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nse La narrativa del realismo magico aus # Conocer obras y autores del realismo magico. | “} @ Qué te parece que puede significar la expre- ‘# Reflexionar sobre el particular cruce de mira- | sin “realismo magico”? das que estos textos proponen, | | © 2Qué significa que algo es “extraordinario”? ‘¢. Relacionar el realismo migico con el momento & “sobrenatural”? ,Como definirias esos tér- social y politico en el que surge y pensar cémo. minos? responde a dl | {Teparece que puede decirse quela realidad co © Leery analizar textos de critica literaria, tidiana contiene elementos "extraordinarios" y Escribirun texto desde la mirada realista magica "sobrenaturales'? ;Cémo? ;Cudndo? Cien afios de soledad uuchos afios después, frente al pelotén de fusilamiento, el coronel Aureliano M Buendia habia de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevé a co- -nocer el hielo, Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barto y caflabrava constraidas ala orila de un rio de aguas difanas que se precipitaban por un lecho de piedtas pulidas, blancas y enormes como huevos prehistéri os. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecian de nombre, y para ‘mencionarlas habfa que sefalarlas con el dedo. Todos los afios, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocer los. ‘nuevos inventos. Primero Hlevaron el iman. Un gitano corpulento, de barba ‘montaraz y manos de gorri6n, que se presents con el nombre de Melqui des, hizo una truculenta demostracion piiblica de lo que él mismo lamaba la ‘octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metilicos, y todo el mundo se espanté al ver que fos calderos, as pailas, las tenazas y los anafes se cafan de su sitio, y las made- as crujfan por la desesperacién de los elavos y los tomillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacia mucho tiempo aparectan por donde mis se los habia buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detris de los fierros mégicos de Melquiades. “Las cosas tienen vida propia ~pregonaba el gtano con éspero acento, todo es cuestiGn de despertarles el énima’, José Arcadio Buendia, cuya desaforada imaginacién iba siempre més lejos que elingenio de la naturaleza, y aun més allé del milagro y la magia, pens6 que era posible servirse de aguella invencién initil para desentrafar e oro de la tierra. Melquiades, que era un hombre honra- do, le previno: “Para es0 no sirve’ Pero José Arcadio Buendia no crefa ‘en aquel tiempo en la honradez de los gitanos, asi que cambié su mulo yuna partida de chivos por los dos lingotes imantados. Ursula Fguarin, su mujer, que contaba con aquellos animales para ensan- char el desmedrado patrimonio doméstico, no consiguis disuadirlo, “Muy pronto ha de sobrarnos oro para empedrar Ja casa’ replicé su marido. Durante varios meses se empetié en demostrar el acierto de sus conjeturas. Exploré palmo a palmo la regidn, inclusive el fondo del rfo, arastrando los dos lingotes de hierro y recitando en voz alta el conju- 10 de Melquiades. Lo tinico que logré desenterrar fue una armadura del siglo xv con todas sus partes saldadas por un cascote de dxido, cuyo interior tenia la resonancia hueca de ‘unenorme calabazo lleno de piedras. Cuando José Arcadio Buendia y los cuatro hombres de su expedicién lograron desarticular la armadura, encontraron dentro un esqueleto calcifcado que llevaba colgado en el cuello un relicario de cobte con un rizo de mujer. En matzo volvieron los gitanos. Esta vez llevaban un catalejo y ura lupa del tamatio de un tambor, que exhibie- ron como el iltimo descubrimiento de los judios de Ams- terdam, Sentaron una gitana en un extremo de la aldea e instalaron el cetalejo a la entrada de la carpa. Mediante el ‘pago de cinco reales, la gente se asomaba al catalejo y vela ala gitana al alcance de sumano. “La ciencia ha eliminado las distancias', pregonaba Mel- quiades. “Dentro de poco, el hombre podré verlo que ocurre cn cualquier lugar de la tierra, sin moverse de su case’: Un mediodia ardiente hicieron una asombrosa demostracién con la lupa gigantesca: pusieron un montén de hierba seca en mitad de la calle y le prendieron fuego mediante la concentracién de los rayos solares. José Arcadio Buen- dia, que ain no acababa de consolarse por elfracaso de sus imanes, concibié la idea de utilizar aquel invento como un arma de guerra. Melquiades, otra vez, traté de disuadirlo. Pero terminé por aceptar los dos lingotes imantados y tres piezas de dinero colonial a cambio de la lupa. Ursula lord de consternacién, Aquel dinero formaba parte de un cofre de monedas de oro que su padre habia acumulado en toda una vida de privaciones, y que ella habia enterrado debajo de Ia cama en espera de una buena ocasién para invertirlas, José Arcadio Buendia (...] pasaba largas horas en su cuarto, haciendo céleulos sobre las posibilidades estratégicas de su arma novedosa, hasta que logré componer un manual de ‘una asombrosa clatidad didéctica y un poder de convic- cidn irresistible, Lo envié alas autoridades acompafiado de numerosos testimonios sobre sus experiencias y de varios pliogos de dibujos explicatvos, al cuidado de un mensajero que atravesé la sierra, y se extravié en pantanos desmesura- dos, remonts rios tormentosos y estuvo a punto de perecer bajo el azote de las fieras, la desesperacién y la peste, antes de conseguir una ruta de enlace con Jas mulas del correo. A pesar de que el viaje a la capital era en aquel tiempo poco ‘menos que imposible, José Arcadio Buendia prometia in- tentarlo tan pronto como se lo ordenara el gobierno, con el fin de hacer demostraciones pricticas de su invento ante los poderes militares, y adiestrarlos personalmente en las com- plicadas artes de Ia guerra solar. Durante varios afios espe- 16 la respuesta. Por tiltimo, cansado de esperar, se lamenté ante Melquiades del fracaso de su iniciativa, y el gitano dio entonces una prueba convincente de honradez: le devolvié Jos doblones.a cambio dela lupa, yle dejé ademas unos ma- pas portugueses y varios instrumentos de navegacién.[..] José Arcadio Buendia pasé los largos meses de lluvia ence- rrado en un cuartito que construyé en el fondo de la casa pata que nadie perturbara sus experimentos, (...] Cuando se hizo experto en el uso y manejo de sus instrumentos, tuvo una nocién del espacio que le permitié navegar por mares ineSgnitos, visitar territorios deshabitados y trabar relacién con seres espléndidos, sin necesidad de abandonar su gabinete. Fue esa la época en que adquitié el hébito de hhablar solas, pasedndose por la casa sin hacer caso de na- die, mientras Ursula y los nifios se partian el espinazo en la huerta cuidando el plétano y la malanga, la yuca y el ame, Ia ahuyama y a berenjena. De pronto, sin ningin anuncio, ‘© Snaans SA Pohbao apa ty HS i LECTURA. ’ LECTURE jerba | ante Suen- especie de fascinacién. Estuvo varios dias como hechizado, repitidndose a sf mismo en vor baja un sartal de asombro- sas conjeturas, sin dar erédito a su propio entendimiento. Por fin, un martes de diciembre, ala hora del almuerzo, sol ‘6 de un golpe toda la carga de su tormento. ‘Los nifios habian de recordar por el resto de su vida Ja augusta solemnidad con que su padre se sentd a la ca- becera de la mesa, temblando de fiebre, devastado por la prolongada vigiliay por el encono de su imaginacién, y les, revelé su descubrimiento. =La tierra es redonda como una naranja. Ursula perdié la paciencia, “Sihas de volverte loco, vudl- vete ti solo ~guit6-. Pero no trates de inculear alos nifis tus ideas de gitano” José Arcadio Buendia, impasible, no se dejé amedrentarporla desesperacién desu mujer, que enunrapto de célera le destrozd el astrolabio contra el suelo. Construyé ‘otro, reunié en el cuartito a los hombres del pueblo y les de- ‘mostré, con teorias que para todos resultaban incomprensi- bles la posibilidad de regresaral punto de partida navegando siempre hacia el Oriente. Toda la aldea estaba convencida de que José Arcadio Buendia habia perdido aljucio, cuando lle- 136 Melquiades a poner as cosas en su punto, Exalté en pibli coliainteligencia de aquel hombre que por pura especulacién astronémica habia construido tna teorla ya comprobada en Ja prictica, aunque desconocida hasta entoncesen Macondo, como una prucba de su admiracion le hizo wn regalo que habia de ejercer una influenciaterminante en el futuro de la aldea: un laboratorio de alquimia. ara esa época, Melqulades habla envejecido con una rapidez asombrosa. En sus primeros viajes parecia tener la misma edad de José Arcadio Buendia. Pero mientras este conservaba su fuerza descomunal, que le permitia derribar tun caballo agarrindolo por las orejas, el gitano parecia es- tragado por una dolencia tenaz, Era, en realidad, el resul- tado de miltiples y raras enfermedades contraidas en sus incontables viajes alrededor del mundo, Segiin l mismo le conté a José Arcadio Buendia mientras lo ayudaba a montar el laboratorio, la muerte lo seguia a todas partes, husmedndole los pantalones, pero sin decidirse a darle el zatpazo final. ..] Aquel ser prodigioso que decia poseer las claves de Nostradamus, era un hombre ligubre, en- vuelto en un aura triste, con una mirada asistica que pare «fa conocer el otro lado de las cosas, Usaba un sombrero grande y negro, como las alas extendidas de un cuervo, y un chaleco de terciopelo patinado por el verdin de los si- los. Pero a peser de su inmensa sabiduria y de su émbito misterioso, tenfa un peso humano, una condicion terrestre que lo mantenia enredado en los minisculos problemas de la vida cotidiana. Se quejaba de dolencias de viejo, su- fi‘a por los més insignificantes percances econdmicos y habia dejado de reir desde hacia mucho tiempo, porque al escorbuto le habia atrancado los dientes. BI sofocante mediodia en que revels sus sectetos, José Arcadio Buendia tuvo la certidumbre de que aguel era el principio de una grande amistad. Los nifios se asombraron con sus relatos fantésticos. Aureliano, que no tenia entonces mis de cinco afios, habfa de recordarlo por el resto de su vida coma lo vio aquella tarde, sentado conta la claridad metilica y re- ‘verberante de la ventana, alumbrando con su profunda voz de drgano los territorios més oscuros de la imaginacién, mientras chorreaba por sus sienes la grasa derretida por el calor, José Arcadio, su hermano mayor, habfa de transmitir aquella imagen maravillosa, como un recuerdo heredita- tio, a toda su descendencia. Ursula, en cambio, conservé ‘un mal recuerdo de aquella vista (...]. Cuando volvieron los gitanos, Ursula habia predispuesto contra ellos atoda la poblacién. Pero la curiosidad pudo més que el temor, por ‘que aquella vez los gitanos recorrieron la aldea haciendo un raido ensordecedor con toda clase de instrumentos misi- 0s, mientras el pregonero anunciaba la exhibicién del més fabuloso hallazgo de los naciancenos, De modo que todo el mundo se fue ala carpa, y mediante el pago de un centavo vieron un Melquiades juvenil, repuesto, desarrugado, con ‘una dentadure nueva y radiante, Quienes recordaban sus encias destruidas por el escorbuto, sus mejillas ficcidas y sus labios marchitos, se estremecieron de pavor ante aque- lla prueba terminante de los poderes sobrenatarales del gi- tano. El pavor se convirtié en pinico cuando Melquiades se sacé los dientes, intactos, engastados en las encias,y se Jos mostré al piblico por un instante Fugaz.en que volvié a ser el mismo hombre decrépito de los afos anteriores y se los puso otra vez y sonrié de nuevo con un dominio ple- no de su javentud restaurada, Hasta el propio José Arcadio Buendia considers que los conocimientos de Melquiades hhabfan llegado a extremos intolerables, pero experiment6 tun saludable alborozo cuando el gitano le explicé a sola el mecanismo de su dentadura postiza. Aquello le parecié ala ver tan sencillo y prodigioso, que de la noche ala mafiana perdi todo interés en las investigaciones de alquimia; su 4fri6 una nueva crisis de mal humor, no volvié a comer en forma regular y se pasaba el dia dando vueltas por la casa. “Bn el mundo estén ocurriendo cosas increfbles —le decia @ Ursala-. Ahi mismo, al otro lado del rio, hay toda clase de aparatos mégicos, mientras nosotros seguimos viviendo como los burros”. Quienes lo conocian desde los tiempos dela fandacién de Macondo, se asombraban de euénto ha- bia cambiado bajo a influencia de Melquiades. Alpprincipio, José Arcadio Buendia era una especie de patriarca juvenil, que daba instrucciones para a siembra y consejos para la crianza de nifios y animales, y colaboraba con todos, aun en el trabajo fisico, para la buena marcha de la comunidad. Puesto que su casa fue desde el primer momento la mejor de la aldea, las otras fueron arcegladas a su imagen y semejanza. Tenia una salita amplia y bien iluminada, un comedor en forma de terraza con flores de colores alegres, dos dormitorios, un patio con un castafio sgigantesco, un huerto bien plantado y un corral donde vi- vian en comunidad pacifica los chivos, los cerdos y las ga- llinas. Los tinicos animales prohibidos no solo en la casa, sino en todo el poblado, eran los gallos de pelea. La laboriosidad de Ursula andaba 2 la par con la de su marido, Activa, menuda, severa, aquella mujer de nervios inquebrantables,a quien en ningiin momento de sa vida se [a oy cantar, parecia estar en todas partes desde el amane- cer hasta muy entrada la noche, siempre perseguida por el suave susurro de sus pollerines de olén. Gracias a ella, los pisos de tierra golpeada, los muros de barro sin encalar, los rdsticos muebles de madera construidos por ellos mis- mos estaban siempre limpios, y los vigjos arcones donde se ‘guardaba la ropa exhalaban wn tibio olor de albahaca. José Arcadio Buendia, que era el hombre més empren- dedor que se veria amas en la aldea, habia dispuesto de tal modo la posicién de las casas, que desde todas podialle- ‘gutse alrio y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y traz6 las calles con tan buen sentido que ninguna casa recibia ‘més sol que otra ala hora del calor. En pocos afios, Macon- do fue una aldea més ordenada y laboriosa que cualquiera delas conocidas hasta entonces porsus 300 habitantes. Era enverdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de teeinta afios y donde nadie habia muerto, Desde los tiempos de Ih fundaci6n, José Arcadio Buendia constrayé trampas y jaulas. En poco tiempo llené de turpiales, canarios, azule- jos y petirrojos no solo la propia casa, sino todas las de la aldea. El concierto de tantos péjaros distintos llegé a ser tan aturdidor, que Ursula se tap6 los ofdos con cera de abe- jas para no perder el sentido de la realidad. La primera veo ‘que llegs la tribu de Melquiades vendiendo bolas de vidrio para el dolor de cabeza, todo el mundo se sorprendié de que bubieran podido encontrar aguella aldea perdida en el sopor de a cignaga, ylos gitanos confesaron que se habjan “orientado por el canto de los péjaros. mM 93 Aquel espiritu de iniciativa social desaparecié en poco tiempo, arrastrado porla fiebre de los imanes, los céleulos astronémicos, los suetios de transmutacién y las ansias de conocer las maravillas del mundo. [...] No falté quien lo , Te puede servir pensar: 1b) Describi a los personajes que van a participar del relatoy los atribu- «undo y cémo se fund, tos que cada uno posee: el universo de lo maraviloso tiene infinitas posibilidades. Reflexiond sobre las consecuencias que tendran en el mundo creado estos atrbutas. que pueden ser desde humoristicas ‘© quiénes fueron sus primeros habitantes, ‘© por qué decidieron vivir al, hasta tragicas, con todas las escalas intermedias. + qué festividades y costumbres se respete €)_ Elahoré una secuencia narrativa en la que se incluyan los elementos reales y los imaginarios. y pens& un desenlace. de acuerdo con el —~ sentido que le diste al mundo creado. y por qué, etcétera, d) Utiizé un narrador a la manera de Cien affos de soledadt en tercera L> Tené en cuenta que, en estos relatos, lo real y persona omnisciente, que narra (como ya analizaste) ‘a cara de pie~ lo imaginario forrhan una unidad indisoluble. dra’: lo mas normal y lo mas “anormal” se tratan con el mismo tono. e) Escribi la versién definitiva del texto, revisando errores y corrigiendo. ) Compartan las lecturas de sus trabajos. _Recorridos de lectura Si leer esta seleccin de Cien arios de soledad te produjo curlosidad acerca de la literatura del realismo magico, hay muchas novelas fascinantes que podés descubrir. Entre ellas, te proponemas la lectura de: Pedro Péramo, del mexicana Juan Rutfo, publicada en 1955. La narracién del singular encuentro de Pedro Preciato y su padre, Pedra Paramo, se parece a un rompecabezas que el tector debe ir arrmando y ordenando. ninguno de los episodios aparece narrado ronolégicamente, sino que el relato se construye desde la yuntaposicion de tiempos. suces0s y palabras de los diferentes protagonistas muchos de ellos, fantesmas). Ef mundo alucinante (1969), del cubano Remaldo Arenas. En la rota inicial, el autor sefiala que la historia que va a contar “es tal como fue, tal como pudo haber sido y tal como a él le hubiese gustado que hubiera sido". Esta “amplitud” buscada produjo Un libro que parece una novela historica acerca de un personaje involucrado con ta Independencia de México, pero que es mucho mas: recursos fantésticos. personajes inverosimiles y situaciones “alucinantes’ dan forma a esta novela 103 LOS TEXTOS EN ESTUDIO — | “Altern de falectura tue certidumbre de que ‘ef mundo creado por la febril pluma de Garcia Mquez era mas nuestro. que el que vamos -cotidianamente”. (Coral Clio. “Cen thes deseo yi trata deo et nails metic” fr Gar Mare abel covine de ead Bos Kes, Altoona. 200751 to gran ciudad de Tenectilan (1954, Diego ves, iQué es el realismo magico La respuestaa este interrogante parece dificil. Lo primero que llama la atencién es que en Ia construccién “realismo magico” se combinan dos términos que se contradicen, se rechazan. “Realismo” supone un modo de apropiacién de la realidad por parte de la literatura (con el que ya te encontraste en este libro), pero que inmediatamente es puesto en cues- tin por la inclusién de lo “magico” Estamos frente a una figura del lenguaje Hamada oximoron. Por ejemplo, las cons- trucciones “fuego helado’, “silencio atronador” y “veneno sanador” son oximoron: en todas el adjetivo invierte el sentido del sustantivo. 2Cémo es posible una literatura realista acerca de lo magico? ;O que se considere “ealista” y “magica” al mismo tiempo? La cuestién fundamental es cmo se establece este eruce, qué posicién ocupa cada uno de los términos dentro de él y qué consecuencias tiene el encuentro de estos dos niveles ‘opuestos. La realidad “objetiva’, que impone condiciones y limites, y lo real imaginario, que puede trascenderlos, se combinan en el realismo magico para poetizar el mundo, Lo real-imaginario que propone esta literatura es tan auténtico como lo zeal-objetivo: yano hay limite, y asistimos a la dualidad normalizada: lo real-histrico y su contracara, el mundo inagotable de los suefios, conviven en el universo textual sin perturbar a nadie, como la “normalidad’, Una visién de nuestro mundo Existe otra cualidad central: el realismo magico es una literatura absolutamente lati- noameticana. Por qué esta forma literaria nacié en nuestro continente? ;Y en el siglo xx? Como ya leiste, en el realismo magico los dos planos, el real y el imaginario, apare- cen completamente unidos, como partes inseparables del universo narrativo. Junto ala realidad objetiva latinoamericana, que aparece como opresiva, coexiste una realidad de ‘otto tipo, que manifiesta las posibilidades latentes detrés de lo real. Por esta cualidad, al realismo mégico tiene un componente ut6pico: le ilusién de transformar la realidad, suplantarla o abolirla. El realismo magico es, entonces, una forma particular de ps ticamente la realidad, creada por un grupo de artistas latinoamericanos, que incorpora, frente a los acontecimientos y percepciones objetivas, el mundo de lo onitico, el de la ‘magia, el de los mitos y leyendas, lo profético y adivinatorio, el milagro, lo fantéstico, lo ‘maravilloso; es decir, las miltiples esferas de la imaginacién. tt 1. Defini con tus palabras el oximoron “realisma magico’ i 2. Leé la siguiente afirmacién de Garcia Mérquez y ejemplficé el contenido de ta cite» usando conflctos,situaciones y personajes de Cien arios de soledad. | “En Cien aiios de soledad yo soy un escritor realista, porque creo que en América _ Latina todo es posible, todo es reat”, 3. Discutan en pequetios grupos el siguiente interrogante. Luego, escriban las conclusio- res a las que arribaron. Justifiquen su/s pastura/s 2E5 mas verdadero lo que ocurre objetivamente o lo que la sensibilidad colectiva crea y acepta? \ | | {© tantra Pri ufone 11.729 queen, hazan. ratura cues- cons- sidere fauno tiveles io, que tivo: acara, nadie, lati joxx? apare- ala ad de lad, el lidad, ests. por, dela co, lo ita rica tiva LOS TEXTOS EN ESTUDI El boom latinoamericano Si bien puede reconocerse su origen a fines de la década del 20, el realismo magico tiene su esplendor en América Latina en los afios sesenta del siglo xx. Esta década marco un hito en Ia historia de la narrativa latinoamericana, Durante ese perfodo se escribieron algunas de las novelas més importantes en lengua espafiola, como El siglo de las luces, de Alejo Carpentier, y La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes (1962); Rayuela, de Cortézar, y La ciudad y los perros, de Vargas Llosa (1963); Juntacadéveres, de Onetti, y ‘Tres triste tigres, de Cabrera Infante (1964); Paradiso, de Lezama Lima (1966), y final- mente, en 1967, Cien afios de soledad, Este notable fenémeno fue denominado el boom Jatinoamericano, y fue un acontecimiento cultural. Un grupo de escritores consiguié darle ala literatura de nuestro continente una visibilidad y un lugar que nunca antes habia tenido: se convirtieron en bes sellers, comenzaron a ser traducidos a otros idiomas ya set considerados por la critica y la teoria literaria internacional. En lineas generales, este grupo de artistas se propuso la misién de describir las caracterss- ticas que convierten a América en un territotio tinico. En palabras de uno de ellos, el mexi- cano Carlos Fuentes: “contribuir con la tarea interminable de darle un nombre a América’, Las preguntas de las que parten son: ¢ cuéles son las caracteristicas peculiares de nuestro continente?, y ¢ zexiste una identidad compartida por los miiltiples pueblos que lo habitan? La respuesta es positiva, y esa identidad parece surgir como resultado de los procesos de conquista y colonizacién que vivid nuestro continente. El contraste de cosmovisio- nes, el choque cultural entre los conquistados y los conquistadores, conformé nuestra peculiar identidad. Podriamos decir que toda la historia latinoamericana, en esta visién, es la lucha entre estas dos concepciones del mundo, radicalmente opuestas: la del con- quistador yla del conquistado, El pasado épico (el de la resistencia indigena, que opera como sustancia mitica) y el presente de los conquistadores y sus herederos coexisten y se integran en los relatos lite- ratios para as{ poder dar cuenta de nuestra identidad, | | 1. Por qué puede decirse que el realism magico es un fendmeno propio de América Latina? 2, cEn qué otro continente podria haberse dado? ¢Por qué? 3. Observa esta obra de Diego Rivera. pintor y muralista mexicano que rescat6 en sus trabajos el pasado precolombino y mostré las costumbres de su pueblo. Luego, resolvé las siguientes actividades. a) Averigué acerca de + Las caracteristicas de las ofrendas que el pueblo ‘mexicano prepara durante el Dia de los muertos. + El origen y la funcién de esta celebracién, 1b) Qué concepcién dat mundo, particular de Latinoamérica, se Tefieja en esta ceremonia colectiva? ©) {Cémo podrias vincular la obra de Rivera con el trabajo de los escritores del boom latinoamericano? LOS TEXTOS EN ESTUDIO Vista general dels Amazonia,

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