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Evelia Trejo, "éDefinir o delimitar la historiografia?", en Rosa Camelo y Miguel Pastrana (editores), La experiencia historiogrdfica, Vill coloquio de andlisis historiogréfico, México, UNAM, IIH, 2009, pp. 23-35, ¢Definir o delimitar la historiografia? EVELIA TREO Instituto de Investigaciones Historicas, UNAM La palabra es una distancia y ala vez una aproximacion. Ellogos human tende hacia if identidad pero la exstencia se le ofrece ‘come dinamicidad, como pluralidad, [EDUARDO NICOL, “Antes de comenzar quiero dar las mas cumplidas gracias a todos y cada tuno de los compafteros que iniciaron conmigo esta aventura de coinci- dir una vez al mes, desde el 25 de enero de 1999, en un tema comin. Las sesiones dedicadas a la definicién del término que da parte de! nombre a nuestro Seminario y a todo el Programa en que estamos con prometidos, nunca concluyeron, hicieron crecer nuestras dudas y me obligaron a seguir dando vueltas a la cuestién sobre la cual hoy pode- ‘mos reiniciar y ampliar el diélogo." Confusién de términos, confusion de quehaceres ‘Algunas consideraciones sobre el uso de los términos historia e histo- rografia me han llevado a abundar en el tema de la confusién entre los Gquchaceres que se ocupan de jar lo acontecido y, asimismo, adentrar- tne en la problematica de definir 0 delimitar aquello que puede ser objeto de estudio para la formacion de los historiadores, asi como a Sugerir algunas reflexiones sobre la conveniencia de esclarecer los re- cursos metodolégicos para emprencer dicho estudio. ‘Cuando decimos historia en medio del comiin de los mortales, ge- neraimente hablamos de los elementos que el Diccionario de la Real Ac demia enumera mezclando lo que los iniciados en-sta profesién solemos distinguir. Me explico, usamos esa palabra —y aquf me permito darle tuna especie de orden jerarquico a tal uso que va de lo general alo par- ticular, tanto para el “Conjunto de los sucesos o hechos politicos, econémicos, culturales, etcétera, de un pueblo o de una nacién’”, y el + En particular el trabajo de Carmen de Lana Moreno permit identifardefinones de Crntbal Saves de Figueroa, Pedro Loper de Ayala, fay Luls de Granada fray Alon- So de Orono, ai come de Dconario de avoiaeseitadoen 1732 ™ [LA EXPERIENCIA HISTORIOGRAFICA, “Conjunto de los acontecimientos ocurridos a una persona a lo largo de su vida o en un periodo de ella”, como para referimos a la “Dise plina que estudia y narra estos sucesos”, la“Narracién y exposicién de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean puiblicos 0 privados” y la “Obra historica compuesta por un escritor” ® En cuanto a esta pequefa lista, es importante reparar en que s6lo la Giltima frase hace referencia concreta ala escritura, cabe por ello la pposibilidad en los demas casos de implicaren las dstintas frases la ora- lidad como formula, Repito que me estoy refiriendo al uso de la palabra “historia” entre el comiin de los mortales; porque los que hemos entrado al primer ‘irculo, observamos que cuando menos la tiltima frase es digna de otro nombre, y en cuanto ala “Narracién y exposicion..”, como a la “Disci- plina que estudia y narra..”, es indudable que en la medida en que toman a forma de la palabra escrita, son consideradas también dentro de ese otro nombre. La cuestién se complica cuando encontramos que el mismo Diccio- ‘nario utiliza de hecho esa palabra que tenemos en mente, pero al hacer- lo, afade un plus a lo que lleva dicho. “Historiografia”, segin éste instrumento, es “Arte de escribir la historia” (no tan s6lo escritura); es ‘Conjunto de obras 0 estudios de cardcter historico” (no tan s6lo uni dad) y es “Estudio bibliografico y critico de los escritos sobre historia y sus fuentes y de los autores que han tratado de estas materias” (no ian s6lo actividad en si, sino objeto de estudio). Dejemos para més adelante la consideracidn de este ultimo punto, y advirtamos una de Jas argucias de nuestro gremio: Para salvar el escollo de sentirse atra- pado en el primer circulo, el historiador ha propuesto la diferenciacion ‘entre el conjunto de sucesos que se dan en el acontecer y la posibilidad de decirlos, de nombrarlos ya sea en forma verbal oescrita,utilizando la h minascula para el primer caso y la H mayaiscula para el segundo; sin que haya un acuerdo muy preciso respecto a esto.’ Tomando en * Const que no aludo en eta enameracion ls acepcionas comune pero menes spe nbs, por decile de agin mode, ae tambien corresponden al uso dea pla, tales cone: “Reiaion de cualquier aventura sues "Netracion iventada” "Cuenta cisme, eed” ‘bien "Menta opretento" "Taemitendo Tasos sobre Ia historiogafia, de Jose Gas (ei nf nota 5), Juan ‘A.Onegay Mina dic ens “Intodcn ana de us obras ya csc en esto me: "Por lo que tea la palabra que designa Is consi istic la emcee slmpre con say cacala (str) ¥ con mitocala hemos apoio In palaba lors coer con ein Selamente se quiere design la ealdad histories", Plena yey mexico ora Inston, nots bibliogeaiase indice onomastico por Fugenia W. Meyer, 2 ed. Mexieo, [Oxast Insite deve gains Hitrcs, 199247 p. (Sere Documental 6p. 1. Mien: {DEFINIRO DELIMITAR LA HISTORIOGRAFLA? 5 ‘cuenta tal propuesta habria en primera instancia una identificacién posible entre la Historia (con mayuscula)y la historiografia, com lasal- vvedad de que queda por establecerse a diferencia entre decir y escribir aquello que paso. Pues en sentido estricto lo que se dice de la historia Salo si es por escrito parece pertenacer al rind de la gra ‘Cuando menos dentro de esos parametros nos coloca una revision somera de lo que apuntan sobre el termino unos cuantos textos autori- zados que en lo general admiten de manera explicta o técita que la palabra historiografia implica la escritura del pasado. Aunque los hay tambien que con el término designan el estudio de esa escritura 0 bien, la historia de la misma. Asf George Lefebvre aunque se acoge a la de- finicién del Diccionario y entiende por historia el relato de las cosas dlignas de recordarse; también sala que el objetivo de su curso —ori- gen del texto que sigo—, es dar a conocer a los mas famosos historia- ores; entenciendo por ello no solo anarradores, es decir, artistas, sino 2 enuditos y fildsofos. En un horizonte temporal no muy lejano, Jose Gaos sugiere emplear la palabra historiografia para referrse al género literarioo laciencia que tiene por objeto la realidad historica, y, como he citado en otras ocasiones, precisa que las unidades integrantes de esa realidad que es la historiografia son las obras historiograficas, alas ue define como “cuerpos de proposiciones en ciertasrelaciones” * lene gun em Prati a a primers icon (1088) dn na etari r irinescribe eo [ebre profesor Cares Oivicr Carsonall“La historia Ia que Jor homes ecriben™ sta ‘dentro de a Historia La qu Tos homes hacen o reo hacer "Ea Fernando Sanchez Mar em las alr sori Lahistorngrafi, de Headto aVlr, races dss tet 2, ‘Barcelona, Eaitoril Lalor, 193,285 pp. 18 15. “Teespecto sete punto algunos defor tor escrito con anteroridad alas fechas que he he reterenci ro ean termine Nstorloraia pro tw ocupan de distin, oraue lo corseran necsari, lout ellenden porn activiad mediante cal el horse Procure conocer! paso, Ast James T, Shotwel cuando se amenta de que asa pala- Exi'shistora designee objet de estudio el estudio mismo, define sete ultimo como ‘Senciay arte Por la mvestgacon dic, es wha enc, por a naracion un are. AS hace {eferenca al elt, sin compromterse en la cucstion dela rafa Aur ls pags de ‘bea etin nae de conesderaciones sobre ese hecho de relatry arate pasado, dindole forma en a eseara Val James T Shotwell Historie de sone mn ant, ‘de Rardin ges, Meno, CE 1982, 450 p. George Lefebvre, El nacineta dee hstrograi mae, ta. de Alberto Méndez, ‘Barcelona, licones Martines Roc, 19,382 pp. 15. Hayden White aclara que las confe- ‘encla ue contituyen esta bra, publicada en Paris en 197, eiginamente fueron leds te 1451, “To Gane, Nats el iso en Alvaro Matte, La tis dea striae» Méxic, 19401973, Mec, Secretaria de Esc Pla, 1974, 208 p. epSetentas, 125) p. 665, 1.70. El tonto proviene de Hira Mein, v8, 4 sbi unio de 196, p 81-508, % [LA EXPERUENCIA HISTORIOGRAFICA Otros registros, comunes en nuestro medio tanto por esos mismos anos como algunos lustros més tarde, dicen nombrar con tal palabra simplemente a la “historia escrita’, 0 entender con ella la “Produccion ‘escrita acerca de temas hist6ricos"”’ Un diccionario de la 6poca igual- mente consigna que la palabra: "Hace referencia a los profesionales de la historia historiadores” * Y en un texto de amplia circulacion, por la coleecién que lo alberga, leemos de Charles Olivier Carbonell ue la historiografia es “Nada mas que la historia del discurso —un discurso escrito y que dice ser cierto— que los hombres han hecho sobre el pasado; sobre su pasado'," con lo cual se agrega el asunto de ue la historiografia como cualquier actividad de los hombres da lugar a contar una Historia.” Para abundar en las dficultades, algunos textos publicados a partir de los aftos noventa insisten en la cuestidn de que por historiografia se entiende mas bien el examen, estudio o reflexion de lo que hacen los historiadores. O aun mas, se ha propuesto inclusive eliminar la distin- ign entre historia e historiografia. Cuestiones éstas.a las que por ahora no habré de referirme, en vista de que mi objetivo es bisicamente dis: tinguir un teritorio de estudio.” Son lncao de aca oi Vege, Hiren Meco, Eto ‘at Pormace 185,178. p. 9 Uns bes Se chang par ined al esto Alcina pose aque alguna ver aha ama “pecado de ventas y de fp Fentana, Hoi nis de pads Pray si Bashers, Eoril Ctc,1982 Hap sto ying SE Datonara detain y sf cargo de Fev Chond, Tesoro Mari Insel Res, Madd Easnes ao 198 (an Fudan 8) 1 een ‘Royore deal sb tio sca a tat gue sor or Ht dors yalara que“ pderon concer ete concept como ahaa de oe straores, ‘Sgrupaa vein perodon tendency pes cir” * hares Over Cartonel asa ta de Aarelio Caran del Cain, Me <2 1886 To previo 359, p. Lanes en des ben an a Nome dtengoaguten det a manera en agus ost aos rele a ela con son de hater como resiad hnren sap de tad Pe tn gue tos primero sis pargrofos dese "Note" han ldo noaeent ns cus ‘eto Gaon opp Pune prime css iva come referee po Hervé Matin sgn en prt inan de compare Guy Boar, acres de qo exo prone ta perspoc Evahistcopafic“enendds como examen dels dleanes dts mado tir clas ieene formas dered hist asco ln serra de Nora Dano iS nroducon des obra de qu a Rstorograa crc nombre qc sole daa a een sobre ln entra dea Mora Gay undef Herve Mart conta coabrasn de asa Balad, Las Exact Hiro ta. de Rosina Lj y Vii gl, eran de He ermine Sndoica, Mar alsones Aba 1992281 pp. Norma Dar ora de ‘cerebro grein y med, Msi Ecos Nava 27,29 {DEFINIRO DELIMITAR LA HISTORIOGRAFIA? 7 En suma, los términos historia e historiografia aparecen por lo pronto con dos acepciones cada uno. Por historia entendemos lo que vva pasando y lo que de eso que sucede, registra el hombre; por histo- rografia la escritura con la cual el hombre representa lo que pasty lo que estudta tales representaciones Aqui me detengo para dar lugar a una pregunta. Es necesario defiir la historiografia? Mi primera respuesta es: depende para qué. Observemos la primera Acepen que sefalamos del termino, Sia historia con miéscul,e teentecer lo hacemos, lo vamos haciendo, ya sea de manera incons- Cente enconsiente oconscente considera quel mismo sucede con {nthstonograia Hay distntos gradoe de conctenciaen es se percar tlcambioy proceer a deenero por medio dela graf, ben, de Sensiizatse respeco alo que no eats msl vita yencaminarse a In indagacion de Toque fue hay tambien muy dstinos motvos para hace distints objetivos que cumin Sin embargo, nose pone en Suda que In operacion por meso dela cal damon saiaacrn 9 ese Stan de conocmiento, una vez ha condi aa representacion de inque ha djado deer, puede denominarse sn mis historografa Peo, ura palabra que desde hace mucho tempo leva a pesaren Ia gf de agell qu se conoce del pasad, obliga cuando menos a Tduliar el digncado de sue components y anti con ello na Giscusion que facimente no empuja hasta la teoria misma del conor fnienlo Escerto que hacer del pasado algo grifico no ncesariamen- tecostie la eau, st dela lo que porcbimon cla palabra, 1. paral seg cao props de Aonso Mena Guillen Zee: “De Eeherta sla hstrgrataLstaformaones ge una seman entra ya. 41m p52 arta cn cl quese abun crn eseca rela ene que ae Y {i Shp como draws para conocer de donde edadace ue no hy Ie pra ‘renciacon ene no Y oe termine shasndo la esta come un run de so ‘hepusade Vid especatete os puntos qu ream en sus Conchnones ales p28 RS Fongu nce quel pac conse For mes eo sgren oe mr dans Pre sce tenner rt eigen eons ona pete de ue aguto qu fo coat sc oma por expen dela que ‘Yecuaeroconoe, A astro como qutac del hombre alabrandosuespeao ‘Sour deo tis del cnccenta, con is naidd de ser dings como suc Segue puede pronuncas rc eo fea oro. En raion co ente na pent, {nie Isc eto por Hap den White que abrdan el san, es recomendbl st ‘Sve: “La pcs da ntepetacon Nites Dip y denim en Ente {Tf a Jorge Vigh Rabo, Barston, Pan, 152,229 pp 7501 Poe oa 28 LABXPERIENCIA HISTORIOGRAFICA ‘en conjunto, el lenguaje. Puesto que las formas diversas de lenguaje ‘hacen necesario un repertorio que permitasituar las istintas formulas para interveniren la epresentacion de lo historico. ‘Adin mas, quienes abogan por una ampliacién del contenido del ‘ening, angumentan bien favor de que los disvurser rales gue eue- tan el pasado suponen muchas de las operaciones de las que realizan «quienes se refieren a él por medio de la palabra escrta. Con lo cual el ‘Panorama se hace cada vez mas rico y complicado, pues de la misma ‘ralidad que transmite saberes de ayer podria derivarse un abanico tan amplio como el que se desprende de los diversos niveles de escritura De ali que la posibilidad de admiti dentro de ese término sdlo lo que haa sido inserito dentro de los margenes que con el paso del tiempo se haan fijado y admitido para reconocer y delimitar una actividad prime- 10, yuna disciplina después, amerite un reconocimiento cuidadoso, ‘La historiografia come acto de produccién de saber sobre el pasado Jmplicaeu sun conjunto de acciones que solo en la meaticta en que poda- ‘mos distinguirlas estamos en posibilidad de relacionar.Si todo aquello que en cualquier tipo de lenguaje de razén del pasado se puede denominar Fistoriografia estamos frente al reto ae conseguir situario en un portaob- jetos para examinarlo, La ligica indicara que podemos agrupar por seme- Janzas y diferencias ls distintos caminos que el hombre ha seguido para onsignar el pasado y memorarlo, En este punto quiz lo que puede venir ten nuestra ayuda es analizar los recursos que ha puesto en juego el hom- bre para lograrlo reparar en la manera en que se ha conformado el aura dle legitimidad que acompana a determinadas formas del quehacer. Regresemos un poco al punto de partda. "El acontecer del pasado, Ja historia, adquiere sentido para nosotros en buena medida gracias a Jas operaciones que lleva a cabo el hombre para dar lugar a lo que en. tuna larga tradicion hemos entendido com histoiogafa Pe, las ‘obras que Ie dan realidad a este tikimo término s6lo cobran significado ‘cuando nos damos cuenta de que forman parte de la historia, del acon- tecer”. Con estas palabras introduje hace alsin tiempo una charla sobre La istorigrafa como expresin de la historia Pensaba entonces, ¥ sigo pensando ahora, en los elementos que integran la historia de la histo- Hiografia que, como resultado de quchaccres multiples y de contextes diversos, aleanzan un punto en cuanto a expresion que permite situar- pars ami parecer noe oro fondo de as prncupuiones de Mendy Zermebo ene "STas muscu en el tl teen sentido aca fu para programa ens cia rena Homey Ces des, Mic, UNAM, Coordnacon de Hae ‘ares 2d a de | DEFINIR O DELIMITAR LA HISTORIOGRAPIA? 2 Jas como iconos de aquello que el hombre es capaz.de hacer para levar a plenitud esa exigencia de dar cuenta de lo que ya no esta pero debe ser colocado en et presente. Ahora anado la consiceracion de que Ia plenitud de la tarea esta perennementesujetaa revision, es tan histor ‘8 como cualquiera de las operaciones que involcra Sin embargo, una cueston se va erigiendo como centro del proble- ma, Si bien los hombres han variado sus lenguaje, sus formas de re- presentacin, ls niveles de sus afanes para indagaryeepresentar lo que ‘curt, algo que no se ha modificado de manera sustancial es nuestra condicién de hombres atentos al pasado para establece la genesis de lo ‘que nos s propio. Los mecanismos que en el horizone de nuestro tem- ‘po hemos adiitido para dar forma at pasado, pueden contribu ese fntento ae detinexon de lo que recanocemos como nistoniografia. Y, en {un éSfuerzo por cerrar aq esta primera retlexion sobre una préctca comun dentro de loa marcos de a cultura occidental que nos envuelve, ‘meatevo asugerir la ainscula pra designar el quchacer de esa gratia Yyla mayiiscula para el sidn que intent conocer ia tonma ye sentiic de ese quhacer. Hacemos historiografia cuando escribimos sobre el acontecer pasado e Historiozrafa cuanlo nos ocveamos del estudio de Jn esertos acerca del pasado; de a misma manera que, en otf plano, entendemos la historia como el dia a dia, y la Historia como aquello {ue significamos mediante la palabra oral oescrita de ese diaa dla ‘ero, de este primer punto, inevitablemente apenas dscutido, paso ala sltima consideracion. Sila palabra historiografia puede ampli sus {ronteras pora hacer caber en ella distintas modalicades te gratia ¥ de sradaciones para decir lo que pas0.como proceder ante ia historia det Suenacer que practcamos. Formulo entonces la segunda parte de la pregunta. (Tene sentido delimitar a historografia? Aqui mi respuesta por lo pronto es s{, cuando lo que se pretende es aplicarse a su estudio. Cuando lo que nos interesa dilucidar frente a un Ulscurso soure et pasado no es propiamente lo que se dice de él, sino las condiciones que hacen posible su representacion, estamos obligados "Aunque ats nacsaio pantalla que para feria al estudio tambien in- ‘ca aa propa storia del itorogafia, de aca con anon ice exter que "es eh ‘ada ura ra dela historia del penaicnteouna divin dea ocala saber” "Historografia La retcca dela Motori, Enlopen Ieracoa es ceca Scales, veep a7 pS 30 LA EXPERIENCIA HISTORIOGRAFICA a bucea no soo en as caractersticas dels textos sino en sus circuns- fancias,mismas que incluyen als sujtoscapaces de pronunctarse en In alrepresentackin yseradems admitidos como heralds del pasado. Lahistorograia deja de ser fuente para conocer oq paso secon ‘ert lla iisma en algo que paso” El histonador de la histoiograia ‘om el historiador de cualquier otra actividad del hombre, necesita trazar los limites de su objeto de conacimiento. Objetivar esa realidad de que el pasado cobra vida dento dela palabra y dentro de cietas Condiciones que sta hace posible leva a extender la mirada para de- terminar desde cudndo tl pricica tiene lugar. Buscar sus oigenes, Sefialar sus pectllaridades,enconra las relaconesenzelas formas que "adquiere esa propuesta cle saber y las que le son cercanasodistantes se converte en taea, En sama, er ese intent de reconocer de qué se ta- tnel hecho de escribir el pasado, quedamos envelto en esa actividad {due Gaos nos ha hecho favor de desdoblar en planos, y como cua Gjuera que se enfrenfa a historia, nos vemos prcisados a seleccionat Tos elementos que pensamos stiles para nuesto propésito, los somete- mosa la crites nectsaria para comprobar su autentdad,tazamos las formas de relacion que guarda con aquello que los hace posible, pre- tendemos encontrar su significado y au sentido, y, en i inconformes on la respuesta 2 qué pas, que en primer trmino podria resolverse diciendo, paso que exriberon historias Herédot, Tuciddes, Tita Livi Salustioy Alonso X, Gulclardin, Bossuet, Volare, Michelet, Gibbon, Fustel de Coulanges y Ranke, necesitamos indagar como fue que eto sucedis, incluso aveiguar toda snared de acontcimientos que tm Plicanintenciones, métodos,modos, resultado, etGtra, Es det la Euriosidad nos va tanto a Toque podria sitar como los afueras” detuna obra, su contexte, come al indagacion de sus Linas ocltas “Todavines probable que insatisfechos com ese clo de variables para dae azn de tales hechosQuerramos saber porque sucede quclos homes ‘nfaly tal iempoesorbane pasado ena forma en que lo hacen, De modo ‘que preisamos dar rain dea histricidad misma del quhacs, del pro- ‘eso que denticamos ena cadena de relaciones- En a cual, por deo, han sido distnguidos y signficados mas unos episodios qe fs, Pre- tendiendo conllo da sentido ala realidad de dicho quchacer ‘La compljdad de la historia de a historiografia obliga sin dada a sefalar los limites ene ls cuales nos podemos mover. De ahi que por ‘i del jercco de dferencincin seam precvesaconstitir un campo tspifico de estudio y nos atrevamos a proponer qué enfendemos Por historografia,en un esfuerza por reconacer de ques trata y que nive- lesaleanza ese hecho de escribir fo que ocurri6, Au in escatima as {DEFINIR O DELIMITAR LA HISTORIOGRAFIA? 3 razones que asisten a quienes utilizan el termino para nombrar todo lo ‘que mediante Ia escritura de noticia del pasado, considero conveniente restringielo para denominar en especial aquello que se propone, con ‘toda intencién, dar expresion plena al conocimiento y explicacién de 41, signineandolo. Esto es, aquello que busca, mediante el lenguaje, ‘convencer a tn escucha o lector potencial de que las cosas que se narran, ssucedieron de tal o cual manera; acontecieron ast por las causas y los ‘motivos particulares que alli se identifican y produjeron incluso, las, consecuencias que se senalan. Asf pensada, a Historiografia remit a la forma compleja de hacer ‘grifco el pasado, que incorpora una gran cantidad de tareas, tales como cl acopio y la organizacion de materiale, Ia valoracién de registros y documentos, la apropiacin de ideas y teorias que cobran fuerza como recursos explicativos de la realidad, la utilizacién de modalidades del discurso que varian siempre en la busqueda de procurar el acto comuni- cativo. Todas estas cuestiones, y otras mas, debieran tener sitio en el es- tudlo y explicacién del acontecimiento historiogréfico, es decir, en el reconocimiento de las unidades que forman el conjunto, "Nada de lo hasta ahora apuntado, pretende ser novedoso; es pues ‘momento de insistir en las fuentes que conducen mis reflexiones. Si bien es cierto que muchos argumentos contribuyen a distinguir los ‘modelos con los que se representa el acontecer; algunos de los autores: que ofrecen herramientas para sistematizar este propésito son José Gaos, W. HT. Hexter y Hayden Whit. ‘Del primero me interesa subrayar la nocion de as unidades de orden. superior que resultan susceptibles de estudio para conocer la realidad total de la historiografia. La diferencia que hace Gaos entre las" propo- siciones en ciertasrelaciones” como unidacls tiltimas para el estudio de Ia historiografia,y las obras historiograficas mismas, como unidades de orden superior, me parece una clave muy apropiada para proceder a las distinciones.* De Hexter amo la atencion sobre el uso sinénimo de “historiografia” y “retorica de la historia” y las comparaciones que se siguen de su referencia a: compilacion de datos histdricos, publicacion dle fuentes historcas, ejercicio del pensamiento y de la imaginacion his- toncos, erica de los escritos histories y filosofa de la hustonia, como Gao pit, p 70 En esta misma pina et Ia amada de atenon que ho nos parse obs sbe latmportanca dl esto del expres. firma que as obras istorio- [rcs son unidads de expresion verbal exer Go ten superar ysgol goes prope: ‘Scone que is integran chen ar etuciodes como eettaca la expesin en geetal inmeditament despac sos parson reaconan el problema des exprein co el del conoladenta id p70, 2 [LA EXPERIENCIA HISTORIOGRAFICA tareas diferentes de la historiografia, aunque relacionadas con ella. Cada una, efectivamente presente en algin nivel dentro del quehacer historiografico, implica una forma distnta de expresion del pasado. 'Y de White, el tltimo mencionado, sostengo que resulta muy escla- recedora la exposicion de las caractersticas que hacen de crdnica, rela to, modo de tramar, argumentacion, modo de implicacién ideol6gica, niveles distintos de conceptualizacion en la obra historica. Cada uno de esos elementos toma su lugar dentro de la obra y, segin a obra historica representa “un intento de mediar entre [..] el campo histrico, registro historico sin puli,ofrasnarracioneshistorces, y un public.” Tas sugerenciase indicaciones de unos y otros autores, sin embar- g0,no llevan cerrar la puerta a propuestas diversas de las suyas, antes bien, ofrecen caminos que se entrelazan con los proveniente de otros acercamientos desde la teoria de la historia a la problematica de la ac- tividad de los historiadores en el tiempo. Enresumen, si tenemos la posibilidad de argumentar sobre el campo de estudio que elegimos y de determinar sus caracteristicas, es nucs- {to deber hacerlo. Senalarfronterasno significa pretender que ali termi- nna el mundo que queremos abarcar. La historia en movimiento permanente no s6lo es el tema de la historiografia, es el lugar de ella Corre stu misma suerte, como quehacer y como objeto de estudio. Eles- fuerzo por representar lo que sucede, nos induce al artificio de intentar dletener en la palabra el flujo del tiempo y la dilatada actividad de hom- bre. Y si las diversas formas de dar razin del suceder no tienen espacio en las estrechas formulas con las que detfinimos nuestro campo, hay la pposibilidad de ensanchar el término o bien de inventar nuevas palabras para dar nombre alos objetos de estudio que logremos diferencia. Hace mas de veinte aos Alvaro Matute hablaba de lo parahisto- riografico para referise a un tipo de productos o saberes sobre cl pasa- do que no llenaban los requisitos de las definiciones de historiografia que acostumbrabamos atender en la citedra o en el andlisis Cabian ‘en ese término los escritos de quienes invocaban al pasado para esta- 21.8 Hester, ot. Hayden White, Metis again tri a Exod! siglo tal. de Sica Masangto, Misia Fe, 1992452 pp. 16 Loque ante noessino un nis cxpreson des amplsina ora sobre a ls Hates drs istorogfs) que oct ‘Whiten ay crs olvasy que lea a props sul de ents la epresetacion sel psada hatha pr lo storiadorecon logue riizan fossa dear, "Alvaro Matte, “La Revolucion Mexicana In eeritura desu Ristori en Revs de ntinerad de Mei, 908, een epocn 9, eero de R22 Auge probe «ue eta denominaion a haya pana eh algo abn, fn sa rere que el {story yopudimos recordar como fuente | DPFINIR © DELIMITAR LA HISTORIOGRAIA? 3 blecer algin diagnéstico de su presente, bien, los de quienes inspira- dos en el conacimiento del pasado que con certa naturalidad portames, claboraban textos ensayisticos 0 novelescos que podian poner al lector fen contacto com las situaciones del ayer sin preocuparse de la necesidad de precisar datos, como lo hace desde hace poco més de tres siglos el ‘sujeto que se concibe a si mismo como historiador. En el texto, a mi juicio luminoso, producido por Hexter, al que ya me he refer, las distintas tareas que se llevan a cabo con el pasado de las que él habla invitan a proponer otras denominaciones abusando de las preposicio nes. Quizd si habléramos de un texto subhistoriografico, uno suprahi toriografico, uno protohistoriogréfico y uno mas prohistoriogrtico,” tendriamos ocasion de ejercitar nuestras obsesiones taxonémicas. ‘Asi por ejemplo, cabrfa preguntarse si cuando este autor menciona la tarea de compilar y publicar documentos, estamos frente a una labor subhistoriagratiea; cuando de Io que se trata es de discurrir sobre el proceso de la historia, sin parar mientes en la exactitud de los aconte- Cimientos que constituyen el pasado, frente a una propuesta suprahis- toriogrifica; cuando lo que producimos son relatos que aproximan a lo que pudo suceder para recrear con imaginacién en la mente de los lectores posibilidades més que certezas, lo que hacemos puede llevar el nombre de protohistoriografico, y, en fin, cuando nos enfocamos ala txitica de los trabajos historcos,realizamos eercicios prohistoriograf- 0s, Pero, no se trata de eso. nae . El aparente juego de palabras daria ocasién para debatir sobre cern nana ue tine nt dost er sombre 1 afiadir algo a una realidad que se quiere aclarar por algtin motivo Fue ena dtingtr eta Lo qe restau cho cute {esque la unica via para avanzar en el propésito de dar cauce ala His- toria de la historiografia, el camino para hacer de la Historiograffa un ‘campo especifico de conacimiento, rectanna la lectura sistemstica y ana- itica de Ios textos que han sembrado con su discurso nociones de rea- lidad con las que conformamos nuestra identidad y la de nuestros semejants, La apliacén de una mirada cuioay re a eos ro. uctos de los hombres nos permitiria muy probablemente ubicar en tuna mejor perspectiva lo que nos exigimos como historiadores y lo que admitimos hoy como historiografia Ena piers version de este rab agate nombre propuesto era ahistorogsfic", pero de manera punt y fen tenionada ecb Ia ccs del doctor Jose Ruben Romero {fe me lev amar rio. En efecto, oq tenia en mane no era algo qué negara {Bastrop sino undseuso que convencioslmente nox acepta como obciente ts regia pra contar lo acrid dbigo alos elementos de econ de imaginaion que 1 ‘sno Ey LA EXPERIENCIA HISTORIOGRAFICA BIBLIOGRAFIA BOURDE, Guy, y Hervé Martin, con a colaboracion de Pascal Balmand, Las ‘Escuelas Histrics, trad. de Rosina Lajo y Victoria Frigola, revision de lena Hernandez Sandoica, Madrid, Ediciones Akal, 1993, 281 p, Canwonett, Chale Over la Historia, tra, de Aurelio Garzon del ‘Camino, Mexico, FCE, 1986, 164 p. (Breviarios, 353). Diccionario de sérminos histories y fies, a cargo de Frederic Chord, Teo-

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