar. por ejemplo, cémo afectan las variaciones de la oferta monetaria a la actividad agregada no pueden realizar ese tipo de experimentos controlados: no pueden hacer que el mundo se pare mientras piden al banco central que altere 1a oferta monetaria, Normalmente, los cambios de ta oferta monetaria coinciden con muchisimos otros acontecimien- tos. que van desde una modificacién de la legislacion fiscal hasta una huelga, condiciones meteorolégicas anormales, etc, Por lo tanto, para aislar la influencia de un cambio de la oferta monetaria en la produccién, los economistas, cuan- do examinan los datos, deben tencr en cuenta las demés variables que eambiaron al mismo tiempo. Este proceso es bastante dificil y obliga a hacer suficientes juicios de valor sobre las variables cuya influencia debe tenerse en cuen- tay sobre la forma en que debe (enerse presente esa influencia para que los diferentes economistas que examinan un mismo episodio Heguen a conclusiones distintas. Observando un mismo episodio, un economista puede considerar que el dinero influye poderosamente en la actividad y otro puede pensar que mtluye menos. La existencia de un nimero cada vez mayor de episodios y su estudio, asi como Ia utilizacién de técnicas ca- da ver mejores para examinar los datos, reducen esas diferencias de opinién con el paso del tiempo. Por ejemplo, existe un elevado grado de unanimidad sobre la influencia del dinero en la actividad econémica, cuando no sobre los cauces especificos a través de los cuales se deja sentir, pero hay y seguiré habiendo discrepancias. En este libro cen- tramos la atencién en el tronco comtin de la macroeconomia, en la forma en que se utiliza para estudiar el mundo y en aquello en lo que coinciden la mayoria de los macroeconomistas. Pero al mismo tiempo, también indicaremos en ¥¥ por qué discrepan. 1.2 Observando el mundo Qué les quita el suetio a loy macroecunomistas y a lus autoridades macroeconGmicas? En Estados Unidos, en el momento de escribir este libro, duermen mejor que en muchos afios. Tras la rece- sion de principios de los anos 90, la economia norteamericana ha venido creciendo, la inflacion se ha mantenido en un bajo nivel y el desempleo ha sido inferior a la media registrada desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, no todo va bien. En concreto, la tasa subyacente de crecimiento de la economia norteamericana parece que ha des- cendido desde la década de 1970. El bajo crecimiento, junto con el aumento de la desigualdad salarial estd provo- cando una reduccién de los salarios de las personas que se encuentran en el extremo inferior de la distribucién de las cualificaciones. Las perspectivas econdmicas actuales de otros paises ricos son mas sombrias que las de Estados Unidos. En Furopa, la buena noticia es que la produccién esti creciendo y la inflacién es baja en la mayoria de los paises. Pero ‘en muchos, la tasa de desempleo es muy alta y no parece que vaya a retornar pronto a un bajo nivel. También ha ha- bbido malas noticias en Japén. Su crecimiento ha sido muy bajo en la década de 1990 después de mantenerse en un clevado nivel durante la mayor parte del periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. La principal preocupacién ‘de los macrocconomistas y de las autoridades macrocconémicas de Japén a fines de la década cs cOmo conseguir que la economia japonesa crezca de nuevo. En el resto Ue este capitulo, examinamus unis detenidamene lo que esté ocurriendo en distintas partes del ‘mundo. situando los acontecimientos actuales en el contexto mas general de la evolucién econdmica de estos pafses en los dtimos treinta afios. El lector debe leer el resto de este capftulo como leeria un ariculo del periddico. No debe preocuparse del significado exacto de las palabras ni de comprender al detalle todos los argumentos. El objetivo ¢s po- nerlo en alguna medida en antecedentes y presentarle las cuestiones de la mactoeconoméa; mas adelante, definiremos 4 MACROBCONOMIA los términos y formularemos los argumentos. De hecho, una vez que haya leido el libro, puede volver a este capitulo, ver cual es su postura sobre las distintas cuestiones y cusnto ha progresado en su estudio de la macroeconomta. De esta manera, usted podrd desarrollar habilidades y capacidades para comprender la evolucién econémica reciente. A diario, nos bombardean con informacién econémica a nivel intemacional y nacional que aparece en dis- tintos medios de comunicacién masivos y especializados, tales como la revista The Economist, el semanario El Eco- rnomista en la Argentina, los informes del Ministerio de Economia y del Banco Central de la Repiblica Argentina, los ppetiddicos El Cronista, Ambito Financiero, Clarin, La Nacién, Pégina/12 y BAE, entre otros. También se incorporan ‘trabajos mensuales sobre coyuntura econémica de consultoras privadas y fundaciones: “Carta Econémica” del Estu- dig M.A.M. Broda y Asociados, “Indicadores de Coyuntura” de la FIEL. (Fundacidn de Investigaciones Econdmicas Latinoamericanas), “Coyuntura y Desarrollo” de la FIDE (Fundacién de Investigaciones para el Desarrollo), entre las ‘mas importantes. Por otto lado, existen a nivel intemacional organismos tales como el Ranco Mundial, el Fondo Mo- netario Internacional (FMD, las Naciones Unidas, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organizacién para CCuadro |.1A Datos bisicos de I economia dela Argentina 1999 Rubro tase ae lors eve ieee 900 etme a Pi ronl (am devoriaein con epecinslsinamee) SB DR SS Al 39 30, a PB tor per cépta ee AG 68) ad aw IB agropeceario Toe se 02) ios) oll sis IB industria oes) a ss al PIB ror (*) 257440 258032 272150 292859 298131 ho Saldo comercial (ilones de délares) “S751 BAL 4940004962814 aw Exportacions (millones de dolaes) 15839 20963-23811 26430 264425030 i951 sh Importaciones (millones de délares) 21590 2012223762 3045031405 Sea OQ! 282 Renta dela inversién (mifones de délares) 3535 4492-5286 616676811768 hha ‘Deuda externa (milones de dolares) 2) 96295 112754 125182 145085 162281164878 167373 st Términos de increambio (1993 = 100) JOls 1018 1098 | 1083103797 Tort recorasliquidas (milones de délree) (4) 1602915963 19746 22402-24906 23666 24060-24311 23021 asa de interés activa (efectiva anual) (I) 91 198 108 9s 93-98 107104 Promedio efecivo menaval(X) 07 09 op OS 07 og ce oe sn de iterts pasa para ahorisas (feta aruah®) 1A 67 69 720-75 8S 0 Promatio active mensual(%) 07 08 os (Goes) Ose Oke 06 [MI (promedio anual, en % del PIB) (2) SIS $46 636699787977, 783 731 MI (promedio anal, en % del IB) (6) 63563 800 848 at8 HG 888 8D 1290 1333 B47 13531399138 14321575 15891596 16511629 ‘M2 (promedio anual. en % del IB) (2) W030 93.34 ‘M2 (promedio anual. en % del PIB) (6) 12041099 Superivc tua SPNE (en % del PIB) OS ee Preciosa consumidor(rariacién acumulads) ei Gl 0a 07 0 og a On, Promedio anal (%) 4203402508 : - . Tas efectva mensual (%) 03 ot =o Preciosa por mayor (variacién acumulada) 58 5B) 093 O90 Promedio anual (%) oy 65 32a : - - asa efectiva mensual (%) oS 0S «02 «Oh 08S tH 0302 Tasa de desempleo (%) @) (octubre de cada af) 122166173224 : : Tusa de subempleo (%) (3) (ocubre de cada afo) 104 125136311386 : : (ar re (ariacibn acumulads) 03 10003 () Provauro.(*) En millones de dotares corrients. sf Sin informacién, (0 inerempresaria contra cheque, a parte de enero de 1996 tsa activa a 30 dias. (2) A partir de 1993, incluye tus y bonos en poder de residences locales. (3) En poreanae de la pobacion econémicamence activa (4 Incluye oro y ALADI (@) Veja metodologa PI. () Nueva metodologia PIB [Nota para as ineas de datos anuales (dic /dic), en los trimestres corresponden los acumuladostrimestales, Face: FIDE. con sos de fonts ofl y prada la Cooperacién y el Desarrollo Econémico (OCDE) —que publica distintos informes— el Council of Economic Ad- visors. en Estados Unidos, que elabora el Economic Report of the President, y 1a Comision Economica para Amén- cca Latina y el Caribe (CEPAL), todos los cuales realizan investigaciones acerca de diferentes paises. Ilustraremos las variables macroecondmicas més relevantes de algunos pafses de America Latina, en particu- lar de la Argentina en la siltima década, con un andlisis sistemético de la base empirica. Para algunos paises desarrollados como Estados Unidos y Jap6n. o paises de la Unién Europea, la produccién fs muy diferente de Ia de las economia de menor desarrollo relativo. Por ejemplo. una economfa como lade Italia, que posee caracteristicas de poblaciGn semejantes a la Argentina tiene un producto interior bruto—PIB— (produccién agregada) casi igual al de todo el Mercosur. Probablemente una regién de Italia 0 un Estado de Estados Unidos tienen una dimensién econémica mayor que casi toda Atrica, excluyendo Sudéfrica. Seguramente usted ha- ‘bré pensado que los paises latinos, como Ktalia, Espana o Francia, tienen comportamientos culturales diferentes que ccondicionarian el desarrollo econémico. Sin embargo, Italia tiene un PIB global semejante al de Reino Unido con sus on rage (Condens 1.18. Principles indieadoras de a economla de Bras 19921993 +1994 «1995 ~~—*1996~~=«1997 «1998 Observ.98 Datos macro PIB en RE consantes (base 1991 ~ 100) mS 1s OSS t183 a7 PB (en miles de mil de USS) ORT 0 es 705 rts] ce a Esti. propia “asa de varacion real dl PIB (%) 05 49 $9 4228 aT IB per cia (en R$ de 1997) 47B 4886 = 5098 523853095430 Var PIB pr cia (en %) ia 4s a 3 2) Poblacion (en milones) ee See SSeS: oeilsres 2100 ‘asa de desempleo abierto (dic) Me ead A a Yar Ipconsumidor liso 28287 9920025937 Variacion anual agro sy) Vericion anual industria Oe 7 19 57 as) Variaién anual servicios Se pa AS lee ta) Finanzas publicas ‘Superivie primar pil. contol. % PIB) 1623 $203 OAc. nox ‘Sopertvic prim, gob central (% PIB) Kl 0833S OA 03 OS eum now. Superivic prim. Estados y municip.(% PIB) OU 08 ON 00 0s 07 0d) cane Superdvt prim empresas eetarales(% PIB) 04 08 | 122 Acum now. Intereses nominales s.pibl consolid.(%PIB) «473.670, 22 7S SB S279 Acum.nov. Incareses nom. gob, central (% PIB) 74 483429292459 Acu. now Ingereses nom. Estados y municip.(% PIB) 0 o7 1283422239 Acumano Incereses nom. empresas esaales (% PIB) BO 48 $913, 070502 Acumnow Telos pubicos estaaual y mune 60 199 2a918 39512 $1,720 41036 22481 Now Tic pil. Estados (il. RS) de 56 1792 2229934396 45:149 3288012238 Now. “Tic pdb municipios (rll RS) de 41992617516 GST 8156102483 Now “Tic pil. federaes emiidos (mil RS) MAL 1168259417 84596 114775 225732 318.196 Nov. Sector externo Balanza comercial (USS mil) 15239 “3352 55548364 Saldo cuenca correne (US sill) oie “79m aaa? 30437 Saldo cuena corience (% PIB) 16 2S 306 Retervatinermacionales ci. (ill USS) 9008 S049 5003951389 Devda externa total (mil. USS) 135949 159.256 179,935 199998 Now. Moneda Base monetaria (dc. sldo al final) 2168219796 31.828 39.184 MI 2e49) 29907 7363 S086 m 107.157 166687 202433 252,102 8 170792 238712 299495 359524 m4 250616 322,140 392.389 453427 Fuente ceva Ene Unt con dot del Banco Caner de Bai 6 MACROECONOMIA ccolonias, que tiene origen saj6n y fue una potencia importante hasta principios de este siglo. También, si se compa- ran otros indicadores macroeconémicos significativos de los diferentes paises, observard, por ejemplo. las distintas evoluciones de la inflacién, del desempleo, de los déficit presupuestarios y del llamado sector extermo de la econo- ia, as{ como los desequilibrios comerciales entre Estados Unidos y Japén o la problematica de las devaluaciones y Ja volatilidad de los tipos de cambio de Asia y Brasil respecto de la Argentina. A continuacién, exponemos y analiza- ‘mos, en los cuadros 1.1 y 1.1B, los principales datos macroeconémicos de la Argentina y Brasil. Argentina Cuando 1os macroeconomistas examinan una economia, Io primero que observan son tres indicadores bési- ‘cos. El primero es la produccidn agregada y su tasa de crecimiento. El segundo es la rasa de desempleo, es decir, la proporcién de trabajadores de la economia que no estén ocupados y estén buscando trabajo. Y el tercero es la rasa de inflacién, es decir, la tsa a la que aumenta el precio medio de un conjunto de bienes de la economia con el paso del tiempo. ‘Cuadro 1.1€ El crecimienco,el desempleo y la infacion en la Argentina, 1990-1998, 19901991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 PIB total (tasa de variacién) 18 106 96 «57 58 28 58) BI 39 Tasa de desempleo 60 70 93 122 166 173 «137 124 ‘asa de infacion 1309 840 175 74 3916 O03 a7 Producto interior bruto total (a precios de mercado): variacin % con respecto al periode anterior. Tiasa de desocupacionabiera (en % de la poblacén econémicamence activa). “asa de infin: indice de precios al consumidor (variacién con respecto al promedio del afo ancerior. Fant: IDE. con or del INDEC, En el cuadro 1.1C podemos observar la evolucién de la economfa argentina. En marzo de 1991 se implemen- {6 el Plan de Convertibiidad que tuvo como objetivo principal la estabilizacién de la economia. ‘Con respecto a la tasa de crecimiento del PIB en el mismo periodo, podemos diferenciar tres etapas: la pri- ‘mera, que comprende desde 1991 hasta 1994, tiene una caracteristica de sostenida expansién del producto; la segun- da, cuando se origina el efecto tequila, en el ditimo trimestre de 1995 y principios de 1996, en la cual se ve afectado el crecimiento, presentindose un periodo recesivo que sigue a la crisis financiera mexicana; por ditimo, la tercera etapa que legs hasta 1998, se caacteriz6 por una fuere reactivacin, pero en 1998 vuelve a verse influenciado el crecimiento, En el ihimo trimestre de 1998 impact6 en los sectores productivos el efecto de la crisis asitica, que con- tinué luego con la devaluacién rusa. En 1999, se produjo Ia crisis de Brasil que tuvo gran impacto en la Argentina donde el PIB bajé cerca del 4 % y el desempleo Ileg6 a valores aproximados al 16 % En relacién con la tasa de desempleo, fue aumentando en los afios analizados a pesar de la expansién de la actividad. La tasa de empleo experiment6 una contraccién (aumento del desempleo) y un cambio de composicién. La contraccin afect6 principalmente tos empleos plenos y la caida fue compensada con un incremento de la subocupa- cin. A partir de la abrupta apertura y la desregulacién, la reduccién de wabajadores del meready formal fue eleva dose. Este fendmeno encuentra su expresién en cierres de firmas que no pudieron hacer frente a la competencia ex- tema, y por oto lady, el répido crecimiento de la productividad de empresas que logran permanecer en el mercado. Adicionalmente, se privatizan las empresas estatales y se reducen los planteles de la administracin piblica. Todos estos factores contribuyeron a que la tasa de desempleo fuera creciente durante el perfodo bajo andlisis. Entre 1989 y principios de 1990 se produjo un proceso hiperinflacionario, que fue controlado de manera exi- tosa con dicho plan. La tasa de inflaciGn desde 1990 present una tendencia decreciente y en 1996 se observa el pico ‘mis bajo de Ia serie analizada; si se compara con los quince afios anteriores a la convertbilidad, a inlacién nunca hhabfa sido menor que e! 80 %. Por lo tanto, esta medida implementada fue muy poderosa para controlar la inflacién.. UNA GIRA POR EL MUXDO 7 20 2a. 26: 24, 22. 04 pobreza 18 Desocupacién 12 10 ® 6 4 2 ©. 199288 9 95 6 7 98 Figura |.1D Fobrezay desocupacion en la Argecina Fuene: FIDE. con dito ole En realidad, todas las variables macroeconémicas y sus indicadores se relacionan entre sf; por ejemplo, el de- sempleo impacta en la distribucién de la renta y en la pobreza de ta poblacién. En relacién con la situacién social vivida en la Argentina en esta tiltima década, la Enenesta Permanente de Hogares (EPH) seiala una suba del {ndice de pobreza y un incremento de la indigencia. Cabe aclarar que la medicién de la pobreza se basa en Ia determinacién de una canasta de bienes y servicios (alimentacién, vestimenta, transporte, salud, vivienda, educacién, etc.) necesarios para satisfacer los requerimientos minimos de subsistencia de un indi duo, valorizados a precio de mercado. Este umbral 0 piso sc denomina linea de pobreza (LP). En cambio, la inca de indigencia (LI) se refiere a una canasta bésica de alimentos (CBA) valorizada a precios de mercado. Esta muestra tna situaciou de carencia mayor ‘Como puede observarse en el gréfico, para el afio 1993 el 12,2 % de desocupacién abierta suponia un 19 % de poblacin del Gran Buenos Aires bajo la Ifnea de pobreza: casi con un mismo nivel de desocupacidn existe un 36,8 % més de pobreza en 1998. Esto nos muestra que hay una profundizacién del empobrecimiento por ingreso en- {re los pobres estructurales, con la expansién de la pobreza a otras franjas comunitarias ain no pobres. En sintesi, el continuo deterioro de los esténdares de ingreso se correlaciona ya no solo con la pérdida de perceptores de ingreso, sino también con la caida salarial de los que quedan en el mercado de trabajo. ‘Cuadro 1.1E El dice presupuestario en fa década del novena en la Argecia. Mil, de § corr. base caja 199319941995 199619971998 FMI Presupuest. Ingresos (sin privatiz) 47,084 49,87 47,877 47,805 54,901 58,241 En % del PIB 181 174 mI 16 ” 7 Gastos tomes 44846 $1232 51,774 54,278 59.401 61,759 En % del PIB 7300119 185 183 184 18 Primario 4192947782 47561 49,645 53,601 Resultado fiscal (in privatiz) 2,238 1,362 3,097 En % del PIB 09 Os Fac: sudo MAM Brody Asociados "Cara Econ” 8 MACROECONOMIA EI deficit fiscal en la década del noventa es inferior al del ochenta. Esto se debié principalmente a la reforma del Estado que se realiz6 junto con la implementacién del Plan de Convertibilidad. La reforma consisti6 en aumen- tar el ahorro del sector pablico, que tiene que ver con la mayor presién tributaria aplicada durante la década y la eli- minacin de subsidios, as{ como también con una cafda de la inversiGn pablica (plan de privatizaciones de empresas del Estado), El ajuste estructural del sector pablico generé una menor presiGn de las necesidades fiscales de financia- miento sobre ef mercado, por parte del gobiemo. En el afio 2000 se aprobaron un presupuesto y un acuerdo con el FMT que previé tener im défcit Fceal menor que el 7 & del PTR, alredestor de TISS 4.500 millones Existen también otros datos relevantes que se profundizarsn en los capitulos siguientes, como por ejemplo el sector extemo, con el balance comercial y la cuenta corriente (que incluye intereses de Ia deuda y otros servicios financieros), el sector monetario y financiero, la problemitica del ahorro-inversién, la volatilidad de flujos de capita- les, el andlisis de los salarios nominal y real, la distribucién de la renta, la desagregacién por sectores de actividad del producto, entre otros. La figura 1.1F nos muestra la inestabilidad de la tasa de crecimiento del PIB durante los titimos veinte afios. La década del ochenta se caracteriz6 por shocks desestabilizadores. provenientes de desequilibrios fiscales v externos ue eran la causa de la inestabilidad. En los 90, se logra cerrar a brecha fiscal y la externa, con lo que obtuvo una ‘mayor estahilizacién en Ia tasa de crecimiento. No ohstante, a fines de la década del noventa y principios del 2000, ‘nuevamente la economia de Brasil present6 ciertos problemas en los sectores externo y puilico. ‘Cuadro 1.1G El crecimiento el desempleo y fa inflacion en Bras, 19921993 1994 «1995 —=«1996~=«997 «998 IB tol (asa de varacion) ce a rT “Tata de desempleo 45 BA 4A BB asa de infacion 156029287 99205937229 Producto inarior brut toa (a precios de mercado} varlalén X con respacto al pertedo ancrtor: Tasa de desocupacién abierta (en X dela poblacién econdmicamente acta), “asa de infact: indice de precios al consumidor (variacién con respecto al promedio del afo anterior) Fuene rven 28 Lec doe dl Banco Carl de Baa UNA GIRA POR EL MUNDO 9 En el final de la década del ochenta y principios de la del noventa, Brasil presentaba un desequilibrio de las cuentas piiblicas que tenia como contrapartida el superavit privado, mientras que el ahorro externo era muy bajo. El desajuste se basaba en Ia incompatibilidad del equilibrio del sector extemno y de la situacién fiscal, 0 sea, no se ‘generaban superavit primarios (sector publico sin incluir intereses) y el gobierno no podia financiarse adquiriendo divisas. La tasa de desempleo en promedio se mantuvo estable durante la década, excepto en 1998, afio en el que aument6 debido a las consecuencias de la crisis financiera de Asia, que repercutié fuertemente en el nivel de actividad. Las altas tasas de inflacién observadas en el comienzo de la década son consecuencia del exceso de creacién de dinero por encima de las necesidades de los negocios (financiamiento inflacionario) y la colocacién de deuda pi- blica por parte del gobierno para financiar dichos desequilibrios. En 1994 se implements el Plan Real de estabilizacién, que logré bajar la inflacién y aumentar el nivel de ac- tividad. Esto permitié mejorar los ingresos tributarios. También existié un esfuerzo para lograr eficiencia en el sector piilico. No obstante, Brasil suftié una crisis en 1999 que tuvo como ceusa principal cl elevado nivel de endeudamien- to imemo. Esto afects significativamente las cuentas pablicas, por los elevados intereses que demandaba el pago de los bonos, que erecfan en forma casi incontrolable. Estados Unidos ‘Seguin los tres indicadores mencionados —produccién agregada, tasa de desempleo y tasa de inflacién— Es- tados Unidos (figura 1.1) marcha bien. El cuadro 1.1 muestra las cifras correspondientes a los tres indicadores. La primera columna exhibe la media desde 1960 y las tres restantes, los datos correspondientes al perfodo 1997-1998. Los de 1999 son estimaciones preliminares. Estados Unidos Produccion:8 billones de $ Figura 1.1 Estados Unidos, 1997. 10 MACROECONOMIA ‘Cuadro 1.1 El crecimiento. el desempleo yl infacién en Estados Unidos 1960-1999. 1999 1960-1998 1997 ea “asa de crecmienzo de fa procucion 31 39 a7 \s ‘Tass de docamplen éo 4s 46 50 asa deinflacién 49 9 10 12 ‘asa de crecimiento: asa anual 6e crecimiento del PIB. “asa de desempleo: media anal “asa de infacién:tasa anal de varlacion del defector del PI, Fuare: OCDE. Economic Oak dade de 1998. Estados Unidos entré en la década de 1990 con una recesidn, es decir. con una disminucién de la produccién agregada. El crecimiento de la production se volvis positivo en 1992 y se ha mantenido asf desde entonces. En 1998. cl crecimiento de la produccién fue del 3,7 %, el cual es un valor mas alto que la tasa de crecimiento promedio des- de 1960, La tasa de desempleo ha descendido ininterrumpidamente desde que acabs la recesién en 1991. La misma llegé 14,6 %, mas que el 1 % por debajo de la tasa promedio de desempleo desde 1960 Por tltimo, la inflacién es baja. En 1998 la tasa media de aumento de los precios fue solo del 1%, un 3 % por debajo del promedio registrado desde 1960. i Seguiré esta expansién para siempre? Si la historia sirve de gufa, tarde o temprano se produciré el ciclo de ‘una recesién seguida por una expansién. Los macroeconomistas se refieren a estos periodos como “ciclos de nego- cios o fluctuaciones”. {Podremos estimar cusndo vendré la préxima recesiGn? La respuesta es: no. Los tiempos son muy dificiles de predecir. Aunque hay riesgas de peligro, que provienen en la actualidad de una muy baja tasa de desempleo y de tuna sobrevaluacién del precio de las acciones en el mercado de valores. {Desempleo bajo y precio de las acciones demasiado alto? Algunos macroeconomistas estén preocupados por la baja tasa de desempleo en Estados Unidos. Sus intero- antes se basan en que el bajo desempleo podria generar un incremento de la inflacién: tener a sus trabajadores o contratar nuevos deberfan pagar més altos salarios y ello conduciria a elevar el nivel de pre- cios. Estos mayores precios volver‘an a presionar por puja distributiva un nuevo incremento de salarios, y as{sucesi- vamente (inflacién de costos y espiral salario-precio). Si esto sucede y la inflacién se incrementa, estos macroecono- mistas argumentan que el Banco Central (Fed) comenzaria a ajustar su politica monetaria. Con una politica moneta- ria mas restrictiva se iniciarfa un proceso recesivo. La ttima vez que la tasa de desempleo alcanz6 niveles tan bajos fue en 1969. Después de esta larga década de expansin, Ia inflacién aumenté y comenzé Ia recesién en 1970. ‘Otros analistas econsmicos sostienen que la actual tasa de desempleo muy baja no es para preocuparse y no va.a conducir a un incremento de la inflacién. Argumentan que los cambios en el mercado de trabajo permiten a la economfa de Estados Unidos operar a una mds baja tasa de desempleo que las décadas pasadas. Uno de los cambios que ellos identifican sc refiere a una pérdida rclativa del poder de los sindicatos y su ca- pacidad para negociar aumentos de salarios. Entonces, la conclusién a que arriban en este debate es que la cafda en J asa de desempley no es preocupante en la actualidad. UNA GIRA POR EL MUNDO u jEsta demasiado sobrevaluado el mercado accionario? La otra preocupacién de algunos economistas es paradéjica y se refiere a la favorable performance del mer- cado accionario. La expansién econdmica de os afios 90 ha venido acompanada de un gran aumento del nivel de pre- cios de las acciones en el mercado de valores. Si leemos las noticias, observaremos que el llamado fndice Dow-Jones, que incluye un promedio de los pre- cios de las treinta empresas més grandes de los Estados Unidos, tenfa un valor promedio en 1970 de 2.700 y a prin- cipios del afio 2000 este indice era de un valor aproximado de 10.000. ‘Otros economistas creen que este crecimiento del precio de las acciones simplemente refleja la fortaleza y per- ‘formance de la economia de Estados Unidos. Ellos sostienen que los inversores financieros ven con anticipacién altos bbeneficios de tas empresas norteamericanas, ahora y en el futuro, asf que los inversores estarfan dispuestos a pagar pre- ‘ios més altos de las acciones. Por eso estos analistas econémicos concluyen que no hay raz6n para preocuparse. No todos picnsan igual; otros ereen que los precios de las acciones son demasiado altos y que los inversores financieros son optimistas con respecto al futuro. Uno de ellos es Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Fede ral, quien eu diciembre de 1996 opiné que el crecimiento del mercado accionario podria reflejar una “exuberancia irracional” {Por qué el alto precio de las acciones es un tema a tener en cuenta? Si el crecimiento eu el precio de las ac- ciones ¢s el resultado de un excesivo optimismo, esto estarfa seguido por una caida de los precios o eventualmente por un “crash”, Como observamos en Japén en los afios 90, el mercado accionario cay6 y se disparé una seria recesién, Por iltimo, hay al menos dos importantes temas de agenda que enfrenta la economia de Estados Unidos. Uno es la cafda de Ia tasa promedio de crecimiento de la economia desde mediados de los aflos 70. El otro es el crecimien- to de la desigualdad salarial. La desaceleracién del crecimiento. Aunque las tasas de crecimiento varian de un affo a otro, la evidencia pare- ce indicar que Ia tasa media de crecimiento de Estados Unidos ha descendido en los dltimos veinte alos. Esta tenden- cia se observa en la figura 1.2, que representa la tasa anual de crecimiento de la produccién desde 1960, junto con la tasa media de crecimiento registrada entre 1960 y 1974, y entre 1975 y 1995, La primera linea horizontal muestra que en el periodo 1960-1974 la tasa de crecimiento fue del 3,5 % y la segunda indica que en el perfodo 1975-1995 fue menor: 2,4 %. Aunque la gama de tasas anuales de crecimiento registradas es grande —obsérvense las tasas negati- vas de crecimiento 0 recesiones de 1974-1975, 1979, 1981 y 1991— la figura muestra que las variaciones se han pro-

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