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Séfocles Edipo Rey Una introduccién critica por Patricia D’Andrea (UBA) Dinara, Pala lp rey Seles: une Intoducon ec. - ta SrA orag ros Ete ts 1 2012 om (Pree aon # dia oe Leonor Silvestri) . “doe ISON 987-1240:00-7 1, Ersoy Argento. 2. erature lsc, LT COD AB64 : B80 ° ¥ Santiago Arcos editor Para Leer / CLAsicos Directora de ln colecci6n: Leonor Stuvesrrt Editores: Laura Estrin Micust A. VILLARARE Diseit: (Cubierta: Horacio Waintiaus (wainhaus®interlinkcomar) Interires: Gustavo Bizz (speedtyp@feedbacknet.at) CCorrecitn: EstEwaN BurtoLA (esteban_bertola@hotmail.com) iago Arcos Editor, 2005 José Bonifacio 1402 (1406) Buenos Aires nail: santiagoarcoseditor@uolsinectis.com.ar ISBN: 987-1240-00-7, Queda hecho el depésito que marca Ja Ley 11.723, Impreso en la Argentina ~ Printed in Argentina REALIZADO CON EL APOYO DEL FONDO CULTURA B.A. DE LA SECRETARIA DE CULTURA DELGCBA. Lareprccén total partial de ese ib, no autvieada pork 2 deel, nosutvizada por loseditos, vila derechos reservados, Cualquierailizacin debe ser prevament olctnde Es eds se ominé de inpinien Suni de 2005, en Gra ls [Cretsca Cop Fae © meinen ro cd 2005 en Gre as, Ecota 2827 Introduccién La obra Edipo Rey de Séfocles ha sido considerada a lo largo de la historia como la obra fundamental de la tragedia griega, y sus infinitas lecturas han ido més allé de lo estrictamente literario, teniendo incidencia en otras manifestaciones de la cultura. Sin embargo, muchas veces estas interpretaciones que condicionan al texto en definitiva dificultan su lectura y acercamiento. 1s criticos, comenzando por el fildsofo griego Aristételes, coinciden en que es una obra de estructura perfecta, en donde la progresién tematica se da escalonadamente, y con notable equi- librio. Los personajes son absolutamente crefbles, artisticamente perfectos; los sentimientos, intensos y realistas; la trama, construi: da con magistral suspenso, sostenido por los cambios de humor y las sucesivas decisiones de su protagonista. Los actos cometidos por Edipo, el parricidio y el incesto, son tabuies, prohibiciones atavicas de origen incierto, que, en tanto normas sociales, condicionan la accién del hombre. En la obra, la sola evocacién de estos actos conmueve al espectador, y la toma de ‘conciencia gradual por parte del transgresor de esas normas genera en el auditorio una profunda compasidn: el implacable destino se cierne sobre un Edipo ala ver culpable, por sus actos reprobables, € inocente, por su inconsciencia, por st ignorancia, El nticleo tragico de esta obra es la antitesis, propia de Séfocles, entre la voluntad humana y las disposiciones del destino. En esta dicotomia irremediable, el protagonista se transforma en héroe al luchar contra ese destino y al enfrentarse finalmente a ese oscuro poder con una conducta inquebrantable, aun a costa de su perdi- Cidn, Esto refleja el sentimiento tragico de la vida y en este sentido es universal. Edipo Reyes, ademés, una obra cldsica. Definir quées un eldsico es ciertamente complejo. Remitiéndonos a los primeros usos de la palabra, es Aulo Geli el escritor latino del siglo Il, autor de Noches Aticas, quien impone el rétulo a aquellos autores que, por escribir correctamente, merecen ser tomados como modelos y son estudia- dos en la escuela, es decir, en “clase”, Este sentido del término per- dura en la Edad Media y el Renacimiento, épocas en el que el canon TSobre al tema, ver Alonso etal: 2003, o Introduecién (del rego kann, "ga, vara de medi) de autores esudiados las aula también continud siendo conformado; en su gon wean ri, por eseritores griogosylatinoe Pasado el tiempo, se amplié el eriteio de seleccion de ese anon: las obras pasaron a considerate cldsieastambicn coareis podian, no s6lo representa los carateresyvrtdes fundemoneae: deli cultura dela que habfansurgido, sino adem teecerce oes frontraseulturles, Por ota part, un clésce os nls dene dos maltples, que slempre nos oftecerd nuevas signees a decir de Borges, un clasico es un libro que se ha lefdo alo largo del tiempo “como si en sus paginas todo fuera capaz de interpretaci Eedipo Rey despiera la ms variada clase de debates y reflevio- nes que demuestran que es imposible mantencise Inizelbls oo: teesiapieza tetra lena de vide, En este abajo Durer caminos que nos lleven a una lectura profunda del texto, y que nos darn algunas razones dela fascinacan'y dela enanve oer, que ha efercido esta obra ena cultura occldenea IL. Séfocles y su obra Séfocles nace en el territorio de Colono Hipios, muy cerca de Atenas, entre 497 y 486 a. C., segtin la Crénica de Paros® y muere también en Atenas, ea el otofio de 406 a. C., poco después de la muerte de Euripides 2n Macedonia, al norte de Grecia. Su amor por el terrufio esté atastiguado en Edipo en Colono (vv. 668-719), en un bellisimo cante coral. Se lo sabe hijo de un rico industrial, Hamado Sofilo, y, gracias a sus propias dotes fisicas e intelectuales yala esmerada educzcién que recibi6, descollé tanto en el teatro, como en otras éreas tales como la mtisica y las actividades atléticas, yen todas recibié premios y reconocimientos. La cronologia de los ites grandes trigicos griegos, Esquilo, Séfocles y Euripides, los ubica temporalmente alrededor del gran acontecimiento que fue la vie- toria frente a los perses, en 480 a. C. en la isla de Salamina, al oeste de Atenas, batalla que implicé para los atenienses la victoria de la téctica y la estrategia frente al poderfo imperial. Asi, segin esta cro- nologfa con matices de leyenda, inmediatamente despues de la in- tervencién de Esquilocomo combatiente, Séfocles encabeza el coro juvenil que celebra la victoria, y Eurfpides nace. Se sabe que estuvo casado con Nicéstrata, con quien tuvo a Yofonte, también poeta tré- gico. Tuvo otro hijo, Aristén, con una hefaira, Te6rida de Sicién, y, segiin la leyenda, Yofonte habria iniciado un pleito contra su padre, ya anciano, en relacién con la posible herencia del hermanastro. Es también largamente ciscutida' su pederastia, principalmente a rat de algunos testimonics como, por ejemplo, la anécdota contada por Ién de Quios,* en la que se describe una escena simposfaca,® donde ‘S6focles manifiesta su simpatfa bromeando con el joven que servia Zia Cronica de Parcs o Marmol de Paros es un relato hist6rico grabado en ese material, proveniente de la sla del mismo nombre, en Grecia, encon- trado en el siglo XVI. 3 Letters: 1953: 42. ‘Ateneo XII, 608e. 5 El sympésion (etimol6gicamente, “reunién para beber") era una institucién entre los antiguos, en la que intervenfan solamente varones, y generalmente, las ya mencionadas hetairas 0 heteras, quienes alegraban la velada, por ejemplo, tocando instrumentos musicales, e, inclusive, tenfan la instrucei6n suficiente para intervenir en conversaciones literarias. El conuluium es su equivalente latino. 0 Sofocles ysu obra el vino, hasta que, gracias a una estratagema, besa al muchacho. Como sea, en el fin de su vida se manitiesta feliz por haberse libe. rado de las pasiones amorosas, segtin consigna Plat6n al comienzo de su obra Repuiblica, Sofocles fue un hombre comprometido con su época, y asumié cargos puiblicos, tanto politicos como militares, en varias oportuni- dadtes: fue tesorero del Imperio en 443 a, C.; fue General con Pericles entre 441 y 439 a. C., durante la guerra de Samos; en 426 volvi6 al grado de General con Nicias, militar conservador y “pacifista”; asu- mié embajadas en reiteradas oportunidades, y form6 parte de los. Diez Probulos luego del desastre de la guerra de Sicilia, en 413; entre otros. Como parte de su compromiso con la ciudad (sabemos que la religion griega formaba parte del Estado), presté su vivienda como santuario de Asclepio (dios de la medicina), hasta la construccién de un templo digno. Para esta divinidad, inclusive, compuso un canto de bienvenida, del que se conservan sélo dos versos. Ade- ‘mils, fue sacerdote de otra divinidad relacionada con la medicina: el tico Hal6n, un daimon, es decir, un genio o deidad menor, Trabé amistad con otros escritores; tenemos el testimonio de la oda que le dedics a Herédoto, dela que nos legé algo més de un verso. En Vida de Euripides se documenta la aparicién de S6focles en escena, en «s Fiestas Dionisiacas de 406 a, C., con signos de luto pora recien- te muerte del dramaturgo, Esté documentada también su amistad con Esquilo, a quien vencié atin muy joven: en 468 a, C, Ademas, se dice que fundé un club literario en el que confluyeron personajes educacios de su época. Se calcula que compuso alrededor de ciento veintitrés obras, veinticinco de las cuales serfan dramas de sétiros, obras que se agregaban a las tragedias con las que los escritores competian en las Fiestas Dionisfacas, en donde Séfocles obtuvo dieciocho victorias. En las Fiestas Leneas, donde también se representaban trilogias, obtuvo otras seis victorias, Seis veces obtuvo el segundo premio y nunca fue tercero. Operé cambios relevantes en la composicién y en la puesta en ‘escena del drama: en primer lugar, introdujo un tercer actor (hasta ese momento, s6lo se ponfan en escena dos actores), lo cual confie- re versatilidad y movimiento a la accién dramética (dé hecho, Es- quilo utiliz6 esta variante en Orestia,tinica trilogia o grupo de tres trageclias que llega hasta nuestros dias); también aumenté la canti- dad de integrantes del coro, de doce a quince. Aunque no podemos asegurarlo, se cree que fue él quien independizé los temas de cada ‘una de las tragedias que componian la trilogfa, tradicionalmente de sojcesy obra n tematica cerrada, déndole mayor cohesién interna y unidad a cada se eae ae tered acetates tly Bey carrion anaguos su toa que eats un texto en Pros Coro dal Cora “pa copias mais nshanlegado site esos com pletas, y por un papito egipcio nos ha llegado aprosimadamenta la rind dun dso ein cont son tos ma tmontos, provenfente de veros paps 12°;Beasan tempor dens boas spor supuesto, estimada, goroae pus conjtuar lo sgufnte el ema aticoeonsenado Teseabtesoo La aureadonees de feche my tmprana, aerir ala tagedia Aya, pero de ninguna de ambas se pueden aventurr Jats es concrieslas Peguinasse etna compuest ent 9 ta Teo corona lea Anger en 42: Epo ey, entre 20 4 ton Bsa cnve By SL Morar con sogrdad eo de 109 Finalmente, Eddipo en Colono, cerea dle 407, aunque fue puesta en ar pasngoent proceso de select que th dado lugar Si conberacgn dessas sures no de otras ett elaconaco con acto pesngogco, que se olin toe la teraturaantgun we consti ates eodehaba en las escuela educacin ea Rents tren ps esse conor dsconave une Ge Eorpdusy lorie Ge Socios y ete de aqutla Tambien se han conservado discursos completos de oradores como Lisias 0 tiga oisdeomo fornalmenteperectos peo vacucs como afina tows ida : Mare Noucemnente, daremos los argumentos del drama de satiros y ragedias conservadas: ee tue (am ee dores del titulo son los satiros al mando del mayor de éstos, Sileno, quletes acuen aya nr Ap» eee nes bute perdidos, a cambio de una recompensa. En el intento, oyen a desconocido sonido de una lira, recientemente inventada por ‘ dios Hermes, atin un nifio, Los satiros entienden que Hermes es a iarny dency Steno enanoste ecole pore poeta latino Horacio’ sabemos que Hermes le termina robando a Apolo hasta el arco, y que finalmente ambos se reconcilian. El frag- manta connera bata pra conch que Soces mangaba con See genera ste Sida: 16, 7 Horacio, Odas, 1,10, 12 Séfocles ysu obra Ayax: el comandante en jefe de las fuerzas troyanas, Agamnenén, y su hermano Menelao, han entregado las armas de Aquiles a Odi seo. Ayax, entendiendo que los jefes no han sido justos, y que las armas le correspondian, ha querido matarlos, pero las divinidades lo han perturbado, y maté en su lugar a unos animales. Avergonzado, el héroe pide a sus compafieros que lo maten, y aunque Tecmesa, su concubina y madre de su pequeio hijo Eurisaces, trata de consolar- lo, se aleja en soledad hacia la playa. Su hermano Teucro envia a un ‘mensajero con la noticia de que la diosa Atenea sélo estaré airada contra Ayax por ese dfa, por lo que solicita que no le permitan sa de st tienda, pero ya es tarde: Ayax se suicidé con su espada. Mene- lao prohfbe las honras fiinebres, pero Teucro proclama que cumpliré ccon su deber. Agamenén insiste en el decreto de su hermano frente a Teucro, pero interviene Odiseo, quien acepta que Ayax, atin sien- do sut enemigo, era el més valiente después de Aquiles, por lo que se merecia sus armas, e inclusive se lamenta de la suerte de aquél. Finalmente, obtiene el permiso de Agamendn para que se den las honras fiinebres debidas al héroe. Tragedia de doble estructura, ya perfila el manejo de Séfocles de la ironta trégica. Hay muchas refe- rencias a Iliada, de lo que se desprende que atin el dramaturgo no hha emprendido su vuelo creativo. Sin embargo, en esta obra nos ha legaclo uno de sus mas famosos pensamientos: "Nosotros, cuantos vivimos, no somos otra cosa més que apariencias 0 sombra vana’, Las Traquinias: Deyanira espera en Traquis, junto con sus hijos, cl regreso de su esposo Heracles, ausente hace ya mds de un afo. Manda a su hijo Hilo a buscar noticias del héroe, y, entretanto, por un mensajero se entera de que Heracles esté vivo, y préximo allegar. LLuego llega Licas, vocero de Heracles, con un grupo de prisioneros, entre ellos, Yole, hija del rey de Ecalia. El mensajero vuelve y anun- cia la verdadera raz6n de la presencia de Yole: Heracles la rapté tras destruirla ciudad de Ecalia, porque el rey se habfa negado a entregar alamuchacha. Deyanira quiere reconquistar a Heracles, y utiliza un filtro® que le habia dado el centauro Neso, antiguo pretendiente que fue derrotado por Heracles en la disputa por el amor de Deyanira. La mujer, a través de Licas, envia a Heracles una prenda embebida en el liquido, para que la vista mientras realiza el ritual de agrade- cimiento al dios Zeus por las victorias obtenidas, con los sacrificios de rigor. Hilo regresa con una triste noticia: las vestiduras tuvieron "Del griego philtron (y ste asu vez de phileo, “amat"), bebida que tiene por fin obtener el amor de una persona. Séfoctes ysu obra 13 un efecto trégica: la tela se pegé a la piel, y la came de Heracles se va quemando hasta los huesos. Deyanira entra en silencio al palacio ye suicida, Luego llega Heracles, desmayado de dolor, y al desper- tarse intenta vengarse de su esposa, pero su hijo le informa acerca de la decisién final de Deyanira. Proximo a morit, Heracles hace prometer a su hijo que le construiré una pira funeraria donde lo incinerard, y que se easard con Yole. Hilo accede contra su voluntad, ylleva finalmente al héroe hacia la hoguera. El perfil de Deyanira es primitivo, elemental. Sin embargo, a nuestro entender, es erréneo pensar, como lo hacen algunos criticos, que en ella no hay amor Conyugal sino sélo temor por la pérdida de acercamiento sexual con su marido, Sus acciones son guiadas por el amor a Heracles, aunque es cierto que obra llevada por su propia irreflexidn. La tragedia, esta vvez, nos deja dos pensamientos famosos de Séfocles: "Nadie puede saber, antes de la muerte, si la vida le resultara buena o mala’, y “"Ninguna de estas cosas deja de ser Zeus’, lo que implica que hay ‘un mundo divino inaccesible que condiciona la accién humana. “Antigona: los hijos varones de Edipo se han dado muerte uno al otro (Ia maldicién desu padre se ha confirmado), en lucha porla su- cesién en el trono deTebas. Creonte, de nuevo rey, decreta que sélo se dard sepultura, y con todos los honores, a Etéocles, porque ha defendido la ciudad. En cambio, el cuerpo de Polinices sera aban- donado, presa de perros y aves de rapitia. Antigona, al comenzar Ja tragedia, transmite a su hermana Ismene el decreto, informando también que el castigo para quien no cumpla sera la lapidacién. Sin embargo, decide enterrarlo, aunque la hermana trate de disua la, Sola se encaminaré a cumplir con su deber. Creonte convoca ‘al Consejo de Ancianos y explica los motivos del decreto, pero un ‘mensajero informa que el cadaver de Polinices ha sido cubierto de tierra por Antigona, que es detenida. La herofna proclama que ha actuado deliberadarente, obedeciendo la ley no escrita, inmuta- ble, de los dioses, y que ella, nacida para amar y no para odiar, no discrimina entre ambos hermanos. Creonte, ciego por la soberbia, la condena ala prisién en una cueva, a pesat de ser ella su sobrinay prometida de su hije Hem6n. Antigona va a cumplir con su destino y Tiresias, el adivino ciego, intenta convencer a Creonte de que se modere. También Hemén intenta persuadirlo, Finalmente, Creonte accede, pero ya es tarde, Antigona se ahorcé, y ante la vista de este hortendo espectaculo, también se suicida el muchacho. Eurfdice, esposa de Creonte y madre de Hem6n, también se daré muerte, lue- go de lanzar maldiciones hacia su esposo. En esta magistral tragedia Ia indomable Antigona presenta sentimientos y fuerza inquebran- ae Séfociesysu obra ‘ables, Extraordinaria la lucha de esta figura femenina, defendiendo sola las leyes divinas, eternas. Su agén (en griego: "lucha"; en la t gedlia: “discusién’, “debate”) con el rey Creonte muestra cuién lejos estd la ley del Estado de lo esencialmente humano. Estos debates traslucen la oposicién entre la ley (ndmos) y la naturaleza (physis), en la que se pone de relieve también la dificultad del nuevo sistema de gobierno de colocar en el molde de la ley lo que se ha considera- do tradicién, costumbre (némima). Electra: hace ya siete afios que se produjo el asesinato de Aga- men6n por parte de su esposa Clitemnestra en colaboracién con su amante, Egisto. Ambos ocupan actualmente el trono de Micenas, y someten ala esclavitud a sus hijas Electra y Crisdtemis, La primera, protagonista de la pieza, convive en un estado de perpetuo rencor contra su madre, y espera el regreso de su amado hermano Orestes, quien fue entregado por ella misma, siendo nifio, a un pedagogo, y enviado a un pats extranjero, con el fin de preservar su vida, que estd en peligro, dado que, siendo el tinico varén, sélo él puede llevar a cabo la venganza por el asesinato de su padre. Efectivamente, al comienzo de la obra, Orestes regresa en compaiia del Preceptor y de un amigo, Pilades, con el fin de asesinar a los amantes, por orden de Apolo. Para ello, traen un plan: el Preceptor mentiré que Orestes ha muerto en una carrera de carros, trayendo como prueba una urna con las supuestas cenizas del muchacho, y, al permitirsele la entrada &l palacio, consumarén la venganza, Pero antes, iran a hacer ofrendas en la tumba de Agamenén. Electra, sumida en su encono, espera a Orestes. Crisétemis es enviada a dejar ofrendas en Ja tumba de Agamenén por su madre, preocupada por un suefio de ‘mal agdero, Al salir, Crisétemis informa a su hermana que los re- yes, hartos de sus lamentaciones, piensan mandarla a una caverna (castigo similar al de Antigona). Luego trata de convencerla de que obedezca alla pareja real, pero ella se rehnisa, y pide que, en lugar de dejar las ofrendas de su madre, deje en la tumba del padre su pro- pio cabello, que se arranca, y un cinturén. Luego de una discusién entre Electra y su madre, en la que cada una expone las razones de sus sentimientos, llega el Preceptor, y consuma la primera parte de su plan: engafia a Clitemnestra, y también a Electra, al presente, acerca del destino de Orestes. Electra, resignada, quiere consumar Ja venganza con su propia mano, y, aunque Crisétemis le cuenta que encontré offendas en la tumba de su padre, ella no le cree y trata de convencer a su hermana de llevar a cabo sus designios, pero no lo logra. Aparece Orestes en escena, y finalmente, ante la presen- cia de las muchachas del Coro, confiesa su identidad. Dentro del Séfoctesy suobra 1s palacio,? Orestes mata a su madre, y luego, con la llegada de Egisto, que es Conducido adentro, se termina de consumarla venganza. La cobra muestra la perfesciGn técnica de Sofocles, y en este sentido se Ja emparienta con Edipo Rey, ademés de mostrar, como ésta, una figura singular alrededor de la cual gira toda la tragedia. Adelantada en su época, produce en escena una “representacién dentro de la representaci6n’, ala manera de Hamlet de Shakespeare, Filoctetes: Filoctetes fue abandonado pot sus compafieros, sin recursos, en la isla de Lemnos, por una llaga de olor repugnante ‘que le produjo una serpiente en un pie. Heracles le habia donado su arco y sus flechas, que el héroe conserva. El adivino Heleno, hijo del rey troyano Priamo, fue capturado por los griegos, y les revela que sélo seré posible destruir Troya con las armas de Heracles. Es necesario, entonces, que, a toda costa, los griegos puedan disponer de esas armas, y se le encarga a Odiseo esta tarea, en compafifa de Neoptélemo, el hijo de Aquiles. La escena comienza cuando des- embarcan en Lemnos, y Odiseo explica a Neoptdlemo su plan: el hijo de Aquiles deberd presentarse ante Filoctetes diciendo que ha abandonado el campamento griego, itritado contra los comandan- tes en jefe, los Atridas Agamenén y Menelao, con el argumento de que éstos le otorgaron las armas de Aquiles a Odiseo y no aél. De ese modo, se ganard la confianza de Filoctetes y se podrén apoderar del arco de Heracles, Neoptélemo cumple con lo pedido. Desembarca uno de los marineros de Odiseo, disfrazado de mercader, y cuenta que ha ofdo decir que el héroe navega de vuelta para conducir a Filoctetes a Troya. Este suplica a Neoptélemo que lo lleve consigo, antes de que se presente Odiseo. Cuando estén por embarcars loctetes tiene otro ataque de dolor por st llaga, y explica al hi “Aquiles que a estos alaques les sigue un suefio profundo, por lo que leruega que cuide él mismo las armas, y que no las entregue a nadie mientras dure el suefio. Apenas despierta Filoctetes, Neoptélemo, apiadado, le cuenta el engafo, pero cuando esté por entregarle las armas, llega Odiseo y se apodera de ellas. Sin embargo, Neoptéle- mo, noble, restituye las armas a su duefo, sin que Odiseo pueda impedirlo. Filoctetes, conmovido también, accede a volver a Troya, ylerevela que los hijos de Asclepio lo curarén alli. Desde las alturas, Heracles sella la reconciliacién. Arttsticamente perfecta y entrafia- blemente humana, esta tragedia presenta la figura de Neoptélemo tiernay querible: un muchacho noble pero atin inseguro, hasta que 7 Los erimenes, por regla general, nunca eran mostrados en escena, 3 Séfocles ysu obra las citcunstancias mismas le demuestran que estaba en el camino correcto. Odiseo es su pérfido antagonista. La aparicin de Heracles desde la mekhané es pertinente: se trata ni més ni menos que de sus propias armas. Edipo en Colono: Edipo, ya anciano y agobiado, vaga guiado por Antigona. Casi al término de sus dias, lega a Atenas, sobre la colina consagrada al héroe Colono, cerca del santuario de las Euménides, Alli, segtin el ordculo de Apolo, lo acogerdn estas divinidades, y su sepultura serd garantia de seguridad para la piadosa y hospitalaria ciudad. Mientras los ancianos atenienses se ditigen a informar al rey Teseo, llega de Tebas la otra hija, Ismene, para comunicar que Etéocles y Polinices han llegado a la lucha armada por la herencia del reino paterno, y suplican ambos que Edipo regrese a Tebas, pues conforme al ofdculo él seré garantfa de salvacién para su patria. Pero los hijos, que lo desterraron y lo forzaron a este peregrinar, no podrin obtener ya nada de él: Edipo se quedaré en Atenas, bajo la proteccién de las Euménides. Revela entonces a Teseo el oréculo de Febo, y el rey le oftece proteccién contra cualquier amenaza, ‘También acude Creonte, en vano, y luego el propio Polinices, para Fogarle a Edipo que regrese. Indignado, éste vuelve a expresar las maldiciones contra sus hijos: se dividirén el trono con las armas, y caerdn muertos uno a manos del otro, Un trueno anuncia a Edipo ue estd por morit. Manda a buscar a Tesco y le ruega que lo acom- patie hacia el lugar donde, segiin su destino, debe terminar sus dias Alle revelard cosas que el rey deberd guardar y confiar tan sélo a su sucesor, y éste al suyo, y asf en la posteridad, porque de este modo Atenas siempre estard protegida contra toda violencia por parte de Jos tebanos. Se dirige hacia el bosque sagrado, y luego un mensajero anuncia su deceso. La tragedia termina con las hermanas llorando ‘su padre. En nuestra opinién, esta obra péstuma entraita dos ho- menajes por parte de Sofocles: por un lado, a su personaje Edipo, a Quien le *regala” la apotheosis ("deificacién”) final, y por otro, ala patria chica, Colono, a la que canta su bellisima oda, y a la patria grande, Atenas, ala que obsequia con la eterna proteccién de Edipo divinizado. Edipo, signado desde antes de nacer por tan extraias profecias, al fin sera benefactor parala tierra que lo acoja a su muer- te, Por ello se lo disputan, en el final, Atenas y Tebas. Nuevamente el cardcter duplicado de este ser: maldito durante su vida, protector al fin de sus dfas. ‘A su muerte, sus contemporéneos también vieron en Séfo- les un daimon o genio benéfico, y lo adoraron bajo el nombre de Dexidn, que significa “diestro’, palabra que tiene una carga valora. Sofoctes ysu obra a tiva positiva: los antiguos, que solfan intentar adivinar el futuro a través de diversos métodos, utilizaban entre otros el vuelo de las aves, y entendian que si un ave aparecfa por la izquierda, el presa~ iestro", y si, por el contrario, Hlegaba por la derecha, era Segiin Bowra,}® un estudioso de la tragedia griega, hay una con- viccién, dificilmente garantizada pero innegablemente viva, de que Séfocles trascendié su tiempo y fue un artista puro, un dramaturgo que compuso sus tragedias a partir de los inmutables elementos de Ja vida humana que no necesitan una referencia a su propia épo- ca para explicarios. Consideramos que los artistas no pueden, ni siquiera quieren sustraerse de su contexto, pero veremos que, por cierto, las actitudes del Edipo disefiado por el poeta, independien- temente de su malhadada historia personal, nos muestran distintas facetas del hombre, del hombre universal, sin espacio. 4. Historia de la transmisién del texto Como se ha sefialado, los copistas medievales nos han legado la mayor parte de las obras de la Antigiedad clasica, a través de c6 ces 0 manuscritos cuys grado de conservacién es desigual, y que, en algunos casos, han sido hallados de castalidad e, inclusive, debajo dela escritura de otros textos." En el caso de Sofocles, el manuscrito mds antiguo es de la Bi- blioteca de Lorenzo ce Médicis, en Florencia, y pertenece proba- blemente a la primera mitad del siglo XI. Este manuscrito, llamado Laurentiano o simplemente “L”, consta de 528 paginas, y contiene las siete obras de Sofecles, las siete de Esquilo (con algunos defec- tos) y Argonduticas de Apolonio de Rodas.'® El manuscrito contiene escolios (comentarios) de una segunda mano, es decir, de un se- gundo escriba, pero tal vez dirigidos por el primer copista, y correc- ciones de manos pos:eriores, en general facilmente distinguibles. Towra: 1952% 2. : 1 Estos textos se llaman palimpsestos. 2 Poeta y gramético nacido en la colonia griega de Naucrats, en el delta det fo No, hacia 25 a. y muerto en a sade Rodas, en el mar Egeo en 218, C. Fue dlsefpulo dl pootaaljanrne Calimacoy director del cée- bre Biblioteca de Alejandrfa, El poema épico Argonduticas es su tinica obra cconservada. ae) Séfocles ysu obra Segiin la Introduccién a la primera edicién facsimilar del texto," el manuiserito fue producido en Bizaneio, con letra mintiscula, clara y flexible. De acuerdo con Jeb," el“Laurentiano” seria no sélo el mas antiguo sino el mejor manuscrito de S6focles con el que contamos. Por otra parte, se trata de la fuente de los restantes. Concuerdan con esta titima opinién la mayorfa de los estudiosos,"* fundamentan- dose en que, “aunque otros manuscritos algunas veces corrigen a “L" en pequefios puntos, ninguno suministra correcciones que fue- ran claramente més allé del alcance de un escriba o un gramético moderadamente inteligente’. En general, todos los académicos coinciden en reconocer la importancia de “L” como base del texto sofocleo. Otros manuscritos, también de la Biblioteca de Florencia, son: el Laurentiano 2 (0 segundo), del siglo XIV, que contiene las siete tragedias de S6focles; el G, del siglo XIII tardio, que contiene Ayax, Edipo Rey, Electra y Filoctetes, y el D, del siglo XIV, que contiene ‘Ayes, Electra y Edipo Rey. ‘xisten también manuscritos de Sofocles en otras Bibliotecas europeas, por ejemplo, en la Biblioteca Nacional de Paris, Biblioteca Marciana de Venecia, Biblioteca Bodleiana de Oxford, Biblioteca del ‘Trinity College, Cambridge, Heidelberg, Vaticano, Biblioteca Am- brosiana de Milén, Biblioteca Riccardiana de Florencia, entre otras. ‘Todos estos manuscritos estan fechados entre los siglos XIII y XV, Con relacién a la transmisiGn de los textos clisicos, en especial del texto que nos ocupa, es evidente el enorme lapso que media en- tte la fecha de produccién de los mismos y los cédices de las biblio- tecas que acabamos de listar. Se sabel” que setenta afios después de la muerte de S6focles, Licurgo, el orador, promovis la idea de que se ~ guarclaran reproducciones de las tragedias en los archivos puiblicos de Atenas, y que por escrito se sefialaran los detalles de la puesta en escena, de modo tal que se controlaran los posibles cambios. Pero entre estas iniciativas de Licurgo y el cédice més antiguo pasaron Quince siglos. Ademés, habiéndose producido en Bizancio, debe- ‘mos entender que el escriba que copié el manuscrito “L’, persona “__TThompson, E. M, 1885. London Society for the Promotion of Hellenic Suties Jobb, op. tt '8"Todos eitados por Jebb (op. ct), "Jobb: 1966: lv, © Phutarco, Vida de Licurgo, I Séfoctes ysu obra 19 tal vez de moderada educacién, hablaba el griego del siglo XIII. Por otra parte, él y los demas escribas estaban probablemente lejos de ser académicos en materia de griego clasico, y menos en el tema de las estructuras rtmicas de la poesia griega. Segtin Jebb,"* ni siquiera estarfan capacitados con respecto al gusto literario 0 al sentimiento poético, opinién que evidentemente es un tanto prejuiciosa, pero gue probablemente se relacione con el hecho de que, al copiar, estos escribas podian encontrarse con cosas que no entendian, y en tales casos, o bier. trataban de encontrarle sentido con algin recurso de su propia experiencia, o bien transmitfan simplemente el defecto del texto original, llamado por los fil6logos “arquetipo’ Por tiltimo, debemos admitir que, en general, los textos de S6focles estan mejor conservados que los de Esquilo y los de Euripides. Tebb: 1966: Iv, au IIL. Context politico-cultural La Grecia de los siglos VI yV a. C. era un conglomerado de muy pequefias ciudades-estado independientes, traduccién limitada para la palabra griege polis, que también significa el “centro cfvi- co’, el sistema de gobierno, la garantfa de los derechos civiles, los cciudadanos que formaban parte de esa comunidad, la vida politica misma, la unién entre politica y religidn, entre tantos otros matices. La fragmentacién en tan pequefios estados auténomos, aunque con relaciones cordiales e, inclusive, fraternales, es debida, en parte, a razones geograficas y econémicas: los terrenos tan escarpa- dos constituian barreras fisicas que hacfan costosos el traslado de mercanefas y, en algunos casos, las comunicaciones. Otras razones de esto han sido largamente discutidas por los historiadores, y al- gunos"® han simplificado el asunto atribuyendo la division simple- mente a las concepcicnes de la "mente griega’. Para la época del nacimiento de Séfocles (principios del siglo Va. C), Atenas se encontraba intentando sofocar el peligro persa, que estaba latente, pero que, gracias a la batalla de Maratén (190 a C), habfa sido momenténeamente evitado, Durante los siguientes diez afios, los persas estuvieron ocupados atendiendo una revuelta en Egipto y recuperdndose de la muerte de Darfo, el gran rey evo- cado por Esquilo en la tragedia Persas (472 a. C.), donde se pone en escena con gran maestrfa el dolor persa por su derrota en la batalla de Salamina. Entretanto, los atenienses encontraron un yacimien- to de plata al sur de Atenas, en Sunién, riqueza que, a instancias de Temistocles, el gren estratega, invirtieron en una flota para su propia defensa, recurso del que carecfan. En 480 a. C., finalmente, el imperio persa volvié a atacar: los atenienses, pues, tuvieron que hacer uso de la flota recientemente conformada: a la batalla de las ‘Termépilas, en donde los griegos no pudieron detener @ los persas, quienes finalmente ingresaron a Atenas y la incendiaron, se sucedié Salamina, gran victoria a escala estratégica. En el verano siguiente, la batalla de Platea marcé el fin de la invasién persa, con la asocia~ ci6n de las fuerzas griegas, especialmente atenienses y también es- partanas. Esta gran vietoria incidié en la mente de los helenos, que se formé una imagen elevada de su pueblo, en comparacién con T Kitto: 1973: 94 22 Contexto politico-cultural los “batbaros’, palabra griega que significaba inicialmente “todos aquellos que no hablaban griego’, pero que, a raiz de estos aconteci- mientos hist6ricos, toms el color peyorativo con que nos ha llegado. Los griegos vieron a los persas como barbaros despéticos y tortura- dores, que habfan sido vencidos por el joven sistema democrético, es decir, desde su punto de vista, por la libertad, el intercambio de ideas y la tazén que, idealmente, presidia los debates acerca de las decisiones poltticas y militares de los griegos. Por supuesto que no debemos engafiamos: detrds de los intensos debates que se produ- cian en la Asamblea, existian negociaciones, traiciones, y algunas otras estrategias que inducfan a la “persuasién’. A estas ideas de superioridad contribuyé sobre todo Pericles, hombre culto y gran ‘orador, quien, con todo, consolidé el régimen democratico, dirigis el Estado como estratega, y permitis el desarrollo de la vida cultural en la ciudad, concentrando en ella a los artistas y filésofos més re- presentativos de su época. A través de sus discursos, algunos de los cuales nos han llegado reelaborados por el historiador Tucfdides en su obra Historias de la Guerra del Peloponeso, Pericles insistfa en la primacia de la ley y la libertad, la igualdad de Jos ciudadanos ante la justicia, la respon sabilidad colectiva en las gestiones del Estado, como principios en los que se bas6 el sistema democratico. El control de la gestién piiblica era también un aspecto que los atenienses tenfan muy en cuenta: Esquilo, en la mencionada tragedia Persas, orgulloso canto ala victoria de la democracia frente a la monarquia, marca, entre otras diferencias, el hecho de que los funcionarios atenienses deben rendir cuentas (en griego: euthyine) acerca de su desempeiio, mien- tras que el rey persa Jerjes seguird gobernando a pesar de su terrible derrota, No obstante, Esquilo, en este caso, no puede resistirla idea de un crimen de tal magnitud sin juicio, y,“disfrazado” con la voz de Dario, convoca al mismisimo Zeus para que cumpla la funcién de jez. (cuthyinos) 2° En cuanto a lo econémico, Atenas también tuvo preponderan- cia*" por sobre otras ciudades griegas, tanto en el comercio como en Ja industria, alo que se sum6 el nuevo poderfo maritimo y sus mo- dernos puertos, que fueron fortificados a pesar de la oposicién de Esparta. Atenas dominé entonces durante el siglo V a. C. por sobre el esto de los griegos, especialmente sostenida por las contribucio- BW Persas, 827-8 kitto: 1973 161. Contexto polttico-cultural 23 nes de los Estados que habfan constituido la Liga Délica,* con las cuales Pericles emprendi6 un ambicioso plan de obras publicas. En este contexto, el imperialismo ateniense termind generando descontento en los integrantes de la liga, y junto con esta situacién, los roces con Esparta desembocaron en Ia Guerra del Peloponeso (431 a 404 a. C.), que finaliz6 con la victoria de Esparta, con la ayuda de Persia, en la batallade Egospétamos, en 408 a. C. Es decir, un aio después de la muerte de S6focles, quien, por lo tanto, no vio la de- rota definitiva de Atenas, y, por el contrario, tuvo una bocanada de esperanza a causa de la victoria en las Arginusas (406 a. C.) La vida en Atenasal parecer no condecfa con las grandes obras arquitecténicas que se conservan. Nos ha Ilegado un fragmento de la obra Vida de la Hélade, de un discipulo de Arist6teles, Dicearco, ‘en donde la ciudad es descripta como polvorienta, mal provista de ‘agua, con casas en st gran mayoria miserables. A estas carencias sanitarias podrfa deberse la peste que la azoté durante la época de Pericles, y de la que probablemente haya reminiscencias en la des- cripcién de la plaga que asuela Tebas al comienzo de Edipo Rey. El crecimiento de la ciudad de Atenas fue desordenado y azaroso, sin planificacién, y habia s6lo dos o tres caminos anchos. Con las obras evadas a cabo por Temistocles, en principio, se beneficis el Pireo, puerto ubicado tres millas al sur de Atenas, donde se construyeron amplias vias de acceso. En cuanto a la vida cotidiana, se dice que los varones de su tiempo hacfan vida de puertas afuera, pasando poco tiempo dentro de sus casas. Tenfan intereses cfvicos, y la estructura politica de- mocratica les permitia, e inclusive les demandaba la intervencion en las cuestiones del Estado, a través de la asistencia a la Ecclesia © Asamblea, compuesta por todos los ciudadanos. Hay que acla- rar que eran considerados ciudadanos, por una ley de 451 a. C., solamente los varones nacidos de padre y madre atenienses. Esto implica que estaban excluidos de la Asamblea las mujeres, los esclavos, generalmente provenientes de botines de guerra, y los extranjeros, llamados metecos (del griego mézoikos, literalmente: % Como su nombre lo indica, se conformé en Delos en 478-477 a. y agrupaba a diversas ciudades griegas, constituyendo de esta forma un imperio maritimo. Esta liga ético-délica fue constituida en principio como ddefensa contra os persas, aunque se convirtié en un instrumento de los in teteses y del imperialismo ateniense. En 404 a. C, con la derrota de Atenas ten la Guerra del Peloponeso, la Liga se disolvi6, 3 Lotters: 1953: 23, 24 Contexto politico-cultural “el que vive junto a la casa"; emigrado que vivia en Atenas). Estos varones eran conversadores, como vimos en el caso de Séfocles. Su vida era activa, y en esa vida “de puertas afuera’ preferian ofr a los poets, filésofos y oradores, que producir textos en privado. Por otra parte, eran exquisitos, preocupados por la estética, lo cual implica tuna biisqueda de armonfa, Esta visi6n aristocrética de a sociedad concordaba sdlo en par- tecon la realidad, dado que el pequefio campesino, que trabajaba la tierra y por ello mismo se afincaba alejado de la zona urbana, tenia muy pocas posibilidades de incorporarse ala vida politica. Por su parte, las mujeres atenienses no intervenfan en la politica, carecfan de derechos, y desde su nacimiento hasta su muerte debfan estar bajo la tutela de un varén cercano: su padre, un hermano, un tio ‘el esposo. En el caso de las mujeres casadas, también se cuenta que tenian poco trato con sus esposos. Hay una anécdota de Sécrates contada por el militar e historiador ateniense Jenofonte,* que daria fe de esto: ante la pregunta de Sécrates: "Hay alguien con quien con- verses menos que con tu esposat”, su interlocutor responde: “Ningu- no, o no muchos, ciertamente’, Las casas tenfan un sector reservado a las mujeres, y—nuevamente segtin Jenofonte— con cerraduras y barrotes. Sus salidas estaban en general limitadas a la asistencia a ciertos festivales religiosos femeninos, y las compras solfa hacerlas el marido. Sin embargo, esto no significa que la mujer ateniense no saliera nunca: lo hacfa generalmente acompafiada de una esclava, y de hecho, también recibia visitas de otras mujeres en su casa. Los matrimonios eran arreglados por los padres, con lo cual se estima que habia poco contacto entre los novios, aunque algunos manifiestan haber elegido a su esposa y otras fuentes indican que odian darse serenatas a la novia. Ademés, en Atenas, a diferencia de otras ciudades griegas,** no estaba prevista la educacién de las mujeres, y si por cualquier razén un varén preferfa tener una com- Feonémico ll, 12. #8 Kitto: 1978: 304, ® Sabemos que en Lesbos, Mileto, Salamina, Esparta, entre otras ciudades griegas, habia comunidades de educacién integral para mujeres antes de! matrimonio, llamadas thiasol, en donde las muchachas aprendfan mitsica, danza y canto, ademés de algunas “armas de belleza y seduccién' La maesira més conocida de estas "escuelas" es Safo de Lesbos, nacida hacia €1612 a, C,, una poetisa que nos ha dejado algunas de las mas bellas y de- licadas composiciones Iricas de la antigiedad, algunas dirigidas a elertas iscipulas. Contexto politica-cultural 25 paficra bien educada en temas como la literatura y la filosofia, solia encontrarla entre las hetairas 0 heteras, acompafiantes principal- mente jénicas, que estaban en un lugar intermedio entre la dama y la prostituta. También cumplian estas funciones las bailarinas y Hlautistas. Por otra parte, la mentada incomunicacién entre los cényuges también es puesta en duda por distintos testimonios. El orador Deméstenes®” nos presenta un caso: en el discurso contra Neera, uno de los argumentos esgrimidos por el orador para convencer al Jurado de que condere a la mujer, seftalada como una prostituta, es lo dificil que resultard explicar el veredicto contrario a las pro- pias esposas e hijas. Sefiala que las mujeres de la casa insistirén en preguntarles a cada uno de los jueces, a la vez esposos y padres, las, alternativas del juicio, y cémo cada uno de ellos tendré que justi- ficar por qué motivos absolvié o condené a la rea. En lo profundo de este discurso debe entreverse un didlogo habitualmente fluido centre todos los integrantes de la familia, y un natural interés por las actividades del hombre de la casa. También algunas imagenes de la alfarer‘a y algunas estelas funerarias muestran a los esposos en idflico abrazo. Por otra parte, el desarrollo politico y econémico contribuyé a la perfeccién artistica: los atenienses heredaron la elegancia de Jos jonios y la fuerza de los dorios, ambos pueblos que, junto con Jos eolios, Ilegaron a Grecia desde el centro de Europa," y constitu- yeron la base étnica de los helenos. Esta fuerza y esta elegancia se dejan ver en la escultura, en la alfarerfa y en la arquitectura, a.El teatro El teatro fue la manifestacién artistica “mas ateniense’, y perci- bimos en cada una de las obras conservadas el delicado equilibrio (una armonia que a veces se quiebra, entre fuerzas opuestas) que traduce cada vez la tensién que se produce entre los antiguos siste- mas politicos —monarquia y aristocracia—, y la novel democracia, entre el émbito de lo humano y lo divino, y en el seno mismo del 7 Deméstenes, XIL, Contra Neera, 28 Estos antiguos pueblos integran un conjunto de etnias que realizaron tuna serie de expansiones que los llevaron a dominar gran parte de Europa y Asia. Por eso son llamades indoeuropeos o también indogermanicos. 26 Contexto polttico-cultural hombre, con sus aristas conocidas y sus partes oscuras.® Los orige- nes del teatro siguen siendo objeto de diseusién, pero lo mas pro- bable es que sean las representaciones con fines teligiosos, es decir, representaciones rituales, que han existido en todas las civilizacio- nes, En Grecia, la representacién que con toda probabilidad dio origen a la actividad teatral es el ritual dionisfaco. Segtin la leyenda, Dionisos, el dios del vino, las festividades y la vegetacién, ensefé a Jos mortales cdmo cultivar la vid y eémo hacer vino, también se lo lamé Baco, nombre que heredaron los romanos. Esta deidad era buena yamable con quienes lo honraban, pero enloquecta yllevaba Ja destruccién a quienes lo despreciaban a é! 0 a los rituales de stu culto, que consistian inicialmente en la reunién en lugares aparta- dos de la zona urbana de grupos de mujeres, que abandonaban sus casas momenténeamente. Se crefa que estas mujeres tenfan pode- res especiales, porque conocian ciertos misterios del culto a Ia di- vinidad, En sus reuniones, entraban en estado de éxtasis, bailaban, cantaban y gritaban frenéticamente, vestidas con pieles de ciervo. Estas celebraciones, también llamadas bacanales (por Baco), se hicieron cada vez. més descontroladas, y los romanos del siglo I a. C. las prohibieron. Sin embargo, hay testimonios en cerémicas del siglo Id. C. de que se siguieron realizando. Entretanto, en Grecia, de acuerdo con a tradici6n, Dionisos morfa cada invierno y renacfa en la primavera, Para sus adeptos, este renacimiento ciclico, acompa- fiado de la renovacién estacional delos frutos delatierra, encarnaba Ja promesa de la resurreccién de los muertos. Dado que la naturale- za también tiene sus ciclos era comtin en las civilizaciones antiguas aplicar estos procesos de nacimiento y muerte a alguna divinidad, generalmente relacionada con la tierra, con la esperanza de que, del mismo modo, vuelvan alla vida los seres queridos. En el caso de Dio- nisos, en efecto, la leyenda cuenta que Hera, enojada con su esposo Zeus, orden6 alos Titanes secuestrar a Dionisos, fruto recién nacido de una nueva infidelidad de su marido. Desmenuzado y hervido en una olla, fue reconstituido y vuelto a la vida por su abuela Rea. Los ritos anuales en honor de la resurreccién de Dionisos evo- lucionaron gradualmente hacia la forma estructurada det drama griego, y, cuando el culto fue aceptado como parte de la religién estatal, se celebraron importantes festivales en honor del dios, du- rante los cuales se realizaban grandes competiciones draméticas. El 2 La famosa sentencia délfica da cuenta de esta necesidad de autoco- nocimiento: "condcete a i mismo" (gndthi seautén) Contexto politico-ctuleural 27 festival mas importante, las Grandes Fiestas Dionisiacas, tenfa lugar en Atenas durante cinco dias de cada primavera, Originariamente, la celebracién habrfa consistido en un coro de jévenes disfrazados con pieles de cabras (en griego: trdigos) a los que se llamaba “séti- ros", que acompafiaban al cortejo que celebraba la resurreccién de Dionisos, haciendo demostraciones ruidosas, con cantos (en griego: ofdé)® y danzas, y luego dialogaban con uno de ellos, que representaba al dios mismo. El contenido de esos didlogos era, alternativamente, triste por la muerte y alegre por la resurreccién de la divinidad. Esos didlogos fueron haciéndose complejos: los poetas, tal vez recogiendo esta costumbre, escribieron didlogos y escenas que eran representados por un actor, denominado hypokri- 165 (probablemente con el sentido de intérprete), que a veces era cl poeta mismo, y un coro. Los didlogos ampliaron su temética hacia otras divinidades y otras leyendas, dando lugar a la tragoidia (es decir, canto de cabras). Segiin algunas interpretaciones, el nombre “tragedia" se debe a otra etimologfa: Dionisos como dios del vino serfa una superposicién posterior sobre otro Dionisos, dios frigio de la cerveza, también llamado Sabazio, y, en este caso, la palabra trdgos se relacionaria con el cereal con el que en Grecia se elaboraba Ja cerveza. En estos grandes festivales, los artistas tragicos presen- taban trilogias, es decir, grupos de tres tragedias, con el agregado de un drama de sétiros, composicién de cardcter grotesco y extrava- gante, que podfa tener relacién tematica con la trilogia. En relacién con los temas de las trilogias, hasta la época de Séfocles era obliga- torio que se vincularan estrechamente, En relacién con la etimologia de “teatro”, la palabra proviene del griego thedomai: “mirar’, “contemplar’, “ser espectador’. Mien- ‘tras que skopéo, otra palabra con la que comparte el significado de “mirar’, se limita a “observar’, y, por extensién, “reflexionar’, “considerar”, thedomai se extiende més alld, significando también “reconocer’, “comprender’. De su significado se desprende que los espectadores del drama alcanzan la “comprensiGn” de sus diversas connotaciones. Bl espectculo era multitudinario, semejante a lo que significa en la actualidad un partido de fiitbol 0 un concierto de un muisico famoso. Se levaba a cabo al aire libre, comenzaba temprano en la mafiana y segufa hastala puesta de sol por varios dias consecutivos. El ptiblico pagaba una pequefia entrada, a veces subsidiada por el De esta palabra proviene “oda’ 28 Contexto politico-cultural Estado, para asisti al anfiteatro, un semicfrculo con gradas escalo- nadas construido aprovechando la falda de alguna colina. La exce- Tente actstica de este dmbitu, uyudada por el uso de méscaras que amplificaban la voz de los actores, no necesitaba de elementos adi- cionales para permitir apreciar con toda claridad, aun alos especta- dores sentados en latiltima grada," los didlogos ylos cantos corales. Bl escenario era una especie de plataforma cerrada por detrés con ‘un muro, generalmente decorado, donde se desarrollaba la accién. El coro, formado al principio por doce personas, se ubicaba delante del escenario, en un semicfreulo llamado orkhéstra, En cuanto alos actores, fueron aumentando de uno en uno, pero nunca pasaron de cuatro, Vestian ropas lujosas para la tragedia, y harapos o ropas ‘vulgates en las comedias, y sus méscaras les servian también para {dentificarlos. Usaban un calzado especial, el coturno, que tenfa al- tas plataformas para elevar su estatura, seguramente como vestigio de la época en que el actor debia diferenciarse del coro, ya que en esos tiempos vestfan los mismos atuendos. Los papeles siempre eran representados por varones, aun los roles femeninos. La organizacién y el funcionamiento del teatro eran asunto de interés piblico y estaban a cargo de uno de los nueve arcontes, es decir, magistrados con poderes civiles y judiciales. Estas represen- taciones dramaticas eran un gasto, y el Estado se lo imponia a un cludadano rico, para quien era una carga pero también un honor solventar estas puestas en escena en calidad de khoregés (“el que se encarga del coro”). Para seleccionar las obras que debfan ser repre- sentaclasy los actores se realizaban concursos puiblicos de preselec- cidn, en los que se ensayaban las obras delante de un jurado. Los poetas seleccionados recibfan una corona de hiedra o laurel como simbolo honorifico. El laurel era el atributo simbdlico de Apolo, y recordaba la leyenda de st amor imposible por la ninfa Dafne, con tada por el poeta latino Ovidio en Metamorfosis®® Eros, el pequeio dios que con sus flechas condena a algunos al amor y a otros al des- den, se vio ofendido por Apolo, que habfa vencido recientemente a la temible serpiente Pitén (de ahf que su templo en Delfos se lame ST Algunos han tenido la suerte de comprobar Ia actistica in situ, ha- cienclo la famosa y simpatica “prueba del fsforo", que consiste en sentarse en lauiltima grada de un anfiteatro antiguo, mientras un compaiero encien- de un fésforo en el centro mismo del escenario. Efectivamente, desde esa distancia se oyen el roce y el chispazo. 8 Metamorfosis, Libro I, w. 452-582, Contexto polttico-cultural 29 “pitico”), y, engrefdo, se burlé del poder de las flechas de aquél. Eros, entonces, hiere a Apolo con la flecha del amor hacia Dafne (“laurel’, cen gtiego), y a la ninfe con la flecha del desamon. Asi, asediad por el dios, la ninfa lo desprecia indefectiblemente. Pero, en un mo- mento, Apolo casi logra alcanzarla; la ninfa, desesperada, implora asu padre, el rfo Peneo, yaa tierra, y logra ayuda: inmediatamente de concluido su ruego, siente un espasmo. Su cuerpo se transforma en tronco; sus pies, en rafces que se hunden en la tierra; sus brazos y cabellos, en ramas cubiertas de follaje. Apolo se abalanza sobre €l arbol, y se lamenta: ya que no puede ser su mujer, seré su érbol, perenne honra de las victorias de la divinidad. La importancia de las festividades que servian de marco a estas, representaciones debe llevarnos a pensar que el contenido de estas ‘tragedias no era trivial, y que en gran medida obraron como instru- mento para la transmisién de ciertas ideologias, dado que se trata de un teatro civico, y generalmente con intenciones educativas. En todos los tiempos. los artistas han tomado posturas politicas determinadas. En este caso, dentro de una cultura como la griega, ‘comprometida, reflexiva y critica respecto de sus instituciones y sus funcionarios, estos artistas de la palabra, poetas y dramatur- {g0s, también se involucraron en cuestiones ciudadanas a través de sus producciones, sin poder sustraerse de su época. Esquilo, por ejemplo, da cuenta del origen del tribunal del Areépago, la instituci6n ateniense que juzgaba crfmenes de sangre, a través de Orestia, trilogia compuesta por las tragedias Agamendn, Coéforas y Euménides (donde se cuenta la historia de la muerte de Agamenon, jefe de las fuerzas griegas vencedoras en Troya, por parte de su esposa Clitemnestra y la venganza de su hijo Orestes, quien enlo- quece posteriormente). También hemos mencionado su tragedia Persas, tnica tragedia de tema historico conservada. Por su parte, Eurfpides presenta a personajes miticos que se destacan por la pér- dida de su estatura heroica, a los que hace pronunciar coherentes discursos sobre el mismo tema ya sea a favor o en contra a la ma- nera de los maestros ce la retdrica, los sofistas que empleaban esa técnica para ejercitarse. S6focles, por tiltimo, no presenta intereses manifiestos en cuestiones propias de la época, ya sean politicas © de otra indole. Sin embargo, siguiendo a Rodriguez Adrados,* nuestro autor no se interesa “directamente por la politica, sino por 5 Rodriguez Adrados: 1983:290. 30 Contexto politico-cultural un tema previo a ella y que, por lo demés, la condiciona: el tema de la aceiény el destino humanos en conexién con el orden inmutable del mund b. El texto teatral En cuanto al texto teatral, Arist6teles teoriz6 acerca de la trage- dia recién en el siglo IV a. C., en su Poética,* datada por los espe- cialistas entre el 335 y el 323, donde la define como “imitacién de tuna acci6n elevada y perfecta, de una determinada extensién, con un lenguaje diversamente ornado en cada parte, por medio de la accién y no de la narracién, que conduce, a través de la compasion y del temor, ala purificacién (kdtharsis) de estas pasiones'** Otros {dos ejes la estructuran: el de la peripecia (peripéteia: “vuelco de la situacién en su contratia”) el del reconocimiento (anagndrisis), en donde el personaje pasa de la ignorancia al saber. Segtin el filésofo, el texto debfa estar dividido equilibradamente en escenas o episo- dios, lo que hoy llamarfamos actos, y entre las intervenciones de los actores y del coro, cada una con su correspondiente nombre. Comienza por el prélogos, en el que se plantea la cuestién y se dan a conocer los personajes. Le sigue la presentacién del coro, llamada pdrodos. Todo constituiria el “primer acto’. A este le sigue el primer episodio (epeisédion: “digresién’, “incidente"), seguido por el pri- mer estésimo del coro (en gtiego, stdsimon: cuando el coro se queda fijo en la orkhéstra); luego deben seguir dos episodios més seguidos de sus respectivos estésimos, y el ultimo episodio con su éxodos, que significa salida, e indica que el coro abandonard la orkhéstra. Esta estructura de cinco “actos” es acorde a la estructura de Edipo Rey, No en vano, Arist6teles ya la sefiala como modelo de tragedia, no séio por st perfeccién formal, sino ademés, entre otras cosas ya mencionadas, por el desarrollo de los acontecimientos. Los textos, como se sabe, estaban escritos en verso, y tenfan partes dialogadas y partes liricas, es decir, cantadas por el coro. Los origenes de la poesia lirica se remontan probablemente a la época micénica (siglos XV al XII a. C.), y son atribuidos, en general, al hé- toe Orteo, hijo de Apolo y la musa Calfope segtin algunas versiones W hristételes: Postica, 1449b, 6. La traduccién utilizada corresponde a Angel Cappellett 1 Arist6teles: Podtica, 1449b, 6. Contexto polttico-cultural 31 del mito, que acompaftaba sus cantos poéticos con la lira. Bajo el nombre de liriea eneontramos una gran riqueza de formas y temas, pero las agrupa un comin denominador: se trata de la poesia que se distingue de la épica, la que narra las gestas de los héroes mito- 6gicos. Generalmente cantada, a veces tecitada, y acompafiada de tun instrumento musical, puede ser monédica (dle monos: “uno” y ide: “canto"), es decir, entonada por un solo cantor, 0 bien, coral, cantada por tn grupo, como es el caso de las obras del poeta Pin- daro de Beocia (518 a. C.-438 a. C.), quien componta encomios, es decir, cantos de alabanza para los vencedores de las competencias deportivas. a tragedia tenfa una estructura ritmica determinada para las, partes dialogadas y otra distinta, més variada, paralas partes liricas. La rima no existfa, yl ritmo se consegufa a través de la combina- cidn de sflabas largasy breves, dado que las lenguas antiguas tenfan vocales breves, cuya duracién, en la notacién musical actual, equi- valdria, aproximadamente, a una corchea, y vocales largas ydipton- gos, que valdrfan el doble de las breves. Algunas combinaciones de vocals breves con determinadas consonantes también daban lugar a sflabas largas. Este ritmo, imposible de recuperar, no dependia del acento de cada palabra suelta, ni tampoco, en general, salvo en algunos esquemas métricos liricos, de la cantidad de sflabas que componfa cada verso. La “métrica’, como los estudiosos suelen lla- mar al andlisis de estas estructuras ritmicas, consta de: 4) la combinacién de sflabas largas y breves en pequefios gru- os llamados ‘pies”; ) lacolocacién de ciertas pausas llamadas “cesuras” en el inte- rior de cada verso; ©) la ubicacién de acentos dentro de cada pie, independientes de la acentuacién de la palabra: esta acentuacidn es tan di- ficil de reconstruir como la “cantidad” de silabas, porque la entonacién se parece a un “golpe” (en latin: ictus) més fuerte que el resto del pie. Se desprende de estos datos que la poesfa trégica era absolu- tamente musical, en especial los cantos corales, que eran inclusive acompafiados de danzas. Es lamentable que no haya quedado ningtin registro escrito de las composiciones musicales que acom- pafiaban estas odas. Como vimos, casi todas las obras de la antigiiedad clisica nos han llegado a través de la labor de los escribas medievales, cuya ta- rea consistia en copier las obras antiguas de las que el monasterio que los albergaba conservaba alguna version. Se entiende a partir de 32 Contesto politico-cultural ‘sto que podfan existir tantas versiones de una misma obra cuantos, monasterios y bibliotecas hubiera. A eso, debemos sumarle la mano del hombre, que genera inexactitudes en los textos, a veces por error 1u omisién involuntarios, a veces por deterioro de los materiales, a veces, inclusive, por el afan de corregir lo que a ojos del copista era un error en el manuscrito, Asf, cuando un estudioso de la literatura antigua, griega o latina, quiere acercarse a una obra, debe tener en cuenta la cantidad de manuscritos existentes, que son comparados por un especialista en filologfa, el editor, quien, finalmente, dara con el texto que considere “definitivo”, Para esta tarea deberd tener en cuenta el estilo del autor, el vocabulatio propio de la época, los errores mas frecuentes en los que suelen caer los escribas, entre otras tantas herramientas de andlisis. Se consideran més serias, aquellas ediciones que tienen en cuenta todos estos aspectos, y que cotejan la mayor cantidad de manuscritos. Por ejemplo, si en dos 0 ‘mas manuscritos el editor encuentra dos o més variantes, llamadas también lecturas (cambios de letras, de palabras, de orden de los versos, etc), en un lugar determinado de la obra, deberé decidir cual es la lectura o variante a su juicio correcta, e inclusive justificar el por qué de esa decisién, En este sentido, el andlisis métrico no es una tarea estéril: por el contrario, cuando los filélogos compa- ran distintos manuscritos, el esquema métrico es un instrumento fundamental, como los otros mencionados, para determinar, ante dos o més variantes, cudl puede serla palabra mas adecuada en ese contexto, Los didlogos y las partes corales también se diferenciaban por el dialecto, es decir, por la variedad de la lengua griega utilizada: los actores recitaban en dialecto atico, propio de Atenas, y el coro can- taba, generalmente, en la variante dialectal dorica, En los textos draméticos actuales, los dramaturgos agregan acotaciones escénicas, es decir, notas en las que indican de qué modo debe disponerse la escenografia o qué actitud deben tenerlos personajes, En cambio, en la tragedia griega los autores no utiliza- ban este recurso, puesto que dentro de cada parlamento se informa lo que se ve y lo que se oye, y la actitud de cada personaje: enojos, alegrfas, lantos, lamentos, gritos, todo esté en boca de los persona~ jes que intervienen. Por otra parte, la méscara impedia diferenciar los estados de dnimo, y los atuendos sélo permitian distinguir entre los personajes. Arist6teles también teoriza acerca de los elementos que deben ser incluidos dentro de una tragedia, o partes cualitativas (frente a las partes cuantitativas: episodios, estdsimos, etc.). Para el fildsofo, Contexto politico-cultural 33 no deben faltar: el argumento, los personajes, el lenguaje, el pensa- miento, el espectaculo y el canto, La tragedia es representacion de acciones o hechos, que deben estar organizados (a través del argu- mento), levados a cabo por personajes (0 caracteres), expresados a través del lenguaje, que debe, a su vez, expresar una o més ideas (pensamiento), y, de los elementos restantes, el canto es el principal adorno, mientras que la fuerza de la tragedia no depende tanto de Ia actuacién y de la escenografia (es decir, del espectculo), como del texto dramatico. Gramaticos posteriores nos han legado también unas pequefias resefias de las obras, llamadas “argumentos’, del latin argumentum, que ademas de “razonamiento” o “argument”, significa “conteni- do’, “sumario’. En gri2go se llaman hypdthesis, "base", “fundamen- rincipio”, y también “contenido o pensamiento fundamental’ Estos pequeiios textos figuran al comienzo de las obras dramiticas, ycontienen algunos catos acerca del mito que permitian, trascurri- dos algunos siglos, comprender la totalidad de la obra. Ya en la antigtiedad, la representacién teatral permitfa ciertos “efectos especiales’: asf, para la presentacién de alguna divinidad en escena, se utilizaba un dispositive llamado mekhaneé (literal- mente, “méquine’, “a:tefacto"), que permitia, a través de poleas y arneses, colgar al actor para que pareciera enviado desde los cielos. En latin se lo conoce como deus ex machina ("el dios que sale de la maquina’) Otro dispositive era el ekkeyklema, que se emparienta etimolégi- ‘camente con la palabra kyklos:‘cfrculo”: se trata de una méquina gi- ratoria teatral que permitfa exhibir lo que estaba ocurriendo dentro de la casa o palacio; para lograrlo, se movia en circulo el escenario. ‘Algunas tragedias evidencian la necesidad de uso de estos artefac- tos. En el caso de Prometeo Encadenado, de Esquilo, en la que no sélo se muestran en escena algunas divinidades, sino que ademas se produce una catéstrofe al final, muchos comentaristas sefialan la posibilidad de que en la representacién haya sido utilizado el ekkyklema. 35 IV. Anilisis dela obra El nombre de Ecipo esté emparentado con dos prohibiciones atévicas, es decir, ancestrales: el parricidio y el incesto. Que la men- te gtiega haya concentrado ambas “manchas” en un mismo sujeto habla alas claras de lo econémica que ha sido esa cultura en cuanto a modelos. Cuando hablamos de economfa, nos referimos a la sin- tesis entre diversos e ementos bajo un mismo sujeto, que se trans- forma en paradigma, del griego parddeigma, “modelo”, “ejemplo. ‘Como veremos, en el caso de Edipo la figura mitica no se forjaa un mismo tiempo como parricida e incestuoso, sino que, por el contra- rio, esta superposicién se produce en forma progresiva. Edipo es, entonces, el hombre sobre el que recaen las peores vergiienzas. Sin embargo, a estatura moral del gobernante disefiado por Séfocles es casi impecable: apenas producida la anagnérisis" (el “reconoci- miento’, en este caso de los propios crimenes), el buen rey hace re- caer sobre sf mismo los castigos que habia decretado para elasesino de Layo (su padre y antiguo rey de Tebas), y, ademas, decide cegarse para no ver el futo de las horrorosas bodas con su madre Yocasta, es decir, sus cuatro hijos: Polinices, Etéocles, Ismene y Antigona, Entonces, spor qué un castigo tan grande sobre un mismo par de hombros? Séfocies no se preocupa por darnos razones. Por el contrario, en sus obras se reitera una idea: todo es de los dioses. Es decit, que nosotros, mortales, no podemos acceder a los inescruta- bles designios divinas, Esto tiene una consecuencia directa sobre la vida humana: no sabremos cuan feliz es, fue 0 sera una persona hasta el mismo momento de su muerte; en cualquier instante pue- de ocurrir la peripeteta o peripecia, el cambio de una situacién en su opuesta, @.Elmito Los mitos son relatos que tienen como protagonistas a seres fabulosos, mortales con gran cercania a los dioses, es decir, héroes, 38 Sélo un poco soberbio, y demasiado seguro de sf mismo, segtin ve~ 57 Aristételes, Poétiea, 14528, Aprovechamos esta cita para recordar que el fildsofo sefiala en su obra que la tragedia Eiipo Rey es la mas perlecta, entre otras cosas porque “el reconocimiento mas bello se produce cuando se da junto con la peripecia, como sucede en el Edipo". 36 Andlisis deta obra © bien divinidades, 0 bien elementos de la naturaleza divinizados, cuyasacciones nos ayudan a dar respuesta a alguin interrogante que atin no se ha podido resolver racionalmente, por ejemplo: el origen de algiin elemento o fenémeno de la naturaleza, la fundacién de alguna ciudad, laexistencia de alguna divinidad o de algiin ser fuera de lo comtin, El rito es la representacién de un mito, que los indi- viduos de la comunidad llevan a cabo cfcticamente, generalmente con la finalidad de revivir un origen, o de solicitar alas divinidades {que se produzca algtin fenémeno natural (la Iluvia, la curacién, por ejemplo). Esta definicién del mito, como se puede observar, no esta planteada en términos de “comunidades primitivas’, sino que se trata de una definicién atemporal, porque todas las culturas y todas Jas civilizaciones tienen y tuvieron, y muy probablemente tendrén mitos. Tampoco se los puede considerar verdaderos o falsos, plemente porque los mitos no son verdades ni mentiras. Existen en una época determinada para asegurar al hombre que puede dle algtin modo explicar el mundo que lo rodea, y, por ello mismo, manejarlo, La literatura grecolatina ha transmitido gran cantidad de rela- tos mitolégicos provenientes de una religidn que se ha fusionado finalmente con el cristianismo, y cuyo estudio también puede ayu- darnos a entender nuestra propia cultura occidental, s posible encontrar varias obras de distintos autores antiguos que compartan el mismo relato mitico, , sin embargo, las obras re- sultantes son entre sf completamente diferentes, Dado que ponian en escena relatos conocidos por todos, aunque con algunas varian- tes, esta reiteracién implica que los artistas no buscaban la origina- lidad en la tematica, sino en la forma que daban a ese relato. En cuanto a la figura de Edipo, se cree que en principio” Edipo cera un daimon® del afio, es decir, una divinidad primitiva, un es- pirilu de la vegetacién que moria todas las primaveras de muerte infame, pero que tenfa un poder sobrenatural que aseguraba al pensamiento primitivo una purificacién a través de esa muerte ciclica.” Su carécter parad6jico, a la vez impuro y purificador, es entonces uno de los tantos ejemplos de la tensiGn entre opuestos ‘que impregna el pensamiento griego. Mas tarde se considerd al Wide: 1977, ® Esta palabra deriva en espaol “demonio’ 4 Luego, volveremos sobre este carécter de “chivo expiatorio" de la figura edipica, Andiisis de ta obra 37 desventurado Edipo como un particida, y el incesto le fue atribuido, segtin veremos, en una época atin posterior. Comu es de notar, esto nos habla de una tendencia ala synthesis, es decir, etimolégicamen- te, ala “puesta en conjunto", En este sentido, encontramos el llamado “ciclo" tebano”, que cuenta la saga de la femilia real tebana, que arrastra, generacin tras generaci6n, otros horrendos crimenes y sus respectivas maldicio- nes, venganzas 0 castigos. Esta saga es tratada, en textos felizmente conservacios, por los tres trdgicos griegos: de Esquilo nos llegé Los siete contra Tebas, de Euripides, por su parte, nos llegé Las Fenicias. En cuanto a Séfocles, como ya se dijo, tres de las siete tragedias conservadas refieren a este mito: Edipo Rey, Antigona y Edipo en Colono. Otros autores antiguos también han hecho referencia a Edipo: Homero, por ejemplo, en Odisea, Canto XI, v. 271 y siguientes, re- lata el descenso de Ulises 0, mejor, Odiseo, al pais de los muertos, Mamado Hades, por ser ése el dios de la muerte. All se encuentra, entre otros, con la esposa-madre de Edipo, aqui llamada Epicasta, lo que sugiere, por ser Odisea de alrededor del siglo Vill a. C., que ése seria su nombre verdadero. Epicasta significa algo asi como “la muy sobresaliente’, mientras que en el nombre “Yocasta’, “yo-" se relacionarfa con Ia palabra griega hyids, que significa “hijo’, 0 se “Ia que sobresale por su hijo" Tal vez esta modificacién se relacio- ne con Ja evolucién del mito de la que ya se habl6, de sus origenes como espititu de la naturaleza a su caracterizacién como parricida e incestuoso, Pero importa saber qué dice Homero, en especial acerca de la “Vi también ala madre de Edipo, la bella Epicasta, que co- ‘querer una gran falta, casdndose con su hijo; pues éste, luego de matar a su propio padre, la toms por esposa. No tardaron Ics dioses en revelar a los hombres lo que habis io: y, con todo, Edipo, si bien tuvo sus suftimientos, si- {gui6 reinando sobre los cadmeos en la agradable Tebas, por los pemniciosos designios de las divinidades; pero ella, abru- mada por el dator, se fue a la mansién de Hades, de s6lidas. puertas, tras atar un lazo al elevado techo, y le dejé tantos We llama ciclo al conjunto de tradiciones relativas a un lugar, o bien a un héroe determinado, 38 Andtisis de ta obra dolores como causan las Canto XI, w. 271-280) fnias® de una madre.” (Odisea, Es decir, ni ciego ni exiliado. Por el contrario, Edipo siguié rei- nando en Tebas. Yocasta, por su parte, no logré superar los aconte- cimientos y se ahore6, como retoma la literatura posterior. ‘Tenemos también el testimonio del gedgrafo Pausanias,* sobre un fragmento del mito, quien a su vez cita otras testimonios, el de Oulisea, ya visto, y, ademés, uno de los fragmentos que llegaron a nuestros dias del arcaico poema Edipodlia “Siendo Layo rey y eniendo por esposa aYocasta, un oréculo Te Mlegé desde Delfos diciendo que si Yocasta tenfa un hijo, ese hijo le traeria la muerte, Entonces él abandoné a Edipo: todavia Edipo matarfa a su padre cuando creciera, y se casa- ria con su madre. Por mi parte, no creo que él tuvierahijos de ella, Homero es mi evidencia en Ocisea (ya citado)’ Pero, a raiz de lo dicho en Odisea: “No tardaron los dioses. Pausanias se pregunta: “4C6mo lo pudieron haber hecho notorio enseguida, si Edipo y Epicasta tuvieron tiempo de tener cuatro hijos? La madre (de los hijos de Edipo) realmente fue Eurigania, la hija de Hiperfante. El autor del poema llamado Eaipoctia lo hace claro, y en Platea, Onasias ha pintado una apesadumbrada Eurigania en la batalla de sus hijos*”, Segiin Edipodia, el més antiguo poema conocido sobre el tema, Edipo, entonces, no se casé con su madre ni tuvo hijos con ella. Como hemos adelantado, el incesto es, por lo tanto, una elabora- cin posterior, Ademés, Pausanias cita a un pintor, Onasias, para ® Las Erinias eran tnas divinidades vengadoras, horrendas, que perse- _guian especialmente a aquellos que habfan cometide delitos de sangre. 8 Pausanias nacié a mediados del siglo I, y escribié un Itinerario de Grecia, compendio y evocacién de diversos lugares y sus respectivos mitos, ‘Aqui se hace referencia al pasaje IX, 5,10, "La batalla de Platea a la que hace referencia Pausanias es la que se relata en Los siete contra Tebas de Esquilo, en la cual, se verd, ambos hijos de Edlipo, Etéocles y Polinices, se disputan el trono tebano, Andlisis de la obra 39 dar cuenta de otro testimoi de Edipo. Debemos entonces ubicar la accién dramatica de Edipo Rey, contando en su totalidad la historia a la que pertenece: la saga te- bana, 0 ciclo tebano, que narra, como adelantamos, toda la historia dela familia real de Tebas, desde su fundacidn. Dado que los prota- gonistas de este mito son héroes, es decir, seres mortales, pero con cercanfa, afinidad o inclusive parentesco con las divinidades, no debe sorprendernos que los dioses los aconsejen, se les aparezcan, les tengan afecto u odio, etc. Efectivamente, los dioses griegos son antropomérficos, no sdlo por sus aspectos, sino también por sus sentimientos: experimentan amores, odios, deseos y pasiones tanto 0 més exacerbados que los humanos. Algunos hitos de esta historia mitica nos ayudarén a completar ycomprender la tragedia: Agenor, el rey de la ciudad fenicia de Tiro, ‘envfa a sus hijos varones a rescatar a su hermana Europa, raptada por la divinidad suprema, Zeus (disfrazado de toro), sin la cual no podrén volver a Tiro, Obviamente, ninguno de los hermanos puede retornar, y cada uno funda alguna ciudad para establecerse en ella. Uno de ellos es Cadi, quien, guiado por el oraculo de Delfos, debe seguir a una vaca hasta que ésta decida echarse, Alli debe fundar una ciudad, Efectivamente, Cadmo funda Tebas, pero antes debe luchar contra una serpiente o dragon (la palabra griega drdkon significa ambas cosas), que estaba aniquilando a sus compafieros, hhasta que mata al animal con una piedra, y siembra sus dientes por consejo de Atenea, diosa hija de Zeus, que encarnaba la méxima fuerza y la maxima sabidurfa. De los dientes sembrados surgen los Spartoi, en griego, “hombres sembrados’. Cadmo tira piedras entre ellos, hecho por el que comienzan a acusarse unos a otros, enta- bbldndose una lucha de la que solo sobrevivieron cinco. Cadmo, por su parte, es condenado a servir de esclavo a Ares, dios de la guerra, durante ocho aos, por haber matado ala serpiente/dragén, animal sagrado descendiente del dios. Una vez liberado con la ayuda de los Spartoi construye Tebas. Se casa con la diosa Harmonta,' hija de Ares y Afrodita, que llevé a Grecia los rudimentos de la mtisica (de ahf su nombre), y simboliza, junto con Cadmo, la civilizacién de los pueblos bérbaros. La boda tuvo gran fasto. Entre los regalos nupciales la novia recibié un collar de oro, obra de Hefesto, el dios forjador, y un velo o vestido, confeccionado por las Carites o Gra- a favor de la existencia de otra espasa ‘ajuste’, orden". “iin griego, “proporcis

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