You are on page 1of 38
Coleccin drgda por Manvel Cruz UucTimos TitwL0s PuaLieaons 4. VetorGémez La diidad 2 Enrgue Gl Cave Et estino dave Sadak El persén 4 rancsco Fernandez Boey ta barre 5. abrit Aline Lo nr 6 Rurete Arteta Laconpasin 1 earos Thietaut Vind dl chaecson 6 Tavetan Todorov Erin peels Si Man! Cray Hearse eae 20. ichard Rory Friar nso pai 11 dUegen Habermas Lz consti posrecinat 122 Serge Grunist 2 pesunientomestisn 439 dacaues afta Fates 14 fan Hacking La cance sacl de qu? 35 Lee Kolakowsl! Liter fortna, enti y adn 1 Tery Eagleton Laden de tira 27 ors Siase Uri fatal Nosbtres tos ios de ican 20 drpen Habermas El tra de eats buna 21. Manuel Cr (coro. Hain cre va el paso 22. Zygmurt Bauman y Keith Testar (3 abel es ‘motecad y ovasconwrsacines 2. Gunter Ander isa cox ies cea coniria 2. Jean-Lue Nay La ceding mundaci 25, Ginn Vato Gest este 26, Gianni Vattimo Nino yenaespcin 27. Georges Dd-Heberman tapeespse 220, Mera PAIDOS BIBLIOTECA DEL PRESENTE | q Georges Didi-Huberman Imagenes pese a todo Memoria visual del Holocausto PAIDOS ul chines alps tut Puseaea en franc en 2003, pr Les Eats de Mir, Pasts “rahesion de Marana Male objets de aie Estenae sEstatunse beefed PAP. {GARCIA LORCA Provan ce Passe tt Seu de Compra yo Aectn Ctra ele Enea Franca en spay el Misti rock ce Aste Eanes usta sigceaara pros nator das tars dcop al ls sores esaleias nas lee a reproduce ttl o paral desta cra por csr ‘red proctininacomgresdes repro otratamierta formate ya Sb Ge sjmpaes dala meat alae oristo pis. (© 2008 hy Les Eltons de Mult (© 2008 dea trae, Mariana Miracle (© 2008 de nda le elone encase, Ecoes Pais theca 5.8, Mariano bi, 32 06021 Baesena tstmnpsios.con Issn: 84993-26857 Depa epat 6-40 38972006 leprae en Maree, SL, (Ups 3 08030 Saresons Impree an Espa - Peete in Spain Diles.a tus amigos y conocidos, quesino vuelves,es porque tu sangre se ha paralizado y se ha helado al ver ‘esas horrible y feroces escenas, al ver cémo han pere- ido los inocentes y desprotegidos nifios de mi pueblo abandonado. Diles que, si tu coraaén se vuelve de pedal, tu ce- rebro e transforma en un frfo mecanismo de pensar y ‘tumirada en un simple aparatofotografico, no porello volverds de nuevo a ellos .} Cégeme fuerte de la mano Yy no tembles lance porque tends que ver cosas aun peores. Z-Graoowse, olen usc, (0944, pigs 245. | { 1 37 sumario Primera parte Imagenes pese a todo 1. Cuatro trozos de pelicula arrebatados al infierno Para saber hay que imaginarse. Auschwitz, agosto de 11948: cuatro imagenes pese a todo, pese a los riesgos, pese a nuestra incapacidad para saber mirarlas hoy en dia. El Sonderkommando en su labor. Supervivencia y necesidad 6e resistir: emitir sefales al exterior: La imagen fotogrética que surge en fa unin de la desaparicién préxima del testi- go y la lrrepresentabilidad del testimonio: arrebatar una imagen a esta realidad. Organizacién de la toma de vistas clandestina. Primera secuencia: desde la cémara de gas de! crematoria V, imagenes de las fosas de incineracién. Se dgunda secuencia: al aire libre, en el bosque de Birkenau, imagen de un «convoy» de mujeres sin ropa. El rollo de pe- licula, escondide en un tubo de pasta dentifrica, llega a ma- ‘nos de la Resistencia polaca para ser «enviado mas lejos» 2. Contra todo lo inimaginable Las fotografias de agosto de 1944 se dirigen a lo inimag- able y lo refutan. Primera épaca de lo inimaginable: ta « ‘res del Soncerkammand y los andlss de Pressac obre el plantecmen 1 oe si las fosas fueron consruids porave los horas del cromatrio V lestaban defectuoseso bien porque no daban abesto. tre los esfuerzos que realizamos para defendernos del terroris- ‘mo psicolégico, contébamos por supuesto con los que intenta- ban romper el aislamiento, Este tiltimo factor adquirié de afio enafio mayor importancia para la moral de los detenidos a me- dida que evolucionaba la situacién militars” Por su parte, en 104, los jefes de la Resistencia polaca pedian fotos. Asi es como, segtin un testimonio obtenido por Langbein, un trabajador ci- vil consiguié introducir una camara fotogréfica a hurtadillas y hhacetla legar a los miembros del Sonderkommando* Probable- mente, en Ja cémara sélo quedaba tin poco de pelicula virgen. La toma de vistas necesitaba un dispositive completo de vi- gilancia colectiva.Se daiié intencionadamente el tejado del cre- matorio V de manera quealgunos miembros del equipo fueron mandados por las $S a reparatlo, De este modo, David Samu- lewskd pudo hacer guartia desde alli arriba: observaba a aque- los ~especialmente a los vigilantes de los miradores contiguos- que precisamente tenfan como tarea supervisar el trabajo del Sonderkommando, Escondida en el fondo de un cubo, la cdmare legé a manos de un judio griego Hamado Alex -hoy todavia sin identifica, puesto que se ignora su apellido- apostado més abajo, delante de las fosas de incineraci6n, que supuestamente trabajaba en ellas con los demas miembros del equipo. Terrible paradoja la de esta cétmara oscura: para conseguir sa carel aparato del cubo, bajar el visor, acercarlo ala cara y tomar una primera secuencia de imagenes (figs. 3-4), el fotdgrafo tuvo que esconderse en Ja cémara de gas apenas ~quizé todavia no 27. H. Langbeln, La Résistance dans les camps de concentration nation havx-socialistes, 1938-1945 (1960), Pars, Fayard, 1981, pag. 297 en general, pis. 297-225) 28. Id, Les Hommes et femmes & Auschwitz, op. cit, pag. 253: «Stax risiaw Klodzinski ha testiieado que Mordarski, un trabajador cil pola- ce, ckyo lugar de trabalo nose encontraba lees, ntraduo una cémara de contrabande en el campo. Lied hasta el Sonderoramando disimulada en. €! doble fondo de una eseudila de sopas. Puzsto que la reconstruccion de LLangoein no esta exenta de inexactitudes, también cabe la posiiidad de qe obtuvieran la méquina en! «Canad de Auschwitz, e siganeseo almacén de efectos robados alas vietimas. 29 ‘ousotan 7 sonvavenee wnnariaé 30 s0z0M1 o41YNO 30 3-4, Andnimo (miembro del Sonderkommando de Auschwite), Incineracién de fos cuerpes gaseados en fosas al aire libre, delante de la camara de gas del crematorio V de Auschwitz, agosto de 1944, Oswiecim, Museo del Estado de Auschwitz-Birkenau (negatives n™ 277-278) del todo se habian retirado sus victimas, Se ha colocado hacia atris en el espacio sombrfo. La oblicuidad y la oscuridad en las, que esta le protegen. Se envalentona, cambia de eje y avanza ‘unos pasos: la segunda imagen es un poco més frontal y liger- ‘mente més cercana. Por Io tanto, més arriesgada, Pero también, parad6jicamente, es menos movida, més nitida, Como si el mie- do hubiera desaparecido pot tin instante ante la necesidad de evar a cabo ese trabajo, arrancar una imagen. Precisamente, a owuatant Ww soavavezuaw vinayite 20 sora onan 2 ‘vemos en ella el trabajo cotidiano de los demas miembros del equipo, el de arrancar de los cadaveres, que todavia yacen en el suelo, su ditima apariencia humana. Los gestos de los vivos ex- presan el peso de los cuerpos y Ia tarea que van a ejecutar con Ja inmediatez de las determinaciones. estirar, arrastray, arrojar El humo que se ve detris es el de las fosas de incineracién: los ‘cuerpos colocados al tresbolillo sobre un metro y medio de pro- fundidad, los chasquicis de la grasa, los olores, la materia hu- mana retorciéndose, todo lo que dice Filip Miiller esté aqui, bajo esta pantalla de humo que la fotografia ha fijado para no- sotros. Detrés esta el bosque deabedules. Fl viento sopla hacia el norte, quizds al noroeste.” (en agosto de 1944, recuerda Primo Levi, hacia mucho calor en Auschwitz. Un viento térrido, tro pical, levantaba nubes de polvo de los edificios destrozados por’ os bombardeos aéreos, nos secaba el sudor sobre la piel y nos espesaba la sangre en las venas}” ‘Ikas esconder Ja c4mara -den su mano?, Udentro del cubo?, den ol faldén desu ropa?-, el efotégrafo desconocidos se arvies- ‘88 entonces a salir del crematorio, Bordiea el muro, Gira dos veces ala derecha y llega asi al otro lado de la construccién, al su, Después, avanza hacia él bosque de abedules, al aire libre. Alli también continta el infierno: un «convoy» de mujeres, ya desvestidas, se dispone a entrar en la cimara de gas. Las SS es- tana su alrededor. Ello impide sacar el aparato con total liber- tad, y atin menos enfocar: El «fotégrafo desconocido» toma dos imagenes a toda prisa, si mirar, quizé mientras sigue ca- minando (figs. 5-6), En una de las dos imagenes -evidente- mente sin una ortogonalidad ni una orientaci6n ecorrectar-, ‘vemos, en el éngulo inferior derecho, a un grupo de mujeres 29. Wease Jn0, Prestac, Auschwitz: Techniaue and Operation of the Gas Chambers, op. ct, pags. 422-424, quien ha trzzado una einaciosa reconstruccén de estas imagenes. Peessac precisa que ene os sero nals fotografiados se encverira um oficial delas SS situa de espaldas (asi se entienge mejor el riesgo que correron las membros del Sander kommanco) 30. P Lev, Les Nouieagds tls rescapés, op. ct, 99. 7. que parecen estar caminando o bien esperando su tumo. tras tres mujeres, en un plano mas proximo, van en sentido contrario. La imagen es muy borrosa. Sin embargo, podemos ‘ver, de perfil, a un miembro del Sonderkomnmando, xeconocible ‘por su gorra. En él borde de la foto, a la dezecha, se adivina la chimenea del crematorio IV. La otra imagen es prdcticamente abstracta: apenas detectamos la cima de los abedules, De cara al sur, el fot6grafi tiene la luz de frente. La imagen est que- ‘mada por el sol que penetra a través de las ramas. Después, Alex vuelve hacia el crematorio, probablemente por el lado norte. Le devuelve répidamente la cémara a David Semulewski, que ha esperado hasta entonces sobre el tejado, vi- gilando cualquier eventual movimiento de los SS. En total, a ‘operacién no habré durado més de quince o veinte minutos. Samulewskd colocard de nuevo la maquina en el fondo del cu bo. Se extraers el segmento de pelicula, se llevaré al campo central, finalmente, se sacar de Auschwitz dentro del tubo de pasta de dientes donde lo escondié Helena Dantén, empleada del comedor de las $S® Llegard poco tiempo después, el 4 de septiembre de 1944, hasta la Resistencia polaca de Cracovia, junto a una nota escrita por dos presos politicos, jézef Cyran- Idewicz y Stanislaw Klodzinski (fig. 7: Urgente. Enviad lo més ripido posible dos ollos de pelicula de ‘metal para un aparato fotogréfico 6 x 9, Podemos hacer fotos, Mandames fotos de Birkenau mostrando detenidos enwviados a la cdmara de gas. Una foto representa una de las hogueras al ai- ze libre donde se queman los cadaveres, porque el crematorio no esta en condiciones para quemarios a todos. Delante de la hhoguera hay cadveres que van a ser artojados Otra foto repre- senta un lugar en el bosque en el que los detenidos se desvisten ‘BL, Weave JG, Pressae,Auschita: Techmique and Operation ofthe Gas (Chambers, op. ft, pag. 424, donde se cta el tstianio de! propio Sz= lew spervvinte del equi. 32, Vease H. Lanabein, Hommes et femmes & Auschwitz, op et, pa 253. 33 ucenes bese ATo60 5-6. Anénimo (miembro del Sonderkommando de Auschwitz), Mujeres empujadas hacia la c&mara de gas del crematorio V de Auschwitz, agosto de 1944, Oswiecim, Museo de Estado de Auschwitz-Birkenau (negativos a” 262-283), presuntamente para ducharse. Después se os enviaala cémara *Bsla circue lar de Rudolf Héss, el comandante de Auschwitz, con fecha del 2 de febrero de 1943: «Advierto de nuevo que esta prohibido fo- tografiar en los alrededores del campo. Castigané muy severa- “images of te Holocaust, Holocaust and Genocide Stu, 1986, 0° 3, pigs 27-61 yo 2, pgs. 195-226, D. Hoffman, «Fotoorafierte Laer Uber Teaunaen zu viner Fotoweschchte deutscher Konzentrationslager, Foto ‘geschihte, 54, 1994, das. 3-20. Hay que salar el eao excepcional dhe sdb de Ausehwitan:P Helan, Album a*Auschwitz, O’apres un albus découvert par Lili Meier, survivante du camp de cancentation (2981), ed, completada por A. Freyer y JaC. Pressa, Paris, Le Seuil, 1983. 24, Vease 6, O\d-Huberman, lémorandum de a peste. Le éau dine ‘gine, Paris, Christian Bourgls, 1983. 25. ‘véese R. Hilder, La Destruction des juts eEurope, op. cit pag 280, cue cita varias fUenes, entre lias una carta dol 12 de novembre de 1941. en la que Heydech en persona apeohbe a sus propleshrnbresto- ‘mar fotograffas En el caso de ls csés "oficiales", la peliculas debian ser enviadas al RSHA [V-A-1, sin rovsar y despachadas como “secreto Gel Reich” (Geheime Reichssace?. Heysich das también a os jfes de Ia pote la ordon de buscar todas las fotografas que hubesen pod ce- cular por sus zonasr 26, Insrigién en un cartel de avso colocado en Is imedacines de campo de Natawela. mente a los que no acttien conforme a las reglas de esta orde- nanzas” Pero prohibir era como querer frenar una epidemia deimé- genes que ya habia comenzado y que no podia detenerse: su ‘movimiento parece tan soberano como el de un deseo incons- iente. La astucia de la imagen contra la razén en la historia: por todas partes han circulado fotografias ~esas imagenes pesea todo porlas mejores y las peores razones Empezando por las terribles tomas de vistas ce las masacres cometidas por los Binsatzgruppen, ‘unas imagenes en general tomadas por los propios asesinos* Rudolf Héss no dudé, por su parte -y a pesar de su propia or- den-, en ofrecer al ministro de Justicia, Otto Thierack, un lum de fotografia tomadas en el campo de Auschwitz” Per un lado, ‘este uso de la fotografia daba un rodeo hasta los confines (priva- os) de una pornograffa de la matanza, Por otro, la administra ‘cin nazi tenia tan fijadas sus rutinas de registro -su soberbia, su particular narcisismo burocratico- que tendia a consignar y @ fotografiar todo lo que se hacia en el campo, aunque el gaseado de Los judios siguié siencdo esecreto de Estado. ‘Sin embargo, en Auschwitz funcionaron dos laboratorios de fotografia. Es algo desconcertante en un lugar como ése. Pe- ro cabe esperarlo todo de una capital tan compleja como lo fue ‘Auschwitz, aunque frese la capital de la muerte y dela desapa- ricién de miles de seres. Fn el primer laboratorio, que dependia del Servicio de reconocimiento» (Brkennungsdenst), trabajaban permanentement bajo la direccién de los$$ Bernhardt Walter yy Exnst Hoffman, entre diez y doce prisioneros, lo que indica tuna intensa produccién de imagenes ~antes que nadia los re- 27. Chad por &. Boguslawska-Swicbocka y T. Ceglowska, KL Ausch- wits, Fotografie dokumentalne, op. cit, pag. 17 28. ‘ease la reciente exposiclon Vernichtungskrieg: Verbrechen der Welrinacht 1942 bis 1944, Hamburce, Hamburger Edition, 2996 Cnue- va edizionrevisada Verbrechen der Wehrmacht. Dimensionen des Ver- ichtungskrieges 1941-1944, Hamburgo, Hamburger Ecltion, 20021. 29. Vease R. Milberg, La Destruction des juts d'Europe, op. cit, lg. 834. “5

You might also like