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Censos antiguos: 1869, 1895, 1914, 1947 Hernén Otero realizacién de los censos de poblacién requiere de un complejo encramado factores econémicos, politicos, legales y sociales. Conforme a las nuevas dencias de Ia historia de la estadiscica, resulta imprescindible abordar la luccién censal a partir de una leccura acenta a sus contextos de produc {6n. Siguiendo este preuvtando, el presente texto se abocard, en primer tér- ino, a la importancia de los censos en tanto engranaje esencial de la capta- ién estadistica de un pais, aspecto que exige incursionar en los instrumentos , las oficinas estadisticas y los funcionarios que los implementaron. En segundo lugar, se analizaéén las variadas resistencias que obstaculizaron su re- izacién. Por ultimo, se romaré en cuenta la estructura organizacional y las racteristicas técnicas de los censos, con el fin de destacar sus continuidades rupcuras. El disefio conceptual, por su parte, es abordado en otro capitulo la presente obra. rimera parte: Los censos, un engranaje clave del desarrollo estatal La produccién censal y el periodo estadtstico fas Ia caida de Rosas en 1852, comenzé un periodo de organizacién del tado que, progresivamente, dio lugar a la conformacin de un sistema esta- lstico modemno, gracias al cual la Argentina operé el decisivo pasaje de la era- 8 proto estadistica a la plenamente estadistica. Las caracteristicas que definen sta siltima se fueron plasmando lentamente y de manera asincrénica, de 188 POBLACION Y BIENESTAR EN LA ARGI 189 BERNA, OTERO, TIN modo que —segiin el critetio retenido como central ferences fechas de inicio. Por tal razén, més que caer en Ja trampa posi vise de la fecha precisa del acto fundacional, conviene definir cl marco tempora) amplio en el que se operaron los cambios mis sustantivos. Estos remiten, an, te todo, ala conformacién de un tejido institucional acorde con las exigencing | de captacién de datos, a la disponibilidad de series emporales de fenémeno,_| demogrificos, a la realizacién de censos de poblacién y sectorialesy, sin dudg_| esencial, a la existencia de un conjunto de profesionales especializad | | | ini ivas. El pun- pueden exableceie di] igual qu oxms— nos alla cen de canines gions 2p oe et canealzacion del aparato etait qu vo como ito los a ae dictados a partir del gobierno militar de 1943. En el mae ee es in estaal iniciado por la ctsis de 1930, durante la presiden- 1d ver Farle ced el Consejo Nacional de Estadeeasy Censos, Gia Ot rheter autdiquico y dependiente del Ministerio del Interior (Decreto on 0/44). En agosto de 1946, durance la presidencia de Pern, se creé la Belén Nacional de Investigaciones, Estadistica y Censos {Pess0 8246 (suashaente jo conzl del Cons ds Defoe Nacional a Ministerio del Interior y de la Secretaria Técnica de la Pr denis) (Mente, 1991: 507) que, al igual que su ancecesor inmediato, se ath a pido por consideacones de planifiacién y de defenss nacional, Come beurriera en etapas precedentes, las nuevas reparticiones se Pinrn en modelo norteamericano, en particular la Central Statistical Bons rile Ballo, 2006). Fue en ese contextoespeifco que euvo lugar el custo cen aaconal,promovid por el rginen militar desde 1944, aspen ego efectivizado tres afios mas tarde durante Ja primera presi on’ i - Domingo Ferén, Convene precisa que sunque fires en ss objetivo ls itencas de cenralzacin dela dada del eusrenta no fueron coronados por «lito, canto por razones politcas (en particular la resistencia de otras spat ticiones) como presupuestarias, y que la cencralizacién estadistica ror oe parte relativa, cuando se la analiza en clave comparativa— debié esperar lacreacién del actual INDEC en 1968 (Mentz, 1991). k En Io reaivo a los censos de poblaién, si se otorga preeminenca a crsencia de elevamientos universes (5 desie que akancen arora de poblacién), uniformes (formulario de encucsta nico para todos los hat a 18) y simulsneos, no cabe duda que la realzacién del primer censo nacio- nal de 1869 constituye un hit decsivo para la datacién del inicio del pert odo estadistico (INDEC, 1983). Si bien la univers: id del see s ne |kjos de ser cumplida entonces, dada la existencia de importantes re er 8rificas no incorporadas atin al dominio del Estado pecans wa en de que el censo se orienté en esa direccién y que abarcé a coda i pet lecién suceple de sx cenads ene conento de control eto de la poe Por ocra parte, el primer conso nacional inauguré una forma le eerty Densac ala poblaciin que, mis all de cambios posterior do gata una tradicién estadistica original y de notable perduracién, Por ultimo, : ae de un censo pionero en el contexto internacional: asi, para 1869 paises los en esas areas, En lo que respecta a la compleja historia institucional del sistema estadis ‘ico argentino, se pueden establecer dos hitos esenciales. En primer lugar, ly cteacién en 1864 de la Oficina de Estadistica Nacional, dependiente del Ministerio del Interior, resultado de la confluencia tras la unificacién del pa- is de las tradiciones burocriticas de la provincia de Buenos Aires y de la Confederacién Argentina. Si bien esta reparticién tuvo una vida efimera fue disuelta en 1875~ puede ser considerada como el primer antecedente de un organismo nacional en la materia (Mentz, 1991), importancia que se agigan- ‘a por haber llevado a cabo el primer censo nacional de poblacién. En segun- do término, la creacién en 1894 de la Direccién General de Estadisticas de la Nacién (DGEN), dependiente del Ministerio de Hacienda, que duraré hasta 1943 y que tendré a su cargo la realizacién del segundo y tercer censos nacio- nales. El surgimiento de esce organismo se enmareé en la ley 3180 que pro- movié la amplia reorganizacién de las estadisticas pblicas de la década de 1890 (Novick, 2002). La creacién de esta reparticién fue un punto de infle xin en la historia institucional de la estadistica argentina ya que constituyé el primer organismo de caricter nacional de cierta estabilidad (INDEC, 1983). Su emergencia fue acompafiada de una notable expansién de la activi dad estadistica, sobre todo en el campo de las estadisticas sectoriales, a través de un amplio conjunto de organismos ms o menos aucénomes como la Direccién de Estadistica y Economia Rural del Ministerio de Agricultura (ere- ada en 1908), dirigida por Emilio Lahitte; la Oficina Demogrifica Nacional del Ministerio del Interior (1899-1907), promotora del Boletin Demogafico Argentino, del censo de terricorias nacionales de 1905, del censo electoral na” cional de 1903 y encargada de la elaboracién de los indices de naralidad, nup- cialidad y mortalidad. Durance el siglo siguiente, la crisis econdmica de 1929-30 en el plano in ternacional, y el golpe de Estado de 1930 en el plano nacional, implicaro? transformaciones importantes en el sistema estadistico, aunque esta rupturt 190 POBLACION Y BIENESTAR EN LA ARGENT) en funcionamiento de la Direccién General de “4 ah "ug de Inmigacin y Colonizacin 817 de 1876). Gncis a Dog ontd desde mediados dei siglo con estadisticas de Alujos comple- pe wevrompidas en aspectos cruciales para el modelo agroexportador co- Bea migracion internacional. inteis,en slo cuatro dada, Is Argentina desurolls y consolidé se psi que dieron inicio a la era esac: la exstencia de insti Tes sb rcargadas de recoleccidn de datos (1864 6 1894 segiin el organis- re oon le otorgue el rol fundador) la reaizacién de censos nacionales P sin a partir de 18695 la laiczacién de los registro civiles (1889); y nbd devun sem pblico de metic de as migaions inter se epales y de ls estaisticas vitals. El rasgo ms eritico ~la periodicidad de Ipecensos-, aunque importante por sus negativos efectos para el conosimin {odel pasado argentino, no impide sin embargo caracterizar a la segunda mi- ‘adel siglo XIX como una etapa de milipls y decisivas realizaciones o, pa- fautilizar la bella metifora de Westergaard (1969) a Ja Europa de sntciag feesa cencuria, como la “edad del entusiasmo” estadistico en la Argentina ropeos como Espafia, Dinamarca, Italia, Suecia, Suiza, Austria y Hungria hy bian realizado un solo censo nacional o inclusive ninguno (como el Impey Aleman que lo hard recién en 1871, después de la unificacién), La compara cid es menos favorable con el resto de Latinoamérica ya que varios paises la regién —aunque no los gigantes demograficos como México y Brasi taban con censos nacionales para enconces (Costa Rica con uno, Uruguay Bolivia con dos, Perii con wes, Chile con cuatro, Colombia con seis) (4 chez Albornoz, 1994). Si se toma como parametro la periodicidad de los relevamientos, los cug, {to primeros censos nacionales estuvieron muy lejos de cumplir con ese requ sito. Es esta la razén que justifica la inclusién del cuatto censo nacional de 1947 en este capftulo ya que en Jo relativo al disefio conceptual y a la estr tura organizacional, su catacterizacién como censo antiguo seria errénea, realizacién de censos nacionales cada diez afios sera lograda recién a pattir de censo de 1960, gracias ~entre otro factores~ a Ia progresiva in‘Tuencia de l soordinacién internacional de Naciones Unidas, inaugurada en nuestto cone tinente por la ronda de] Censo de las Américas de 1950. La importancia orargada a los censos nacionales como hito de 4a era estadistica no deberia sin embargo dar lugar a una imagen supturista dé proceso de capracién estadistica, ya que el mismo reconoce antecedentes esen- clales como la realizacién de relevamientos de poblacién de vocacién general ¥ universal (aunque la misma no fuera siempre coronada por el éxito) coma cl importante censo de la Confederacién Argentina de 1857 y, remontindo nos al perfodo colonial, el Censo de 1778, ordenado por el Virrey Vértiz. Los datos relativos a la reproduccién de la poblacién, por su parte, exis tieron desde los momentos iniciales de la conquista gracias a la accién desple gada porla Iglesia. Aunque el relevamiento de los registros parroquiales no es taba orientado a la generacién de conocimiento estadistico en el sent moderno del término, constituyen una fuence imprescindible para el estudio de Ia poblacién. Bl hito decisivo de esta evolucidn fue la laicizacién de los re gistros, realizada en 1889 gracias a la Ley de Matrimonio Civil (Ley 2681) que permitié al Estado argentino producir y concrolar de modo efectivo los datos relativos a los hechos vitales, aunque los frutos de este monopolio té* nico -la elaboracién de indices de natalidad, mortalidad y nupcialidad— s6l sein perceptibles (aunque incompletos hasta las primeras décadas del sig!® XX) a partir de la creacién de la Oficina Demogrifica Nacional, una décad® mus tarde, La existencia de estadisticas migratorias confiables, por su parte comenzé en 1857, y experimenté mejoras significativas durante la década d 2. Los cuadros tecno-burocraticos: de la estadistica de autor al anonimato en un marco in- La captacién estadistica de la realidad argentina se inscribi : temacional que sumiistedFoumas y modelos de inspracién de muy divers indole. En ese contexto, el caso argentino replicé con peculiaridades locales " fendmenos mis amplios de la estadistica occidental del periodo. Uno de ellos fue el pasaje desde lo que hemos denominado la “estadistica de auror” (Otero, ‘n prensa) a sistemas estadisticos caracterizados por una mucho mayor opac dad actoral. Los cuatro censos aqui analizados iasean claramente ese pasaje, uya ruptura se ubica en el tercer periodo intercensal i Come To ha mostado Gonuler Bolo (2000), hacia la década de 1889 8 produjo un recambio significativo de los cuadros técnicos encargados del tlevamiento estadistico. En coincidencia con la “generacién del ochenta”, Fs afios marean el fin de la primera generaciin de extadistcos (Faustino Jorge, Ismael Bengolea, el General Espejo, Paolo Mantegazza, Martin 7 foussy) yinculada a las experiencias de Ia Confederacién, del Estado de nos Aires y del inicio de la Repablica unified Si bien esta primera ge- Netacién produjo obras de notable importancia (como, por ejemplo, la fasci- Dante Deserintion Géorraphiaue et Statistique de la Confédération Argentine de

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