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Estado, gobierno y politica Regimen conservador Vem egtin uno de los influ- S yentes hombres po- liticos de la época, don Ramén J. C4rcano, en 1880 las pasiones politicas estaban enardecidas como en tiempos de Pavon y habian estallado los sentimientos lo- cales y los antagonismos de antafio. En verdad, la situacién en Buenos Aires era compli- cada. Carlos Tejedor, el gober- nador de la provincia de Bue- nos Aires, habia desconocido a las autoridades nacionales y encabezaba una revuelta ar- mada. Los restos del autono- mismo portefio —aquellos que no se habfan integrado al Partido Autonomista Nacional (PAN)-, el localismo y el ex- clusivismo metropolitano en- contraban en el gobernador provincial su representacion, Los porteiios se oponian a la capitalizacién de Buenos Ai- Tes y para evitarlo se levanta- ron en armas movilizando a la guardia provincial. El alza- miento fue el ultimo de la vie- ja serie de resistencias ala au- toridad nacional que dieron su fisonomia al periodo previo. Frente a Tejedor y a sus se- guidores se levantaba la figu- ra del presidente Nicolas Ave- Ilaneda y de un hombre que, a lo largo de varias eee convertiria en my crucial de Ia polit tarde el genera i somo muchos é ca, como tt R DES 0 SUS silen. ca, Julio Argentino Meee esencia 0 St au con su presene i compa vere 6 oa) vadaria a delinear la vida politic y las acciones yudaria 3 ado. ara algunos, tant Peron, 0 el presidente Avslenod soe. el ee ee eanas, incluida la mas reciente contra victorioso de tanta amparias, ak io Guided que se habig is indios en la frontera sur, representa oo hare Hlado en la Constitucion de Santa Fe. bos eran hijos ‘AS pro- vincias y habian recibido el apoyo de figuras ES oe tes en muchas de cllas como Del Viso y Juarez Celman de Cordo. he Yriondo de Santa Fe, Febbre de Entre Rios, los Padilla y Nougués de Tucuman, Gomez y Civit en Cuyo. Si Tucuman fue la cuna de los presidentes saliente y entrante en ese afio de 1880, Cordoba fue el centro de las ideas, de las inicia- tivasyy de la accion militante que los sostenfa. El apoyo del interior a Roca fue indiscutible y el cordobés Carcano decia que los nota- bles que sostenian la candidatura presidencial defendian “la mis- ma unidad conquistada en tres grandes batallas: Caseros, Cepeda y Pav6n, sellada por una Constitucién de libertad. No puede ser presidente de la Repiblica un gobernante como el viejo Tejedor, que no ha pasado el arroyo del Medio y siente desprecio por las provincias, a las cuales les llama trece ranchos. El joven general Roca ofrece todas las garantias. Defendié el territorio y honor ar- gentinos en Paraguay, derroté al separatista Lopez Jordan, y ahora viene de arrancar a los indios del desierto feraz. Tiene verdadera alma provinciana y por eso en él palpita el corazon nacional”.' La oposicién portefia a la federalizacién y a la eleccién de Roca para suceder a Avellaneda fue el marco para el enfrentamiento de la Nacién y la rebelde provincia de Buenos Aires. Los combates de Barracas, Puente Alsina y los Corrales fueron los actos de vio- lencia que culminarfan con la subordinacién de toda la provincia al poder politico nacional, El Teconocimiento de ese poder, de su accidn sobre todo el tetti- torio y del monopolio de la accién coercitiva por parte del Estado = tradujo en las palabras de Roca al iniciar su gobierno: “En cual- pane del territorio argentino en que se levante un brazo fra- tricida, 0 en que estalle un movimiento subversive contra una 2U- * Citado por Agustin Ri 1944, p. 33. gu ‘veto Astengo, Judrez Celman, 1844-1909, Buenos Aites, Kraft —— 182 —— | La defensa de Buenos Aires 1) ASUON Tue ajo el rompimiento, no fue de carelidaturas sino de derechos federales de los Estados. (...) La tendencia acentralizarlo todo es hoy la mania, no sélo de nosotros, sino de la América lel Norte, Sin embargo, en Estados Unidos es todavia un derecho de los Esta dos, reconocidos muchas veces por la Corte Suprema, el de reglar y contralorear las aguas navegables, dentro de su territorio (...) Entre nosotros, por el contrario, la falta de reclamo de parte de las provin- cias, del ejercicio de muchos de sus derechos, por razones de economia 0 de abandono, ha favorecido la tendencia, muchas usurpaciones han tenido lugar impunemente, En la Repiiblica, se ha exagerado con éxito el derecho de interven- cién, el estado de sitio, la distribucion de las fuerzas militares. (.) En Estados Unidos nunca se ha dudado que la milicia es de los Estados. Ellos nombran sus jefes y oficiales. Ellos establecen en su res- pectiva milicia la disciplina prescripta por leyes del Congreso, la admi- nistran y organizan. Carlos Tejedor, La defensa de Buenos Aires (1881), tomado de Natalio Botana-Ezequiel Gallo, De ia Repiblica posible a la Repiiblica verdadera (1880-1910), Buenos Aires, Ariel, Historia, 1997, pp. 145-152. toridad constituida, alli estar todo el poder de la Nacién para re- primirlo”. Autoridad y orden fueron las bases del régimen conservador, y el requisito primordial para el ejercicio de la libertad y para el progreso econémico de una nueva etapa histérica que los contem- pordneos presentaban como un capitulo de clara ruptura con el pasado. Sin embargo, ni el orden ni el ejercicio de la autoridad estaban inmunizados para enfrentar las nuevas dificultades que se presentarian. Novedosos problemas asociados al mantenimiento de la unidad politica aleanzada, a la edificacion de las institucio- nes del Estado, a la seleccién y eleccién de los gobernantes, asi como a las reglas que regirian a gobernantes y gobernados, forma- ron la trama de un proceso, casi vertiginoso y arrollador, que fina- lizara con una reforma politica y el acceso al gobiemo < una fuer- za politica surgida en los margenes del corazén de Ia elite que hasta entonces habia concentrado el poder. —— 183 —— PROEUNDIZAR LA ORGANIZACION DEL ESTADO NACIONAL La unidad politica coms proceso de organizacion solidada en 1880 tenia que continuar e] de las bases para el funcionamiento del Pade y organizar y reorganizat [OS aparatos de ue admi- nistracion, justicia y represion. En un largo proceso.,y ‘ calor de Ja aparicion de nuevas demandas y problemas fueron redefinién- dose las formas, las reas de intervencion y la autoridad de esos aparatos. . Desde el punto de vista formal, los instrumentos de gobierno habjan sido delineados por la Constitucion de 1853 con el estable- cimiento de tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), pero la organizacion y el afianzamiento de esas instituciones de gobier- no fueron activos durante todo el periodo. Aunque las provincias se organizaron bajos sus respectivas Constituciones, el dato mas significativo fue la consolidacién de un proceso centralizador que refor76 al Poder Ejecutivo nacional en detrimento de las provin- cias y los municipios. La “caida de Buenos Aires” en 1880 fue la manifestacion mas clara de que la relacién provincias-Nacion habia cambiado. Al con- vertirse el Estado en el rbitro de diversas situaciones vi el casi secular enfrentamiento entre Buenos Aj Tsedory esa funcion mediadora del Estado contrib Healer m actor diferenciado, convirtiéndolo ambien eee ‘aie entamientosy negociacién de los conflictos, 4 La constitucia oe oe te ese poder centralizado requeria una admi- wore Ears ee y diferenciacién fueran cada vez ma- a \inistrativo ab; ii una burocracia ee abarcaba varios aspectos: desde due hiciera efectiva las acciones oe la > COI ine Puertos); hasta el sistema AS lanzar los simbolos, tee : Instrumey Z identidad naci is- mi nto nacional 0 el sis- is y enfermedades, basico para evitar la difusion de epide- AE a i ag ak Pn a iat + Para sostener la organizacién, del Estado tivas y fiscales Tesultan cruciales Desde ur cualquier Estado grava Ia Produccién, el ¢ para obtener los recursos NeCesarios pero en las ¢ ‘periencias con- cretas de cada uno de esos Estados los me. mos y los actores sujetos ala Contribucién varian. Entonces, ja Pregunta clave para cualquier pais es quiénes deben Pagar los costos de la administra- cidn. En la Argentina de fines de] sigho XIX, hasta el presente, fueron Jos gtavament por toda la poblacion —ineluidos los sectores de menores ingre- sos— la base de buena parte de los ingresos piblicos. Fueron los impuestos indirectos (a las Importaciones), que gravaban el con- sumo sin tener en cuenta las diferencias de ingresos de la pobla- ci6n, la base de un sistema tributario que se puede calificar como regresivo. El crecimiento paulatino del mercado consumidor pro- ducido con el aumento de la poblacién, la construccién de una red de transporte, la eliminacién de las barreras aduaneras inter- nas, la produccidn local de alimentos baratos y los salarios per- cibidos por los trabajadores amplié la base impositiva y dio sus- tento al Estado. Aunque en menor medida, los gravamenes a las exportaciones fueron el otro sostén del Estado nacional. Sin embargo, esos recursos no fueron suficientes y el endeudamien- to mediante la solicitud de préstamos externos fue la otra fuente de ingresos. Aunque durante toda la ctapa se produjo una mayor diversifi- cacién de la estructura tributaria, lo cierto es que el “costo del Progreso”, el precio de la civilizacién y la modernizacién, fue pagado por los sectores sociales menos beneficiados por ese pro- ceso. En 1923, desde la prestigiosa Revista de Economia Argen- tina, se denunciaba al sistema tributario como injusto, incohe- Tente, desequilibrado y antidemocratico y se seffalaba que “...la carga de los impuestos es relativamente mas pesada cuanto el individuo es mas pobre y esté més cargado de familia. He ahi uno de los vicios radicales del régimen fiscal argentino”. En 1890 una presentacién de la Federacion Obrera dirigida al Presidente de la Repiiblica realizaba una denuncia similar cuando expresa- ba: “Las medidas financieras tomadas importan tanto una atroz injusticia, como una medida contraproducente y barbara’ . Para los representantes obreros, al gravat los articulos de primera ne- ‘48 Cuestiones imposi na perspectiva global ‘cio y el consumo n: ¥ podriamos decir que | consumo pagados — 185 —— ——— Ita de los hacendados de soste para ellos, el sistema fiseal descansab, jases nO acaudaladas y cjercia ung ; artesanos, obreros y de i a clase @ cesidad se dejaba soli lacl ner los gastos del Esta oe A sobre los miembros de las ores accion desastrosa sobre los labr a clase media. i oe alot Se ouiieek necesitaba el Estado. 1 aparato No solo recurso: 4m la conformacion de una burocra, administrative ae ae ee Para atender las nuevas cia que garantizara su ae empleados, se establectan las funciones estat 26 fe se iban resolviendo las dificultades, capacidades ee Feenarod? jDonde se formaban y reclutaban? oa Bal estaba constituida por una pone trama de jerarquias y los cargos eran cubiertos por personas de forma. cién cultural y de origenes familiares diversos. En Principio, la mayor parte de los cargos estaba en manos dela poblacion Nativa, lo que no significe la exclusion de algunos extranjeros de la fun- cién publica, aunque dependia de su formacién y conocimientos. Los més altos rangos de la burocracia gubernamental se cubrian con los jévenes egresados de las universidades de Buenos Aires y Cordoba, particularmente abogados y médicos. La relacién entre estrato profesional y burocracia fue fundamen- tal: la abogacia era una actividad por medio de la cual un hombre podia adquirir prestigio, influencia politica y hasta riqueza. Fue un canal para que los hijos de las clases sociales en ascenso se incorporaran al aparato estatal. A través de su destreza en los te- mas relacionados con el derecho ptiblico y privado, fueron los hom- bres de leyes quienes modernizaron el aparato judicial y ejecutivo inistracién publica los instrumentos El otto rasgo _ OO Pasgo que vale I funcionarios. Algunos meme en (estat 8 Ia juventud de los yilas atas funciones de fen 8°8 Tecordaban que “el Congreso ‘@administracion Hiciens haan vos (...) de las provincias vienen diputados de apenas treinta afios...”. Pero no eran los tinicos, ministros, gobernadores y hasta presidentes como Avellaneda y Roca —en su primera presiden- cia— no Ilegaban a los cuarenta afios cuando alcanzaron la fun- ci6n piiblica. Juventud y formacién universitaria fueron claves en este plano. Los cargos medios de la burocracia se cubrian con miembros de las clases menos acomodadas, hijos de otros burdcratas, profeso- Tes, maestros. El mantenimiento y la expansion de las funciones dieron paso a una “carrera burocratica”, que fue el camino para la incorporacién de los nuevos grupos que se beneficiaron con la expansion de las actividades productivas, el comercio y las finan- zas. Un indicio claro del crecimiento del aparato burocratico se advierte cuando uno mira las ciftas del gasto ptiblico de la admi- nistracién central: los 13,1 millones de pesos oro gastados entre 1864-69 aumentaron a 37,6 millones entre 1890-94 y a 187,4 mi- llones entre 1910 y 1914. Durante el perfodo 1880-1916, aunque de manera més intensa El presidente Roca inaugura el Colegio de Varones, 1884. A su izquierda, Miguel Juérez Celman y Eduardo Wilde —— 18. ——— eros afios de la década dey shenta, el aparato estatal fue amplia. ocheni™: snovado con NUEVAS Oficinas Jey iones y funcionaios, asi come se establecié un conjunto de dis. posiciones que fueron definien. do y ordenando sus areas de in. tervencion. Por ejemplo, en desmedro de la Iglesia Catsii. ca, el Estado convirtié a la edy- cacién publica en un pilar de] cambio. En 1884 se establecig la instruccién piblica obliga. toria hasta los 14 afios, un fac- tor fundamental para el creci- miento de la alfabetizacion de la poblacién y se cred el regis- tro civil. De modo que dos as- pectos importantes en la vida de una persona (familia y edu- cacién) pasaron a la jurisdic- cién del Estado nacional y de los estados provinciales. En esa época se establecieron también los tribunales de la Capital Fe- deral y se organizé la Municipalidad de Buenos Aires, Tegida a partir de 1882 por un Concejo Deliberante. También se reorganiz6 el sistema de correos garantizando las comunicaciones privadas y comerciales, en los prim Pedro Goyer La impronta laica del gobierno en materia educativa fue un foco de conflicto entre catélicos y liberales entre los aftos 1880 y 1886, durante Ja presidencia de Julio A. Roca. Las figuras mas conoci- os ae oe Splenic fueron Pedro Goyena y Manuel Estrada Apital Federal. Sin embargo, la querella religiosa fue mas amplia y tuvo fuertes resonancias 2 : las en al; inci: m0 Catamarea y Santiago del Estero, pines prawn ban debian adaptarse a Jos tiemp nes problematicas. Un claro ¢ das desde el Estado alrededor de que éste se mantuvo més o men se modificé mas lentamente, en cuanto las consecuencias u del capitalismo en la Argenti duracion de | Mplo fueron las politic: genera- | conflicto social, En la medida on 0s larvado, la intervencidn estatal “Sto ocurrié entre 1880 y 1900, Pero hegativas del proceso de formacién na irrumpieron en la Superficie, di- cion en los Smupos dirigentes y las soluciones intentaron garanti- zar la regulacion y el control de la Sociedad, En esa bésqueda se entrecruzaron la participacién de los poderes pitblicos con las ini- ciativas privadas relacionadas con la filantropia, Paralelamente, se fue conformando en el interior del aparato del Estado una elite politica vinculada a la burocracia administrativa, por ejemplo, en los departamentos de Higiene, del Trabajo, ¢ incluso en la propia Policia, que cumplia funciones tepresivas (se ocupaba de vigilar y castigar a los individuos de conducta desviada: vagancia, mendi- cidad y a los militantes socialistas y anarquistas) y se eneargaba de la generalizacidn de los valores de la clase dominante mediante el castigo y la correccién. F De modo que a lo largo de todo este periodo el Estado nacional tuvo que sentar las bases para la obtencién de los recursos necesa~ rios para solventar los gastos crecientes que la complejizaci6n del aparato administrativo y judicial requeria. También tuvo que involucrarse crecientemente en los nuevos problemas que Surpiet en una sociedad que se transformaba réj idamente, y ES De = nuevas instituciones y renové Jas viejas abarcando esferas de in- tervencion cada vez mas amplias. EL PARTIDO GOBERNANTE: UN ORDEN CON TURBULENCIAS i | te oca fue integrar el tert a fe es 8 oS Ia base de un gobierno aueiel a ee bie Geta a licaba actos y procedimientos ue Lee me im i : seer cies. dota quignes y con que normas gobiernan a 1 rritorio y construir una si como las esferas s provincias, oia la formula para gobemar rgaba legitimidad alas accioney producir actos ds me at sie para Juan Bautista Alber, emanadas bajo SU a esa Constitucién, era “como realizar ung uno de lee atte al que abrace y concilie las liberta done organizacion const rrerrogativas de toda la Nacién”. El dilemg cada provincia y las P' jos afios ochenta y era posible preguntarse no se habia resuelto en los izacion y la descentralizacién, lf iliar la centrali: smo se podian conciliar i . Scania yla unidad. Para quienes daban forma a la nueva Nacién, el presidente materializaba el poder central aay ae dice Natalio Botana, no ejercia todo el poder porque ello conduci. ria a la titania ¢ impedirla era la finalidad basica del gobierno re. publicano. Justamente para euloclaidegencracion prop Hci Pails nociones de tirania y despotismo se establecieron limites tempo- rales precisos para Ja duracién de los mandatos, se determing la division de poderes y se distribuyeron las actividades legislativas y judiciales en cdmaras y tribunales donde el poder central y los poderes provineiales se encontraban representados. Pero evitar la tiranfa no implicaba una democracia abierta para todos los ciudadanos y la misma nocidn de ciudadania sélo estaba parcialmente en el centro de las reflexiones publicas. Quienes ocu- paban las funciones dentro del aparato del Estado eran los que “hacian politica”, la “opinién ptiblica sana” y ella estaba en manos de los “notables”. Ellos ejercian el control del gobierno y estable- cieron las reglas pricticas para reproducir su poder, cerrando las posibilidades de acceso a los otros. De alli que el control guberna- ae fundamental para los hombres que actuaban al comen- Zar la década del ochenta, y esa toma de decisiones estaba en las ug regias eligen# su £8 risdiceiones fs juris otal nes y con qi de accion y! Constitu 4 i le gobi! némico como a un fe pire derivada del control y poder eco- un gtupo gobemante que ¢, ICO Corrupto y, al mismo tiempo, 068 el uso de la pl ie * considera superior (notables). En la optimista del pasado: Se apoyaba en una mirada nostalgica Y * era el presente de corrupeién y marginacién 7 180) de los buenos ciudadanos, de la pinion publica sana, lo que origi- haba a la oligarquia. Con el tiempo, las criticas al espiritu mercan- tilista del periodo reforzarian la imagen de una minoria que se apropio de los resortes fundamentales del poder en perjuicio de las mayorias: ya en la década de 1930, Y sobre todo cuando el general Perén llegé al gobierno de la Reptiblica, se transformé en la causa de todos los males de la Nacion, Al finalizar el siglo X1X, un grupo selecto (oligirquico) fue el que ocup6 los cargos de gobierno mas televantes ejerciendo una hegemonia cuyo sostén eran los acuerdos entre diferentes grupos de notables, garantizados por el fraude electoral y el control de los nombramientos de los gobemantes, tanto en el nivel provincial como en el nacional. Con esta dinamica de la politica, las negocia- ciones, las recompensas que se ofiecian y las sanciones que se establecian entre quienes estaban habilitados para ejercer el poder fueron importantes. Un claro ejemplo de cémo funcionaba la légica politica de la €poca, fundada en el poder ejercido por un grupo reducido de per- sonas y en el contrapeso en- ? tre los polos de poderes na- cionales y regionales-provi ciales, fue la eleccién de Mi- guel Judrez Celman. El concufiado del general Roca, gobernador de la provincia de Cérdoba entre 1880 y 1883, senador nacional y candida- to presidencial en 1886 fue sostenido por los principales grupos dirigentes del PAN, quienes usufructuaban, por otra parte, los beneficios transformadores promovidos por el Estado: la asignacién de recursos econdmicos, el fi- nanciamiento para infraes- tructura, las obras. publicas, la masiva entrada de capital in- glés y la valorizacion de las nuevas tierras, asi como la Miguel Judrez Celman, — 191 —— a ferroviaria. Pero tal vez et hecho fundamen, oe eid cleecsti toe TID Oe - ctitucion de un bloque de todas las provincias, meng, toraly laconstitucion ce convirtieron en grandes e| Buenos Aires y Tucumdn, quese convirn a 8 ; 8 electo. wg Ea melqninavelectoral (eontrol G6 las listas Se Clovtores ye Jas mesas receptoras de votos, asi como el uso de diversos meca. nismos de fraude) garantizaba Ja eleccién de los candidatos oficia. les y el control politico de la elite. ae ‘Con la eleccién de Juarez Celman para la presidencia de la Na. cién, quedaron fuera de juego la fraccién liberal de Mitre —yng figura que habia ocupado la escena en las décadas anteriores— y los dos candidatos que expresaban a otras fuerzas internas dentro del grupo dominante, como el senador por Ja provincia de Buenos Aires Dardo Rocha y Bernardo de Irigoyen. Sin embargo, logros y limites corrian de la mano. El deseo del nuevo presidente de identificar al Poder Ejecutivo con el dominio del aparato politico y administrativo en las provincias, la concen- tracién del poder en la figura del presidente de la Nacion con el resultado dela ruptura de un equilibrio posible entre el presidente cate ae preseetocem ke Genes » 2 Celman y con él su intento eas gobierno y de control de las instituciones por parte del ue ie Q Pati Benes eae fue también el significado olllica Lalopadcibn aguas ie la personalizacién de la vida las provincias y en los hombres tee ine ae bee ees fe Roca. También la tuvo de las ten ‘i oe pe brent por Mitre, quienes participaron oy civico-liberales encabezadas ton otto frente opositor, que hizo d revoir de 1890 y forma- peto por la Constitueiée Nida - a libertad electoral y del res- con el grupo dominante en el ae Poder. Bartolomé Mitre buscaba y ampliacién de la re en 1892 Hleg6 aun acuerdo con Foes sete findamental exando oar isetciales de ese aio, E “aso de Juarez 1 sess dienes erence sl de 190i 0 de alianzas i emi ee a ea darle estabilidad al regimen eo Wa también los limites de la operon = 7 viea” que, dividida entre aquellos que reconocian el liderazgo de Alem y los seguidores de Mitre, tenia dificultades para organizar una estructura politica capaz de producir una cambio inmediato del régimen conservador. A partir de la revolucién de 1890 la clase dirigente tayo que negociar permanentemente con los sectores mas moderados de la Union Civica algunas candidaturas. Se inaugurd entonces una dindmica peculiar de la politica, que consistio en la pérdida del monopolio politico del PAN, ejercido casi plenamente entre 1880 y 1890, una mayor diversificacién in- terna dentro del grupo conservador y un cambio fundamental de la gestién de gobierno que buscaba la realizacién de alianzas con la oposicién, pero también, y con consecuencias para el futuro, se produjeron cambios regionales sustantivos. En algunas provincias, como Cordoba, Santa Fe y Entre Rios, se realizé junto con la trans- formacién econémica y social otra de orden politico, Los radica- les comenzaron a crear una base de apoyo mds amplia con la in- corporacién de elementos populares y, dentro del grupo dominan- te, se verificé una mayor redistribucién del poder. Esa mayor diversificacion interna del grupo conservador dio paso a la conformacién de una fuerza politica que se definié como modernista. En 1892, esa fuerza, con base en la Capital y en la provincia de Buenos Aires, se propuso como una alternativa al roquismo. Los modernistas plantearon la candidatura presidencial de Roque Saenz Pefia, quien habia sido ministro del ex presidente Juarez Celman. Roca con el PAN sostuvo la candidatura de su padre Luis Saenz Pefia para oponérsele. La “mano oculta” del talento practico de Roca “habia desviado el camino pre- sidencial para enderezarlo a la casa paterna”, decia un hom- bre de la época. Pero aunque habia triunfado frente a la pro- puesta modernista, el general de la Conquista del Desierto no pudo retomar todas las riendas del PAN, que poco a poco fue alinedndose detras de varias figuras simultaneamente. Luis Séenz Pena. —— 193 —— residente 1 gobiern, * e elegido como Pp © i) ia ae ie una fuerte inestabilidad. Entre 195 olvid en los is cn el gobierno varios ministros, asj como y 1895 se sucediero! ‘es Jevantamientos: en la Provincia de tuyo que # eo promovido por pnodorisas ¥ CIVICOS, y en Santiago del ado por los civicos nacionales de Mitre, ade. Corrientes, Organi” sadas radicales de 1893 en San Luis, Bue, mas de las rebeliones @! ano 1893 cl interior estaba agitado y se : Enel 5 nos ee politicas. Entre éstas se destaca la rebe. propagal ; E inisterio de Aristobulo del Vali lionradical que cae eee de los civicos peice quien habia despertaco & ta Fe aproximadamente 6.000 civiles influir en el gobierno. En Santa Fe ap: oa Blskoes formaron las milicias, alrededor de 2. eran co) H Los.en- frentamientos dejaron heridos y muertos. En la ciudad de Rosario a aproximadamente 100 muertos y 250 heridos. En la provin- cia de Buenos Aires unos 8.000 radicales se levantaron en armas contra el gobernador Costa. ; ‘ Los levantamientos desgastaron al ministro Del Valle aunque Julio A. Roca y Carlos Pellegrini aparecieron como las figuras que Jo empujaron hasta lograr su alejamiento del Ministerio del Inte- rior, cargo que fue ocupado por Manuel Quintana. El nuevo mi- nistro actué enérgicamente. Las tres provincias sublevadas fueron intervenidas, se decreté el estado de sitio y durante su vigencia, que se extendié hasta 1894, se prohibieron los actos publicos y fueron clausurados varios periddicos. Como sefiala Ezequiel Gallo, las medidas tomadas no fueron homogéneas, En San Luis el primer interventor federal fue tole- Se ee pero fue reemplazado por una figura ip aloo smcs get eee olson En Sala Fe sue sucedia otra has ae primera intervencién condescendiente le 5 ‘ orecio abiertamente a la faccién autonomista. * consolidé entonces un sector antioficiali ituy6 un solide frente Opositor en el que partici pee us cOssuEN® 7 Gionales y autonomistas dis; ene iciparon radicales, cfyicos 1 tica de la intervencién fue S En Buenos Aires Ia caracteris- Cionarios ini Su energia para combatir a los revolt” icialmente y fy, Se convirtié en mag au Con la legada de Lucio V. Lape AS tevoluciones raqi, Tag ® de 1893, apenas arg eS 20 fueron las imicas. Ese mismoafe ane Quintana en reemplazo de Aristébulo de! Valle, se F » Se produjo wy 30un nuevo levantamiento liberal en Corriente eet ee Aqui la victoria acompans a los liber: intervenida, En Tucuman tuvo lugar un alzamiento radical opues- toal gobernador de origen mitrista, quien ademas estaba enfrenta- do con los roquistas. Luego de una larga intervencion fue consa- grado gobemador un autonomista, Apenas acallados los ecos de la revolucién tucumana se Produjo un nuevo levantamiento en Santa Fe, que conté con la adhesién del ejército yalgunas unidades de la Armada. Casi simulténeamente hubo un alzamiento en Rosario liderado por Leandro Alem. Las intervenciones federales abrian un importante espacio para la accién politica del partido del go- bierno, cualquiera que éste fuera, Las rebeliones armadas coexistieron con los mecanismos elec- torales, pero ellos daban el triunfo a los candidatos oficiales. Asi, en las elecciones nacionales para legisladores y gobernadores de febrero y marzo de 1894, las listas Oficialistas triunfaron en casi todas las provincias intervenidas y algunas de ellas, como las de Santa Fe, fueron célebres por el fraude. La Unién Civica Radical {riunf6 en la Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires se impuso por escaso margen sobre la Unién Civica Nacional y la i6n Popular, gue oe parte, las confrontaciones politicas eran intensas y es- taban asociadas a pujas personales. Las fuerzas politicas estaban constituidas por bases sociales (clientes) parecidas que se movili- zaban tanto para concurrir a elecciones, aun con bajos vee de participacién ciudadana, como para levantarse en ane 1 Is diferencias que exhibian clientelas, candidatos y Siniganice ee diferentes agrupaciones estaban muy diluidas Y por eso los perso- ji importancia. Las diferencias internas dividieron el ee ee ido por el Partido Autonomista Nacional Faas esi actin del partido de gobierno fue es i ividad civiea que las distintas frac- See apenas Gee todiee cut oe ea calles, en los actos electorales y en las rebelio- armadas. in Avi avin dal PAN vo sng nn iv Sa ells 98 Fee Fonsiinan led otras fuerzas politicas y otras uuiento cena e a : tampoco favorecié la consolidacién aun movimiento erratico Pane celeioa eatin de una oposicion vigorosa 1 gobierno de Roca una era de paz, De modo que si al inicio del gol ales pero la provincia fue —— 195 —— arecia inaligurarse, la etisis as mis graves que las pertury. vo asociada. Para un politi, mministracion Pi ynsecuench as estu jas que nnta fue de completa perturbacign ra él, la causa de ese estado era que a ncedores y se habia permiy;, “Viva la revolucion!®, py progreso y bund adi litica del nove! cione: como Roca, de las ideas po! revolucionarios V do que gritaran ante iticas. Pai la caus encidos se ereian Ve Jas autoridade: / 5 una amenaza, pero esta no solo provenia de ra otra VeZ Pee lane J desorden = creada por la oposicion; en el seno del PAN NO pudo is Seri efimera alianza que garantizara la sucesién de gobiey. recrears 2 del pasado. En la Nacién como en las pro. culos para el “buen gobierno” las so. luciones ensayadas fueron Ia interyencion federal ¥ el estado de sitio, que resultaron efectivos en el tiempo corto. En el largo pla. zo, las divisiones de la elite y su politica de personalidades no favorecieron la constitucién de un partido conservador que supe. rara los acuerdos de amigos. ‘Al comenzar el siglo XX el PAN no habia cuajado en una orga- nizacion politica cohesionada, era mas bien un sistema flexible de negociacién sobre la distribucién de puestos electivos y burocriti- cos. En este sistema un papel importante lo cumplian los goberna- dotes de provincia. Sin embargo, hay una idea firmemente incor- porada al sentido comin de que las provincias interiores suffieron la dominacién y la subordinacién al poder central dominado por la tica y poderosa Buenos Aires. La desigual distribucién de la rique- za que afecté seriamente a las provincias que tenfan dificultades Ee is el nuevo modelo economico es cierta, pero los feauilen Wie aa Ee mantenian celosamente su au- inise cde alee - oo de los puestos politicos en sus se prObeslan de na las fuerzas policiales locales y con ellas a8 acciones de la oposicion y las utilizaban pa ne; * : Cee el ejército nacional en caso de conflic- ee habian cambiad Thi lores dependian de los caudillos Tocales itares (las fi ae alee Peftaloza, Felipe Varela o Lope? Portante en la moviliza § Sombras) y jugaban ahora un papel ist Puestos administra c10n de los electores Tonio bre labase d ativos locales. Era un régi raba s0- diferentes ono ciones politicas j égimen que operaba S niveles de figuras; nor co ees de telaciones en Por eso los desajustes y te sions nos sin los fantasmas vincias se alzaban los obst San ob eran frecuentes, La pre- sencia de figuras fuertes (A AS (A comorociaqicttens SARASy CARETAS turbulencias cuando ~ Teper ellas ocupaban el centro - de la escena politica. Asi sucedié en los dos mo- mentos en que el roquis- mo fue dominante, es decir, durante la primera y segunda presidencia de Roca, pero cuando en 1904 Iegaba a su fin el segundo gobierno se produjeron reagrupa- Mientos politicos que se prolongaron hasta el fin de esta etapa historica. Lapresidencia de Ma- nuel Quintana, el sucesor de Roca, ilustra bastante bien los vaivenes, con- = flictos y tensiones dentro ee oe ee ee El Senado y el presidente Quintana. plea oe Revista Caras y Caretas del 2-9-1905. dente con el apoyo de 5 Roca y Mitre —él era un mitrista prestigioso— y el aval de Marcelino Ugarte —el poderoso gobernador de la provincia de Buenos Aires—, pero en la ultima etapa de su campafia presiden- cial la postura de Roca fue menos enfatica y Ia influencia del ex presidente comenz6 a debilitarse aunque jos mismos grupos poli- ticos mantuvieran el control. Pellegrini, la otra gran figura politica de la época, también se manifestaba escéptico, sobre todo con las tendencias reformistas de Quintana. Cuando la Convencion de Notables ratificé la candidatura de Quintana, en muchas provin- cias surgieron grupos quintanistas y el candidato obtuvo Jos votos de todas las provincias, menos de Entre Rios y Tucumén. En la Capital Federal la fragmentacion de los partidos politicos era aun mayor. El viejo PAN estaba disminuido y habfan surgido —— 197 —— ano, Autonomista (bajo el lideray, eine elecciones de 1904 todos ath aca en el COnBresO ¥ ce eo Provocada eo mas por debatir en las Cama ana live ee Seances socialista. tt sobre todo con la a sido elegido, Manuel Quintana encontr6 ¢, Una vez, a aeeia radical de 1905 un aliado inesperagg el cal re a poder dentro de los grupos politicos tradiciong. ge ae ional, Aunque la revolucion fie reprimida, tuyo con. secuencias politicas importantes, tanto ne kes oe Negativas, La represién rapida y efectiva de los focos revo! ucionatios por parte del gobiemo consolidé al presidente Quintana en distintos circulos politicos, aunque es cierto que la opinion pliblica fue per. manentemente agitada por las voces de los exiliados y el debate alrededor de la eventual amnistia de los que habian participado en el levantamiento. Vencida la revolucién, Quintana intento proponer algunos cam- bios institucionales, que iban desde una reforma de la estructura de la tarifa aduanera hasta el proyecto de nueva ley electoral que eliminaba el sistema de circunscripciones introducido durante el gobierno de Roca. En este ultimo caso se buscaba dar nuevas fuer- zas al PAN luego de la fragmentacion que se habia producido en su seno. Sin embargo, el poder de Roca siguid declinando; el go- bernador de la provincia de Buenos Aires, Marcelino Ugarte, gas- taba sus energias en conquistar una base de apoyo nacional; en la Capital Federal Pellegrini oponia serios obstaculos a Quintana y se distanciaba de Roca. En este contexto, sobrevino la muerte de Quintana y se produjo la sucésién de José Figueroa Alcorta. 5 Ya en la presidencia, Figueroa Alcorta se definié por la plena vigencia de las instituciones a partir del ejercicio del sufragio pero ello no fue un obsticulo para que se siguiera ejerciendo el fraude. ee en Buenos Aires, y en las provin- igudizaron cuando se prepararon las eleccie- aeeua oo de 1906 y 1907. Por ejemplo, surgicrot En 1906 eee dean oo Meters San Juan y San Luis. llegrini y Bernardo coe del escenario politico Mitre, es ministeriales que diegiats eo eee politica dentro del wrap non 2 2 Coalicién Nacional, La situaci6™ Stupo gobernante Siguid siendo confusa y co" Pleja_y, en en ese contexto, comenzé a tejerse la candidatura pres” nuevos partidos: R Pellegrini) y Socia pos ocupaban una ban ees EO els oe dencial de Roque Séenz Peita, aquel que la “mano oculta” de R. habfa alejado de la primera magistratura en 1892. La impositil,. dad de conformar una coalicion nacional efectiva y permanente también se le planteo al nuevo candidato. La desintegracién del sistema de alianzas politicas y los desajustes entre los tres niveles ‘ mie (nacional, provincial y municipal) fueron claves a la hora de enfrentar al radicalis fragmen- icin no ls pemit superar as ivionesntaoes Loco \s. Los conflic- tos Politicos dentro del PAN y con los grupos opositores que ha- bian surgido después de la revolucién del neventa icompaiiaron la etapa de paz y orden con la que Roca habfa abierto el periodo en 1880 y minaron, tanto como las transformaciones sociales yla aparicion de nuevos publicos y partidos, una hegemonia que ima- ginaban sin fisuras. La imposibili- LAS ELECCIONES: LOS LiMITES A LA VOLUNTAD DEL CILUDADANO Otro dato relevante para el andlisis de Ja politica de la época es el de la dimension electoral. Una visién generalizada de la época sefiala que hacia fines de siglo el acto electoral era algo meramen- te formal. Los acuerdos entre los notables tomaban las decisiones y los yotantes se asemejaban a comparsas que apoyaban esas deci- siones. Sin embargo, en todo proceso politico el significado de las précticas electorales varia de acuerdo con los protagonistas y la legitimidad de los mecanismos de representacién constituye una arena de confrontacién permanente a dentro de Ia clase gober- r parte de los gobernados. ae ecaone funcionaron como actos legitimadores de los acuerdos entre los notables, era importante que el acuerdo existie- ra pero, ademas, ellas eran necesarias para el orden republicano. En los comicios se reptesentaba, en el sentido teatral del espec- Tegitimador, la voluntad de los ciudadanos de ungir a los tele aiot umia la representaci6n y la eleceion epbernen Be is iferentes niveles, Para llegar de los gobernantes s¢ articulaba en diferent e pe et a gobierno er fundamen as leone se defian creaban en los procesos electorales. En las elec los partidos y los conten: dientes. Asi, en cada coyuntura electoral a 1 ae —— le conversaciones entre las diferentes find: bles para acordar las candidaturas, Ung rsaciones ¥ Soe RORS los candidatos, i jones para que los ciudadanos consagrar; al re ae simple: Jos ciudadanos votaban = oo lista de electores y @ la que obtenia el mayor une de votos se le asignaba la totalidad de los electores correspondientes al dis. trito. El numero de el se producia una serie d ras del campo de los notal vez producidas esas convel Jectores por provincia entre 1880 y 1910 mues. tra tanto la importancia de cada uno de los distritos como la exis. tencia de territorios (por omisi6n) donde no se aplicaba el princi. pio republicano del sufragio. Los denominados territorios no ha- bian alcanzado la categoria de provincias y como tales estaban excluidos del proceso electoral, como se ha visto en el capitulo anterior. Por otra parte, los electores que s¢ elegian de acuerdo con ‘el ntimero de habitantes dan cuenta de las variaciones existentes respecto del aumento o la disminucién de la importancia de cada distrito segin el ritmo de las transformaciones socioecondmicas, Entre 1880 y 1910, las provincias litoralefias, las mds beneficiadas +a Luis Séenz Pefta, su esposa, Manuel Quintana y Roque Sdenz Pefta por los cambios socioeconémicos, incrementaron 0 mantuvieron el ntimero de electores mientras que otras, mal articuladas con el nuevo ordenamiento, lo disminuyeron. Por ejemplo Buenos Aires pasé de 54 electores en 1880 a 60 en 1910, Entre Rios de 18 a 22 y Santa Fe de 12 a 18 en el mismo periodo; en cambio, provincias como Catamarea y Santiago del Estero disminuyeron sus electo- res de 12. a 10 y de 18 a 14, respectivamente y en las mismas fe- chas; la Capital Federal, inexistente en 1880, tenia 22 electores en 1886 mientras que en 1910 habia duplicado ese ntimero. De ma- nera que la distribuci6n de los electores les asignaba entonces cierta importancia a algunas provincias en detrimento de otras, pero ade- mas era a través de los bloques de electores que las provincias eran protagonistas en el momento de la eleccién presidencial, y les otorgaban a sus gobernadores y a sus representantes en el Se- nado un papel importante en las negociaciones politicas. Conguistar la mayor cantidad de electores era una meta y desde 1880 se puede advertir un movimiento creciente hacia la unanimi- dad en el Colegio Electoral. En 1880 Julio A. Roca obtuvo el 69 por ciento de los electores; en 1886 Judrez Celman, el 79; en 1892 —— 1 Roca, 85; en 1904 Manuel a, 95; en 1898 Julio A Roca, ¥ en 1910 Rogue Séenz Peita obtuvo el 100 po, Luis Saenz Pett Quintana, el 81, anto de los electores- eae oe cieciore: ec importantes ¥ ellos se obtenian por medio dy - otar era entonces un modo de interveniy s. Ela de vs Jas elecciones. Elactod eae 0 ¢ es ja-coss piiblica aunque estaba limitado a los ciudadanos moyj. lizados por las maguinarias electorales. No existen estudios miny. ciosos de las practicas del suftagio y los porcentajes de votos emi. tidos son un claro indicador de que los participantes eran reduc}. dos, El fraude era corriente las practicas electorales han quedado inmortalizadas en numerosos relatos. Allise describen las batallas para controlar los padrones, Jas mesas donde se emitian los sufra- gios, los espacios pliblicos como las parroquias y las calles adya- centes al lugar de los comicios. Sin embargo, podemos suponer que algunos individuos consideraban ese acto como un mecanis- mo de accién e intervencion en Ja vida pablica. AdemiAs, a juzgar por las criticas feroces del anarquismo a la farsa de las elecciones, _—$_$_$_$—$—$—— Votar en Buenos Aires. Recordando una eleccién realizada en el afio 1896 ... siendo yo senador provincial en La Plata y candidato a diputado nacional, fui designado por el comité radical de la provincia delegado del mismo durante el dia de la eleccién en el Municipio de Nueve de Julio... Me trasladé la ~‘spere. « aquella localidad y después de visitar los clubes y corralones donde se hallaban alojados los votantes radica- les que hablan venido de las estancias vecinas, fui con el presidente fective del comité local a la comisién de policia que nos habia invitado para arreglar con el partido contrario el orden de la votacién del aia ae ... Apenias habiamos empezado la entrevista, sentimos el ruido un tiroteo en el pueblo. El comisario se levanté de su asiento brusca mente, tom un fsil de un armero que habia en la pieza donde estiba- ae Ey sae corriendo, El representante del partido gubernista hizo 10 Hee 2 diciendo al tomar otro fasls “Ahora van a ver”. Mi compatier? oleh ae debiamos irnos y nos retiramos, percibiendo el" tae ee de las casas de familia y de comercio al rat cncamantmonins nian depres jes radicales habia sido asaltado, y que ™ —— 201, —— uno podria pensar que al Menos una parte de los sectore popula res se manifestaba politicamente Por este medio ; Con desigual intensidad un conjunto de c iudadanos se expresa ba a través del sufragio en las Jjornadas de elecciones. Pero Jas transformaciones econdmico-sociales habian favorecido la forma cién de publicos y alternativas de accion politica que competian no sdlo en los actos electorales Ademis, las demandas de limpie- za del sufragio de radicales y Socialistas, el abstencionismo de la poblacién habilitada para votar, as{ como la impugnacidn del ré; men representativo que hacia el anarquismo, ponian limites a la tepresentatividad del PAN, oa la asociacién de notables que, des- de 1880, gobernaba al pais. Frente a esta situacién, la Propuesta de “mejoramiento institu- cional” que impuls6 el presidente Quintana, y que retomd el can- didato a presidente Roque Sdenz Pefia, bused también un acuerdo con la oposicién politica, los civicos del radicalismo, Esa nueva propuesta de reforma civica iba acompafiada por la progresiva dis- ciudadanos habian sido arrestados, entre ellos todos los escrutadores radicales designados para presidir los comicios del dia siguiente. Invo- cando mi doble cardcter de senador y candidato, escribi al comisario y telegrafié al jefe de policia de la provincia, El comisario no me contes- 16, El jefe de policia me telegrafié el domingo a la tarde, una hora antes: de terminar la eleccién, que ordenaba Ia libertad de las escrutadores, En la mahiana del demingo no se me permitié presenciar la instalacién de las mesas receptoras de votos; pero el comisario de policia tuvo la bondad de comunicarme que se habia resuelio que los partidos se tur- naran, para votar...y que podiamos enviar al primer grupo. Enviamos 1. ocho hombres, la mayor parte de los cuales, fueron constituidos en prisién, por portacién de armas, sin dejarseles Megar alas mesas. Se trataba de gauchos de chiripd, que. probablemente Hevaban eee en la cintura, segin su costumbre, El envio de otro grupo tuvo iesies resultado ...La gente... se indignaba cada vez mas y queria atropel las mesas y disolverlas a balazos... A mediodia mis partidarios se nega- ron a continuar prestandose a las burlas de los enemigos... Matienzo, Lo que ha visio un argentino en cincuenta aos, ie Buenos Aires, 1925, p. 38 ss. —— 23 —— onservadores. Fue durante la presidengj, gregacion de los grul indo cobré impulso la demanda de demo, de Roque el sister ¢ produjo tanto dentro del Propio ecu # oe externamente al mismo. Los sectores de grupo ee que los m ecanismos legislativos fenfan una fur. la elite enfatizat ae modernizacion de la politica y considerabay cidn importants cian de la representacion y la democratiza. i mpli 4 eA ee o. Con este arsenal de ideas se propusie. 6 glas del jueg' : ae a las demandas de radicales y socialistas y a las acciones pricticas de aquellos que horedabenet legitimidad, La instauracién de un nuevo régimen democritico dependia del sufragio y cuando el Congreso votd la Ley 8.871 0 Ley Saenz Pena, que estipulaba el sufragio universal masculino, secreto y obligato. rio y la aplicacién del sistema de lista incompleta, asi como la representacion de las minorias, se cerraron los debates sobre la obligatoriedad o no del sufragio, sobre su caracter secreto o publi- co y sobre los criterios que se aplicarian para traducir los votos en bancas en las camaras y en la Junta de Electores. El sufragio uni- versal masculino tendria ahora el papel de regenerar a la sociedad politica y acortar la brecha existente con la sociedad, en la que se localizaban las armonias derivadas de la educacion y de la expan- sin econémica. La confianza de los conservadores en la regene- racion de la sociedad politiea mediante el sufragio masculino se mantuvo imperturbable ante las demandas socialistas de una uni- versalidad que incluyera a las mujeres, alternativa que sdlo co- menzaron a contemplar cuando los resultados electorales fueron adversos y dieron el triunfo al radicalismo, ma y ésta St LA SOCIABILIDAD Pouitica: OPINION Y AL CILIn Se UCA: CONSTRUIR UNA La vida politica tenj ya lo largo del periodo, se fueron conforma nismo ampliamente utilizady sn no Politica. Un mec favorable, ya desde dé habian me é rhe AS anteriores, fue la prensa, Los notables vilegiada y sus diaros aes 7A de intervencién publica Pa “Pendian del partido o de la faccién que” sostenia. En el caso del PAN, Roca se expresaba por medio de La Tribuna Nacional y Juérez Celman con Sudamérica. El diario les permitia unificar opiniones y construir im4genes més homogeneas sobre la sociedad, los hombres y la politica, de- finir amigos y enemigos, intercambiar ideas, ejercitarse en el ofi- cio de escribir e informarse de todos los chimentos politicos. Pero los diarios, que eran una herramienta del gobierno, tenian que lu- char con otros periddicos politicos y con las empresas periodisti- cas que ya buscaban alejarse de los grupos facciosos para entrar en el negocio de las noticias y formar, al mismo tiempo, una opinién publica que imaginaban independiente. De manera paralela a la constitucién de una prensa oficial se crearon otros érganos de opi- nin por parte de sociedades mutuales y obreras, por nuevas fuer- zas politicas y asociaciones étnico-nacionales, asi como por em- presas que descubrian las posibilidades econémicas asociadas a la informacién, Si el diarismo de la elite fue clave para incidir en la opinion publica sana diseminando una idea de nacion, de autori- dad, de gobierno y de accién politica, hacia el fin del siglo las competencias practicas y discursivas se ampliaron hasta incorpo- rar contrapiiblicos cuestionadores del orden que se pretendia man- tener. La diversificacion de la opo- sicién politica y de las opinio- nes fue paralela a la diversifi- cacién de los grupos politicos de los notables. Frente a las elecciones y al ejercicio del sufragio no sélo eran los radi- cales los que reclamaban la lim- pieza del mismo. Un partido politico circunscripto a una par- ticular regién como el sur santafecino, la Liga del Sur de Lisandro de la Torte, reclamé elecciones limpias, descentra- lizacién politica y administra- tiva y naturalizacién de los ex- tranjeros. Cuando en 1914 se convirtié en el Partido Demé- crata Progresista, bused cons- Lisandro de la Torre, == os z racional, moderada y moderna frente Jos personajes politicos de la época, habia conformado como la voz de la reclamaba — desde las paginas de La Vanguardia— \a aplicacion de ies ae —— dela Jando la necesarla participacion en las elecciones ania, sefta) ‘ ee ; ie y mujeres sin realizar las distinciones de géneto pro. as de la época. Zt is Pp El feta se diversified ampliamente. Los sectores cat6li- cos se expresaron a través de La Vou de la Iglesia y de El Puebio, El anarquismo impugnaba la sociedad capitalista y disefiaba una cultura alternativa a través de La Protest, peto también de nume- rosas paginas que aparecieron y desaparecieron desde fines del siglo pasado. La Patria degli Italiani buscaba crear entre la comu- nidad de italianos el logro de ciertos derechos para los obreros a través del sufragio, expresindolos de manera clara a comienzos de este siglo, Los trabajadores que habian crecido en numero pu- blicaban —cuando podian— innumerables periddicos obreros, mu- chos de ellos desaparecidos en la actualidad. Y las mujeres hicie- ton ofr su voz dentro del coro de publicaciones anarquistas por medio de La Voz de la Mujer. El diarismo fue entonces tanto el generador de una cultura politica oficial como de las visiones eri- ticas a ese modelo y en él participaban quienes se sentian atraidos por la carrera politica. En todos los casos se buscaba dar forma a opiniones favorables pero también construir a los nuevos ciudadanos y educarlos para la participacion. Sin embargo, los fines de la prédica periodistiva variaban de acuerdo con el pensamiento politico que sustentaran sus emisores, Mientras que para la prensa del gobiemo lo impor oe s noe que los ciudadanos no se cuestionaran sobre !* ae pea autoridad ni sobre las razones para obedecerla, la prensa opositora discutfa las bases de la legitimidad gubernamen” tal ¢ incitaba a la participaci i mas amplias de la cen deceumnee Hubo otras formas ma See z pe ecaad politica de menos privilegiadas de hacer politic en las tertulias, en los e: le la elite tuvo expresiones importantes Congreso Nacional, ess enel club, enel café y hasta re de estudios en prupos 4 Universidad convirtié a los compafier orden y el progres mas © menos convergentes de una fe SO que sustentaba la politica oficial. Las en la vO audulentas de tituirse adem las practicas fre ; El Partido Socialista, que S© : oposicion de los trabajadores, — 106 —_ fueron el mecanismo para generar adhesiones, rumores, conven- cera los candidatos remisos y unir las voluntades que se encolum- naban detrés de tal o cual candidato. Juarez Celman, Pellegrini, Roca y Mitre, entre otros, sostuvieron una abundante correspon- dencia personal con casi todos los gobernadores de provincia, con ministros y caudillos politicos para crear alianzas, desacreditar a Jos opositores o convencer a los remisos. El parentesco acerco y afianz6 las lealtades politicas. {1 énfasis puesto en los diarios y en la correspondencia como formas privilegiadas de la intervencién politica ha opacado otros mecanismos igualmente importantes, El banquete, por ejemplo, fue un modo para crear personajes politicos. Organizar un festejo era una forma de dar notoriedad a los candidatos, que a veces eran esperados en el puerto cuando regresaban del viaje europeo, o ha- cer conocer a un desconocido recién llegado de las provincias. Con el tiempo, algunos de esos mecanismos fueron perdiendo vigencia o se les dieron nuevos significados. Con la organizacién de los partidos politicos la prensa mantuyo su poder de formadora de opinién, las cartas se hicieron més espaciadas hasta desapare- cer y los banquetes y las reuniones adquirieron un tono distinto en Jos marcos de la conformacién de nuevos espacios y practicas po- liticas, que buscaban la movilizacion permanente y se articulaban alrededor de los comités barriales 0 locales organizados por el ra- dicalismo y de los centros de accién socialista.

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