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Una no habla de esto Una se calla. Una no dice nada cuando los pap. nas se tienen cinco aiios. Una no sabe qué significa soledad, pero reconoce ese huequito en el pecho. Una calla. Una disfruta pasarse horas bajo el agua de la rega- dera. Una esta cn el kinder y desea ¢: Una esta en la primaria y desea otro lugar. pelean y ape- ren la primaria. ‘aren cualquier Una desea confesarle al compaiiero del salon que sus ojos son los mas bellos. Una se niega a bailar en el festival, a recitar el 10 de mayo y a decir el jur: mento a la bandera frente a toda la escuela. Una es reportada. Una no sabe qué hacer cuando, una buena mafiana ya no es nina y sin embargo lo es. Una esti en la secundaria y extrafa la primaria, el kinder... todo lo que no es presente. Una lee E/ retrato de Dorian Grey a escondidas. Una conoce a Otra que leyé Demian a escondidas. Una y Ota, intercambian libros, Una y Otra, se prestan secretos. Una y Otra descubren y se descubren. W | ee UNA NO TABLA DE ESTO, Una y Otra sienten, por primera ver, que no son Unicas. Una oye a Pink Floyd y no sabe por qué gusta, pero le Una no se lo platica a sus amigas de la prepa con quienes escucha Flans. Una nunca s he qué contestar en los exiimenes psicosométricos. Una no sabe qué estudiar. Una trabaja Una da clas “algo hay que hacer”, se dic los 18 afos y Nadie la toma en serio. Una lee, siempre le Una, finalmente, se inscribe en la universidad. Una escucha a su padre decir que é1 no le compra- r4 libros para esa carrera. Una calla. Una ignora. Una saca fotocopias. Una lee. Una conoce a Uno. Uno se enamora de Una. Una se enamora de Uno. Una y Uno se convierten en Unos... por un tiempo. Unos se escriben poemas. Unos se prestan libros. Unos se descubren el Uno al Otro, se cubren el Uno al Otro, Unos, finalmente, se regresan libros, poem: cuerdos necios. Una sobrevive la universidad con café, coca-cola, charlas hasta el amanecer, besos en labios suaves y y re- 12 Sylvia Aguilar Zéteny en labios no tan suaves, canciones de Kate Bush y REM, novelas latinoamericanas y cuentos norte- americanos, Una, por primera vez, escribe. Una deja que los afios pasen entre encantos y de encantos, entre u dad y Una. ciudad y otra, entre otra ciu- Una conoce a Otro. Una se descubre en Otro. Una se descubre Otr Una se enamora, se casa Os... Una habita en otra ciudad, una deshabita otra ciudad pierde en el noso- Una se pierde. Una se olvida de Una. Pero Una, no habla de esto. Una, sin mas, inicia un diario y escribe de esto. éQuién soy? (y ¢por qué escribo un diario?) 8.01.03 Me Ilamo Sylvia, Soy profesora de inglés, de espaiiol y pseudoescritora. Soy necia y obsesiva como una, otra y otra, Me gusta lavar los trastes. Odio trapear. No creo en los carros automiticos. Tengo una herma- na y un hermano. Un solo sobrino. Ayer escuché a los Chemical Brothers en la mafiana y a Do Make Say 3 UNA NO HABLA DE ESTO. ‘Think por la tarde. Puedo escuchar a Radiohead a cualquier ho: Fumo sélo cuando es necesario. Bebo poco; con as. Si tomo cerveza ne- tres cervezas soy la mar de ri gra, no respondo. Desde hace un aiio no como carne. No soy specialmente bonita, tampoco especialmen- te fea. Prefiero los zapatos bajos y las faldas abajo de la rodilla, los perfumes florales y los anillos de plata. Amo mis tenis rojos. Odio que me hablen de usted. Yo me gustan las palmaditas en la espalda ni los pellizcos en las mejillas. Me gusta cuando una mano acaricia mi muslo mientras manejo. Comencé a leer a Banana Yoshimoto porque se Ilamaba Banana Yoshi- moto. No sé nada del amor, pero no importa porque nunca nadie sabe nada del amor. Tengo vientinueve afios. Quizds un diario a esta edad es mas que nada patético. O ridiculo. Quizds debi haberlo comenzado veinte afios atras para aban- donarlo un dfa después. Pero no. Comencé a escribir esto porque la terapeuta lo dijo claramente: “Escribe, Sylvia, escribe un diario. Algo sencillo. Lo que se te ocurra, lo que sientas”. Lo que se me ocurra. Lo que sienta. ;Cémo se le ocurve a ella que “loquesemeocurra” es sencillo? Porque a mise me ocurren muchas cosas, cosas que no sé si tienen cabida en una pagina que comienza: “Querido diario”. Ella sonrié y me dijo: “No te compliques, s6lo escribe. Es- cribe aquello de lo que no hablas, escribe para descu- brirte”. No quiero contradecirla, ni tampoco decirle que en realidad cuando una escribe de una, se convier- te en otra persona y no en una. Pero igual comenzaré. Escribir lo que se me ocu- tra, Escribir de lo que no hablo, Se supone que escri- 14 Sylvia Aguilar Zéleny biré para mi pero no dejo de pensar que un buen dia alguien encontrari este diario y lo leer. Asf que tra- taré de evitar las faltas de ortografia, las redundancias, jas cacofonfas ¥ las ambigiiedades. Pero no podré evi- tar los lugares comunes, los sentimentalismos y lo absurdo de mis reflexiones en general. :De qué escribo?, me preguntaré cada vez que inicie una pagina. Y siempre haré lo mismo: escribiré de lo que se me orurra, De lo que ocurra. De lo que una no habla. Cierra los ojos (es s6lo un cambio) 16.01.03 Los cambios siempre llegan de golpe. Bueno, no es necesario que se atraviese un camién y darse un fren- tazo, pero cuando los cambios llegan, lo hacen asi, Syl- via: de golpe y por completo. Tai no te lo imaginabas. No tenias la minima sospe- cha de que ibas a dar una vuelta de un monton de gra- dos. No. Tti estabas segura de que tu vida seguiria como en los tiltimos dos afios. Que te iba a acompafiar la misma gente, que ibas a decir: “good morning’, “good afternoon”, “good evening”, en cl mismo tono de siem- pre. Que comprarfas en el supermarket de siempre, que los domingos verias los s/tycoms de siempre... Y no fue asi. Todo cambié. Esa maiana despertaste y eras otra, 0 eras ti, un poco mas tt, ¢ hiciste los cambios necesarios. Y los cambios se y llevan todo, o mas bien, y cambian todo. 15

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