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El burro de Sancho y el gato de Schrodinger Un paseo al trote por cien aiios de fisica cuantica y su Inesperada relacion con la conclencla PAIDOS Cubierta: Joan Batallé Thustraciones: Marisol Peral MP edicién, 2000 Reimpresion, 2001 presi prohibsing 430 Ta auterénuchi aitrity Je ee fitulare del vc lns eancinnas extabiociaga 40 Ios Lo¥6s, ls tipredurméin taal 0 parcial 2o unlquies mots» peocedizabanio,comprenshita Ie reprogratin y ol hinkersitin be dates do elomplares do ale mainte nique @ iia. Di. de todas las ediciones en castellano, Editorial Paidés Mexicana, S.A, Rubén Dario 118, col. Moderna, 03510, México, DF. Tel.: 8679-5922, fax: 5590-4361 DLR. Editorial Paidés SAICF Defensa 598, Buenos Aires I, ® Ediciones Paidds [hérica, 8. A, Mariano Cubi 92, 08021, Barcelona ISDN) 968-859-452-8 Migina web: www.paidos.com Improao en Méxieo - Printed in Mexico 1 La piramide que se derrumbo Trivia no tan fal Bs ya Tugar comin (y probablemente falso) la anéc- dota segin Ja cual a fines del siglo XIX la ciencia por antonomasia, la fisica, creia haber hecho su tarea y estaba concluida..John Horgan, quien desde hace afios eseribe para Scientific American, opina que no hay sino una cita para apeyartan extendida opinidn [véase El fin de ta ciencia, p. 37]. En tal caso estariamos ante una mentira compartida, come la que sostiene que Ingrid Bergman solicita: «Play it again, Sam», en Casablanca; que Galileo murmuré por Lo bajo, terco: «Ef pur si muover (c¥ sin embargo, se muever), cuan- dola Inquisicién le mostré los instrumentos de tortu- va con los que Je arrancaron el juramento de que nunca mas sostendria la falsa dectrina de que la Tierra gira alrededor del Sol en movimiento anual, y en tornode su propio ejé, en movimiento diario; o que Carl Sagan decia repetidamente en Cosmos: «Billions and bil- lions», como él aclara en su libro postumo que lleva, a vel gato da Schridinger El burro de Sancho: @ propOsito, ese titulo, como quien dice: «Pues no lo dije, pero ahora lo diré, puesar Quixd estemos ante un caso de falsa trivia cien- tifiea, con gran éxito por su notoria paradsjez, pero grandes y famosos como Steven day Gould sostie- nen que en 1900, al borde de la avalancha de deacu- brimientos que han moldeado nuestra idea del uni- verso, los cientificos creian haber llegado al fin de la ciencia, para decir lo con el titulo del reciente, bri- lante y polémico libro de Horgan... salvo uno o dos detalles de poca trascendencia: «Pelillos a la mare, como dirfa don Quijote para sortear un disgusto en alguna de esos capitules donde Cervantes se hace bolas y Sancho tiene burro y no tiene burro, tiene burro y no tiene burra. Apenas se lo ha robada Ginesillo de Pasamonte, cuando ya lo monta; lo acaba de montar en lo alto de la pagina cuando ora par el recuerdo de su pérdida tres parrafos adelante, de- talle observado par Erwin Schrédinger durante una conferencia en Ginebra («What is Matter?»). Pero quiz la trivia no sea tan falsa. Sostienen Kafatos y Nadeau: Hacis el final del siglo XIX, lord Kelvin, uno de los mds conocidns y respetiadlos fisicos por entances, comenté que sale dos pequerias nubes» permanecian sobre ol hori- zonte del conocimiento en fisiea. En otras palabras, habia, desde el punto de vista de Kelvin, sdlo dos fuentes de confusion on nuestra por otra parte completo conoci- tiento dela realidad material: los resultados del expe: rimento de Michelson y Morley, quienes na habian po- dido dotectar la existencia de una hipotética sustancia Numocda éter, v la inca pacidad de la teoria electromag: néticn para predecir la distribucién de la energia ra- diante a diferentes frecuencias emitidas por un ideal oradiadar« llamado cuerpo negro. Estos problemas pa- recian tan spequefios» que algunos fisicos de renombre estaban alentando a quienes contemplaran graduarse en Fisica a seleceionar otros campos de estudio en los que hubiera mejores oportunidades de hacer contribu- ciones originales al conceimiente cientifico. Lo que lord [Kelvin no podia haber anticipade eva que los esfuerzos pov resolver sas dos anomalias-conducirian a la velati- vided y-a la toorfa cuantica, o a Jo que vino a lamarse la onuovar fisica (The Conscious Universe, p. 13). El padre fundador: Max Planck. Lo que es un-hecha es que la fisien, como se la conacia hasta 1900, dio paso'@ una nueva concepcién que na- die habria pedido vislumbrar’ el espacia noes un enor- me agujero donde estan colocadas estrellas, galaxias y humanos, sino algo elastico, que hace curvas y esta indisolublemente unido al también elastico Lempo; ln materia estd constituida sobre tado de vacios enor- mes circundados por electrones, que ho son pequenas holitas giratorias sino cargas negativas sin ubicacion ni velocidad previamente existentes. Y quien comen- 26 el derrumbe fue Max Planck con su coneepeion de cfeattiem. El esquema general de la fisica, !o que Kuhn Ia- maria luego sparadigmua, Funcignaba a satisfaccién de todos. Luego de los triunfos-de la teoria gravitatoria de Newton, al permitir predecir la existencia de OqWinep 6s nb sprigs e7 y el gato de Schrédinger El burro de Sancho a a Neptuno y su ubicacién oxacta antes de ser obser- vado, habia ocurrido la gran unificacién de le elee- tricidad, el magnetismoy La luz a cargo de Maxwell: No quedaban territorios por descubrir. Se procedia a llenar huecos en el gran mapa dibujade por Newton y Maxwell sin esperar grandes sorpresas. Dos de tales huecos se habian mostrado particularmente tenaces a los esfuerzos de los fisicos y resistian todo. intento de solucién: la «catastrofe ultravialetan yel efecto fotoeléctrien, Con la expresién «catastrofe ultravioletay se re- ferian los fisicas al hecho que veremos ensepuida. Es facil observar que Ja radiacién de un cuerpo va via con la temperatura; por ejemplo, al aumentar el calor en.una fragua, un hierre pasa del rojo oscuro al rojo vivo, al naranja, al amarillo y luego al blan- co, Las ondas de luz ge vuelven amplias hacia el rojo y comprimidas hacia el violeta, Si imaginamos la luz como andas que se esparcen sobre un estan- que al arrojar una piedra, la distancia entre una cresta y otra de esas ondas es mayor en la luz roja y menor en la violeta, Las ondas de luz violeta van mas juntas y apretadas; se dice que la longitud de la onda es menor, Si el rojo es una luz con ondas més amplias que el amarillo, podemos decir onton- tes que, al ir calentande en la fragua el hierre del ejemplo, la longitud de onda de Ja luz irradiada se va volviendo menor. A mayor temperatura, menor longitud de onda en la lux emitida por un objeto ealiente, Dicho a grandes rasges, la temperatura y la longitud de onda son inversamente Proporeiona- les. Esta relacién sirve hoy a los astronomoa pata conocer la temperatura de las estrellas a partir del espectro de su luz. El caso tedrico perfecto seria aque! donde no tu: yiéramos un pedazo de hierro, sino un objete cons- lituide de una materia ideal, materia que absor ra sin desperdicio alguno toda la radincién dirigida a ella (de ahi su nombre, «cuerpo negro»). Explique- mas esta: si un cuerpo blanca es el que refleja todos los colores de la luz visible; uno negro ¢s el que no refleja ninguno; los ahgorbe todos, y por esa vemos negra una tela, aunque nunca totalmente negra. En un cuerpo negro perfectamente eficiente, la frecuencia y la intensidad de Ja radiacién dependerian silo de la temperatura, Esta relacién entre radiacion y tem- peraiura —el color y el calor en ¢l ejemplo del hie- rro en la fragua— sigue una ley muy precisa y bien conocida por los fisicos, sospechada desde mediados del siglo XIX, pero no formulada sino husta 1893, por Wilhelm Wien. Dicho otra vez: entre mas calen- temas un objeto, menor sera la longitud de onda de la luz que emita. La radiacion sigue las prediectones de la ley has- ta un limite, pero cuando el calor supera los dos mil grados centigrados, la radiacién (el color) llega al ultravioleta; a partir de alli, los valores predichos por la Jey de Wien son infinitos, Un radiador negro debe emitir una cantidad infinita de lua ultravioleta, locual es evidente que no ocurre en la realidad, Una ley muy precisa al pasar del rojo al naranja, al ama- rillo ¥ otras frecuencias, se tambalea a partir del is Squrusep 3s eAb aprugud 7 Yel gato de Schrédinger El burre de Sanche- he Se azul y afirma un ginsentido cuando la frecuencia rebaga el violeta: es la catastrofe ultravioleta: Na- die podia imaginar explicacién alguna. Planck hace paquetes: Max Planck analiza el problema en una obra de titu- lo humilde: The Theory of Heat Radiation, en cuya segunda parte repasa a Maxwell, Boltaman y Wien en sendos capitulos. Para resolver el enigma, Planck ideé una solu- cién puramente matematiea, sin prueba experimental alguna: si imaginaramos la energia no como un chorro continuo de agua, sino de manera diacontinua, como un chorro de peletas, y si ademas dichas pelotas no fueran siempre iguales, sino que tuvieran cada vez mayor energia al ir del infrarrojo hacia el ultravioleta {digamos, ilustrando la energia con tamaiio, pelo- tas rojas chicas, mayores las amarillas y azules, pe- lotas violeta grandes y ultravioleta mas grandes..,); entonces, la catéstrofe ultravioleta no ocurria y la ley de Wien daba resultados que podian confirmar- ge ¥ no esos valores infinitos tan similares a los de la divisién entre cera. Se trataba de una hipotesis tan ad hoc que el mismo Planck la consideré con gran desazén y sélo temporalmente. Resultaba como hacer trampa con las cuentas del mandado para lo- grar en el cambio Ja cantidad correcta, Eran dema- sindos «si» condicionales. Planck caleulé qué valor debian tener esos pasos diseretos de la energia. [in 1900 dio con un numero pequefisima, pero exacto, para ajustar los valores en la radiacion de cuerpo negro y evitar asi la catastrofe ultravioleta; ),200000000000000N0N00000000855 de centimetro- iramo-segundo. Como hay 26 ceres después del punto ilecimal, esta infinitesimal fraccién se expresa mis ficilmente como h, la constante de praparcionali- dad o constante de Planck; un producto de la ener- ula por el tiempo. Los cientifieos, para ahorrar espacio y no estar contando ceros, acostumbran expresar los nimeros muy grandes a muy pequerios von una netacion basada en exponentes de diea: 10° es 100 (10%10=100), 10'es 1000, Asi, en este caso, la cons: tante de Planck se eseribiria 6.5.x 10” ergios/segun- do. Hay se fija con mas exactitud en 6.626196 x 107, El propio Planck expresa asi sus dudas en eu dis- curgo de recepeién del premio Nobel en 1920: O bien el quantum de aceiin eva una magnitud mera- mente ficticin y, por lo tanto, toda la deduccién de la ley de Ja radincién era ilusoria'y un puro juego de far- mulas, 6 bien en el fondo de este método de derivar la ley de la radiasién habia un concepto fisico verdadera, De admitirse esto ultimo, cl quantum tendria que des- empefiar en le fisica un papel fundamental y anunciar ol advenimiento de una nueva era, acasn destinado a transformar por completa nuestros conceptos fisicos, que, desde que Leibniz y Newton introdujeron el cAleu- lo infinitesimal, han estado basados en el supuesto de Ja continuidad de todus las cadenas causales de acon: tecimientos [«El ofigen y el desarrollo de la teoria del quantum}. oquinusp es enb epaugayd €1 a Yel gato de Schrécinger Fl burro de Sancho ho E Saltos de henh Han pasado, pues, veinte afos y es prabable que Planck arregle de manera retrospectiva sus viejas y nuevas concepciones acerca de su deseubrimiento, Quizd no en 1900, pero ya plenamente en 1920 tenia claro que si no sé trataba sdlo de un artificio urdido para ajustar las cuentas de Ja radiacién, sino que la naturaleva se comportara de esa manera, dando esos pequenisimos saltos, significaba algo todavia mas in- quietante: que un cuerpo no puede radiar energia en todos y cada uno de los valores numéricos que pada- mos imaginar, que la columna de un termémetro no puede ger subdividida en unidades tan pequefias como las podamos marcar, que la energia da saltos de Aen ‘vy los da sin paser por estadios intermedios. Eso va contra todo sentido comin. Un conejo que brinea paza, si bien por el aire, por todos los puntos intermedios entre salto y salto. La energia no. Ahora esta aqui, luego esta alla. Asi dice Tomas de Aquino en su Suiima Theologica que se mueven los angeles. Anin- gun fisico le complacia mucho esa semejanza. A esos paquetes de energia Planck los lamé con el término latino «quantum», que significa «cuan- to». Por terminar on «um» es palabra neutra ¥ hace au plural en «quanta*, En espatiol podemos, pues, decir «los quanta», o «los cuantas», castellanizado, pero jamés «los quantas». Planck acepté los quanta de energia sélo porque la solucién era inmejorable, pero ala espera de des- embarazarse de ellos. No lo consiguié porque Einstein vio en ellos Ia solucidn para otro de los detalles mo- lestos que perturbaban el casi perfecto panorama de la fisica al terminar el siglo XIX: el efecto fote- vléctrieo, Su solucién acabé de derrumbar la pira- mide lentamente conatruida en quitientes afios, con timientos colocedos en el siglo VI antes de Cristo en. Jonia, la costa griega de lo que hoy es Turquia, Luz, mas luz Quizé sea otro mito en la trivia historiea que Goethe al morir dijo, como Ultimas palabras: «Luz, mas luzo Pero un segundo hueco importante que faltaba por Ilenar en el mapa bien delineado de la fisica de fines del siglo XIX trata de la lua: el efecto fotoeléctrico, Consiste en que, de manera a todas luces inexplica- ble por entonces, la luz arranca electrones dewma pla- ca de metal cuando la ilumina, pero, curiosamente, Ja velocidad a la que son despedidos no depende de la jntensidad de la luz, como podria suponerse: una luz més poderosa haria salir los electrones a mayor velo- eidad, como un golpe mas fuerte produce ese efecto enun paquete de pelotas. No era asi, La velocidad a la que los electrones eran arrancados del metal de- pendia del color de la luz que lo iluminars, A mas corta longitud de onda, mayor velocidad, La fisien clit- sica no tenia respuesta, Pero Planck acababa de ofre- cer una con respecto a In energia para explicar la a¢a~ tastrofe ultravioleta». Si se piensa en la luz coma particulas de energia variable dependiendo del color, e] fenémeno es claro. pawnuep 92 enb esupad 7 we om yel gato de Schrodinger El burro. de Sancho y 3 Salo que los fisieos tenian por un hecho perfectia- mente comprobada en miles de laboratorios que la luz no eran particulas, sino ondas semejantes a las del sonido en el aire o lag olas en el apua. lon al-Haytham Si alguna pregunta se habia hecho la humanidad era la referida a la naturaleza de la luz, Los egipcios ¥ luego los griegos y atros pueblos antiguos pensaron que vemos porque el oja proyecta un raye sobre las cosas. Ast pues, la luz del sol era nada menos que la mirada de Dies. Debimos esperar a que loa érabes tomaran la estafeta en ls civilizacién mediterranea para tener un cambio de opinién. En la Bagdad del afo 1000 de nuestra ora, convertida en centro de to- das las artes, la filosofia y las ciencias, ua astronome: y matematico, [bn al-Haytham, o simplemente Alha- zen, hizo los estudios de éptiea mas importantes en muchos siglos precedentes y subsecuentes. Fue el primer cientifico en referirse a las postimagenes: si miramos fijamente un objeto luminoso, por ejemplo, desde una habitacién en penumira una ventana abier- taal dia brillante, y luego corramos los ojos, veremos Ja ventana danzar por algunos segundos ante nues- tros parpadas cerrados. Y aun mas, la veremos en los colores opuestos, en negative, Los verdes y azules se convertirdn en una postimagen roja y naranja. Para Alhazen ésu eva la prueba de que el ojo recibe yono lanza rayos de lug. Bien, gpero de qué estaba hecha Ja luz? Cada re- ligian tenia una opinion firme, Pero log cientificos hobian aprendido a interrogar 4 la naturaleza, Aun. ain abandonar sus creencias religinsas. Que Dios habfa hecho el mundo de manera que pudiéramos ontenderlo fue la conviccion que nos heredaron los filésofos jonios del siglo VI antes de Cristo. Asi que on la Italia renacentista, donde se habia inventado la perspectiva para dar apariencia de realidad a la pintura, Galileo sugirid que la luz estaba formada. por corpusculos luminogos qué $2 Crean al reductr in sustancia a Atomos indivisibles, Este desacuerdo con ladoctrina de la Iglesia, sumado a su apoyo abierto y publicado a la teorla de Copéynico, que ponia al Sol en el centro del sistema solar y & la Tierra como un planeta mas girando a su alvededor, y sus mu- chas diserepancias con Aristoteles, el santo sin ca. nonizar de la Iglesia, hicieron que Galileo pasara el final de su vida prisionero en $4 casa. Ondas esfericas Un siglo después, otro grande, Christiaan Huygens, contemporaneo de Newton, propuso la teoria ondula- toria de la Tuz! «He, pues, mostrado de qué manera uno puede coneebir que 1a luz se esparce por ondas esféricasy, sostiene en el primer enpitulo de su Tra- tado de la uz. Loa muy clares argumentos de Huygens sobre la reflexién y la yefraceién, en el aire y en ol acristal de Islandia», no hicieron mella en la comunil> equinwep e5.onb spauend ©] El burro desanche ¥ 9] gato de Schrodinger i o dad cientifiea porque sir Isaac Newton, en todo el cs- plendor de la gloria que un cientifice puede alcanzar, propuso en su Optica que la luz eran “muy pequefios cuerpos emitidos desde las sustancias brillantess, Ademés, habia un asunto de la mayor importan- €ia no resuelto. Si la uz se parece a una onda en el agua, respondemos en el ejemplo con facilidad a la pregunta (qué es lo que ondula? Ondula el agua Una hotella flotando nos permite ver que cuando es aleanzada y levantada por una ola, una ver que ésta pasa, la botella sigue en su sitio. La ola no es un movimiento del agua, sino en el agua. Cuando ocu- rre un senido, ondula cl aire, Bien, sila lug es on- das y éstas nos llegan del Sol, de la Luna, de las estrellas, y por lo tanto atraviesan distancias in- mensas de espacio vacio, jqué es le que ondula? Huygens propusa un medio qué permeaba todo el universa, al que Namé «étern, A pesar de esta grave deficioncia en la teoria ondulatoria, pues no habia manera de demostrar la existencia del éter, tampoco la tearia corpuscular de Ja luz paso sin otras oriticas. A mediados del si- glo xvill, mas de cincuenta afios después de ser pu- blicada le Optica, Leonhardt Buler, una de los mas grandes matematicos dé todos los tiempos, sostuvo que la luz es con respecto al éter lo que el sonide es con respecto al aire. El éter habla sido ideado por quienes apoyaban la teoria ondulatoria Porque la luz que nos llega del Sol debe cruzar el espacio va- cio que lo separa de nuestro planeta. Si Ja lug es una onda, {qué ondula en el vacio? Con esa pregun- tn se terminaba la diseusién porque no habia res- questa, Entonces surgié la idea de una sustancia més dura que el acero, y millones de veees mas su- til que el aire, que llenaba perfectamente todo el universo: el Gter luminifero. El apellida significaba «portaluzy, Durante los siguientes 150 aiios, los ciontificos se darian a la tarea de encontrar la forma de detectar el medio que era a la luz Io que el aire al sonido, La evi- deneia de que la lua era un fenémeno ondulatorio re- sultaba ya avasalladora, sobre todo a partir de Fresnel y sus obgervaciones sobre la interferencia. Augustin Fresnel y Thormas Young Cunndo arrojamos una piedra en un estanque se for- man ondas concéntricas. $i arrojamos dos piedras las diversas ondas se entrecruzan. Donde coinciden dos crestas, la ola es mas alta, pero si coinciden eresta y valle, el agua se aplana. Interfiere una onda con otra y se cancelan mutuamente [véase la figura 1.1). De manera similar, donde se intersectan dos ha- ces de luz deben de aparecer rayas mas brillantes, como opina el sentido comin, pero vemos también rayas oscuras, Si la lug es ondas, al pasar por dos. pequefias rendijas y caer sobre una pantalla debe producir mayor brillo en algunas zonas de la inter- seccion, pero también partes oseuras que demues- tren el encuentro de una eresta y un valle dela onda luminosa. Rayas oscuras y brillantes. Era facil cons- tatar la prediccién [véase la figura 1.2]. 8 | gqwruwep es anh apwugid 27 “UE}S81 93 O80] ap Biany sepuo (7 ‘UBUINS 95 BSE] Ua SEPUG (O-TT WINE “BLOUARALIOVY "ZL VENT El burro de Sancho Vel gate de Schrodinger . 6 De forma independiente, el francés Augustin Fresnel y el inglés Thomas Young propusieron una teoria ondulatoria de la luz. Fresnel, un ingeniera dle caminos desconecide hasta entonces, elaboré ade— mas el andamiaje matematico de la teoria, Esta encontrd, para empezar, la oposicién de nada me- nos que Laplace. Luego las dificiles ccuaciones de Fresnel, resueltas par Siméon-Denis Poisson, disef- pulo y amiga de Laplace, demostraron algo que pa- recié dar al traste con Ia teorfa ondulatoria, al menos en Ja versidn matemiatica de Fresnel, pucs prede- cian que la luz redearia un cuerpo opaco y produci- via un punto de luz en la zona mas oscura de la sem- bra. Si el cuerpo era lo bastante pequeno, las ondas de luz deseritas en Jas ecuaciones de Fresnel de- bian encontrarse en el palo contrario a la fuente de luz, Poisson, a quien debemos alge tan actual como sus «Investigacionea sobre la probabilidad de las opiniones» y la tan famosa en eatadistica «distribu- cion de Poisson», ofrecié a sus amigos su deseubri- miento.como él acta de defuncion de Ja teoria ondu- latoria. Magnetismo hecho con electricidad Pero en 1820, 6 ia, li, otro francés, Francois Domini: gue Arago, trabajando sobre hallazgos del danés Oersted, habia conseguido producir magnetisma con un alambre de cobre eleetrificado y enrollade en un cilindro. Era la evidencia de que la electricidad y el magnetismo tenian alguna relacién directa, Arago-era un eonvencido de que la luz era una onda; As{ que lomdé las ecuaciones resueltas por Poisson, diserié el experimento que debia producir ese punto de luz en la ascuridad, lo llevo a cabo y encontré que el efecto predicho ocurris, El efecto a todas luces absurdo se verlfica, Los sarcasmos de Laplace y sus amigos ter- minaron, La luz era, pues, una onda sin lugar a dudes Pero la pregunta basica seguia sin ser respondidn. Entre el Sol y 1a Tierra, en 150 millones de kiléme- lyos de vacto absoluto que la luz atraviesa para llegar a nosotros, ,qué es lo que ondula’? La respuesta fue tan etérea e incretble como siempre: el éter lumini- fero, mAs duro que el acero y mas sutil que el aire, Pero ego habia que probarlo. Faraday lin el debate acerca de si la luz era ondas o particu- tas, pronto intervino una nocién todavia mas miste- riosa: el campo. El inglés Michael Faraday era un hombre pro- fundamente religiogo y cientifico de primera linea. Sus eatudias de la lug y de la electricidad cambia- ronel mundo, Descubrié que al tranamitir electricidad por uno de dos cables, dispuestes muy eerea uno de otro, pero sin tecarse, el cable que no Tecibia elee- tricidad de cualquier manera mostraba un ligero efecto eléctrico siempre que comenzaba o termina- pquinusp as and spnvead e] El burro de Sancho ¥ el gate de Schrodinger 2 | ba el flujo eléctrieds en el otro cable. Habia algo que no pagaba por los cables, pero que alcanzaba al no electrificado, y esto no sucedia de manera constan- te, sino Gnicamente al variar la corriente en el ca- le electrificado, ya fuera que se abriera o se inte- trumpiera el flujo de corrients, Una onda eléctrica sin un medio identificable. Anoté en su diario el 26 de marzo de 1836: «Entendi que la electricidad, al pasar, produce magnetismo.» En um segundo experimento descubrié que por medio de un iman podia producir una corriente eléc- trica en un cable vecino, y ast abrié sin sospecharlo la puerta de toda la produccién actual de electrici- ded en el mundo entere, sea hidroeléctrice, nuclear 6 edlica, pues en todas ocurre la misma y sencilla fecion; un magneto que gira en una turbina produ- ee electricidad en los cables que lo rodean, «In la actualidad, toda dinamo con su zumbide, todo mo- tor eléctrico.en su girar, canta un himno de alaban- zaen honor de aquel inglés genial, sosegado y laho- rioso» [«Diario de Faraday», p. 272], Electricidad hecha con magnetismo Si Avago producia magnetismo con electricidad, Faraday mostraba el inverso de la moneda: producia electricidad con magnetismo. Un magneto alineaba misteriosamente las virutas de hierro en torno de sus polos, La electricidad producia magnetismo que lue- go producia electricidad, La materia se comportaba oxtraniamente, deshordanda sus limites ariatotélicos, tleanzando una zona del espacio no ceupada por ella, [sl campo magnético, con sus lineas dé fuerza marea- das por las limaduras de hierro, inicio e! derrumbe de la coneepeién de ln materia dietada por el sentido comin. Maxwell Un escacés, James Clerk Maxwell, rouniria toda este material disperso en cuatro breves ecuaciones que muestran camo la electricidad y el magnetismo son expresiones de un fenémeno mas fundamental: el elec- tromagnetismo. La teoria que proponga puede Uamaree, pues, tearia del campo clectromagnéticn, porque se refiere al eepa- ein vecino a los cuerpas eléctricos ¢ magnéticos 1 canrpo clectromagnético es In parte del espacio que con- tiene cuerpoe en condiciones eléctricas o magneticas, ¥ log circunda [*Teoria dinamica del campo ‘electromag: néticon, p. 426), En cuanto a como se transmiten las ondulaciones de la luz y del calor, responde sin dudar: «Lo que ondula as una sustancia elérea.» Pero lo que se transmitia entre los alambres cer- canos de Faraday iba a la velocidad de la luz, segan predecian las eeusciones formuladas por Maxwell, asi que el hombre a quien debemos la primera de las grandes unificaciones de la fisica da yn salto gquinwep se enb speugs <7 ¥ el gato de Schradinger El burro de Sancho aw a gigantesco ¥ une dos campos que no parecian afi-— nes:el electromagnetismo y la luz. «La velocidad se aproxima tanto-a la de la luz que, segiin parece, te- nemos poderosas razones para suponer que la luz misma es una perturbacién electramagneétican [«Ten- ria dindmica del campo electromagnéticow, p. 426), Por lo tanto, ésta formaba parte del electromagne- smo. Hoy llamamos radiacién electramagnética lo mismo a In luz visible que a los rayos X, a las ondas de radio ya laa de color azul, infrarrojoo ultravioleta, En el seno mismo de la fisica habia aparecido un término inmaterial: «campo electromagnético», Le lua no era una cosa, sino una perturbacién del cam- poelectromagnético, Heisenberg afirma que la imagen materialista del universo era simplista, ¥ que on esa imagen se abrié una grieta en la segunda mitad del siglo XIX con el deseubrimiento del campo elec- tromagnético. En sus propias palabras: «En electro- dindmica, Io auténticamente existente no es la ma- teria, sino el campo de fuerzas» {La imagen de la natiralesa en la fisica actual, p.12]. Pero la concepeién del universo como una ma- Quinaria y de la luz como una parte de esa gran maquina hizo que los cientificos siguicran buscan- do el sustrato material por el que corria ya no shlo la luz, sino el nuevo campo electromagneético de Maxwell. Y la respuesta fue la ya sabida: el campo ¢lectromagnéticy tiene como sustrato fisico al éter luminifero. Michelson y Morley (Casi para terminar ese sigla comenzado con Napoleén,. Laplace y su teoria sobre el origen del sistema solar, las guerras de independencia en América, la certi- dumbre de que la lug eran corpisculos como decia Newton, mas adelante continuado por Fresnel y su prueba indudable de la naturaleza ondulatoria de Ja luz, y coronado por la gran unificacién de Maxwell, persistia la gran duda: jexistia el éter con sua mara- villogas cualidades? ¥ si no existia, {como llegan las ondas de lua provenientes del Sol y de las estrellas? Otra vez: ;qué ondula en el espacio vacio? Se diseiia el experimento perfecto para probar la existencia del éter, y buena parte de les cientificos contuvieron el aliento rogando que el éter existiera, con today re- sultar tan perfecto y disenado a la medida de las ne- cesidades teéricas que era mejor si no existia, Pero sine... Albert Abraham Michelson nacio en un pueblo de Prusia, reino aleman luego unificado en un sola imperio alaman, y hoy, tras dos guerras mundiales, perteneciente a Polonia. Cuando tenfa dos anos, por la década‘de 1850, sus padres emigraron a Estados Unidos. Se gradué en la Academia Naval y alli mis- mo inicié su carrera como profesor. Pronto se inte- res en la lug y en el problema del éter. Para deter- minar la existencia de este Ultimo coneibié uno de los experimentos mas importantes de toda la fisica. Michelson supuso, primero, que el movimiento de traslacién de la ‘Tierra en su érbita debia crear uy | eauniiop 2 onb apiece El burro de Sancho yeel gato de Schrodinger wo o una corriente de éter, como la que se produce euan- do movemos en cireulos la mano en un estanque de agua inmovil. Asi pues, enviaria un rayo de luz con- fra la corriente del éter, o sea en el sentido de la traslacion de la Tierra, y otro rayo perpendicular al primero. Era como poner a competir a dos nadado- res; uno cruzando un rio en sentido transversal, di- gamoe cincuenta metros, y otro cruzando los mis- mos cincuenta metros, pero contra la corriente, se- pilin el descriptive ejemplo de March: «El aparato de Michelson se basaba en una idea notablemente sim- ple. En lenguaje ordinario, era que se farda menos tiempo en atravesar a nado une corriente y velver que en recorrer 14 misma distancta rio arriba y vol- vers [Fisica para poetas, p. 197), Aunque ambos nadadores resienten el retraso que les provoca la cofriente, pues uno la recibe de lado y la desvia, y el otro dé frente y lo empuja en sentido contrario, es facil intuir que Hegara primera ol que nade atrave- sando el rio y no el que recorra esa misma distancia rio arriba; pues éste soportard la presién directa del agua en contra. Un rayo contra el éter La Tierra viaja a treinta kilimetros por segundo, ve- locidad que por tanto serfa la de la corriente del éter, de la misma forma que si movemes la manoa un me- tro por segundo en agua inmévil, un sensor ena mano detectaria una corriente de agua en direccién opuea- ta la misma velocidad de un metro por segundo. La luz, a 800000 kilémetros por segundo, dehia remon- tar esa corriente en contra, Otro raya de luz haria las yeoes del nadador que cruza el rio y seria disparado en sentido perpendicular al primero. Si se pusieran detectores a la misma distancia, el rayo de luz que corra ew el sentide de la traslacién de la Tierra debe ria sufrir mas los efectos de la resistencia opuesta por el éter al ser eruzada por nuestro planeta. El segundo rayo, perpendicular a la drbita, sufrirfa menor retra- sp, Nste seria detectado antes [véase la figura 1.3]. Para decirlocon Feynman sin ecuaciones: el tiem- po para ir al espejo lateral y regresar es un poco menor que el tiempo para ir al espejo de enfrente y regresar, aun cuando los espejos estén equidistantes, de lu fuente de luz, Es la prediceién tedrica basada on edleulos donde intervienen las transformaciones dé Lorenz, las cuales nos podemos saltar aunque nos perdamos la belleza didactiea con que Feynman Jas lleva en sustituciones algebraicas. Concluye Feynman: «B] aparato era ampliamente sensible para observar tal efecto, pero no se encontré diferencia de tiempos: la velocidad de la Tierra a través del (ter no podia ser detectada. El resultado del expe- rimento era nulo» [Six Not-So-Eaay Pieces, p. 67]. Pero eso no fue todo. El fallido experimento tuvo una implicacién mucho mas profunda, que expresa asi cl mismo Feynman: Sin embargo, en muchos otros experimentas para des- cubvir el viento del éter surgicron dificultades simila- Qauinuep as anb opuueyd 27 a o “fapropy 4 uospayprpy op oyvande jap ewienbsg ¢'] Vang Bae’ ee 24481 €] ep o1ualwaous JOpeajesqo aay res, hasta que parecio como si la naturaleza ostuviera en una “conepiracion» para frustrar al hombre intror duciendo algunos nuevos fendmenos para deshacer eada fendmeno que él pensara que podria permitir llegar a@una medicién de w fla velocidad absolute dela Tierra respecta del éter en reposo). Fue finalmente reconacido, como Poincaré senals, jgue wna completa conspiracién era en ai misma una ley de fa noturaleza! Poincaré entonces propuso que: exiate tal ley de la naturaleza, que no ex posible deseu- brir un viente del éter por ningun experimento; o sea, no hay forma de doterminar una velocidad abeoluta [Six Not-So-Easy Pieces, p. 67]. El éter, pues, era algo contra lo cual medir todo movimiento y cualquier transcurso de. tiempo. En palabras mas técnicas! constituia un sistema inercial preferente. ¥Y esta claro que era preferente porque, de existir, todo movimiento podria medirse con re- ferencia a él: sium abjeto no se mueve con respecta al éter, esta en reposo absolute en el universo; y si se mueve, podemos medir su velocidad absoluta al cruzar el éter en reposo, Seria como medir la veloci- dad de un submarine respecto del agua inmévil que Jo rodea, El aparato En sintesis, Michelson disefié un sistema que dividia un mismo haz de luz en dos rayos perpendiculares entre st, dos rayos en Angulo de noventa prados, Lue- yo, con la ayuda de Edward Morley, construya un enorme aparato de inmensa precisién y lo puso a flo- # | equinuep.ac end epuupad ey El burro de Sancho yal gato de Schrodinger Ey nm tar en mercurio para evitar toda vibracién del exte: rior, El rayo de luz se debia partir en dos haces en angulo recto, reflejarse en espejos colocados exacta- mente a la misma distancia y volver. Pero como. medir una diferencia tan infinitesimal? Michelson y Morley la midieran con la prapia longitud de onda de la luz. Dispusieron un interferémetro que anelizaria ambos rayos a su legada. Si lograhan coloearse las ondas de luz eresta con eresta y valle con valle, come una linea ondulada bien superpuesta con otra, o sea en fase, seria prueba de que ambos rayos ha- bian recorrido la misma distancia sin que ninguna de ellos encontrara oposicién alguna. Ninguno de ellos habris encontrado corriente alguna producida por el movimiento de la Tierra en el éter inmdvil. En caso contrario, si crestas y valles no se alineaban en el interlerémetro al regresar, la discrepancia probaria la existencia de un medio interestelar invisible y la medida de la discrepancia dirfa mucho sobre las ca- racteristicas de dicho medio, En 1887 ocurrié lo pri- mero; elinterferémetro no mostré bandas por desfase de los dos rayos, sino la lug de dos rayas idénticos que habian ido y venido sin obstaculo para ninguno, Lo mismo era ir en el sentido en que la Tierra se despla- za que en diagonal, pues el planeta no produce nin- guna corriente en su traslacién. £1 rio de los dos na- dadores estaba seco ¥ caminando habian recorrido sin problema la misma distancia en el mismo tiempo. Si no habia diferencia alguna en los rayos naci- dos idénticos y reflejados idénticos, entonces o la Tierra no s¢ movia ono existfa el éter, La primera alternativa era inadmisible. El sistema copernicano esté comprobado de muy diversas maneras y no hay duda-alguna de que los planetas giran en torno de su eje y se trasladan en torno al Sol, Debia tomarse la segunda oncién, La fisica estaba en graves pro- blemas, pues, esfumado el éter, uhora debia expli- carse como es que una onda luminosa (de las que vemos ¥ de las que no vemos, como las de radio olas microondas} atraviesa el espacio vacio donde no hay nada que ondule, Un ruidosin aire, Una ola sin agua. jira posible? Larespuesta de Lorenz y FitzGerald Hubo una respuesta adelantada de manera indepen- diente por dos investigadores, el holandés Hendrik Antoon Lorenz y el irlandés George FitzGerald: los cuexpos en movimiento se acortan en el sentido de su movimiento. El braza del aparato de Michelson y Morley se habia acortado en el sentido del movimien- to terrestre; por lo tanto, Ia luz en ese brazo habia recorride un trecho més corto que en el perpendicu- lar, lo cual habla compensado los tiempos y provoca- do que parecieran reeorridos iguales en tiempos igua- les, Ahora conocemos mas a Lorenz por el desarrollo matemavico de la propuesta: las transformaciones de Lorenz. El planteamiento, que parecia salvar al éter, en realidad le dio el tire de gracia porque abrié el ca- mino de la relatividad, OCUINLEp os orb piu ey 43 y el gato de Schradinger El burra de Senetio 44 Este acortamiento o relatividad del espacio, y por lo tanto del tiempo, quedaria luego ineluido en la teoria de Ja relatividad de 1903, de la que es ele- mento esencial al punta de darle nombre. Aunqua Lorenz y FitzGerald habian salvada la hipétesis del éter, la teoria de la relatividad Ja iba a hacer por completa innecesaria, 2 Si no se marea... es que no ha entendido Einstein: el quantum en la luz ‘Tras este largo redeo regresamos al problema del efee- to fotoeléctrico, planteade anteriormente como una de los pocos huecos que log fisicas no habian Wenadopara completar el mapa de la fisica, El efecto foteeléctrica, por el que la luz arranca electrones a un metal, habia sido observado desde 1839, aunque no se tenian en- lonees los conceptes para formularlo. Fue explicita- monte formulado en 1887 por el aleman Heinrich Hertz. Lo mas curioso del efecto era que la velocidad u la que salen los electrones no depende de la intensi- dad de la luz, sino de su longitud de onda, o sea de lo qe Hamamos color cuando es visible. ;Como podia la jus, que era ondas segiin tantas demostraciones, arrancar de su sitio particulas de materia? Siendo un adolescente de 16 anos, Albert Kinstein se habia preptntado eémo se veria un rayo de luz si uno ¥a montado en otro. Respondié que se verfa «un tampo eleckromagnétieo espacialmente oscilatoria El burro de Sencha y el. gato de Schroginger & a en reposo# [Calaprice (comp.), Einstein entre comi- ifas, p. 42). A los 26 publicaria la teoria especial de la velatividad, donde ofrece mucho mas que una explicacién para el efecto de la luz en los metales: remodela el mundo. i En 1905, susafio milagroso, Rinstein mostré que el efecto fotoeléctrico podia explicarse si aceptamos que la luz, como la energia de Planck, viene en pa- quetes y no en unchorro eontinua, Ademas, la ener: gia de cada paquete era proporcional a su frecuen- cia (cudntas ondas por segundo), por esa el color de Ja luz, y no su intensidad, era la variable dela cual dependia la velocidad del electrén arrancado a una placa de metal, Teniendo la luz ultravioleta mayor frecuencia.(mas ondas por segundo} que la visible, golpeaba los electrones con mayor energia y éstos mostraban una mayor velocidad. Pero, mas asom- broso aun, la variacién entre la energia de los fotones no se daba de forma continua, aino de acuerdo aun factor de proporcionalidad que era nada menos que Ja constante de Planek. Asi, de un solo golpe, Einstein resuelve ese pro- blema un tanto menor, ademas del gran problema de la transmisién de la luz en el vacio, que se ha quedade gin éter para que sus ondulaciones viajen, y el de los molestos quanta de Planck, a los que ins- tala para siempre en la fisica del nuevo siglo. Tuvo en principio la oposicién del mismo Planck, quien llamaba a sus hijos, los quanta de energia, «la ho- rrenda hipdtesise, y deseaba por tanto desembara- zarse de ella, Y Kinstein le-hacfa el flaco favor de instalarlos en La luz, Tedavia sin experimentos qué certifiearan la existencia de los qwarnta de luz, low cientificos reeibieran con eacepticismo o franca ro- chazo las paraddjicas contradieciones de la luz ee- gn Binstein. Pronto deberian aprender a pensar cn esos y mas paraddjiens términos, pues en 1916 Robert Millikan comprobé en Estados Unidos la so- lucién propuesta por Einstein para el efecto foto- eléctrico. gOndas 0 particulas? Sial atravesar el -vacio y al golpear contra las placas metalicas de Millikan, In luz era particulas moldea- das por la constante de Planck, jeamo luego era on- das al producir interferencia? {Qué hacer con Jas cla- yas demostraciones de Fresnel y las rayas oscuras y brillantes del espectro, prueba irrefutable de picos y valles, por tanto de ondas de Inz? Resultaba violen- to sostener que lu luz a veces.s¢ comportaba como particula y a veces como anda, pero asi era. Las uni- dades de luz de Einstoin, los quanta de luz, na nece- sitaban de media alguno para viajar en el vacio por- que eran particulas, y producian rayas oscuras y olaras de interferencia.., porque evan ondas. Asi de contradietorio, El quantum de luz era ambas cosas, 9 mejor todavia, no era ninguna de ellas y nos presenta una respuesta segin la pregunta que le hagamoa, St le preguntamos camo eruza desde las estrellas hasta aqui nos dice que #8 una particula; sile preguntamos "eRe BS OLS aq Elburre de Sencho y ef gato de Schroinger & ie come arranca electrones a los atomos de un metal, nos dice lo mismo: que es una particula. Si le pregun- tamos cimo una particula eruza por dos rendijas ala vez y sigue dos caminos distintos a la-vez (segin ve- remos en el capitulo cuatra), responde que lohace asi sencillamente porque es uns onda. La dualidad de la naturaleza de la luz, implica- da en la teoria de la relatividad, traeria en el curso de las siguientes tres déeadas el levantamiento de la conception estadistiea del Atomo, esencia de la a cudntiea, aspecto que Kinstein luego rechaza- ria terminantemente, Pero sin. duda fue él quien jalé la piedra que inicid el derrumbe de Ia casa, Dos dévadas después, en 1926, un quimico esta- dounidense, Gilbert Lewis, acufié un acertado nom- bre para el quantum o cuanto de luz conjeturada por Einstein. Tomando la palabra griega para luz, «foosn, y la ultima silaba de «electron», la particula de materia descubierta por Thomson, sumé «foténs, nombre con el que conoremos Ia unidad de luz. Apartir de ese momento, los quanta se desborda- vian por toda Ia fisica del Atomo, invadiendo las dr- bitas de los electrones, el nicleo y hasta el espacio vacio mismo, que danza al ritmo de A, la constante de Planck, como iremos descubrienda, Por lo pronto, habia que esperar una solucién que parecia milagrosa para resolver el misterio de la dualidad de la luz. El milagro lo produciria el joven Werner Heisenberg cuando deearrollara eu tearia. Una espera de dos décadas, pues en aquel momento era un nino de cineo afios, La relatividad En 1905, cuando Albert Einstein, de 26 aftos, traba- jaba en la oficina de patentes de Berna, Suiza, publi- co tres articulos en una revista especializada y pres- tigiosa, los Annalen der Phyasil, de la que Planck era el director. Cualquiera de loa tres habria dado fama. permanente a un fisico; pero el tercera de ellos hizo algo mas: transformé toda la fisica. Se titula «Sobre la eleetrodindmica de los cuerpos en movimiento». Is la teoria de la relatividad. Un articule sin notas ni referencias aparecido en septiembre de 1905 on ol volumen 17 de los Annalen, Fisica, cosmologia, as- tronamia, mecanica cuantica y, con ellas, el mundo eotidiana de hoy, son impensables sin ese articule de [ingtein que delinea la teoria de ta relatividad. Una década més tarde publicaria la teoria general de la relatividad, su version de la gravitacién universal. Aquino nos referiremos a ella, pero ai a la relativi- dad especial en palabras del propia Einstein para ex- phear su teoria. Es una exposicion popular publicada en 1916: el pirrafe siguiente esta tomado de alli: Me asomo a la ventanilla de un vagin de ferrocarril que se mueve con velocidad uniforme, y dejo caer una piedra, sin arrojarla. Entonces, haciendo caso omiso de ja resistencia del sire, veré edmo la piedra cae en linea recta, El peatén que desde Ia carretera mire mi fecho- ria advertira como la piedra al caer describe una curva parabdlica, Fregunto, pues, ahora: ;Se hallan «realmen- tex en linea recta o en parabola las poxiciones recorri- dag por ia piedra? [..] Podemos responder: La picdra recorre una Hnea recta relativa a un sistema de coorde- opipuaius By ou ant se: STBOIBUL 98 OU IS B o ¥y6l gato de Schrodinger Ei burro de Sancha o S nadas [el vagén del tren]; pero respecte de un sistema de coomlenadas rigidamente vinculadas oon el suelo, describe una pardela. Con ayuda de este ejemplo sé) vea lag claras que no existen lrayectorias independien- tes, sino tan eélo trayectoriag relalivas a un cuerpo ea pecial de referencia [«Exposicién popular...» p. 497]. Es el «principio de relatividad», que podemos deseri- bir con otro ejemplo: cuando un avidn toma velocidad en la pista y alza al vuelo, sentimos la aceleracién como una fierza que nos empuja contra el asiento, Pero una vez que el avién ha alcangado su maxima altura nos parece tan inmdvil como cuando estuvo en tierra. Si una maleta cae de los campartimentes su: periores la veremos caer en linea recta sobre el suelo ynoiraadara la parte trasera del avién; cuando nos sirven la cena, vaciamos un poco de vino de la botella al vaso sin notar que sea diferente a cuando lo hace- mos en tierra, Las leyes de la fisica son idénticas en un restoran y en un avidn a mil kilometros por hora, Ningtin experimento nos permitiria saber si viajamos 0 estamos en reposo; solo viendo por la ventanilla sabemos que nos movemos, Si fuera de noche, una noche totalmente oscura, con nuestro avién muy por encima de las Ultimas nubes, yen tales condiciones vieramos acercarse otro.avidn, tendrlamos la impre: sién de que sélo el otra se mueve. Pero los pasajeros de ese avin pensarian exactamente igual: que ellos estan inmdviles y otra avién cruza en sentido contra rio. Si medimos el tiempo que tarda en rebasarnos podremos decir que iba a 2000 kilémetros por hora, Es solamente nuestra experiencia eotidiana la que ts informa que nuestro avidn no puede estar inmd- vil en el aire, como un helicéptero, * que por tante esos 2000 kilémetros son una suma de nuestra velo- dad y la del otro avidn, Otro ejemplo mis. Yendo en auto, lanze al sire tna pelota y la veo regresar de nuevo 4 mi manoen linea reeta. Pero quien haya visto, desde fuera, la trayectoria de Ja pelota dird que trad una pardbela entre dos puntos de la trayectoria [véase la figura 2.1]. El agua de Newton lin cine se consiguen resultados similares por simple intuicién, Cuando vemos un auto en marcha y lacd- mara enfoca a sua ocuparites mientras corren por una carretera, es frecuente que en Ia filmacién el auto osté inmovil y contra las ventanillas se haga una pro- yeecion en sentido contrario al de la marcha, Asi, el director de la pelicula engaiia al cerebro del especta- dar, Este sabe quelos paisajes no caminan y los au- tos si; por lo tanto interpreta el paso de los arboles de adelante hacia atrés como movimiento del auto de atras hacia adelante. Es lo mismo, dice el principio de velatividad. Para Einstein, el problema mayor con el éter no eran sus caracteristicas cancebidas tan ad hoe, sina que «el éter resultaba ser asi como una especie de personifieacién de un espacio en reposo absoluto» {La relatividad, pp. 192-193]. Newton habia tratado de definir un espacio ab- soluto con un eubo de agua. Imaginemas, nos dice, opipusqua ey ou en sa ‘REIRUU OS OL 1S oy FIGURA 2.1. En un auto en movimiento, gla pelota sube y baja en linea recta 0 traga una parabola? que todo el universe estuviera vacio, excepto por un cubo leno a medias de agua, ,Cémo puedo saber ai el cubo esta inmévil o girando? Observo el aguas ai esta plana, esta on reposo; $i $@ curva como un re- flector parabdlico, esta ratando. {Pero rotando con reapecto a qué? No hay nada en referencia a lo cual comprobar la rotacién, ninguna estrella, ninguna marea, Pero la superficie del agua, en el experimento mental de Newton, indica con su forma si el cubo esta rotando o esta inmévil en referencia a un ses- pacio absolutan, Eran precisamente el espacia y él tiempo absolu- tos, postulados por Newton, lo que la teoria de la relatividad echaba por tierra: no habia ningtin pun- to fijo de comparacién para determinar el transcur- so del tiempo ni la medida del espacio, o el giro ola inmovilidad de un cubs leno de agua: de ahi el nombre misme de erelatividad» del tiempo y del espacio. Reeonocer un punto fijo desde e) cual medir seria, en palabras de Binatein, otorgar «preferencia a un sistema inercial en particulary (La relatividad, pp. 192-198]. Para no entrar en complicaciones, un sistema inereial es el andén y otra un tren en movi miento. Si consideramos que el tren se mueve con respecto al andén y no al contrario, estamos acep- tando un «sistema inercial preferentem, en este caso cl andén. Pero no hay nada similar en el universo con Io cual pedames relacionar diversos sistemas. [1 paso de un tren puede interpretarse como si fuc- ri el andén lo que se moviera y los Vagones estuvie- ran quictos, «Mas aun, segin el principio cepecial opipuawe ey ouenb'sa ~“gasew 25 OUTS a a El burro de Sancho y el gate de Sehri a BR de la relatividad, tal interpretacién se justifica ple- namente desde el punto de vista fisicon, concluye Einstein [«Exposicién popular,..m, p. 501]. (El siguiente paso de Einstein; la teoria general de la relatividad, su teoria de la gravitacién, diez afios después haria al espacio algo atin mas incon: cebible que llenarlo de éter; lo haria elastico, Un es- pacio que se contrae y se alarga, se curva y hasta se rompe én una curvatura infinita cuando demasiada masa se concentra en demasiado poco espacio: los hoyos negros. No tenemos una imagen de un espa- elo tal en cuatro dimensiones; apenas si nos lo po- demos representar en dos dimensiones: como uncielo raso elastico a! que pelotas de diversos pesos le-pro- ducen hondonadas mayores y menores. Pero cuan- do intentames pasar esa imagen a las tres dimen- slones conocidas, ya nos Llopames con un limite de nuestras.capacidades,} Hasta aqui no es dificil seguir el razonamiento. de Einstein. Pero al sentido comtin se le complica el_ aspecto medular de la teoria; la luz como constante en cualquiersisLema de referencia. Esto es, una vez que Einstein nos ha convencido de que el movimiento. de la piedra al caer es relativo y describiremos tra- yectorias diferentes, ambas correctas, segun el sis- tema de referencia (suelo o vagén) desde donde ab- servemos, debemos aceptar algo contra toda lépica sensata y toda intuicion del mundo, que 4s lo si- guiente. Si en ese mismo vagén juego a la pelota con otro pasajero, estaremos de acuerdo en que si bien la pelota va a, digamos, diez kilametros por hora, para quienes estamos dentro, si el tren viaja acien kilémetros por hora ¥ una persona lo ve pasar desde un andén, diré que la pelota va a 110 kiléme- troz por hora cuando In lanzamos hacia adelante, v a noventa al lanzarla hacia atrés, No ocurre asi con un-rayo de luz. Tanto si encendemos una laémpara en el tren parade o a teda velocidad, si dirigimos el rayo hacia adelante o hacia atras cuando va en mo- vimiento, la velocidad de la lug es la misma: 800000 kilémetros por segundo. Es. como decir que tanto da correr en una escalera eléctrica en movimiento coma esperar de pie, exclamdé Bertrand Russell. La constancia de la luz La constancia de la velocidad de la luz puede produ- cir extraiios resultados, Veamos antes un ejemplo comin: un hampén va huyendo en un auto a cien ki- Jametros por hora. Lo ve pasar una patrulla y se lan- za a perseguirlo, Cuando aleanza los cien kilémetros por hora, ja qué velocidad-se acerca al perseguida? Acero: mantienen la misma distancia indefinidamen- te, igual que si ambos coches estuvieran detenidos. De pronto, el auto del hampon comienza a fallar y baja a cinenenta kilmetros por hora. La patrulla, que sigue a cien, ahora se acerca al auto del hampén a una velocidad de cincuenta kilémetros por hora. El hampén realiza una maniobra, un bombeo con el ace- lerador que limpia stibitamente el carburador, y su auto se lanza a 150 kilametros por hora; ahora la pa- op|auewue ey ou anb se “IGU BE OU IS nu a El burro de Sancho. Vel gato de Schrodinger mn o trulla-seesté alejando a cincuenta kilémetros por hora. Esto no es nada.extraio; los patrulleros saben que deben ir a una velocidad auperior a la de otro auta si desean alcanzarlo. Pero esta patrulla esté equipada con un mortife- ra rayo lAser, que viaja a 300000 kilametros por segundo, y los policias lo apuntan contra las Iantas del auto perseguido, Sdlo que el hampén ya ha cam> biade su aute por un veloz cohete que viaja a mil kilémetroa por segundo, El rayo l4ser disparado desde la patrulla no se acercara al cohete a una velocidad de 299000, sina a los mismos 300000 kilémetros por segundo. Es mas, las velocidades no se sumarian ni siquiera si ol delincuente decidiera entregarse y di- rigiera su cohete hacia el rayo lager: el rayo segnira aproximandose a la misma velocidad tanto si el de- lincuente lo espera como si huye de él o se dirige hacia él. En palabras de Greene: Aungue usted se esté alejando, seguird midiendo Ia ue- tocidaed de los fotones fia luz] que se oproximan a 1680 miltones de hildmetros por hora, ti ane pizea menas [..}. Lo mismo es verdad si usted corre hacia los fotones que vienen o'si corre tras de ellos: siempre pareceran viajar 2 1080 millones de kilémetros por hora (The Elegant Universe, p. 82), Comprobacién estelar Por supuesto que poner a prueba este elemento clave de la relatividad seria dificilisimo en el escaso terri- torio de un planeta, pero se ha comprobado con lua

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