La inestable frontera entre atributos y predicativos
Angela L. Di Tullio
Universidad Nacional del Comahue. Argentina
RESuMEN
Se intenta mostrar que la combinacién de un predicado verbal y de otro adjetivo esté sujeta a un preca-
rio equilibrio en el Ambito de la oraci6n, Por una parte, algiin grupo importante de verbos, como los de
direccidn o de movimiento inherentemente dirigido, sufren un proceso de copularizaci6n que los con-
vierte en elementos gramaticales. Por otra, algunos adjetivos desarrollan interpretaciones adverbiales.
En ambos casos resultan pertinentes las propiedades aspectuales de los elementos involucrados.
Palabras clave: predicaci6n, predicativos, copulativos, pseudocopulativos, adjuntos libres.
ApsTRac
‘The present paper intends to show that the combination of a verb and an adjective within the same pre-
dicate is subject to a delicate equilibrium. On the one hand, some important groups of verbs —such as
the inherently directed motion verbs ones or the “phase” ones— undergo a copularization process which
tums them into grammatical elements. On the other hand, adjectives develop adverbial interpretations.
On both cases, the aspectual characteristics of the components involved prove to be decisive.
Key words: predication, predicatives, copulatives, pseudocopulatives, free adjuncts.
INTRODUCCION
En algunas dreas de la sintaxis, el cardcter discreto que se atribuye a las categorias gra-
maticales resulta, de un modo més evidente, un mero expediente simplificatorio. Esto ocurre,
ata de Aceptacién: maio de 2001
VERBA, ISSN 0210-377X, 2002, vol. 29: 9-2910 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
sin lugar a dudas, en la predicacién, en la que se suelen deslindar tres funciones definidas
segtin su nivel de insercin en la oracién: los atributos —o complementos predicativos:
(1a)—, los predicativos —o adjuntos predicativos: (1b)— y los adjuntos libres o predicativos
incidentales (1.c)!
(1) a. Francisco esté desnudo
b. Francisco se pesé desnudo
c. Francisco pesa noventa kilos desnudo
La obligatoriedad del atributo en (a) queda reforzada por un correlato formal indiscuti-
ble: la sustituci6n por el clitico invariable, lo estaba. El ejemplo que sigue es parafraseable
por una parfrasis que segmenta el predicado sintéctico en dos predicaciones semédnticas: se
pes6 (y estaba/lo hizo) desnudo. Tal coordinacién no da cuenta, en cambio, del valor de des-
nudo en (c): aunque aparentemente similar al anterior, equivale a una oracién adverbial redu-
cida (de significado temporal o condicional).
Las fronteras entre los tres casos no siempre resultan tan claras como en (1); a menudo
se solapan 0 superponen hasta casi confundirse en un continuum, A ello contribuyen, por una
parte, el proceso de copularizacién que ha afectado a algunas clases de verbos; por Ia otra, el
valor mas 0 menos adverbial que el predicativo asume segiin sus caracteristicas léxicas pro-
pias y, a veces, también segiin las que le impone el verbo con el que se combina, Estos casos
se ejemplifican en los contrastes de (2) y (3), respectivamente:
2 Juan salié desnudo de su habitacién
La foto salié demasiado oscura
8) Juan llegé nervioso
Juan me respondié nervioso
pgR ee
Juan legé / me respondié
Como en (1.b), la doble predicacién de (2.a) se refleja en las posibles pardfrasis coordi-
nativas; agramaticales, en cambio, para (2.b): *La foto salié y (estaba/ lo hizo demasiado
oscura, En (3), el contraste entre ambos ejemplos estriba en el valor adjetivo —atributivo—
con que se interpreta el predicativo del primero y en el adverbial que asume en el segundo.
Esta alternancia le esta vedada, en cambio, a un adjetivo como desnudo, que en cualquiera de
las combinaciones, sera interpretado como adjetivo —como, de hecho, podia preverse al no
existir el adverbio desnudamente.
T Tomo las denominaciones que se emplean en los respectivos capftulos de la Gramdtica Descriptiva de la
Lengua Espaitola dedicados a 1a predicaci6n). Son éstos los capitulos 37 ("La predicacién: Las oraciones,
copulativas” por Fernéndez Leborans), 38 (“La predicacién: Los complementos predicativos” por Demonte
yy Masullo ) y 39 (“La predicacién: La predicacién no copulativa. Las construcciones absolutas” por Hernan
y Sune),VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 "1
En la dos tiltimas décadas se publicaron en Espafia importantes estudios dedicados a la
predicacién —como, entre otros, Lujén (1981), Hernanz (1988), Gutiérrez Ordéfiez (1986)
(1996), Demonte (1991), Rodriguez Espifieira (1990), (1991), Suiier (1990), Porroche
(1990)— que no s6lo contribuyeron a refinar el concepto y delimitar extensionalmente el
campo sino también a precisar las nociones involucradas. El canénico sistema cuatripartito
—ie attibutos y predicativos orientados hacia el sujeto o hacia el objeto directo— s
plejiz6 y extendié a construcciones no previstas en la tradicin.
Muchos de estos trabajos coincidieron en destacar la pertinencia del aspecto léxico 0
Aktionsart en la predicacidn®. Asi, la diferente funcién que se le asigna a desnudo en los dos
tiltimos ejemplos de (1) proviene de una restriccién aspectual a la que, segtin plantea Hernanz
(1988), est sometida la combinacién entre las dos predicaciones en el ambito del SV. Sélo
los predicados primarios dindmicos —es decir, los que denotan una accién o un proceso pero
No los estativos— pueden recibir un predicativo. Como en (b) pesar satisface el requisito, des-
nudo sera un predicativo (opcional subjetivo). Por el contrario, pesar noventa kilos es una
situacién homogénea que no supone cambio —un estado—; por lo tanto, no admite un pre-
dicativo que lo modifique. Asi, desnudo deberd asignarse a una proyeccién més alta, la ora-
ciGn, a la que modificaré como adjunto libre. De hecho, esa condicién se reconoce por su
entorno tonal propio, apenas cambia de posicién, o por su sustitucién por oraciones adver-
biales
com-
(4) a, Desnudo, Francisco pesa noventa kilos
b. Francisco pesa, desnudo, noventa kilos
¢. Francisco pesa noventa kilos, cuando / si est / estando desnudo.
La indole aspectual del predicativo resultard igualmente decisiva para reconocer un pro-
ceso de gramaticalizacién o para sondear los limites de su gramaticalidad,
En una revisi6n critica de los trabajos recientes sobre la predicacién, Salvador Gutiérrez
Ordéfiez (1996) discute la validez de las categorfas funcionales —como el aspecto— en el
sentido de legitimadoras de la predicacién secundaria. Propone, como alternativa, que la gra-
maticalidad de la predicacién se dirime exclusivamente en términos de la compatibilidad
seméntica entre sus dos constituyentes tltimos: el sujeto y el predicado (nominal). En este tr
bajo —en el que me cefiiré a la predicacién orientada hacia el sujeto\— intentaré demostrar
Se trata de fendmenos muy diferentes: las e6pulas como marcadores aspectuales, la compatibilidad entre los
rasgos aspectuales de la predicacién primaria y la predicacién secundaria: la diferente conexién entre el pre-
dicativo subjetivo y el objetivo con la estructura subeventiva de la predicacién primaria (Demonte) o la lec
tura habitual que inducfan algunos predicativos del objeto.
3 En los predicados objetivos, si son obligatorios, la seleccién Iéxica que ejerce el verbo se impone también
sobre el aspecto, como lo demuestran los siguientes ejemplos:
i, Considero a Juan inteligente / atractivo / desordenado /de buena familia,
ii, Noté a Juan cansado / distraido / nervioso.12 ‘Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
que el aspecto no sélo es pertinente sino que resulta decisivo para reconocer los procesos de
copularizacién que afectan a dos clases especiales de verbos : los de movimiento inherente-
mente dirigido (ir; salir, venir, caer) y los que denotan momentos o fases en una secuencia
temporal (nacer, morir, amanecer, abrir, arrancar, crecer, vivir). Para explicar este proceso,
cuyos resultados coinciden a menudo con otro paralelo de auxiliarizacién, recurriré a la regla
de “subordinacién léxica”, con la que Levin y Rapoport estudian la predicacién resultativa del
inglés. Desde esta hipétesis, una inversién similar entre los dos predicados da cuenta del rea-
nélisis y de la consiguiente desemantizacién
También me basaré en el aspecto para distinguir entre predicativos y adjuntos libres,
incluso cuando no aparecen marcas pros6dicas como en (1.c). En tltima instancia, la distin-
cién concierne al alcance de cada uno, que determina la interpretacién que reciben —lectura
adverbial de manera de los predicativos y lectura oracional de los adjuntos libres.
ATRIBUTOS Y PREDICATIVOS
La distincién entre atributos y predicativos puede ser considerada como una instancia
de la distincién mas basica entre complementos y adjuntos : los atributos son obligatorios; los
predicativos, en cambio, pueden ser omitidos sin cambio en el significado del verbo flexio-
nado ni en la gramaticalidad de la oracién!, Sin embargo, existe una importante diferencia
entre ambas situaciones: mientras que complementos y adjuntos pueden coaparecer en una
misma oracién, atributos y predicativos no pueden compartir los mismos contextos porque es
la indole del verbo flexionado lo que decide el carécter primario o secundario de la predica-
cidn. En Iineas generales, si el verbo no constituye un predicado seméntico por si mismo
—es decir si es un verbo copulativo o pseudocopulativo—, su funcién se reduciré ala de ser
portador, ademas de los morfemas flexionales, de una informacién aspectual o modal lexica-
lizada. El atributo (a) constituir4, entonces, la predicacién primaria de la oracién y, por lo
tanto, seré obligatorio, Si, por el contrario, el verbo flexionado es seménticamente pleno,
basta por sf solo para constituir un predicado, por lo que el predicativo (b) sera facultativo. El
En realidad, esta seleccién representa un tipo de concordancia aspectual en la medida en que considerar,
‘como verbo de estado que es, selecciona un predicado secundario permantente, en tanto que notar , que es un
predicado eventivo puntual, requiere predicados transitorios; los predicativos objetivos opcionales -como los
subjetivos- son obligatoriamente transitorios:
iii, Me serviste el caf demasiado caliente.
iv. Juan bebe el café muy cargado.
Rodriguez Espifieira (1990) ha demostrado cémo los operadores de genericidad tornan obligatorio el predi-
ccativo objetivo de iv.
4 Gutiérrez Ordéniez.cuestiona el criterio de Ia obligatoriedad para distinguir entre atributos y predicativos por-
{que en otros casos —como el de sujeto o de objeto directo— no resulta tan decisive como para diferenciar
funciones, Sin embargo, conceptos {an importantes —y tan debatidos— como la impersonalidad y Ia transi-
tividad que conciernen, sin duda, al cardcter obligatorio o no de sujeto y O.D., desmienten su afirmacién,VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 13
adjunto libre (c), como no tiene una conexién directa con el verbo, no es sensible a la estruc
tura del predicado, por lo que puede modificar una oracién que contenga a uno u otro de los
anteriores. No estd asociado sélo a sujeto y verbo, sino a la oracién en su conjunto en tanto
que elemento periférico:
(5) a Nora estaba nerviosa esa tarde
b. Nora salié nerviosa esa tarde
¢. Nerviosa, Nora resulta insoportable / respondié hosca a la pregunta
Entre estas nociones —més o menos delimitadas— se extienden dos zonas fronterizas:
Ja que media entre atributo y predicativo (2.b) y la que separa al predicativo del adjunto libre
(3.b)’. En el primero el verbo conjugado, al gramaticalizarse, ha perdido su significado pecu-
liar y s6lo conserva un rasgo aspectual comin: el de resultado (no ya del desplazamiento sino
del cambio de estado). Convertido asi en un verbo pseudocopulativo, requiere de una predi
cacién nominal. Las diferencias prosédicas entre los ejemplos de (3.b) y (5.c) son indicios de
su diferente grado de cohesién sintéctica con el resto de la oraciGn: la autonomfa entonacio-
nal de que goza nerviosa en posicién inicial habilita al adjetivo para adquirir valores adver-
biales oracionales imposibles en el predicativo, integrado a la linea tonal de la oraci6n. Asi lo
demuestran las distintos grados de gramaticalidad que arrojan:
(6) a. Nerviosa, Nora lefa nerviosamente / tranquilamente las noticias de su pafs.
b. * Nora lefa nerviosa las noticias de su pafs nerviosamente / tranquilamente.
Nétese que, aunque forzada, la primera queda exenta de la tautologfa o de la contradic-
cin que se registra en la otra. Y se salva precisamente porque el adjunto libre se conecta con
un nivel més alto en la arquitectura funcional de la oracién (el que corresponde a los adver-
bios orientados al sujeto. Cf. Cinque 1999. p.19); asf, adquiere el valor de una oracién adver-
bial reducida —causal (Estando nerviosa, lefa nerviosamente) 0 concesiva (Aunque nerviosa,
lefa tranquilamente). En cambio, en (b) adjetivo y adverbio modifican a la misma proyeccién
funcional: uno y otro aportan modificaciones relativas a la manera en que se realiza la acci6n,
por lo que uno de ellos sobra,
Recapitulando: las distinciones trazadas hasta aqui derivan de dos criterios indepen-
dientes:
I La indole del verbo flexionado, que permite reconocer tres giupos.
* copulativo, claramente delimitado por un criterio formal: la sustituibilidad del
atributo por el pronombre invariable no referencial LO)
5 Dejaré de lado ambos extremos: el de la izquiera corresponderfa a una oracién atributiva no copulativa: jOtra
vez nerviasa, Nora! y el de la derecha la cliusula absoluta: Lefdos los titulares, Nora pidid un café.14 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
+ pseudocopulativo’, clase menos claramente delimitada: a diferencia de la anterior,
es incompatible con LO pero, como aquella, exige un atributo;
+ pleno: se basta por sf solo para ser predicado seméntico de la oraci6n, de manera
que puede prescindir de toda otra predicacién.
II, Relacién con otros constituyentes de la oracién: mientras que el atributo sélo con-
trae relacién con el sujeto, en el predicativo la relacién es doble: con el sujeto, pero a través
de la mediatizacién del verbo. Segiin las propiedades léxicas de cada uno de los predicados
—primario y secundario—, el predicativo puede llegar a asumir un valor adverbial —y, por
ello, es sustituible por un adverbio de manera. En cambio, como nos mostré (6), los adjuntos
libres exhiben otros valores adverbiales, los propios de modificadores oracionales periféricos
como tiempo, causa, condicién, concesién.
Entre las propiedades léxicas de cada uno de los predicados, se ha reconocido la perti-
nencia de una distincién —que el espafiol gramaticaliza en sus c6pulas— entre predicados
caracterizadores, permanentes 0 de individuo (individual level predicate, de acuerdo con
la denominacién propuesta por Carlson y desarrollada por Kratzer) —como inteligente, mo-
desto, cortés, bonito, moreno, enfermizo, estupendo— y predicados transitorios, precarios
0 de estadio (stage level predicate) —como descalzo, sentado, perplejo, satisfecho, contento,
despierto. En la medida en que estos tiltimos se predican de trozos espaciotemporales deter-
minados, se les reconoce un argumento adicional, denominado “argumento eventivo o david-
soniano”, , que, aunque carece de una manifestacién visible directa, como en los otros
argumentos, se lo ha hecho responsable de ciertos comportamientos visibles: el cardcter per~
fectivo, que proviene del significado del verbo del que deriva, o la capacidad de legitimar
adjuntos, de la que carecen los de 6individuo’.
Ahora bien, esta distincién no sélo es pertinente para dar cuenta de la combinacién de
los atributos con ser o estar sino que se aplica también a los predicativos, como ha mostrado
Hernanz (1988). Para que la oracién sea gramatical los dos predicados deben concordar en
sus rasgos aspectuales eventivos: sélo los predicados transitorios pueden funcionar como pre-
dicaciones secundarias; mas ain, también el verbo modificado debe ser eventivo y no de
estado. Si hay compatibilidad entre ambos predicados, la oracién seré gramatical:
(Da. Anita camina sola / descalza / triste /satisfecha.
b, Manuel me miré atento /sonrié irénico /se desperts sobresaltado,
6 Para evitar Ia indeterminaciGn de la clase de los pseudocopulativos, se ha propuesto una subclasificacién
centre los pseudocopulativos, variantes aspectuales y modales de la cépula, y los semicopulativos, dotados de
mayor contenido léxico. Preseinditemos de esta distinci6n, porque Inestamos tratando indirectamente en rela-
ci6n ala vaguedad de las Funciones involucradas al émbito verbal
7 Enrealidad, no hay unanimidad con respecto ala posible interpretaciGn de . Mientras que algunos le asig-
nan la eapacidad de legtimar adjuntos ~de tiempo, espacio o manera-, Bosque (1990) lo interpreta como [+
Perf] en tanto predicado de un “estado resultante” que forma parte del significado del verbo.VERBA, 2002, vol. 29; 9-29 15
Véase, en cambio, lo que ocurre cuando uno de los predicados infringe la restriccién
. “Anita camina enfermiza / alta / modesta / rubia
d,_ *Pesa ochenta kilos perplejo/ sabe francés irdnico / ama feroz.
Sacaremos provecho de esta clasificacién para analizar los casos esquivos a la clasifi-
cacién,
2.1. La incierta delimitacién de la clase de los verbos pseudocopulativos
El niicleo semantico basico de una oracién esta constituido por una relaci6n predicativa,
que consiste en una propiedad, estado, relacién o (participacién en un) evento que se atribuye
aun individuo. Esta predicacién puede emerger, sintécticamente, como una oracién canénica,
con toda su arquitectura funcional, o puede apoyarse, parasitariamente, en otra relacién pre-
ativa con la que compartir no sélo los rasgos flexionales sino también algtin argumento.
El primer caso corresponde a una predicacién primaria ; el segundo, a una secundaria
En el primer caso, la expresién predicativa ser un verbo flexionado —oracién predica-
tiva—o, si la oraci6n es copulativa, un sintagma de otra categoria; en tal caso, los rasgos de
flexién se apoyardn en un elemento ad hoc: idealmente, un constituyente gramatical carente
de todo significado Iéxico ~ser’, pero también otros verbos, que son indicadores de la indole
aspectual del predicado como estar, resultar, volverse, ponerse, hacerse, quedar{se) 0 verbos
que indican fase de un proceso como empezar, seguir; terminar, etc.; por tiltimo, parecer
aporta un significado de naturaleza modal (epistémico- evidencial). Casi todos estos verbos
aparecen también en perffrasis verbales con formas no flexionadas del verbo, como auxilia-
res 0, los de fase, como verbos de ascenso 0 control.
En realidad, la dificultad para definir y delimitar la clase de los pseudocopulativos
—que se diferencian de las cépulas sélo por el criterio negativo de la no conmutacién del atri-
buto por lo’— discurre por cauces similares a la que suscitan los auxiliares, En efecto, como
la desemantizacién que los afecta es gradual, no resulta facil determinar si el desvio en rela-
cién con el significado bésico se debe a un uso metaforico o si compromete su integridad
8 De echo, hay evidentes divergencias entre los gramticos en relacién con la extensién de la clase. Hernanz
y Brucart (1987, p.217) incluyen los siguientes = resultr, seguir, ponerse, volverse, continua, quedar, todos
ellos variantes aspectuales de la eépula. Asimismo, se ajustan a tal caracterizacién otros més que proponen
Aleina y Blecua (1975, p. 898) : hallarse, encontrarse, permanecer, mantenerse, acabar, terminar, eae, i
andar. Baséndose en un criterio puramente semintico (verbos cuyo contenido léxico esta “mitigado”), Tor
nel Sala (1995), siguiendo a Navas Ruiz, amplfa notablemente la clase sumando verbos como salir llegar
venir, restar, permanecer, devenir,hallarse, encontrarse, mantenerse, levarse, usarse, mostrarse, ofrecerse.
resentarse, conservarse, tornarse, llamarse, proclamarse, declararse, creerse, considerarse, estimarse. No
queda claro en todos los casos el criterio que el autor adopta, pues, si bien se “desemantizan” los verbos de
movimiento, no ocurte lo mismo en los casos de los ergativos ~usarse,ofrecerse, Hamarse... y mucho menos
cuando se trata de verdaderos reflexivos como proclamarse, creerse, considerutse16 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
léxica, alcanzando el estatuto de elemento totalmente gramaticalizado®, cuestién que ya plan-
teaba Amado Alonso a propésito de los verbos de movimiento!®.
Buena parte de éstos tienen tres acepciones: como verbos plenos, como auxiliares y
como pseudocopulativos. Este doble proceso de gramaticalizacién se inicia en una generali-
zaci6n, que amplia su distribucién, Se van perdiendo ciertos rasgos especificos de su signifi-
cado ¢ incluso parte de su régimen, al mismo tiempo que van adquiriendo significados de
naturaleza gramatical, de indole preferentemente aspectual.
Comparense los siguientes grupos de ejemplos, en los que alternan en (8) verbos de
movimiento modificados por adjuntos predicativos y en (9) verbos de movimiento deseman-
tizados, que se comportan como pseudocopulativos; asimismo en (10), los verbos de movi
miento que seleccionan complementos con cldusulas de infinitive contrastan en (11) con
auxiliares:
®&) Juan fue al médico preocupado
Maria vino hambrienta a casa
El médico salié tranquilo del consultorio
El nifio lleg6 / cayé ala cama exhausto
Juan va / anda adelantado en la carrera
La situaci6n econémica viene dificil este aio.
El regalo salié demasiado caro
La encomienda legé intacta
Juan va a consultar al médico preocupado
Maria vino a visitarme ayer hambrienta
El médico salié a buscar la historia clinica furioso
El nifio Hlegé a comer exhausto
9)
(10)
(11) a, Esta tarde va. lover seguramente
Ese auto viene a costar lo mismo que mi casa
En medio de la discusién, Marisa salié a defenderlo!!
El sinvergtienza llegé a decirme que le habia mentido
FERRO SP RETRO ETE
9 De hecho, algunos gramaticos, como Bybee y Pagliucca, reconocen en la metéfora la principal fuente de la
‘gramaticalizacién. Asimismo, B. Heine et al. (1991) plantean que los recursos gramaticales se crean, por !o
‘general, por estrategias de extensién anafrica, metonimia, metéfora o similares.
10 Amado Alonso (1951), al analizar las construcciones con verbos de movimiento en espafiol, sefialaba
“Algunos de estos ejemplos tienen su equivalente en otras lenguas ; pero, en conjunto, constituyen una
‘manifestacidn de la especifica “forma interior del lenguaje” del espafol,..y uno de los rasgos mas fisondmi
cos de nuestro estilo idiomético, Pues es singularidad del espafiol la libertad, prolificacién y variedad de mati-
ces de estas construcciones sintéeticas y de los cambios semdnticos que entrafian, Ia profunda coherencia de
estos nuevos valores expresivos, por diversos que sean, el que entren cn el juego de significaciones traspues-
tas gran parte de los verbos de movimiento (a aun algunos de los de reposo y posicién), y, por tiltimo, la secu
lar fecundidad det procedimiento..."(p.191).
11 Eneste verbo, el proceso de gramaticalizaciGn es seguramente incipiente ya que, si ben se reconoce una dife-
rencia con el significado pleno del verbo de movimiento, se mantienen sus restricciones seleccionales.VERBA, 2002, vol. 29; 9-29 7
Como se advierte, en los ejemplos de (8) y (10) los verbos respectivos mantienen su sig-
nificado basico de movimiento: como tales, seleccionan complementos que indican la meta o
el origen; en todos ellos, el predicativo es opcional. Por el contrario, en los ejemplos de (9),
el significado peculiar del verbo queda “mitigado” o se pierde totalmente, de manera que el
predicativo pasa a convertirse en la predicacién primaria de la oracién. Este proceso es para-
lelo al que se registra en Ia segunda serie: en (11), el verbo de movimiento se ha convertido
en el auxiliar de una perffrasis cuyo micleo, el verbo en infinitivo, es el que impone la estruc-
ura argumental y las restricciones semantics a los argumentos seleccionados. La existencia
de ambigiiedades —en ambos— entre la lectura de verbo pleno y la de verbo “vacfo” indica
alas claras que no se trata de una sustitucién lisa y Hana sino de un proceso —no concluido—
en que coexisten los dos estadios!2,
Pseudocopulativos y auxiliares se asemejan, pues, por haber sido afectados por un pro-
ceso de desemantizacién —o gramaticalizacién—, que va acompafiado, por una parte, por la
pérdida de su estructura argumental pero, por la otra, por una ganancia: la adquisicién de sig-
nificados propios de las categorias flexionales. La recategorizacién que este proceso supone
se explica por un reandlisis entre los constituyentes del predicado:
(12) a. Juan va [a visitar al médico]]
[Juan [va a visitar] al médico]
[Juan [va a ser] médico]
Uuan [salié) [desabrigado]]
[El cuadro [salié] [perfecto}]
[El cuadro [salié perfecto}}
(13)
En ambos casos, se parte de un esquema en el que el verbo flexionado, nticleo seman-
tico de la oracién, esta modificado —por un complemento final en (12) y por un predicativo
en (13); el diferente encorchetamiento de (b) indica una inversidn entre ambos constituyen-
tes: el modificado pasa a convertirse en el nticleo y el otro se degrada hasta llegar a ser una
pieza gramatical. Asi las cosas, de las dos lecturas posibles de la oracién (13.b) —El cuadro
salié de un lugar intacto 0 El cuadro resulté perfecto—, el reandlisis postulado en (13.c)
resuelve la imposible convivencia de las dos predicaciones en un mismo constituyente con-
virtiendo el verbo léxico en un verbo gramatical. En un tercer momento, la construccién se
generaliza a construcciones no previsibles por las restricciones Iéxicas del esquema inicial.
Precisamente el reandlisis ha sido considerado uno de los mecanismos responsables de
la gramaticalicalizacin (Meillet, Hopper & Traugott, Heine et alii 1991), Al dislocar los limi-
tes entre los constituyentes, se impone otra segmentaci6n, que, en este caso, significa una
12 Sobre la relacién entre los dos procesos diacrénicos en diferentes lenguas rominicas, véase Laca (2000).18 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
inversi6n de la relacién entre los constituyentes; en nuestro caso, un verbo principal se con-
vierte en un elemento subsidiario en una estructura predicativa y copulativa, respectivamente.
2.2. Los verbos de movimiento
{A qué se debe que algunos verbos de movimiento tengan la capacidad de funcionar
alternativamente como verbos plenos, como auxiliares y como (semi)c6pulas!? {Qué carac-
terfsticas tienen los verbos de movimiento del espafiol que los diferencian de los de otras len-
guas, como el inglés, que carecen de tal versatilidad!4?
Los verbos de movimiento no forman una clase semanticamente homogénea, segtin han
reconocido, entre otros, Lamiroy (1997) y Morimoto (2000) en el espafiol; Levin y Rappaport
(1992) en el inglés. Se han distinguido dos grupos: los verbos de direccién o de movimiento
inherentemente dirigido (ir; venir; salir, entrar, subir, bajar, acercarse, alejarse...) y los de
manera de movimiento (correr; caminar, nadar, trepar, volar..), que se oponen en los siguien-
tes punto:
a. Los de manera de movimiento son siempre agentivos. Los de direccién no estan mar-
cados al respecto. Si bien pueden ser interpretados agentivamente cuando el sujeto
es una entidad animada, el papel temético que les corresponde es el tema —objeto
que se mueve sin que se le suponga autonomfa—, como lo exhiben los siguientes
ejemplos: Salid el sol, entra frio, llegé la carta.
b. Los de manera de movimiento no prevén un limite en el que la accién culmine; son
atélicos. Por eso se avienen a recibir adverbiales precedidos de durante y rechazan
los de en. Admiten sufijos derivativos homogéneos apreciativos, que slo modifican
a los verbos de actividad: bailotear, corretear. Por el contrario, los de direccién
entrafian un limite; son inherentemente télicos, y por ello se combinan con adverbia-
les en en y no con los de durante:
(14) a. Caminé durante toda la tarde / *en dos horas.
b. Lacarta lleg6 a casa en dos dias / *durante todo el mes.
c. Los rasgos anteriores delimitan dos clases de verbos intransitivos: inergativos 0
intransitivos propiamente dichos, los de manera, que corresponden a la clase aspec-
tual de las actividades (Vendler/Dowty) e inacusativos o semideponentes, los direc-
13 Nose trata de que los mismos verbos de movimiento aparezean necesariamente en los tres tipos; de hecho,
algunos que pueden funcionar como copulativos, no reconocen usos auxiliares, como caer, entrar en otros,
como venir ocurre a la inversa.
14 Son escasas las construcciones idiomsticas del inglés en las que un verbo de movimiento acta como pseu-
docopulativo: come true, go well, turn amaritlo (Demonte-Masullo)VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 a
15
cionales, que se encuadran entre los logros (achievement). Como ya hemos visto en
(6), son éstos los propensos a perder su significado especifico, mientras que los de
manera no se desemantizan; incluso en las condiciones canénicas no se convierten
en auxiliares ni en pseudocopulativos, como lo demuestran los siguientes ejemplos
en que el valor adverbial del predicativo de (a) y el valor final del complemento de
(b) indican a todas luces que el significado del verbo se mantiene intacto
(15) a. El 4guila volaba rauda
b. La madre corrié a decfrselo
d. De acuerdo con la restriccién de la compatibilidad aspectual, los verbos de manera
de movimiento s6lo admiten predicados transitorios; los de direccién también,
mantienen su significado propio; pero cuando se desemantizan la restriccién se
pierde:
(16) a, Camina descalza / erguida / agobiada
*Camina bonita / alta / inteligente
Juan vino cansado / *largo. Esteban salié borracho / * borroso
Este invierno las faldas vienen més largas / plisadas / femeninas / a cuadros
pao ge
La foto salié horrible / oscura / borrosa
Los verbos plenos —(a) y (c)— admiten predicativos, a condicién de que sean pre-
dicados transitorios; por el contrario, la restriccién se anula con los pseudocopulati-
vos: hallamos también predicados individuales, como lo muestra la compatibilidad
con ser de los atributos de (d) y (e).
Como mencionamos en la introduccién, Gutiérrez Ordéiiez propone explicar estos
contrastes de gramaticalidad por las restricciones Iéxicas que se establecen entre los
términos de la relacién predicativa: “;Este rasgo ([perfectivo]) es propio de la predi-
cacién 0 se debe a exigencias externas?” (p. 292). En (c), por ejemplo, a sujetos per-
sonales no pueden atribuirseles predicados como largo 0 borroso. Pero queda enton-
ces sin explicar el contraste entre (a) y (b). Es que la relacién predicativa basta
cuando el verbo no cuenta, por ser copulativo o haberse copulativizado (d) y (e); en
cambio, cuando el verbo denota un evento, la restriccién aspectual sf funciona, como
lo demuestra el contraste entre (a) y (b).
e. Por otra parte, s6lo cuando se los interpreta como pseudocopulativos son compati-
bles con dativo de interés!5 (no ético, que puede adjuntarse a casi cualquier' tipo de
oracién, como se ve en (a) y (c)):
Se ha destacado Ia lectura holistica o de afectacién que provoca el objeto de interés en alternancias como las
siguientes20 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
(17) a, #2 Juan me cayé parado
b. La cena me cay6 pesada
c. *? Marfa me salié desabrigada
d. La comida me salié sosa
2.3. La subordinacién léxica
Los comportamientos analizados permiten deslindar una clara oposicién entre los ver-
bos direccionales y los verbos de manera de movimiento, que rechazan el reandlisis porque
son siempre verbos plenos. Tal estabilidad seméntica parece depender de las restricciones que
impone a su sujeto: como agentivo, siempre seré animado; por otra parte, al tratarse de un
verbo de actividad —y més atin, de manera de movimiento—, que supone una extensién
temporal, el predicativo se interpreta adverbialmente. Los dos factores contrarios, en cambio,
coadyuvan a la inestabilidad de los verbos direccionales: el cardcter irrestricto del sujeto'® y,
probablemente también, su indole puntual ya que la manera supone un agente que acta
durante un cierto intervalo. No satisfechas tales condiciones, se fuerza la interpretacién como
atributo.
En un sugestivo andlisis sobre la forma en que los componentes de significado se dis-
tribuyen entre el Iéxico y la gramatica, L. Talmy (1985) reconoce dos pautas de lexicalizacién
preferentes entre los verbos de movimiento del inglés y del espafiol. En la rafz léxica del
verbo se incorpora la manera en inglés o la direccién en espafiol, como muestran las respec
tivas traducciones de los siguientes ejemplos
(18) a, The bottle floated into the cave
b. La botella entré a la cueva flotando
¢. Mary swimmed to the shore
4.
Marfa llegé nadando a la orilla
En inglés, el verbo conjugado incorpora la manera del movimiento; la direccién queda
a cargo de una preposicién'”: el complemento locativo —into the cave, to the shore— indica
la locacién resultante del movimiento. La traducci6n espafiola, como se ve, requiere de dos
ra(ces verbales : la principal, que incluye la direcci6n, y su modificador, una oracién adjunta
i. Pasé Ja franela sobre In mesa / Le pasé la franela ala mesa.
fi, Se sent6 al Indo de Maria / Se le senté al lado a Maria.
‘Estos contrastes apuntan a una interpretacién resultativa de las formas de dativo, que seguramente también se
da en los ejemplos gramaticales de (17),
16 Al tener destematizada la posicién del argumento externo, estos verbos admiten como argumentos internos
todo tipo de sustantivos, animados o no.
17 Jackendoff (1990) considera que Ia inglesa es una construccién tipolégicamente marcada ya que al verbo de
‘manera de movimiento se le incorpora -optativamente~ un verbo de direccién : GO que, en su estructura
argumental, selecciona un trayecto,VERBA, 2002, vol. 2!
1: 9-29 24
de gerundio, que indica la manera del movimiento. En tal sentido, el espafiol desbroza la com-
plejidad de la construccién inglesa ¢ invierte los componentes seménticos.
Volviendo, entonces, a las oraciones de (18), vemos que el predicado de la oracién
inglesa combina una actividad con un estado resultante, es decir, la localizacidn en la que
acaba el sujeto —inanimado como la botella o animado como Marfa— a causa del movi-
miento. De este modo, si bien un verbo de manera de movimiento es inherentemente atélico,
al estar acompafiado por un complemento que indica la localizacién resultante, queda deli-
mitado; el estado resultante del movimiento, pues, proporciona el Ifmite del que el otro
carece. Se pasa asf de una actividad a una realizacién.
En la oraci6n espafiola, en cambio, el gerundio no modifica el carécter télico del verbo
flexionado: aporta el componente de manera, como lo hacen otros predicativos adjuntos en
los siguientes ejemplos:
(19) a, La botella entré a la cueva flotando
b. La botella entré vacfa a la cueva
c. La botella flotaba vacia
En todos ellos el predicativo aporta una circunstancia concomitante a la que aparece en
la predicacién primaria de la oracién ; como plantea Jackendoff (1990), no se trata de una
relacién de causalidad, ni siquiera de simultaneidad, sino de un mero acompaiiamiento, repre-
sentable mediante la preposicién con (with). Son, pues, predicativos descriptivos que carac-
terizan, mediante una propiedad o estado transitorio, al sintagma nominal, en relacién con la
accién o proceso descrito por el verbo.
La pauta que Talmy destacé en relacién con los verbos de movimiento no es fortuita
sino regular y sistemética en otras muchas éreas de la gramatica. Asf lo prueban los predica-
tivos resultativos que se ejemplifican en (20): designan un resultado o un estado final nuevo
gue se incorpora al verbo flexionado creando asf un evento complejo. Levin y Rapoport
(1988) atribuyen a estas construcciones una estructura Iéxico conceptual —ELC— compleja,
derivada de la basica del verbo. Al analizar una amplia variedad de este tipo de construccio-
nes inglesas, las autoras postulan la existencia de un proceso que denominan “subordinacién
\éxica”, que aparece claramente expuesta en Ia traduccién al espaol
(20) a. Denise hammered the metal flat
b. Denise achaté el metal martilkindolo
c. Evelyn wiped the dishes dry
d. Evelyn secé los platos fregandolos
La traduecién espafiola muestra que se produce una inversién entre el verbo conjugado,
que aporta un significado de manera o instrument, y el predicado léxico principal, corres
pondiente al predicativo resultativo —flat o dry— que indica el estado resultante provocado22 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
por la actividad realizada por el sujeto. La subordinacién Iéxica consiste precisamente en la
estructura Iéxica conceptual compleja proveniente de la inversién de sus elementos constitu-
tivos originales:
(21) a. ELC: manera/ instr + ELC : [resultado POR manera / instrumento]
(POR se usa en el sentido de
b. Evely wiped the dishes dry
wipe,: [x CAUSE [y BECOME (AT) z] BY [x “wipe” z]],
yor medio de” o “de Ja manera de”)
Tal proceso no se da en el espafiol, como lo indica, por ejemplo, la imposibilidad de
interpretar vacta de (19.b) 0 (19.c) como predicativo resultativo; es decir, no entendemos que
la botella se vacié a causa de haber entrado reiteradamente a la cueva. El cardcter marcado de
ambos fendmenos, la construccién resultativa del inglés, inexistente en espafiol!®, y la versa-
tilidad de los verbos direccionales del espafiol, que se traducen al inglés mediante verbos
copulativos, los define como construcciones idiométicas.
De hecho, postularemos para los verbos de movimiento desemantizados del espafiol un
proceso similar de inversién; el verbo de movimiento queda subordinado al adjetivo que cons-
tituye el predicado seméntico de la forma compleja. El reandlisis propuesto en (13) requiere
de este paso. La polisemia de los verbos de direccién espafioles —con su sentido bésico y su
sentido derivado— queda asf explicada también sintécticamente, como lo propone la regla
2).
Ahora bien, ;qué componente de significado aporta el verbo de movimiento direccional
a tal estructura compleja? Recuérdese que los seménticos localistas (cf. Lyons1980, p. 652)
postulan una estrecha vinculacién entre las nociones espaciales y las aspectuales. Al incor-
porar la direccién, los verbos direccionales incluyen los diferentes componentes del trayecto
—origen, ruta y locacién—, cada uno de los cuales tiene correlatos aspectuales: asi, la loca-
ci6n implica un estado resultante del movimiento, en tanto que el movimiento mismo supone
una transicién —Ia sucesi6n de estados que corresponden a la ruta recorrida— entre el estado
de origen y la meta, el de legada.
Desde este punto de vista, se entiende ahora el significado gramatical que aportan los
verbos direccionales al desemantizarse: como contienen el trayecto en su base léxica, aunque
pierden su significado idiosincrdsico en el proceso de subordinacién, mantienen la nocién
aspectual que les corresponde. Por ejemplo, salir, al suponer el traspaso de un Ifmite (“ir fuera
de un sitio”), adquiere el significado derivado de “resultar una cosa 0 una persona de cierta
manera”; algo similar ocurre con venir, llegar, caer, cada uno con sus matices propios. En
18 Demonte-Masullo proporcionan una clara argumentaci6n en contra de Ia interpretacién resultativa de algunos
predicativos como Pinté raja el cuarto, Picé el perejil bien finito, Lo corté bien cortito, Lavé el coche bien
lavado a los que denominan predicativos de manera y reiteracién del estado final (p. 2492).VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 23
cambio, como andar ¢ ir designan un movimiento “reiterado ¢ indefinido”, no entrafia nin-
giin resultado sino un proceso durativo:
(22) a. ELC: trayecto ~ ELC : [estado CON trayecto}"
b, ELC : resultado — ELC : [estado CON resultado] El regalo salié caro
¢, ELC : duracién > ELC ; [estado CON duracién], Pablo anda enamorado
La regla de subordinacién Iéxica ha permitido explicar el proceso de reandlisis operante
en la gramaticalizaci6n, cuya manifestacién visible es la generalizaci6n contextual, es decir,
la combinacién irrestricta con todo tipo de predicados, transitorios o permanentes. La reduc-
cidn de la predicaci
in primaria a marcador aspectual no es forzosa, en cambio, cuando el pre-
dicativo es un predicado transitorio o de estadio, En cada uno de los siguientes pares, el pri-
‘mer ejemplo corresponde a un verbo de movimiento pleno y el otro, a un pseudocopulativo:
(23) a. Los estudiantes salieron hambrientos del examen
b. La obra salié espléndida
(24) a, Los reclusos pasaron callados
b. Tu observacién pasé inadvertida
(25) a, Lanieve cae lenta
b. Tu amigo me cae antipatico
Las diferencias seménticas entre los tres verbos quedan neutralizadas en el significado
aspectual de resultado de los segundos. En los primeros, en cambio, se observa una gradacién
en cuanto al valor adverbial de la predicacién secundaria, que, sin embargo, no llega a alterar
Ja integridad seméntica del principal.
2.4, Los verbos de “fase”
Entre los verbos pseudocopulativos, se mencionan, por lo general, los aspectuales que
indican “fase”, como:
(26) a. El profesor comenzé entusiasmado la novela”®
b. El general contintia gravisimo
c. Si sigo comiendo asi, terminaré obesa
19 Seguimos a Jackendoff (1990, p. 202) en formalizar la relacién entre los predicativos descriptivos y la cliu-
sula principal mediante la preposicién CON (WITH).
20 Pustejovsky (1995) propone un agudo anslisis de los verbos aspectuales transitivos como verbos de control
‘cuyo infinitivo se deduce a partir de los qualia del objeto; asf comenzar la novela seré comenzar a leerla si se
tiene en cuenta el guatia télico 0 comencar a escribirla si, en cambio, se impone el qualia agentivo. En usos
intransitivos como los de (b) y (c) corresponde, por el contrario, a un verbo de ascenso, como lo son, de hecho,
los verbos copulativos24 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
Se trata de palabras gramaticales, subsidiarias del atributo 0 del verbo al que aportan su
contenido aspectual pero que carecen de significado pleno. En cambio, otros verbos que con-
tienen un significado lexical idiosinerésico pueden, en determinados contextos, desemanti
zarse y convertirse en pseudocopulativos con valor de fase de un evento 0 proceso, similar al
registrado en (26). El contexto corresponde a un atributo —permanente o transitorio— que
induce la inversién entre los dos predicados —en términos de subordinacién léxica. De este
modo, a pesar del carécter eventivo del verbo flexionado, la oracién en su conjunto se inter-
preta como estativa. Esto ocurre, por ejemplo, en:
(27) a. Elnifio nacié ciego
b. La mafiana amanecié fresca
c. Labolsa abrié en alza
Como hipénimos de comenzar, estos verbos se acomodan a las caracterfsticas léxicas
de sus respectivos sujetos. Adviértase que en los tres ejemplos el verbo sélo caracteriza una
fase —la inicial—en el desarrollo de una secuencia temporal: la vida de una persona, el trans-
curso del dfa o de un ciclo econémico. En tal caso. a diferencia de lo que ocurre cuando fun-
cionan como verbos plenos (28), pueden ser parafraseados por una oraci6n copulativa, como
se ve en (29):
(28) El nifio nacié con dificultad /en Buenos Aires / el] 11 de mayo
La mafiana amanecié a las 6.30 horas
La bolsa no abrié hoy
EI nifio es ciego de naci
La majiana estaba fresca
La bolsa estaba en alza al abrir
(29) nto
erR eee
Asf, los hipénimos de los verbos aspectuales como nacer, morir, vivir, crecer, amanecer,
abrir, arrancar se caracterizan por una forma particular de polisemia: mantienen su signifi-
cado pleno cuando son usados en forma absoluta o cuando reciben adjuntos temporales 0
locativos. Por el contrario, cuando se combinan con predicados individuals, se invierte la
relacién entre ambos constituyentes : el verbo flexionado adquiere un valor derivado de loca-
lizador temporal del instante o intervalo en el que comienza, termina o se desarrolla un estado
permanente 0 transitorio:
(30) a. Chopin murié joven / tisico / loco
b. Vivieron pobres pero felices / honrados / sanos
c. Los drboles crecen robustos / torcidos / altos
El predominio de predicados permanentes o individuales es una sefial clara del cardcter
no adverbial que revisten estos adjetivos, que, en sus pardfrasis correspondientes tienden aVERBA, 2002, vol. 29: 9-29 25
seleccionar la c6pula pura, ser, y no estar, la cépula que seleccionan los adjetivos perfecti-
vos?!:
(31) a. Chopin era joven cuando murié
b. Fueron pobres / felices / honestos durante toda su vida
€. Los drboles son robustos /torcidos /altos en su crecimiento
Sobejano (1970), refiriéndose a un ejemplo similar a (27.a), explicaba la diferencia que
media enire el atributo —que sélo modifica al sujeto— y el predicativo —que, al modificar
también al verbo, adquiere un valor adverbial:
“En Mi amigo nacié fuerte es absurdo pensar que fuerte se refiere a amigo y a nacié:
se refiere exclusivamente a amigo y la mejor prueba de evidencia esté en que seria
imposible construir una frase Mi amigo nacié fuertemente. Cuando el adjetivo pre-
dicativo se refiere al mismo tiempo al sustantivo y al verbo es en este otro tipo de fra-
ses en que el verbo de actividad no actia en absoluto como c6pula: Inquietas liban
las abejas el néctar (...) serfa perfectamente correcto e inteligible decit Las abejas
liban inguietamente el néctar” (p. 114),
Para concluir, pasaremos a continuacién a estos predicativos —denominados “adjetivos
adverbiales"— que se ubican en la zona fronteriza entre los predicativos y los adjuntos libres.
3. LA INTERPRETACION ADVERBIAL DE LOS PREDICATIVOS
Los predicados secundarios orientados hacia el sujeto modifican simulténeamente al
verbo (0, més bien, a su proyeccién intermedia V’) y al sujeto. Esta doble direccién diluye
también la adscripcién categorial, por lo que han sido denominados “adjetivos adverbiales”
(Lujan 1980). Los autores que se han ocupado de los predicativos del sujeto”® coinciden en
La clase de los pseducopulativos se nutre también de un tercer grupo de verbos, pertenecientes a clases més
restringidas, incluso dialectalmente: los de emisiGn de luz y de sonido, como los siguientes:
i. Las mujeres lucimos més bonitas embarazadas. (Angeles Mastreta. Arrancame la vida)
ii, La invitacién pintaba interesante (espafiol rioplatense)
iii, Esta oracién suena bastante rara,
Tambien aqut la indole aspectual de los adjetivos — todos ellos predicados permanentes o de individuofuer-
an a una lectura atributiva,
22 Navas Ruiz (1963) admite el valor adverbial de los predicativos y Ia posible sustitucin por un adverbio: ef
viento corre libre : el viento corre libremente; la nieve cae lenta: la nieve cae lentamente. Inmediatamente
después sefiala: “Como atinadamente observa Harri Meier, existe una diferencia no sélo desde el punto de
vista de la expresién gramatical sino incluso desde un punto de vista I6gico entre frases como La nieve cue
lenta y Lar nieve cae lentamente (..) Tampoco es un verdadero apuesto o un verdadero adverbio” (p.46). De
‘manera similar, G. Salvi (1991) descarta la sinonimia entre (69) Le rondine volano silenziose y (70) Le run-26 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
advertir acerca de la engafiosa semejanza que existe entre éstos y los adverbios de manera;
embargo, no siempre queda claro el alcance de esta diferencia, como se advierte al comparar
los siguientes ejemplos
in
(32) La nieve cae lenta / La nieve cae lentamente (Navas Ruiz)
Las golondrinas vuelan silenciosas / Las golondrinas vuelan silenciosamente (Salvi)
EI nifio dormfa tranquilo / El nifio dormia tranquilamente (Hernanz)
Nora lefa nerviosa las noticias de su pats / Nora lefa nerviosamente las noticias de
su pats
Si bien en todos los casos las dos versiones resultan gramaticales, existen algunas dife-
rencias. Estas resultardin mas claras si recordamos que el adverbio de manera puede modifi-
car a uno de los tres componentes de un evento: al agente, indicando su “estado de mente”, al
proceso en sf mismo 0 al resultado. El predicativo del sujeto, obviamente, tiende a apuntar
hacia el primer tipo, a menos que sus rasgos semanticos se lo impidan, como ocurre en (a): el
adjetivo s6lo puede referirse al proceso y, por eso, en mi opinién, ambas oraciones son per-
fectamente sinénimas. En cambio, cuando el sujeto es humano (0 quizas s6lo animado como
en (b)), surge a menudo una ambigiiedad entre las dos interpretaciones, la del “estado de
mente” del sujeto —normalmente agentivo— y la de adverbial de manera, orientada hacia el
proceso. De este modo, (c) puede ser interpretada tanto en el sentido de El nifo dormia y
estaba tranquilo como en el de El nifto dorméa de manera tranquila (aunque quizds estuviera
nervioso), ambigiiedad que, normalmente, ni siquiera se percibe.
La posibilidad de alternancia que muestran los ejemplos de (32) depende también, por
supuesto, de las posibilidades que tiene el adjetivo de permitir la formacién de un adverbio
en ~mente
(33) a. El éguila volaba alta / * El éguila volaba altamente.
b. Se encaminé hacia nosotros desnuda / *Se encaminé desnudamente.
c. Comfa satisfecho su racién / *Comia satisfechamente su racién.
La posicién que ocupa, por lo general, este predicativo en el predicado (transitivo) es
precisamente la que le corresponde al adverbial de manera (cf. Cinque 1999): en proximidad
estricta al verbo, como en los siguientes ejemplos —tomados de Gutiérrez Ordéiiez (1986,
p.119)—0 acontinuacién de verbo més complementos:
stuudiaba contento sus lecciones de pianoVERBA, 2002, vol. 29: 9-29 27
¢. Fumaba sosegado un cigarzillo
d. Esperé impavido el resultado del examen?3
Si se dislocan, en cambio, a la posicién inicial o quedan separados entonacionalmente
en cualquier otra posicién, el valor adverbial ~que hasta aqui estaba limitado a la manera—se
amplfa. Al estar dotados de una referencia temporal independiente (cf. Rodriguez Espifieira,
1991), exhiben valores seménticos oracionales como la causa, la condicién 0 la concesi6n o,
mas a menudo, de ubicacién temporal, de acuerdo con la interpretacién que se acomode mas
coherentemente al resto de la oracién:
5) a. Nerviosa, fumo el doble de lo habitual. (condicional o temporal )
b. Nerviosa, decidf quedarme en casa (causal)
¢. Nerviosa, atendié amablemente a todas las peguntas —_ (concesiva).
La independencia que estos elementos periféricos mantienen con el resto de la oracién
se pone de manifiesto en que las restricciones aspectuales que regian en el caso de los predi-
cativos no funcionan, en cambio, aqui, como se comprueba en los siguientes ejemplos, en los
que un predicado de estado se combina con un predicado perfectivo (stage level):
(36) a. El boxeador pesa 90 kilos desnudo / mide 1.80 metros descalzo.
b. Las mujeres lucimos mas bonitas embarazadas (Mastreta. Arréincame la vida)
Esta combinaci6n induce, en mi opinién, a interpretar los adjetivos como adjuntos inci
dentales —y no como predicativos—, aunque no aparezcan separados tonalmente.
CONCLUSION
En nuestro recorrido, hemos comprobado cusn borrosas son las zonas fronterizas entre
las tres nociones nucleares reconocidas por la gramética. Este resultado, nada sorprendente
por cierto, es previsible por el precario equilibrio que media entre las dos predicaciones en el
Ambito de la oracién, La obligada subordinacién de una a la otra est sometida a una perma-
nente inestabilidad que se resuelve hacia uno u otro de los extremos del continuuom: hacia la
atribucién —con la consiguiente gramaticalizacién del predicado primario— 0 hacia la
adjuncién libre —rebasando el limite de la oracién simple28 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos
La pertinencia del factor aspectual quedé demostrada tanto con un argumento positivo
como con otro negativo. Me refiero al cumplimiento de la restriccién aspectual cuando el
yerbo cuenta como predicacién primaria eventiva; la correlativa anulacién de la restriccién
debe interpretarse 0 bien como evidencia de un proceso de gramaticalizacién del verbo o bien
del nivel de modificacién mas alto, desde el que el adjetivo incidental modifica a la oracién
en su conjunto.
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