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138 PENSAMIENTO ETICO-JURIDICO DEL CRISTIANISMO 5. Sobre la justicia Hablando Jestis a sus discipulos alguna vez les decia: “Sj vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos’.* Para adquirir esta justicia no bastarian Jos propios esfuerzos. En el Antiguo Testamento se habla con frecuencia del Espiritu de Dios, que ha infundido en el hombre, le trae la vida, la inteligencia, la santidad, la gracia de Dios. 6. El Sermén de la Montaiia En el Evangelio de San Mateo,’ se lee: “Viendo a la muchedumbre subié a un monte, y cuando se hubo sentado se le acercaron los discipulos y abriendo El su boca los ensefiaba, diciendo: Bienaventurados los pobres de espfritu, porque suyo es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos porque ellos poseeran la Tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos seran consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos seran hartos. Bienaventurados los mi- sericordiosos porque ellos alcanzarin misericordia. Bienaventurados los limpios de coraz6n, porque ellos veran a Dios. Bienaventurados los pacifi- cos, porque ellos serén llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecucién por la justicia, porque suyo es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan y con mentira digan contra vosotros todo género de mal, por Mi. Alegraos, porque grande sera en los cielos vuestra recompensa, pues asi persiguieron a los profetas que hubo antes de vosotros”. 7. El préjimo Levantandose entonces un doctor de la ley dijo a Jesus para tentarle: éQué he de hacer yo para conseguir la vida eterna? Dijole Jestis: ¢Que es lo que est en la ley? :Cémo lees? Respondié él: Amards al Sefior tu Dios con todo tu corazén y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, Y con toda tu mente, y al préjimo como a ti mismo. Dijole Jestis: Bien has respondido. Haz eso y vivirés, Mas él, queriendo justificarse, pregunt6 ‘ Jestis: ¢Quién es mi prdjimo? Jests, tomando la palabra, dijo: aa un hombre de Jerusalem a Jericé, y cayé en manos de ladrones; we : despojaron y después de herirle, se fueron dejandole medio muerte. Bajaro casualmente por el mismo camino un sacerdote, le miré y pas® de a Igualmente un levita, y aunque pasé junto a él, le miré y tird eden Mas un viajero samaritano llegése a él viéndole, compadeciose, ay; = candose, vend6 sus heridas, echando aceite y vino, subiéndole a s¥ jume * Mat. V, 20. 5 Mat. V-VII, 15-5, at IMPROCEDENCIA DE LA PENA DEL TALION 139 Je llevd al mes6n, y cuidé de él. Al dia siguiente sacé dos denarios, y dié- selos al mesonero, diciéndole: cuidale y cuanto gastares de més, ya te lo abonaré a mi vuelta. ¢Quién de estos tres te parece haber sido el préjimo del que cayé en manos de ladrones? El que usd con él de misericordia, repuso el doctor. Pues ve, dijole Jestis, y haz ti lo mismo.* 8. El respeto a la ley No penséis, dice Jestis, que he venido a abrogar la ley de los profetas; no he venido a abrogarla. Porque en verdad os digo antes pasaran el Cielo y la Tierra que falte una jota o una tilde de la ley hasta que todo se cumpla. Si pues, quien descuidase uno de esos preceptos menores y ensefiara asi a los hombres, sera menor en el reino de los cielos; pero el que la practicase y ensefiare, éste sera grande en el reino de los cielos. 9. El espiritu conciliador Habéis oido que se dijo a los antiguos: No matards; el que mata ser4 teo de juicio. Pero yo os digo que todo el que se irrita contra su hermano sera reo de juicio; el que le dijere“Raca” ser4 reo ante el Sanedrin y el que le dijera “Loco” sera reo de la gehena de fuego. Si vas, pues, a pre- sentar una ofrenda ante el altar y alli te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja alli tu ofrenda ante el altar, ve primero a recon- : ciliarte con tu hermano y luego vuelve a presentar tu ofrenda. Muéstrate conciliador con tu adversario mientras vas con él por el camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil y seas puesto en prisién. Que en verdad te digo que no saldras de alli hasta que no pagues el ultimo octavo.” 10. Indisolubilidad del matrimonio En diversos pasajes evangélicos se lee la indisolubilidad matrimonial Pues lo que Dios ha unido el hombre no lo puede separar. 11. Improcedencia de la pena del talién Habéis ido que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo i. digo: No resistais al mal, y si alguno te abofetea en la mejilla derecha, ale también la otra; y al que quiera litigar contigo para quitarte la tdni- ©, déjale el tanto, y si alguno te requisara para una milla, vete con él dos. ‘4 a quien te pida y no vuelvas la espalda a quien te pide algo prestado.* { San Lucas, X, 23-37, Mat. V, 21-32" at. V, 36-42, 140 PENSAMIENTO ETICO-JURIDICO DEL CRISTIANISMO 12. Amor al enemigo Habéis ofdo que fue dicho: Amards a tu préjimo y aborrec, enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad os persiguen para que sedis hijos de nuestro Padre que esta en los Cielos que hace salir el sol sobre los malos y buenos y Ilueve sobre justos ¢ a justos. Pues si amdis a los que os aman gqué recompensa tendréis? No hacen esto también Jos publicanos? Y si saluddis solamente a ‘Vuestros hermanos ¢Qué hacéis de mds? ;No hacen esto también los gentiles? Sed, pues, perfectos como perfecto es nuestro Padre celestial.” eras a ty Por los que 13. Rectitud de la intencién al hacer justicia Estad atentos a no hacer vuestra justicia delante de los hombres para que os vean: de otra manera no tendréis recompensa ante vuestro Padre que esta en los cielos. 14. Perdén de las ofensas Porque si vosotros perdondis a otros sus faltas, también os perdonari a vosotros vuestro Padre celestial. Pero si no perdondis a los hombres las faltas suyas, tampoco vuestro Padre os perdonara vuestros pecados.!” 15. Las riquezas Nadie puede servir a dos sefiores, pues, 0 bien aborreciendo al uno amaré al otro, o bien adhiriéndosele al uno menospreciard al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Buscad el reino de Dios y su Justicia, y todo se os dar por aiiadidura. 16. La ley de la caridad Por eso cuanto quisiéreis que os hagan a vosotros los hombres, hacédsclo vosotros a ellos, porque ésta es la Ley y los profctas 17. Mensaje de paz y amor Desde el nacimiento de Cristo hasta después de su resurreccién s mensaje fue siempre de paz y de amor. En el Evangelio de San Lucss cuando se anuncia la buena nueva se dice “Gloria a Dios en las alae paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. En cl Evangelio ¢¢ ¢ : is: “La San Juan al aparecerse a sus discipulos reiteradamente dice Jesus Paz sea con vosotros”. ” Mat. V, 34-48. w Mat. VI, 14-15, SAULO DE TARSO - vipa y PENSAMIENTO M41 18. Saulo de Tarso (6-67) Vida y pensamiento. Su conce politica Saulo de Tarso (Cilicia) es considerado como una de is grandiosas, geniales y viriles del cristianismo, asi ee wee os ~ tonversos. Fiel cumplidor de la Ley y tradicisn a Sra cu ; Mosaica, Perseguidor pri mero de los cristianos y apédstol de los Bentiles después, Mune dean ado '¢ martirizado San Pedro, ‘peién étiea, Juridica y por orden de Nerén, en la misma fecha que fu San Pablo © vibié: Epistolas a los Romanos; 1a, y 2a. a los Corintios: a los Géllatas; a 10s Efesios; a los Colosenses; 1a. y 2a. a los Tesaloniéent=) ta. y 2a, a Timoteo; a Tito; a Filemén y a los Hebrooe eet Enrique Lufio y Pefia en su Historia de la Filosofia del Derecho nos dice que San Pablo es el gran filésofo de la ley y su autoridad suprems es invocada por Santo Tomds al estudiar la naturaleza de la ley en Ja Summa Theologica (Ia. Ia. p. 9 art. 1) y por el Eximio Sudrez en ol Prlogo al Tratado de las Leyes 'y de Dios Legislador. San Pablo oftece cuatro acepciones de la palabra Ley: 1a. Ley de Dios, 0 Ley Eterna, 2a. Ley de mi razén, o Ley natural. 3a. Ley como experiencia interna , como norma de conducta (concepto general de la Ley). 4a. Ley de mis miembros, 0 Ley del pecado (“fomes peccati”). La Ley natural es un rellejo de la Ley eterna y est4 escrita en el corazén de los hombres, Dise tingue entre la Ley natural y la positive. La primera no esta escrita en tablas de piedra como las de Moisés, sino que radica en la misma natu raleza racional del hombre, mostrando a su inteligencia lo que es justo, ¢ inclinando su corazén hacia el bien. “Los gentiles que no tienen Ley cumplen naturalmente las prescripciones de la Ley; del mismo modo, los que no tienen Ley son Ley para ellos mismos, y manifiestan la obra de la Ley escrita en sus corazones, sirviéndoles de testimonio infalible su propia conciencia”.* “No hay ya judio ni gentil, no hay esclavo, ni libre, barbaro ni escita, no hay varén ni hembra, circunciso ni incircunciso, sina que todas las cosas y todos vosotros sois unos en Cristo”! De alli que entonces la Ley natural para San Pablo sea Universal, ya que se encuentra fundada en la igualdad de naturaleza, en la comunidad de crigen y en la identidad de fin y en la misma redencién por la sangre de Nuestro Sefior Jesucristo.* Y més adelante agrega el mismo autor: La Ley es norma de conducta que orienta a la raz6n, y mueve a la voluntad: “Porque no es el bien que quiero lo que hago, sino el mal ~ no quiero es lo que obro. Y si lo que no quiero yo eso hago, ya no soy “e quien lo obro, sino el pecado que vive en mi. Me complazco en la Ley de a Enrique Luiio y Pefia. Hivtoria de la Filosofia del Derecho. Divs. 165 y sigs Ep. ad Romanos, IT, 14 ‘ Ep. ad Galatas. WI, 2 “ Luiio y Pefia, Obue cit. u 29, Ep. ad Colosenses IT, I 142 PENSAMIENTO ETICO-JURIDICO DEL CRISTIANISMO Dios segtin el hombre interior; mas veo otra ley en mis miembros, que hace la guerra a la ley de mi razén, y me tiene cautivo a la ley del Pecado que est& en mis miembros.’* La Justicia de Dios, dice el Apéstol de los Gentiles, surge de Ja fe ye otorgada por Dios a la fe del hombre creyente, segtin est escrito: Mas al justo vivird por la fe." En la segunda Epistola a los Romanos habla San Pablo de la fecunda vitalidad de la justicia cristiana. Resulta interesante la Segunda parte de la Epistola a los Romanos en donde dedica su atencién a la Justicia y Caridad social, exponiendo una formula de conducta ciudadana, recomendando una serie de normas de convivencia de amor fraterno y auxilio mutuo y paz social.1® Es bien conocida la idea que tanto determiné a las mentalidades del Medioevo de San Pablo en el Cap. XII de la Epistola que hemos venido refiriendo en que recomienda sumisién y obediencia a las autoridades su- periores y declara el origen divino del poder: “Non est enim potestas nisi a Deo; quae autem sunt, a Deo ordinatae sunt. Ttaque qui resistit potestati, Dei ordinationi resistit”. San Pablo subraya la eficacia del amor y de la caridad fraterna para lograr la felicidad personal y la armonia social.?® 1 Ep. ad Romanos, 11, 18-23 1 Ep. ad Romanos, 1,'14.17,, 8 Rom, XII, 9-21. Ep. a los Efesios. V y VI, 1-10,

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