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La cocaína es un alcaloide que se obtiene de la planta de coca.

Es un estimulador del
sistema nervioso y supresor del hambre, era usado en medicina como anestésico,
incluso en niños, específicamente en cirugías de ojos y nariz pero actualmente está
prohibido. A nivel del sistema nervioso central, actúa específicamente como un
inhibidor de la recaptación de serotonina-norepinefrina-dopamina, aumentando el
efecto de estos neurotransmisores, causando diferentes acciones a nivel sistémico. En
la mayoría de los países la cocaína es una popular droga recreacional prohibida.

La cocaína usualmente se vende en la calle ilegalmente en forma de un polvo blanco,


fino y cristalino. Los traficantes generalmente la mezclan con otras sustancias, tales
como maicena, talco o azúcar; o con ciertas drogas como la procaína (un anestésico
local de estructura química parecida), o con otros estimulantes, como las anfetaminas
(por ejemplo, metanfetamina). También se vende en una forma llamada "crack", roca, y
bazuco (en Colombia y el Caribe),en Argentina o Pasta Base o Lata en Uruguay, en
forma de piedrecitas blancas o amarillas procesada con amoníaco o bicarbonato de
sodio, que generalmente se fuma en pipa de vidrio, en papel de aluminio o en pipas
artesanales conocidas en la jerga (en España) del adicto como "pipote", "lata" en
Uruguay, en Colombia como "pipa" o "bate" y en Venezuela como "carrito" o "dragon".
Esa forma es muy popular en las clases media y baja y causa más adicción que la
forma cristalina.

Los efectos son inmediatos y consisten en una elevación de la autoestima y la


confianza en uno mismo, acompañado de una gran locuacidad, excitación (pudiendo
llegarse a una irritabilidad extrema). El efecto dura relativamente poco tiempo (unos 30-
60 minutos) y, en cuanto empieza a declinar, el sujeto experimenta ansiedad por recibir
otra dosis. A largo plazo, su uso descontrolado produce adicción, trastornos mentales
e, incluso, la muerte, bien sea por efectos fisiológicos directos (sobredosis), o bien por
inducción al suicidio.

Síndrome de abstinencia
Se produce por el cese del consumo de la droga y tiene tres fases:
• Crash: intensa depresión, agitación, ansiedad, sueño, hiperfagia y el sueño
agitado durante tres o cuatro noches.
• Abstinencia: anergia, anhedonia, intensa necesidad de tomar droga, mejora
entre las 16 y las 18 semanas.
• Extinción: en su forma aguda (de repente, por dejar la droga de forma brusca) se
presentan convulsiones, arritmia cardíaca, temblores, irritabilidad, alucinaciones,
palpitaciones, hipertensión, sudoración e hiperreflexia.

Efectos y usos medicinales


La cocaína aumenta el riesgo de sufrir trombosis, derrame cerebral e infarto de
miocardio, acelera la arterioesclerosis y provoca paranoia transitoria en la mayoría de
los adictos. El uso continuo mediante la aspiración nasal de la cocaína (esnifar) puede
producir congestión nasal, ulceración de la membrana mucosa, hasta incluso
perforación del tabique nasal. Si bien la cocaína produce mayor excitación sexual,
también puede provocar impotencia sexual o disfunción eréctil.[9] [10] La cocaína
puede producir complicaciones cardiovasculares en las arterias del corazón y del
cerebro, lo que puede provocar infarto del corazón.[9]
La cocaína es el anestésico local más conocido. Debido a la alta peligrosidad de
adicción y la marcada toxicidad no se emplea más. La cocaína sirve como sustancia
para muchos anestésicos locales, como por ejemplo: lidocaína, benzocaína y
escandicaína.
Cuando se emplea la vía intranasal el inicio de la acción es a los dos minutos (cinco a
diez minutos cuando se emplea la vía intravenosa) y el efecto máximo ocurre entre
quince y veinte minutos, hasta un máximo de una hora. Cuando la administración es
oral el índice de absorción es bajo y la duración de la acción es prolongada.[11]

Potencial de adicción y otros peligros


.
Después de la embriaguez con cocaína se presenta en algunos consumidores que les
gusta mucho tomar, una fuerte depresión. Este estado induce al cocainómano a tomar
rápido de nuevo la droga sin importarle las normas de uso, para así evitar la "depresión
por cocaína". Este mecanismo es peligroso, ya que puede conducir a una dependencia
de la droga.
El consumo regular de cocaína puede conducir a una rápida dependencia psicológica
(adicción), pero no a una dependencia física, entendiéndose como una necesidad
emocional intensa por el uso repetitivo de la droga. Un efecto específico aquí es (que
es más remarcado cuando se fuma cocaína base crack) la “codicia episódica”: aún en
consumidores inexpertos el efecto de la droga puede conducir a la ansiedad extrema
de consumir más, cuando el efecto disminuye. En el caso extremo la dinámica del
consumo (llamado binges en inglés: episodios de períodos cortos de tiempo en que
ocurre el consumo) puede tener como consecuencia que dure algunas horas o días. Un
caso especial del consumo de cocaína de larga duración es la aparición de la llamada
locura dermatozóica, en la que el consumidor está convencido de que los insectos se
mueven debajo de su propia piel. Además con la dependencia de cocaína se tiene a
menudo un deterioro de la conciencia del adicto –esto en el contexto de que el efecto
del aumento de la autoestima, en conjunto con la dinámica de consumo, hace
desvanecer la conciencia social (por ello la cocaína es denominada a veces como “ego-
droga”).

Riesgos para la salud


El riesgo de morir por una sobredosis de cocaína es para los consumidores de
cocaína aproximadamente 20 veces menor que para los consumidores de heroína. En
Alemania menos del 2% de los muertos por drogas mueren por una sobredosis de
cocaína. El riesgo de morir por una intoxicación de mezcla es sensiblemente mayor.
Cerca del 6% de los muertos debido a drogas en Alemania se deben a una intoxicación
de mezcla.
La cocaína puede producir psicosis cocaínica, síndrome de conducta que guarda gran
parecido con la esquizofrenia paranoide, con la que a veces se ha confundido.
Aspirar la cocaína lesiona las membranas nasales, fumarla daña los pulmones y la
inyección es peligrosísima por la alta probabilidad de sobredosis en esta forma de
administración. La dosis mortal de cocaína, en inyección intravenosa única, es de un 1
gramo aproximadamente.[12]
El uso intravenoso de cocaína se asocia a un aumento en el riesgo de infección por el
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH); en realidad, este riesgo depende del uso
compartido de las jeringuillas entre posibles infectados y no del consumo de cocaína en
sí. Además, la notable estimulación que provoca a menudo ha llevado a tener o
provocar accidentes a los consumidores.

Adicción a la cocaína
La cocaína es una droga muy potente para el cerebro. Las personas que la consumen
desarrollan adicción. Se vende en forma de polvo blanco y fino. Existen dos formas de
cocaína: sal de hidroclorato y cristales de cocaína. La sal se disuelve en agua. Las
personas pueden inyectársela en una vena o inhalarla por la nariz. Los cristales pueden
fumarse. La forma de la cocaína que se fuma se conoce como crack.
Algunos de los problemas comunes más graves provocados por grandes dosis y/o
consumo constante son:

• Problemas cardíacos, incluyendo infartos


• Efectos respiratorios, incluyendo insuficiencia respiratoria
• Problemas en el sistema nervioso, incluyendo derrame cerebral
• Problemas digestivos, incluyendo estreñimiento

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