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La inestable frontera entre atributos y predicativos Angela L. Di Tullio Universidad Nacional del Comahue. Argentina RESuMEN Se intenta mostrar que la combinacién de un predicado verbal y de otro adjetivo esté sujeta a un preca- rio equilibrio en el Ambito de la oraci6n, Por una parte, algiin grupo importante de verbos, como los de direccidn o de movimiento inherentemente dirigido, sufren un proceso de copularizaci6n que los con- vierte en elementos gramaticales. Por otra, algunos adjetivos desarrollan interpretaciones adverbiales. En ambos casos resultan pertinentes las propiedades aspectuales de los elementos involucrados. Palabras clave: predicaci6n, predicativos, copulativos, pseudocopulativos, adjuntos libres. ApsTRac ‘The present paper intends to show that the combination of a verb and an adjective within the same pre- dicate is subject to a delicate equilibrium. On the one hand, some important groups of verbs —such as the inherently directed motion verbs ones or the “phase” ones— undergo a copularization process which tums them into grammatical elements. On the other hand, adjectives develop adverbial interpretations. On both cases, the aspectual characteristics of the components involved prove to be decisive. Key words: predication, predicatives, copulatives, pseudocopulatives, free adjuncts. INTRODUCCION En algunas dreas de la sintaxis, el cardcter discreto que se atribuye a las categorias gra- maticales resulta, de un modo més evidente, un mero expediente simplificatorio. Esto ocurre, ata de Aceptacién: maio de 2001 VERBA, ISSN 0210-377X, 2002, vol. 29: 9-29 10 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos sin lugar a dudas, en la predicacién, en la que se suelen deslindar tres funciones definidas segtin su nivel de insercin en la oracién: los atributos —o complementos predicativos: (1a)—, los predicativos —o adjuntos predicativos: (1b)— y los adjuntos libres o predicativos incidentales (1.c)! (1) a. Francisco esté desnudo b. Francisco se pesé desnudo c. Francisco pesa noventa kilos desnudo La obligatoriedad del atributo en (a) queda reforzada por un correlato formal indiscuti- ble: la sustituci6n por el clitico invariable, lo estaba. El ejemplo que sigue es parafraseable por una parfrasis que segmenta el predicado sintéctico en dos predicaciones semédnticas: se pes6 (y estaba/lo hizo) desnudo. Tal coordinacién no da cuenta, en cambio, del valor de des- nudo en (c): aunque aparentemente similar al anterior, equivale a una oracién adverbial redu- cida (de significado temporal o condicional). Las fronteras entre los tres casos no siempre resultan tan claras como en (1); a menudo se solapan 0 superponen hasta casi confundirse en un continuum, A ello contribuyen, por una parte, el proceso de copularizacién que ha afectado a algunas clases de verbos; por Ia otra, el valor mas 0 menos adverbial que el predicativo asume segiin sus caracteristicas léxicas pro- pias y, a veces, también segiin las que le impone el verbo con el que se combina, Estos casos se ejemplifican en los contrastes de (2) y (3), respectivamente: 2 Juan salié desnudo de su habitacién La foto salié demasiado oscura 8) Juan llegé nervioso Juan me respondié nervioso pgR ee Juan legé / me respondié Como en (1.b), la doble predicacién de (2.a) se refleja en las posibles pardfrasis coordi- nativas; agramaticales, en cambio, para (2.b): *La foto salié y (estaba/ lo hizo demasiado oscura, En (3), el contraste entre ambos ejemplos estriba en el valor adjetivo —atributivo— con que se interpreta el predicativo del primero y en el adverbial que asume en el segundo. Esta alternancia le esta vedada, en cambio, a un adjetivo como desnudo, que en cualquiera de las combinaciones, sera interpretado como adjetivo —como, de hecho, podia preverse al no existir el adverbio desnudamente. T Tomo las denominaciones que se emplean en los respectivos capftulos de la Gramdtica Descriptiva de la Lengua Espaitola dedicados a 1a predicaci6n). Son éstos los capitulos 37 ("La predicacién: Las oraciones, copulativas” por Fernéndez Leborans), 38 (“La predicacién: Los complementos predicativos” por Demonte yy Masullo ) y 39 (“La predicacién: La predicacién no copulativa. Las construcciones absolutas” por Hernan y Sune), VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 "1 En la dos tiltimas décadas se publicaron en Espafia importantes estudios dedicados a la predicacién —como, entre otros, Lujén (1981), Hernanz (1988), Gutiérrez Ordéfiez (1986) (1996), Demonte (1991), Rodriguez Espifieira (1990), (1991), Suiier (1990), Porroche (1990)— que no s6lo contribuyeron a refinar el concepto y delimitar extensionalmente el campo sino también a precisar las nociones involucradas. El canénico sistema cuatripartito —ie attibutos y predicativos orientados hacia el sujeto o hacia el objeto directo— s plejiz6 y extendié a construcciones no previstas en la tradicin. Muchos de estos trabajos coincidieron en destacar la pertinencia del aspecto léxico 0 Aktionsart en la predicacidn®. Asi, la diferente funcién que se le asigna a desnudo en los dos tiltimos ejemplos de (1) proviene de una restriccién aspectual a la que, segtin plantea Hernanz (1988), est sometida la combinacién entre las dos predicaciones en el ambito del SV. Sélo los predicados primarios dindmicos —es decir, los que denotan una accién o un proceso pero No los estativos— pueden recibir un predicativo. Como en (b) pesar satisface el requisito, des- nudo sera un predicativo (opcional subjetivo). Por el contrario, pesar noventa kilos es una situacién homogénea que no supone cambio —un estado—; por lo tanto, no admite un pre- dicativo que lo modifique. Asi, desnudo deberd asignarse a una proyeccién més alta, la ora- ciGn, a la que modificaré como adjunto libre. De hecho, esa condicién se reconoce por su entorno tonal propio, apenas cambia de posicién, o por su sustitucién por oraciones adver- biales com- (4) a, Desnudo, Francisco pesa noventa kilos b. Francisco pesa, desnudo, noventa kilos ¢. Francisco pesa noventa kilos, cuando / si est / estando desnudo. La indole aspectual del predicativo resultard igualmente decisiva para reconocer un pro- ceso de gramaticalizacién o para sondear los limites de su gramaticalidad, En una revisi6n critica de los trabajos recientes sobre la predicacién, Salvador Gutiérrez Ordéfiez (1996) discute la validez de las categorfas funcionales —como el aspecto— en el sentido de legitimadoras de la predicacién secundaria. Propone, como alternativa, que la gra- maticalidad de la predicacién se dirime exclusivamente en términos de la compatibilidad seméntica entre sus dos constituyentes tltimos: el sujeto y el predicado (nominal). En este tr bajo —en el que me cefiiré a la predicacién orientada hacia el sujeto\— intentaré demostrar Se trata de fendmenos muy diferentes: las e6pulas como marcadores aspectuales, la compatibilidad entre los rasgos aspectuales de la predicacién primaria y la predicacién secundaria: la diferente conexién entre el pre- dicativo subjetivo y el objetivo con la estructura subeventiva de la predicacién primaria (Demonte) o la lec tura habitual que inducfan algunos predicativos del objeto. 3 En los predicados objetivos, si son obligatorios, la seleccién Iéxica que ejerce el verbo se impone también sobre el aspecto, como lo demuestran los siguientes ejemplos: i, Considero a Juan inteligente / atractivo / desordenado /de buena familia, ii, Noté a Juan cansado / distraido / nervioso. 12 ‘Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos que el aspecto no sélo es pertinente sino que resulta decisivo para reconocer los procesos de copularizacién que afectan a dos clases especiales de verbos : los de movimiento inherente- mente dirigido (ir; salir, venir, caer) y los que denotan momentos o fases en una secuencia temporal (nacer, morir, amanecer, abrir, arrancar, crecer, vivir). Para explicar este proceso, cuyos resultados coinciden a menudo con otro paralelo de auxiliarizacién, recurriré a la regla de “subordinacién léxica”, con la que Levin y Rapoport estudian la predicacién resultativa del inglés. Desde esta hipétesis, una inversién similar entre los dos predicados da cuenta del rea- nélisis y de la consiguiente desemantizacién También me basaré en el aspecto para distinguir entre predicativos y adjuntos libres, incluso cuando no aparecen marcas pros6dicas como en (1.c). En tltima instancia, la distin- cién concierne al alcance de cada uno, que determina la interpretacién que reciben —lectura adverbial de manera de los predicativos y lectura oracional de los adjuntos libres. ATRIBUTOS Y PREDICATIVOS La distincién entre atributos y predicativos puede ser considerada como una instancia de la distincién mas basica entre complementos y adjuntos : los atributos son obligatorios; los predicativos, en cambio, pueden ser omitidos sin cambio en el significado del verbo flexio- nado ni en la gramaticalidad de la oracién!, Sin embargo, existe una importante diferencia entre ambas situaciones: mientras que complementos y adjuntos pueden coaparecer en una misma oracién, atributos y predicativos no pueden compartir los mismos contextos porque es la indole del verbo flexionado lo que decide el carécter primario o secundario de la predica- cidn. En Iineas generales, si el verbo no constituye un predicado seméntico por si mismo —es decir si es un verbo copulativo o pseudocopulativo—, su funcién se reduciré ala de ser portador, ademas de los morfemas flexionales, de una informacién aspectual o modal lexica- lizada. El atributo (a) constituir4, entonces, la predicacién primaria de la oracién y, por lo tanto, seré obligatorio, Si, por el contrario, el verbo flexionado es seménticamente pleno, basta por sf solo para constituir un predicado, por lo que el predicativo (b) sera facultativo. El En realidad, esta seleccién representa un tipo de concordancia aspectual en la medida en que considerar, ‘como verbo de estado que es, selecciona un predicado secundario permantente, en tanto que notar , que es un predicado eventivo puntual, requiere predicados transitorios; los predicativos objetivos opcionales -como los subjetivos- son obligatoriamente transitorios: iii, Me serviste el caf demasiado caliente. iv. Juan bebe el café muy cargado. Rodriguez Espifieira (1990) ha demostrado cémo los operadores de genericidad tornan obligatorio el predi- ccativo objetivo de iv. 4 Gutiérrez Ordéniez.cuestiona el criterio de Ia obligatoriedad para distinguir entre atributos y predicativos por- {que en otros casos —como el de sujeto o de objeto directo— no resulta tan decisive como para diferenciar funciones, Sin embargo, conceptos {an importantes —y tan debatidos— como la impersonalidad y Ia transi- tividad que conciernen, sin duda, al cardcter obligatorio o no de sujeto y O.D., desmienten su afirmacién, VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 13 adjunto libre (c), como no tiene una conexién directa con el verbo, no es sensible a la estruc tura del predicado, por lo que puede modificar una oracién que contenga a uno u otro de los anteriores. No estd asociado sélo a sujeto y verbo, sino a la oracién en su conjunto en tanto que elemento periférico: (5) a Nora estaba nerviosa esa tarde b. Nora salié nerviosa esa tarde ¢. Nerviosa, Nora resulta insoportable / respondié hosca a la pregunta Entre estas nociones —més o menos delimitadas— se extienden dos zonas fronterizas: Ja que media entre atributo y predicativo (2.b) y la que separa al predicativo del adjunto libre (3.b)’. En el primero el verbo conjugado, al gramaticalizarse, ha perdido su significado pecu- liar y s6lo conserva un rasgo aspectual comin: el de resultado (no ya del desplazamiento sino del cambio de estado). Convertido asi en un verbo pseudocopulativo, requiere de una predi cacién nominal. Las diferencias prosédicas entre los ejemplos de (3.b) y (5.c) son indicios de su diferente grado de cohesién sintéctica con el resto de la oraciGn: la autonomfa entonacio- nal de que goza nerviosa en posicién inicial habilita al adjetivo para adquirir valores adver- biales oracionales imposibles en el predicativo, integrado a la linea tonal de la oraci6n. Asi lo demuestran las distintos grados de gramaticalidad que arrojan: (6) a. Nerviosa, Nora lefa nerviosamente / tranquilamente las noticias de su pafs. b. * Nora lefa nerviosa las noticias de su pafs nerviosamente / tranquilamente. Nétese que, aunque forzada, la primera queda exenta de la tautologfa o de la contradic- cin que se registra en la otra. Y se salva precisamente porque el adjunto libre se conecta con un nivel més alto en la arquitectura funcional de la oracién (el que corresponde a los adver- bios orientados al sujeto. Cf. Cinque 1999. p.19); asf, adquiere el valor de una oracién adver- bial reducida —causal (Estando nerviosa, lefa nerviosamente) 0 concesiva (Aunque nerviosa, lefa tranquilamente). En cambio, en (b) adjetivo y adverbio modifican a la misma proyeccién funcional: uno y otro aportan modificaciones relativas a la manera en que se realiza la acci6n, por lo que uno de ellos sobra, Recapitulando: las distinciones trazadas hasta aqui derivan de dos criterios indepen- dientes: I La indole del verbo flexionado, que permite reconocer tres giupos. * copulativo, claramente delimitado por un criterio formal: la sustituibilidad del atributo por el pronombre invariable no referencial LO) 5 Dejaré de lado ambos extremos: el de la izquiera corresponderfa a una oracién atributiva no copulativa: jOtra vez nerviasa, Nora! y el de la derecha la cliusula absoluta: Lefdos los titulares, Nora pidid un café. 14 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos + pseudocopulativo’, clase menos claramente delimitada: a diferencia de la anterior, es incompatible con LO pero, como aquella, exige un atributo; + pleno: se basta por sf solo para ser predicado seméntico de la oraci6n, de manera que puede prescindir de toda otra predicacién. II, Relacién con otros constituyentes de la oracién: mientras que el atributo sélo con- trae relacién con el sujeto, en el predicativo la relacién es doble: con el sujeto, pero a través de la mediatizacién del verbo. Segiin las propiedades léxicas de cada uno de los predicados —primario y secundario—, el predicativo puede llegar a asumir un valor adverbial —y, por ello, es sustituible por un adverbio de manera. En cambio, como nos mostré (6), los adjuntos libres exhiben otros valores adverbiales, los propios de modificadores oracionales periféricos como tiempo, causa, condicién, concesién. Entre las propiedades léxicas de cada uno de los predicados, se ha reconocido la perti- nencia de una distincién —que el espafiol gramaticaliza en sus c6pulas— entre predicados caracterizadores, permanentes 0 de individuo (individual level predicate, de acuerdo con la denominacién propuesta por Carlson y desarrollada por Kratzer) —como inteligente, mo- desto, cortés, bonito, moreno, enfermizo, estupendo— y predicados transitorios, precarios 0 de estadio (stage level predicate) —como descalzo, sentado, perplejo, satisfecho, contento, despierto. En la medida en que estos tiltimos se predican de trozos espaciotemporales deter- minados, se les reconoce un argumento adicional, denominado “argumento eventivo o david- soniano”, , que, aunque carece de una manifestacién visible directa, como en los otros argumentos, se lo ha hecho responsable de ciertos comportamientos visibles: el cardcter per~ fectivo, que proviene del significado del verbo del que deriva, o la capacidad de legitimar adjuntos, de la que carecen los de 6individuo’. Ahora bien, esta distincién no sélo es pertinente para dar cuenta de la combinacién de los atributos con ser o estar sino que se aplica también a los predicativos, como ha mostrado Hernanz (1988). Para que la oracién sea gramatical los dos predicados deben concordar en sus rasgos aspectuales eventivos: sélo los predicados transitorios pueden funcionar como pre- dicaciones secundarias; mas ain, también el verbo modificado debe ser eventivo y no de estado. Si hay compatibilidad entre ambos predicados, la oracién seré gramatical: (Da. Anita camina sola / descalza / triste /satisfecha. b, Manuel me miré atento /sonrié irénico /se desperts sobresaltado, 6 Para evitar Ia indeterminaciGn de la clase de los pseudocopulativos, se ha propuesto una subclasificacién centre los pseudocopulativos, variantes aspectuales y modales de la cépula, y los semicopulativos, dotados de mayor contenido léxico. Preseinditemos de esta distinci6n, porque Inestamos tratando indirectamente en rela- ci6n ala vaguedad de las Funciones involucradas al émbito verbal 7 Enrealidad, no hay unanimidad con respecto ala posible interpretaciGn de . Mientras que algunos le asig- nan la eapacidad de legtimar adjuntos ~de tiempo, espacio o manera-, Bosque (1990) lo interpreta como [+ Perf] en tanto predicado de un “estado resultante” que forma parte del significado del verbo. VERBA, 2002, vol. 29; 9-29 15 Véase, en cambio, lo que ocurre cuando uno de los predicados infringe la restriccién . “Anita camina enfermiza / alta / modesta / rubia d,_ *Pesa ochenta kilos perplejo/ sabe francés irdnico / ama feroz. Sacaremos provecho de esta clasificacién para analizar los casos esquivos a la clasifi- cacién, 2.1. La incierta delimitacién de la clase de los verbos pseudocopulativos El niicleo semantico basico de una oracién esta constituido por una relaci6n predicativa, que consiste en una propiedad, estado, relacién o (participacién en un) evento que se atribuye aun individuo. Esta predicacién puede emerger, sintécticamente, como una oracién canénica, con toda su arquitectura funcional, o puede apoyarse, parasitariamente, en otra relacién pre- ativa con la que compartir no sélo los rasgos flexionales sino también algtin argumento. El primer caso corresponde a una predicacién primaria ; el segundo, a una secundaria En el primer caso, la expresién predicativa ser un verbo flexionado —oracién predica- tiva—o, si la oraci6n es copulativa, un sintagma de otra categoria; en tal caso, los rasgos de flexién se apoyardn en un elemento ad hoc: idealmente, un constituyente gramatical carente de todo significado Iéxico ~ser’, pero también otros verbos, que son indicadores de la indole aspectual del predicado como estar, resultar, volverse, ponerse, hacerse, quedar{se) 0 verbos que indican fase de un proceso como empezar, seguir; terminar, etc.; por tiltimo, parecer aporta un significado de naturaleza modal (epistémico- evidencial). Casi todos estos verbos aparecen también en perffrasis verbales con formas no flexionadas del verbo, como auxilia- res 0, los de fase, como verbos de ascenso 0 control. En realidad, la dificultad para definir y delimitar la clase de los pseudocopulativos —que se diferencian de las cépulas sélo por el criterio negativo de la no conmutacién del atri- buto por lo’— discurre por cauces similares a la que suscitan los auxiliares, En efecto, como la desemantizacién que los afecta es gradual, no resulta facil determinar si el desvio en rela- cién con el significado bésico se debe a un uso metaforico o si compromete su integridad 8 De echo, hay evidentes divergencias entre los gramticos en relacién con la extensién de la clase. Hernanz y Brucart (1987, p.217) incluyen los siguientes = resultr, seguir, ponerse, volverse, continua, quedar, todos ellos variantes aspectuales de la eépula. Asimismo, se ajustan a tal caracterizacién otros més que proponen Aleina y Blecua (1975, p. 898) : hallarse, encontrarse, permanecer, mantenerse, acabar, terminar, eae, i andar. Baséndose en un criterio puramente semintico (verbos cuyo contenido léxico esta “mitigado”), Tor nel Sala (1995), siguiendo a Navas Ruiz, amplfa notablemente la clase sumando verbos como salir llegar venir, restar, permanecer, devenir,hallarse, encontrarse, mantenerse, levarse, usarse, mostrarse, ofrecerse. resentarse, conservarse, tornarse, llamarse, proclamarse, declararse, creerse, considerarse, estimarse. No queda claro en todos los casos el criterio que el autor adopta, pues, si bien se “desemantizan” los verbos de movimiento, no ocurte lo mismo en los casos de los ergativos ~usarse,ofrecerse, Hamarse... y mucho menos cuando se trata de verdaderos reflexivos como proclamarse, creerse, considerutse 16 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos léxica, alcanzando el estatuto de elemento totalmente gramaticalizado®, cuestién que ya plan- teaba Amado Alonso a propésito de los verbos de movimiento!®. Buena parte de éstos tienen tres acepciones: como verbos plenos, como auxiliares y como pseudocopulativos. Este doble proceso de gramaticalizacién se inicia en una generali- zaci6n, que amplia su distribucién, Se van perdiendo ciertos rasgos especificos de su signifi- cado ¢ incluso parte de su régimen, al mismo tiempo que van adquiriendo significados de naturaleza gramatical, de indole preferentemente aspectual. Comparense los siguientes grupos de ejemplos, en los que alternan en (8) verbos de movimiento modificados por adjuntos predicativos y en (9) verbos de movimiento deseman- tizados, que se comportan como pseudocopulativos; asimismo en (10), los verbos de movi miento que seleccionan complementos con cldusulas de infinitive contrastan en (11) con auxiliares: ®&) Juan fue al médico preocupado Maria vino hambrienta a casa El médico salié tranquilo del consultorio El nifio lleg6 / cayé ala cama exhausto Juan va / anda adelantado en la carrera La situaci6n econémica viene dificil este aio. El regalo salié demasiado caro La encomienda legé intacta Juan va a consultar al médico preocupado Maria vino a visitarme ayer hambrienta El médico salié a buscar la historia clinica furioso El nifio Hlegé a comer exhausto 9) (10) (11) a, Esta tarde va. lover seguramente Ese auto viene a costar lo mismo que mi casa En medio de la discusién, Marisa salié a defenderlo!! El sinvergtienza llegé a decirme que le habia mentido FERRO SP RETRO ETE 9 De hecho, algunos gramaticos, como Bybee y Pagliucca, reconocen en la metéfora la principal fuente de la ‘gramaticalizacién. Asimismo, B. Heine et al. (1991) plantean que los recursos gramaticales se crean, por !o ‘general, por estrategias de extensién anafrica, metonimia, metéfora o similares. 10 Amado Alonso (1951), al analizar las construcciones con verbos de movimiento en espafiol, sefialaba “Algunos de estos ejemplos tienen su equivalente en otras lenguas ; pero, en conjunto, constituyen una ‘manifestacidn de la especifica “forma interior del lenguaje” del espafol,..y uno de los rasgos mas fisondmi cos de nuestro estilo idiomético, Pues es singularidad del espafiol la libertad, prolificacién y variedad de mati- ces de estas construcciones sintéeticas y de los cambios semdnticos que entrafian, Ia profunda coherencia de estos nuevos valores expresivos, por diversos que sean, el que entren cn el juego de significaciones traspues- tas gran parte de los verbos de movimiento (a aun algunos de los de reposo y posicién), y, por tiltimo, la secu lar fecundidad det procedimiento..."(p.191). 11 Eneste verbo, el proceso de gramaticalizaciGn es seguramente incipiente ya que, si ben se reconoce una dife- rencia con el significado pleno del verbo de movimiento, se mantienen sus restricciones seleccionales. VERBA, 2002, vol. 29; 9-29 7 Como se advierte, en los ejemplos de (8) y (10) los verbos respectivos mantienen su sig- nificado basico de movimiento: como tales, seleccionan complementos que indican la meta o el origen; en todos ellos, el predicativo es opcional. Por el contrario, en los ejemplos de (9), el significado peculiar del verbo queda “mitigado” o se pierde totalmente, de manera que el predicativo pasa a convertirse en la predicacién primaria de la oracién. Este proceso es para- lelo al que se registra en Ia segunda serie: en (11), el verbo de movimiento se ha convertido en el auxiliar de una perffrasis cuyo micleo, el verbo en infinitivo, es el que impone la estruc- ura argumental y las restricciones semantics a los argumentos seleccionados. La existencia de ambigiiedades —en ambos— entre la lectura de verbo pleno y la de verbo “vacfo” indica alas claras que no se trata de una sustitucién lisa y Hana sino de un proceso —no concluido— en que coexisten los dos estadios!2, Pseudocopulativos y auxiliares se asemejan, pues, por haber sido afectados por un pro- ceso de desemantizacién —o gramaticalizacién—, que va acompafiado, por una parte, por la pérdida de su estructura argumental pero, por la otra, por una ganancia: la adquisicién de sig- nificados propios de las categorias flexionales. La recategorizacién que este proceso supone se explica por un reandlisis entre los constituyentes del predicado: (12) a. Juan va [a visitar al médico]] [Juan [va a visitar] al médico] [Juan [va a ser] médico] Uuan [salié) [desabrigado]] [El cuadro [salié] [perfecto}] [El cuadro [salié perfecto}} (13) En ambos casos, se parte de un esquema en el que el verbo flexionado, nticleo seman- tico de la oracién, esta modificado —por un complemento final en (12) y por un predicativo en (13); el diferente encorchetamiento de (b) indica una inversidn entre ambos constituyen- tes: el modificado pasa a convertirse en el nticleo y el otro se degrada hasta llegar a ser una pieza gramatical. Asi las cosas, de las dos lecturas posibles de la oracién (13.b) —El cuadro salié de un lugar intacto 0 El cuadro resulté perfecto—, el reandlisis postulado en (13.c) resuelve la imposible convivencia de las dos predicaciones en un mismo constituyente con- virtiendo el verbo léxico en un verbo gramatical. En un tercer momento, la construccién se generaliza a construcciones no previsibles por las restricciones Iéxicas del esquema inicial. Precisamente el reandlisis ha sido considerado uno de los mecanismos responsables de la gramaticalicalizacin (Meillet, Hopper & Traugott, Heine et alii 1991), Al dislocar los limi- tes entre los constituyentes, se impone otra segmentaci6n, que, en este caso, significa una 12 Sobre la relacién entre los dos procesos diacrénicos en diferentes lenguas rominicas, véase Laca (2000). 18 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos inversi6n de la relacién entre los constituyentes; en nuestro caso, un verbo principal se con- vierte en un elemento subsidiario en una estructura predicativa y copulativa, respectivamente. 2.2. Los verbos de movimiento {A qué se debe que algunos verbos de movimiento tengan la capacidad de funcionar alternativamente como verbos plenos, como auxiliares y como (semi)c6pulas!? {Qué carac- terfsticas tienen los verbos de movimiento del espafiol que los diferencian de los de otras len- guas, como el inglés, que carecen de tal versatilidad!4? Los verbos de movimiento no forman una clase semanticamente homogénea, segtin han reconocido, entre otros, Lamiroy (1997) y Morimoto (2000) en el espafiol; Levin y Rappaport (1992) en el inglés. Se han distinguido dos grupos: los verbos de direccién o de movimiento inherentemente dirigido (ir; venir; salir, entrar, subir, bajar, acercarse, alejarse...) y los de manera de movimiento (correr; caminar, nadar, trepar, volar..), que se oponen en los siguien- tes punto: a. Los de manera de movimiento son siempre agentivos. Los de direccién no estan mar- cados al respecto. Si bien pueden ser interpretados agentivamente cuando el sujeto es una entidad animada, el papel temético que les corresponde es el tema —objeto que se mueve sin que se le suponga autonomfa—, como lo exhiben los siguientes ejemplos: Salid el sol, entra frio, llegé la carta. b. Los de manera de movimiento no prevén un limite en el que la accién culmine; son atélicos. Por eso se avienen a recibir adverbiales precedidos de durante y rechazan los de en. Admiten sufijos derivativos homogéneos apreciativos, que slo modifican a los verbos de actividad: bailotear, corretear. Por el contrario, los de direccién entrafian un limite; son inherentemente télicos, y por ello se combinan con adverbia- les en en y no con los de durante: (14) a. Caminé durante toda la tarde / *en dos horas. b. Lacarta lleg6 a casa en dos dias / *durante todo el mes. c. Los rasgos anteriores delimitan dos clases de verbos intransitivos: inergativos 0 intransitivos propiamente dichos, los de manera, que corresponden a la clase aspec- tual de las actividades (Vendler/Dowty) e inacusativos o semideponentes, los direc- 13 Nose trata de que los mismos verbos de movimiento aparezean necesariamente en los tres tipos; de hecho, algunos que pueden funcionar como copulativos, no reconocen usos auxiliares, como caer, entrar en otros, como venir ocurre a la inversa. 14 Son escasas las construcciones idiomsticas del inglés en las que un verbo de movimiento acta como pseu- docopulativo: come true, go well, turn amaritlo (Demonte-Masullo) VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 a 15 cionales, que se encuadran entre los logros (achievement). Como ya hemos visto en (6), son éstos los propensos a perder su significado especifico, mientras que los de manera no se desemantizan; incluso en las condiciones canénicas no se convierten en auxiliares ni en pseudocopulativos, como lo demuestran los siguientes ejemplos en que el valor adverbial del predicativo de (a) y el valor final del complemento de (b) indican a todas luces que el significado del verbo se mantiene intacto (15) a. El 4guila volaba rauda b. La madre corrié a decfrselo d. De acuerdo con la restriccién de la compatibilidad aspectual, los verbos de manera de movimiento s6lo admiten predicados transitorios; los de direccién también, mantienen su significado propio; pero cuando se desemantizan la restriccién se pierde: (16) a, Camina descalza / erguida / agobiada *Camina bonita / alta / inteligente Juan vino cansado / *largo. Esteban salié borracho / * borroso Este invierno las faldas vienen més largas / plisadas / femeninas / a cuadros pao ge La foto salié horrible / oscura / borrosa Los verbos plenos —(a) y (c)— admiten predicativos, a condicién de que sean pre- dicados transitorios; por el contrario, la restriccién se anula con los pseudocopulati- vos: hallamos también predicados individuales, como lo muestra la compatibilidad con ser de los atributos de (d) y (e). Como mencionamos en la introduccién, Gutiérrez Ordéiiez propone explicar estos contrastes de gramaticalidad por las restricciones Iéxicas que se establecen entre los términos de la relacién predicativa: “;Este rasgo ([perfectivo]) es propio de la predi- cacién 0 se debe a exigencias externas?” (p. 292). En (c), por ejemplo, a sujetos per- sonales no pueden atribuirseles predicados como largo 0 borroso. Pero queda enton- ces sin explicar el contraste entre (a) y (b). Es que la relacién predicativa basta cuando el verbo no cuenta, por ser copulativo o haberse copulativizado (d) y (e); en cambio, cuando el verbo denota un evento, la restriccién aspectual sf funciona, como lo demuestra el contraste entre (a) y (b). e. Por otra parte, s6lo cuando se los interpreta como pseudocopulativos son compati- bles con dativo de interés!5 (no ético, que puede adjuntarse a casi cualquier' tipo de oracién, como se ve en (a) y (c)): Se ha destacado Ia lectura holistica o de afectacién que provoca el objeto de interés en alternancias como las siguientes 20 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos (17) a, #2 Juan me cayé parado b. La cena me cay6 pesada c. *? Marfa me salié desabrigada d. La comida me salié sosa 2.3. La subordinacién léxica Los comportamientos analizados permiten deslindar una clara oposicién entre los ver- bos direccionales y los verbos de manera de movimiento, que rechazan el reandlisis porque son siempre verbos plenos. Tal estabilidad seméntica parece depender de las restricciones que impone a su sujeto: como agentivo, siempre seré animado; por otra parte, al tratarse de un verbo de actividad —y més atin, de manera de movimiento—, que supone una extensién temporal, el predicativo se interpreta adverbialmente. Los dos factores contrarios, en cambio, coadyuvan a la inestabilidad de los verbos direccionales: el cardcter irrestricto del sujeto'® y, probablemente también, su indole puntual ya que la manera supone un agente que acta durante un cierto intervalo. No satisfechas tales condiciones, se fuerza la interpretacién como atributo. En un sugestivo andlisis sobre la forma en que los componentes de significado se dis- tribuyen entre el Iéxico y la gramatica, L. Talmy (1985) reconoce dos pautas de lexicalizacién preferentes entre los verbos de movimiento del inglés y del espafiol. En la rafz léxica del verbo se incorpora la manera en inglés o la direccién en espafiol, como muestran las respec tivas traducciones de los siguientes ejemplos (18) a, The bottle floated into the cave b. La botella entré a la cueva flotando ¢. Mary swimmed to the shore 4. Marfa llegé nadando a la orilla En inglés, el verbo conjugado incorpora la manera del movimiento; la direccién queda a cargo de una preposicién'”: el complemento locativo —into the cave, to the shore— indica la locacién resultante del movimiento. La traducci6n espafiola, como se ve, requiere de dos ra(ces verbales : la principal, que incluye la direcci6n, y su modificador, una oracién adjunta i. Pasé Ja franela sobre In mesa / Le pasé la franela ala mesa. fi, Se sent6 al Indo de Maria / Se le senté al lado a Maria. ‘Estos contrastes apuntan a una interpretacién resultativa de las formas de dativo, que seguramente también se da en los ejemplos gramaticales de (17), 16 Al tener destematizada la posicién del argumento externo, estos verbos admiten como argumentos internos todo tipo de sustantivos, animados o no. 17 Jackendoff (1990) considera que Ia inglesa es una construccién tipolégicamente marcada ya que al verbo de ‘manera de movimiento se le incorpora -optativamente~ un verbo de direccién : GO que, en su estructura argumental, selecciona un trayecto, VERBA, 2002, vol. 2! 1: 9-29 24 de gerundio, que indica la manera del movimiento. En tal sentido, el espafiol desbroza la com- plejidad de la construccién inglesa ¢ invierte los componentes seménticos. Volviendo, entonces, a las oraciones de (18), vemos que el predicado de la oracién inglesa combina una actividad con un estado resultante, es decir, la localizacidn en la que acaba el sujeto —inanimado como la botella o animado como Marfa— a causa del movi- miento. De este modo, si bien un verbo de manera de movimiento es inherentemente atélico, al estar acompafiado por un complemento que indica la localizacién resultante, queda deli- mitado; el estado resultante del movimiento, pues, proporciona el Ifmite del que el otro carece. Se pasa asf de una actividad a una realizacién. En la oraci6n espafiola, en cambio, el gerundio no modifica el carécter télico del verbo flexionado: aporta el componente de manera, como lo hacen otros predicativos adjuntos en los siguientes ejemplos: (19) a, La botella entré a la cueva flotando b. La botella entré vacfa a la cueva c. La botella flotaba vacia En todos ellos el predicativo aporta una circunstancia concomitante a la que aparece en la predicacién primaria de la oracién ; como plantea Jackendoff (1990), no se trata de una relacién de causalidad, ni siquiera de simultaneidad, sino de un mero acompaiiamiento, repre- sentable mediante la preposicién con (with). Son, pues, predicativos descriptivos que carac- terizan, mediante una propiedad o estado transitorio, al sintagma nominal, en relacién con la accién o proceso descrito por el verbo. La pauta que Talmy destacé en relacién con los verbos de movimiento no es fortuita sino regular y sistemética en otras muchas éreas de la gramatica. Asf lo prueban los predica- tivos resultativos que se ejemplifican en (20): designan un resultado o un estado final nuevo gue se incorpora al verbo flexionado creando asf un evento complejo. Levin y Rapoport (1988) atribuyen a estas construcciones una estructura Iéxico conceptual —ELC— compleja, derivada de la basica del verbo. Al analizar una amplia variedad de este tipo de construccio- nes inglesas, las autoras postulan la existencia de un proceso que denominan “subordinacién \éxica”, que aparece claramente expuesta en Ia traduccién al espaol (20) a. Denise hammered the metal flat b. Denise achaté el metal martilkindolo c. Evelyn wiped the dishes dry d. Evelyn secé los platos fregandolos La traduecién espafiola muestra que se produce una inversién entre el verbo conjugado, que aporta un significado de manera o instrument, y el predicado léxico principal, corres pondiente al predicativo resultativo —flat o dry— que indica el estado resultante provocado 22 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos por la actividad realizada por el sujeto. La subordinacién Iéxica consiste precisamente en la estructura Iéxica conceptual compleja proveniente de la inversién de sus elementos constitu- tivos originales: (21) a. ELC: manera/ instr + ELC : [resultado POR manera / instrumento] (POR se usa en el sentido de b. Evely wiped the dishes dry wipe,: [x CAUSE [y BECOME (AT) z] BY [x “wipe” z]], yor medio de” o “de Ja manera de”) Tal proceso no se da en el espafiol, como lo indica, por ejemplo, la imposibilidad de interpretar vacta de (19.b) 0 (19.c) como predicativo resultativo; es decir, no entendemos que la botella se vacié a causa de haber entrado reiteradamente a la cueva. El cardcter marcado de ambos fendmenos, la construccién resultativa del inglés, inexistente en espafiol!®, y la versa- tilidad de los verbos direccionales del espafiol, que se traducen al inglés mediante verbos copulativos, los define como construcciones idiométicas. De hecho, postularemos para los verbos de movimiento desemantizados del espafiol un proceso similar de inversién; el verbo de movimiento queda subordinado al adjetivo que cons- tituye el predicado seméntico de la forma compleja. El reandlisis propuesto en (13) requiere de este paso. La polisemia de los verbos de direccién espafioles —con su sentido bésico y su sentido derivado— queda asf explicada también sintécticamente, como lo propone la regla 2). Ahora bien, ;qué componente de significado aporta el verbo de movimiento direccional a tal estructura compleja? Recuérdese que los seménticos localistas (cf. Lyons1980, p. 652) postulan una estrecha vinculacién entre las nociones espaciales y las aspectuales. Al incor- porar la direccién, los verbos direccionales incluyen los diferentes componentes del trayecto —origen, ruta y locacién—, cada uno de los cuales tiene correlatos aspectuales: asi, la loca- ci6n implica un estado resultante del movimiento, en tanto que el movimiento mismo supone una transicién —Ia sucesi6n de estados que corresponden a la ruta recorrida— entre el estado de origen y la meta, el de legada. Desde este punto de vista, se entiende ahora el significado gramatical que aportan los verbos direccionales al desemantizarse: como contienen el trayecto en su base léxica, aunque pierden su significado idiosincrdsico en el proceso de subordinacién, mantienen la nocién aspectual que les corresponde. Por ejemplo, salir, al suponer el traspaso de un Ifmite (“ir fuera de un sitio”), adquiere el significado derivado de “resultar una cosa 0 una persona de cierta manera”; algo similar ocurre con venir, llegar, caer, cada uno con sus matices propios. En 18 Demonte-Masullo proporcionan una clara argumentaci6n en contra de Ia interpretacién resultativa de algunos predicativos como Pinté raja el cuarto, Picé el perejil bien finito, Lo corté bien cortito, Lavé el coche bien lavado a los que denominan predicativos de manera y reiteracién del estado final (p. 2492). VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 23 cambio, como andar ¢ ir designan un movimiento “reiterado ¢ indefinido”, no entrafia nin- giin resultado sino un proceso durativo: (22) a. ELC: trayecto ~ ELC : [estado CON trayecto}" b, ELC : resultado — ELC : [estado CON resultado] El regalo salié caro ¢, ELC : duracién > ELC ; [estado CON duracién], Pablo anda enamorado La regla de subordinacién Iéxica ha permitido explicar el proceso de reandlisis operante en la gramaticalizaci6n, cuya manifestacién visible es la generalizaci6n contextual, es decir, la combinacién irrestricta con todo tipo de predicados, transitorios o permanentes. La reduc- cidn de la predicaci in primaria a marcador aspectual no es forzosa, en cambio, cuando el pre- dicativo es un predicado transitorio o de estadio, En cada uno de los siguientes pares, el pri- ‘mer ejemplo corresponde a un verbo de movimiento pleno y el otro, a un pseudocopulativo: (23) a. Los estudiantes salieron hambrientos del examen b. La obra salié espléndida (24) a, Los reclusos pasaron callados b. Tu observacién pasé inadvertida (25) a, Lanieve cae lenta b. Tu amigo me cae antipatico Las diferencias seménticas entre los tres verbos quedan neutralizadas en el significado aspectual de resultado de los segundos. En los primeros, en cambio, se observa una gradacién en cuanto al valor adverbial de la predicacién secundaria, que, sin embargo, no llega a alterar Ja integridad seméntica del principal. 2.4, Los verbos de “fase” Entre los verbos pseudocopulativos, se mencionan, por lo general, los aspectuales que indican “fase”, como: (26) a. El profesor comenzé entusiasmado la novela”® b. El general contintia gravisimo c. Si sigo comiendo asi, terminaré obesa 19 Seguimos a Jackendoff (1990, p. 202) en formalizar la relacién entre los predicativos descriptivos y la cliu- sula principal mediante la preposicién CON (WITH). 20 Pustejovsky (1995) propone un agudo anslisis de los verbos aspectuales transitivos como verbos de control ‘cuyo infinitivo se deduce a partir de los qualia del objeto; asf comenzar la novela seré comenzar a leerla si se tiene en cuenta el guatia télico 0 comencar a escribirla si, en cambio, se impone el qualia agentivo. En usos intransitivos como los de (b) y (c) corresponde, por el contrario, a un verbo de ascenso, como lo son, de hecho, los verbos copulativos 24 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos Se trata de palabras gramaticales, subsidiarias del atributo 0 del verbo al que aportan su contenido aspectual pero que carecen de significado pleno. En cambio, otros verbos que con- tienen un significado lexical idiosinerésico pueden, en determinados contextos, desemanti zarse y convertirse en pseudocopulativos con valor de fase de un evento 0 proceso, similar al registrado en (26). El contexto corresponde a un atributo —permanente o transitorio— que induce la inversién entre los dos predicados —en términos de subordinacién léxica. De este modo, a pesar del carécter eventivo del verbo flexionado, la oracién en su conjunto se inter- preta como estativa. Esto ocurre, por ejemplo, en: (27) a. Elnifio nacié ciego b. La mafiana amanecié fresca c. Labolsa abrié en alza Como hipénimos de comenzar, estos verbos se acomodan a las caracterfsticas léxicas de sus respectivos sujetos. Adviértase que en los tres ejemplos el verbo sélo caracteriza una fase —la inicial—en el desarrollo de una secuencia temporal: la vida de una persona, el trans- curso del dfa o de un ciclo econémico. En tal caso. a diferencia de lo que ocurre cuando fun- cionan como verbos plenos (28), pueden ser parafraseados por una oraci6n copulativa, como se ve en (29): (28) El nifio nacié con dificultad /en Buenos Aires / el] 11 de mayo La mafiana amanecié a las 6.30 horas La bolsa no abrié hoy EI nifio es ciego de naci La majiana estaba fresca La bolsa estaba en alza al abrir (29) nto erR eee Asf, los hipénimos de los verbos aspectuales como nacer, morir, vivir, crecer, amanecer, abrir, arrancar se caracterizan por una forma particular de polisemia: mantienen su signifi- cado pleno cuando son usados en forma absoluta o cuando reciben adjuntos temporales 0 locativos. Por el contrario, cuando se combinan con predicados individuals, se invierte la relacién entre ambos constituyentes : el verbo flexionado adquiere un valor derivado de loca- lizador temporal del instante o intervalo en el que comienza, termina o se desarrolla un estado permanente 0 transitorio: (30) a. Chopin murié joven / tisico / loco b. Vivieron pobres pero felices / honrados / sanos c. Los drboles crecen robustos / torcidos / altos El predominio de predicados permanentes o individuales es una sefial clara del cardcter no adverbial que revisten estos adjetivos, que, en sus pardfrasis correspondientes tienden a VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 25 seleccionar la c6pula pura, ser, y no estar, la cépula que seleccionan los adjetivos perfecti- vos?!: (31) a. Chopin era joven cuando murié b. Fueron pobres / felices / honestos durante toda su vida €. Los drboles son robustos /torcidos /altos en su crecimiento Sobejano (1970), refiriéndose a un ejemplo similar a (27.a), explicaba la diferencia que media enire el atributo —que sélo modifica al sujeto— y el predicativo —que, al modificar también al verbo, adquiere un valor adverbial: “En Mi amigo nacié fuerte es absurdo pensar que fuerte se refiere a amigo y a nacié: se refiere exclusivamente a amigo y la mejor prueba de evidencia esté en que seria imposible construir una frase Mi amigo nacié fuertemente. Cuando el adjetivo pre- dicativo se refiere al mismo tiempo al sustantivo y al verbo es en este otro tipo de fra- ses en que el verbo de actividad no actia en absoluto como c6pula: Inquietas liban las abejas el néctar (...) serfa perfectamente correcto e inteligible decit Las abejas liban inguietamente el néctar” (p. 114), Para concluir, pasaremos a continuacién a estos predicativos —denominados “adjetivos adverbiales"— que se ubican en la zona fronteriza entre los predicativos y los adjuntos libres. 3. LA INTERPRETACION ADVERBIAL DE LOS PREDICATIVOS Los predicados secundarios orientados hacia el sujeto modifican simulténeamente al verbo (0, més bien, a su proyeccién intermedia V’) y al sujeto. Esta doble direccién diluye también la adscripcién categorial, por lo que han sido denominados “adjetivos adverbiales” (Lujan 1980). Los autores que se han ocupado de los predicativos del sujeto”® coinciden en La clase de los pseducopulativos se nutre también de un tercer grupo de verbos, pertenecientes a clases més restringidas, incluso dialectalmente: los de emisiGn de luz y de sonido, como los siguientes: i. Las mujeres lucimos més bonitas embarazadas. (Angeles Mastreta. Arrancame la vida) ii, La invitacién pintaba interesante (espafiol rioplatense) iii, Esta oracién suena bastante rara, Tambien aqut la indole aspectual de los adjetivos — todos ellos predicados permanentes o de individuofuer- an a una lectura atributiva, 22 Navas Ruiz (1963) admite el valor adverbial de los predicativos y Ia posible sustitucin por un adverbio: ef viento corre libre : el viento corre libremente; la nieve cae lenta: la nieve cae lentamente. Inmediatamente después sefiala: “Como atinadamente observa Harri Meier, existe una diferencia no sélo desde el punto de vista de la expresién gramatical sino incluso desde un punto de vista I6gico entre frases como La nieve cue lenta y Lar nieve cae lentamente (..) Tampoco es un verdadero apuesto o un verdadero adverbio” (p.46). De ‘manera similar, G. Salvi (1991) descarta la sinonimia entre (69) Le rondine volano silenziose y (70) Le run- 26 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos advertir acerca de la engafiosa semejanza que existe entre éstos y los adverbios de manera; embargo, no siempre queda claro el alcance de esta diferencia, como se advierte al comparar los siguientes ejemplos in (32) La nieve cae lenta / La nieve cae lentamente (Navas Ruiz) Las golondrinas vuelan silenciosas / Las golondrinas vuelan silenciosamente (Salvi) EI nifio dormfa tranquilo / El nifio dormia tranquilamente (Hernanz) Nora lefa nerviosa las noticias de su pats / Nora lefa nerviosamente las noticias de su pats Si bien en todos los casos las dos versiones resultan gramaticales, existen algunas dife- rencias. Estas resultardin mas claras si recordamos que el adverbio de manera puede modifi- car a uno de los tres componentes de un evento: al agente, indicando su “estado de mente”, al proceso en sf mismo 0 al resultado. El predicativo del sujeto, obviamente, tiende a apuntar hacia el primer tipo, a menos que sus rasgos semanticos se lo impidan, como ocurre en (a): el adjetivo s6lo puede referirse al proceso y, por eso, en mi opinién, ambas oraciones son per- fectamente sinénimas. En cambio, cuando el sujeto es humano (0 quizas s6lo animado como en (b)), surge a menudo una ambigiiedad entre las dos interpretaciones, la del “estado de mente” del sujeto —normalmente agentivo— y la de adverbial de manera, orientada hacia el proceso. De este modo, (c) puede ser interpretada tanto en el sentido de El nifo dormia y estaba tranquilo como en el de El nifto dorméa de manera tranquila (aunque quizds estuviera nervioso), ambigiiedad que, normalmente, ni siquiera se percibe. La posibilidad de alternancia que muestran los ejemplos de (32) depende también, por supuesto, de las posibilidades que tiene el adjetivo de permitir la formacién de un adverbio en ~mente (33) a. El éguila volaba alta / * El éguila volaba altamente. b. Se encaminé hacia nosotros desnuda / *Se encaminé desnudamente. c. Comfa satisfecho su racién / *Comia satisfechamente su racién. La posicién que ocupa, por lo general, este predicativo en el predicado (transitivo) es precisamente la que le corresponde al adverbial de manera (cf. Cinque 1999): en proximidad estricta al verbo, como en los siguientes ejemplos —tomados de Gutiérrez Ordéiiez (1986, p.119)—0 acontinuacién de verbo més complementos: stuudiaba contento sus lecciones de piano VERBA, 2002, vol. 29: 9-29 27 ¢. Fumaba sosegado un cigarzillo d. Esperé impavido el resultado del examen?3 Si se dislocan, en cambio, a la posicién inicial o quedan separados entonacionalmente en cualquier otra posicién, el valor adverbial ~que hasta aqui estaba limitado a la manera—se amplfa. Al estar dotados de una referencia temporal independiente (cf. Rodriguez Espifieira, 1991), exhiben valores seménticos oracionales como la causa, la condicién 0 la concesi6n o, mas a menudo, de ubicacién temporal, de acuerdo con la interpretacién que se acomode mas coherentemente al resto de la oracién: 5) a. Nerviosa, fumo el doble de lo habitual. (condicional o temporal ) b. Nerviosa, decidf quedarme en casa (causal) ¢. Nerviosa, atendié amablemente a todas las peguntas —_ (concesiva). La independencia que estos elementos periféricos mantienen con el resto de la oracién se pone de manifiesto en que las restricciones aspectuales que regian en el caso de los predi- cativos no funcionan, en cambio, aqui, como se comprueba en los siguientes ejemplos, en los que un predicado de estado se combina con un predicado perfectivo (stage level): (36) a. El boxeador pesa 90 kilos desnudo / mide 1.80 metros descalzo. b. Las mujeres lucimos mas bonitas embarazadas (Mastreta. Arréincame la vida) Esta combinaci6n induce, en mi opinién, a interpretar los adjetivos como adjuntos inci dentales —y no como predicativos—, aunque no aparezcan separados tonalmente. CONCLUSION En nuestro recorrido, hemos comprobado cusn borrosas son las zonas fronterizas entre las tres nociones nucleares reconocidas por la gramética. Este resultado, nada sorprendente por cierto, es previsible por el precario equilibrio que media entre las dos predicaciones en el Ambito de la oracién, La obligada subordinacién de una a la otra est sometida a una perma- nente inestabilidad que se resuelve hacia uno u otro de los extremos del continuuom: hacia la atribucién —con la consiguiente gramaticalizacién del predicado primario— 0 hacia la adjuncién libre —rebasando el limite de la oracién simple 28 Angela L. Di Tullio: La inestable frontera entre atributos y predicativos La pertinencia del factor aspectual quedé demostrada tanto con un argumento positivo como con otro negativo. Me refiero al cumplimiento de la restriccién aspectual cuando el yerbo cuenta como predicacién primaria eventiva; la correlativa anulacién de la restriccién debe interpretarse 0 bien como evidencia de un proceso de gramaticalizacién del verbo o bien del nivel de modificacién mas alto, desde el que el adjetivo incidental modifica a la oracién en su conjunto. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Alonso, Amado. “Sobre métodos : construcciones con verbos de movimiento en espafiol” en Estudios lingiiésticos. Temas espaiioles. Madrid. Gredos. Bosque, Ignacio y Violeta Demonte (directores) (1999) Gramdtica Descriptiva de la lengua espafiola (tres volimenes). Madrid: Espasa Cinque, Guglielmo (1999). Adverbs and Functional Heads. A Cross-linguistic Perspective. Oxford: Oxford University Press. Demonte, Violeta (1992). “Tiempo y aspecto en los predicativos adjetivos” en Derrds de la palabra, Madrid. Alianza. 116-154. Demonte, Violeta y Pascual José. 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