POR UN TROZO DE CARNE
Jack London
Coon ol ltimo pedazo de pan, Tom King limp l cine
rela de sla que habia en a plato y mastcd el hocado de
fs lemtay medication. Cuando se leva dela mes, lo enn
argo lsnconfundible sensacin de estar hambrient. Pez slo
{i babiacomido, A los dos nis en el otzo evarto los hablan
rmandado a dormir vemprano para que quiads en su suetio ve ol-
widasen de que no cenaron. Su esposa no habia tocado nada, y se
habia sentado en silencio a miraslo con ojos ansiosos, Fra uma
mujer de ls ease obrera, delgada y cartida, aunque las marcas
de una belleza anterior se asomaban en su cara. La havina para
Inacer la salsa la habla pedido prestada al vecino de enfrente. Los
“lkimos dos centavos se habian ido comprando el pan
‘Tom sesencé cerca ala ventana en una sills enclenque que cr
jiden protest al sentir su peso. De manera mecinica puso su pipa
‘ensu boca ymetié la mano en el bolsllo lateral de su chaqueta La
ausencia de tabaco lo hizo consciente de su acto, y, frunciendo el
«efto ante su olvido, guardé su pipa. Sus movimientos eran lento,
«as conpes, como si le agobiara el peso de sus misculos. Su cuerpo
ru macizo y de aspecto impasible, y su apariencia no disfrutaba
«de um atractivo excesivo, Su ropa éspera estaba vieja y habia perdi-
slo la forma, La parte superior de sus 2apatos ers demasiado debilFoR TROZODE ORME
para soportar Ia pesada sucla ya remendada hacia tiempo. Y sa
«amiss de algodn, ana barat de un flor, tena el cueloraido
y manchas de pineoraimposbles de sacar.
Pero eral cara de Tom King aque advertiainequivocamente
aquién era Era la cara de un peleador profesional tipico, de uno
aque habia prestado largos aos de servicio en el cuadrilitero y,
‘por ello, habia desarollado todas las marcas de la bestia pugi-
lsc. Es un rosso amenazantey, como si quisiera que ninguna
faceibmestviereacondida stab afetado aa, Sus labios eran
amorfoeyconsticlan wna hoca exesivamente sper, pareca un
tajo en su cara Sa mandibula er ageesiva, brutal, pesada, Los
ojos de movimiento lentos y con pirpudos pesados, ern casi
incxpresivos bajo sis desgrenadas ces. Auténtico animal que
ra 48 ojos eran el rasgy mis animalesco que tenia, Bran sit
tients, como de leno ojos den animal luchador. La renee se
incinaba prcipitadamente hasta su cabello, que, rasurado, deja-
ba entrever bultos como los de la abeza de un villano. Una maiz
dos veces fracturada y moldeada por incontables golpes y una
orejadecoiflr, deformada y eon un tamato el dobe dl norma,
completabun si aspect, mientras su arba,recén afeiead como
«estaba, brota en su piel indole asa cara una sombra aculost.
En conjunto, ea a cara de un hombre al que se remeria en-
contrat en un callejin oscuro 0 en un lugar desolado, Y aun at
‘Tom King noera un criminal haba hecho nunca nada criminal
Apart del daa dade su ofcio, cuando peleabs, nunca habia as
timado a nade. Nieampooo era conocido por amar rif El era
tun profesional, y oda sa bratalidad peleacora la reservaba para
sus aparciones profesonales, fuera del ring era sosegado, eran
spl, yen ss bas de juventad, cuando el dinero corti, derma
siado maniabiero paras propio bien. No guardabs resentimen-
tory tenia pocos enemigos Felear era un asunto de negocios
AL Dentro del sing golpeaba pass here, golpeaba par lesions
a
ASS RIUM roa
golpeaba para desir; pero no habia mals intend, Eran sim
ple negocio. El piblico se reuniaypagaba por el especticula de ver
hobs noquedndase nos a otros. El ganador se Hevabal aja
mnie grande de la elsa. Cuando Tom King se enfenes al Maen
| ge Woolloomoooo, hacia eine fos, sabia que la mandi bul del
Mazda sol habia renido cuatro mess para recuperare dep de
| ueselaubieranfacturado en un combace en Newcastle. Y sel
| joghpor le mandibula sels fractord otra ver en el noveno ound,
“ao porgueguardara alin rencor conta el Mat, sino porgue era
Us manera mds segura de nogueae su contsincane y evarsela a>
jada mds grande de Ta bolsa Tampoco el Matén le guard ningsin
‘eo por eo. Asi er el ego, y ambos lo conoclany fo jugs,
Tom King munca habia sido un conversdor, Se sent crea ala
‘eeana Cacia en silencio, con I mirada lava en ses manos
Lis venasenel dorso de sus manos sobresalan, grandes hinchada,
sos nds, aplseado,extropeados y dfornes,delitaban eso
{ques les habia dado, Nunc habia escuchado a nadie cic que la
vida de un hombre era ade sus vnas, pero conoct bien el signifi-
cdo de que las suyas fueran preeuberantes. Su coruzdn haba bom
bead demasiada sangre a maxioaa presin por elas, Yano hacian
su ceabsjo, Habiaforzado al méximo la elasticilad que tenian y con
la stensin perdieron ss resistencia, Ahora se cansua fcilmente,
‘a no podia hacer vein asaleosrépidos, lchando a brazo partido,
i
peleando, peleando, peleando, de campana en campana, incecam-
biando puretaz0s sobre punerazes, abatido comers ls cucrdas y a
ss vez indole una paliza a su conerincance contra las cuerdas, y
slpeando con mas Faria y mis répide al
al, ene vigésimo round,
«con a casa de pie y gritando, él embistiendo, agachindoe,soltanda
lun aguacero de golpes eras oro aguacero de golpesyyrecibiendo asi
ver aguaceros de golpes de vuelta, y code el tempo el corszén bom-
beando con precisiin la sangre desbordada por ls venasadecuadas
Las vena, hinchadas en el momento, siempre se habian encogido
bemun TaOZ0DE RE
rnuevamente, pero cada vex, impercepeiblemente al prineipi, Ie ha~
clan un poco menos, uecindose una pizca mis grandes que anes.
Miraba sus venas y sus desgastados nudills,y, por un momento,
vino a su mente un recuerdo de la juventudl excels de esas manos
ances de que el primer sudillo se Te hubiera eseropeado contra la
tabeza de Benny Jones, también conocido como el Terror de Welsh
La sensacién de hambe vovié a
_—iCaray lo que daria por un trozo de carne! —fafulld en vor
alea, apretando sus pusios gigantes y escupiendo una grosera,
—Traté en ambos, donde Burke y dande Sawley —dijo su espo-
sa disculpinlose a medias.
{9 no quisieon? —reclams.
Ni medio penique. Burke dijo—. Ella vitubed,
sigue! Qué dijo?
Pues como piensa que Sandel va a cumbarte hoy en la noche,
Y pues como ts cuenta est tan grande como esti
“Tom King gruité, pero no respondli6.Estaba ocupatio pensando
cen el bull terrier que habia tenido en sus dias de juventud al que
limentaba con bistes sin cesar Burke Te hubjiera dado crédito
‘para mil bistecs,. en ese entonces. Per los tiempos habian cam
biado, Tom King se estaba haciendo viejo, y los hombres vijos,
peleando en clubes de segunda categoria, no podian esperar tener
‘cuentas abiertas de ningin tipo con les comereiantes.
Se habla levantado en la mafana snhelando un trozo de carne y